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INTRODUCCIÓN
1. REFLEXIONESTEÓRICO-METODOLÓGICAS
SOBRE LA INVESTIGACIÓN CUALITATIVA
7
8 PARA COMPRENDER LA SUBJETIVIDAD
LA FORMACIÓN EN METODOLOGÍA
CUALITATIVA. PERSPECTIVA DEL PROGRAMA
SALUD REPRODUCTIVA Y SOCIEDAD
SUSANA LERNER 1
1
Profesora-investigadora del Centro de Estudios Demográficos y de Desarrollo
Urbano de El Colegio de México, y coordinadora general del Programa de Salud
Reproductiva y Sociedad.
9
10 INTRODUCCIÓN
2
Como parte de esta temática, el programa, en su primer bienio, apoyó la realización
del seminario de investigación de análisis de datos cualitativos, que formó parte del programa
de doctorado en sociología del Centro de Estudios Sociológicos de El Colegio de México
en septiembre 1994-febrero 1994, y organizó el segundo curso-taller regional sobre
metodología cualitativa en salud reproductiva y sexualidad, conjuntamente con la
Universidad de Guadalajara y el Instituto Mexicano de Seguridad Social, y que tuvo lugar
en la Ciudad de Guadalajara en junio de 1995.
LA FORMACIÓN EN METODOLOGÍA CUALITATIVA 11
3
Véase al respecto, C. Stern (coord.), “Prioridades de investigación y apoyo para
proyectos en salud reproductiva”, Reflexiones. Sexualidad, Salud y Reproducción, núm. 5,
México, El Colegio de México, 1995.
12 INTRODUCCIÓN
5
En el taller se presentaron nueve ponencias y se incluyeron ocho sesiones
adicionales, entre las cuales cinco se orientaron al tratamiento de los distintos acercamientos
cualitativos mediante el uso de técnicas específicas. En la presente publicación se incluyen
ocho trabajos, de los cuales tres abordan el uso de técnicas en los estudios cualitativos y el
resto comprenden reflexiones teórico-metodológicas acerca de la investigación cualitativa,
y experiencias concretas de investigación sobre diversos temas relacionados con la salud
reproductiva y la sexualidad.
LA FORMACIÓN EN METODOLOGÍA CUALITATIVA 15
IVONNE SZASZ
ANA AMUCHÁSTEGUI 1
1
Ivonne Szasz es profesora-investigadora del Centro de Estudios Demográficos y de
Desarrollo Urbano de El Colegio de México. Ana Amuchástegui es profesora-investigadora
del Departamento de Educación y Comunicación de la Universidad Autónoma
Metropolitana-Xochimilco y consultora externa de The Population Council.
2
Organizado por el Programa Salud Reproductiva y Sociedad de El Colegio de
México (auspiciado por la Fundación Ford), con la colaboración del Departamento de
Educación y Comunicación de la UAM-Xochimilco.
17
18 INTRODUCCIÓN
3
Cliford Geertz propone el término de “géneros borrosos” para referirse al creciente
desdibujamiento entre las fronteras de las ciencias sociales y las humanidades, señalando
una especie de mezcla entre géneros como la ficción, la etnografía y los tratados teóricos,
que coincide con el surgimiento de nuevas corrientes interpretativas, con la flexibilización
de las reglas sobre el proceso de conocimiento y con la aparición de nuevas formas de
comunicar los hallazgos de investigación. C. Geertz, “Géneros confusos. La refiguración
del pensamiento social”, en C. Reynoso (comp.), El surgimiento de la antropología
posmoderna, México, Gedisa, 1991.
LA INVESTIGACIÓN CUALITATIVA EN MÉXICO 19
4
B. Glaser y A. Strauss, The Discovery of Grounded Theory. Strategies for Qualitative
Research, Aldine de Gruyter, Nueva York, 1967.
26 INTRODUCCIÓN
investigación cualitativa, que en los últimos años busca ser rescatada para
el uso de procedimientos rápidos de investigación sobre salud para el
diseño de programas para la acción.
El bloque final de trabajos contenidos en esta compilación contiene
reflexiones de investigadores mexicanos en torno a dos tipos de técnicas
empleadas en sus estudios cualitativos: la entrevista individual y la
entrevista grupal.
Marta Rivas presenta sus reflexiones sobre la entrevista en
profundidad en torno a una experiencia de investigación que exploró los
significados intervinientes en la constitución de la subjetividad y la
sexualidad en mujeres de clase media de tres diferentes generaciones en
contextos culturales diversos del país. En su visión de las entrevistas,
destaca el carácter procesal de este instrumento, su organización ligada
con las formas de relatar y reconstruir las experiencias, el carácter
dialógico del dispositivo y la importancia de mantener, en la
instrumentación, el vínculo entre reflexión teórica y experiencia. Concibe
las entrevistas como parte de una estrategia metodológica, no solamente
como una técnica de recolección de información externa a la relación
entre entrevistador e informante. Para esta autora, se trata de un ámbito en
que los datos son construidos en una interacción dialógica, en que el
proceso interaccional es en sí constitutivo de conocimiento. Define las
entrevistas como un dispositivo o procedimiento creador de
conocimientos y de efectos específicos, que responden al problema de
estudio, a la implicación del investigador, y al efecto de la interacción, de
las diferencias intercultuales y las relaciones de poder que se ponen en juego
en el curso de la entrevista.
La autora relata las formas de concreción que fue asumiendo la
entrevista en profundidad en su investigación. Frente al debate sobre el
carácter abierto o semiestructurado de las entrevistas, o sobre las
posibilidades de la historia de vida como acceso a la experiencia como
síntesis individual —transformada en la narrativa y reinterpretada en el
diálogo interpersonal—, la autora optó por un dispositivo
semiestructurado, basado en la idea de historias de vida focales. Su
objetivo fue promover relatos comparables en torno a la vida sexual de las
mujeres entrevistadas, que aseguraran una exploración procesal e
integrada alrededor de algunos eventos de sus vidas. Vincula su elección
con los objetivos del estudio, con su implicación de tipo epistemológico,
teórico, institucional e incluso libidinal como investigadora, con las
LA INVESTIGACIÓN CUALITATIVA EN MÉXICO 29
PRIMERAS IMPRESIONES
33
34 REFLEXIONES TEÓRICO-METODOLÓGICAS
Una vez fui positivista. Pensaba que la sociología podía llegar a ser una
verdadera ciencia, y estaba deseoso de hacerla más científica. Pensaba “entre
más cuantifique, mejor”... Pero lo que realmente me despertó de mi sueño
positivista fue un terremoto histórico: mayo de 1968 [en Francia]... Si hay
algo que pueda llamarse conocimiento sociológico, la forma de alcanzarlo
no es mediante la metodología cuantitativa. Y el principal obstáculo hacia él
es precisamente la creencia en la sociología como ciencia, en una palabra: el
positivismo... Lo que quisiera hacer aquí es mostrar que hay otra forma de
practicar la sociología. Otra forma de hacer observaciones. Otra forma de
analizarlas. Otra forma de escribir. Y, generalmente hablando, otra forma de
definir la relación de la sociología con la sociedad. [...] Con base en el
ejemplo de la aproximación por medio de la historia de vida, me gustaría
decirle [a los investigadores “positivistas”] que su preocupación por la
representatividad de las muestras, por el análisis de datos, por la prueba,
puede ser alcanzada también con la aproximación “cualitativa” y que esta
aproximación permite aun más: un acceso directo al ámbito de las relaciones
sociales que constituyen, después de todo, la sustancia misma del
conocimiento sociológico... estoy convencido de que el desarrollo de esta
nueva aproximación tendrá lugar sólo con la ayuda de los [antes]
positivistas. Ellos están listos para cambiar sus métodos y aproximaciones
en cuanto se demuestre que nuevos métodos y aproximaciones “funcionan
36 REFLEXIONES TEÓRICO-METODOLÓGICAS
Periodo tradicional
Iría de la época de la posguerra hasta los años setenta, pero tiene todavía
en nuestros días una fuerte presencia. En él los autores toman sus
fundamentos de los preceptos que se generaron en los trabajos del periodo
tradicional. El paradigma más poderoso es el postpositivismo, aunque las
nuevas generaciones de graduados adoptan nuevas teorías interpretativas,
como la etnometodología, la fenomenología, la teoría crítica y el feminismo.
Una preocupación característica de esta etapa es la de formalizar los
métodos cualitativos, como ilustran, entre otros, los conocidos textos
de Taylor y Bogdan de 1984 y el ya clásico de Glaser y Strauss de 1967.
Se estudian procesos sociales importantes y se desea dar voz a los grupos
menos favorecidos de la sociedad. Se procura hacer investigación
cualitativa con el mismo rigor que se acostumbra en los estudios
cuantitativos, se intenta ajustar la idea de validez interna y externa a
modelos construccionistas e interaccionistas, y se considera importante la
búsqueda de asociaciones causales. Los datos que se obtienen de
entrevistas casi estructuradas con respuesta abierta y mediante
observación participante se analizan de manera estadística, estandarizada.
El trabajo cualitativo del periodo modernista “... se vistió con el lenguaje
y la retórica del discurso positivista y postpositivista. Ésta fue la edad
dorada del análisis cualitativo riguroso sostenido en la sociología por un
lado, por Boys in White (Becker et al., 1961) y por el otro, por The
Discovery of Grounded Theory (Glaser y Strauss, 1967)”, (Denzin y
Lincoln, 1994: 8). Los autores hacen notar que esta fase llegó a su fin en
un momento en el que la guerra de Vietnam era omnipresente en la vida
estadunidense.
Periodo posmoderno
7
Respecto al carácter del “observador como instrumento”, vale la pena releer el
sugerente y profundo trabajo escrito por Devereux (1973) hace ya más de 20 años, cuya
calidad explica la notable influencia que ha tenido, sobre todo en ciertas corrientes de la
antropología y en algunas escuelas psicoanalíticas.
