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PREDICA

LA PALABRA

Consejos para un buen


sermón expositivo
Editado por Edgardo D. Iuorno
PREDICA
LA

PALABRA
Consejos Para Un Buen
Sermón Expositivo

MAESTRÍA EN TEOLOGÍA 2016


Edgardo D. Iuorno, Editor.

DESCUBRA EDICIONES
Libertador San Martin,
Entre Ríos, 2016
PREDICA LA PALABRA

“Te encarezco delante de Dios y del Señor


Jesucristo, que juzgará a los vivos y a los
muertos en su manifestación y en su
reino, que prediques la palabra; que instes a
tiempo y fuera de tiempo; redarguye,
reprende, exhorta con toda paciencia y
doctrina”
2 Timoteo 4:1,2
PREDICA LA PALABRA

PREFACIO

Cada religión mundial tiene su propio texto sagrado, y el


cristianismo también. La Santa Biblia ha resistido por más de 35
siglos el fuego de enemigos y supuestos defensores. Bajo el asedio
de la tradición y la filosofía, no puede hacer su obra redentora y
transformadora. Y precisamente ésta es la razón por la cual existe.

No obstante la Biblia es el libro más leído del mundo. Ella


misma declara que aunque la hierba se seque y la flor se marchite,
sus palabras permanecerán para siempre!

En este libro dieciocho pastores adventistas se unen para


exaltar la vigencia y el poder de la Palabra de Dios. Como
dirigente de la iglesia o predicador voluntario podrás aprovechar
este material de manera que esté siempre delante de la Iglesia la
necesidad de aferrarse a la Escritura. Solo mediante ella
seguiremos siendo un pueblo especial con un mensaje especial.
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ÍNDICE general

EL PREDICADOR COMO ESTUDIANTE 6

Un Enfoque Adventista De La Biblia: Gerhard Hasel-


Hermenéutica Y Exégesis-Guía Para Una Exégesis Del Antiguo
Testamento

EL PREDICADOR EXPONIENDO LA ESCRITURA 62

Introducción A La Predicación Expositiva: Dr. Rubén Otto-


Naturaleza De La Predicación: Expositiva: Haddon Robinson- ¿Qué
Es La Predicación Expositiva?: Haddon W. Robinson-Predicación
Expositiva: Floyd Bresee

EL PREDICADOR ESTRUCTURANDO SU SERMÓN 104

Estructura Homilética-Predicación Segmentada:Flo^d Bresee-Las


Ilustraciones-La Aplicación-Recursos Para El Sermón

EL PREDICADOR IMPARTIENDO SU SERMON 170

Como Predicar Semana Tras Semana: La Fuente Garantizada-Las


Fuentes Del Sermón: Sus Miembros-Introducción A Los
Sermones-Sermones Abortados-Sermones Predicados, Pero No
Entregados-Sermones Y Esqueletos-Conclusión De Sermones-
Usted Y La Predicación Narrativa-Usted Y La Predicación
Expositiva-Usted Y La Predicación Temática-El Uso De
Anotaciones En La Predicación-Perturbaciones En El Sermón-El
Sermón Visual-La Longitud Del Sermón-La Predicación
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Dialogística-La Utilización De Citas En La Predicación-El


Predicador Persuasivo-Tabla Homilética: Ejemplo De Un Sermón
Estructurado Según Los Principios De Esta Obra: Edgardo D.
Iuorno
EL PREDICADOR COMO ESTUDIANTE

UN ENFOQUE ADVENTISTA DE LA BIBLIA

Gerhard Hasel

En esta sección trataremos de bosquejar los aspectos


esenciales de “un enfoque adventista al estudio de la Biblia”. La
palabra “adventista” puede sonar parroquial o sectaria, pero no
es ésta la intención. Por “adventista” queremos significar en esta
instancia, un enfoque que está fundado en la Biblia y que es
típico de la gran herencia protestante a la cual pertenecía la
mayor parte de los reformadores del siglo XVI. Este enfoque
mantiene su fundamento en la Biblia como la Palabra de Dios
inspirada, mientras que al mismo tiempo, contesta los
interrogantes de la mente moderna.

