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‘Mirrkcus (nacido en 1934 en Budapest) esudls y se ‘radué en la Universidad Lomonosov de Mose. 9 ensefié en Ia Facultad de Filologia de In Universidad Cientifica - Actualmente trabgja en el Instituto Filoséico de la Academia ‘de los Ciencias, en calidad de investigador. Se doctors en 1965 una fesis sobre el Tracfatus Logico-Pbilosopbicus de Wiskgenstein. rus con Lulkécs no ha sido sélo teérica y cientfcs, ‘ sonal ¢ intima. Luego de haberse ccupado durante aitos de "bates de Hels (9129 primer trabajo de Gyorgy ee ‘respuesta a esa pregunta ¢s_afirmativa, _antropologia filoséfica con la concepcién ista de la historia? Este compuesto problema s¢ mis frecuentemente en los escrites. de los es y criticos burgueses de Marx, y también fildsofos marxistas. Con el presente estudio a buir a In resolucién de ese problema mediante wn - del concepto de “menschliches Wesen” *' a través de la importante funcién que incipalmente— en los Manuscritos econémico- os (1844). sila’ nte, este anilisis se basa sobre todo en dichos pero ya ahora —y con objeto, entre otras cosas, ‘el método utilizado— vale Ia pena expresat la Wa ‘de que la concepcién filoséfica del ser humano, ‘a historia, desarrollada por Marx en aquella obra ‘se encuentra también en Ias obras posteriores © Jas tardias, aunque con ciertas corteeciones y pot eso las obras de madurez y vejer de en entender del todo si no se conoce 0 no se genta aque concepcn SoxSen tempts, Cn separar cl determinismo histérico marxiano de Ia filoséfico-“antropolégica” marxiana del ser o ‘con antinomias irresolubles cuyos varios aspects ‘constantemente Ja critica burguess de ‘marsiane del ser social", la expresi6n construida por Lukics ‘en [a diltima obra extensa de su vida.) ** Asf, por ejemplo, la teorfa marxiana del comunismo se interpreta —algunas veces ‘con Ja mejor voluntad, segia ocurre en la obra de E, Fromm— '™* como una exigencia antropolégico-moral deducible de la “verdadera” naturaleza del hombre, y otras. veces —que son las més, y las menos sinceras— como fe escatoligica y como meta trascendente. No menos frecuentemente se achaca a Marx, desde el extremo opuesto, el haber disuelto integramente tel hombre en la historia, y 1a historia misma —tanto en sus aspectos econémicos y politicos cuanto por lo que hace a los espirituales-intelectuales— en una cadena de acontecimientos,? &ocas, formaciones econémico-sociales en sucesién necesaria, | ‘telativizando todo valor ¢ impidiendo asi a priori todos los > juicios y todas las estimaciones especificamente morales, no basadas directamente en fundamentos pragméticos. En realidad, esos dos momentos, que al entenderse como simples ‘contrarios se deforman incluso en cuanto al contenido, constituyen en la obra de Marx una unidad dialécrica. Nuestra tatea consiste precisamente en presentar esa unidad. En Ja obra de Marx, la sociedad comunista aparece, por una parte, como un estadio de Ia historia humana que resuelve las ‘contradicciones objetivas y subjetivas de las condiciones sociales -producidas por ei capitalismo —estadio que en este sentido es necesario—; uno de los puntos cardinales de su | polémica contra los “socialistas verdaderos” principalmente Pisco Hess, es precisamente la ceftica de las tendencies '« deduce! Ta necesidad del comunismo partiendo de ta “natursleza humana”. Pero, por otra parte, es innegable que para Marx ‘el comunismo no representa meramente una fase hist6rico- evolutiva que sigue con “necesidad histérica”® al capitalismo y sdlo en este sentido es “mas desarrollada” y “superior”; para 4Marx el comunismo ¢s una época de la evolucién humana | contrapuesta al capitalismo y, en general, a todas las formas de ‘Sociedad antagénica que constituyen la “prehistoria” y esa contraposicién es también Aistérico-ilosofica y moral; el * 2 Geona Loxkes, Ontologie der-aerellschatticben Seins , ambos textos péstamon y todavia indie (aeons puis pact, Seowed, Lchetand, 1972, gp sare at ee SEIN Dace la considerable extensign de las notss en te presente cbr, Pa pees ucoebe wy oben lial o-eede captals, det > 6 fa, entre otras cosss porque esa epoca se presenta como ‘en la cual los hombres realizan su metabolismo con la en las condiciones més dignas de su naturaleza y mas adecuadas a ella”. Tal vez valga la pena —en vista de la actual situacién de la critica rsiana— que esa cita, pese a toda apariencia, no procede de Bcrins juveniles de Mats, sino cel volumen terest det nte a causa de Ia continuidad de pensamiento entre las # juveniles de Marx y sus obras de madurer y vejez—yen también para documentar esa continuidad—, aduciremos, : ‘cada caso en el que Marx haya desarrollado las ideas de 4 Manuscritos econémicefilosdficos# los lugares ics dela obeasposeioe, tobe tndo dele ‘Max, Das Kapital, Band I, Teil I, EL Capital (sila: C), trad. W. Roces, 2 ode Caltura Econdmica, 1999, pie. 759.> TAL subrayar Ia continuidad entre las obfas tempranas (en todo caso, steriores 2 1843, fecha de Ia ruprura definitive con el idealism | B) 7 es cess posterior, no tos propoarcs ca, odo, leno | ‘comparacion de unos y otros esritos vas 4 es ¥ cortecciones practicedas entre una fase y otra no silo, en el a sino tambien en importantes cuestones de detalc de Ia concern eonjunto, Fn anteriores articulos be realizado un detillada anilisis del jo ecttrido a cierios elementos intclectuales especifcos, ¥ Iueg0 bs, de lor Menucritos econémicotilosdficos: cfr. G. MAKsUS, die crkenmeristheoretschen Ansichten des jungen Marx” Sobre las jones gnoscoligicas del joven Marx>, Studia Phulosophice, Budapest, 1963, Tuceo en A. Scuwivr, ed., Beitage zur marxistichen ristbeorie, Frankfurt am Main, 1968, pigs. 18-72. & EL punto de partida de las investigaciones marxianas es la > conviccién materialistanaturalista de que “cl hombre es una 4 Patte de la naturaleza”,! esto cs, un ser natural material, © sensorial-sensitivo, originado como tal a consecuencia de are pocesos naturales inconscientes. Se trata, " aturalmente, de un ser natural vivo, que slo puede subsistir ‘por su constante intereambio o metabolismo con la ‘paruraleza; cl hombre asegura ese intercambio mediante su | Propia actividad vital: es un “ser natural activo”? Como todo ‘objeto natural, cl hombre es un.ente finito, linitado. Esto ha de ~ €ntenderse en el sentido de que es un ente dependiente y Suftiente (= paciente en sentido filoséfico tradicional), “lo que quiere decir que los objetos de sus impulsos existen fuera de él, como objetos independientes de él, pero que esos objetos “son objetos de sus necesidades, objetos imprescindibles, objetos esenciales para la actuacién y la confitmacién de las fuereas de ~ su propio sex”? Esos objetos independientes de su ser y que ‘son los que imprescindiblemente posibilitan su ser constituyen, ‘pot asi decirlo, el cuerpo inorgénico del hombre, “el cuerpo objetivo de su subjetividad, dado desde el principio como ‘haturaleza inorgénica”; * en un sentido general, esto se puede decir de los demés animales exactamente igual que del hombre, EL otro sentido en el cual el hombre es limitado consiste en * que Iq masa de necesidades y de capacidades, de fuerzas "naturales y cuatidades de que dispone como ser natural, como fenie biolégico, es una masa limitada. En general, las investigaciones de Marx presuponen dado el =f hombre como ser natural, bioligico; Marx no se suele ocupar Adel proceso genético del hombre. Esto ha movido a muchos @ sostener que en opinién de Marx la antropogénesis —y todo | ‘otro proceso evolutivo natural independiente del ser del “hombre— es por principio incognoscible. Asi, por ejemplo, ) ‘escribe Kostas Axelos en su estudio sobre Marx: “Queda sin “ ‘contestar la cuestién del comienzo absoluto de la historia humana. Marx piensa que esa cuestin carece de sentido, porque ‘no.¢s resoluble en el Ambito de la experiencia sensible; por fo "tanto, segiin él la historia no tiene comienzo absoluto... ‘Maix proclama sin més dnticamente incxistente lo que es Aigicamente inasible”? 8 nacidn de K. Axelos es una deformacién abierta del vista de Marx, Marx, en efecto, ha escrito lo ey s6lo lo siguiente, al respecto: “El presupucsto de toda historia humana es, naturalmente, la oa : de individuos humanos vivos. Asi, pues, el primer hhay que registrar es la organizacién somatica de esos ps y su relacién —condicionada por esa organizacién— 1 el resto de Ia naturaleza. Como es obvio, no podemos estudiar I cente la estructura fisica de los hombres mismos liciones naturales que ellos encuentran dadas, las geoldgicas, oro-hidrograficas, climaticas y dems. Ahistoriogratia tiene que partir de esos fundamentos urales y de su modificacidn en el curso de la historia por la de los hombres” # pein y su estimacién bésicamente positivas de la teorla indican cl camino por el cual habria buscado ya i Marx Ia solucisn de esa problemética.* hombre mo ¢s sélo ser natural, sino que es también nario..."” En uno de los focos del interés filos6fco de vencuentra, en efecto, la caracterizacién del hombre ificamente humano, como ente genérico. Este es el vista que da particular importancia a la 7 icin, tan frecuente en su obra, entre cl animal y el ‘La contraposicién se impone ya en el Iéxico mismo. bla siempre del animal como ejemplar de una especie, Speciei, In cual, a su vez, pertenece aun “género”, 'generi. El hombre, en cambio, es un “ente genérico” ‘Pertenece 0 corresponde como “especie” un dmbito te creciente de fenémenos naturales. y la causa de fa diferencia entze el hombre y el i radican en la diversidad de sus respectivas actividades fodo el caricter de una species, su canicter genérico, en el modo de su actividad satisfacer sus necesidades sino mediante su propia Pero la actividad de los demés animales se orienta nte a afetrar y consumir los objetos de su nccesidad: inmediatamente con la satisfaccién activa dela dada. La actividad de los demés animales es en este ‘una actividad vital limitada. Por una patte, el animal ‘convertir en objetos:de su actividad y de su vida b més que una parte relativamente pequefia y més o menos pprecisamente delimitada de los objetos de 1a naturaleza, a saber, _sélo aquellos objetos cuyas propiedades fisicas, quimicas, ete, ‘satisfagan sus necesidades constantes, hetedadas, constirutivas de su naturaleza especifica. Ademés, tanto la “meta” de su actividad (los objetos de sus necesidades) cuanto los ‘componentes simples de esa actividad, las “capacidades” clementales del animal, estén determinados, dados con su vida, y son en Jo esencial inmutables; por eso es limitado el niimero _ de conexiones y cortelaciones naturales que el animal consigue “aprovechar para su conducta, insertar en su propia actividad: el lugar del animal, su cerdcter, su modo de vida, etc.” Je son “inmediatamente innatos... Aunque la actividad del animal no queda nunca totalmente absorbida por las formas de conducta instintivas, especificas, sino que el animal recubre esas formas, en el curso de su vida, con tna red mAs 0 menos tupida de adaptaciones, costumbres, ‘eteétera, individuales, sin embargo, su organismo biofisiol6gico ‘pondrd en cada caso limites a esas individualizaciones. Lo que ante todo distingue al hombre del animal es una ividad vital, la cual constituye su més propia id vital del hombre es el trabajo. “Es posible distinguir los hombres de los animales por 1a consciencia, por la religién, por todo lo que uno quiera, Pero ellos mismos, Jos hombres, empiezan 4 diferenciarse de los demés animales ‘en cuanto que empiezan a producir sus medios de vida, sus alimentos; ese paso esté condicionado por su organizacién somitica. Al producir sus medios de vida, los hombres producen indirectamente su misma vida material.” " “Por eso el hombre no se confirma realmente como ser genérico ‘mis que en Ia claboracién del mundo objetual *."" El trabajo ‘5 lt relaci6n histérica real del hombre con fa naturaleza y determina al mismo tiempo la relacién recfproca entre los hhombres, esto es, Ia totalidad de Ia entera vida humana. Por ‘es0 el trabajo es ¢l presupuesto natural eterno de la vida humana. El trabajo es ante todo una actividad que se orienta a la satisfaccién de las necesidades no-directamente, sino s6lo a través de mediaciones. El objeto del trabajo no se-hace adecuado para satisfacer necesidades humanas sino porque el trabajo lo * 3 "Objetual’ sirve aqui para significar la coscidad, la materialidad de las coves due son objtce,"Obietivo’ designed un propiedad de cieros ‘ontcsidos de coniesca (empl: los conoctmientes propiamente dihos) s , fo transforma con Ia ayuda de un medio natural 0 do 6 mismo por el tebajo. “El trabajo es por de ‘un proceso entre el hombre y la naturaleza, un proceso. ual ¢l hoinbre media, regula y controle por su propia n su metabolismo con la naturaleza."" Esa mediacién se % como actividad mediadora, esto es, como el ‘viv0 mismo que precede al uso del objeto y lo posibilita; 18: como medio de trabajo o herramienta que el hombre sitta mismo y el objeto de su necesidad y hace acttiat como rio de su actividad. Mientras que la formacién de los as de produccién de los demas animales —a saber, sus ¥ recorre el camino de la evolucién biolégica, el ‘subre millones y millones de afios, el hombre construye no sus instrumentos de produccién, cada vee més a cms septs independientes, En este to repite Marx en El Capital la definicién del hombre Franklin: “toolmaking animal” ** “i S {pena echar una mirada globalizadora a los resultados wsecuencias de esa activided humana especifica, sin “de vista, por una parte, el objeto del trabajo, la £28, y, por otra, el sujeto del trabajo, el hombre. ‘Como 1a actividad humana no se orienta sin mediaciones Ma satisfaccién de las necesidades, sino que media éta trasformacién de las matetias naturales ie un modo stil, Constantemente el Ambito de las cosas que pueden | - Fde objetos de aquella actividad. Por una parte, utilizando a8 en: forma alterada, el hombre puede aplicar cada vez jetos a Ia satisfaccidn de sus necesidades; por otra parte, cosas inadecuadas para el consumo inmediato se le van hecesarias como medios de su actividad trabajadota, Ta medida en que aparece entre los hombres, junto al un a (lo oe oma “produccién ntiva”), el “consumo productivo”, esto es, el consumo Be Gesheién § ce matcciad primes (oc cién y asimilacidn en el acto de Ia produccién), en esa fa Ia totalidad de las cosas consumidas individualmente j hombres se reduce a una parte (subconjunto —visto. amente— en disminucién relativa) de Ta totalidad de ‘utilizadas por los hombres, mientras que entre los 4 animales no se puede practicar una distincién de S, principio enire las categorfas utilizacién y