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1.

ORIGEN Y AUTORIDAD DE LA BIBLIA

Muchos forman un concepto de la Biblia, sobre preconceptos nunca


comprobados, es decir, muchos sin haber analizado y ni siquiera leído la Biblia,
hacen afirmaciones sobre ella. Estas personas se pueden dividir en dos grupos,
los ateos desinformados y los fieles mal informados. Se debe reconocer que el
segundo grupo, es el más peligroso para el cristianismo.
Decir que se tiene a la Biblia como regla de fe y práctica, argumentar sobre
su contenido, sostener posturas que dicen ser bíblicas y nunca haber leído la
totalidad de sus páginas, es la práctica más común entre aquellos que hacen decir
a la Biblia, aquello que ella no dice, como también entre aquellos que de forma
efectiva quitan la autoridad que ella tiene.
Por lo señalado, si usted es alguien que ostenta el título de Cristiano
Adventista del Séptimo Día, sin importar su título profesional, debe haber leído
su Biblia al menos 5 veces, para liberarse del sincretismo cosmovisionológico al
que todo ser humano está expuesto. Sin embargo, aparte de la lectura del texto
bíblico, poseer una cosmovisión bíblica adventista, exige conocer cuatro tópicos
relacionados a la ontología bíblica.

La revelación e inspiración de la Biblia


La Biblia afirma ser un documento que llega por revelación y que se
escribe por inspiración. La gran mayoría de cristianos acepta esta declaración y
sostiene que la Biblia tiene la razón cuando hace tal afirmación; sin embargo, el
problema radíca en la comprensión que los diferentes estudiosos bíblicos tienen
sobre los temas: revelación e inspiración.
El Antiguo y Nuevo Testamento hace uso de diversos términos para
referirse a la revelación de Dios. 1 En todos estos casos, el sentido de los términos
es comunicar un mensaje comprensible y claro, 2 que depende de la soberanía de

1 Several different terms are used throughout Scripture to indicate divine revelation. In
the OT, the major terms used are ‫( דָּ בָ ר‬dābār, “word”; Gen 15:1), ‫( נָבִ יא‬nābîʾ, “prophet”; Num
11:29), ‫( חָ זָה‬ḥāzâ, “to behold”; Num 24:4), ‫( ָראָ ה‬rāʾâ, “to see”; Dan 8:15), and ‫( חָ זוֹן‬ḥāzôn, “vision”;
Psa 89:19). Various other words found in the OT also may refer to divine revelation. The
Hebrew terms include ideas of speaking and seeing as well as specialized concepts like
prophecy that directly incorporate the idea of divine revelation. The major terms in the NT
include λόγος (logos, “word”; John 1:1), ὅραμα (horama, “vision”; Acts 10:17), ἀποκαλύψις
(apokalypsis, “revelation”; Rom 16:25), and προφήτης (prophētēs, “prophet”; Matt 1:22), along
with various other related words. These are similar in fashion to the OT terms in that they
include ideas of speaking and seeing as well as specialized terms indicating divine disclosures.
Michael Scott Robertson, “Divine Revelation,” ed. Douglas Mangum et al., Lexham Theological
Wordbook, Lexham Bible Reference Series (Bellingham, WA: Lexham Press, 2014).
2 “De manera que el sentido de la palabra se refiere al acto de hacer de conocimiento