No podemos proveer una presentación abarcante de los


principios sólidos y bien fundamentados de interpretación
bíblica. Para ello necesitaríamos un pesado volumen para el cual
no hay tiempo ni lugar. Por estas razones, trataremos de
presentar conceptos básicos y fundamentales bajo dos títulos
principales: (1) fundamentos de interpretación bíblica y (2)
principios y procedimientos para interpretar la Biblia.

I. Fundamentos de interpretación bíblica.

Esta primera sección tratará de los fundamentos de


interpretación de las
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Escrituras, tan básicos a los principios y procesos involucrados


en los procedimientos de interpretación que necesitamos
dedicar una parte a ellos. Los dividiremos en varios puntos
principales relacionados con las Escrituras, su naturaleza,
autoridad, consistencia propia, unidad, canonicidad y así
sucesivamente.

a. La Biblia como la Palabra inspirada de Dios

Toda interpretación apropiada de la Biblia debe estar


fundamentada en el

principio de que todas las Escrituras han sido inspiradas por


Dios a través del Espíritu Santo. En vista de que todas las
Escrituras son inspiradas por el Espíritu Santo, ellas constituyen
la Palabra de Dios desde el Génesis al Apocalipsis, sin una
diferencia cualitativa de inspiración. Esta aceptación de la Biblia
como la Palabra de Dios excluye grados o niveles de inspiración.
También excluye el hecho de que fueran inspiradas solamente
aquellas cosas que pertenecían a la fe y la redención, o que los
escritos no canónicos judíos o cristianos o cualquier tradición
pueda tener la misma función inspirada que la Biblia o que sean
un agregado a ella.

b. Dios como autor de la Biblia

La singularidad de la Biblia es dada a través de su origen


divino, inspirado. El origen divino, inspirado es respaldado por
las declaraciones de que “nunca la profecía fue traída por

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voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios,


hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo” (1 Pedro 1:21)
y que “Toda la Escritura es inspirada por Dios...” (2 Timoteo
3:16). Las escrituras provienen de Dios, que es el autor de ellas,
aun cuando estén escritas en lenguaje humano. Por
consiguiente, la Biblia no es el producto del genio humano o de
la tradición, no debe ser utilizada o interpretada como si fuera
un mero libro humano, no debe ser interpretada a nivel del
lenguaje humano solamente.

La Biblia presenta una “unión de lo divino y lo humano”


(G C vi), esto último en la forma de escritores inspirados que
comunicaron en lenguaje humano la verdad divina en forma
objetiva, autorizada y confiable. Cualquier enfoque
interpretativo de la Biblia que intente investigarla o interpretarla
solamente a nivel humano no es fiel a la unión indivisible de lo
divino y lo humano.

c. La unión indivisible de lo divino y lo humano en la Biblia

La Biblia “presenta una unión de lo divino y lo humano”


(5T 747; G C vi) como fue también manifestado en Jesucristo,
quien en sí mismo convino la divinidad con la humanidad, al
ser el Hijo de Dios y el Hijo del Hombre. Como la unión de lo
divino y lo humano en la forma de Jesucristo es inseparable e
indivisible, así la Biblia es la unión inseparable de lo divino y lo
humano, tornando la Palabra de Dios en el lenguaje de los
hombres. Los enfoques interpretativos, los métodos y las

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PREDICA LA PALABRA

técnicas que intenten tratar con la Biblia solamente a nivel


humano no hacen justicia a la unión inseparable e indivisible de
lo divino y lo humano. Toda interpretación de las Escrituras
debe estar en armonía con la unión divina y humana de la
palabra de Dios.

d. Autoridad de la Biblia como autoridad de Dios

La autoridad de Dios, Jesucristo y el Espíritu Santo es la


fuente de la autoridad de la Biblia. La autoridad de la Biblia es
así norma de fe y vida, doctrina y proclamación, pensamiento e
investigación. La autoridad bíblica no está fundada en la Iglesia.
No está fundada en ninguna agencia o empresa humana. Por lo
tanto, el significado e interpretación de la Biblia no depende de
decretos o concilios de los seres humanos o de su interpretación
única y/o combinada de la opinión científica. La autoridad
divina es inherente en la Biblia y provee dirección creativa a la
vida y a todas las ramas del pensamiento humano.

