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Los ladrillos existen desde mucho tiempo atrás pero su uso ha ido cambiando, hasta

convertirse en una de las industrias más productivas y por tanto la forma de fabricación de
ladrillos se ha hecho más práctica hoy en día y existe en todo el mundo. No hay
complicaciones en convertir la arcilla conformada por sílice, agua, alúmina, oxido de hierro
y magnesio así como de calcio y otros materiales alcalinos en un ladrillo. La fabricación de
estos sigue etapas que enseguida comentamos.

La arcilla es el material básico del ladrillo, debido a que cuando se humedece se convierte
en una masa fácil de manejar y se moldea muy fácilmente, por lo que para proceder
a fabricar ladrillos, hay que humedecer bien la arcilla. Ya manejable se moldea y para
endurecerla y convertirla en ladrillo se procede por el método de secado, éste es de los más
antiguos o por cocción que resulta más rápido. Como pierde agua su tamaño se reduce pero
muy poco, alrededor de un 5%. El proceso de fabricación de los ladrillos conlleva:

Etapa de maduración: Es cuando se procede a triturar la arcilla, se homogeniza y se deja un


cierto tiempo en reposo para que así la misma obtenga consistencia uniforme y se pueda
adquirir ladrillos con el tamaño y consistencia que se desea. Se deja que repose expuesta
a los elementos para que desprenda terrones y disuelva nódulos, así como que se deshaga
de las materias orgánicas que pueda contener y se torne puro para su manipulación en la
fabricación.

Etapa de tratamiento mecánico previo: Concluido el proceso de maduración, la arcilla entra


la etapa de pre-elaboración, para purificar y refinar la arcilla, rompiendo los terrones
existentes, eliminando las piedras que le quitan uniformidad, y convirtiendo la arcilla en
material totalmente uniforme para su procesamiento.

Etapa de depósito de materia prima procesada, cuando ya se ha uniformado la arcilla se


procede a colocarla en un silo techado, donde la misma se convertirá en un material
homógeneo y listo para ser manipulado durante el proceso de fabricación.

Etapa de humidificación, sigue a la etapa de depósito que ha sufrido la arcilla, en esta fase
se coloca en un laminador refinado al que seguirá una etapa de mezclador humedecedor
donde se irá humidificando para obtener la consistencia de humedad ideal.

Etapa de moldeado, es cuando se procede a llevar la arcilla a través de una boquilla, que
es una plancha perforada en forma del objeto que se quiere elaborar. El proceso se hace
con vapor caliente saturado a 130°C, lo que hace que el material se compacte y la
humedad se vuelve más uniforme.
Etapa de secado, con esta etapa se procede a eliminar el agua que el material absorbió
durante el moldeado, y se hace previo al cocimiento. Suele hacerse usando aire en el
secadero controlando que el mismo no sufra cambios para que el material no se dañe.

Etapa de cocción: Esta etapa es la que se realiza en los hornos en forma de túnel, con
temperaturas extremas de 90°C a 1000°C , y donde el material que se ha secado
previamente se coloca por una entrada, en grupos para que se someta al proceso de
cocimiento y sale por el otro extremo cuando ha completado el mismo. Durante el mismo se
comprueba la resistencia que se ha logrado del material.

Etapa de almacenaje, cuando el producto se ha cocido y es resistente y llena las exigencias


de calidad, se coloca en formaciones de paquetes sobre los denominados “pallets” que hcen
fácil su traslado de un lugar a otro. Los mismos se van atando ya usando cintas metálicas o
de plástico para que los mismos no corran riesgo de caerse y dañarse, y de esa manera es
más fácil la manipulación porque pueden llevarse a los lugares de almacenamiento.

El almacenamiento es un punto importante dentro del proceso de fabricación de


ladrillos, porque debe ser un lugar que los proteja de los elementos como el agua, el sol
excesivo o la humedad extrema que podrían en alguna manera mermar su calidad. Además
de que permita que los mismos puedan manipularse fácilmente, o sea trasladarse cuando
hay que despacharlos o mover de lugar para inventariar y otras tareas.