humano algo que estaba antes sólo en el conocimiento de Dios y que el hombre no podía, de no
ser por esa acción, obtenerlo por sí mismo.”
Dios y se origina en él; 3 y que llega al ser humano, mediante sueños, visiones,
diálogos o escritos, a través de diversos medios, tales como teofanías, ángeles,
profetas, naturaleza o manuscritos. 4 Sobre este punto existen tres cosas que
aclarar, primero que Dios es capaz de comunicarse con cualquier ser humano, sin
importar su condición o credo;5 segundo, que Dios comunica lo mismo a todos
los seres humanos; 6 y tercero, que sólo algunos de los seres humanos con los que
Dios se comunica son profetas. 7
La diferencia entre un ser humano común y un profeta, no radica en que
uno recibe sueños y visiones mientras que el otro no, sino en que uno es inspirado
y el otro no. 8 El profeta es inspirado y esto significa que es capacitado para
entender y transmitir lo comunicado por Dios de forma fidedigna. 9 Todos
aquellos que no son profetas, comunican la voluntad de Dios tal como ellos la
entienden; y para garantizar su fidelidad, deben someter su comprensión a una
evaluación hecha por sus hermanos en la fe. 10
Por lo tanto, los adventistas creemos que la Biblia es la revelación de Dios,
más precisamente la revelación de su voluntad para el ser humano. Sin embargo,
tan cierto como un Ángel o un profeta pueden ser mal entendidos; la Biblia,
aunque es la revelación fidedigna de Dios, también puede ser mal entendida y
hasta no reconocida 11 como portadora del mensaje autentico de Dios para el
hombre. En consecuencia, se debe afirmar que los adventistas creemos que la
Biblia es la revelación inspirada de Dios, es decir, contiene y transmite la
revelación de Dios de forma fidedigna; sin embargo, tal como ya se señaló, esta
realidad no garantiza que todos los seres humanos lleguen a comprenderla de
forma fidedigna, pues el ser humano que no es profeta, tampoco es inspirado.
Esto no quiere decir que el docente universitario adventista–que a saber
no es inspirado–este privado de la comprensión de la revelación de Dios. Lo que
quiere decir, es que existe la posibilidad de que la comprenda mal. Esto lejos de
desmotivar el estudio de la Biblia, debería ser un aliciente para estudiarla más

Alfonso Lockward, Nuevo Diccionario de La Biblia (Miami: Editorial Unilit, 1999), 883.
3 Nadie puede obligar a que Dios se le revele, él se revela por su propia voluntad.

4 Aunque se incluye en esta categoría a la naturaleza, se debe reconocer que ella más

que la auto revelación de Dios, debe ser considerada como la evidencia de su existencia. Toda
revelación tiene un propósito y es intencional, sin embargo; se debe reconocer que este
propósito e intensión, es más sencillo de conocer a través de la revelación proposicional, que de
la revelación natural.
5 Sobre esto existen muchos ejemplos, Nabucodonosor es el más evidente.

6 Él es un Dios que no cambia.

7 Esto es en el sentido estricto del término.

8 Los términos para inspiración en la biblia son ….

10La profecía no es de interpretación privada.


11Josue por ejemplo no pudo reconocer a Dios en el soldado que se le presentó, porque
tenía aspecto humano y los defectos propios de todo humano.
asiduamente, no de forma aislada, sino en cooperación con otros, que en el
pasado y en la actualidad la estudian con la misma dedicación.

Canonicidad de la Biblia
El término canon, tiene su origen en el hebreo kannesh y el griego kanón que
significa regla de procedimiento, criterio o norma. 12 Debido a ello, cuando se habla de la
canonicidad de la Biblia, se habla de dos cosas: 1) La Biblia es la única regla de fe y
conducta de quienes la tienen como la inspirada Palabra de Dios; 2) La producción de los
libros que hacen parte de la Biblia siguieron procesos, criterios o normas estandarizados
por Dios, y este punto reafirma que la Biblia—con sus 66 libros—es la Palabra inspirada
de Dios. 13
Es importante reconocer que el canon bíblico hoy en día, no es un asunto
totalmente zanjado, libre de observaciones y conflictos. Entre las diferentes tradiciones—
grupos religiosos—existen algunas variaciones sobre aquello que compone el canon
bíblico. Una comparación entre el canon aceptado por los católicos romanos, los
luteranos, los ortodoxos y protestantes, 14 evidencian aquello que se viene afirmando, pues
mientras los protestantes consideran un total de (39+27) 66 libros como canónicos, los
ortodoxos aceptan (54+35) 89 15 y los católicos romanos admiten a (46+27) 73 libros en
esta categoría. 16
Frente a esta realidad, pueden surgir dudas razonables sobre la autoridad
que tienen los 66 libros aceptados como canónicos por la Iglesia Adventista del
Séptimo Día. Para tratar de dilucidar el tema, en primer lugar, enumeraremos
algunas las características que tienen los documentos que hacen parte del canon,
pero que no determinan su canonización.
1. La antigüedad de los libros.
2. El idioma en el que fueron escritos los libros.
3. La presencia de valores religiosos y espirituales en su contenido.
4. Concordancia con el contenido y mensaje del pentateuco.
5. La aceptación por parte de una comunidad religiosa.
6. Su pertinencia.

