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EL LIDERAZGO FEMENINO

INTRODUCCIÓN:

No es fácil encontrar a mujeres que ostenten un alto cargo en una empresa. Aunque la figura

femenina se va imponiendo cada vez más en el mundo laboral, todavía nos preguntamos por

qué son tan pocas las mujeres que ocupan un lugar importante en el mundo empresarial. Las

mujeres ejecutivas deben enfrentarse cada día a importantes retos laborales ya que son

evaluadas no sólo por la gestión de su trabajo sino simplemente por el hecho de ser mujer.

Hoy en día, somos más las mujeres trabajadoras que hace diez años. El cambio generacional

ha abierto muchas puertas al sexo femenino, en todos los ámbitos, pero todavía queda

mucho por hacer.


1. ¿Qué es el liderazgo femenino?

Se habla de liderazgo femenino refiriéndose a la capacidad que tiene la mujer para

ser líder.

Se hace referencia principalmente a la idea de que las Mujeres lideren a partir de su

propia feminidad. Para ello es necesario centrar la discusión en dos cuestiones

fundamentales. En primer lugar, reconocer que las Mujeres poseen algunas

características distintivas en relación a los varones y que por ello son propias y en

segundo lugar, que estas características serían una fortaleza a la hora de dirigir una

organización. Es decir, el Liderazgo Femenino no es otra cosa que la utilización de

las características propias de las Mujeres para ejercer el liderazgo al interior de las

organizaciones, entendiendo que éstas son su principal fortaleza.

El liderazgo de la mujer es diferente al liderazgo masculino, ni mejor ni peor, sólo

diferente. Son distintas las energías que los mueven y, sin dudas, lo más beneficioso

para una empresa es tener líderes de ambos sexos y líderes integrales, es decir, que

integren las energías y aptitudes femenina y masculina.

Las mujeres emprendedoras nos facilitan la labor. Cada vez hay más mujeres

empresarias y por tanto, más vías económicas de crecimiento para un país. Pero el

número de mujeres emprendedoras sigue siendo bajo. Por eso, hay muchos gobiernos

que apoyan la incorporación de la mujer en el mundo empresarial mediante

subvenciones, lo cual permite nuevas y mejores perspectivas de futuro para lograr

conseguir la igualdad de sexos en el trabajo.


CLAVES PARA SER UNA LIDER FEMENINA.

Hay estudios que afirman que la capacidad de las mujeres para dirigir y tomar

decisiones es innata. Se dice que son capaces de humanizar, comunicar, conciliar y

empatizar de forma natural; cualidades imprescindibles para cualquier cargo de

responsabilidad. La inteligencia emocional, virtud propia del género femenino, es

otra de las claves del liderazgo femenino a las que sumamos:

 Tienen una gran capacidad de motivación.

 Son capaces de crear una mayor interacción con los empleados.

 Tienen una gran habilidad para la negociación.

 Siempre se ha dicho que las mujeres tienen una mayor capacidad de

comunicación.

 Saben identificar el talento de los empleados.

 Son comprometidas, altruistas y autoexigentes.

 Gestionan mejor el tiempo por nuestra experiencia en la conciliación de la

vida laboral con la familiar.

 Abren puertas a otras mujeres en el mundo laboral, ayudándonos así entre

nosotras.

 Luchan por nuestros derechos en el ámbito laboral debe convertirse en una

obligación para todas nosotras.


2. El Liderazgo Femenino aplicado a la sociedad Latinoamericana

Nuestra región no escapa al crecimiento y la participación de la mujer como líder en

el mundo: hasta mayo de 2014 convivieron en América Latina cuatro presidentas en

actividad (Argentina, Chile, Brasil y Costa Rica). Esta tendencia se trasladó a los

ámbitos privados y no sólo está lejos del número al que podríamos alcanzar, sino del

que deberíamos tener para beneficio de las empresas y la sociedad.

Algunas características femeninas que marcan el tipo de liderazgo que ellas ejercen:

está más orientado a las personas, tiene características más sociables y con mayor

tendencia a la cooperación. Esto hace que el trabajo en equipo sea más natural, que la

mujer esté activa en la inclusión, conteniendo a las personas y preocupada porque los

procesos seas prolijos y sanos. Además, ellas son más expresivas y cercanas, lo que

les da un potencial importante a la hora de lograr un compromiso con la

organización. Una líder logra darle un matiz de familia y resalta los valores en cada

ámbito.

Por supuesto que tienen su costado débil: cómo actúa su mundo emocional a la hora

de experimentar presiones y desafíos importantes y el hecho de poner más foco en el

objetivo que en el proceso que se atraviesa para llegar a él.

América Latina tiene mucho que aprender de este tipo de energía y de liderazgo

femenino. Nuestra región será pionera en abrazar este crecimiento y, demostrado está

en la vida política de, hasta hace muy poco tiempo, cuatro países latinoamericanos.
El liderazgo femenino es sinónimo de crecimiento en el siglo XXI y debemos

atenderlo como tal, apoyarlo, ayudar al desarrollo y formación de las mujeres y

trabajar para que más de ellas lleguen a posiciones directivas y de responsabilidad. El

liderazgo femenino es necesario en los equipos, en las organizaciones y en la

sociedad: con ello nos beneficiamos todos.

