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M*rcrft~rios co~rrtodos par Iatifwadirbas

i ri
. ,. explosión de gas, ponen punto final a los sue- . * perteiiecientes a diversos grupos étnicos, unos
,; Aos del hombre que labra la tierra o que duer- trescientos mil quedaron en pie, a merced .de
me tranquilo a la espera del 'alba. las aves de rapifia encarnadas en las ambicio-
#L *y&,$ . : I ~ A L A.LLI %S. ,-AL J - ~ & F L . & - MLR -, , ,f. ;*d2 , .
'pp
i*&4,h, ?,-* Id,& <$ 9

ras. No es atín, propiamente, el proletariado-,'


urbano, ero a la sombra de las faenas extrac- 1%
L 8
tivas se esarrolla algún tipo de industrias,' por pL
4: .

' :
. .
lo',general en manos de inversionistas extran-
. jerm en Valparaíso, Santiago y, con posterio-k<
ridad, en Concepción. Por sus mismas carac-
terísticas, este proletariado, estos contingentes 1
urbanos captan mejor las ideas revolucionarias
que sacuden como un viento muy fuerte los ,,.-
centros laborales del Viejo Mundo. De ahí a
\
t .
prender la mecha de la disconformidad en el ,'
,. ' salitre, hubo apenas un paso. Más tarde, alre- ' '
dedor del año 1920, se inicia la in-corporación -A--

Campesina, y estas fuerzas, muchas veces tra- , '


bajaiiaoaZconsuno, logran poner en jaque a ; ' !m

la oligarquía, detentora del poder político, i:


fuertemente afianzada en el Parlamento, en los i: ,
estrados judiciales, en la Banca, en la indus-.A r
tria y el comercio, y con el apoyo más o me-
w 1 nos visible de la Iglesia y de las Fuerzas Anna-
de los terratenientes. das. Hay también otro elemento poderoso: la,
Salvo las aleccionadoras experiencias de 1
Intelectuales coma F m n c i ~ a Bilbao
abogaron por la creaci6n de una
',' '
- creciente Confederación de Trabajadores Ma- .
¿POR QUE SE PEiéA PARA MORIR? conciencia social en los trabaiadores. .' rítimos, 10s gremios portuarios que, y esto Se
comprende fácilmente, tenían en sus manosih
la faoiiltad de paralizar las exportaciones de Ji.
a.
salitre si surgía un conflicto laboral.
Frente a este cuadro, su61 h;a sido' invaria- '
blemene la- reacción
. . del aparato estatal? Ini-
, 4
?

.
l
b
.

, " 9
L

gestiones de arre lo ' ' Finalmente ila conciencia de clai cclíó ra. CUANDO LOS ESTlBAüORES
f
ersuasivo, que muc las ces profundas en todos los S ~ C ~ O I F laborales
J 7~~~~~~~~ EL APOCALIPSIS
y amenaza y luchaba y se afianza día por día. La suerte de muestra
tesoneramente por roteger los intereses patro- actual coyuntura política depende, en sustaii- A' 'uicio de a uellos que duermen con el
nales o forhneos. 8ada vez que d mbtodo
falló, que los trabajadores no se dejaron en-
cia, de que semejante proceso dc elevación dc 1
ran ega'o de la9,istoria de las lucha obreras
fajo la a\mohada, las primeras manifestacio-
la lucha de clases, de coliesibn en las filas gro-
gañar, ríos de sangre entintaron k s conversa- letarias y campesinas, .se acentúe. No se de- nes precisas de este despertar, de esta toma de
ciones. El primer gran agitador es Recabarren, ten a. No se confunda al enemigo. Requierc conciencia, se expresan en los dramhticos dias
y su influjo se extiende no sólo en el salitre,
sino pronto en ciertos sectores campesinos, y %
de ingentes con los ojos abiertos, con el co- vividos en las calles de Valparafso en 1903,
Para Julio César obet "la manifestación re-
abarca regiones tan distantes entre sí como
Antofagasta y Punta Arenas. -
razón atento. con soluciones tangibles y di- /
volucionaria inicia de ia clase obrera chilena,
que indica el comienzo de una lucha de clases
' ' ,El país proletario se organiza con relativa
rapidez y, por ende, las matanzas "constitu-
r
activa, fue la hucl a de los gremios marítimos
de Valparalso, el 1 de mayo de 1903 desata-
da ante la ne ativa de las autoridades p r a
cionales" se suceden una tras otra. Tomando
en cuenta aquellas de carácter masivo, los cro-
k
acceder a lo so icitado en un pliego de phcio-
nes, especialmente aumento de salarios". A
nistas Iian contabilizado más de treinta. Hay partir de entonces, esta actitud habr4 de
que agregar a ello los asesinatos .políticos transformarse en una constante y las huelgas
individuales, que no comenzaron,-como se aumentarán su poderío y sus efectos en la me-
.
cree, en nuestros días. Dirigentes sindicales, dida que crezcan las experiencias de lucha de
los trabajadores. Así como el que no llora no
profesores primarios, periodistas, trabajadores,
fueron eliminados fríamente para apagar la mama, el que no entrega parte de su sangre
llama del despertar. Otros sufrieron vejaciones no ser4 jam4s fuerte ante llas clases dominan-
incontable entre ellos el ropio Recabarren tes.
i
v Elías Lajertte. m r citar os de los más ca-
El movimiento se inicia ( la Compafila
Inglesa de Va ores y. pronto se extiende a las
Y
Compañlas A emana y Sudamericana,
prsonai de mhquinni y vapores fiicala. &os
al
. . d . * . - 1