consumo. Esto “implica que ya en su actividad material inmediata y en Ja ‘conservacién de su vida el hombre se apropia crecientemente de Tas cosas de la naturaleza, que su “cuerpo inorgénico” se hace ‘cada ver mayor y que su relaci6n con la naturaleza externa €s cada ver més compleja y miltiple, y, consiguiemtemente, cada ver mis flexible y més elést 2, .esa reproduccisn [la de los hombres en el proceso histérico de la produccién, G.M.] aparece, por una parte, ‘como apropiacién de los objetos por los sujetos y, por otra, como configuracién, sometimiento de los objetos a una finalidad subjetiva, transformacién de los objetos en resultados 'y tecipientes de la actividad subjetiva.” ” El trabajo, la produccién, actrrea no s6lo ta apropiacién de la cosa por el hombre, sino también Ia objetivacién de la actividad, del sujeto activo: en el producto, el trabajo esté “objetivado y el objeto esti trabajado. Lo que pot el lado del trabajador aparecia en Ia forma de la agitacién, aparece ahora, por el lado del producto, como propiedad en reposo, en Ia forma del ser." PEI resultado de la actividad animal es el consumo de ciertos “objetos naturales, su aniquilacién, y la adaptacién inmediata “de otros al cuerpo del animal. También, desde Iuego, Ia “produccién humana se orienta a la satisfaccién de las multiples “necesidades de los hombres; pero —principalmente a causa de que esa actividad, una vez rebasado el estadio mas primitivo, Presupone como medios de trabajo no objetos naturales dados, ssino objetos ya trabajados, de modo que en el caso del » hombre el Ambito de los objetos inmediatamente consumidos "és sélo una parte de la totalidad de los objetos que utiliza—, su proceso de trabajo origina constantemente objetos, con lo que se altera paulatinamente el mundo cifeundante del hombre. El entotno natural cede su lugar a un entorno cultural, ‘a un entorno que es resultado de fa antetior actividad © trabajadora y en ef que, consiguientemente, sc han hecho +» objetos capacidades humanas, fuerzas esenciales hummanas. Esta produccién es su [del hombre, G.M.1 vida genérica trabajadora. A través de ella la naturaleza aparece como obra nae ‘Consiguientemente, ¢l objeto del trabajo es [a objetivacién de la vida genérica del hombre: pues cl hombre no sc duplica ‘en 1 sélo intelectualmente, como en la consciencia, sino suya y como realidad suya . ealmente, y, por lo tanto, se contempla a si “mundo producido por €1." Como dice Marea Feuerbach, uno de los principales defectos tedricos antiguo consiste en que ignard el hecho. dé sensorial-objetual que rodea al hombre no ¢s una abstracta inmediatamente dada desde siempre y | st misma, sino, ya en sus més simples y -objetos, un producto de Ja industria y de la situacién ico..., resultado de toda una | RC cuales se inguié sobre 0s de la anterior, dessrolls y amplis la industria y 0 de ésta y modificé su orden social a tenor de las -nevesidades”. i que el sentido de esta critica del materialismo ‘Ho se limita a la observacién —en wltima instancia de que el ambiente que rodea al hombre presenta ‘Manos humanas. El concepto marxiano de a , sino también y principalmente a la funcic f—evaitivamente dvena de ld las cous naar = ‘e608 abjetos artificiales en Ia actividad vital de - Todo objeto, igual una piedra que una copa de muede utilizar de modos varios en concretas situaciones es. Pero, a diferencia de los objetos naturales, los 8 del trabajo tienen, ademés, una aplicacién normal la ‘matriz real de la vida social (la copa de vino sirve fino el jabén ara lavarse), yest aplierién noel | cuasi-corporizacién como norma ya en la propia de los objeto del tnbajo. Respecto de esos 08 de su entorno, los individuos tienen que desarrollar —en alguna medida— tas. cualidades humanas gue permiten el uso “adecuado” de los objetos del Sea: se tienen que apropiar de esos productos 0. A diferencia de la naturaleza, Ia esfera social Ya en sus manifestaciones més elementales y bésicas, | ¢sfera empapada de normas. En cuanto portadores ‘objetuales de esas normas,* los productos del zon simplemente objeto de uo, sino también ir el hombre en un mundo asf perhumanizado, en tn Ben el. cual las capacidades y las necesidades humanas ‘en el pasado se encuentran ya, como hadas i ‘madrinas, en su forma objetivada, a la cabeceta de su cuna, ‘en un mundo en el cual los resultados de toda la precedente evolucién social estén ya a su disposicién en forma material, Je es posible empezar su desarrollo no en la incoacién del primer principio, sino en el punto en que las generaciones ‘anteriores Jo han dejado. El trabajo, la objetivacién de la naturaleza humana, es lo que constituye la posibilidad de una Fistoria como tal: “Los hombres tienen historia porque tienen | que producir su vida, y la tienen que producir de un modo | determinado...”? Pero hay que considerar el trabajo no s6lo desde el punto de vista de su objeto, sino también respecto de su sujeto, puesto que el trabajo no trasforma sélo la naturaleza exterior, sino que altera al mismo tiempo también Ja naturaleza det bombre mismo: *En el acto mismo de la reproduccién se alteran no sélo las condiciones objetivas..., si Jos productores, porque sacan de s{ mismos cualidades nuevas, se desarrollan ellos mismos ‘través de la produccién, se trasforman por ella, constitayen fuerzas y tepresentaciones muevas, nuevos modos de trifico, nuevas necesidades y nuevo lenguaje.” ™ 3. La apropiaciGn histérica de la cosa como medio de producién 9 como objeto de consumo no significa solamente que el hombre inchiye en su campo de actividad dmbitos cada vex més amplios de fenémenos naturales; implica también y al mismo tiempo —por el lado del sujeto— que el hombre se apropia de ‘nuevas potencislidades esenciales humanas, de nuevas propiedades ¥ capacidades humanas. Del mismo modo que unos nuevos objetos ‘ de consumo significan para el hombre nuevas posibilidades de | goce,** asf también unos medios de produccién nuevos significan para él la aparicién de nuevas capacidades productivas, de nuevas habilidades. “La apropiacién de esas fuerzas [se trata de las fuerzas de produccién, G.M.] no ¢s ella misma sino el desarrollo | de las capacidades individuales cortespondientes a los instrumentos materiales de produccién.”* Eso significa que la acumulacién de riqueza material por un Jado corresponde por el otro una acumulacién de capacidades humans. “Lo que realmente se “amontona’, pero no como masa muerta, sitio como algo vivo, és Ia habilidad del trabajador, el grado de desarrollo del trabajo. (De todos modos... el-estadio de desarrollo de la fuerza productiva del trabajo alcanzado en cads ‘caso y del que en cada caso se parte no existe slo como dispasici6n, | ‘capacidad del trabajador, sino también y al mismo tiempo en los ri ts ms que ese trabajo se ha procurado y que renueva | ente.) Este es el verdadero prius que constituye el de partida, y este prius es resultado de un decurso | mado mds general es posible decir que ef hombre desarrolla | pacidedes de produccién al objetivarlas. La produccién ri primera del objeto no procede de un modo 4 do, sino que, por regla general, se debe a alguna “afortunada | 1", @ una combinacién de acontecimientos de la que . an con relativa pureza Jas conexiones objetivas con cuya sda resulta configurable el objeto incluso sin contar més que las insuficientes capacidades dadas. (Desde luego que ese ss¢ puede dar sin intervencién humana alguna; pero nes obvio que se puede producir —ya en un estadio ntado— como resultado de una actividad investigadora bre.) A través del repetido proceso de la produccién, gutacién de objetos, el hombre se va haciendo finalmente de su propia forma de actividad, del “juego” de sus dades, y sélo a través de ese proceso llega a ser 4 cabo su ‘abajo incluso en ciscunstancias poco ¥ de configurar externamente la totalidad de su objetivadora.* fensiste el contenido objetivo de esa apropiacién subjetiva de un medio de produccién. formacién de un tipo de actividad que ponga el medio. en Ia relacién necesaria para la realizacién dela deseada por el sujeto. (Mis adelante se discutira la ica de la finalided.) La capacidad se presenta asi ién de determinadas conexiones naturales a la esfera de Ia actividad del sujeto, La apaticién de ‘apacidades significa, pues, que el hombre incluye iimente en su actividad y aplica activamente regularidades que no sor leyes de su propia naturaleza biolégica, aalterar esta ultima. El hombre es, pues, capaz de » ir en leyes, en principios de su propia actividad un \ vex més amplio de conexiones y regutaridades Eso ¢s lo que quiere decir Marx cuando escribe qué €f fondensa en si todas las fueraas de la naturaleza para | itradiarlas, que las “aspira y las expira”* ‘acto singular de actividad-humana supone la preexistencia necesidad determinante de la actividad.” Pero en el rico rotal esa relacién se invierte. Desde luego que asics Jo que funciona como primer punto histérico de partida y, al ‘mismo tiémpo, como presupuesto de la ead conjunto originario de necesidades bioldgicas del hombre, Pero ‘no 8 posible entender la actividad social del trabajo en su ‘proceso histérico como una actividad de satisfaccién de Inecesidades naturales eternamente inmutadas. Las necesidades \ que efectivamente determinan la produccién no son las -necesidades originarias en su crudeza natural, sino las necesidades ee ne oie Las necesidades “son tan como los productos y como las varias habilidades fee “ Cuanto més se ponen como necesarias las necesidades engendradas por la produccién misma, las necesidades sociales ‘son ellas mismas el offspring de la social production e intercourse,* * tanto més se desarrolla Ja riqueza real. Materialmente considerada, la riqueza consiste simplemente en Ja multiplicidad y variedad de las necesidades”* Es el objeto ptoducido por el hombre lo que origina la necesidad humana colectiva del mismo.” El cardcter histérico de las necesidades humanas es una consecuencia de la misma actividad del. trabajo. (a) El objeto que sirve para Ia satisfaccidn de las necesidades = humanas no es un objeto inmediatamente natural, sino un objeto alterado por la actividad de 1a produccién. ‘Las necesidades del hombre social no se orientan simplemente a un objeto natural de determinadas propiedades quimicas, * fisieas, ete. (como es el caso de 1a necesidad de los demas fanimales), sino a un producto de determinado, carécter -humano-social. Precisamente por eso se alteran —histéricamente ‘contemplados— los deseos y las necesidades “naturales” ppresentes en cada formacién social, y cambiando de forma y de orientacién,® 0 sea, asumiendo en su contenido concreto un ‘caricter también histérico-social. Como ¢s sabido, Marx suele ilustrar este hecho de la historizacién 0 socializacién de las nnecesidades y los deseos naturales con el ejemplo de ta ‘satisfaccién del hambre. Marx escribe al respecto que “la ‘produccién suministra el finish ** del consumo. Por de pronto, ‘el objeto no es un objeto en general, sino un objeto determinado | que se tiene que consumir de un modo determinado que sélo “a produccién misma puede mediar. Hambre es hambre, dor y cuchillo es un hambre diferente de la que engulle nn hi oe : . Por lo tanto, 1a produccién produce no sélo el objéto », sino también el modo del consumo, y no s6lo- te, sino también subjetivamente”.” curso de la produccién aparecen necesidades npletamente nuevas, sociales por su origen y por su El ser-mediado de la actividad humana, el hecho | relacidn del hombre con el objeto de sus necesidades: por otros objetos (por eso mismo amados pproduce una necesidad social de objetos en modo dos a Ja satisfaccién inmediata de una necesidad jarx considera que ta dinémica de esas necesidades: nacidas de la naturaleza de la produccién material es, Principles dee evolution de It» la mayoria de los casos las necesidades surgen de o de una situacién general asada en ee f. El comercio mundial gira casi exclusivamente produccién.” * los tasgos esenciales de la teoria marxiana de la revoluci6g ¢ atribuye a importancia fundamental: a las ‘gran industria capialista y le naturaleza objetiva de la del trabajo condicionada por ella, desartollan Ia de universalidad, de “fluidez” de la funcién del teabajo ‘al mismo tiempo, la satisfaccién de esa necesidad — mica. Esta acentuacisn de la signifeacin revolucionaria, idades “radicales” —de las necesidades que por | naturaleza rebasan las posibilidades productivas 5 dadas— coincide plenamente con Ia tesis teérica ‘Marx segiin la cual la contradiccién entre las faerzas -conquistadas y las condiciones y relaciones sociales 8 el fundamento objetivo tiltimo de Ia situacién ria, situacién en la cual Ia “maxima” fuerza productiva es 1a clase revolucionaria misma, Este problema cobra hoy una particular actualidad préctica y teérica en los paises capitalistas desarrollados. En estos pafses ha quedado rebasada para bésicos grupos de trabajadores la situacién de Ja “revolucién del hambre”. Este es el centro de las discusiones sobre Ia «nueva clase obreray desarrolladas ante todo en Francia y en Italia. {c) Sobre la base del cardcter especifico de la actividad vital humana —por el hecho, ante todo, de ser éta tuna actividad social y consciente— se producen también nuevas necesidades individuales de caracter histérico-social, Jas cuales no se pueden considerar ya —al menos en su vespecifica determinacién material humana— como simples Jrumanizaciones de la necesidad biolégica. Algunas de estas ‘necesidades individuales de caricter hist6rico social se presentan fen ‘todas las formaciones sociales; por ejemplo, la necesidad de trabajo 0 de tréfico con los semejantes, Otras —como Ia necesidad estética— no nacen hasta un determinado estadio de Ja evolucién histérica, pero a partir de él se estabilizan. Por ‘iltimo, hay necesidades (como la religiosa) que caracterizan s6lo determinadas formaciones histéricas.* La aparicién ‘de estas necesidades cualitativamente nuevas, nacidas como -consecuencias de la actividad productiva material, s lo que hhace comprensible el que, junto a la actividad productiva material y en subordinacién a las regularidades de ésta, sutjan también otras formas de apropiacién de la naturaleza (incluide 1a naturaleza del hombre) y otros tipos de produccién, humana. “La religién, la familia, el estado, el derecho, la moral, Ta ciencia, el arte, ete., no son sino modos particulares de la produccién y caen bajo su ley general.” La relacién entre el hombre y su entorno se hace cada vez mis complicada y abundante en aspectos; deja de ser una relacién de utilidad deteriinada por la necesidad bioljgica."