12

13 Claudionor Corrêa de Andrade, Diccionario teológico: con un suplemento biográfico de los


grandes teólogos y pensadores (Miami, FL: Patmos, 2002), 74–75.
14 Entre las más conocidas existen al menos siete diferentes tradiciones religiosas que
tienen algo para decir sobre el canon bíblico, solo las enumeraremos como información: 1)
Iglesia Anglicana, 2) Iglesia Asiria del Este, 3) Los judíos, 4) Los ortodoxos, 5) Los luteranos, 6)
Los protestantes, 7) Los romanos católicos, entre otros.
15 Los ortodoxos se subdividen en Iglesia Ortodoxa Etíope e Iglesia Ortodoxa Copta,

también existen diferencias en el canon que cada uno de ellos acepta. El número 89 puede
variar, ya que para los propósitos de este documento se ha contado aún al salmo 151 como un
libro aparte. Sobre la comprensión que la iglesia ortodoxa tiene sobre el canon véase, Bulgakov,
Sergius, The Orthodox Chruch, trad. Lydia Kesich (New York, Vladimir´s Seminary Press,
1988), 9-25.
16 http://www.bible-researcher.com/trent1.html; véase también

http://www.corazones.org/diccionario/canon_escrituras.htm
Estas características, están presentes en todos los libros canónicos; sin
embargo, se debe reconocer que también están presentes en muchos otros
documentos. Existen; sin embargo, otras características más que se deben evaluar
antes de determinar si el libro es canónico o no.
1. Su sacralidad.
2. Su autoridad.
3. Su santidad.
4. Periodo en el que fue escrito.
5. Su inspiración.
6. Sus autores, si fueron profetas inspirados por Dios.
7. Su concordancia teológica, temática e histórica con los otros
documentos.
No todos los libros escritos en la antigüedad y en idiomas considerados
sagrados por algunos, cumplen todas estas características. Al hacer una
evaluación concienzuda sobre el tema, se puede notar que sólo los 66 libros
aceptados por los protestantes como canónicos, pasan todas estas pruebas, no
sólo las 7 últimas, sino también las 6 primeras. Debido a ello es importante
aclarar; que, aunque Dios ha dirigido—inspirado—la escritura de otros
documentos, se debe admitir que esos otros documentos, no fueron inspirados
con el propósito de servir como regla de fe y práctica para la humanidad en su
totalidad, este es el caso de algunos libros mencionados en la Sagrada Escritura,
pero que no llegaron hasta nuestros días, pues tuvieron un propósito muy
específico, respecto a tiempo, espacio y persona. 17
A lo señalado se debe añadir la evidencia histórica, respaldada por una
considerable cantidad de documentos, que, aunque no están de acuerdo en todos
los casos en un principio, exponen listas que especialmente muestran como fue
tomando cuerpo el canon del Nuevo Testamento. Entre estas listas están el Canon
Muratoriano (s. II d.C.), la lista de Eusebio de Cesarea (s. IV d.C.), la de Atanasio
de Alejandría (s. IV d.C.) y aunque estas listas no contienen los 27 libros del
Nuevo Testamento, ya para el año 367, en la carta pascual de Atanasio se puede
leer una lista con los 27 libros que hoy tiene el NT protestante. A esto se debe
añadir que “durante el siglo IV varios de los sínodos eclesiásticos—tales como
los de Roma (382), Hipona (393) y Cartago (397)—aceptaron los 27 libros del NT
como canónicos”. 18
Sin embargo, aunque la historia, respalda el canon de 66 libros, ella no es
determinante para que los adventistas del séptimo día aceptan al canon bíblico