e. La unidad en el Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento

La unidad de los dos testamentos de la Biblia es una


realidad de las Escrituras fundada en la inspiración de ellas.
Toda la Biblia es la Palabra de Dios. Hay unidad tanto dentro de
cada testamento como entre el Antiguo y el Nuevo Testamento.
A pesar de la variedad de lenguajes, estilos, formas literarias y
énfasis de los escritores inspirados individualmente, de los
diferentes relatos de un mismo suceso y de la variedad de los
temas tratados, hay sin embargo, una unidad interna abarcante
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PREDICA LA PALABRA

sin uniformidad artificial. La unidad dentro de la variedad


señala la armonía de la verdad que niega que el Antiguo
Testamento, sea ley y, el Nuevo Testamento, evangelio, o que en
los libros bíblicos o entre ellos haya enseñanzas o teologías
conflictivas o contradictorias, o que los últimos escritores
inspirados usaban, aplicaban o interpretaban erróneamente las
Escrituras cuando las citaban o aludían a ellas.

f. El canon de la Biblia en ambos testamentos

La Biblia consiste en sesenta y seis libros canónicos que


componen el Antiguo y Nuevo Testamento. El Nuevo
Testamento utiliza la expresión “las escrituras” (Mateo 26:54;
Marcos 14:49; Lucas 24:27; Juan 5:39, etc.) o “la Escritura”
(Juan 2:22; 10:35; 20:9; 1 Pedro 2:6; 2 Pedro 1:20) para el canon
entero del Antiguo Testamento. Declaraciones de Jesús tales
como “Escrito esta” (Mateo 4:4, 6, 10; 11:10; 21:13; 26:31, etc.)
o que “la Escritura no puede ser quebrantada” (Juan 10:35),
indican que Él ejemplificó y mantuvo una fiel sumisión al AT
como canon inspirado. Los libros del NT no se hicieron
canónicos por autorización de la Iglesia o porque fueron
incluidos en listas canónicas, sino porque estos 27 libros del NT
fueron incluidos en el canon de la iglesia por ser divinamente
inspirados, tener autoridad y ser reconocidos así por orientación
de Espíritu Santo. El canon de la Biblia no es, por lo tanto, el
producto de la iglesia sino del Espíritu Santo. El canon de la
Biblia no depende de un testimonio repetitivo de autenticidad
propia sino que es una revelación inherente, autoritativa y
divina. La forma canónica de la Biblia es la Palabra de Dios y no

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la de supuestas formas y tradiciones pre-canónicas. El significado


de la Biblia se encuentra en su forma canónica y no en la
reconstrucción de varias etapas de una supuesta historia literaria
pre-canónica. En vista de que la Biblia no hace distinción entre
los niveles canónicos y siendo que todos los libros bíblicos son
de igual origen divino, escritos por medio de instrumentos
humanos inspirados, no hay forma superiores o inferiores de las
Escrituras canónicas. Los libros o escritos bíblicos, ya sean de
mayor o menor antigüedad, son autoritarios, genuinos y
auténticos por igual. No hay distinción cualitativa en los niveles
de autoridad en el canon.

g. La Biblia como su propio interprete

El famoso y reconocido principio de la Reforma de que


“la Escritura es su propio interprete” (CS 575) y que “la Biblia es
su propio expositor” (ED 185), tiene completo apoyo bíblico
(por ejemplo, Lucas 24:27; 1 Corintios 2:13; 2 Pedro 1:20).
Significa que “la Escritura interprete a la Escritura” (EV 423),
que una porción de las Escrituras interprete a otra,
convirtiéndose en la clave de otros pasajes menos ciertos. Este
procedimiento requiere la investigación del tema en todas las
partes de la Biblia para su propia interpretación. Este proceso de
interpretación propia esta fundado en la unidad de la Biblia. Si
es adecuadamente ejecutado, el procedimiento de las Escrituras
interpretando las Escrituras no permitirá un nexo
indiscriminado de los pasajes, sino que relaciona a todos los que
tratan el mismo tema. La interpretación propia de la Biblia no
niega ni abandona las distintas variedades de aspectos o énfasis