* ‘Marx ha escrito Jo siguiente para resumir su consideracién de a telacién entre Ia ‘produccién y el consumo, o entte las elaciones sociales que los median (la distribucién y cl intercambio): “La produccién lo abarca todo, tanto a si misma en la determinacién contrapuesta de la produccién cuanto Jos demas momentos. A partir de ella empieza cada vez el proceso”." El proceso del trabajo no empieza de nuevo cada ‘vez gracias, ante todo, a esa dialéctica de la produccién y la neeesidad; por lo que hace a su efecto sobre la naturaleza y el 18 cl proceso del trabajo adquiere un catdcter en constante | cuantitativa y cualitativa, en constante universalizacién. | dotado de forma fja, como el producto mismo, etc., < : 0. El mismo proceso inmediato de Ja producci6n se z ; ahora s6lo como momento. Las condiciones y las x ciones del proceso no son ellas mismas més que momentos , como sujetos del cual aparecen sdlo los individuos, = Jos individuos en relaciones reciprocas reproducidas 0 ? (pot ‘ver primera. Bs vimiento propio de los individuos, y en él se renuevan ellos’ mos en la misma medida en que renuevan Ia riqueza “es potencialmente capaz de trasformar en objeto de des 0 de su actividad todos los fenémenos de la , ‘euanto en el sentido de que lega a serlo también ; en sf ¢ irradiar de si todas las “fuerzas esenciales” rf raleza, esto es, Capaz de adaptar crecientemente dda Ja totalidad de las leyes naturales y, jientemente, de alterar con penetracién cada vex mayor 4 ‘entorno en expansi6n progresiva®® “La universalidad se manifiesta de modo préctico precisamente en: 4 lidad que convierte la naturaleza entera en su cuerpo ; ¢o, tanto porque la nataraleza es 1.° un medio de vida cuanto porque es 2° la materia, ef : Ja herramienta de 1a actividad vital del hombre.” * ¢ so de universalizacién del hombre se nos presenta con minacién doble. Por un lado, aparece como oe del hombre, como metamorfosis del hombre, a de ser un cnte natural limitado a ser un ente ‘cada ver més universal. Por otro lado, el proceso se ‘como humanizacién de la naturaleza, como “retroceso ‘atural”, como una trasfotmacién de Ia naturaleza ‘humana, trasformacién que tiene por consecuencia ~ 0s objetos del entorno del hombre se conviertan en de naturaleza y hombre se realiza en la produccién Ly en el tréfico social determinado por ella en medida Sa en cada époci, pero de un modo progresivo y én histérica. “La sociedad ~ \ es, pues, ln unidad exencial consumada dl hombre on ta ‘naturaleza, la verdadera resurreccién de la naturaleza, el faturalismo realizado del hombre y el humanismo realizado ~ de la naturaleza.”* La’ humanizacién de la naturaleza y la q = naturalizacion del hombre se presentan como dos lados, dos ex, Gkonomisch-philosopbische Manuskripte aus dem Jabre 1844 determinaciones de un solo proceso (aunque en el-cutso de la : ees Mimxfevons Gevemtestesbe [MEGA ‘evolucién histérica ambos aspectos se pueden separar relativa 4 Jrroduccidn y notas de Francisco Rubio Lirente, y temporalmente, y hasta entrar en contraposicién el uno con ‘ins Bens 18, oe iL fl otro), y su unidad se cxpresa en el “sive” *? que tan 3 ia Sta fgustosamente ntiliza Marx en los Manuscritos econémico- Grae de Kei ae Toss oKt Bean, 1953, pig, 16 losbjicor, “cl ser bumano de In naturaeza 0 ser natural Fier re ei tC teenatie del hombre”; “Este comunismo es, en cuanto naturalismo yo. 1, td. rom eclcén a cargo de Tose Arico. fonsumado, = humanismo, y en cuanto humanismo consumado | eae Madi, Siglo 2X1 de Espa eee = naturalismo”.” Etcétera. “La misma historia es una parte of Axeu cas, Marx, penscur de la technique, Parfs, 1961, pig. 56. ~ eal de Ja historia natural, del devenir hombre ta “it Eacagttre ee ee rnaturaleza.” ® Mfates 32 Barcloan Montevideo, TPO y Gabo, 197, ‘La iiltima frase citada muestra claramente que Marx considera sate pu thn pad el dl trabajo, Ia actividad productiva humana, segin su doble Spates ey i Tncrcara mn, sega in cual la oto natal ‘aspecto y significacién. El trabajo aparece, por un lado, en su ace ae ee ee aie ee | determinacién antropoldgico-soctoldgice, como proceso de See nn ee anna de mon ~autoproduccién del hombre, de su autocreacién en la historia. nen ines tage Mr rele “El hombre socialista dispone de la prueba intuible, oie aabursler y de les eseras de SS enone. paolo ee | irresistible, de su nacimiento por obra de si mismo, de su Se iy fures incmscentes del esprit, desemoca a le = | proceso genético, porque para él toda Ta llamada bistoria universal 7 Se ee eee oe | no es més que la produccién del hombre por el trabajo MSE le concepcion fcealisa nical; el cambio en su conjumio | fumano, el devenir de la naturaleza para cl hombre.” ® Por fondo a que cn el sisterng intelectual de Mars, 6 taneorms | otra parte, la produccién humana aparece en su determinacién | asl spar hud Sette El come del wes Mara | Grolutivo-natural como estado supremo, como forme ee crnicens pests Ser is incu eee 9 | eualitativamente nueva del desarrollo de Ia naturaleza. “El trabajo ‘esa problematica. La misma influcncia fecundadora de | esel fuego vivo, configurador, Ia caducidad de las cosas, su is nist co este tena, € parte Dot femporalidad, cn coanto que es ss formacién por el tiempo vivo." mics tet feta’ hat ene envio | Bsorno significa que Marx atribuys al trabajo y al hombre ni poct | TAs RiBBASgB St ci, “Gindamento naturalist |i mucha importancia cosmoldgice. Apenas tiene sentido hablar ‘pag. 1 11 | de evolucién 0 de desarrollo con referencia a Ia totalidad del Rriik des Hetelchon Stostsrechte, MEGA, Abteilung T, ‘cosmes. Pero con referencia a la determinada parte que 10s es ee acces ato de ecame 4 ‘conocida de Ja naturaleza, la parte en Ia cual se siguen garden mundo objetual, ta laboracton de la natures desarrollando procesos evolutivos, el trabajo, la produccién Tee eee enh cl conee Gone feria social aparece —a tenor de nuestros actuales conocimientos— eo ears ci de omen core oa | Gomo Ta forma de evolucién més infensa, més ripida, de efectos eS this amplios y expansivos, y:no-sélo como una aplicacién © +7 La digyuncién “o”. * ah rae- eras ce Taicce Ys on le pie le, 47> "os productos del trabajo no son sélo nit son Jos Dportedores de las notmar sociales, de las experiencias sociales ¥¥ sus mediacores entre los individuos y Iss radio de 1a evoluciéa Bey a spore, junio al abso, como prepa waiver de Ie ir existencia de dot sistemas bisicos de teglas de la ida cotidiana. Ia costumbre ¥ cl Lenguaje. Frente a Jn objetivacién en Sentido estricto que se tealiza en los productos del trabsjo, esos otros dos Sistemas de fealos s© pueden considerar sistemas sociales ‘de objetioacién. EL modo como nicen de lz unidad inicialmente indiferenciada de I ‘produccién ¥ Ja vida cotidiane, y sobre "base de lis tes formas’ bésicas Iducidas de objctivacio, los tipos de objetivacin superiores —Ia eseritura, cide de el atte, a len ete ex tin momento esenctal de 1a a fevolncion histrico-scial. (Ademés de la Evética de Luxics, trata, detalladament {a ids cousiane, te esta problematic: Hexurn, AGNES, A mindennapi élet 1970, y Bence, Gr., ¥ J. Kis, A ayelo a ‘lisletében {El Jenguaie en la teoris de. la, vida mindernapi Cotidiana), Altlénos Nvelotszeti Tarulméok, 1970, vol. VI.) 19. 1A, 19, IP Grundrisse, 394. 2 “veda Fiqueza cbjerualmente desplceads del ser Irumano es lo que ‘en parte produce yen parte desatolla Ia riqueza de In sensibilidad Subjetiva, un ofdo musical, un ojo para la hermosura, de 1a forma, ‘entidas capacea de goces humatios ¥ que se actian como eke, Feces eencales bumene®” (MEF, 120 ‘cFrad. city pds. 1502) ‘Hibleremos ain de Ia constitucién de nuevas formas de, goce. BIA, 57. 22 Manx, Theorien aber den Mebrwvert, Teil 3, Berlin, 1962, 252 Bs “El coosuo os To. qve consuma el acto dé, ln producién.. al ts ey 5 Wace sever En kn Montes econ oper diane scion anascron : ‘Senudo ost y ota confumamente mediante cl crmino Tucras (Grunbisse, 1515 . Es muy carecteristico de le concepeién marxiana del bombre el que rho sebure talantemente las necesidades de las capacidades, sine que ‘determinaciones Teciproctmente candicionadas del individao esencials’ ‘onstinayen un proceso htt que n0 se encoeatss en * (iia 61). Mase nendsticorelativistas que le fueron totalmente sjenas, como, ‘In idea de que la attculacién sensorial del mundo realiada por “ee tan “verdadera™ come la reilizada por una mosca cit, plas. 543, 671.> isse, 13. ‘pie. 12.> También en MEF, 119-120. | Ide, pies. 148/9.>' Dicho sea de paso: los cultivadores de Ii rl anvbropoloey La compliceda dialéctica del desarrollo de las fuerzas em Ps acostndes den pectin lr nocd iu 3 Ibid, 0. “SP La wniversldad del traboio ex waa tendencia indrinsece que, se 2 figse de las determinaciones bisicas espectic de esa, actividad “Dero el'mismo proceso de ‘rabuio en cuanto actividad teleolésica para He prsincin rars cni4 ro s Kuma ie vi ae 146) Los Mnecanismos sociales pueden sez) por ejemplo: 1a remulacion tects, estatal 0, eo general, piblica, del proceso de ledadles tssticas 7. del feudalismo); la desvincia del ee de vation | Gesroto dee Src cars despair aa ln evolocéa de contunto de hy writ (tcndecies 8 fe elaboraisn Gndividual-artistica del producto, principalmente on la artesania fa en cunato cbvaclizs i fendenca al desaollo de ta dil O's le aionliacign del Proce de prorucion) mecaniaros Mphiben a pens de scanciones 3 telaiones sociales ge fen el esto Husgienmenic do] srfan presapucron del cesarola saperio: de Ja produccién, por elemple, los expecicos mecanismos “jgualitarios” de lox Pepi pcs le voids neimitiva ode las comuniades aldeanas “Titans My ey de tna comet ey i, ah "—Greaizacionessciaes gue an on extndio dado y wna exten © BAG 2S aly te tn de iran, pind | Sit av cvpamsién y su Pouossniacin (como los varies tipo, de intereambio © teguindo fates ¢ intracomunal, el sistema Yaimani de ls India, ove ya i ee ne Ja influenciaciGn de las motivaciones productivas pot ES ‘Max bla Slo. de delerminados sstemat stiolSpieo © ieoléeios cx. “Tshos veces de ete problem cn ty Plano seneal, ante todo a propio ‘del estancamiento de las socicdades “asisticas” (por ejemplo, en Kapital I, oT concep I coal el Bee ee in 1d, is Be sets ce Sinice Stoececte scien oe Sicier Sicatocia hl eae Snes Sidi dtr del ab ee ee ee Deca rs | eerie ae ee eee ee I. cit., pags. 196/97>, y Grundrisse, 137 y 716 Spee a ee ee See meccc coe on cena ae or el consimo una preducién patra ca se oonpais se le teas a Me icardiona de ae produccidn, ae produccién” a Bice pos i cameos (as caste En la Historia critica de las teortes de la plasvalia Pein cots peed oo te wetaraey TS coos Ota toe aeons a Sion an ee eee Bienes wy suie Sooe ae sooene eee fees fed torre ee ee te co ner an ae 2 Ben > feo? a ee ae Bipig: Ws). La pevdece copalins i goes ea i tomes opto vit indy mexquino™ jens; en ella aparece por vez primera “la luceisn, Bet esnine Te Seca Ges enlace pests fests she oops coy att erie cnet Caicee ten a sa tra ee chaise ee seat eee én del hombre como ente que trabaja yes, por lo, real no agota en absoluto el concepto marxiano de “humana, Los momentos antes discutidos implican Jones que los completan y los desarrollan y son amente. fhombre es un ente genérico, esto es, un set jtario. “Como el ser bumano es el verdadero de los hombres, éstos creat, producen mediante ide su ser el ser-comunitario humano, el ser social, gin poder abstracto y general frente al individuo p el ser de cada individuo, su propia actividad, Ja, su propio espiritu? su propia riqueza.”"* Esta ser humano como comunidad contiene dos mamente enlazados. Significa, por un parte, que Mlevar una vida humana, no puede ser o tal més que en su relacién con los demés y a ‘de esa relacién, La concepcién del hombre como y su presupuesto, Ia idea de la posibilidad Thumana fuera de o independientemente i, 5 una ilusi6n filoséfico-ideolégica producida duos que viven en las condiciones y relaciones Ja produccién mercantil y se encuentran reunidos 2 (Este momento es el particularmente gsen’>.) Por otra parte, el individuo no es individuo que en la medida en que se apropia de las Tas formas de conducta, las ideas, ctc., originadas s por los individuos que le han precedido o n con él, y las asimila (més o menos universalmente) Ly a-su actividad. Asi, pues, el individuo humano o tal ¢5 un producto en si mismo histérico-social. lad social y el espiritu social no existen en modo alguno de actividad inmediatamente comin y espiritu te comin... Cuando actio cientificamente, ete., ue sdlo puedo ejecutar en comunidad inmediata con tivo socialmente porque lo soy como hombre. No terial de mi actividad se me da como producto, que el lenguaje mismo en el que acta el ‘que mi propio existir es actividad social... El “au individuo es el ser social. Por eso su manifestacién vital aunque no se presente en Ia forma inmediata de una manifestacién comunitaria, realizada junto con ottos— es manifestacién y confirmacién de la vida social. La vida individual y la vida genérica del hombre no son diferentes, por més que, necesariamente, el modo de existencia de In vida individual 5 un modo més o menos particular o general de In vida genérica, y Ia vida genérica vida individual més 0 menos Particular o general.” * (Marx expresa a menudo —aunque no siempre, dada la asistematicidad de su Iéxico— este aspecto mediante el concepto de “ser genérico” .) ‘Los dos aspectos aqu‘ discutidos de la socialidad humana estén ya dados por el trabajo en cuanto actuacién vital humana ‘specifica. Por una parte, el trabajo no-es posible sino como actividad colectiva (realizindose ese cardcter colectivo directamente 0 a través de mediaciones). Mientras las fuerzas pproductivas sociales de los individuos —tanto en sentido sbjetivo-cisico cuanto en sentido subjetivo— estén relativamente poco desarrolladas, mientras se enfrentan con una naturaleza telativamente poco alterada, el trabajo es de wn carfcter inmeditamente colectivo, es trabajo de grupo 0, por lo menos, trabajo condicionado, determinado por la pertenencia de los individuos a una comunidad “esponténea”: “La comunidad misma aparece como la primera gran fuerza productiva”.