Esta es una forma de procesamiento del ladrillo en forma industrial pero las etapas suponen
las mismas para la fabricación de ladrillos artesanales o manuales que aunque de igual
calidad en algunas ocasiones suelen ser irregulares en su forma, pero que igual cumplen
las expectativas de construcción y durabilidad para usarlos en interiores y exteriores, y que
se siguen usando en muchos países en vías de desarrollo porque luego del uso del adobe,
que duraba menos y estaba menos apto para resistir los embates de los elementos, el ladrillo
sigue siendo hoy en día uno de los materiales de construcción más utilizados en el mundo.
Ladrillo común. — Los ladrillos cocidos son una especie de piedras artificiales que se
obtienen exponiéndolos a la acción del fuego, una vez hechos y secados a la sombra. Su
color rojo es debido al óxido de hierro que generalmente se encuentra en las arcillas o tierras
arcillosas, material que se usa. para la fabricación de ellos.
Las tierras arcillosas para la fabricación de los ladrillos suelen dividirse en dos clases: grasas
y margas. Las primeras son bien plásticas y se prestan para moldear y las segundas son
impuras, hasta llegar a no poder moldearse. Para hacer un buen ladrillo se precisa una tierra
arcillosa ni muy grasa ni, muy magra. En general se elige una arcilla grasa, y se agrega una
pequeña cantidad de arena silícica, pero no calcárea.
Un obrero ladrillero práctico por tacto reconoce las cualidades de la tierra para este objeto.
Si no se tienen datos sobre la plasticidad de la tierra a emplearse, conviene fabricar algunos
ladrillos de ensayo para ver el resultado.

La tierra se amasa con agua en canchas especiales, utilizando caballos para tal objeto o con
ayuda de máquinas. Una vez bien amasada la pasta, se da principio al moldeo con cajoncitos
sin fondo de la forma del ladrillo (adoberas), trabajo que se hace a mano o con máquinas
apropiadas. Un obrero práctico puede moldear de 4000 a 4500 ladrillos por día.

El material se contrae mucho (alrededor de 20 %) por la cocción y, por lo tanto, las adoberas
deben ser más grandes que el tamaño definitivo del ladrillo. Al sacarlos de los moldes, se
disponen en hileras, en la sombra, para secarlos.

La cocción se efectúa en hornos improvisados al aire1 libre, formados por los mismos
ladrillos crudos, dispuestos eri forma de pirámides truncadas, en el interior de las cuales se
deja lugar para el combustible.

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En la parte superior se deja un orificio para la salida del humo y otro abajo para la
alimentación; el resto de la pirámide se tapa y se alisa con barro. Los adobes se apilan
colocándolos de canto, y entre hilada cada hilada se pone una capa de carbonilla. Terminada
la cochura se desarma el horno y, una vez enfriados los ladrillos, quedan listos para el uso.

La operación de la cocción se hace también en hornos circulares de fuego continuo, sistema


Hoffman, los que permiten hacer la cocción sin interrupción, y descargar un compartimento,
mientras que los demás funcionan. El tamaño de los ladrillos comunes, que se fabrican en
el país, es de 26 ,5 a 27 cm. de largo por 13 cm. de ancho 5 a 5,5 cm. de espesor.

Hay que distinguir tres clases de ladrillo común: ladrillo de 1a. (llamados de cal); ladrillo de
2a. (media cal); ladrillos requemados o vitrificados.

Los de 1a. son bien uniformemente cocidos sin vitrificaciones, de estructura compacta, sin
núcleos calizos u otros cuerpos extraños; no serán friables (desmenuzables), de tamaño
uniforme; darán por golpe un sonido claro; serán duros y de color rojo marrón. Ensayados
por compresión, en probetas constituidas por dos medio ladrillos unidos con cemento
portland. darán una resistencia de 90 Kg cm². a rotura.
Los de 2a. son de cocción defectuosa o irregular, de color rojo pálido, no son sonoros ai
golpe y poco resistentes (40 Kg/cm2 a rotura). Esta clase de ladrillos no son aceptables y
sólo podrían emplearse en obras económicas y de poca importancia.

Y finalmente los ladrillos requemados o vitrificados, los que solamente pueden ser
empleados en las dos o tres primeras hiladas de las fundaciones. A pesar de ser muy duros,
su defecto consiste en que no hacen buena liga ron los morteros.

TABLA N°1: Cantidad de ladrillos comunes y mezcla por cada m3 de albañilería efectiva

Espesor real de la pared sin revoque Peso del millar


Espesor
ladrillo 1/2 ladrillo 1 ladrillo 1 1/2 ladrillos

Secos 2.250
442 ladrillos Kg.
0,28 m3. 415 ladrillos 408 ladrillos Mojados 2.600
5cm. mezcla 0,3 m³. mezcla 0,32 m3, mezcla Kg.

Secos 2.500
Kg.
410 ladrillos 387 ladrillos 380 ladrillos Mojados 2.900
5,5cm. 0,29 m3. mezcla 0,32 m³. mezcla 0,33 m3. mezcla Kg.