k&dI-

6010 el gobierne de O*i-

-. ' SOCIALMENTE SENSIBLE

14
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. S;.!=Y.
&-,,;i. : .=
'S-
a-*
SE NECESITA SANGRE oe URGENCIA
CON QUF ESCRIBIR LA HISTORIA

Contra lo que pudiera creerse, entre' 1903


y 1907 no hay una á ina blanca. En la mitad
2 BB
de este eríodo ( 1 O ) se registra. 10 que 10s
historia ores de los combates de la clase obre-
producido heclios altamente odiosos a causa
de la precipitación y ligereza de muchos de
ra denominan "la lucha del pueblo contra el los jóvenes o muchachos a los cuales se les en-
impuesto del ganado argentino". A pesar de tregaron anteayer armas. En muchos casos.
su importancia intrínseca, porque durante estos jóvenes disparaban a los grupos sin
dos dias el pueblo controló la capital, murie- riecesidad alguna, y cometieron verdaderos
ron veinte traba'adores por lo menos y se re- asesiiiatos. En ,la calle Curicó, cerca de Vicu-
d
gistró un consi erable ntímero de heridos y
presos ,políticos, es apenas un eslabón más.
ña Mackenna, se produjo un pequeño desor-
den o tumulto. Llegaron en ese. momento
Cada día la convicción que mueve a 10s
I unos cuantoskenes armados y, a su aproxi-
dirigentes de los trabajadores cobra concien- macibn, se dispersó el grupo. S610 permaneció
cia en la masa de explotados. Se sale a la calle,
se lucha, se informa al pueblo de las irregula-
1 en el lugar del suceso el dueño del despacho
de ese mismo punto, Rafael Pozo, vecino an-
J

ridades administrativas. :Esto sigue elevando ,


.nive] de la .lucha de clases, sigue arando en
profundidad en la conciencia de los asalaria-
dos y suma, por supuesto, nuevos contingen-
tes a los que reclaman sus justos derechos, '

siempre amenazados por una oligarquía voraz


e intransigente.
"Sc procedió así a la forinacibn dc ala
dc ordeii, coillpucsta cii su totaliclad

. .
,
1

.
I Entonces comienza el primer acto del gi-
gantesco drama: trescientos trabajadores de la
maestranza del ferrocarril salitrero declaran la
huelga "por el incumplimiento de los patro-
, nes en su compromiso de elevar sueldos y sa-
larios". Los hechos, sin embar o, se desenca-
B
denan con relativa lentitud. eis días más
:
: tarde, el 10 de diciembre, paran los obreros
de ribera d e Iquique por las mismas causas
anotadas anteriormente. Los industnates sali-
trera no acusan la menor reacción.
@ Iquique permanece como intendente

E
subrogante ulio Guzmán Garcia, pues el titu- '
lar, Carlos astman, se encuentra en Santiago,
en c~nversaciones con el Presidente Pedro
Montt y el Ministro del Interior, Rifael SO-
tomayor (que había debutado derramando

IV LA ESCUELA 1 rraíso) sanere


- o obrera en los suceso.^ de 1903 en Val-
. Por lo demás, tanto Montt como
otomayor tenían vinculaciones económicas
con las empresas del salitre y lo mismo ocurría
a la mayor parte de los "hombr? públicos"
SANTA MllRlA de la época, que habían fortalecido \enorme-
mente sii ~osicióneconómica tras la calda de

Lo concentmci6n masivu es Iu Bnliea arma de que puede v t ~ l e mel tmbajador. Sin


vorable (Iquique, 1902).
U
i
d -
* . i i -
para ue no abandonen las oficinas, sin ne-
cesidJ de que trabajen, mientras se busca
'Va solución". Como respuesta, las trabajado-
res del ferrocaril salitrera ponen en marcha
un convoy desde Agua Santa, que recorre
¡las oficinas Carmen, Irene, La Valparafso,
Primitiva, Tres Marias, Silvia, Tránsito y
Barcelona; otro visita el cantón de Negrei-
ro total. La primera oficina para- ros, Putunchara, Abra, Democracia, Salvado-
mpa (en 01 departamento de ra, Aurora, Progreso, Amelia, Mercedes, Die-
per y Josefina. Las pulperías son cerradas para
.
privar a los trabajadores y sus familiares de alí-
3mentos y agua. El pro,p6sito es cercar la mar-
8-

echa por hambre, sin tomar en cuenta la pre


sencia de mujeres y niños.

ibicibn estricta de salirsc


l. Asociarse a los del gremio. a la cual sblo se planteaba la al
represión sangrienta.
3. Ser activo y consciente.