INTRODUCCIÓN AL TRABAJO CUALITATIVO DE INVESTIGACIÓN 47
Bertaux nos recuerda que los “objetos” que las ciencias sociales
examinan son parlantes, aun más, son pensantes y lo que dicen tiene
significado; además, el investigador es uno de ellos, un ser humano entre
seres humanos. Con frecuencia las personas a las que estudia saben más
de lo que pasa que el investigador mismo; este último tiene, sin embargo,
algo que añadir, porque cada persona tiene un campo de percepción
limitado, y es ahí donde el reto para la investigación social empieza: se
trata de decir algo más sobre el todo del que forma parte el grupo en
estudio, de unir los fragmentos de conocimiento que ha encontrado por
uno y otro lado. Éste es el sentido que el autor le reconoce a la fase de
“análisis de la información”: un proceso no sólo de análisis sino de
síntesis, un proceso continuo de concentración en el ámbito a la vez
invisible pero omnipresente de las relaciones sociales. Cuando esa red de
relaciones se ha entendido, puede considerarse que se ha completado el
“análisis”. En cuanto al principio de objetividad, nos remite a Ferraroti
(1981), quien sostiene que dada la naturaleza particular de la realidad
social, entre más íntimamente subjetivo sea el conocimiento sociológico,
será más profundo y objetivo. La tarea primaria del científico social no es
“probar” la veracidad del conocimiento que genera (sólo en la práctica
social —esto es, en la historia— puede llegar a probarse algo), ni explicar
cómo funcionan unas supuestas leyes inmutables, fijas, que rigen el
comportamiento del mundo social; su tarea central es la de entender y
describir en profundidad, por medio de conceptos teóricos si es necesario,
el movimiento de las sociedades.
Por último, describe la etapa de la comunicación de resultados. Ésta
demanda, a su juicio, algo más que un simple informe; lo que importa es
que la comunicación sea leída y que tenga sentido para la gente. Para ello
se requieren, entre otras cosas, modalidades narrativas elaboradas con una
estructura y un lenguaje muy distintos del que se usa en el artículo
científico clásico.
Quiero cerrar este repaso sobre algunas de las peculiaridades que
parecen distinguir a la investigación cualitativa de la cuantitativa con la
síntesis que ofrece Bryman (1984) en la primera parte de su artículo. La
metodología cuantitativa, dice, es una aproximación a la investigación
social a la manera de las ciencias naturales. Sus preocupaciones giran en
torno a las definiciones operativas, la objetividad, la confiabilidad, la
generalización, el establecimiento de relaciones de causalidad. El
instrumento preferido en esta tradición es la encuesta, porque mediante
48 REFLEXIONES TEÓRICO-METODOLÓGICAS
10
Patton (1990: 37) se refiere también a estos dos polos del debate epistemológico, a
los que identifica como el positivismo lógico que usa el método cuantitativo y experimental
para probar generalizaciones hipotético-deductivas, y la investigación fenomenológica que
usa aproximaciones cualitativas y naturalistas para entender de manera inductiva y holística
la experiencia humana en las condiciones dadas por contextos específicos.
52 REFLEXIONES TEÓRICO-METODOLÓGICAS
11
Por ser el que ha dominado formalmente durante unos 400 años tanto las ciencias
naturales como las sociales. El postpositivismo es, a su juicio, un esfuerzo de las últimas
décadas para tratar de responder, dentro del mismo sistema básico de creencias, a las críticas
que a esa visión se han hecho (p. 108).
12 El positivismo supone la posibilidad de un acercamiento objetivo a la realidad, en
tanto que el postpositivismo supone que la objetividad puede lograrse de manera sólo
parcial debido a que no hay método de aproximación perfecto. El primero trabaja bajo el
principio de la verificación de las hipótesis por medio de pruebas empíricas. El segundo,
bajo el principio de la falsación de hipótesis (Guba y Lincoln, 1994: 109-110).
13
En éste se agrupan diversos tipos de aproximaciones distintas al positivismo, cuyo
interés se centra en el estudio del mundo desde el punto de vista de los individuos que
interactúan, y que se remiten a la tradición desarrollada por Schutz, Weber, Heidegger,
Gadamer y Geertz, entre otros (Guba y Lincoln, 1994: 108-111).
14
La teoría crítica está integrada también por una multiplicidad de modelos de origen
marxista, cuya ontología —de acuerdo con la caracterización de Guba y Lincoln (1994:
109-110)— se basa en el realismo histórico, con una epistemología de tipo transaccional y
una metodología dialógica y dialéctica; es una tradición ligada con la llamada Escuela de
Frankfort, partiendo de la cual se ha desarrollado en distintas direcciones, entre ellas las
teorías postestructuralista, postmoderna, algunas corrientes del feminismo y los estudios
culturales.
INTRODUCCIÓN AL TRABAJO CUALITATIVO DE INVESTIGACIÓN 53
BIBLIOGRAFÍA
Becker et al. (1961), Boys in White: Student Culture in Medical School, Chicago,
University of Chicago Press.
Bertaux, D. (1993), “Los relatos de vida en el análisis social”, en Aceves L. J.,
Historia oral, México, Instituto Mora-UAM (reimpresión de un original de
1989, con una primera versión de 1986).
(1981), “From the Life-History Approach to the Transformation of
Sociological Practice”, en Biography and Society. The Life History
Approach in the Social Sciences, Beverly Hills, Sage Publications.
Boudon, R. (1972), “An Introduction to Lazarsfelds’s Philosphical Papers”, en
Qualitative Analysis. Historical and Critical Essays, Boston, Allyn and
Bacon, 1970.
Bryman, A. (1984), “The Debate about Quantitative and Qualitative Research: A
Question of Method or Epistemology?”, en The British Journal of Sociology,
35 (1), pp.75-92.
Córdova, A., F. Leal y C. Martínez (1986), “Críticas a la reducción positivista de
la corporeidad”, Salud Mental, 9: 6-13, México, Instituto Mexicano de
Psiquiatría, marzo de 1986.
(1989), El discurso académico sobre la salud en México, Temas
Universitarios 13, México, UAM-X.
Denzin, N. y Y. Lincoln (1994), “Introduction. Entering the Field of Qualitative
Research”, en Handbook of Qualitative Research, Thousand Oaks, Sage
Publications.
Devereux, G. (1973), De la ansiedad al método en las ciencias del
comportamiento, México, Siglo XXI, 1967.
54 REFLEXIONES TEÓRICO-METODOLÓGICAS
ROBERTO CASTRO 1
INTRODUCCIÓN
La existencia de paradigmas
1
Director de Salud Comunitaria y Bienestar Social, Centro de Investigaciones en
Sistemas de Salud/Instituto Nacional de Salud Pública.
57
58 REFLEXIONES TEÓRICO-METODOLÓGICAS
Así, podríamos decidir que un mes de duelo será igual a uno; dos meses,
igual a dos, y así sucesivamente. Una vez que esta crucial decisión se
toma, esto es, una vez que se asume que “duelo” es una variable con
propiedades numéricas, es posible utilizar complejos métodos
estadísticos para explorar la correlación entre estas variables. Con este
esquema, tal vez terminaríamos “descubriendo” que mientras más joven
es la madre más grande es el duelo, o tal vez a la inversa (y, con algo de
suerte, podríamos obtener un buen grado de significancia estadística). Sin
embargo, es difícil imaginar una teoría sociológica que proponga
seriamente que el único aspecto crucial del duelo es su duración en el
tiempo, según la medición por encuestas. La duración podría ser una de
sus propiedades, pero no es la variable en sí misma.3 Al optar sólo por un
método numérico podríamos explorar la correlación entre “duelo” y
“edad de la madre”, pero estaríamos renunciando al estudio del
significado de la muerte infantil para las madres; esto es, renunciaríamos
al estudio de la manera en que el duelo es vivido subjetivamente por las
madres.
2
Como ha señalado Moore: “Contar necesariamente implica ignorar todas las
diferencias excepto la que está siendo medida. Requiere reducir todas las evidencias a
unidades similares... El proceso de contar, pienso, hace necesario ignorar, tarde o temprano,
las diferencias estructurales.” (Moore, 1966: 520).
SUPUESTOS, ALCANCES Y LIMITACIONES DEL ANÁLISIS CUALITATIVO 63
CUADRO 2
Comparación esquemática
entre métodos cuantitativos y cualitativos
Tipo de decisión
metodológica Métodos cuantitativos Métodos cualitativos
1. Nivel de realidad Objetivo Subjetivo
analizado
2. Causalidad de los Leyes Contingencias
fenómenos colectivos
3. Tipo de conocimiento Explicación Comprensión
generado
4. Nivel de análisis Macro Micro
5. Forma de análisis Deducción Inducción
6. Tipo de conceptos Definitivos Sensibilizadores
7. Tipo de ciencia social Explicativa y Descriptiva, analítica
sintética y exploratoria
3
“La medición atañe a las propiedades de los objetos, no a los objetos mismos. Así,
en nuestro uso del término, no es mesurable un palo, aunque sí podrían serlo su longitud,
64 REFLEXIONES TEÓRICO-METODOLÓGICAS
La obtención de la información
supuesto crucial debe ser identificado aquí: las transcripciones de este tipo
deben ser leídas “como si” representaran el habla real.
El lector de tales transcripciones normalmente no está consciente de
este supuesto, debido a que, a pesar de la ausencia de signos gramaticales
que indiquen aquellos aspectos mencionados (entonación, volumen,
ritmo, etc.), el lector puede llenar estos vacíos por intrapolación, la cual es
posible mediante el sentido común, esto es, por medio de la familiaridad
que un determinado “miembro” (del mismo grupo que el entrevistador y
el entrevistado) puede tener del contexto social en el que la entrevista y
su transformación en texto ocurrió (Mishler, 1984: 28).
Una transformación adicional resulta del proceso de codificación. Si
la medición numérica es la imputación de números a dimensiones
específicas de un fenómeno dado, la codificación es una especie de acción
evaluatoria nominal mediante la cual es po- sible clasificar el material. En
el análisis de contenido —el análisis cuantitativo de textos— codificar
significa asignarle un número a cada categoría, de manera que sea posible
el análisis estadístico de la información.4 Además de su falta de
flexibilidad, otra limitación muy importante del análisis de contenido es
que a cada unidad codificable sólo se le puede asignar una categoría, con
el fin de no violar el supuesto de independencia entre las mediciones, lo
que ocurriría con múltiples códigos (Mishler, 1984: 42). Esto, además de
la dudosa existencia de isomorfismo entre la estadística y las
significaciones que se transmiten mediante el habla, hace a la codificación
cuantitativa poco apropiada para el análisis interpretativo.
En el análisis cualitativo, la asignación de códigos constituye una
identificación preliminar de los hallazgos, dado que cada código
normalmente “indexa”5 un amplio conjunto de significados. Esto es, un
código normalmente constituye un intento del investigador por clasificar
una palabra, una frase, o una sección del texto en categorías específicas
significativas que tengan senti- do dentro del marco teórico que esté
siendo utilizado.