17 Entre estos documentos se pueden mencionar a: 1) La carta del profeta Elías (2 Cron
21:12), 2) Los libros del profeta Semaías (2 Cron 12:15), 3) Las crónicas escritas por Natan y Gad,
4) Los muchos escritos mencionados por Lucas (Luc 1:1), 5) La carta escrita a la iglesia de
Laodicea (Col 4:16), entre otras.
18 Kwabena Donkor, “¿Quién decidió qué libros deben incluirse en la Biblia” en

Interpretación de las Escrituras: preguntas y respuestas bíblicas, ed. Gerhard Pfandl (Buenos Aires:
Asociación Casa Editora Sudamericana, 2012), 12.
protestante—la Biblia con 66 libros—como única regla de fe y práctica. Los
adventistas creen que, las características de los documentos que hacen parte del
canon, exigen que se concluya afirmando junto a Donkor que en “ambos
testamentos, los libros que llegaron a ser parte del canon bíblico tenían una
autoridad de autenticación propia”. 19
Sobre este punto es sumamente importante notar que existen corrientes de
pensamientos que tratan de hacer revivir el principio cristológico luterano, bajo
la nomenclatura de un canon dentro del canon. Es decir, hay quienes creen que
de todo lo que está en la Escritura, existen partes, conceptos o ideas que son más
autoritativas que otras partes, en consecuencia, algunos creen que las palabras
pronunciadas por el Señor Jesús—impresas en rojo en algunas Biblias—tienen
más autoridad que las pronunciadas por Pablo o Moisés, esto desvirtuaría el
concepto de revelación e inspiración de la Biblia y produciría distintos niveles de
autoridad canónica, dentro del mismo canon bíblico.

La Biblia y su relación con los escritos de Ellen G. White


Ellen G. White es para los adventistas un profeta auténtico de Dios, su
inspiración ha sido abundantemente discutida y demostrada, pero frente a esta
realidad surgen problemas cuando se habla de la relación que estos escritos
inspirados tienen con los otros escritos también inspirados y que además fueron
canonizados.
Sin embargo, si tomamos en cuenta lo ya mencionado, el problema puede
ser considerablemente resuelto. Ella hace parte del grupo de los verdaderos
profetas de Dios que escribieron con un propósito muy específico, respecto a
tiempo, espacio y persona. Es decir, aunque sus escritos no son regla de fe y
práctica para los hijos de Dios de todos los tiempos, lugares y culturas, son
escritos que comunican la voluntad de Dios para todos aquellos que hacen parte
de un tiempo específico—el tiempo del fin—, que habitan en lugares donde este
mensaje puede ser anunciado y que finalmente hacen parte de la Iglesia
Adventista del Séptimo Día.
Esto no quiere decir que este mensaje reemplaza al mensaje bíblico, pues
tan igual como el mensaje de los profetas del pasado que hacen parte de este
grupo de profetas, no reemplazaba las Escrituras, sino que las ampliaba y las
aplicaba de forma concreta para el caso específico; Ellen G. White, amplia y aplica
las Escrituras al caso específico del pueblo de Dios que verá la segunda venida
del Señor Jesús. Sin embargo, son las propias palabras de Elle G. White las que
mejor ilustran el tipo de relación que existen entre estos escritos inspirados y el
canon bíblico, ella dijo:
El Señor ha enviado a su pueblo mucha instrucción, línea sobre línea,
precepto sobre precepto, un poquito aquí y un poquito allá. Poco caso se

19 Ibid., 13.
hace de la Biblia, y el Señor ha dado una luz menor para guiar a los
hombres y las mujeres a la luz mayor. ¡Oh, cuánto bien podría haberse
realizado si los libros que contienen esta luz hubiesen sido leídos con una
determinación de practicar los principios que contienen! Habría una
vigilancia, una abnegación y un esfuerzo resuelto mil veces mayores. Y
muchos más se regocijarían ahora en la luz de la verdad presente. 20
Respecto al uso que Ellen G. White hace de la Escritura, se debe afirmar
que ella, usa la Biblia, tal como los profetas que escribieron el Nuevo Testamento
usaron el Antiguo Testamento. 21