* El ulterior desarrollo de las fuerzas productivas posibilita una ‘produccién auténoma de los individuos aislados, no regulada por vinculos comunitarios inmediatos; pero ese desarrollo mismo ‘no €s posible sino por el de Ja divisién del trabajo y el del intercambio, por el hecho de que los hombres producen Tos wnos pare ios otros, por el hecho de que sus productos se complementan reciprocamente; asi, pues, la aboliciSn-superacién del caricter inmediatamente colectivo de la actividad productiva no es posible mds que pasando por la bersociacién o socializacién de su ‘contenido, de su determinacién interna, “El hombre no se singulariza sino a través de y por el proceso histérico. Originariamente aparece como ser genérico, ser étnico, animal ‘regario, y en modo alguno como tipov mokutuxév * * en sentido politico. El intercambio mismo es un medio capital de Ie 8 Expresisn grisea ysada tdenicament é son gies sada icamente por Avinttley seca macién! El intercambio hace superfiua la horda y la Esto ocutte en cuanto que la situacién se ha trasformado odo que el hombre, singularizado, se refire ya slo egal gears pert ‘se han convertido en su hacerse general y comin.” * “otto lado, la actividad del individuo productor mismo do aparte las tclaciones que en cada caso tenga con “individuos— es siempre, en cuanto que se rebasa las 5 itivas, instintivas, una actividad de x , en el sentido de que los medios de @ utilizados y la capacidad de usarlos descansan siempre | aptopiacién y la aplicacién de las fuerzas productives y : nas de actividad creadas ya antes por las generaciones “ ' La determinacién del trabajo humano como iy vital mediada por objetos implica la propiedad de ‘trabajo: vivo no se ae realizar més que pasando por pcién y el “consumo” del trabajo muerto;* de este ‘presenta cada acto individual de produccién como un iinado histérico-socialmente. pone de manifiesto que los dos indicados momentos ergenérico” del hombre (a saber, Ia colectividad y la pacién histérico-social) son de hecho dos aspectos. de sma constelacién, ‘que sdlo pueden existir juntos y en recfproca. El individuo no puede apropiarse de las materiales y espirituales histricamente producidas ¢s a través de la colectividad humana, del tréfico.con hombres. El nifio encuentra dado un medio humenizado, figurado por ¢l trabajo humano, materializacién de fuerzas es humanas, pero no le son atin dados directamente los jos en su estructura humana. “Ni la naturaleza en sentido 0 ni Ja naturaleza en sentido subjetivo existen de modo Yo y adecuado para el ser bumano.”* En cuanto objetos anos estén dados s6lo como tarca. Para poder comportarse ecto de ellos en cuanto objetivaciones de potencialidades uciales humanas hay que desarrollar la capacidad de ; os o de producirlos, la cual no es una facultad naturalmente | ero esto —en Jo que respecta, al menos, a las formas ie as de comportamiento y » las formas objetivas de la no puede conseguirlo el nifio més que por la de los adultos, esto es, de In sociedad, de las as de colectividad existentes en cada caso (familia, etc.); demis eso explica que el proceso requiera un tiempo tan asombrosamente corto." Pero, por otra parte, las intertelaciones entre los individuos —prescindiendo aqui de las formas de existencia primitivas e instintivas que constituyen el punto de partida de la evolucién especfficamente humano-social— no son fnunca relaciones naturales inmediates. En cuanto relaciones entre determinados individuos Aistéricos, tienen siempre como Presupuesto las formas de tréfico material y espiritual que encuentran dadas dichos individuos y Iuego modifican por su propia actividad, sin que dejen de fjar las posibilidades y los limites de su propia individualidad, de su modo de vida y de sus relaciones reciprocas. Desde luego que la socialidad del hombre no se reduce al acto de produccidn.” La socialidad es un rasgo esencial del individuo entero y penetra en todas las formas de su actividad vital. En Ja produccién misma, sobre la base de las situaciones y relaciones sociales producidas en el proceso inmediato del trabajo, se constituyen en el curso de Ia evolucidn histérica esferas de ‘clertas formas especificas de actividad social, dotadas de una independencia relativa, como Ia distribucién y el intercambio, Ja estatalidad con sus instituciones histdricas, etc. El descubrimiento de la relacién entre el proceso inmediato de Ja produccién y estas formas es uno de los objetivos més importantes y més conocidos de 1a concepcién marxiana de ta historia, Al mismo tiempo, Ia vida colectiva, socisl, produce también nuevas necesidades individuales, ante todo la necesidad de trato humano. La concepeién marxiana de 1a relacién entre el individuo y Ia sociedad se basa en esas consideraciones. “En este punto Pia, dade lasge, que ol dexainllo de ai idividoo ith condicionado por el desarrollo de todos los demés con los que se encuentra en relacién directa o indirecta, y que las distintas generaciones de individuos que entran en relacién unas con ‘otras tienen una determinada conexién entre ellas, que los individuos posteriores estén condicionados en su existencia fisica por sus predecesores, asumen las fuerzas productivas y las formas de téfico acumuladas por étos y quedan asf “determinados en sus propias relaciones reciprocas. En resolucién, queda claro que ocute una evolucién y que Ia historia de ‘un individuo singular no se puede en modo alguno arrancar de Ia historia de los individuos precedentes y coeténeos, sino que est determinada por ésta.” Es necesario subrayar dos momentos de ese contexto. Primero, 30. i condiciones histérico-sociales que determinan al individuo n entender como cadenas externas y ajenas que itrofiar, reprimir, etc., sus inclinaciones y aspiraciones 2 Esas condiciones son, por el contrario, las autéaticas nes intrinsecas de su individualidad concreta, esto es, e$ a su vez apropiadas, convertidas en elementos y esenciales de la personalidad del individuo, “Pero el ‘no 5 una esencia abstracta en reposo fuera del mundo, bre es el mundo del hombre, el estado, la societas.” ™ idades, Jas necesidades, las formas de trifico, etc, idas en la realidad social-material se convierten, por su. n, en elementos intrfnsecos, de contenido, del ser del individuo, y la individualidad concreta x humane no se origina sino a través de la in activa en el mundo producido por el hombre, & de una determinada apropiacién de éste. En 8 fases histricas y para determinadas clases —y tituyen en barreras externas para el individuo, en fuerzas figs que inhiben su personalidad y la deforman. Pero ‘debe a que el ser social dado y la participacién activa 1 desarrollan en los individuos necesidades, capacidades, ciones y potencias humanas sociales cuya realizacién 0 ese mismo ser social no posibilita mis que ente, deformadamente, o de ninguna manera, cisién interna del individuo, a consecuencia de Ja cual no ya su vida como vida suya, se expliea por Ja escisién jautocontradictoriedad de la realidad sociomundanal misma -que viven esos individuos y por la que estén determinados. ssegundo lugar, hay que decir que serfa un error el interpretar inacién histérico-social del individuo en el sentido de da concreta individualidad humana fuera descomponible y sin resto a un conjunto definido de determinaciones (© sociales y biolégicas) y consiguientemente comprensible ‘resultado mecénico del funcionamiento de esas tminaciones." El hombre no es pura pasividad, no es la onta de su entorno material y social. Como ya se ha dicho, elementos de su entorno no se convierten en momentos de su individualidad, sino en la medida en que se ppia, esto es, como consecuencia de su propia actividad. 3 E E Esta activided y sus consecuencias sociales son los agentes que pprincipalmente constituyen y configuran de modo inmediato. al individuo en cuanto individuo espectficamente humano. Todo individuo concreto encuentra dado més o menos estrictamente, pero siempre, con Ia situacién hist6rica existente, con su posicién de clase en ella, etc, el efrculo de sus formas de comportamiento y activided posibles y el cardcter general de sus consecuencias sociales, Precisamente por eso es posible prever en sus tendencias principales las formas sociales de comportamiento, las posibilidades hiseoricas de grandes grupos de individuos, de clases, por ejemplo. Pero de ningin entorno social es posible deducir, por detalladamente que xe lo analice, la necesidad de una determinada accién individual o de un determinado carécter individual. La determinacién de una vida concreta no se puede entender més que analizando la interacciéa entre el entorno social y la actividad individual. Por usar la hermosa expresién de L. Kolakowski, diremos que Ia evolucién de Ia individualidad focurte en un ditlogo ininterrumpido entre el hombre y el mundo, entre la actividad objetual y la realidad social El hombre no puede construirse la vida més que con el material ‘que Ta sociedad le pone a disposicién. Pero, ineluso en la de més universal alienacién, es el hombre mismo el ‘gue —dentto de Ifmites tan estrechos como Io sean— construye Ja. vida con ese material ‘Mientras que en el andlisis del proceso de produccién la ‘evolucién histérica se revela como el proceso por el cual el hhombre deviene un ente natural universal, esa misma evolucién desde el presente punto de vista como el proceso en ‘el cual el hombre deviene ente social universal. La intensa ‘ampliacién de la produccién Weg a ser posible porque adquiere earécter social no sélo en su forma abstracta (plano en el cual ‘toda concreta actividad de trabajo tiene cardcter social, puesto {que s6lo es posible por Ia apropiacién de las capacidades y los medios histéricamente producidos, apropiacién que se realiza ten el trifico social), sino también su contenido concreto, o sea, porque los individuos empiezan a producir los unos para los otros, tus productos se complementan recfprocamente, su trabajo se ‘convierte —“a espaldas suyas”, sin duda— en auténtica ‘componente integrante de un trabajo total social, y los productos se convierten en producto comin del trabajador colectivo, testo es, de un personal trabejador compuesto, En el lugar de las ‘pequefias comunidades cerradas, en las que se trabaja juntos, 32 ‘mayotes, cuyos miembros trabajan de una forma u ra los wnor para los otros, La actividad del individuo se hace duos cada vez més amplio; al mismo tiempo se tituyen para los individuos las condiciones histéricas més 4 es, en Jas cuales pueden apropiarse de las experiencia, et y Ia riqueza del mundo acumuledos por la humanidad iy utilizarlos. La historia de tas hordas, las tribus y las origina paulatinamente la historia universal, y el individuo = Se convierte en un ente universal, en un ser bistérico- i wal. “Sélo con ese desarrollo universal de las fucrzas tivas” “se pone un tréfico universal entre los hombres”, lo % *ha puesto finalmente individuos histérico-universales, og mente universales, en el lugar de los locales”, ic a :ién del tréfico entre los hombres a ee —si se atiende a la tendencia mds general de la evoluciéa las condiciones de la autonomfa del hombre individual le su propio entorno y, sobre la base de esa autonomfa, nes del despliegue de la interioridad humana, de Ia dad humana real. “Cuanto més atts retrocedemos | historia, tanto mis dependiente se nos parece el individuo. 6f, tanto, también en cuanto individuo productor—, tanto $ petfencciente a un todo mayor...”;"* los individuos de equefias comunidades “mezquinas”, certadas, tipicas de , arcaicos de la evolucién histética, se presentan ‘Meros accidentes de aquella sustancia comunitaria."” ‘ olucién, a través del tréfico, cada vez ms universal ipalmente a través del intercambio—, disuelve aquellas comunidades que parecfan, por ast decirlo, estos naturales de la vida individual, dato previamente | inmutable, En este sentido la universalizacién y la | jalizacién del hombre son un proceso unitario, aunque a lad (como se indicaré més adelante) no se realice, toda una gigantesca época hist6rica, sino a través de A jones (Ja universalizacién es en Ia era de Ia alienacién | d de la individualizacién y la despersonalizacién). : Tos rasgos caracteristicos de la naturaleza humana que 4 es la consciencia, el ser-consciente. “La actividad eee fle 3332 vital consciente diferencia inmediatamente al hombre de 1a actividad vital animal. Precisamente y exclusivamente pot 50 es el hombre un ente genérico, O también: es un ente consciente, © sea, su propia vida le es objeto, precisamente porque 5 un enté genérico.”}* El animal se comporta, dentro del marco de una actividad limitada, de un modo inmediato respecto de los objetos de su necesidad permanente, bioldgicamente determinada. El Ambito de los objetos que consigue insertar en su actividad es limitado, razén por la cual sélo un grupo relativamente limitado de bjetos y de propiedades objetuales tiene significacién orientadora para el animal y le sirve como objeto de su actividad psfquica (en la medida en que estd suficientemente justficado el hhablar de actividad psiquica a propésito, al menos, de las ‘especies supetiores.) Incluso cuando se trata de objetos de ‘impottancia vital para 41, sélo son signifcativas para el animal das propiedades que “sefializan” un efecto de importancia biolégica. ‘No se trata sélo de que el animal no configure su entorno sino ‘en la medida de las necesidades de su especie, sino, ademés, de que s6lo consigue orientarse de acuerdo con ese criterio. Por eso Ja reproduccién y la estructuracién del mundo en Ia “cabeza” de un animal y en la de un hombre difieren no sélo en pobreza 0 tiqueza. Como la actividad vital del animal es una actividad inmediata en la que coinciden el motivo (el estfmulo de la actividad) y el objeto (al que se orienta la actividad), la cosa no se le presenta nunca independientemente de la necesidad actual, sino slo y siempre fundida con ésta. La articulacién del entorno dada en las percepciones del animal depende de su necesidad del momento y, en general, de los rasgos momenténeos de la situacién sensorialmente dada, y carece de permanencia objetiva. No existe, pues, para el animal, ningiin mundo como objeto, independiente, y tampoco existe el animel mismo como sujeto independiente de su objeto. El animal no tiene ser-consciente. “Cuando existe una relacin, esa relacién existe para mi; el animal no se relaciona con nada, no tiene relaciones.