Una cuarta transformación de la información ya codificada tiene
lugar cuando el investigador convierte interpretativamente esos códigos
en “significados”, es decir, en explicaciones teóricamente consistentes de
lo dicho.6 Por lo tanto, es necesario tener en cuenta la distancia entre el
fenómeno originalmente bajo estudio (el significado de un discurso) y las
sucesivas reducciones de la información: primero en casetes, después en
70 REFLEXIONES TEÓRICO-METODOLÓGICAS
FIGURA 1
Transformaciones de la información
en los métodos cualitativos
OBSERVACIÓN-ENTREVISTA
GRABACIÓN
TEXTO (INTRAPOLACIÓN)
CODIFICACIÓN (CATEGORIZACIÓN)
INTERPRETACIÓN
“aún no es absolutamente claro cómo emergen los temas y las ideas y cómo es que terminan
en un producto escrito terminado” (Bryman y Burgess, 1994: 224). Es decir, no es claro
cómo tiene lugar exactamente la interpretación de los materiales escritos.
74 REFLEXIONES TEÓRICO-METODOLÓGICAS
7
El programa Ethnograph requiere que los códigos que se asignen tengan como
máximo diez caracteres.
76 REFLEXIONES TEÓRICO-METODOLÓGICAS
que quiero a mis hijos del mismo padre”), etc. De nuevo, debe ser
registrado en un memo hasta que aparezcan nuevas evidencias para refinar
los hallazgos. El segmento analizado en este ejercicio concluye en este
punto.
CONCLUSIÓN
BIBLIOGRAFÍA
1
Etnólogo del Centro de Estudios Mayas, Instituto de Investigaciones Filológicas,
UNAM.
84
85 LA INVESTIGACIÓN CUALITATIVA
2 Mientras que el primer tema lo he tratado con mayor amplitud en dos trabajos previos
(Ruz, 1985 y 1986), de donde extraje varios párrafos, los datos que conforman el tercero
proceden en su mayoría de una etnografía de 1982 reeditada en 1990 (cf. la bibliografía).
3
Al interesado en comparar estas concepciones con las de los nahuas (comparación
por demás valiosa), lo remito al espléndido libro de Alfredo López Austin, Cuerpo humano
e ideología. Las concepciones de los antiguos nahuas.
4
Una notable —y muy reciente— excepción, es el libro de Martine Azoulai (1993).
EL CUERPO: MIRADAS ETNOLÓGICAS 86
5
Conceptuar tal práctica como pecaminosa produjo que en el imaginario medieval se
considerase a los leprosos como producto de ella (Le Goff, 1986: 41).
87 LA INVESTIGACIÓN CUALITATIVA
... Los yucatanenses... porque creían que por el mal y pecado les venían
muertes, enfermedades y tormentos, tenían por costumbre confesarse
cuando ya estaban en ellos. De esta manera, cuando por enfermedad u otra
cosa estaban en peligro de muerte, confesaban sus pecados y si se
descuidaban traíanselos sus parientes más cercanos o amigos a la memoria,
y así decían públicamente sus pecados: al sacerdote si estaba allí, y si no, a
los padres y madres, las mujeres a los maridos y los maridos a las mujeres.
Los pecados de que comúnmente se acusaban eran el hurto, homicidios,
de la carne y falso testimonio y con esto se creían salvos. Y muchas veces,
si escapaban [a la muerte], había revueltas entre el marido y la mujer por las
desgracias que les habían sucedido y con las o los que las habían causado...
Ellos confesaban sus flaquezas —salvo las que con sus esclavas los que
las tenían— habían cometido, porque decían que era lícito usar de sus cosas
como querían... (Landa, 1978: 47).
6 Dichos confesionarios, juntos con otras obras de corte lingüístico y/o doctrinario,
constan en tres volúmenes (Ruz, 1989-1994).
EL CUERPO: MIRADAS ETNOLÓGICAS 88
7 La respuesta posible que el fraile pone en boca del penitente es más que significativa:
“Padre, mui bien sabes la costumbre de los españoles, en llegando de pueblo en pueblo, que
primero quieren indias, por lo qual, siendo yo alguacil, muchas veces de noche y cada noche
traía otras mugeres, ya casadas, ya viudas, ya doncellas, para los españoles” (ibid.).
89 LA INVESTIGACIÓN CUALITATIVA
Nota, hijo mio, lo que te digo, mira que el mundo ya tiene este estilo de
engendrar y multiplicar, y para esta generación y multiplicación ordenó Dios
que una mujer usase de un varón y un varón de una mujer, pero esto conviene
se haga con templanza y con discreción; no te arrojes a la mujer como el
perro se arroja a lo que ha de comer... aunque tengas apetito de comer
resístete, resiste a tu corazón hasta que ya seas hombre perfecto y recio; mira
que el maguey si lo abren de pequeño para quitarle la miel, ni tiene sustancia
ni da miel, sino piérdese; antes que abran al maguey para sacarle la miel lo
dejan crecer y venir a su perfección, y entonces se saca la miel.
....
[De no tener templanza en lo carnal] dijeron los viejos que serás en este
caso como el maguey chupado que luego se seca y serás como la manta, que
cuando la lavan hínchase de agua, pero si la tuerces reciamente luego se seca
(1979: 358).
En una forma aun más poética, aunque críptica, los mayas de Yucatán
también se refieren en sus escritos a la lujuria, a la que —al igual que al
amor y al sexo— identifican con las flores, en particular con la Plumeria
o flor de mayo. Apunta así el Chilam Balam:
... Dulces son sus bocas, dulces las puntas de sus lenguas y dulces tienen los
sesos estos dos grandes y nefastos murciélagos que vienen a chupar la miel
de las flores: la roja de hondo cáliz, la oscura de hondo cáliz, la amarilla de
hondo cáliz, la inclinada, la vuelta hacia arriba, el capullo, la marchita, la
campánula, la recostada de lado, la mordisqueada del cacao, la pegajosa flor
8
No me detendré aquí en ello; el interesado puede hallar amplia y sugerente
información al respécto en el libro ya citado de López Austin, en particular en el cap.9, "La
edad y el sexo"
EL CUERPO: MIRADAS ETNOLÓGICAS 90
Alegría
cantamos
porque vamos
al recibimiento de la Flor.
Todas las mujeres mozas
[tienen en] pura risa y risa sus rostros,
en tanto que saltan sus corazones
en el seno de sus pechos.
¿Por qué causa?
porque saben
que es porque darán
su virginidad femenil
a quienes ellas aman
¡Cantad la Flor!
....
La bellísima Luna
se ha alzado sobre el bosque;
va encendiéndose en medio de los cielos
donde queda en suspenso
para alumbrar sobre
la tierra, todo el bosque.
Dulcemente vienen el aire
y su perfume.
.....
Hemos llegado adentro
del interior del bosque
donde nadie mirará
lo que hemos venido a hacer.
....
Ya, ya estamos en el corazón del bosque,
a orillas de la poza en la roca, a esperar
que surja la bella estrella
que humea sobre el bosque.
Quitáos vuestras ropas,
desatad vuestras cabelleras;
quedaos como llegásteis aquí
sobre el mundo,
vírgenes, mujeres mozas...
Bien entendieron los mayas que el deleite proporcionado por la
sexualidad no era cualidad exclusiva de una u otra cultura, al asentar: “no
acabarán por completo el tiempo de la Flor de Mayo y los hombres de la
Flor de Mayo dentro del cristianismo”; simplemente cambiaron las
consideraciones acerca de lo que era o no reprobable.
Para acabar con las transgresiones al sexto y noveno mandamientos
de Moisés, los eclesiásticos emprendieron una campaña tenaz para
institucionalizar el matrimonio monogámico, variar el patrón de
residencia e inculcar en sus feligreses la connotación “pecaminosa” de
ciertas costumbres sexuales. Para esto último tuvieron que trastocar en
forma profunda los valores indígenas, pues si bien las transgresiones
sexuales eran severamente castigadas en la época prehispánica —incluso
con la muerte—, hay que recordar que la calidad de “transgresión” no era
aplicable a las mismas conductas en los dos sistemas ideológico-jurídicos
que se enfrentaron, y que incluso en los casos en que coincidieron, la
EL CUERPO: MIRADAS ETNOLÓGICAS 92
Padre, si yo me caso con una sola mujer he de estar con ella mientras que
vivamos. Luego, con tanta familiaridad y asistencia con ella, luego o yo me
enfado o ella [y] ya nos arrepentimos; con que ya busco otra y así andamos.
Nos apartamos y desa manera ya no tengo pesares. Y dime padre, ¿estar una
persona libre de pesar es malo? No, sino bueno. Pues por no tener pesares no
me quiero casar sino tener muchas amigas.
Más dicen:
Mira padre, si tengo una sola mujer, sale muchas veces de mala condición
y regañona, con que —por quererlas corregir— coge mis hijos y ... se van a
casa de sus parientes. Ya tú no me puedes volver a traerla. Yo, si voy, tengo
miedo a sus parientes porque les ha contado muchas mentiras y ellos están
irritados contra mí.
Más dicen:
Mira padre, si tengo muchas mujeres tengo muchos hijos; si tengo
muchos hijos yo estoy alegre: aunque mueran algunos, quedan otros.
Tuviendo [teniendo] yo muchos hijos, cuando soy viejo, que no puedo
trabajar, dos meses me estoy con éste y lo paso bien y bien estimado; otros
dos meses con el otro. Y de esa manera paso mi vejez.
Si más dicen, más dicen:
Si tengo una sola mujer tengo pocos hijos; unos se mueren, otros se
suelen ir lejos con sus mujeres. Ya me quedo, solo con mi vieja, trabajando
93 LA INVESTIGACIÓN CUALITATIVA
hasta que irnos a la sepultura. Y, dime padre, ¿trabajar siempre, que aun
siendo viejos que ya no podemos, sin tener quien nos descanse siquiera en
la vejez, te parece que es bueno? No es bueno, sino malo. Mira padre, del
modo que te lo decimos nosotros lo han hecho nuestros antig[u]os y hemos
visto que han tenido la vida larga...
Mira padre, buena es la doctrina que nos predicas, pero la que nosotros
decimos no nos desagrada. Quédate tú con la tuya, yo me quedaré con la
mía...9
Las costumbres eran peores que en su infidelidad, porque demás que ningún
vicio antiguo perdieron, particularmente de la sensualidad, se les añadieron
algunos que veían en los cristianos y no los tenían por tales, y el que antes
de bautizado no hurtaba, no juraba, no mataba, no mentía, no robaba
mujeres, si hacía algo de esto después de bautizado, decía: “ya me voy
haciendo un poco cristiano”... Eran peores los indios bautizados que los
infieles.11
11
Cabe recordar que a la relajación de las costumbres “contribuían también el nuevo
régimen laboral e incluso el pago del tributo. Tal se deduce de las declaraciones del obispo
guatemalteco fray Juan Ramírez, quien en los albores del siglo XVII señalaba cómo las
mujeres indias que prestaban servicio —obligado y sin remuneración— en casa de los
españoles, acababan como mancebas de patrones y mayordomos, y cómo las esposas e hijas
de los indios tenían a veces que prostituirse con mestizos y mulatos para poder pagar el
tributo” (Ruz, 1992: 106).