9. Atraer a los indiferentes.


10. Instruir a sus hijos.
imposibilidad o escaso criterio, puedan com-
prometer el prestigio del movimiento.
1 . DQ mil pampinos más llegan el 19 de di-
oiembre. El mismo día, a bordo del Zetrteno,
arriba el intendente en propiedad, Carlos
E a s t ~ a n ,quien regresa a iquique después de
conferenciar con el Ministro Sotomayor. Ve-
nía acompafiado por el general Roberto Silva
Renard y el coronel Sinforoso Ledesma.
l
ntmndenh de Iqulqus, e* 01 onaargado
La llegada de Carlos Eastman produjo
nvemcionor aon al aoblrrno de Monn
alborozo en las filas trabajadoras. Este mani-
festó que comenzaría sus gestiones conferen-
ciando con los patrones sailitreros. Sin embar.
considera traidor a b clase obrera a todo ciu- go, esa misma tarde manifestó a los obteros.
dadano que bebiese licor o que nv denuncia- que debían volver previamente al trabajo,
se alos establecimientos que infringieren esta
disposicibn.
Vr
cuanto los jerarcas locales del salitre ten an
uue consultar con sus iefes en Europa. LoB
2. Hasta nuevo aviso, se acuerda no celebrar,
comicios ni manifestaciones públicas para evi-
tar que elementos malsanos, al servicio de las
salitreras # y autoridades, provoquen o simulen
una acción violenta que comprometa a la cau-
--
-b~era,!. , 1 I " . : I ,:
4 ,1 , .
f . . '
l ik. ,.
s. lEnvio e una nota a to&s las sociedades,
bajadores extranjeros. El intendente insistió
en que la gran masa de trabajadores conccn-
PomlizaciQn de k s f i e m r . d e los obreros po~uoriosde Anb.bgashi.

.
a#

~breras con o sin personalidad juridica, co- trada en Iquique representaba un ie contaba a {a sazón con 42.000 ha+ . . ban las riquezas del norte para llevarlas a
munichndoles aue sus ~residenta auechiii blico y ue debian retomar a sus peligra
abores, p6
dc. población que se vio siibitamente au,. , furop. Entonces era una ciudad rica, con
considerados como miembhs de la asaÍÍblea;
asimismo, se elimina los jóvenes que, por su
9
jando s6 o una comisión representativa. h
trabajadores rechazaron la, propuesta
a a inás de 60.000 con los pampinos..
entre 60 .y 80 buques diarias que car-
a

fastuosas mansiones, hipódromos, teatro de lu-


jo. r-taurantes y cabarets. Lo que agregaba-.el
T4 *
-. a buscar una oportunidad d e lanzar la ofensi- Los hombres hicieron el trayecto en silencio,
sin consignas, sin agitación, sin un
1 itar la mediación d m n s u l nor-
va san rienta c8mo el medio más práctico pa-
, 1 ratanto, %
aca ar con la incómoda situación. Por 10 PtO,
una conversación en voz baja. Muc os igna- sin
raban aún en ese instante. que pronto sus cuer-
Este repuso que no podía hacer
se dio un paso más en la escalada. La
Oficina Buenaventura estaba bloqueada por pos serían arrojados, sin la menor cevmonia
en tosas comunes.
1 "
las tropas. Los mineros deciden preparar un pidiendo a sus compatriotas
1 tren para trasiladar a sus mujeres e hijos, pero
,., , "C
el recinto poraue "iban a
1 intempestivamente el oficial que estaba a car-
go de ]a tropa ordena abrir fuego. Saldo: seis
4 f'il
$D@ametrallados". Los trabajadore; extranjeros '
, muertos veinte heridos a bala, dos de ellos 42' .
HLVA RENARD, O COMO SALTARblc7 ' 1 8 t
se negaron aduciendo que si había que morir, o
'.,mujeres. %se mismo día, en la noche, llegaron LA M A A SANORE PRlh "0 harían junto a sus compañeros chilenos. El
a Touioue los cadáveres de 10s trabajadores y y b
' cónsul argentino no mostró interés alguno ilor
su gente: era representante de la ~%inpañía
UCIILC ClLU

Desde todor porhs hoy movilimcldn. N woa~erno y los


fuerzas repreiivoa por un lada; loa abroror do iodo al
IUGL4IU> GII pafe, por orm.