Secos 2.750
Kg.
383 ladrillos 360 ladrillos 353 ladrillos Mojados 3.150
6 cm. 0,25 m3. mezcla 0,3 m³ mezcla 0,3 m3. mezcla Kg.
TABLA N°2: Cantidad de ladrillos comunes y mezcla por cada m2 de albañilería efectiva
Espesor del 1 1/2
ladrillo 1/2 ladrillo 1 ladrillo ladrillos De canto

110 ladrillos
55 ladrillos 0,083 m³ 165 ladrillos 26 ladrillos
5,0 cm 0,034 m³. mezcla mezcla 0,13 m3. mezcla 0,007 m3. mezcla

52 ladrillos 26 ladrillos
0,032 m³. 103 ladrillos 155 ladrillos
5,5 cm. mezcla 0,08 m³ mezcla 0,125 m3. mezcla 0,007 m³ mezcla

96 ladrillos 26 ladrillos
43 ladrillos 0,076³ 144- ladrillos 0,007 m³
6 cm. 0,032 m³ mezcla mezcla 0,121 m3. mezcla mezcla
Peso de la
pared por m2 240 Kg. 280 Kg. 720 Kg. 125 Kg.
LA AUTOMATIZACIÓN: Sin embargo, como sucede en otros muchos campos, la
necesidad de grandes cantidades y el alto coste del trabajo manual, ha obligado a esta
industria a buscar procesos nuevos, mecanizados en gran parte. Un ejemplo característico
es la fabricación de los ladrillos tipo fletton, que se describe aquí, aunque no todas las
empresas utilizan técnicas idénticas.
El proceso de fabricación que a continuación detallamos toma, como elemento tipo, el ladrillo
realizado con base arcillosa. Este material acredita la calidad del producto terminado y
proviene de minas, casi siempre superficiales, donde la máxima profundidad de perforación
no excede de 20 metros. Casi todos los países del mundo poseen arcillas que llenan las
condiciones mínimas para la fabricación de ladrillos.

Antes de que se pueda extraer la arcilla es necesario quitar la capa de tierra que la cubre,
por medio de una excavadora (dicha capa puede tener una profundidad de 4,5 a 9 metros).
La arcilla se saca también con una maquinaria análoga, y con ella se llena una tolva, que, a
su vez, sirve para cargar los vagones de ferrocarril. El tren conduce la arcilla desde la mina
a la fábrica de ladrillos.

La primera etapa de la fabricación consiste en la molienda, mediante la cual los terrones de


arcilla se desmenuzan en partículas menores de 3 mm. A continuación, se tamizan, para
eliminar la materia de tamaño excesivo, y seguidamente se pasan a las prensas mediante
un trasportador.

La arcilla se deja ligeramente seca (al contrario de como se utiliza, en otras técnicas de
fabricación, es decir, con mucha agua). En las prensas, la materia prima se moldea en forma
de ladrillos; en cada prensado la máquina produce dos ladrillos, mediante un doble juego de
moldes.

En esta operación, es necesario ejercer una gran presión (aproximadamente, 4 toneladas


por cm.2), a fin de asegurar que los ladrillos tengan la suficiente consistencia para colocarlos
derechos en el interior del horno, sin que sea necesario un secado preliminar.

El trasporte del ladrillo crudo y plástico al horno presenta un problema de manipulación,


puesto que es necesario apilar cuidadosamente grandes cantidades de ellos. Para
resolverlo, se ha introducido una serie de cintas trasportado-ras, controladas
electrónicamente, que apilan los ladrillos de tal forma que pueden trasportarse fácilmente al
horno, mediante carretillas elevadoras.
COCIDO DE LA ARCILLA
Los ladrillos crudos se componen, básicamente, del mismo material que se extrajo del suelo.
En el horno se someten a elevadas temperaturas para endurecerlos y modificarlos
químicamente. Un horno puede tener 36 cámaras (en los de mayores dimensiones), y en
cada una de ellas se pueden colocar hasta 40.000 ladrillos; allí permanecen, unos 18 días.
La operación consta de dos fases, la de secado y la de cocido. Durante -la primera fase, se
elimina de la arcilla una gran cantidad de humedad y de gas (aproximadamente, 40
toneladas en cada cámara). A continuación, se aumenta la temperatura hasta unos 1.000°C
y se mantiene así, 24 horas. Con esta operación, termina el cocido; entonces, se enfría el
horno, se sacan los ladrillos y se almacenan hasta que se necesiten.

Las operaciones descritas anteriormente constituyen el proceso plástico duro, pero no es la


única técnica que se utiliza para la fabricación de ladrillos. El procedimiento de corte por
alambre es otro método que también sa utiliza mucho; con esta técnica se elabora, primero,
una masa de arcilla blanda de dimensiones adecuadas (que se extrae de manera análoga
a como sale la pasta dentífrica del tubo), y a continuación se va cortando en trozos con forma
de ladrillo, mediante un alambre.