95 LA INVESTIGACIÓN CUALITATIVA
establecerse en una nueva casa o, a falta de ella, con los padres de la joven
(1989).
No debe pensarse, sin embargo, que la lucha contra la familia extensa
fuera exclusivamente una batalla en pro de la nueva moralidad; en ella
intervenían factores de tipo económico, ya que en el seno de tales
agregados familiares podían disimularse más fácilmente las nuevas
uniones conyugales y evadir así una parte de la tributación y de ciertos
trabajos que, según Real Cédula de 1578, obligaban no al individuo sino
a la unidad familiar. No es extraño que los mayas se mostrasen poco
interesados en la constitución de familias nucleares, ni que los
funcionarios civiles se aliaran con los eclesiásticos en su campaña.12 Para
ver hasta qué punto fueron ineficaces todos los intentos por destruir ese
pilar de la organización social indígena que es la familia extensa
patrivirilocal, basta con asomarse a cualquier pueblo contemporáneo.
Para continuar por el mismo sendero pecaminoso, veamos
rápidamente algunos puntos relacionados con la metrología, tema que
pese a su apariencia “científica” y “objetiva”, nos remite nada menos que
al pecado original, pues en la antigüedad fue común asociar la invención
de las medidas con la estafa, la pérdida de la felicidad primitiva y la
maldad, ya que se consideraba como su inventor a Caín, y se argüía que
“contar y medir equivale a pecar” (Kula, 1980: 3, 16).
Si dejamos de lado la carga ideológica de esta apreciación —bastante
cuerda si nos detenemos en los comerciantes y banqueros de todas las
épocas—,13 aquellas otras del mismo tenor que hacen de Caín el inventor
de la cultura —urbana, pastoril, artesana y musical (Le Goff, 1986:
25ss)— y nos centramos en la relación de las medidas con el cuerpo
humano, veremos que si bien dichos vínculos se caracterizan por su
ambivalencia, diversas culturas han insistido e insisten en sus rasgos
negativos: según los checos del siglo XVIII, medir los vestidos de un niño
podía detener su crecimiento, en tanto que un siglo más tarde los aldeanos
de Bulgaria se oponían al registro de los nacimientos considerando que
contar a los pequeños provocaba la ira de Dios, quien se los llevaba “de
12
Ya desde las Ordenanzas de Diego García de Palacio, oidor de Guatemala a
mediados del siglo XVI (ordenanzas por otra parte en muchos aspectos favorables a los
indígenas), se dedicaba uno de los apartados, el número once, a la construcción de nuevas
viviendas para los recién casados. Y para que la orden fuese entendida, habría de traducirse
a la lengua del pueblo y leerse en voz alta una vez al mes (ibid.).
13
El ya mencionado Confesionario de Molina, por ejemplo, invita de manera
particular al examen de conciencia al mercader “para que tengas memoria de todos los
engaños y daños que a otros hiciste” (op. cit., p. 10).
EL CUERPO: MIRADAS ETNOLÓGICAS 96
vuelta”. Los polacos del XIX, por otro lado, aducían que las cosechas
habían disminuido tras haberse medido sus campos. Y si estas dos últimas
creencias nos remiten a la bien conocida resistencia campesina, aquella
de que medir la circunferencia cefálica de un individuo, mucho más
conocida entre nosotros, es técnica que puede llevarlo a la muerte (Kula,
op. cit.: 17 y ss), nos inserta en el campo de la brujería.
Vinculadas por lo general con tierra, alimento y bebida, las medidas
se consideran a menudo expresiones de injusticia social, ya que
comúnmente las emplean los poderosos para robar a los más desposeídos.
De ahí que una de las pocas mediciones justas se reservara al arcángel
Miguel quien, de acuerdo con la tradición, tiene a su cargo pesar y
contraponer las obras buenas y malas de quienes acuden a juicio divino;
por algo porta, en muchas representaciones iconográficas, una balanza.
Si lo relativo a la conciencia era mesurable sólo para la esfera de la
divinidad (de donde deriva su justeza intrínseca), lo concerniente al
ámbito terrestre bien podía ser atributo de los humanos, los cuales, a
menudo, utilizaron y utilizan secciones de su propio cuerpo como
parámetros. Las medidas que así surgen, llamadas antropométricas, son
comunes en múltiples culturas; aquellas de raíz occidental, por ejemplo,
han heredado valores como pulgada, pie, palmo, brazada, codo, paso14 y
otras menos conocidas como el alcance de la voz o el trayecto recorrido
por “un tiro de ballesta” (frecuente en los documentos novohispanos de la
época colonial) que si bien no eran tan cómodas como las otras, que se
llevaban “siempre encima”, permitían en cambio registrar distancias
mayores (Kula, op. cit.: 32), para las que en otros casos podían emplearse
valores fijados de acuerdo con el trabajo que podía realizar en un día un
hombre promedio (“jornada de trabajo”) o el número de pasos que debía
dar para efectuar, por ejemplo, siembras “al voleo”.
El tema, hasta donde sé, aún no ha sido trabajado para las culturas de
origen indoamericano, pero hay algunos datos —de todos conocidos—
que ilustran bien la importancia que revestiría el hacerlo. Un ejemplo,
como cualquier otro, sería el empleo que hacen hasta nuestros días los
grupos mayanses de valores como la “mano” —cinco— y “hombre”
—veinte, por referencia al número de dedos. Estas expresiones, pese a su
aparente sencillez, nos remiten a una verdadera matemática de origen
14
Los médicos etíopes empleaban como medida el tamaño del agujero en la oreja
(Kula, op. cit.: 30, nota 3).
97 LA INVESTIGACIÓN CUALITATIVA
17
Por otro lado, deseo insistir en que tal arbitrariedad se diluye en alguna medida si
en vez de ceñirnos únicamente al estudio de las “traducciones” que hicieron los frailes de
los vocablos indígenas (a menudo meras aproximaciones), intentamos estudiarlos
etimológicamente; operación que nos permite aproximarnos con mayor fineza al sistema
cultural del pueblo que se expresaba por vía de dicha lengua.
103 LA INVESTIGACIÓN CUALITATIVA
forma magistral López Austin (1980: 180 y ss)—, donde las diversas
funciones psíquicas se distribuían en varios centros anímicos como el
hígado, la cabeza, el corazón, el aliento, el ombligo u otros, nuestro
material parece mostrar al corazón como el sitio privilegiado donde tenía
origen la mayor parte de tales funciones; centro primario del yo. De ahí
acaso que fray Domingo de Ara llegue incluso a traducir otanil como
“mente”.
Atal yoc, que significa “muchas veces”, dará origen a hombre
pensativo, ghatal otan (“corazón que piensa muchas veces”); de baquel,
pasión, resulta bac cotan: alterarse, apasionarse, y su parónimo tzeltal,
que se traduce por estar de prisa, acaso tenga relación con el alterarse y
con el sustantivo de hormiga (bac iat), aludiendo al apresurado como a
aquel a quien le hormigueaba el corazón. Junto a baquez: enfadar,
inquietar, aparece el que inquieta los corazones, baquezegh otan, el
enfadador. La imagen en cierto modo inversa, el cumplir un deseo que
inquieta (cacegh), da origen a la entrada cacezbey yotan (“cumplir el
camino de su deseo a su corazón”), que Ara traduce como “quietar el
corazón haciendo lo que me ruega”.
Cahc, término que denota al fuego, y de allí a la palabra áspera, la
bravura, la fortaleza y la valentía, se vierte en enojarse: cahcub otan
(“tener caliente, bravo el corazón”). Lamtzaagh, cosa pacífica, participa
en la formación de “amansarse”: lamtzaagh otan: “pacífico su corazón”.
Y si cic significa frío, cosa mansa, y ciqbil mansedumbre, nada más
atinado que denominar cicublezegh otanil al pacificador (“el que enfría o
amansa los corazones”), también llamado ghcunightez bey otan, “el que
entibia o refresca el camino del corazón”.
Un corazón que se extravía (chay), puede dar por resultado un chay
otan uinic (“hombre perdido en el vicio”), un disoluto; un chay yotan, un
descuidado; un chay chon cotan, aquel que está turbado, o un chaycha
otan uinic, un olvidadizo. Si de cheb, que significa dos, surge chebal cop,
el término para hipócrita (“el de doble palabra”), también nace cheb otan,
el que duda, literalmente “el que divide en dos su corazón”. También se
asocia conceptualmente con ellos el duplicador cha, y por ende chalamal
otan (“el de doble corazón”), el hipócrita que actúa con doblez. Por su
parte, el hombre que “multiplica su boca” (mihul ti), no es más que un
hablador.
Ghicghont es sollozo, razón por la cual temer algo es ghic cotan
(“sollozar el corazón” por la angustia o el temor). De la misma manera, si
105 LA INVESTIGACIÓN CUALITATIVA
ghut significa hacer una raya para señalar algo, nada más lógico que
denotar un proyecto con ghut otan, “ir rayando, para señalar, el corazón”.
Mientras que lo que el corazón mira puede quedar en él (yl: mirar,
permanecer) y tentarlo (ylyotan), lo que de él se aparta (yanigh otan) y lo
abandona, es aquello de lo cual uno se arrepiente.
A diferencia de los hombres de poco ánimo, que tenían un corazón
estrecho (yubul), anudado (chucal), envuelto ( latzel) o de colibrí (tzunun),
quien posee un corazón fuerte (tulan otan) es un hombre animoso; quien
lo tiene grande es magnánimo (mucul otan uninic) y ser dueño de uno que
“soporta” (mucub otan) es la característica de aquel que se esfuerza.
En mi opinión, uno de los rubros privilegiados para aproximarse a la
manera en que los individuos se vinculan, biológica y culturalmente, con
el espacio circundante, es el estudio de los sentidos; tema por cierto rara
vez abordado por los etnólogos. Posemos nuestra mirada, aunque sea
fugazmente, sobre la manera en que los copanaguastlecos “oían”18 el
mundo; ello nos permitirá entrever cómo descifraban, decodificaban e
interpretaban su entorno, entendido éste como un libro pleno de mensajes
(CalameGriaule, 1982: 31), que el lenguaje permite clasificar, a fin de
hacer socialmente compartibles seres y cosas, gracias a categorizaciones
muchas veces simbólicas.