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PREDICA LA PALABRA

de los temas sino que los relaciona unos con otros dentro de la
estructura de las escrituras inspiradas. La interpretación propia
de la Biblia es una salvaguarda contra la superposición de
nuestros puntos de vistas sobre las Escrituras. También niega
que un pasaje de las Escrituras contradiga, interprete o aplique
erróneamente otros pasajes. La interpretación propia de la Biblia
dilucida o revela otros pasajes, sin reinterpretarlos, de tal manera
que tengan un significado ajeno al intento original.

h. Las verdades normativas de la Biblia

La Biblia es la revelación autoritativa de las verdades


divinas. La autoridad de las verdades contenidas en la Biblia no
está restringida solamente a asuntos de salvación, sino que toda
verdad que revela la Escritura es objetiva, autoritativa y absoluta.
Esto implica que la información del mundo de la naturaleza,
adecuadamente interpretada, no será inconsistente con las
verdades bíblicas derivadas de las Escrituras solamente. También
implica que Génesis 1-11 es un registro inspirado de eventos de
los comienzos y no meramente algo teológico o un mito. Las
hipótesis científicas sobre los orígenes de la tierra, el origen e
historia de la humanidad y otros temas, no se deben considerar
como verdades que echen por tierra las verdades bíblicas o que
las alteren para que estén en armonía con dichas hipótesis u
opiniones científicas.

La información extrabíblica de varias áreas de


investigación como la arqueología, geología, antropología, etc., si
es correctamente interpretada, puede tener un gran valor para
dilucidar lo que la Biblia enseña y también para corregir allí
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donde la interpretación es poco clara debido a una información


bíblica limitada. Pero la información extrabíblica y las varias
teorías o hipótesis que el pensamiento humano fabrica, nunca
deben ser empleados para trastocar la verdad de la Biblia en
ninguna área, incluyendo la de los orígenes de la creación, el
hecho de que Adán y Eva fueron los primeros seres creados, la
caída literal de la humanidad al pecado, el diluvio, la historia y
otras realidades que pertenecen a la fe y la vida, y a la historia y
la naturaleza.

i. Preconceptos humanos determinados por la Biblia

Ningún intérprete puede despojarse tan completamente


de su pasado que pueda acercarse a la Biblia con absoluta
neutralidad. Hay un dogma que dice que no hay total o absoluta
objetividad. No existe el así llamado “principio de la cabeza
vacía”, de acuerdo con el cual el investigador se despoja a sí
mismo de todas las nociones y opiniones preconcebidas, y
enfoca el tema a ser estudiado con completa neutralidad.
Aunque el mandato de ser tan objetivo como sea posible
permanece básico para toda genuina empresa intelectual, parece
que de alguna manera inevitable hay siempre un preconcepto
con el cual el intérprete enfrenta su investigación. Mientras
reconocemos este hecho, también debemos afirmar que los
preconceptos del intérprete deben derivar y permanecer bajo el
control de la misma Biblia. Debe constantemente estar abierto
para hacer modificaciones o ampliaciones en base a las
Escrituras. Cualquier preconcepto que esté sujeto a conceptos
tal como el naturalismo con su universo cerrado de un sistema

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de causas y efectos inmanentes, la evolución con sus axiomas de


desarrollo, o la ciencia, el humanismo o el relativismo, es ajeno a
la Biblia. La Palabra de Dios no debe ser forzada a amoldarse a
tales conceptos y suposiciones foráneas.

j. La iluminación permanente del Espíritu Santo

Se necesita el Espíritu Santo, por medio del cual fueron


inspiradas las Escrituras, como iluminación permanente del
intérprete bíblico. El Espíritu Santo crea en el intérprete, a
través de las Escrituras un preconcepto adecuado y una
perspectiva esencial para la interpretación de la Palabra de Dios.
La absoluta singularidad de la Biblia como la Palabra de Dios es
el vehículo a través del cual el Espíritu Santo trabaja hoy día
para traer fe en sus enseñanzas y mensaje. El Espíritu Santo
nunca enseñará nada que sea contrario a la enseñanza y mensaje
de la Biblia, que es inspirada por él. Los seres humanos son
incapaces de reconocer y de apropiarse adecuadamente de las
enseñanzas y verdades de la Biblia, lejos de la obra del Espíritu
Santo en sus vidas. El Espíritu Santo trabaja en y a través de la
Biblia, creando fe, transformando vidas, trayendo conocimiento
a todas las esferas del pensamiento de la experiencia, e
impulsando a un reconocimiento de la autoridad formal y
objetiva de la Palabra de Dios, guiando a la plenitud de las
verdades espirituales. La iluminación permanente el Espíritu
Santo es esencial para una genuina interpretación de las
Escrituras.