La interpretación de la Biblia
La interpretación de la Biblia, es uno de los grandes debates que todavía
se encuentra en el futuro. Es cierto que el 12 de octubre de 1986, un grupo de
teólogos adventistas que hacía parte de la Comisión de Métodos para el Estudio
de la Biblia, redacto el manuscrito conocido como el documento de Rio. Este
documento deja claro que los adventistas no usan las herramientas ni las
presuposiciones del Método Histórico Crítico y tampoco propone un método
como él único habilitado para estudiar e interpretar la Biblia, por lo contrario,
afirma,
En contraste con el método histórico-crítico y sus presuposiciones,
creemos que es útil presentar principios para el estudio de la Biblia que
sean coherentes con las enseñanzas de las propias Escrituras, que
preserven su unidad y que estén basados en la premisa de que la Biblia es
la Palabra de Dios. Tal enfoque nos llevará a una experiencia satisfactoria
y gratificante con Dios. 22
Sin embargo, esto no quiere decir que todos aquellos que estudian las
Escrituras lo hacen tomando en cuenta las pautas y recomendaciones dadas en el
documento de Rio. Sin embargo, un problema mayor es la interpretación hecha
por personas que sin haber dedicado tiempo suficiente para leer y releer la
Biblia—un significativo número de veces—y partiendo desde sus propias
presuposiciones o desde presuposiciones sociales, interpretan las escrituras y

20 Elle G. White, El colportor evangélico (), 129.


21 Aunque algunos han sostenido que el uso que Ellen G. White hace de la Sagrada
Escritura, es en algunos casos homilético y fuera de contexto; basados en lo señalado por
Davidson, quien sostiene que los escritores del Nuevo Testamento que han sido criticados por
lo mismo que se le critica a Ellen G. White, escriben tomando en cuenta el contexto global de los
textos del AT, se puede afirmar que Ellen G. White hace el mismo uso que todos sus pares
profetas. Véase, Richard M. Davidson, “New Testament Use of the Old Testament”, Journal of
the Adventist Theological Society 5, no. 01 (1994): 14-39.
22 Comisión de la Asociación General, “Métodos de estudio de la Biblia” en Entender las

Sagradas Escrituras: el enfoque adventista, ed. George W. Reid (Florida: Asociación Publicadora
Interamericana, 2009), 404.
exponen sus conclusiones como si se tratase de la verdad aceptada y promovida
por la Iglesia Adventista del Séptimo Día.
Ejemplos de esto se observan permanentemente, entre profesionales,
teólogos y jóvenes adventistas, que levantan su voz para hablar sobre,
vestimenta, música, sexo, alimentación, observación del sábado y muchos otros
temas más. Como formadores en una institución adventista se debe tomar en
cuenta que las verdades que se anuncien no deben ser personales, sino
corporativas, y para tener la seguridad de que esto es así, no debemos confiar en
un sermón ni en un líder espiritual, se debe recurrir a fuentes autorizadas, por lo
menos en aquello que haya algo escrito.
Esto no priva a nadie de interpretar la escritura de forma particular y
privada, sin embargo, previene de los problemas que puede causar la predicaciòn
de diferentes interpretaciones en una sola iglesia. Por eso, toda interpretación
antes de ser divulgada debe ser consensuada por la iglesia mundial y para ello se
debe seguir el siguiente lineamiento:
2. LA BIBLIA Y SU RELACIÓN CON LAS CIENCIAS

El mayor desafío, en algunos casos, que existe en la tarea educativa de un


profesor adventista, ha sido encontrar pertinencia en el contenido bíblico para el
área específica de su especialización y enseñanza. Este corto artículo, únicamente
pretende motivar al especialista, a crear nuevas y más eficaces formas de integrar
el contenido bíblico y sus principios, cuando dicta su clase. Pues la cosmovisión
bíblica adventista, debe acompañar al docente en todo su quehacer. Para ello solo
trataremos de exponer la pertinencia de la Biblia en cada una de las ramas de la
ciencia.