De hecho, con cualquier técnica que se utilice, el tamaño de la pieza de barro es algo mayor
que el ladrillo que se quiere conseguir, para compensar el fenómeno de contracción que
tiene lugar durante su cocido.

Los problemas surgen cuando se trata de establecer normas sobre el tamaño y calidad de
los ladrillos. Por ejemplo, la “British Standards“, miembro de la Comisión de Normas
Internacionales, que no es más que una organización que se propone coordinar los
esfuerzos de productores y consumidores para la mejora, tipificación y simplificación de los
materiales industriales, decidió que a partir de 1963, los ladrillos corrientes de arcilla para
construcción debían tener en Inglaterra las medidas siguientes: 21,90 cm. por 10,47 cm. por
6,66 cm, ó 21,90 cm. por 10,47 cm. por 7,30 cm.
Sin embargo, a causa de la naturaleza de la materia prima y del proceso de fabricación, no
es posible hacer todos los ladrillos exactamente iguales. A este respecto, existen unos
límites de tolerancia que especifican que las dimensiones de los ladrillos pueden variar,
como máximo, en un 1 % de las establecidas. Se pueden realizar medidas satisfactorias de
comprobación, disponiendo una pila de varios ladrillos.

Otras pruebas consisten en medir su resistencia a la compresión (resistencia que ofrecen a


la trituración), su capacidad de absorción de humedad, y los cambios de tamaño que
experimentan en este fenómeno.
La mayoría de los problemas surgen cuando entran en conflicto las exigencias de tipificación
de los consumidores, y las dificultades que encuentran los productores para lograr ladrillos
de calidad y tamaño uniforme.

ARCILLA PARA LA FABRICACIÓN DE LADRILLOS


Los depósitos de arcilla se componen de partículas rocosas muy finas. La arcilla contiene
minerales y sustancias pegajosas o coloidales que absorben agua y forman una masa
plástica.
La mayoría de los tipos están constituidos de cantidades variables de óxido de aluminio y
arena (bióxido de silicio); se formaron a partir de rocas de origen volcánico (ígneas) por
acción química, a través del tiempo, sobre los feldespatos (silicatos de aluminio que
contienen potasio, sodio y calcio) y los silicatos de hierro y magnesio.

Cuando la arcilla se calienta, pierde agua, se seca y se contrae. El grado de contracción


depende de la cantidad de agua que contiene; una contracción excesiva puede indicar que
la arcilla no es adecuada para la fabricación de ladrillos ni para la manufactura de objetos
cerámicos.

Por ello, se realizan, en este sentido, pruebas exhaustivas para determinar la calidad de las
arcillas. La contracción se puede reducir, hasta cierto punto, mezclando la arcilla con arena
o material cocido.

No teda el agua que existe en un ladrillo crudo se elimina en las primeras etapas del
horneado, puesto que parte se combina químicamente con otras sustancias para formar
silicatos. El propósito de la cocción es producir la suficiente vitrificación para unir las
restantes partículas que no se han fundido.

En muchas arcillas, se presentan también pequeñas cantidades de carbono orgánico y de


azufre (este último, frecuentemente, como sulfuro ferroso). El carbón se quema en el horno
y el sulfuro de hierro se oxida, con lo que el ladrillo adquiere un color rojizo. El hecho de que
exista una cierta proporción de carbono en la arcilla, permite reducir a un mínimo el consumo
de carbón y, por tanto, se ahorra combustible.

Ladrillos prensados (de máquina).—Se distinguen de los ladrillos comunes por el mayor
cuidado en la elección y preparación del material, por su esmera, fabricación y por ser
sometidos a gna compresión mecánica durante la elaboración, lo que las hace más
resistentes.
Su tamaño es de 23 x 11 x 6.5 cm. El peso del mular es de 2.600 Kg. secos y de 2.800 Kg.
mojados. Resistencia a rotura: 120 Kg cm2.Esta clase de ladrillos se emplea, usando
morteros cernenticios, para construir pilares bases de columnas, cámaras de cloacas y en
general cuando se necesita una pared de mucharesistencia a la compresión.

También se emplean en muros externos sin revoque, sino con loma de juntas (albañilería
aparente). Por ej. en fábricas, depósitos, chalets, etc. o como revestimiento de muros de
ladrillo común.

El ladrillo prensada debe responder a las siguientes exigencias: tener estructura compacta;
estar uniformemente y bien cocido sin vitrificación; carecer de núcleos calizos u otros
cualquiera, tener superficies tersas sin alabeos ni hendiduras y aristas vivas; no ser friable
y de forma muy regular y sonoro al golpe.

El espesor del mortero en las juntas tro debe ser mayor de 1.cm, El peso de esta clase de
albañilería es de 1.800 Kg/m3.

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