fí 4 I ) U ~ O S duros como roca; v rostros contraídos. gan que luchar con el pueblo indefenso,. co-

n i.orrcicta conducta observada uo; &tos iluraii- denando que los huelguistas "concentrados en
IP cl sepelio d d 21 de cliciemhre" la ~ s c u e l áSanta Miría se trasladen al local
I
;
;I a laza. Todo premeditado, todo con re la
f
2i culo. En las paredes de la Escuela es-
ban numerosos estandartes y flameaba
orgullo el pabellón de los veteranos del
cf dirigieran al Club Hípicc
la ro uesta, sospechando que 11
Y
tra la'!c os en el trayecto, en desc
más tarde, el llamado 40 f
A las 15.45, Silva Renard ordena asesinar a
los que se encontraban en la azotea. Cae un
gruexi contingente de trabajadores, pero otros
ocu an de inmediato su lugar, sin armas, sin
C
pie ras, s61o gritando a vivas voces por los
uiz el pecho descubierto, en actitud ;afian-
te. Los primeros muertos fueron Bnggs, un
notable combatiente de tendencia anarqui, :k:b
ta; Olea, Rodríguez, Díaz, Vergara, Calderón,
y algunos delegados de las oficinas salitreras.
-*
Silva Renard, advirtiendo qi obreros, el ejtrcito y la marina. Mostraban a su ITntonces avanzan las tropas hacia el interior
a
&d?s,rna ordenó
,.
,>,
dIi.

1
los t,rab?jadorer que se no se le o%dwia:
':a
-.
resultado, del cual son responsables únicamen-
te agitadores, que, ambiciosos de popularidad
y dominio, arrastran al
violentas, contrarias al or
la majestad de la ley, la En 1920 ya la libra esterlina se cotizaba
amparar, por severa que sea su misión". Tiem- $ 19.89. en tanto Que el dólar lo liacía
po más tarde, .Silva Renard fue apufialado $ 5,93. hsto marcaba el serio deterioro cle 1
en Santia o por el hermano de una de las
víctima.1 consecuencias de la agresión, per-
dió un ojo y exhibió algunas cicatrices en el
finanzas en el país y una inflación galopan
que se agudizaría cada vez más. La digarqui
cuerpo por el resto de sus días. en el poder no encontraba soluciones sati
factorias que la sacaran del paso, y ,la inqui
John Lockett, representante de las compa- tud de trabajadores y estudiantes iba aum
fiías salitreras, al mando de los carretones re- tando peligrosamente. Entonces se inventó
colectores de basura, fue el encargado de la famosa "guerra de don Ladislao".
' macabra tarea de limpiar la plaza de más, d e
L
LadisJao Errázuriz Lazcano estaba a c;., kc
dos mi31 cadáveres y centenares de heridos. d e r ~ i n i s t e r i ode Guerra y recurrió, con muy
Diez mil1 obreros fueron llevados el 22 de di- poco fo ueo y menos luces al gastado expe-
ciembre de regreso a las salitreras, y algunos f
cliente e agitar de un modo negativo las re-
laciones con el Perú, buscando la fórmula de
aunar los criterios nacionales y desviar la aten-
ción de la gran crisis financiera. El primer pa-
so fue decretar la movi.lizaci6n eneral y el
f
acuartelamiento de tropas. Se hab ab$ en todo
los tonos de la amenaza peruana, . y la prensa
adicta al Gobierno intentaba levantar los tur-
bios pabellones de 'un patriotismo de fiwión,
que no tenía raz6n d e ser .en tales. circuns-
tancias.
Grandes corrientes, de opi?ióg,en -el país
-.
A .

8
,
,.; A,',.
F. ,
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.
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Busto &l pmia 103 Dorningj? G6,mex Rojis. Su ;u(ar os


Galwrino Pomo.

César Godoy Urrutia narra lo que siguek


"Cuarenta mil trabajadores 1.levaron sus restos
al cemeriterio, y en un ataúd envuelto en un;
Con la baraja o la ruleta de eiztretenimie,.- PUNTA ARENAS, EJEMPLO DE
tos, los r a y a~cioitistctsdel patriotismo
7
i~alientes e profesidn. Aquí al inenos (Espo-
fia) es &te el inismo despotismo que en Euro-
1
pa quedu (ahora hay que agregar Portugal y
Grecia); sdlo campean a sus anchas el juego
,, de azar, la pornografía más baja, la serviliclad
L a las uutoridades y los negocios turbios.
Por encima del océano, tumba de tantas c
peranzas y cuna de mucha.ya&, les tienc
una mano trémula y cdio!a$
MIGUELDE UNAMUWO. .,b\

- Dieron aviso a los que remitían alcoho-


l >? les y licores a Punta Arenas, dándoles un pla
zo prudencial para suprimir los embarque:

- Los gremios estudiaban para la pr61


-
)CH se negaba a desembarcar alco-

-
quedaban otras mercaderías por' 4temporada de esquila los siguientes pur,,,
abolición de los contratistas, supresión de las noche era cuñado de Víctor Arauco, dirigen-
horas extraordinarias para no dar lugar a ce- te de la FOCH, por *lo que advirtió a éste que
santía, e igual comida para todos. allgo grave estaba por venir. Los federados de
la FOCH se aprestaron a tomar medidas preve
(Corno puede apreciarse, las JAP existían ya tivas,
en territorio chileno, en estado mucho más
avanzado, en 1920.) "A las 2 de la magrugada -cuenta Guiller-' ,
Concluida 18 manifestación anti-Foca en m0 Kaempfer- el obrero Custodio Vilches,
Punta Arenas, el 25 de julio, 110s más belige- que se dirigía a su domicilio, sorprendió a una
veintena de carabineros marchando en dire-
--#
rantes, que formaban las "Guardias Blan
os de terratenientes, recorne n as calles
una abierta provocación. Acusaban a obre-
ción a la rom. Los
dando frente a toda
cieron gru os de civi
y estudiantes de recibir "oro del Perú".
Era aquél un día domingo y se realizaba en
ron las f es de 110scostado
fondo de la propiedad. En
1 local obrero una manifestación artística. Al de Talca, había numerosos
er la movilización derechista, cerraron sus Vilches se aproximó, rec
puertas para evitar provocaciones. grueso nador Bulnes Ca~lvo,qu
de los manifestantes se dirigió entonces al dia- postizas; al prefecto Para EI pusb10 pone IOS mejillas uno y otra vez.
no E7 MagaUanes, tratando de derribar sus nes, y a otro funcionario
puertas,,lo que no consiguieron. El diario ha- rres. Les rodeaban civilles
bía publicado. una nota en que hacía ver que timos vistiendo ropas . mados por sorpresa, ya que no medió niiigún teo duró unos cuarerita y cinco minutos, lap-
si el Gobierno del tristemente célebre Juan la manzana, reconoció a aviso para que desalojaran el local. Desde la so en que se dispararon más de dos mil tiros.
1 : Luis SaAentes había ordenado una movili- de Investigaciones, ap sombra se dis araba contra el edificio; los frá- La población despertó llena de p*ico, pero
o

: ', Zaciónimilitar, "ello no significaba en modo


g i b muros f e madera dejaban cruzar fácil- no se atrevieron a abandonar sus domicilios
Según la versión de Vilchcs, se, mente los r y e c t i l a . " Obrero que intenta- por temor a las balas, ya que nadie sabia en
alguno una declaración de guerra". ba alcanmr a calle era muerto en el acto; tan
,:k domicilios de 10s campafiems que dirección disparaban ni 10 que realmente
,qr'

La noche del 26'se reunieron en el Club cuando escuchó los primeros pronto aparecía una sombra ,por puertas o acontecía.
'Y. Magallanes las autoridades de Punta Arenas ventanas, los disparos atronabin la noche. Asl
para lanear la agresión a la Federación Obre-- "En el interior del local (Kaempfer), , . fueron asesinados nueve obreros. Todo el tiro- Desde el interior del local se intent6 res-
ra. &sualmente, el garzón que atendía esa mian numerosos obreros, los que fueron ,%fl,'l
48
--'- - ~<?>V

Siguió a estos saqueos una represión b

Uno de los casos más ddtrráticos lo


bajadores. El Cuerpo de Bomberos se vio . gonizó el obrero Uliss Gallarda. ~1
imposibilitado de intervenir, pues carabineros ;
atacaban a .los voluntarios que tendían sus .,
pangueras. También fue cortado el suminis- .
de agua. La actuación decidida del presi- .
dente de la Primera Compafiia, Italo Contar-
di, permitió finalmente extinguir el siniestro, *.b,*.
puesto que éste se dirigió al comandante '-.u ,
Barceló y le dijo: "Señor comandante: o usted
ordena dar'd. agua o yo reúno a todos mis
oficiales y ante ellos me pego un tiro".
4

Esa misma noche fue allanada #la casa de


, Enrique Cifuenks, administrador del diario
., El SocialGja.
fueron sacados
. , a luz en plena
golpeada en for
reció. La casa fu
, incendiada. Esta
ros tambidn fue obstruido,
.-
El año 1934 fue socialmente movido, eco-
nómicamente desfavorable , como de cos-
i
tumbre, la sangre trabaja ora no escaseó.
Mu por el contrario. Pero veamos primero
d'
el eterioro económiko a través de las compa-
raciones establecidas por la devaluación del
r so. La libra esterlina se cotizó ese año en
125,84; el dólar, en $ 24,64. Es decir, en poco
más de una década el peso chileno había re-
ducido su valor a una-sexta parte.
Junto a ,la masacre de la Escuela Santa Ma-
ría, a la que se sumaron años más tarde otras
dos similares (La Coruña, en 1925, y antes,
San Gregario, en 1921), la que ocurrió en Al-
to Bfo-Bio e~tal vez la más estremecedora. En
esta o.portunidad sí que hubo censura de pren-
sa y hasta el día de hoy los hechos no están
muy claros. Pero como en todas las actuacio-
nes humanas, de ésta también quedan testi-
monios dispersos, los que roporcionan una
idea aproximada. d e cómo Sebib ser aquello. te trasera del Palacio de La
El rmonsable directo es cara conocida en la Pnmer nndicaro campesino de Ranquil, 1928. Sus miembros fueron masacrador en junio de 1934. '