Conviene recordar que los fenómenos perceptivos no responden
únicamente a las sensaciones físicas experimentadas; además de la
estimulación procedente de la superficie sensorial y las fuerzas inherentes
al proceso de distribución energética en el cerebro, participan en ellos
también otras fuerzas procedentes del yo, entre las que pueden
18
Éste no es, por supuesto, el lugar para hablar de la fisiología auditiva, pero quisiera
dedicar unas pocas líneas a conceptos elementales que acaso permitan entender el porqué
de la asociación entre diversos sonidos. El del oído es considerado un sentido
mecanorreceptivo, ya que responde a la vibración mecánica de las ondas sonoras en el aire,
tras lo cual discrimina sus frecuencias y transmite información auditiva hacia el sistema
nervioso central. Cada frecuencia de sonido causa diversa vibración en la membrana basilar
(localizada en el caracol del oído interno) al estimular diferentes tipos de fibras, que a su vez
reciben distintas “cargas” de la masa del líquido coclear. Empero, el principal mecanismo
para discriminar las frecuencias sonoras depende del “lugar” de máxima estimulación de las
fibras nerviosas de la membrana basilar a través del órgano de Corti que, en respuesta a las
vibraciones de esta membrana, genera impulsos nerviosos hacia el llamado ganglio espiral.
De ahí pasan, por el nervio coclear, al sistema nervioso central, a nivel de la parte alta del
bulbo raquídeo.
EL CUERPO: MIRADAS ETNOLÓGICAS 106
Sexualidad
A juzgar por el detalle con que los diccionarios abordan el tema, uno de
los principales motivos de preocupación para los evangelizadores en el
área maya eran las transgresiones al sexto y noveno mandamientos de la
Ley de Moisés, ambos relacionados con las actividades sexuales. Este
interés no es gratuito y se explica fácilmente desde el punto de vista
doctrinario: prácticas tales como la poligamia o la homosexualidad tenían
que diferenciarse lingüísticamente antes de poder combatirlas, en privado
en el confesionario o en público desde el púlpito.
La importancia que los frailes les concedieron se trasluce de manera
nítida en el hecho de que Ara haya empleado la voz tzeltal mulil, que
designa estrictamente hablando al placer carnal, como vehículo para
introducir entre los tzeltales el concepto cristiano de mal o pecado. Así,
sobre el molde del deleite sexual se vaciaron los conceptos de transgresión
e inmoralidad. Que el asunto se antojaba delicado lo patentiza el hecho de
emplear el latín como herramienta lingüística para dejar constancia de las
costumbres sexuales de los habitantes de la zona. Perpetuadas en un
idioma inaccesible, el contacto con antiguos usos y costumbres
permanecería vedado al indígena letrado aun en caso de que por azar
algún diccionario, gramática o confesionario cayera en sus manos.
Tenemos así, entre otros muchos, datos sobre los conceptos de
lujuria, deleite carnal, seducción, adulterio, amancebamiento o
masturbación. Obvia se hace en los textos la existencia de lo que los
frailes traducen como rameras y prostíbulos. Entre los nombres dados a
las primeras constan mulavil y xcaxibat yotan uinic, que podrían
traducirse como “la del deleite” y “la que desea torpemente a los hombres
en su corazón”. Parecería pues que estamos frente a dos concepciones si no
excluyentes, al menos diferenciadas: la de la prostituta propiamente dicha
111 LA INVESTIGACIÓN CUALITATIVA
“hacer un varón a otro” o “hacer una mujer a otra”. Por el texto desfilan
también hombres y mujeres homosexuales; activos y pasivos, así como
quienes practicaban el perseguido pecado nefando (sodomía) o el sexo
contra natura (fuera de la vía vaginal).
Patología
que se apunte que aquel “que no tiene más que un compañón [se le llama]
ghuyun tonil, xubil, xulub tonil ”. El primer término es claro, muestra en
su composición las voces para único (ghuyum) y testículo (ton), lo
inesperado es el vocablo xulub del segundo, que denota tanto al venado
como al cuerno, sin que aparezca pista alguna que nos aclare su relación.
Aún más sorprendente es que se haga referencia, inmediatamente
después, a un gusano llamado xulub chan (“cuerno-gusano”) “que dicen
ser medicina frigidorum ”. ¿Estaremos en presencia de un animal al que
se atribuían propiedades relacionadas con la sexualidad? No sería
extraño; sabemos que en Tenejapa el cuerno del venado se emplea en un
bebedizo para facilitar el parto, y que al de bovino (que en muchas
ocasiones vino a sustituir al primero dada su escasez) se le atribuyen
propiedades para hacer crecer el pene humano (Hunn, op. cit.: 118, 126,
127). Por su lado, López Austin señala, entre los antiguos nahuas, el
empleo como afrodisíaco del “gusanillo tlalómitl (rígido, que
supuestamente volvía rígido el pene)”, y los cuernos del escarabajo
temolin (op. cit., vol. I: 335).
El cuerpo social
20
La versión completa de este mito, recopilado por Ruz y Schumann, consta en Ruz,
1981: 15-17.
21
Puesto que es común ignorarla, conviene recordar que existe además otra etnia
geográficamente separada del resto de la gran familia maya, la huasteca, que habita en los
estados mexicanos de San Luis Potosí y Veracruz.
EL CUERPO: MIRADAS ETNOLÓGICAS 118
mientras vivían en Veracruz: 89.20% vivía con los padres del esposo; 3.57% con los de la
esposa, y apenas 7.14% en su propia casa. De todos ellos, sólo 11.8% poseía tierras en
Veracruz.
121 LA INVESTIGACIÓN CUALITATIVA
vigilar el crecimiento adecuado del útero (snan ja alatzi: “su casa del
hijo”) y evitar que el pequeño “se atraviese”, caso en el cual recurrirá a
maniobras de versión externa. A partir del diagnóstico de embarazo la
vida cotidiana se puebla de cuidados: tendrá que evitarse dejar de
cualquier manera el cordel con que se acarrean los jarros de agua: tal
desorden podría acarrear un problema en el cordón umbilical,
enredándose en el cuerpecito del pequeño, y puesto que el crecimiento del
niño está estrechamente vinculado a la alimentación materna (ya que se
nutre de ésta), habrá que tener particular cuidado con lo que come la
madre: evitar alimentos demasiado “fríos” o “calientes” y balancear sus
“antojos” con la ingesta de maíz, pues —en correspondencia con los mitos
de creación— se considera que sólo los alimentos hechos a partir de él son
indispensables para la formación de los elementos corporales (aquellos
sólidos como tamales y tortillas forman la carne, mientras que atole y
pozol se convierten en sangre). Los otros alimentos, aunque fortalecen el
cuerpo humano no son per se generadores de tejidos o líquidos vitales,
pero el deseo de la madre por consumirlos ha de satisfacerse hasta donde
sea posible, pues son —de hecho— “antojos” del niño mismo. Punto de
importancia es evitar al máximo las explosiones de “coraja” (comunes en
las mujeres de carácter “gravo”), pues podrían acarrear abortos.
Peligros particularmente graves (y que incluso desbordan los
cuidados de la comadrona) son los que se derivan de las fuerzas maléficas
que pululan en el entorno. Así, la embarazada habrá de evitar acercarse a
un muerto, cuyas emanaciones “frías” podrían afectarla, o a otra mujer
gestante, que al igual que ella desprende excesivo “calor”.25 Ambivalente
y caprichosa, como todas las deidades, Nantik Ixaw (nuestra madre Luna),
puede también dañar al pequeño pese a estar vinculada con la fecundidad;
de ahí que se proscriba a la embarazada observar un eclipse, momento en
que el Sol “muerde” a la Luna, so riesgo de que ésta a su vez muerda al
producto provocándole labio leporino o verrugas,26 o que salga con un
ocote en la mano en noches de Luna llena, pues ambas luminarias podrían
atraer por rumbos distintos los ojos del pequeño, provocándole
25
De ahí que se les prohíba, por ejemplo, acercarse adonde se prepara el atol de maíz
nuevo, pues podrían “aguarlo”.
26
Tener relaciones sexuales durante tal fenómeno, por su parte, acarrea dar a luz un
albino (hijo del Sol).
123 LA INVESTIGACIÓN CUALITATIVA
estrabismo.
El principal riesgo, por imprevisible, se desprende de las acciones de
brujería, que van desde incubar en la matriz un producto con
características de sapo, cerdo, huesos que simulan los de un ave o incluso
con masas informes (¿mola hidatidiforme?), o sufrir el “robo del niño”,
que mágicamente es depositado en el útero de otra mujer (casi siempre
hasta entonces estéril), provocando aborto a la madre “verdadera”. Otro
peligro, más común en el puerperio inmediato, es que las fuerzas del
inframundo atenten contra la vida del pequeño cuando saben que está
destinado a con- vertirse en un “vivo”; es decir alguien dotado de poderes
especiales para ayudar a la comunidad (hombres rayo, arcoiris, curanderos,
par- teras, etcétera).
La parturienta es ayudada por la me’xep y por otras mujeres de su
familia, si bien en casos difíciles se recurre al esposo para que apoye a la
comadrona en la realización de maniobras tipo Kristeller (sentado en un
banco, con la mujer agarrada a su nuca, apoya sus rodillas sobre el
abdomen de ésta, empujando hacia abajo) o —método particularmente
agresivo— para que ayude a levantarla cuando se le cuelga de una viga
(lazos bajo los hombros), pues se cree que en tal posición se facilitará el
descenso del producto y se podrá ejercer mayor presión sobre una matriz
fatigada, cuyas contracciones se “ayudan”, “trayéndola hacia abajo” por
medio de un rebozo.
Lo anterior es, por supuesto, excepcional; lo común es que las
mujeres se acuclillen sobre un petate o cobija, próximas a un poste de la
casa en el cual se apoyan para facilitar la expulsión (aunque la influencia
mestiza ha incidido en adoptar una posición en decúbito dorsal, bastante
menos “fisiológica”). A intervalos se les proporcionan alimentos que se
supone aumentan su “fortaleza” (yip): infusión de mirto (que además
mantiene el “calor de la matriz”), chocolate, café, cerveza o un batido de
tres huevos en me- dia taza de café caliente. Se considera que bebidas tales
como manzanilla con hollín, mirto con sal o tres puntas de pichiché y sal,
poseen propiedades oxitócicas .
La partera, por lo general, se limita a observar el descenso del niño,
pues en condiciones ideales deberá dejar que el primer contacto de éste
sea con la Madre Tierra (Nantik Lu’um), de ahí que otro apelativo para la
comadrona sea tulwanum, “la que recoge”. Una vez nacido, revisará
atentamente el cordón umbilical para ver cuántos “botoncitos” tiene, pues
se supone que los rojos y grandes anuncian próximos varones, en tanto
EL CUERPO: MIRADAS ETNOLÓGICAS 124
BIBLIOGRAFÍA
29
Éste, aseguran los viejos, es el tiempo durante el cual el altz’il del difunto vaga por
la tierra, resistiéndose a abandonar su antigua vivienda, buscando inútilmente aferrarse a su
familia y al paisaje.