La pertinencia de la Biblia en las ciencias sociales


Las diferentes ciencias que tratan de entender y explicar al ser humano en
sus diferentes escenarios, pueden encontrar en la Biblia una gran cantidad de
ejemplos que muestran que los seres humanos, sus dilemas, comportamientos y
otras características, no han cambiado con el pasar de los años.
Las ciencias sociales, entendidas como el conjunto de disciplinas que
estudia las actividades y el comportamiento del ser humano, puede ser
subdividida en diversos grupos, tales como las ciencias relacionadas con la
interacción social, el sistema cognitivo, el desarrollo de las sociedades y las que
son clasificadas como humanidades y que en consecuencia tienen un más
controvertido status respecto a la ciencia.
Son este conjunto de disciplinas, las que encuentran mayor pertinencia en
el contenido bíblico. La rapidez con la que cambia el mundo actual y la facilidad
con la que se adapta el ser humano a esos cambios, como su potencial para
producir nuevos cambios, que muchas veces mejoran la condición humana, son
elementos básicos que encuentran fuerte sustento bíblico, pues el ser humano fue
hecho semejante a Dios, con capacidad innovadora e inventora.
La gran cantidad de principios e ilustraciones bíblicas sobre el cumulo de
las disciplinas que hacen parte de esta categoría de ciencias, son una fuente rica
de exploración, para el docente como para el estudiante. Sin embargo, se debe
aclarar, que estas ciencias no son las que ilumina la Biblia, sino que la Biblia
ilumina la comprensión de estas ciencias. Estas disciplinas, exponen los
problemas y postulan soluciones, pero es la Biblia, el tamiz que finalmente
permite la llegada de un conocimiento que puede ser considerado como
verdadero.
La pertinencia de la Biblia en las ciencias formales
Los amantes de las ciencias formales (Estadística, Lógica, Matemáticas,
Ciencias de la computación) en muchos casos encuentran mayor dificultad para
ver al texto bíblico como un documento pertinente. Este grupo de disciplinas que
estudia los procesos lógicos y matemáticos, no valida sus hipótesis y
descubrimientos de manera empírica, como lo hace las ciencias naturales y
sociales, sino en base a proposiciones, definiciones, axiomas y reglas de
inferencia. Se cree que, en este punto, el amante de la ciencia formal, puede
encontrar pertinencia en la Biblia para sus estudios.
La Biblia es un documento rico en proposiciones, definiciones, axiomas y
reglas de inferencia. Muchos textos bíblicos son tesis que gobiernan el quehacer
humano; es decir, son proposiciones que exigen explicaciones formales y no
meramente interpretativas o sociales. Lo mismo se puede decir sobre las
definiciones, axiomas y reglas de inferencia presentes en la Biblia. Algunos
ejemplos de las mismas son las siguientes:
“Si supieseis qué significa: Misericordia quiero, y no
Proposición: sacrificio, no condenaríais a los inocentes” (Mt 12:7).
“La fe es la certeza de lo que se espera, la convicción de
Definición: lo que no se ve” (Heb 11:1)
“Porque lo que sucede a los hijos de los hombres, y lo
Axioma: que sucede a las bestias, un mismo suceso es: como
mueren los unos, así mueren los otros, y una misma
respiración tienen todos” (Ec 3:19)
“Y si tú avisares al impío de su camino para que se
aparte de él, y él no se apartare de su camino, él morirá
Regla de inferencia:
por su pecado, pero tú libraste tu vida” (Eze 33:9)