historii-..~imdas matanzas de traba-


jadores: Arturo A1ess;uidri Palma. Este perso- Palma hizo asaltar el local de la Fcderacioii
naje, cuya exgie patriarcal "engalana" la par- Obrera de Chile, ubicada en San Francisco
Se uro Obrero (1938).
52 E1 27 de abril de 1934, Artum Alessandil 608. El saldo: siete muertos, entre ellos iiii ni
1 ,
.uI*;+ d 1
ás de doscientos heri- 4' Puente üanquil: osia vez k s to
el comienzo del año puso losantecedentes de la constitución-de l a r ea a los campesinos el despor-
tor de la conciencm social.
ran propiedad en la región del Alto Bío-,
5ío y los esfuerzos hechos por el Gobierno. Cbmehna Sagmdo, 29 años.
las versiones sobre del señor Ibhfiez para solucionar los proble-
, como se la conoce, . mas de los ocupantes, dejando a éstos un v.
reviviente, Abel Car- terreno de invemada de siete a ocho mil hec- r
t á ~ a s ,pero la situación se hizo más compli-:
cada al trasladar a los colonos a terrenos cor- 1
dilleranos, con el propósito de instalar faenas
de lavaderos de oro. Se formó así una masa
enorme de gente de trabajo que con sus fami-
lias no sería inferior a las diez mil almas. Con

rías y arrasaron con los estab

Ante semejante situación, el Gobierno de


Alessandn habría ordenado el bloqueo total
de la zona, impidiendo el a m o a la región
de alimentos y semillas. Los campesinos res-
ondieron organizando gru os de comandos
Ahora bien, la historia en sí tiene dos ver- &¡o la inspiración de luan $egundo Leiya Ta-
siones, o mejor dicho, dos son,los factores mo-
tivantes. e induso ellos no se excluyen entre
pia, militante comunista. Premunidos de ar-
mas, bajaron a las pulperías de las grandes es. a
\

8 .

,
:9'
1
Manuel Astrozo. Para la prensa reaccio- Sofia Cisternas.
nada. uno de los jefes de los "revoltosas".

.. itt
tancias, que ya cobraban cuerpo en la zona las de carabina. Tenía solamente veinncinco
llana, para proveerse. Algunos estancieros, que años, según Elías Lafertte, que le canoci6.
miraban ambiciosamente hacia las tierras al- Testigos de los hechos posteriores afi.
tas, replicaron a balazos, lo que produjo cho-
ques amados y conatos de violencia en toda man haber visto largas columnas de umpesi-
la región. Ahí comenzó el cerco policial a des- "0s de ambos sexos, apiolados, a las monturas
plegar sus alas verdes. Primero aislaron a los ~oliciales,atados Por el cuello, Y conducidos
1
campesinos, impidiendo a su vez el acceso de a Temuco. Los jueces se declararon incompe- I
periodistas y curiosos, y luego iniciaron el tentes y se trasladó el proceso a Victoria y ',
m

avance, sucediéndose acciones represivas que luego a Concepción. De alli fue devuelto nue- '
duraron semanas. Se calcula que unas tres mil varnente a Temuco. En agosto, el Congreso
personas f u e l ~ nasesinadas sin discriminación designó una comisión investigadora, cuyo in-
entre ellas Juan Segundo Leiva Ta ia, forme, evacuado nueve meses mis tarde, ter- ', 1
f
p g o en castellano e ingles, que se ue a vivir
,a la zona e hizo suya la lucha de los campesi-
minó archivado. Tras diez meses de cautive-
rio, los 23 sobrevivientes quedaron libres. Pero
.j

nos. Su cuerpo fue encontrado con veinte ba- devueltos a la antigua condición de esclavo!
3
dos Ingircr* en Lonquimay, rendidas ante la policía. *' -m
f&W"
El espacio que clrcuribaba el monumento fue
declarado irecinto militar1 Dada la cantidad
de trabajadores reunidos allí, hubo un mo-
mento en que ya no fue osible avanzar ni
f
retroceder; entonces, la po icía montada des-
envainó sus sables y car 6 contra la indefensa
d
muchedumbre, golpean o cabezas, hombros y
torsos sin el menor escrúpulo.
Lo ue sucedió a continuación deja estu e-
\
facto a más indiferente. Las tropas monta as
se retiraron, como obedeciendo a una orden
l
perentoria (cosa que, repetimos una vez más,
prueba que todas y cada -una de las acciones
estaban planeadas de antemano), y entonces
la policía de infantería procedió a tenderse
en el sudo y abri6 fuego contra la multitud.
Muchos atinaron a echarse sobre la hierba y
salvaron con vida; otros no tuvieron esa suer-
te. "Punzón", eriodista de El Siglo, anota:
!
"Cayeron hoin res y mujeres dando gritos