EL CUERPO: MIRADAS ETNOLÓGICAS 126
EL SIGNIFICADO DE LA VIRGINIDAD
Y LA INICIACIÓN SEXUAL.1
UN RELATO DE INVESTIGACIÓN
1
El presente trabajo forma parte del informe final —que se publicará en su totalidad
en fecha próxima— de la investigación “El significado de la virginidad y la iniciación
sexual para jóvenes mexicanos”, realizada gracias al apoyo de la Ofi- cina Regional para
Latinoamérica y el Caribe de The Population Council, y a la Universidad Autónoma
Metropolitana -Xochimilco.
2
Profesora-investigadora de la UAM-Xochimilco y consultora externa de The
Population Council, México.
129 LA INVESTIGACIÓN CUALITATIVA
significados que se le atribuyen y las maneras en que tal evento tiene lugar
en una cultura determinada son un ejemplo y una expresión del tipo de
valores y creencias asignadas a la sexualidad por esa sociedad en
particular.
En México, la sexualidad y la virginidad se encuentran fuertemente
cargadas de significaciones morales y religiosas, diferentes para cada
género pero complementarias entre sí, que han sido construidas durante
un largo periodo de relaciones sociales y políticas. El choque entre dos
culturas durante la época colonial ha dado a la sexualidad y a las premisas
de género características especiales, provenientes de creencias, mitos y
prácticas tanto europeas como indígenas, que se han combinado para
formar ciertas configuraciones culturales. Algunos elementos de tales
formaciones simbólicas permanecen hasta nuestros días.
Actualmente, la difusión de la cultura moderna por la vía del
crecimiento urbano y la comunicación masiva parece estar provocando
una serie de procesos de transformación y resistencia de tales formas
culturales dominantes. El encuentro entre los valores tradicionales y
modernos genera una interacción compleja y aparentemente dilemática
entre diferentes concepciones y valores de la sexualidad.
Por tanto, en la cultura mexicana actual, la construcción social de la
sexualidad, y en especial de la virginidad y la primera relación sexual, no
es monolítica ni históricamente lineal. Los significados atribuidos a tales
procesos tienen su origen en sistemas morales, religiosos y seculares
pertenecientes a diversas culturas y momentos históricos, que parecen
mezclarse en diversos grados y configuraciones.
Aunque México disfruta de gran diversidad y riqueza de sistemas de
creencias y de culturas, éstas no mantienen una relación igualitaria. La
agresión continua contra los grupos indígenas los ha debilitado y ha
permitido su asimilación relativa a la vida moderna. Sin embargo,
también existe una fuerte corriente de resistencia contra la imposición. El
presente trabajo pretende describir algunos de los elementos culturales de
esta diversidad, que coexisten en nuestro país como significaciones
atribuidas a la virginidad, la sexualidad y la primera relación sexual.
La investigación de cuestiones relacionadas con la sexualidad
implica un análisis de género como estrategia fundamental, ya que es
mediante los significados y prácticas sexuales que las premisas atribuidas
a la femineidad y masculinidad son establecidas y difundidas, pero
también cuestionadas, en una interminable relación de poder entre
EL SIGNIFICADO DE LA VIRGINIDAD Y LA INICIACIÓN SEXUAL 130
3
Este riesgo no tiene relación con cuestiones de maduración fisiológica de la madre,
sino con condiciones socioeconómicas y culturales desventajosas.
131 LA INVESTIGACIÓN CUALITATIVA
4
The Population Council, Oficina Regional para Latinoamérica y el Caribe.
132
133 LA INVESTIGACIÓN CUALITATIVA
Población entrevistada
El trabajo de campo
6
Bruner y Turner, 1986: 6. Traducción de la autora.
EL SIGNIFICADO DE LA VIRGINIDAD Y LA INICIACIÓN SEXUAL 138
“SAÚL: Sí, me cae, bueno, pero... precisamente por eso me... quise venir a
platicar contigo [la entrevistadora]...bueno, ¡qué confianza!
ENTREVISTADORA: Sí, está bien.
S: De... sobre eso [cuestiones sexuales] porque a veces, yo a nadie le
pregunto.
E: ¿A nadie?
S: A nadie, no me atrevo a preguntarle, ni a mis amigos, a los amigos, de
si les pasa eso... es que no puede hablar uno.
E: ¿Y por qué no puede hablar?
S: No, pus no es posible.
E: ¿Qué le contestan, o qué?
S: No, no he dicho nada, yo no he dicho nada, no he dicho nada a nadie.
E: Pero, ¿por qué no se atreve? ¿qué pasaría?
(...)
S: No, la verdad, así como es en el rancho, esos puntos no se tocan. No,
no se tocan. Platica uno de la vida en pareja, del dinero, del modo de ser, de
portarse uno con la gente, también, todo... pero menos de eso.
7
La pretensión de la existencia de culturas “puras”, diferentes a la “nuestra”, tiene más
bien por objeto fortalecer la identidad de quien así las define, además de mantener la ilusión
de que “nuestra” cultura es el modelo con el que las “otras” deben compararse. “Si `ellos’
EL SIGNIFICADO DE LA VIRGINIDAD Y LA INICIACIÓN SEXUAL 142
tienen un monopolio explícito sobre la cultura auténtica, `nosotros’ tenemos una implícita
en el poder institucional. Este lado oscuro de la proporción estima la urgencia de reconstruir
el análisis social en una forma que se considere la interacción de cultura y poder, y a la vez
hacer que `nosotros’ seamos más visibles culturalmente hablando” (Rosaldo, 1990: 186).
Esta “invisibilidad cultural” del investigador no es más que la absolutización de su cultura,
con el consiguiente riesgo de etnocentrismo.
143 LA INVESTIGACIÓN CUALITATIVA
10
Agradezco a Mike Gane, de la Loughborough University of Technology, el haber
compartido conmigo sus valiosas ideas, las cuales guiaron esta vinculación de las premisas
de género con las diversas religiones.
EL SIGNIFICADO DE LA VIRGINIDAD Y LA INICIACIÓN SEXUAL 146
11
Es posible que esta negativa a expresar el deseo sexual y la excitación se deba al
dispositivo inquisitorio de la entrevista, lo cual no puede llevar inequívocamente a la
conclusión de que no existe. Sin embargo, la consistencia de este rechazo a mencionarla
indica posiblemente una prescripción en el sentido de que la mujer no debe asumirse como
sujeto de deseo.
EL SIGNIFICADO DE LA VIRGINIDAD Y LA INICIACIÓN SEXUAL 148
ALBERTO: ...esas relaciones son bonitas, y más que nada, pus... hay que
vivir la vida, porque si uno va a estar nomás así... sin tener novia, sin hacer
esa relación, tiene que hacerlo uno, tiene que hacerlo, porque... o sea, los
amigos me dicen no, pos sí, ¿a poco nunca lo has hecho? Nel, pus antes no
(...) o sea, me cotorreaban, que yo no estaba para esas cosas y que era... que
era de otra clase. Les digo, o pus si quieres te lo demuestro. No, pus esa vez
fue y fuimos con esas chavas.
CLAUDIA: Sí cambia uno, porque pues al tener relaciones uno, por ejemplo
en mi caso, yo estaba un poco más gordita, sí, ya pasados los meses, bajé un
poco de peso.
E: ¿O sea que le vino bien?
C: Imagino que no, porque dicen que cuando uno engorda, este le va bien,
y que cuando baja uno de peso pues le va un poco mal, o sea, el cuerpo como
que no acepta eso, ¿me entiende?
E: ¿Cómo que no le cayó bien?
(...)
C: No, el cuerpo no acepta eso.
E: Y, ¿cómo fue que ahora se está reponiendo?
C: Porque, ya tengo familia, ya soy mamá, y eso ayuda bastante...
(...)
C: Los hombres ahorita, no olvídese, ellos en cualquier parte pueden
tener relaciones, ellos no se esperan, desde los quince años el hombre ya. No,
y lo pueden hacer con cualquiera.
E: ¿Entonces cree que su marido se esperó? ¿Y qué piensa de eso?
C: Pues yo creo que era necesario, ¿no?, para el desarrollo del hombre,
porque a veces, cuando no tienen relaciones, a la edad de quince años,
más tarde se enferman... están de mal humor, o luego son pretextos, les
duele la cabeza, entonces necesitan tener relaciones.
12
“¿Cómo explicar que muchos cambios de pensamiento y gustos de la vida urbana
coincidan con los del campesinado, si no es porque las interacciones comerciales de éste con
las ciudades y la recepción de medios electrónicos en las casas rurales los conecta
diariamente con las innovaciones modernas?” (García Canclini, 1990: 265).
153 LA INVESTIGACIÓN CUALITATIVA
JOSÉ: Yo no platico con ellas [sus amigas] del sexo, porque, pus, me siento
incómodo, a pesar de que jugamos muy fuerte, no he llegado al extremo de
hablarles de sexo... me siento... tal vez ellas se sentirían ofendidas, si yo... si
no me entienden lo que quiero decir (...) ellas se sentirían ofendidas porque
tal vez nunca les hablaran en su casa así... y algunas ni han terminado su
secundaria...
E: ¿Y eso es importante para ti para platicar de esos temas?
J: Pues sí, porque un niño de primaria apenas hay unas páginas de los
aparatos reproductores (...) y al nivel que yo he estudiado ya es una cosa muy
diferente. Hablar de sexo ya es algo normal, inclusive en bachillerato, con el
profesor de biología.
(...)
E: ¿Por qué las ofendes?
J: Puedo ofenderlas a ellas y yo sentirme incómodo porque nadie me
puede entender adónde quiero llegar hablando de sexo, ¿no? No quiero decir,
pues quiero que hagamos el sexo, sino que...
E: ¿Nada más por platicar?
J: Nada más por platicar.
CARLOS: Yo digo que está bien [que las parejas se casen sin haber tenido
relaciones sexuales], pero también a las parejas les pasa algo, se la llevan y
hacen eso, pero a veces la mujer, no la pueden complacer. No la conocieron
sexualmente antes y ahí vienen los problemas... Yo pienso que también es
bueno que se conocieran sexualmente antes de casarse.