Las declaraciones que resumimos anteriormente no son


exhaustivas sino representativas en su alcance o exposición.
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PREDICA LA PALABRA

Sirven con fundamentos que muestran a grandes rasgos las


facetas esenciales. Ahora podemos avanzar para resumir los
principios y procedimientos básicos.

2. Principios y procedimientos de interpretación bíblica.

Los principios y procedimientos de interpretación bíblica


reseñados más adelante buscan (1) determinar lo que quisieron
decir los escritores bíblicos para su tiempo y lugar, (2) exponer el
sentido completo, directo o indirecto, de las palabras y mensajes
de los escritores inspirados, aun yendo más allá de lo que el
escritor inspirado pueda haber comprendido por sí mismo
(1Pedro 1:10-11; Daniel 8:26-27; Zacarías 4:13), y (3) comunicar
esto apropiadamente al hombre moderno en los distintos
ambientes culturales en los cuales se encuentra.

a. El texto original y los estudios de textos

Los documentos originales de la Biblia no han sido


preservados, pero hay mas de 5.500 manuscritos o fragmentos
de manuscritos del NT (una cifra inigualada en ningún otro
documento antiguo) y numerosos manuscritos o fragmentos del
AT. Aunque se evidencia un cuidado especial en el proceso de
copia, los escribas han cometido errores, la mayor parte sin
intención y algunos intencionales. Los estudios de textos
(normalmente referido como "baja critica" o más frecuentemente
"critica textual") son obligatorios para la recuperación del texto

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PREDICA LA PALABRA

original. A pesar de que no hay ningún “método estricto


prescripto para la critica textual del AT” (B. Waltke), hay gran
confianza en el texto masorético, el rollo de pergamino
completo más antiguo, fechado en 1008 DC. La reconstrucción
del texto es hipotética, aún cuando se la realice con sumo
cuidado. Las más antiguas traducciones han resultado
beneficiosas, pero aún las varias revisiones de Antiguo
Testamento griego (LXX) revelan que se necesita evaluar libro
por libro, evitando las conclusiones generales.

En el área de los estudios textuales del Nuevo


Testamento el erudito también aplicará los principios generales
basados en criterios externos e internos. Como no hay ningún
método universalmente aceptado, sigue siendo importante obrar
con cautela.

En general se puede decir que las variantes textuales no


influyen en las doctrinas bíblicas en ninguna forma material. La
mayor parte de las variantes textuales ni siquiera aparecen en las
traducciones.

b. La traducción de la Biblia en los idiomas modernos

Entre las técnicas apropiadas de traducciones están la


formal, de palabra por palabra y la dinámica de significado por
significado. Debemos tener cuidado de que en el proceso de
traducción las exigencias de comunicación de las distintas

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culturas no distorsionen o falsifiquen el significado del texto


bíblico. Aun en una traducción la Biblia permanece siendo la
Palabra de Dios y comunica conocimientos sobre la realidad, la
fe y la salvación más allá de las fronteras temporales o culturales.
El significado de la Biblia no está atado a la estructura bíblica o
aun contexto de cultura antigua como para que su significado
no sea comprendido por otros contextos culturales. La Biblia en
el texto de los lenguajes originales y en una adecuada traducción
es para toda la gente sin tomar en cuenta el tiempo y el espacio

c. Determinación de la paternidad literaria, fecha, lugar y


unidad de los libros bíblicos

Los diferentes libros de la Biblia fueron escritos por


hombres inspirados en un período de 1.500 años. Muchos libros
bíblicos o parte de ellos (por ejemplo, Salmos, Proverbios)
proveen información explicita sobre los autores en
encabezamientos, versículos de apertura u otros tipos de
información. Este criterio bíblico, directo o interno, es
normativo para conocer al autor, fecha, lugar y unidad de
estructura. Es inadmisible declarar como no auténtico aquellos
escritos o partes de la Biblia que directamente declaran provenir
de un escritor particular. Por consiguiente, negar la paternidad
literaria de Pablo, Pedro o Juan es inaceptable debido a la
información explicita interna. Cuando hay anonimato o falta de
información en un documento bíblico dado o en un grupo de
escritos, el resto de las escrituras tendrá prioridad para la
identificación del autor, fecha, lugar y unidad por encima de

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PREDICA LA PALABRA

cualquier tradición antigua o moderna o de la opinión de los


eruditos.