R atroces mientras los que podían huir a refu-


giarse iejos, lo hacían presas ,del pánico. No
pudimos huir y nos quedamos tendidos en el
rado, frente al Teatro Continental. Y vimos
paz, sin embargo, de supriniir ci initi~i.( J V
ocho muertos y más de cien heridos.) re
los ayes de los heridos y la silenciosa contem- 1
]ación de 110s muertos, hablaron, rimero,'
6 saiva'e, lo indescriptible: los carabineros
A
(inonta os), pisando inuertos y lieridos, perse-
gernardo Araya, y lue o, Salvador &amp9,
ambos jefes máximos %e la CTCH. Lo prima
guían a los que huían, dis arando a tontas
P
a locas, lo que produjo m s muertos y más
~er~dos,,.
a
dial de sus labras incidía m la necesidh
de unirse, m s que nunca, en tomo a la Wi-
federación.
La furia de la represión policial no fue ca- &;T%n el local de la CTCH fueron
preside Carlos Ibáñez del Campo; en Inte-
rior está Ben'amín Videla Vergara; a la cabeza
del m, salvador Allende. la libra esterlina
se cotiza a $ 1.907, y el dólar ya dcanza los
$ 694. Es 2 de abrisl de ,1957.
Todo comienza por un alza en las tarifas
de la locomoción colectiva. Los primeros mo-
vimientos estudiantiles se re 'stran en Valpa-
f
raíso, pero pronto se tras adan a Santiago.
Hay crecientes asonadas calle'eras. Asume la
1
'efatura de la plaza el genen Horacio Gam-
boa Núiiez, qvien inicia las acciones represi-
1 vas. La muerte de la estudiante universitaria
Alicia Ramírez, de filiación com.unista, y eb
conmovedoras circunsthncias. ~ r e c i ~ i t aaún
más los acontecimientos. ~ e ' c i m b a ken 39s
calles. Un batallón completo d e soldados per-
nocta en el cerro Santa Lucía. Desde allÍ, a
tiros, paralizan todo intento de tránsito por la
nos de los muertos: -m, obre- El Gobierno dicta orden de aprehensibn Alameda y las callejas circundantes. Las balas
ra de Recalcine, cdmunista, dieciocho años; contra los responsables de la convocatoria al. pasean como Pedro por su casa dentro de los
Filomena Chávez, sin antecedentes políticos; mitin y declara el estado d e sitio. Simultan&$ departamentas aledaños. Muere gente com-
César René Tapia, obrero, comunista; Manuel mente, allana mlocalessindicales y detiene a rometida y gente que nada tiene ue ver con
Antonio López, obrero, comunista, treinta !.
ocho años; Alejandro Gutikrrez, veintinueve
nuinerosos dirigentes. La vigilancia policid1 pi3
torno a la CTCH se mantiene por meses. &U Ls hechos mismos. Para agravar % tensión,
grupos de maleantes de las pobla~ionesmar-
años, obrero, socialista, y Roberto Lisboa Cal- a poco, sin embargo, como una tri ira '% ginales se dejan caer sobre el centro de h
derón, tornero, obrero de Siam, veinte aííos, tumbre, las a s a s toman a la norma~i%ad$~.
secretario sindical. aquí no ha pasado nada. "!
ciudad,, saqueando negocios, rompiendo lo vi\ .
drios de 110sescaparates, cometiendo depr da-.
L -
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-L
L
M !
do arrastrado si no se detienen a ,tiem,po las
asonadas callejeras, los incendios, los saqueos;
y de l a otra, peor ue todas, la quiebra del
1
régimen, la vuelta e la oligarquía al oder
que ropiciaban los cerebros politicos Be la
7
revue ta, los de siempre, los'de la derecha".
Lo.curioso es que las palabras de Ibáñéz
estaban dirigidas contra la dellecha, y ;las ac-
ciones contra L izquierda. .Clotario Blest,
Juan Vargas Puebla y Baudilio Casanova, di-
rigentes de la CUT, son condenados a tres años
y un dffide relegación, a raiz de una sentencia
clictada Por el ministro Marco '4u=lio Velás-
quez. A los dirigentes de la CUT se les aplicó
la Ley de Defensa de da Democracia (a dada
(ireneral Horacio Gamboa Núñez,
F
-por 10s trabajadores "Ley Maldita" Y ictada
en tiempos en que "un traidor, un bailarin
denter
M
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COIW~~OS~.