*® Para *9 Marx utiliza sguf una posibidad expresiva oftecida por la etimolosis comin de ’Verbiltnis’ (traducible por ‘telacién' y, en otes eontexios, ns Pe, Yr) Verein (stra oe ‘comportemiento’, conducts’), Una versién ‘su texto que recogiers todos sus matices podria set és: “Cuando existe un portarsc respect de, ete portarserespecto-de existe pera ‘animal no se-porta respecto-de ada, 34 n. La accidn orientada al objeto no es idéntica con la sfacciOn inmediata de Ja necesidad, porque no aspita a el objeto natural previamente dado y adecuado para el sino a trasformarlo (a menudo a través de miéltiples jones); por eso el trabajo produce y supone necesarlamente 10 y objeto; el trabajo engendra el ser-consciente y el to-consciente del hombre. Sélo es posible una actividad juctiva especificamente humana cuando es posible la sposicién y comparacién del objetivo en cuanto imagen de la forma deseada del objeto con 1a cosa objetiva Imente presente, percibida, cuando la actividad se convierte etividad dirigida por el fin y controlada por el fin. De este el mundo objetual aparece al hombre con independencia telaciéa del individuo con él, como realidad objetioa ite a 1a cual legan a consciencia como subjetivos los deseos , Jos fines y las necesidades, el mundo interior emocional tual del hombre. El trabajo mismo es, a consecuencia caticter finalistico, actividad conjunta de la mano y el , ¥ el producto del trabajo aparece necesariamente como ivacién simulténca de capacidades ffsicas y capacidades ituales. “El hombre individual no puede actuat sobre waleza sin activar sus misculos bajo el control de su propio bro. Del mismo modo que en el sistema natural la cabeza © van ya juntas, asi también el proceso del trabajo ccaracterizacién del ser-consciente humano Marx presupone la intencionalidad del mismo, La consciencia es consciencia , tiene una orientacién objetual, Por una parte, la aparece como “reproduccidn intelectual” de la ii, como conocimiento del mundo circundante, del hombre del sujeto material activo mismo. “Las representaciones hhacen estos individuos son tepresentaciones de su ta, Para el animal, su portarsetespeciode no existe en cuanto 35 entre ellos, © representaciones de su propia estructura.” ® Por otra parte, la consciencia aparece como ta “produccién espiritual” de los fines, los ideales, las ideas y los valores que se realizan pot medio de la activided, Precisamente a consecuencg de ese caricter orientado objetivo-objetual —ya como “teflejo” ¥a como tendencia a la objetivacidn de intenciones subjetivas—_’ 5, sein Marx, comunicable la consciencia, capaz de expresign Tingifstica en todos sus aspectos. La concepcién de la consciencia como sentimiento interno e incomunicable de Ia individualidad y la subjetividad puras es La concepcién misma es completamente ajena a Marx. inevitable, como consecuencia y teflejo deformado de las situaciones y relaciones en las cuales el individuo es incapaz de individualidad, exteriotizar y realizar plenamente su Precisamente por eso el hecho de la intencionslidad no se ni se prueba por via de intuicién o “reduecién fenomenolégica” de la consciencia en cuanto ser-en-st * inmediatamente percibido y sentido. La inmediatez de los fenémenos de consciencia —por indudable que sea como factum de'la introspeccién— es sélo fenémeno, epariencia en el sentido marsiano del término, 0 sea, conexi6n superficial que, si se fija © cristaliza unilateralmente, » encubre el ser profundo y la dcterminacién de los fenémenos mismos. Pese a su inmediato ‘serdada y al hecho introspective de que se diferencia ~ absolutamente de cualquier otra manifestacién vital (hecho introspectivo cuya negacién seria absurda), la consciencia “Ro-¢s més que un momento parcial, determinado por el todo, de la vida y de Ia Ia consciencia nace de dad de los hombres sociales, materiales; actividad, razén por la cual su determinacién se puede inferir de la funcién que desempefa en lla, Toda comprensisn de Ia consciencia que haga abstraccién de su sujeto real, del individuo concreto, histéricamente determinado y de la actividad material de éste, 0 que no peice sa actividad sino entre los “paréntesis” de la epojé* ® Hs _singulares de la consciencia, " hist6ricas de esos momentos. fetichizard inevitablemente los varios momentos atribuird a las varias caracteristicas ¥ de Ia consciencia misma un ser Suptahistético independiente de Jos individuos concretos. “Los hombres son los productores de sus reptesentaciones, "10 Témino griego tecnificado or E. Husseel pata significar el aislamiento smetidio, Ja seperacon, metoiea de serdtcamene Imtercsantes (puts ta invetsncion honda) de om ence 36 titutivo de a actividad vital especificamente humana, se trata de los hombres reales, efectivos, tal ‘condicionados por un determinado desarrollo de productivas y del trifico a ellas correspondiente, as mas amplias formaciones. La consciencia, el ser- nite, no puede ser nunca sino el ser consciente, y el ¢ los hombres es el proceso vital real de los hombres.” * jencia no es en realidad “sino la consciencia de la ‘existente”,” y su orientacién 0 intencionalidad objetual fgualmente del carécter material-objetual de esa cién marxiana de la consciencia se cont ite a Ia hipostatizacién idealista de los fenémenos: és y también a la interpretacién de la consciencia oe burgués, que. es la recogida literalmente retaciGn staliniana del marxismo. E] materialismo. a Marx se basaba en la gnoseologia tradicional que ea de una cortante separacién, contraposicién y comparaciéa contenidos individuales de consciencia y el conjunto de dad material; por eso dicho materialismo no ha podido la unidad féctica del hombre “material” y el hombre tual-moral” mas que degradando la consciencia, Ia interior” del hombre 2 una especie de derivativo lp de las sombras”, secundatio y ontolégicamente irreal: dicién de epifendmeno. En cambio, Ia concepcién ~ de la consciencia, que 1a entiende como momento iado y constituido a su vez paulatinamente en el cutso | evolucidn histérica y materializado en formas propias de ¥ided y de objetivacién, subraya inequivocamente la realidad y la “cismundaneidad” del elemento consciencia. La ia no es s6lo un fenémeno concomitante necesario edo hacer y de todo proceso social, sino también un t0 a la vez constituido y constitutive de esas actividades 98 procesos. Las formas del cercbro humano —histéricamente das y heredadas— a través de las cuales la realidad se ke adecuada o inadecuadamente consciente, a través de las cuales apta ¢ interpreta la realidad y que, por lo tanto, motivan es, son ellas mismas “fuerzas materiales”, no meros pasivos de la vida social, sino factores codeterminantes, Hla reproduccién y la transformacidn de las relaciones y situaciones Gales. Esta idea attaviesa toda Ja obra de Marx y se . wentra ya en su tesis doctoral (véase el desarrollo acerca de la 37 conjunto de rrociones apaiece més tarde con plena claridad en Ia teoria tmarsiana del “fetichismo”, En efecto: esa teorfa no se reduce ita nocién de que las rélaciones y situaciones sociales propias foman necesatiamente una forma falseada, fetichizada, en la onsciencia de los sujetos de Ja produccién capitalista, forma fetichizada cotidianamente reproducida por sus cotidianas condiciones de vida; Ja teoria revela al mismo tiempo que ‘eas deformadas fotmas de consciencia son un elemento necesario y un presupuesto de ‘asf, por ejemplo, escribe Marx a propésito de la forma histérica es ‘te metcantilista del fetichismo del dinero: “Pero tn la determinacién segan la cual se desarrolla aguf [el dinero, GM] esté implicito el hecho de que la ilusién acerca de su aturaleza, esto es, la fijacién de una de sus determinaciones en fibstraccién ¢ ignorancia de las contradicciones que conticne, qe presta esa significacién realmente magica a espaldas de los individuos. De hecho, gracias a esa determinacién ‘autocontradictoria y, por lo tanto, ilusoria, gracias a est abstraccién se convierte el dinero en un instrumento tan “Jmponente del desarrollo real de Iss fucrzas productivas sociales.” Y precisamente por eso la critica de tales + sepresentaciones fetichizadas de la consciencia cotidiana (critica ft in que alude el subtitulo del Capital) no se reduce a la Gaboracién de una teoria cientifiea que describa la estructura ‘chestiva de la realidad social, sino que es ademés produccién- - de una teorfa revolucionaria, parte y elemento ella misma det ‘movimiento revolucionario orientado a subvertir aquella situacién ¥ aquellas relaciones fetichizadas. Como se desprende de lo dicho, la consciencia no se puede ‘entender, ni siquiera en sus formas més simples, como receptividad pasiva, como sencilla fijacidn del efecto de objetos externos Fh el organismo human, Para poder consumit los objetos fexternos, el hombre tiené que pfepararse también su. alimento intelectual, los objetos en cuanto elementos de su consciencia.* Como momento de la actividad humana, la consciencia misma wno es sino una espectfica activided positiva para Ia apropiacién ide la realidad. FEl hombre se apropia de su ser omnilateral de fun modo también omnilateral, © sea, como hombre: total, ‘Cada tina de sus relaciones humtanas con el mundo —ver, ofr, olet, gustar, sentir, pensar, contemplar, percibir, querer, fictuar, ainar, en Suma, todos los rganos de su individualidad...— realidad social de la idea de Dios). Todo este ira ‘todo el proceso capitalista de reproduccién. n en su cmportamiento objetual, o comportamiento respecto Fla cosa-objeto, apropiaci6n de la relaciéa misma. La apropiacién e los objetos es la actuacién de la realidad bumana...”* a sensibilidad, que parece contemplacién pasiva, es ‘actividad préctica humano-sensible” ™ en la que el hombre 2” de los continuos estimulos que afluyen del. objeto ‘gus Gtganos aquellos con cuya ayuda puede conocer € ificar el objeto como objeto de Ia préctica social. ta actividad misma, como cualquier otra actividad espeefficamente, momana, est determinada socisimente y cs de origen social: “la naturaleza sensible inmediata para el hombre €s fnmediatamente 1a sensibilidad humana (expresi6n idéntica), ediata en cuanto el ofro hombre sensiblemente te para él; pues su propia sensibilidad es para él mismo jnsbilidad humana sélo a través de los demds hombres.” Phombre tiene que aprender a ver, oft, pensar, etc. ¥ el resultado ‘ese aprendizaje existe ya previamente como tarea objetivada, : Saber, en forma de lenguaje humano, esto es, en forma de gnscicncia social general cuyos. sasgos estructurales estén dos en ese lenguaje. Para insertarse en la vida de la sociedad, “duo tiene que constituir en su consciencia, en ¢l curso s ese “aprendizaje”, de esa apropiacién, una articulacién oménica relativamente cstable de la realidad, cuya estructiira tresponda a la articulacién y a la estructura dadas, con Iota Independencia de él, en el Jenguaje como objetivacién Mia conscicncia social* El hombre percibe el mundo que-le dea como una realidad objetiva, compucsta de elementos les persistentes, gracias a que descompone las situaciones que actian sobre los sentidos en elementos que esponden a esa articulacién fijada en Ia estructura seméntica el Ienguaje y que, por Jo tanto, tienen una significacion Gialmente fijada y general, independiente de las experiencias Tas nececidades individuales, Por e50 s imposible entender Farticulacién de 1a percepcién humana y I génesis de los ‘onocimientos de contenido sobre el entorno natural Social si se considera sélo la interaccién fisico-fisiol6gice tre el hombre como ente natural y su. entorno. Lo qué bay Sener en cuenta son productos bist6rice-sociales determinados dl menos en ciltima instancia— por la prdctica material del “por eso los sentidos del hombte social son 94705 Sos del hombre no-social; sélo Ia riqueza objetualmente fa del ser humano produce en parte y en parte * 39 bo bee -L. Kolakowski sostiene ese punto de vista aun més ee para él, el objeto del conocimiento no puede ts sci Soicioes dan « hain “ madables de la abstracci6n y del lenguaje, y partiendo de Ia externa”, del “caos”, una imagen articulada de la “naturaleza, compuesta por determinados objetos singulares “y-concorde con sus necesidades® La verdad es'que en los - ..zampoco Ta naturaleza tomada abstractamente, para si, fjada en aislamiento del hombre, es: nada para el hombre”.” "Efectivamente, para el hombre, 0 sea, como objeto de la -Eonsciencia del hombre, la natursleza no existe mis que s en la medida en que el hombre entra en alguna relacién ‘con su entorno. Pero precisamente porque esa ee: prictica humana, el trabajo, en contraposicidn a “fa actividad de los demés animales, “reproduce la naturaleza “entera”, precisamente porque “el hombre es capaz de producit e Ja medida de toda species y de aplicar en todo caso al 30 su medida intrinseca”,* el hombre es de conocer Ia realidad no s6lo a través del prisma iivo de sus necesidades, sino también —puesto que esas idades mismas son tendencialmente universales—* segin. a “medida intrinseca” del objeto, o sea, objetivamente. “La contraposicién entre Ia funcidn y la efectividad practicas del | “onecimientoy su fonci6n teoréics —rasgo muy general de Ia | moderna flosofia burguesa que destaca por vez primera, con tes na ol Gs cease (pero tiene as mucho més antiguas, en la apologética catdlica contra las “hacientes ciencias de la naturaleza, acaso ya en la interpretacién oe 10 por Ossiander) y que hoy dia imprime su ‘Si rene a Jas tendencias que se las dan de listas— ¢s completamente ajena al mundo conceptual de ‘Desde Iuego que en cada momento histérico los nocimientos humanos tienen sus limites extensionales ¢ : —- ¥ que Ia desantropomarfizacidn es y serd siempre ‘slo proceso en curso. Pero las “impresiones” del hombre son, “como dice Marx, en razén de'su tendencia histérico-evolutiva, “no sdlo determinaciones antropoldgicas en sentido [estricto], Maruscritos. econdmico-filoséficos Marx ha escrito lo siguiente: Peis afirmaciones ontolégicas del ser — naturaleza)”* lugar de 'esptitu’ , lecruras recientes del manusctito ‘en exte punto y ch otros varios ‘eore’ . Ex naeva Ses eS er ea i 9256 Ton. i pis, 186187 > ‘ BF, 116117, a NGrusdrise, 395. . edo be presupone “un Ihonbre ya) identifiable €a alguna forma sociedad", "hay que exponer, como punto de partida, el canicier io de Ia comunidad en ln ge vive, puesto que a Producten, ya ge de conse doe de ee edn ck Si omen 20 A acd, Nae Esco, _coiplas MEW, Bu, 19, 362 2 tl roc de prodhccién simple sreuga, put, el aue al 1 postrio® fo anterior de Ia particular ¥ dotlladamente de este proceso onto ticoPsicolégico de spropiacisn, luego de LS, Wyoorski, su excuela. Vel fibro de ae {ef Fuso) sobre Sit ery con ol Terie se eran el ete Hlcingcnsica natural la velacion del home con x wateen cnte au telacion con el hombre, asf como su telacidn con eb melita ca om a aay ae wg natural can te manifests, pues, semilemente, a faction de Ia ituicién sensible, Ta media en la cul ct 5 fn hecho naturales pars el homie, ln naturales se fa hecho del hombre. Pariendo de esta reac te puede pes, estima econ del hombre (MET, 11} ia entre individoo personal e individuo exsual no ¢5 wha ual, sind un hecho histérico. iene sentides i ifetentes: por ejemplo, el estamento es algo ya TA, 569 . Of. i, 13 ad ces pa. 26> Es it, le, 10>. 