3. El Liderazgo Femenino en Ecuador

Tras el telón político, en Ecuador existe un solo recuento de Liderazgo Femenino:

Rosalía Arteaga, Presidente Interina llegada al poder en 1997. Antes y después de

esa fecha, el sillón del poder presidencial pertenece a los hombres. Rosalía fue

interrogada en varias ocasiones sobre su visión de “liderazgo femenino”, ante lo cual

promulgó un intenso discurso por la búsqueda de nuevos espacios para que las

mujeres de sectores populares surjan en el panorama ecuatoriano. Una encuesta

realizada en las últimas elecciones demuestra que un 62% de las mujeres optó por

posesionar a dirigentes masculinos para las asignaciones del poder estatal. De ese

modo, varias de las dignidades aún no fortalecen un acceso femenino en la

democracia representativa. La actual Carta Magna celebrada en el 2008, prevé la

equidad de género como un derecho intangible en su Artículo 11: “Todas las

personas son iguales y gozarán de los mismos derechos, deberes y oportunidades.

Nadie podrá ser discriminado por razones de etnia, lugar de nacimiento, edad, sexo,

identidad de género”. Pero, la actual coyuntura del país aún se muestra adversa para

permitir un despliegue total de las libertades femeninas en el sector de liderazgo

social, político, cultural y religioso. Según publicaciones de varios periódicos


nacionales, las mujeres que captaron la atención en el panorama político nacional

son: Susana González, Elsa Bucaram, Joyce de Ginatta, Teresa Minuche, Guadalupe

Llori, Cynthia Viteri, entre otras. Las líderes ecuatorianas más admiradas en mi

opinión son: Nina Pacari, Tránsito Amaguaña y Manuela Sáenz.

Pese a que la Constitución obliga a la equidad de género y a la alternabilidad en los

cargos públicos y en las contiendas electorales, los sufragantes aún prefieren a los

hombres aunque consideren que las mujeres sí son capaces para desempeñarse en

cargos políticos. Así lo sostiene el director de la encuestadora Cedatos, Ángel

Polibio Córdova. “Se reflejó en las últimas elecciones. De los 124 asambleístas, 34

son mujeres”. Según las últimas encuestas de esta empresa, cuando se pregunta

cuáles son los asambleístas más conocidos aparecen 33 legisladores hombres y 17

mujeres. Asimismo, de 221 municipios, solo 14 están liderados por mujeres. La

discriminación ha sido uno de los factores que limitan a las mujeres para que

despunten como líderes políticas. Cedatos, en una encuesta de octubre, reveló que

los ciudadanos no nombraron a ninguna mujer como líder. Los primeros que ocupan

ese reconocimiento son Rafael Correa y Jaime Nebot. “Aunque no se haya llegado a

la Presidencia, se han obtenido reformas importantes para la equidad de género y

para castigar delitos por abuso sexual, apoyo a las víctimas, la legislación”, dice

Calderón. Cynthia Viteri, una experimentada asambleísta y ex candidata

presidencial, concluye que “las virtudes no son patrimonio de un género”. Recalca

que la mujer no ha sido corrompida por no estar “en el teje y maneje de la política,

por eso llega con manos limpias”.


4.

CONCLUSIONES:

1. Se puede decir entonces que el Liderazgo Femenino intenta de algún modo

humanizar las organizaciones con esta experiencia del “mundo privado” en el

“mundo público” del que habían sido excluidas y por ello comprender que esta

realidad no es excluyente, sino, que debiera ser compatible.

2. Habla de establecer Puntos de Acuerdo en la familia para permitir el desarrollo

integral de sus miembros.

3. El Liderazgo Femenino debe trabajar en la conversión de una organización

comprometida con la Familia y por ello, más humana.

4. El Liderazgo Femenino en Latinoamérica significa entender que el cambio es posible

desde las Mujeres, pero también desde los varones que son conscientes de esta

problemática que ha mermado su rol en la familia al no permitir flexibilizar su rol en

el mundo público.

5. En Ecuador el Liderazgo Femenino aún no está familiarizado con la sociedad en

general, se debe tomar más enserio el esfuerzo y poder que ejerce la mujer en sus

actividades en toda la Nación.


Bibliografía:
CUNILL, NURIA Y LEÓN, CONSUELO. La Ambición Femenina: cómo re – conciliar
trabajo y familia. Editorial Aguilar, 2004, Santiago de Chile.

RODRÍGUEZ SÁENZ, EUGENIA.. “Un siglo de luchas femeninas en América Latina”.


Editorial de la Universidad de Costa Rica. 2002.

Sara Hormigo. http://www.enfemenino.com/feminismo-derechos-igualdad/liderazgo-


femenino-d28612x60407.html, 2012, Argentina

Por Alberto Attias. http://entremujeres.clarin.com/trabajo/trabajo-liderazgo_femenino-


mujeres-lideres-crecimiento_0_1351066511.html, 2014, Argentina.

Renato Baquero. Revista Utopia U.p.s., 2011, Ecuador.

http://www.elcomercio.com/actualidad/politica/deficit-liderazgo-femenino-ecuador.html

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