CONCLUSIONES
ANEXO
BIBLIOGRAFÍA
PATRICIA VARGAS 2
INTRODUCCIÓN
1
El presente trabajo forma parte de la investigación “Las creencias, concepciones y
prácticas sobre el proceso salud y enfermedad y comportamiento reproductivo en un grupo
indígena: el caso de los huicholes”, la cual fue financiada por la Asociación Méxicana de
Población, A. C., bajo el auspicio de la Fundación MacAr-thur. Agradezco el apoyo y los
valiosos comentarios del doctor Mario N. Bronfman Pertzovsky.
2
Profesora-investigadora del Programa Interdisciplinario de Estudios de Gé- nero
(Piege) del Instituto de Estudios Económicos y Regionales (Ineser) del Centro Universitario
de Ciencias Económico Administrativas (CUCEA) de la Universidad de Guadalajara.
3
Una amplia discusión sobre la pertinencia de estudiar los recursos para la salud y la
enfermedad puede encontrarse en M. Módena (1990).
163 LA INVESTIGACIÓN CUALITATIVA
ÁREA DE ESTUDIO
corresponde a Nayarit.
Los poblamientos indígenas son de tipo disperso; sin embargo,
existen centros ceremoniales político-religiosos adonde, en ciertas
ocasiones, concurre la mayoría de los habitantes de la comunidad.5
La población indígena asentada en esta área se dedica principalmente
a la agricultura de subsistencia, y en muy pequeña escala a la cría de
ganado vacuno y lanar; otra actividad muy común es la elaboración de
artesanías. Su pobreza ha obligado a buena parte de los huicholes a ligarse
estacionalmente con el trabajo asalariado que se ofrece en las plantaciones
agrícolas de tabaco, chile y jitomate que se ubican en las costas de Nayarit
y Jalisco.
MAPA 1
Ubicación de la zona de los huicholes
5
SEP, Enciclopedia de México, tomo VII, México, 1987.
165 LA INVESTIGACIÓN CUALITATIVA
9
Este grupo de informantes clave se seleccionó por ser los personajes más relevantes,
considerando el lugar que ocupan en las comunidades como agentes formadores de opinión,
o por su experiencia en los temas de nuestro interés. Se entrevistó a cuatro marahacates, tres
gobernadores, varias enfermeras y solamente al médico de Tuxpan de Bolaños, porque los
que habían sido asignados a los otros centros de salud renunciaron.
10
Se realizaron 96 entrevistas familiares, de las cuales 37 corresponden a Tuxpan de
Bolaños; 23 a San Andrés Cohamiata; 13 a Nueva Colonia y 23 a San Miguel Huaistita.
11 Los recursos para la salud que analizamos fueron los siguientes: alimentación, agua
12
El principio metodológico que descansa en esta técnica es el de dejar hablar a los
informantes, ya que en su discurso es posible identificar una lógica subyacente.
13
Su participación como miembros de la investigación se debió a su forma de
interactuar con los pobladores de la región, a su sensibilidad y capacidad de observación y
al hecho de haber trabajado con autoridad en las comunidades estudiadas por más de un año.
14
Para el presente estudio seguimos cuatro pasos que consideramos fundamentales,
de acuerdo con las recomendaciones del Centro de Investigación de Lenguas Indígenas de
la Universidad de Guadalajara (CILI), que son los siguientes: 1) Grabación de las versiones
originales de las entrevistas a los grupos familiares y a los informantes clave, tanto de
aquellas que se realizaron en español como en huichol. 2) Transcripción cuidadosa de esas
versiones por parte de hablantes nativos entrenados para ello por el CILI. 3) Traducción
del material transcrito al español en colaboración estrecha entre investigadores y
hablantes nativos. 4) Estudio de los textos obtenidos con el fin de detectar los pasajes
oscuros y aclararlos mediante notas y comentarios adjuntos, lo cual requiere también la
colaboración constante de hablantes nativos.
SELECCIÓN DE LAS COMUNIDADES DE ESTUDIO
ANÁLISIS DE LA INFORMACIÓN
168
169 LA INVESTIGACIÓN CUALITATIVA
ALGUNOS RESULTADOS
17
Turner entiende por ritual “una conducta formal y prescrita, en ocasiones no
dominada por la conducta tecnológica, y relacionada con la creencia en seres o fuerzas
místicas” (V. Turner, 1980).
LOS HUICHOLES Y SU SALUD 172
LA ENFERMEDAD Y SU CURACIÓN:
UN MUNDO DE COMBINATORIAS Y
COMPLEMENTARIEDADES
18
Cada una de las cuatro comunidades estudiadas tenía un centro de salud; sin
embargo, sólo el centro de Tuxpan de Bolaños contaba con médico; en los otros tres
únicamente se encontraba la enfermera. Al final de nuestra estancia llegaron dos médicos
pasantes; uno de ellos fue asignado al Centro de San Andrés Cohamiata y otro a Nueva
Colonia. La población de San Miguel Huaistita habría de permanecer sin la atención de un
médico durante seis meses más, hasta que se le asignara uno de la próxima promoción de
pasantes.
19
Nepereu kuye se dice cuando se está enfermo.
173 LA INVESTIGACIÓN CUALITATIVA
GRÁFICA 1
Principales causas de enfermedad en la niñez
referidas por las familias*
* Distribución porcentual.
Fuente: Entrevista directa, agosto de 1991.
CUADRO 1
Atención recibida
ante la presencia de alguna enfermedad en la niñez
Número
de Porcen-
Atención recibida familias taje
Primero médico y después marahacame 24 25.0
Primero marahacame y después médico 61 63.5
Solamente con el marahacame 11 11.5
Total 96 100.0
Fuente: Entrevista directa, agosto de 1991.
LOS HUICHOLES Y SU SALUD 174
21
Como turrú se nombra a la salvia o al estafiate.
LOS HUICHOLES Y SU SALUD 176
LA MUERTE EN LA INFANCIA
GRÁFICA 2
Distribución porcentual de las mujeres con hijos nacidos vivos
según el número de defunciones
GRÁFICA 3
Tasas de mortalidad infantil de la zona huichol
y el estado de Jalisco
Fuente: * Cálculos propios a partir de datos del INEGI, 1992, op. cit.
** P. Vargas, 1992 y 1993.
GRÁFICA 4
Principales causas de defunción
referidas por las familias estudiadas
CUADRO 2
Atención recibida en el parto
Atención Núm. Porcentaje
Familiar 61 63.5
Marahacame 6 6.5
Solas 29 30.0
Total 96 100.0
Fuente: Entrevista directa, agosto de 1991.
COMENTARIOS FINALES
24
Doña Cuca tenía 28 años de edad, fue enfermera de dos poblaciones de la zona
huichol, Amoles y Ocota de la Sierra. Ha tenido seis hijos, dos de los cuales han fallecido.
25
La Tasa Global de Fecundidad (TGF), se define como el número medio de hijos que
tendría una cohorte hipotética de mujeres, que durante su periodo fértil tuviera sus hijos de
acuerdo con las tasas de fecundidad por edad observadas en la población. Naciones Unidas
(1986), Manual X. Técnicas indirectas de estimación demográfica, Nueva York, Depto.
Asuntos Económicos y Sociales Internacionales, Estudios de Población núm. 81.
LOS HUICHOLES Y SU SALUD 182
BIBLIOGRAFÍA
LA ENTREVISTA A PROFUNDIDAD:
UN ABORDAJE EN EL CAMPO
DE LA SEXUALIDAD
MARTA RIVAS
INTRODUCCIÓN
187
188 FORMAS DE ACERCAMIENTO CUALITATIVO
ANTECEDENTES
1
Entendemos a las instituciones como lo hace la Escuela Francesa del Análisis
Institucional: prácticas sociales aceptadas y consensadas como universales y positivas, que
marginan del escenario social a aquellas expresiones que las contravienen o niegan.
UN ABORDAJE EN EL CAMPO DE LA SEXUALIDAD 191
objetivos del estudio, y con las condiciones y riesgos del campo. Los
compromisos y obstáculos de tipo epistemológico, teórico, institucional
y hasta libidinal que pesaron sobre la investigadora y que no fueron
reconocidos en su momento, influyeron en gran medida en la elección del
dispositivo. Dentro de las vicisitudes que intervinieron en tales decisiones
estuvieron, también, la dificultad personal para indagar sobre sexualidad
y la protección inconsciente que procuramos dar a las informantes.
Los propósitos eran establecer las diferencias o semejanzas en torno
a las significaciones de la sexualidad de mujeres residentes en zonas
urbanas en tres distintas ciudades del país: Oaxaca, San Miguel de
Allende y el Distrito Federal. Se buscaba que las mujeres pertenecieran a
estratos medios y acomodados y que sus experiencias de vida o esquemas
referenciales estuvieran enmarcados por un contexto cultural
judeocristiano. Por otro lado, se intentaba profundizar en las diferencias
generacionales (abuelas, madres e hijas) en torno a la capacidad de
negociar las prácticas de sexualidad dentro de la conyugalidad. Estos
objetivos estaban prefigurados antes de abordar el trabajo de campo, y se
tenía pensado establecer algunas relaciones entre indicadores de edad,
localidad (contexto cultural) y estrato social (condiciones
socioeconómicas y educativas). Para llevar a cabo tal empresa,
considerábamos necesario entrevistar al menos a dos familias por localidad,
es decir, un mínimo de 18 mujeres, número que finalmente se elevó a 24.2
La muestra, por su amplitud, hacía muy difícil elaborar estudios de caso
o crear narraciones de vida longitudinales en su versión etnográfica o
2
Ocho abuelas, con ocho hijas y ocho nietas de cada una de ellas. Las eda- des de
las primeras fluctuaron entre 62 y 84 años, las de las hijas entre 48 y 64 y las de las nietas
entre 20 y 38 años. Todas eran casadas, excepto dos de las nietas, una de las cuales tenía una
relación de pareja estable. La escolaridad de las abue- las iba desde analfabetas hasta
estudios secundarios no terminados. Las madres tenían desde primaria incompleta hasta
preparatoria o estudios vocacionales. Las nietas habían completado, en su mayor parte, la
preparatoria. Tres estudiaron una licenciatura, pero solamente una la concluyó. Las abuelas
habían trabajado apoyando a sus esposos en el campo, en oficios o en la confección de
artesanías. Sus hijas, en su mayoría, no trabajaban, y cuando lo hacían era apoyando un
negocio o pequeña empresa familiar. Algunas habían trabajado esporádicamente en
servicios domésticos. En cambio, todas las nietas trabajaban, una como profesionista y otras
como oficinistas o en pequeñas empresas. Dado el carácter voluntario del estudio hubo
necesidad de incluir familias de estrato bajo y de ampliar el espectro socioeconómico de las
entrevistadas.