1. cit., pags. 111-112>. Miss Fheiey aber Fenrbeh, MEGA, Abe en , MEGA, Abteung I, Mars, Phen wg, Band I, 334, MEF, 133 . FEI Jenguaje no es para Marx una forma externa que se afada simplemente a contenidos conscientes yu previamente completo, sino ema, de objetivacion socal por medio’ de cuya formaci6n 0 spropiaei6n ny funcionan Tat actividades palquteas humanas conscientes, eapecicss, las el pensamiento ideatorio, "El lengnsje es, pues, an antiguo como” ea: el lengusie ¢¥ Ia consciencia pesctica, la consciencia teal existe también para los. demis hombres y, por lo tanto, existe fnalmente Tn contradieeign son condiciones pertenecientes su individualidad, 10 ‘externas a ellor, sino las tnicas condiciones en las cuales esos individuos en ee ee ee ese oe erences ay s,s eine umn i oS oe ‘autoacruacién. La condi ada idad imperiosa del trifico con otros hombres... Asi, pues, la consciencia orm po Soe pe,» my nad aa, Uda nc mom ca, edocs i 9 oe Heh neu ‘posteriores, sino por Ta apacicién de la contradicci6n. Cuando éta aparece, So as ed che o>), Takis Sai ey ens eee eet ee a a ee eat ee Sr ty te ie aS Soe su perallaidad que su citer wel exit sparc dela ren ct engunie, mitre que al e come exiten ee preci fino oe i ea ae Hee es al ee Tenguaie” (Grundrisse, 80 pene peaie! ambi = MEF, 120: oe see sees (7, Cae TA, 15, é enol. I ; ; UGE. Crandrse, 25. Sad. epg. 22.> La slain ente as os ee . “esfctas relativamente auténomas de la produccién spiritual y la vida i Seca ; 2 a consencn colina entices con esa (0 set, de acuerdo con Sete > enn + marxiano dado en el texto: la relacién de aquellas esferas con la 5 toll general 5 Bats ricticocspritoal de In veld) y a0 genesis ¢ part dea meaiisioscbie] tert spol oe aided fue comprehension Tluminads jor Gemne Locke en lee Eel, Vs “ eto capiuloe de tu Estes, fone ‘ Wr ex cemplo, Grundrise, 92-534, 39-00, a at | Marx lo subrays muy acentuadamente’en sus Glosas marginales al tratado prejuicio” 7 2 "Woone tl oe ‘i 6 V. cl cxrelemee ¢ incitante estudio faanes (loc. cit, 362-363}, que son muy importantes pare I i. a gnoscoldgica del punto de partida del proceso lingistico de abstraccién. pee 120-121. ea 0. cit. tt “Grundrise, 21, “Bar increta adeeundamente is cite rec edcias de Jos rites econdnico tlxd}cos hay ae tenet € cuenta GUE ca ek 13 de acuerdo con ta coneepcin de entoncs sete de a tlc geet 3 ‘tolicimseperacn 1902, 02 3. 17 TA, 24 Gp. it, 508, Trad. ct pls. 36> eee 19 TA. 30. ). 9, 0 sea, como uunidad de la intuicin sensible y el pensamiento._ Biber el dla entliico de a tcleologia del abso, v_ Gears Locks, Glad (y. Feaesbach) tiene que set fa base de toda cencia, Sélo “Oneslogische Grundlagen des merschlichen Denkens und Handel”, le ciencla paride ells, en su dole forma de conscincia sensible Ad lecjores 8, Neuwied am Rhein und Berti, 1969. eesidad sensible —o sea, slo cuando Ja ciencia parte de Ia. 2) Kapitel I, 472 . ombre Sevenga objeto de Ia consciencia ‘ecesidad, hace falta como prepataciGn 1a historia entera” (MEF, 123, ). Ete. Ms tarde —como lo hemos, "yh alirmado del modo ‘Marx ha revissdo inequlvocamente esa concer ids eategérico Ja existencia especifca y diferenc Giaiatvamente dine de yn fwidianonenbe. (Lo que de ninguna manera lima es que esa forma de dad haya Je xr ocupacién exclusins de un determinado crcl. de Jndivihos ) Sobre esta marxiana “utopia del conocmieate™v. eb tratamiento fle dnd cette mye ca acoso Ta poses de BF” Chinn, Le pensée de Karl Mar, Pate, 1956, 380, Mate y la defniién elisa 38 VL Korarowsnr, arcicule citado de Ia verdad. 330 MER. 1). 40 86 , cursive mia, G. ML Mis tarde, tel Conta ‘Marx ha concretado esa idea del ctiterio intrinseco 0 ‘medida intrinsecs, a propGsito de la maquinatia y de la gran industri, imestrande in mecinica de la gran industria descompone jeracin de la mano humana, todo proceso. de Dpreduccién en sus elementos mectnicos, y los, inserta en una conexiGn més amplia precisamente mediante la aplicacion de Ia ciencia de Ia naturaleza. "Ep Ya manufacrurs... aunque el trabsjador se adapta al proceso, sia {gaaro, ef proce fn sido € mismo, adapuado previament a abaador rnciplo subjetivo de divisién desaparece en el caso de la Fete aoe pital cle or cre com Sicareermn eatin 2 Por sf mismo, en soe fazer constitutivas, y el problema de Ia ejecucion ie cada proceso parcial y el de la conexiGa de los varios procesos parciales 4g resuclven mediante la aplicacién téenica de la meciniea, la qulmica, etc Gear, 30.34 Sed, pig, 30>), Si el hombre se diferencia de todos los demés animales por la ilimitacidn y la amplibilided de sus necesidades..." Archiv Marca 4 Enselsg, TE (VII), Moscd, 1953, 234. 42° MEF, 43. indicado ya— EL SER HUMANO Y-LA HISTORIA 3 uf se trataba de resumir y estudiar brevemente los 3s bisicos del concepto marxiano de “ser humano”. A tenor visto, el ser del hombre consiste para Marx en el en Ia socialidad y en Ia consciencia, asi como en la idad que abarca esos tres inomentos y se manifiestd y cada uno de ellos. A partir de equi se tratard ante dar respuesta a la pregunta: equé hay que entender d concepto de “ser humano”, qué denota ese concepto el marco de la filosofia de Marx? La respuesta a esa pregunta, ir a explicitar algunos rasgos de la concepeién de Ia historia ya iluminar ciertos rasgos del “ser que el anterior andlisis no ha tocado, pero que Marx — subrayé enérgicamente, ante todo Ia determinacién. eptual del hombre como ente natural libre. La respuesta ia a la pregunta planteada seria suponer que Marx ‘ por “ser humano” Ia totalidad de los rasgos bésicos histérica de Ia & anidad, resultan inseparables del hombre en general y son. disticos de cada hombre.JEste es en lo esencial el punto e del filésofo polaco M. Fritzhand en su interesante fio sobre este problema (estudio al que debe mucho el : jor andlisis). “El "ser humano” —dice Fritzhand—, no abarcar ms que los elementos que no sdlo son sticos de los hombres, sino que, ademis, pertenecen Nalteracién al repertorio de los rasgos humanos, son | parables de los hombres en cualquier forma de su ser I" Sobte Ia base de esa concepcién sigue diciendo: Pnaturalcza’ del proletariado coincide en gran medida con ‘humano, pues, segiin la concepcién de Marx, el proletariado mucho més que cierta ‘sinrple humanité’, esto es, el smano’ al que, tal como estd presente en las masas ientales del proletariado, el capitalismo obstraye ef 4 hacia un pleno y libre despliegue en la vida y en la fad”? 1a ‘ese punto de vista es incompatible con los textos de s, Ante todo, con los textos de los Manuscritos econdmico- dficos, que son aquellos en los que Marx se ha ocupado: alladamente de la problemética del “ser humano”. En ellos 3a explicitamente que a consecuencia de la universalizacién de ¢ cién, se aliena del proleteriado precisamente el “ser human”; que el proletariado se hace incapaz en ese proceso de realizar el “ser humano”; y que la reconquista de esa capacidad sélo es posible mediante la realizacién del comunismo, Es evidente que eso no quiere decir que el proletariado disponga de aquella “simple bumanité” en el sentido de totalidad de los rasgos caracterfsticos de todos los hombres. “EI trabajo alienado hace pues: 3. del ser genérico del bombre, tanto de Ia naturaleza cuanto de su capacidad enérica espiritual, un ser que le es ajeno, un medio de su existencia individual. El trabajo alienado aliena al hombre de su propio cuerpo, igual que de la naturaleza externa, de su set spiritual, de su ser bumano.”? La interpretacién aqui discutida contradice, ademds, la afirmacién que Marx formula con toda generalidad en sus Tesis sobre Feuerbach: “Feuerbach disuelve el ser religioso en el ser humano. Peto el set humano ‘no € ningiin abstracto interior al individuo singular, El ser ‘hhumano es en su realidad el ensemble de las relaciones y situaciones sociales. Feuerbach, que no entra en la critica de ese ser real, se ve consiguientemente, 1, obligado a hacer abstraccidn del decurso histérico, a fjar el dnimo religioso en si mismo y a presuponer un individuo hrumano ‘abstracto, aislado, 2° Por eso el ser no se puede entender més que como “género”, como generalidad muda que enlaza de modo natural a Jos muchos individuos.* En mi opinién, esta critica no afecta solamente a Ia concepcién del individuo como ente natural aislado, Es también una critica de Ja concepcién que pretende sentar el “ser humano” como totalidad de los rasgos abstractos independientes del proceso histérico, caracterfsticos de todos los hombres de todos los tiempos, y que, por consiguiente, ree teconacer esos rasgos y el mismo ser humano en el individuo singular. Marx supone siempre un proceso histérico en el que el ser bumano deviene’ naturaleza de los hombres ¥ ese proceso no llega a realizacién adecuada sino en el comunismo. “El comunismo como abolicién-superacién positive de la propiedad privada, como autoalienacién humana y, pot lo tanto, como real apropiacién del bumano sex por y para el hombre...” Se llega a la misma conclusién estudiando las determinaciones de contenido del concepto marxiano de “ser human”. Por lo que hace @ 1a universalidad del hombre, es dificil entenderla 50 una’ propicdad constantemente presente, como un ddo del hombre individual © de las varias formaciones es particulares, Si se entendiera asi, serfa imposible 4 todas las épocas y todos los perfodos de la nidad. Pero, como se ha visto en el curso del andlisis de enido, csa propiedad se presenta ante todo como una istica de la tendencia global de Ia evolucién histérica. @ situacion es en cierto sentido diferente por lo que hace al abajo, la socialidad y la consciencia como rasgos del ser no. Estos se pueden entender, efectivamente, como - eristicas necesatias, constantes, de todos los individuos anos. Pero no hay que ignorar que si se entienden de ese pierden las determinaciones filoséficas que los titufan csencialmente para Marx. Como se ha visto, | trabajo es para Marx no sélo el presupuesto. necesario de la da humana —en cuanto intercambio o metabolismo entre el ombre y la naturaleza—, sino también y al mismo. tiempo na libre autoactuacién en Ia que el hombre desarrolla sus pias capacidades y se las apropia. El trabajo de los iduos realizado en. las circunstancias de la alienacién es, | embargo, una actividad constrictiva, externa, gue unilateraliza rma al individuo, esto es, “s6lo la aperiencia de una ividad”.* El trabajador no aparece, segiin 1o subraya Marx EL Capital, mis que como una “méquina productora de fa", y su trabajo no es, por lo tanto, verdadero trabajo il sentido marxiano filoséfico de la palabra, sino sélo abajo abstracto” en el sentido en que usa Marx ese Jos Manuscritos econdmico-filosdficos* (sentido diferente posterior uso econdmico del término). La diferencia entre epto filos6fico del “trabajo” y su concepto cotidiano feoncepto que se mantiene dentro del sistema de produccién italista, o concepto puramente econdmico), el cual liza empiricamente los rasgos generales y la situacién que arecen en el curso de la prehistoria, se manifiesta muy @ramente en el hecho de que en La Ideologéa Alemana Marx sidere como una condicién capital y capital tarea del hunismo la “abolicién-superacién del trabajo” (cn el sentido del término). La situacién problemética es por lo que hace a la socialidad del hombre, Desde Iuego el individuo es siempre un “ente social”, 0 sea, un ente sélo puede vivir en y por la sociedad, y cuya existencia y. furaleza estén determinadas por las relaciones y situaciones 51 Dieses sociales existentes. Pero en el capitalismo la dependencia del individuo respecto del todo social no significa ya un ser colectivo, y las relaciones del individuo con los dems hombres ‘no son relaciones humano-personales que fundamenten esa vida; y la determinacién social de su existencia no es ninguna ‘multilateral apropiacién de las necesidades y las capacidades roducidas por la humanidad. A consecuencia de la atomizacién y Ia despersonalizacin caracteristicas de la produccién metcantil, “la sociedad de este hombre alienado” es “la caricatura de su real comunidad, de su verdadera vida enética”." Cosa aniloga, por iltimo, ocurre a propésito de la ‘eonsciencia. Sin duds son los hombres, desde que son hombres, Seres conscientes. Pero desde los comienzos de la divisién del trabajo, de 1a escision y la contraposicién entre el trabajo {intelectual y el trabajo corporal y a consecuencia de esta divisién, 1a consciencia empirica cotidiana de los individuos se separa cada veo mas de Ia evolucién de las esferas sociales conjuntas de la produccidn intelectual, de la evolucién de la ciencia yel atte, y se convierte en esclava de representaciones fetichistas que deforman la realidad, mientras, por otro lado, se producen _ ¢8 Jos planos del pensamiento abstracto y de la consciencia social conjunta las “ideologias”, reflejos deformados ¢ invertidos ‘de la realidad. Toda 1a problemética marxiana de la “falsa consciencia” muestra con precisién la importancia de este asunto. EI dato general consiste en que el trabajo, la socialidad y la sonsciencia, cn cuanto propiedades empiticamente constantes y-comunes de los individuos, dejan de identificarse con los ‘conceptos correspondientes que Marx describe como rasgos del “set humano”. En las condiciones de la alienacién, esas determinaciones, en efecto, referidas a los individuos, no son ‘Bunca vigentes sino unilateralmente, abstractamente, no en su ‘pleno sentido “antropolégico”-filoséfico. Este es uno de los elementos del sentido en el cual Marx llama “individuo abstracto” al. hombre de la sociedad alienada, Sobre la base de esas precisiones es dificil aceptar como interpretacién de Marx la idea segiin la cual el concepto de “ser humano” designa la totalidad de los rasgos. esenciales ‘bisicos homogéneamente presentes en todo hombre ¢ hhistéricamente inmutables. Eso no quiere decit en modo alguno que Marx haya negedo Ia existencia en Ja evolucién humana de propiedades esencialmente inmutables, histéricamente ‘constantes. Se puede aducir a este propésito, por ejemplo, el 32 ya citado de La Ideologia Alemana, en el que Marx ide necesidades y “deseos” que atraviesan todas las épocas sin cambiar més que de forma, etc. Pero es evidente para Marx esos sasgos permanentes inmutables 0 eran | ivos para la comprensién del hombre y de la historia del ad mmbre: Marx no los identifica con el “ser” del hombre, ; todos modos, su reconocimiento de la presencia de esas , jiedades y, ante todo, el anilisis de las caracteristicas generales set humano” mismo muesttan que la concepcién de Marx se puede describir como un relativismo hist6rico radical. fo se trata slo de que, segin él, sea posible hallar ciertos “raspos abstractos que permanecen inmutados en el curso de la jguracién histérica de la “naturaleza” de los hombres ‘concretamente reales; sino también y amte todo de que esa ininterrumpida configuracién de la “naturaleza humana” es ella isma