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Qué es la lluvia ácida – definición y causas

Según el Diccionario de la lengua española de la Real Academia Española,


la definición de lluvia ácida es “la precipitación en la atmósfera de las emisiones
industriales de contaminantes ácidos”. Así, se puede definir como la mezcla del
agua de lluvia con la contaminación ambiental o polución del aire. Se trata de
un fenómeno atmosférico que supone serios problemas para el planeta, tanto para
toda la naturaleza como para las infraestructuras artificiales construidas por el
hombre. ¿Quieres saber mejor por qué es así?, a continuación te lo explicamos.
Como ya hemos mencionado, las causas de la lluvia ácida están directamente
relacionadas con la contaminación, podríamos decir que las causas son las
fábricas, la calefacción, las centrales eléctricas, los vehículos, etcétera, que
queman derivados del petróleo con azufre y también queman carbón.

Cómo se forma la lluvia ácida


¿Qué produce la lluvia ácida específicamente?, ¿cuáles son sus componentes? y
¿cómo se forma? Estas son dudas comunes sobre este fenómeno atmosférico, ya
que para encontrar soluciones hay que conocer bien el origen del problema. Hay
que tener en cuenta que la lluvia contiene dióxido de carbono, así como cualquier
otra forma de agua ambiental como la nieve, el hielo o la niebla. Esto hace que de
por sí esta agua sea un poco ácida, sobre un pH de 5,6, pero la lluvia ácida tiene
un pH de 5, pudiendo llegar hasta uno de 3 cuando es muy ácida.
La lluvia ácida se forma cuando el agua contenida en el aire, es decir la
humedad, entra en contacto y se mezcla con los óxidos de nitrógeno, el dióxido
de azufre y el trióxido de azufre. Estos son gases que junto con el agua
producen ácido sulfúrico, ácido sulfuroso y ácido nítrico, haciendo que la lluvia se
torne más ácida de lo que ya es y, al caer, dañe el entorno en el que se encuentre.

Cuáles son los componentes de la lluvia ácida


Las fórmulas de los componentes primarios de la lluvia ácida, es decir sus
precursores, son los siguientes:
 Agua de la humedad ambiental: H2O
 Óxidos de nitrógeno: NOx
 Dióxido de azufre: SO2
 Trióxido de azufre SO3
Las fórmulas de los ácidos resultantes de la mezcla anterior que acidifican la
humedad formando la lluvia ácida en sí son las siguientes:
 Ácido sulfúrico: H2SO4
 Ácido sulfuroso: H2SO3
 Ácido nítrico: HNO3
Efectos y consecuencias de la lluvia ácida
Al combinarse con la humedad ambiental, estas sustancias se precipitan en forma
d lluvia ácida, cayendo sobre la tierra, el agua, los bosques, los edificios, etcétera,
dañándolo todo debido a su acidez. Por tanto, la lluvia ácida deteriora el medio
ambiente.
Además, los contaminantes que son expulsados por la quema de derivados del
petróleo con azufre, del carbón, etcétera, no solo contaminan el aire y la humedad
de la zona en la que están al crearse, sino que pueden recorrer largas
distancias por el viento, hasta miles de kilómetros, antes de llegar a combinarse
con la humedad, convertirse en ácidos y caer en forma de precipitaciones, ya sea
la propia lluvia o bien nieve, granizo, niebla, etcétera. Esto significa que la
contaminación puede crearse en una parte del mundo, pero la lluvia ácida
derivada de esa contaminación puede precipitarse en otra zona de la Tierra.

Entre los efectos y las consecuencias de la lluvia ácida encontramos lo


siguiente:
 Acidificación de las aguas terrestres, como ríos, lagos, mares y océanos. Por
tanto, daños graves en la vida acuática y en la terrestre, al no poder beber de
estas aguas ni alimentarse de los peces y otros animales que habitan en ellas.
 Daños importantes en la vegetación, en zonas forestales, selváticas, etcétera, de
forma directa e indirecta. Este fenómeno atmosférico acidificado contiene
protones que provocan que algunos iones bajen hasta entrar en contacto con la
tierra, por ejemplo de plomo, zinc, calcio, hierro o aluminio, y esto empobrece el
suelo, haciendo que pierda nutrientes. La consecuencia directa de esto es que los
vegetales padecen estrés y deficiencia de nutrientes que las hace enfermar, más
vulnerables a contraer plagas e incluso morir. Dónde esto sucede, hay menos
vegetación, menos hábitat y alimento para animales y personas.
 Acaba con la vida de microorganismos fijadores de nitrógeno, es decir que
reducen el nitrógeno ambiental.
 La lluvia acidificada daña y deteriora la superficie de materiales, es decir tiene un
efecto corrosivo sobre materiales como la madera, la piedra y el plástico, entre
otros. Por ejemplo, muchos edificios, monumentos y estatuas se han visto
afectados al corroerse el mármol o la caliza que los constituye, ya que los ácidos
de estas precipitaciones pueden disolver el carbonato de calcio, que forma parte
de los materiales de estas construcciones.
 Los ácidos que contienen sulfato en estas precipitaciones provocan un aumento
del efecto invernadero. Aunque pueden ser cantidades de sulfato pequeñas,
estas al entrar en contacto con ciertos componentes presentes en zonas
pantanosas, incrementando la producción de gas metano llevada a cabo por lo
metanógenos, los microorganismos que los producen de forma natural.
Soluciones para la lluvia ácida

¿Qué medidas se pueden tomar para disminuir la lluvia ácida? Esta es una
duda que nos hacemos desde la década de los años 80, cuando comenzó a haber
conciencia sobre este tema y a buscarse soluciones a través de tratados y leyes
con el objetivo de reducir la contaminación y, por tanto, la acidez de las
precipitaciones y otros problemas ambientales.
Estas son algunas soluciones que dan respuesta a cómo reducir el impacto
y cómo evitar la lluvia ácida, centrándose sobre todo en reducir las emisiones de
los agentes contaminantes que producen el problema:
 Reducir al máximo los niveles de azufre y nitrógeno en las emisiones de las
fábricas, calefacciones, vehículos, etcétera, pasando a utilizar nuevas tecnologías
que ayuden a controlar estas emisiones y usando cada vez más las energías
renovables.
 Impulsar el uso de vehículos privados, mercantiles, de los gobiernos y de
transporte público con sistemas de gas natural, eléctricos y otras opciones
alternativas.
 Instalar en los vehículos un convertidor catalítico de tres vías, que ayuda a reducir
las emisiones nocivas.
 Reducir el consumo de electricidad en el hogar, por ejemplo no dejarse las luces
encendidas o no usar calefactores.
 Reducir el uso de sustancias químicas en los cultivos.
 Añadir compuestos alcalinos en estanques, lagos y ríos para equilibrar el pH.
 Plantar árboles.
 Fomentar la educación entorno a los problemas medioambientales y sus causas,

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