UN ABORDAJE EN EL CAMPO DE LA SEXUALIDAD 201
CONSIDERACIONES ÚLTIMAS
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UN ABORDAJE EN EL CAMPO DE LA SEXUALIDAD 209
MANUEL PANDO
MARTHA VILLASEÑOR
GRUPOS FOCALES
213
214 FORMAS DE ACERCAMIENTO CUALITATIVO
1
“... el psicoanálisis es una teoría y una práctica realizada a través de los
psicoanalistas, que se sustenta y se basa en un subjetivismo (y por ende en un
individualismo) propio y engarzante para una sociedad que hiperboliza el valor del
individuo y olvida y deja de lado los valores grupales ...” (Mejía, 1993).
ENTREVISTA GRUPAL EN LA INVESTIGACIÓN SOCIAL 219
ENTREVISTA PARTICIPATIVA
2) Se parte de la idea de que el grupo es una unidad, más allá de la suma de las
individualidades. Lo que ahí se exprese no representa sólo el sentir del individuo, sino que
refleja el acontecer del grupo. Por tanto, más que a los individuos en sí mismos, estamos
entrevistando “al grupo”, aun asumiendo que se constituye por individuos.
(III) MODOS DE INTERVENCIÓN:
Conforme a la distancia entrevistador-grupo
1) El entrevistador se coloca como un miembro más. Entre más lo identifique el grupo
como un miembro activo del mismo, será mejor.
2) Se busca una distancia media, un tanto flexible. El entrevistador debe ser reconocido
como un miembro más del grupo, pero con una tarea muy diferente a la del resto de los
participantes.
3) El entrevistador no debe ser reconocido como un miembro del grupo. De hecho,
éste no debe tener mayor relación con los entrevistados que la que las normas sociales
estiman correcta, como el saludo amable o la despedida. La distancia rígida entre el
entrevistador y los entrevistados es un requisito indispensable para el trabajo.
Conforme a la actuación del entrevistador
A) Realiza preguntas directas, inquiere respuestas, pero deja apertura para que los
entrevistados se explayen o aporten información nueva que no estaba planeado recabar.
B) El entrevistador no plantea pregunta alguna. Provoca que se inicie un tema
específico y hace circular la información que ahí se produce. Señala e interpreta
determinados acontecimientos, provocando el surgimiento de nuevos contenidos.
C) Devuelve interpretaciones de lo que se ha manifestado por los individuos
participantes. Se usa a sí mismo como centro de transferencias, y no interviene salvo
para las interpretaciones necesarias. Se trabaja en un clima de cierta indefinición para los
participantes y se mantiene una “atención flotante”, para captar lo simbólico de los
discursos.
D) Opina, pregunta y platica con los entrevistados de una manera libre y abierta, una
vez seguro de haber sido recibido como uno más de sus miembros, para lograr una posición
de horizontalidad que coloque el discurso de entrevistador y entrevistado al mismo nivel y
valor.
(IV) PROCESO A CONSIDERAR:
1) El grupo entrevistado tiene o está construyendo una historia durante el tiempo de la
entrevista misma. Se interesa por ella e interviene en la decodificación que se hace del texto.
2) Se asume como importante o central sólo el tiempo en que se está entre- vistando.
Lo ahí dicho representa la opinión de ese momento y así se toma, sin mayores
consideraciones de un proceso longitudinal, salvo que el tema de la entrevista sea la historia
del propio grupo.
3) El grupo tiene una historia anterior y propia inserta en una comunidad determinada.
La entrevista no es la toma de una fotografía del momento, sino la inserción en un proceso
social con el que el grupo adquiere un compromiso, y que intervendrá en la historia que
continúa después de la entrevista.
ENTREVISTA GRUPAL EN LA INVESTIGACIÓN SOCIAL 225
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ENTREVISTA GRUPAL EN LA INVESTIGACIÓN SOCIAL 227
LA ENTREVISTA GRUPAL:
HERRAMIENTA DE LA METODOLOGÍA
CUALITATIVA DE INVESTIGACIÓN
GABRIEL ARAUJO
LIDIA FERNÁNDEZ 1
CONSIDERACIONES GENERALES
1
Profesores-investigadores del Departamento de Educación y Comunicación de la
UAM-X.
2
“En las ciencias sociales han prevalecido dos perspectivas teóricas principales
(Bruyn, 1966; Deutscher, 1973). La primera, el positivismo, reconoce su origen en el campo
de las ciencias sociales en los grandes teóricos del siglo XIX y primeras décadas del XX,
especialmente August Comte (1896), y Emile Durkheim (1938, 1951). Los positivistas
buscan los hechos o causas de los fenómenos sociales con independencia de los estados
subjetivos de los individuos. Durkheim (1938) afirma que el científico social debe
considerar los hechos o fenómenos sociales como “cosas” que ejercen una influencia externa
sobre las personas. “La segunda perspectiva teórica principal que, siguiendo a Deutscher
(1973), describimos como fenomenológica, posee una larga historia en la filosofía y la
sociología (Berger y Luckmann, 1967; Bruyn, 1966; Husserl, 1913; Psthas, 1973; Shutz,
1962, 1967). Lo mismo que Deutscher (1973), empleamos el término fenomenología en
sentido amplio, para designar una tradición de las ciencias sociales preocupada por la
comprensión del marco de referencia del actor social” [de la subjetividad, añadiríamos
nosotros]. S. J. Taylor y R. Bogdan, Introducción a los métodos cualitativos de
investigación, España, Paidós, 1984, pp. 15 y 16.
230 FORMAS DE ACERCAMIENTO CUALITATIVO
los criterios de medición y control de los datos observados con los cuales
poder predecir los eventos.3 Más bien corresponde al pensamiento que
rescata la perspectiva del actor social, si se considera que no es posible
negar la presencia subjetiva en los diversos niveles del quehacer
científico, los cuales van desde la elección del campo de investigación y
la formulación de las hipótesis, hasta la interpretación de los resultados.
El ser humano está implícito en la construcción de su objeto de
conocimiento como sujeto social e histórico, de manera que no
consideramos posible que exista neutralidad de la ciencia. Pensamos que
la máxima objetividad sólo será alcanzable si se incluyen y reconocen en
el análisis los elementos subjetivos presentes en el contexto de la
investigación. En particular, en las disciplinas sociales y las humanidades
el reconocimiento del sujeto como instrumento principal es fundamental.
Escindirlo, como tradicionalmente lo han hecho las ciencias naturales, no
contribuye a un mayor conocimiento.
La inclusión del sujeto en las ciencias humanas orienta a éstas hacia
el terreno de la hermeneútica y de la búsqueda de sentido por parte de
quien investiga, hecho que se aleja de la visión de recopilación de datos y
control de variables propia del pensamiento positivista.4
3
A partir de la propuesta de Reichenbach, Jean Piaget y Rolando García se distingue
el “contexto de descubrimiento” del “contexto de justificación”, señalando que el primero
pertenece a la psicología y a la historia, mientras que el segundo solamente puede ser tomado
en cuenta por la filosofía de la ciencia. El contexto de descubrimiento se refiere “a la manera
en la cual un hombre de ciencia llega a concebir un nuevo concepto, construye una nueva
teoría, o encuentra una nueva explicación para un fenómeno que hasta entonces no había
sido explicado”. El de justificación, por el contrario, “sólo se refiere a la forma de validar
un concepto o una teoría científica o, dicho de otra manera, a su justificación racional, su
legitimación en el interior de un conjunto de conocimientos aceptados” (Piaget y García,
1982).
4
Para abundar en este tema recomendamos el excelente texto de Georges Devereux,
De la ansiedad al método en las ciencias del comportamiento, México, Siglo XXI Editores.,
1977, del que nos permitimos citar sus argumentos en torno a lo que él considera es el estudio
científico del hombre: “1) es impedido por la ansiedad que suscita traslape entre sujeto y
observador; 2) que requiere un análisis de la naturaleza y el lugar donde se deslindan
ambos; 3) debe compensar lo parcial de la comunicación entre sujeto y observador en el
nivel consciente; pero 4) debe rehuir la tentación de compensar la integridad de la
comunicación entre sujeto y observador en el nivel inconsciente; 5) que causa ansiedad y
por ende reacciones contratransferenciales; 6) deforma la percepción e intepretación de
los datos, y 7) produce resistencias contratransferenciales que se disfrazan de metodología,
lo que ocasiona nuevas distorsiones sui generis; 8) puesto que la existencia del observador,
sus actividades observacionales y sus angustias (aun en la observación de sí mismo),
producen distorsiones que son no sólo técnica sino también lógicamente imposibles de
eliminar, 9) toda metodología efectiva de la ciencia del comportamiento ha de tratar esos
En esta búsqueda de sentido se prioriza la idea de construcción del
objeto en lugar de una búsqueda de carácter esencialista. Esta
construcción se hace posible durante el proceso mismo de investigación,
mediante el intercambio en el campo mismo de la intervención, es decir,
en el contexto de producción de conocimientos. En esta situación se abren
paso las prácticas de reflexión y de cuestionamiento permanente.
Desde este lugar metodológico, es factible pensar en que las
diferentes herramientas cualitativas contienen la huella que deja la
presencia del sujeto, hecho que hace indispensable la dilucidación de esta
marca y, consecuentemente, la reinterpretación del fenómeno estudiado.
Para nosotros, situados en el campo de la investigación psicológica,
la investigación cualitativa es de carácter constructivista. Esto quiere
decir que toma en consideración los procesos, las relaciones y las
mediaciones que en dichos procesos intervienen. Se toma en cuenta al
sujeto y a la estructura que constituye el plano de lo transindividual, esto
es, de la subjetividad colectiva producida en la sociedad y la cultura,
mediante múltiples mediaciones y particularidades, tanto de las
prácticas como de los dispositivos y de las discursividades.
En el conjunto de los métodos cualitativos, la investigación del grupo
ocupa un lugar fundamental para la comprensión, construcción y
reconstrucción de la subjetividad colectiva, y consideramos que
constituye un instrumento de análisis privilegiado para el estudio de la
trama transindividual, donde se desarrollan toda clase de dimensiones,
entre otras: la política, la económica, la psicosocial y la psíquica.
Mientras la entrevista individual permite escuchar las voces
colectivas, habladas por un sujeto singular, por el cual se tiene acceso al
estudio de la subjetividad colectiva, mediante el trabajo con grupos
podemos asistir a la producción de un discurso de varias personas que
hacen hablar múltiples voces que intercambian y producen
subjetivaciones plurales que, de otra forma y con otro dispositivo, serían
231
232 FORMAS DE ACERCAMIENTO CUALITATIVO
imposibles de constituir.
LA ENTREVISTA GRUPAL
involucrados.
BIBLIOGRAFÍA