un proceso wnitario que se puede captar y caracterizar en ésa su unidad. ra a precision nos da en cierto sentido la clave de la comprensién revolucioneria de los hombres, de las clases, y esa actuacién esté ‘importantemente influida por los factores ecanémicos bisicos y, ademds, por otros muchos factores histérico-concretos que son Ccasuales desde el punto de vista de los momentos que constituyen ‘esencialmente Ia crisis. Si, por causa de concretas circunstancias histéricas, no existe ninguna fuerza subjetiva que sea capaz de ejecutar consecuentemente la tarea’préctico-revolucionaria de la “solucidn”, la crisis puede desembocar en una depresién, larga incluso midiéndola con nuestro habitual metro histérico, depresién {que reproduciré repetidamente Ias contradieciones esenciales de Ta crisis o que Ievard a la muerte sin sustitucién de la formacién social dada, de la civilizacién dada, lo cual equivale ‘@ un retroceso histérico; todo lo cual acarreard obviamente una modificacién mas 0 menos importante de la ulterior perspectiva hhistética. Precisamente por eso dice «l Manifiesto Comunista ‘que 1a lucha de clases “terminé cada vez con una trasformacién tevelucionaria de toda la sociedad o con Ia catdstrofe comin de las clases en lucha”. (Los imperios orientales antiguos, basados en el modo de produccién asiftico, que se descomponian repetidamente y- repetidamente se recomponfan, son ejemplos caracteristicos de la evolucién hist6rica que reproduce constantemente sus contradicciones internas, es incapaz de resolverlas y se hunde en profundas y duraderas depresiones hhasta que el ciclo empieza de nuevo. Pero también por la via Sclisica” del desarrollo se encuentran més de una vez callejones sin salida y “embotellainientos” hist6ricos: baste con recordar la situacién del modo de produccién clésico en los siglos v-vr.) ‘Como ha escrito Lukécs a este respecto: “Tampoco la sociedad feudal desarrollé de si misma, orginicamente, el capitalismo. La sociedad feudal no ha pasado de dar «a Iuz los medios ‘materiales de su propia aniquilacién», La sociedad feudal ha liberado «en el seno social fuerzas y pasioness «que se sentfan atadas por ella». Y estas fuerzas han asentado los fundamentos sociales del capitalismo a lo largo de un desarrollo que abarca sauna serie de métodos violentos».* Sélo después de consumarse ‘esa transicién se impone la regulatidad econémica del capitalismo” Precisamente por eso la afirmacién de la necesidad histérica~ ‘en perspectiva no es ningiin acto puramente teérico, a diferencia de la previsién o prediccién cientificonatural. La iluminacién teotética de Ja perspectiva histérica concrets consiste en llevar ‘@ consciencia una posibilidad del desarrollo, y esa iluminacién 68 er ee ‘asi un elemento, una parte de ta lucha levada a cabo en favor “| 0 en contra de la realizacin de aquella perspectiv: una no ‘lizacién por ella o contra ella, una especie, ella mi ma, ‘Prictica revolucionaria, “En realidad”, esctibe ‘Gramsci, © tinico que se puede prever ‘cientificamente’ es la Tucha,, © sus momentos concretes, que sdlo pueden ser resultado de zas en contraste, constantemente cn movimiento y no ibles a cantidades fijas, porque en cllas Ia cantidad puta siempre en cualidad. Hay ‘previsién’ efectiva cuando se es activo, cuando se aplica la voluntad y, por Jo tanto, se ‘ contribuye concretamente a producir el resultado ‘previsto’. onsiguientemente, la previsién no es un acto cientifico de cimiento, sino expresién abstracta del esfuerzo por creat yuna voluntad colectiva,” En ese sentido hay que entender también la concepcién a | marxiana del “ser humano”. No ha sido posible yer la unidad 3 de Ja historia humana en la actividad autoproductiva y 7 iutocreadora, libre y universal del hombre, en el trabajo como. 1 prictica, mds que cuando se ha podido contemplar Ja actividad a productiva humana misma en la perspectiva comunista de la liberacién del trabajo”, o sca, desde el punto de vista de la cha revolucionaria del proletariado. Por eso la teoria marxiana del “ser humano”, la ontologia marxiana del hombre ‘como ser histérico-social, no cs simplemente una determinada explicaci6n” del mundo, de la vida histérica y social. Ya en Jcuanto teorfa, esta concepcién es ella misma parte de la lucha tevolucionaria por la trasformacién del “mundo”, de la historia de 1a sociedad, por la libertad y la universalidad del- hombre: parte de la préctica revolucionaria del proletariado." Se sigue de la idea marxiana de! determinismo histérico que no €s posible entender el proceso histérico concreto ni las tendencias olutivas reales de las varias épocas limiténdose a una férmula abstracta, sino sélo mediante el anilisis de Ias relaciones y tuaciones vitales reales de las épocas dadas, de sus condiciones: econdmico-sociales y de las formas de actividad, las fuerzas y —— Tas necesidades sociales nacidas de aquellas condiciones. Marx se opone resueltamente a toda concepcidn que someta historia a una legalidad o finalidad (desde este punto de vista 3s dos nociones son funcionalmente idénticas) ajenas al contenido la actividad de los individuos efectivos, concretos, histéricos, ‘situadas fuera de ellos. Es completamente ajena al pensamiento Marx la concepcién especulativa de la historia segin la cual ~ 6 , también accién préctica, parte integrante de la dacién de sentido a la historia. El concepio de “ser humano” es una abstraccién floséfica que ccaracteriza los rasgos determinantes de la tendencia general —entendida en este sentido— del proceso histérico en su conjunto. La naturaleza de la concepeiGn marxiana implica que no ¢s posible deducir de este concepto de “ser humano” el ser de las varias épocas concretas de la historia humana, ni su origen ri su decadencia (por ejemplo, la necesidad histérica de la aparicién y-el final de la alienacién). Marx infiere la “necesidad histérica” de la sociedad comunista del andlisis de las relaciones y situaciones fociales del capitalismo, del andlisis de las condiciones, “contradicciones internas y conilictos sociales producidos por aquéllas, y critica severamente a los pensadores que, como Feuerbach o los “socialistas verdaderos”, pretenden deducir esa necesidad:a partir del ser humano.* Como dice enérgicamente ‘Marx frente a Hegel, el ser humano en sf, como persona imaginatia, no puede obrar, actuar, existir; slo puede ser en su real cexistencia humana, esto es, cn los individuos singulares concretos, hiistéricamente determinados, hist6ricamente mutados, y en la actividad de éstos. El ser humano ¢s simplemente la abstraccién del proceso evolutivo histérico de individuos concretos y de sus ‘generaciones. No hay duda de que esa abstraccién tiene una funcién importante en Ia concepcién marxiana de la historia, pues sélo ella posibilita una exposicién clara e inequivoca de los conceptos de continuidad histérica'y de progreso histérico. En efecto, la concepcién marxiana de progreso, a diferencia de las ‘cortientes interpretaciones vulgares, no pone como ctiterio tinico yy exclusivo de la progresién histérica el desarrollo de las fuerzas productivas entendido en un sentido técnico. El principal critetio del desarrollo histdrico es para Marx la medida en la cual se ‘constituyen los presupuestos de un desarrollo irreprimido y répido de las fuerzas esenciales humanas —capacidades y necesidades— y del despliegue de la individualidad humana libre, multilateral, 6 sea, Ja medida en la cual se actian esos presuptestos, la medida fn Ia cual se realiza el “ser humano” en la existencia humana individual concreta (realizacién en la cual el desarrollo de-las fucteas productivas no es més que un momento, aunque sea el més decisivo). Sélo asf es posible estimar de un modo universalmente vilido y, al mismo tiempo, ético-axiolégico, las varias épocas. y ‘manifestaciones de la historia, no sobre la base de un orden axiol6gico suprahistérico, trascendente, sino de acuerdo con una 72 objetiva, histérico-inmanente —y al mismo tiempo mente vilida— de la evolucién. humana. Marx mnsidera valores bumanos —valores que nacen exclusivamente del enir histérico y sélo existen en él, pero que, de todos modos, ‘valores objetivos y universalmente vilidos— los momento de _ ‘evolucién humana que expresan y promueven subjetiva u tivamente ese despliegue y esa realizacién del “ser humano”. de un modo general, Ia relacidn entre el concepto jos6fico de “ser humano” y los andlisis histéricos concretos ¢s ‘ejemplo inequivoco de lo que Marx ha dicho con validex eral acerca de a relacién entre filosoffa y concepcién de la oria: “Con la exposicidn de la realidad, la filosoffa independiente su medio vital. En su lugar se puede presentar a lo sumo tracciones no tienen ningdn valor por si ismas, separadas Ja historia real. S6lo pueden servir para facilitar la ordenacién del material histérico, para indicar la sucesién de sus varias capas. Pefo no suministran en modo alguno, como la filosofia, Jana receta 0 un esquema segtin el cual se puedan enderezar y dobar las épocas histéricas.” “ Esta consideracién de la relacién entre el determinismo histérico y Ta concepeién marxiana del ser humano ofrece la posibilidad de decir algo —complementando lo anteriormente expuesto— acerca de una determinacién conceptual del ser del hombre que antes hemos pasado por alto, pero que Marx considera muy importante: la libertad humana. “El hombre es un ser genético zno sélo en el sentido de que convierte en objeto propio, préctica 'y tedricamente, el género, tanto el suyo cuanto los de las demés ‘cosas, sino también —aunque se trate de otra expresién "de lo mismo— porque se comporta respecto de si mismo como respecto del género presente y vivo, se comporta respecto de sf ‘misino como respecto de un ser universal y, por Jo tanto, libre.” © | Qué significa ese concepto de libertad perteneciente al ser “Thumano y consceuente a él? Marx rechaza la concepcién idealista | de fa libertad como “desvinculacién del mundo real”. Si se tentiende por libertad una capacidad de la consciencia, liberada de toda determinacién externa de levantar al individuo, por encima de toda determinacién y limitacién hist6rico-social, entonces el ‘concepto no es mis que una ilusién ideolégica. Para Marx, la | libertad come tal no es ninguna propiedad eterna del hombre, ~ “dada metaffsicamente con su ser, ningtn factum fijo de la : we] | sino una capacidad y situacién hist6rica que sdlo se despliega a través de la evolucién histérica. El concepto de libertad aparece en la obra de Marx con dos sentidos fntimamente vinculados, uno abstracto-negativo y otro concteto-positivo. En sentido negativo, la libertad significa libertad respecto de algo, la capacidad de liberarse de las conctetas detetminaciones, propicdades y relaciones que se han convertido en cadenss, La posibilidad de esa liberacién esté ya dada, desde un punto de vista general, con la autoconsciencia del hombre. El hombre no se comporta sélo respecto de su entorno externo, sino también respecto de si mismo, respecto de su propia actividad : puede convertir en objeto de su actividad las determinaciones sociales de su existencia, y en cierto sentido incluso las determinaciones bioljgicas. “El animal es inmediatamente uno con su actividad vital. No se distingue de ella. Es ella. El hombre hace de su misma actividad vital un objeto de su voluntad y de su consciencia. Tiene una actividad vital consciente. No se trata de una determinacién con 1a que coincida inmediatamente. La actividad vital consciente distingue inmediatamente al hombre de la actividad vital animal. Precisamente y s6lo por eso es el hombre un ente genérico. también: ol hombre es un ente consciente, esto es, su propia vida le es objeto, precisamente porque es un ente genético, Sélo por eso es su actividad una actividad libre.” La libertad entendida en ese sentido aparece como expresién del principio de negativided, como capacidad humana de ‘trascenderse, rebasarse constantemente, de ser en el eterno movimiento del devenir, de transformar su propia naturaleza ‘mediante una actividad consciente. Pero esa libertad regativamente entendida, esa constante Iiberacién respecto de ‘sus limitaciones, tiene también un sentido positivo: “...el detribo real de las barreras, que es al mismo tiempo un desarsollo muy positivo de la fuerza productiva, energia teal y satisfaccién de necesidades inacallables, ampliacién de la fuetza de os individuos...”.° En este sentido Ia libertad es una fuerza que el hombre se procura a si mismo. La libertad significa el desarrollo de los controles y del dominio del hombre sobre las fueizas de la naturaleza, sobre las de la naturaleza externa y sobre-las de su propia naturaleza: el desarrollo de Ia creatividad Jhumana, de las fuerzas esenciales humanas, que rebasa todas las barreras y todas las medidas dadas y se convierte en fin de si mismo. 74 esa evolucién histérica de la humanidad, orientada a Ia ién y el incremento de la libertad, no ha coincidido ahora con un proceso de formacién de individuos libres. hombre de la era de a alienacidn, el individuo “abstracto”, ‘al mismo tiempo individuo “caswal”, hombre cuya vida y actividad, esto es, las manifestaciones de cuya individualidad determinadas por relaciones y situaciones que actian como n lientes de él, casuales para él, como fuerzas o6sicas; “un hombre cuya vida y cuya actividad no son para él ‘antoactuacién, realizacién activa de las fueteas de su jindividuslidad, realizacién de su libertad. El comunismo se presents como la realizacién plena de la libertad humana "porque suprime la propiedad privada y la divisién espontnea ‘trabajo, la alienacién. Pues, por una parte, Marx no “considera el comunismo como una formacién social fijada que se eproduzca constante e inmutadamente en el curso de la ulterior evolucién; para Marx el comunismo es una transformacin y una disposicién de las relaciones y situaciones sociales que posibilita un autodesarrollo ininterrumpido, irreprimido de la produccién material y espiritual, de las F relaciones del tréfico, de las fuerzas esenciales de la humanidad y de los hombres mismos. El comunismo es un nuevo modo de produccién “que no se funda en el desarrollo de las fuerzas productivas para reproducir y ampliar, a lo sumo, un estadio determinado, sino en el cual el desarrollo libre, itreprimido, progresivo y universal de las fuerzas productivas es él mismo el ‘presupuesto de la sociedad y, por lo tanto, de su reproduccién; tun estado en el cual el tinico presupuesto es el rebasamiento del punto de partida”® Por otra parte, al abolir-superar la contraposicién entre objetivacién y autorrealizacién, cl comunisme ‘significa también la realizaci6n de Ja vida individual multilateral yy libre. Desde luego que tampoco en el comunismo se identifica Ja libertad del individno con la independencia respecto de les determinaciones sociales. La libertad del individuo significa que éste puede realizar en su vida las posibilidades objetivas, producidas por Ja evolucién social de conjunto, ¢ tenor de si decision consciente; que Jas fuerzas esenciales materiales ¥y espitituales desarrolladas por las generaciones anteriores, puestas socialmenté a disposicién de los individuos y bajo ‘cuya influencia se despliega la misma concreta individualidad, se ponen bajo el control consciente de 10s individuos y dejan de existit y actuar como fuerzas ajenas a ellos e independientes K 75 sae Ses de ellos, “Lo subsistente producido por el comunismo es simplemente Ja base real que permite imposibilitar toda subsistencia como independiente de los individuos, en la ‘medida en que esa subsistencia no es sino un producto del anterior trifico entre los individuos mismos. Los comunistas tratan, pues, précticamente las condiciones originadas por la | produccién y el trifico anteriores como condiciones inorgénicas, ‘sin imaginarse por ello que las generaciones precedentes hhayan tenido como plan o destino el suministracles materiales, y sin creer que esas condiciones fueran inorgénicas también para los individuos que las produjeron.”