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h h o , mimos.
,, , +km ,,i
,da ,
1. 1
lefe de la plaza e iniciador de Iar vendía, / mi patria con metales mineros",
acuoaes represivas en 1957.
/
para usar la expresi6n de ~ e m & acufiada
Lar cifras oficiales de lar víctimar
contra Ga'briel González Videla). La peti-
permanecen en el mirteiio. ción la formuló el intendente Gustavo Luco.

partidos políticos y muchas de ellas pertene- res; los "dan~nificados morales y materiales7',
cientes al lurnpenproletariut) inmoladas en otros tantos.
lu ares tan distantes entre sí, en toda la capi- El 8 de abril, temprano, Ibáñez 1
$ hace da cifra real permanezca en el Moneda a Gamboa para convers
Según éste, se veía contento, sa
misterio. n todo caso, cuando truenan las
ametralladoras, la cosa es grave y los transeún- dijo, con su habitual parquedad, sus
tes caen como moscas junto a 30s manjfestan- conceptos su frialdad ara "sentir"
tes. Nada más que en la Alameda hubo unos ciones: "hueno: ya est% salvado el
treinta muertos; los heridos sumaron centena- hecqtombe. De la hecatombe a que
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PENAN US MALAS

dri. De pronto ocurrió algo insó


ditos, como locos, co
;irmas de largo alca
personas que reciC
Uiia bala atravesó el vientre de'
ra que lavaba ropa
I'speraba un hijo. La casa
cincuenta metros del sitio
puntería sobre el pueblo pie
;Siempre sin arnias! Ocho m
dio orden de abrir
crímenes más inex
"pp,&
O - C
2%Svi$
! l ~ r J k
. U v r . V
E-'
w*.
Los tmbapdons d~mocmtacristianor
apoyaban la huelga, sin embago
la fraai6n "dum'' de su
partido opt6 por la repnsi6n.

das; al unos quedaron baldados para siempre


%
a.1 reci ir impactos de carabina en los huesos
de las caderas y las rodillas. Los partes oficia-
les indicaron que se disparó al aire y luego
a las piernas, pero la pandereta ya menciona-
da desmiente estas versiones que procuraban
ustificar la alevosía del miserable asesinato.
i3asta acercarse a las latas para contem lar
P
el im acto de las balas: todos están a la a tu-
7
ra .de pecho, la cabeza la cintuh de un
hombre de estatura n o m a r Incluso, como tes-
timonio indesmentible, allí se aprecian clara-
mente el calibre de las armas empleadas y los
"regueros" de balas de las metmlletas. . 1
Cinco periodistas de diferentes medios in-
formativos de Santiago, que se encontraban
en el lugar, fueron alejados del centro minero
oco antes que Juan de Dios Carmona diera
orden de operar. Como es obvio, a los pe-
riodistas se les alejó para evitar la presencia
de testi os molestos que algún día pudieran
k
contar os hechos sin temor a desmentidos.
or lo menos, los trabajadores
Esa
aprendieron Y a lección. Meses después de In
matanza, ,los democratacristianos perdieron to.
dos los cargos sindicales, a excepción d e uno.
ión. Pero la maquinaria

di utado socialista Luis Espinoza, a quien un


P
je e de Carabineros invitó cordialmente el día
antes de la masacre a recorrer los sitios d e la
toma. Los detalles de la matanza han sido des-
4
; 1

:fr se descubre que hay cadáveres estirados en todas las calles. ~b surtarío a u-d volver pcirodoar.,, y

tre el,los el contacto, el diálogo y, sobre todo,


la colaboración, tan necesaria ara que el país d
marche por cauces normales. Aguien dijo que
el militar es :un traba'ador como- cualquier
1
otro, que es "el pueb o con uniforme". La
$xistencia de uniformados en puestos claves
,*

;A
83
. .

resalia por el "asalto , rard-


del capitán Francisco Bull
-1921 (3 de febrero). Matanza eii la oficina. sa- te a varias decenas de traba-
litrera San Gregorio (Aiitofagasta) . Más de
100 muertos ametrallados.
11. -1934 (27 de avrii, alto a la FOCH en su 1;
Presidente: Artirro Alessandri Palma. cal de calle San FI sco OSantiago). 8 iiiuer-
tos (entre ellos un nino) y 200 heridos.
, Presidente: Arturo Alessandri Palina.

,p llevados al puerto. 12. -1934 (jiinio). Asesinatos masivos de caiiiptsinos ,'


I en Alto Bío-Bío, Ranqiiil y Lonquiniay. Toda ;
-1925 (5 de junio,. 'ñatanza en la oficina sali- la docunientación al respecto ha desaparecido.
trera La Conifia (Tarapacá). Cesantía y crisis Diirante .semanas los ríos bajaron llenos de ca-
dáveres. 500 presos' tnsladados a Temuco; Ile-
#'#T económica. Los obreros son anietnllados por el gan vivos 23. .
,' Regimiento Caraiiipangue. Cientos de muertos
.Presidente de la Repíiblica : Arturo ' Alessandri
Palina.
tiimba y c~iadrarseIiicgo frente a ella; un oficial
toma puntería y dispara: cl "roto" da una vol- -1936 (febrero). Huelga ferroviaria nacioiial.
. tereta en el aire y cae jiuto en el hoyo que 61 Cenknares de deportados: políticos, periodistas,
mismo ha cavado. 500 presm son tortvrados m dirigentes sindicales. ;Algiinos muergn o desapa-
,r el Velódmmo de Iq~aigue. recen en el destierro "por causas naturales".
Presidente: Arturo Alessandri Palma.

. lntendente de Antofagasta: Almirante Acewdo.

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