La pertinencia de la Biblia en las ciencias naturales


En esta categoría se encuentran todas las disciplinas que estudian el
mundo natural—la naturaleza—y puede ser dividido en dos grandes grupos, las
ciencias físicas (Astronomía, Física, Geología, Química) y las ciencias biológicas.
En su quehacer el investigador usa el método científico, conocido también como
método experimental, método que se apoya en a razón, la lógica y los enunciados
de las ciencias formales. Debido a ello algunos creen que los postulados o
conclusiones provistas por estas disciplinas deben ser elevadas a la categoría de
verdades absolutas.
El gran desafió de un educador adventista que se dedica a alguna de estas
disciplinas del saber, es hacer una revaloración de la misma. Se debe reconocer
que las conclusiones o planteamientos propuestos por estas disciplinas, al igual
que los dados por otras disciplinas, pueden ser reevaluado, cambiados y hasta
desvirtuados.
La cosmovisión bíblica adventista, nos lleva a evaluar los enunciados
expuestos por estas disciplinas, a la luz de las proposiciones bíblicas. Ellas tienen
mayor valor y autoridad, deben ser consideradas como verdades, mientras que
cualquier otra conclusión, sea cual sea el método por el cual se haya alcanzado
ese conocimiento, siempre será falible e impreciso.

La ciencia, verdad, método y Biblia


Existe en el mundo académico, diversos términos que, al ser mencionados,
todo aquello que lo acompaña adquiere un valor especial. Tres entre ellos son los
más populares: ciencia, verdad y método. Cuando un académico menciona
alguno de estos términos, indica de forma indirecta que lo comunicado tiene
autoridad, que no debe ser discutido, que debe ser aceptado y que, si alguien
desea poner en duda lo dicho, deberá demostrarlo y que, para hacerlo, debe
seguir una serie de pasos que no hacen de este proceso algo sencillo y rápido.
La gran interrogante que se levanta respecto al tópico del que se está
hablando es, ¿Qué implica el uso del sustantivo Biblia en el quehacer académico?,
¿Debería ser la implicancia del término Biblia, la misma en una institución
adventista y no adventista?
Se cree que existe una gran responsabilidad en el educador adventista,
pues, no solo debe conseguir que el estudiante, cada vez que escuche el término
Biblia, valore todo aquello que rodea a este término como de similar valor a
aquello que rodea a los términos ciencia, verdad o método, sino que debe valorar
a todo aquello que rodea al término Biblia como superior a todo aquello que
rodea a los términos, ciencia verdad o método. Conseguir este objetivo,
demuestra que el docente tiene una cosmovisión bíblica adventista, pero sobre
todo demuestra que tiene la capacida de desarrollar esta cosmovisión en los
estudiantes con los que interactua y es de este punto que se hablará a
continuación.

La cosmovisión bíblico-adventista como clave epistemológica para la


educación adventista
Me gustaría iniciar estas reflexiones finales con las siguientes preguntas:
¿Para qué sirve una escuela adventista? ¿Cuál sería su razón de existir? Algunas
respuestas rápidas pueden darse: preparar a jóvenes para servir al Señor,
anunciar el mensaje bíblico-adventista para alumnos que aún no conocen al Dios
bíblico. Sin embargo, desde el punto de vista académico, ¿cómo se produce esta
preparación y ese anuncio? Por supuesto, pueden ocurrir de forma no académica,
en algunos eventos promovidos por el departamento espiritual de la institución,
en los cultos que anteceden a las clases y en la postura de los profesores que
conducen a las clases. También pueden ocurrir de forma más académica, en las
clases de enseñanza religiosa y en los paralelos que profesores bien preparados
pueden trazar entre el contenido dado y la Biblia. Pero usted notó que, hasta
ahora, los contenidos centrales de la formación académica de una carrera no han
sido tocados? En otras palabras, la cosmovisión bíblico-adventista aún no tocó la
estructura de las disciplinas distintivas que forman un administrador, un
periodista, un contador, un médico, un psicólogo, un historiador, etc.
Una institución verdaderamente adventista necesita utilizar la
cosmovisión bíblico-adventista como clave epistemológica para pensar en el
contenido de las disciplinas enseñadas. La sugerencia del presente artículo es que
ese tipo de reflexión debe ocupar la mente de profesores de la red educativa
adventista. Tal reflexión tendrá el potencial de producir conocimientos
académicos epistemológicamente informados por la cosmovisión bíblico-
adventista y, en contrapartida, ese ejercicio probablemente producirá un
desarrollo más detallado de la cosmovisión bíblico-adventista, ya que cada
campo del conocimiento se relaciona con aspectos específicos de las realidades
de Dios el ser humano y el mundo en el contexto escatológico del Gran Conflicto.

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