® 1M. Berane, “‘stota calowicks’ w wicco Markse” (El "ser del hombre’ fn fa concepelén marciana), en el volumen colectivo Crlowiek, bumiz, {Hlombre, hommismo, moral], Varsovia, 1961, 102, Front sostiene en su estudio citado in, punto de vista andlogo 4 ése en 16 cxencjal. Fromm subrays, es verdad, la histoticdad del concepto de “ser (Gsencia humana)” pero incerpreta esa histcricidad como mere ign 7. despliegue historico de potencies (ante todo palquics, adem) Tistat com el ser del bombre. (Una concepcién parccida se encuentra elas moderns antopologias losofcas butguesas que, admiten ‘como. problema la importancia, ancropoldgica de lx historicdad ist, por ejemplo, y pose a la divesidad de sus concepciones, {misma solucidn’bisica en la antropologia de Dilthey ¥ en .) “EL porencial del hombre es para Marx un potencial dado; lo que ha sido, como materia prima humane tan inmutable, “toateia, come fo ha sido In estructura encetalica a 10 largo (fous, 26). Pero en algunas, de sus tess Gnales Prove q ae i a gone Hh Fee Inecesidades humanas auténticas (9p. cit, 62-63). M 2 Parrzunn, 103, Hay que obvevat que al comienzo mismo de so estudio cl rotor aduce Ja siguiente explicacion del concepto "ser humano: No ceo que Marx hava sostenido ln tein de, que la totalidad de notas que ism con el amano! ‘her Feuerbach, 535. = MEF, 113114, . fictemos aqut que en el leico de Marx “ser humang” 0. esencia Ihumana y “patutaleza humana” ) 7 MEE, fd: Sad ce nie 18> ett Mary cx sus condemns de eiractos parslenss [sgl CE, Se Me Mi MEGA, Atclng eed 3900 9 MER, 43, 101A, 39 Ctra cle, Dlg 61>, sobre el hecho de que “In revolucén Gtunista chine el blo", 49, 183, et. , Hammar i fobte el hechd de que en toe “>) Te. 336. ciead. i, ple 67> : Te Ee'g Gos suc sinning ea conecpen maaane de In ‘horas proceso evolu union cxpe en el concent de saee Hmon ns pds entender comm um shri ust “descriptiva’, axiolégicamente desvinculada, como algo que se siga de la SEE cid eto hechos hisses. conepsin turin de Hak tris el supucto ce wha ceeds pespectee(pecmente Te edition secon Ge eremninada neces sles ls Se emetin 2 eS icine rene hoy Gs yo, muster ct Beet yc arcmin yor saa como is sbrmacion de Ie clon de Bere ue se ig de er avbecavm, 9 Ge end cecrmsada por Pune. Ei cbceyo ce ace urate, expe recsumente eos alts Patan pobidd desu reaacow sre a tase del dis dea Se fer at hombre, de i eocra canis bscs i sree reciente or wo ese concete pemie owen de un odo Sea een orcs cylotivs cone, © mati empio de See ee ra onesie gue et posible amily ae eee bat eal mnrial expen "ae ete modo ota co Saar sana itty coco srt saree ¥ neces re oe cos cours iene + ls tcl enti, «geil ste Bet tas gene bec es cue os trio teh et grt, en pe, am de ae Stree es oes Rison de nereceiones ulnar on oa aon ‘otras as iciones de Sa4 ‘Por eso 2 ceo ae sci no Sitters cl momento de lee pat ‘nena de la decision entee las posibilidades o alternativas dadas on el A, te: el concepto marxiano de “ser humano” contiene en su pecul Sen ae dela prices pressaete de ura Pasi sie resgtonnonet fe Sune Wh ais Ctra ce pls 83. ra en de Fevoeneae Naan» de Se Sea nequoad como pine ONE Se Ute legal conde in topos oe oe Ee erececin como dovbieteaiSy 0 Si canon ey sro, uc ee ee erie a home siete, weiner Ho de propio abaio™ (MEF, 196 . 7 See ester a ¥, con clo el rare a shes, ues, agucle cn cue we comers ara Ses eae relad ie Bee een is 7 See ra ars es is ec en eps Sete er a eS Gaon lcs so icv de Che (Vale pes dct Sect te ei re ee principal de la ir = Pie e ide muestta vida, de nuestro desting, Y eso queremos sabcrlo, "hoy" ‘condiciones dadas hoy, las de ln vide" ‘bo de una vida culgni species dade boy as de a vide “de Boy’, ¥ no de una vida calgsien EL haa sido también un gran acontecimiento ‘metalsico. ; (A. Gransci, Peiloropbie der Praxis. Eine Avswabl, Frankfurt am Main, 1967, 193-138, ). 16°” Grundrisse, 176, Trad. city, pigs. 204.205.> 17 Probublemente exé aqut la clave de ia comprension de le peculiar funcién hislorica que Marx atribuy6 a la Antigicdad helénica clisca (Cinfancta normal de a humanidad”); durante un breve perfodo del desarrollo histérco belénico se dio la posbilidad de que los inividos de un determinado. cireulo (los. "ciudadanos libres") encarnaran cn su propia vida, en st propia Sctividad, de_un modo relativamente libss y ampli, los rasnos.escneales Se as posibilidades de desarollo social-global alcanzadas en el nivel historico dado. Recwérdese también, a este mismo respecto, la conocida faroctetizcion del Renacimiento por Engels en la Introduccién a la Dialectica de le Naturaleze. (ENorLs, Herrn Eugen Dabrinas Umoitcong der Wissenschatt — Dialehike der Natur, Mosci-Leningrado, 1935, 481-482 .) % 28 A, 2524, Tin. cit, ls. 36> 19 *..’en cuanto forma dominante de la apropiacién, Ia slienacién pertenece sdio al periado de prodoccion bores (Maex, Zar Kriie der lhl Okami 9? oh Sat, 08, 1) Shed nein per Narn, Conia «erie de cones plie, at, Goran Eston, 1970, pie Bi Therion aber set Melo Tel 210, 25-214 (ot. Kaus, 225, SB), tind. cits Ti, ples 297, 29> 21 Gandue 4 2 “Aiea cooperaiin 4 los ssliciads os simple efecto del aid ie ition imine.“ coves, dems upon 9.0 wided com cuerpo productive eneciva quedan fers dello, ea ee eats pea pe on a es oe “ke es Capital ypefctcamente Sona voumtad lena ase A # e He inedior de pon reer re cies bo es eta ne en el rel provce I produccdn due, como hanes visto, ca esencaimente proceso de produccién ie plese, inciicn In revrvcion del vjo vale, ose, co rocco de Gatovslorization. del capted ameiado. Tas funciones que’ sexce eh ‘atl son simplemente lc funcones dal capt ceridas com conscencia $'con volunrad, las fancioos el valor mismo que se valria chopundo rele vivo. El capital fancio senclansnte como capital peronicado, 3.1 capital fonciona como perona, sual que a tesbaador no aparece ipo como trebeto persnlicada que et suvo eh GiAntD Torura, en CaERtO tatters, micas que perenece ‘nl capitals en counto sistacla productos Gectivamente et cl ebsio Zomo elemento iocorporsdo al capa! cael proreso.de_producién, como fete vive vaable, Gel capital Por lo sent, el domino del captaliae sobre fh tubajedoy sel dominio de In com sobre el hombre, del tabeio. mero ‘Shrecl traboso vivo, del producto sobre e prodctr, puso que, de hecho, Iie merancies cue i conricren en medios ce dominio sre el tnbsinior {ero slo come medion ds! dominio Gerda por el caital, con cgples ‘saadoe Gel proceso de prewigcn, sm fos producto del iis. Se ata cial, en el proceso social Tal dela vida pus exo o2 orca de "caatamente de In raisma staacion eleional Gut se presents col tervengeolopco, en Ta eligi Ia inverion el i obj wees Dene of pt oe it Hn inven e'presenta tomo’ punto Ge paride sncviable pare pacer mponer a coe ein ye cola de tigen coo ex a cy Ob Gtmorales fuerza productvas del crabsio socal, ica ‘que pueden consiuir i bese material de uns rocedad fumana fibre, Hay que atcavesar cau forma ‘como si fueran fuerzas independientes de él. Este es el proceso de alienaciém e $4 propio trabajo. En este sentido el trabajador se encuentea deide el [primer momento por encima del capitalista, pues éste arraiga en dicho proceso de alienacin halla en 41 su satisfaciGn absoluta, mientras que el ftabsjador, como victima que es del procss0 de alienaein, se encuentra desde 80 “eapltaliss del proceso de produccién y de su conexién con el feichismo ‘nos a dejado el autor. El comentario. citado. precede inmediatamente ‘apitulo del manuscrito que se ocupa de la ‘capitalista como e las relaciones de produccién especibcamente istas, problema que, més tarde, Marx pasd del primer volumen del 4 ‘Ga a were, que ates in ering, Ian de, las principales condiciones exigidas hoy para In com coat dela tevin nina dela Hottie 9 ela xcoled ex el ‘anilisis multilateral y le reconstrucci6n de toda su teoria de la divisién del “ribso, robles aoe apenas se fa emperdo consid. Me limiaré | a atencién sigue, oe cootero del problema adit " “iscutido: en el sentido amis general, la divisién del tal faien y ciectsciia del wtboly tr tnd cp be cle La cxincncia de esa division es simple consecuencia del caricter social det es ee io ee ce penne eee 3 "Be formas hisincas del proceso de prodceién social. Pero esta ditibuciéa ‘del trabajo no llega a ser divisién del trabajo en sentido espectico, Givisién social del trabajo, més que cuando el tabs, social total se Gpawierc en “oexinence de, diptos os del wabulo™ (Theorem ber den febrwvert, Teil 3, 256; ed. Kautsky, 310 ,) En el perfodo de la “prebistoria”, divisi6n social del trabajo. nace y existe sélo en ta forma divisién social espontines det trabejo. (Ciertamente, Marx olvida « menudo Bg sus obras juveniles su propia distincién entre divisién “natural” y divisign Sespontines” ,) ‘asgos principales de la divisién esponténee del trabajo son, Jos siguientes: 8) La subsumcién de los individuos bajo une tama determinads dela | ‘produccién s¢ produce sin tener en cuenta, com independencia, de, ¥ ‘emperamentos } disposiiones individuals, con completa independencia Wate poses of vio ecie per el erie: Pay tines ee importante el hecho de que respecio de esas épocas no podemos hablar de oincidencia del desarrollo individual sensu stricto y el desarollo social {Ge la existencia humana y el ser humano), porgue todavia no existe en. ls I edule em sod mariana. ba Mar leone de invioo fno coincide con el de ente humano singular en sentido biolSeico; los Ihombres no son individuos en sentido marsiano pot el mero hecho de Bee newts cave “Un cot aids Ta Bae oe th he betel animal. del hombre al comienso de su evolucidn higtérica (IA, 30 ), vida en la que el hombre aparece como “ente éinico", aa slzrio., “san de a cadena de ly comunidad’, ya comida misma es “horda". et. (Chr, Grundrise, 395396 BB Grande 25. CTind. ng. 2526> MEF, 153. 35° “Pero no menos empiricamenie fundado esti que mediante la subversicn dde Ja existent situscign social, mediante la sevolueiéa comunista, ya aboliciSe-cuperacién —idéntica con ella— de la propiedsd. privada, se cdisuclye cea fucrea tan misterioss para los tesricos alemanes y se impone J liberacidn del individ singular en la misma medica en que la historia ‘se hasforms completamente en historia universal... Los individuos singulates f liberan fnalmente af de las varias trahas nacicnales y locales, e ponen fen relacion prictica con la. produccién del mundo entero (también Ia joclecaal) cuca capaciades ara ada ie capaci de porar ‘toa Ja multilateral produccién de ln tierra emtera (creaciones. de los. hombres). Ea dependcrria onmnlateral, cen forma exponténcs de cgoneacia, bistro. firiversal de los individuos, se trasforme, por obra dela. revolicida ‘comunisia, en el control y el dominio consciente de esas fuersas que, producidas por le intercciGn de los hombres, les han aterrado hasta hora como fuera totalmente ajenas a ellos y los ban dominado” (IA, BERT aad. cit pig 39>) 39° Los editores'de MEGA Ieyeron, en ver de ‘der’ , “die! . 84 | 5 en mi gpd Inc, compat fon Toalidad de la concen, | de Marx —particulatmente ‘en Fl Capital— parece contradecit esa concepcién, | ge vista en obra total de Mare. (A ete resect tiene ot “ “ldeana, no proletatizar su poblacign TA, 34. Ctrad. cit, pte. 49>. Manx, Carta a P. W, Annenkoy del 28-X11-1846. Version de MEW, 27,453, ManxExcets, Manifest der Kommunistischen Partet, MEGA, Abt. I, Bd. 6, 326 (carsiva mala, GM). Kapital 1, 727. Lineies, Geschichte und Kiatsenbewucstscin, Berlin, 1923, pis. 252, Sling et: Histora'y coscienci de clase, México, Grab, 186, Ghia Loc. cit 221.
  • ‘La interpretacién aqut dada Jel determinismo histérico en ta Vipex de Ins conccidas obras de A. Gramsci, Gy. Lukice y K. Korsch— ‘arxiana. Bero, al mismo tiempo, esti {oer de-duda que ciertas formulaciones por Jo menos prima fecie. Hara falta un andlisis deallado del Capital part {tveriguar In importancia y la ps ‘de esa contradiceién en el punto m a i Mi desc oe pe — prvi cone co iu gue Mark omen @ cexplica los lugares del Capital que patccen. detetminar ca i jemplo, Ia carta a la rodaccién de ta Otersehertwevny! Septset, publiceda fen alesndn en el vol. 19 de MEW, Berlin, 1962, 107-12. Pero, al menos 4 primera vista, tmpoco esos textos dan respuesta totalmente inegutveca al pba menconado.)* Rei ck payee st cdade Gi. eens nee ete. by seen oacie bee A Hate a eee en Historia y vida cotidians, Barcelona, Grijaibo, 1972, pigs. 1937. * ‘Varna, "A lehetssés kinyve™ [El libro de las posibilidades], en Kortirs, 1969, n° 7. 3 En esta carta (probablemente de noviembre de 1877), Marx afima a coineideneia con la tesis de Cerichevsis de quc, conta lo ae igen, To econ ile Rosin paren desi I omnia im paar por las torts el sistema captlista,“apropiaee de todos Tow eutos de te por el frocedimiento de. destrollar ls presopucsins histricos dadow” en” Rusa. {Teces Tas expresionesenttecomilladas son de Mavs, 90. de Cherichevsk al Mase no cts Uteralment,) Luego excrbe’ Mars: "El capitulo be Is comalacion oetinaia ‘no se propene mas ave dexibie lamina or til ha nacido i Euro det Oat el gad condi con Brant ede coplatine il ranio coopcnccciinal yc ts Se aeeagee Se ha estorzado mucho en ese sentido, no lo conseguird sin teansformar antes en proletarios buena parte de sus cimpesinos; y entonces, una vez . Eso es pare oan oe ee
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