Mientras que la determinación del autor, fecha, lugar y


unidad de cada escritor de la Biblia es muy valiosa por muchas
razones, no debe de ninguna manera oscurecer el hecho de que
Dios es el autor de la Biblia. El profeta humano, con su
experiencia y antecedentes, fue el agente inspirado para
comunicar la verdad revelada y objetiva en una forma confiable
y justa de manera que “las palabras de los hombres son la
Palabra de Dios” (MS vol. 1, p. 24).

d. El texto bíblico y el asunto del contexto

En la interpretación el significado del contexto es de


gran importancia.

(1) Contexto de palabra: El contexto de una palabra en


la oración puede ser llamado contexto léxico. Hay un significado
recíproco entre cada palabra de una oración en su relación
sintáctica. El significado de la palabra puede ser encontrado con
la ayuda de un diccionario y la relación sintáctica se puede
aclarar con una gramática. Cada oración es el contexto más
cercano de una palabra. Las palabras encuentran su significado
en la oración y en su relación con otras oraciones y finalmente
en la unidad o párrafo al cual pertenece la oración.

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PREDICA LA PALABRA

La interrelación de palabra a oración, etc., no permite


que se inmiscuya un “significado de la raíz” a menos que el
contexto lo respalde. Cada palabra puede ser comparada con
palabras idénticas o relacionadas del mismo lenguaje dentro de
la Biblia (hebreo, arameo, griego) o fuera de ella en idiomas
afines. Estos estudios lingüísticos y etimológicos son altamente
constructivos y aportan para mejor comprensión. A pesar de que
no hay sustituto para esto, se debe evitar el peligro de leer la
terminología bíblica a través del lente de la información
extrabíblica o de idiomas afines. El contexto de la palabra en la
oración bíblica, y el contexto mayor del libro bíblico y de la
Biblia toda, debe permanecer siendo normativa.

(2) Contexto de pensamiento. Se puede ir más allá del


significado del término de su oración, a las ideas, conceptos,
motivos y pensamientos que expresan, o sea, el contexto de
pensamientos en el libro o documento investigado dentro del
contexto mayor de las Escrituras. Como parte del estudio del
contexto de pensamiento de las porciones investigadas, se
pueden tomar contextos fuera de la Biblia, en las culturas del
mundo antiguo. A menudo se descubren varios puntos de
contacto, cambios, adaptaciones, oposición o singularidad. La
idea de un “pacto”, por ejemplo, podría traer diferentes ideas a
la mente de las personas de la antigüedad, dependiendo de la
cultura y el ambiente de cada una. Hubo un tiempo cuando la
mayor parte del Antiguo Testamento fue explicado por algunos
eruditos en base a la cultura de Babilonia, o en otros momentos,
de las culturas de Egipto, Ugar, Grecia, etc. Aunque muchas
culturas tienen puntos de contacto más o menos cercanos, de
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PREDICA LA PALABRA

ninguna manera se puede decir que la verdad y la fe bíblicas son


un reflejo o reinterpretación de su ambiente. La Biblia es la
revelación de Dios que trasciende todo pensamiento humano.
El contexto bíblico determina el contexto de “pensamiento”
escrito por los autores bíblicos.

(3) Contexto literario. Los escritores bíblicos emplearon


una gran variedad de formas literarias tales como prosa y poesía,
con sus expresiones idiomáticas, símiles, metáforas,
personificaciones, etc. El contexto literario también se relaciona
con segmentos literarios mayores como poemas, lamentaciones,
cartas, dichos, evangelios, etc. Estos diferentes tipos de
composiciones y estilos, o sea, esta amplia variedad de formas
literarias, son evidentes en las escrituras, y fueron usadas por los
escritores, bajo la dirección del Espíritu Santo, para transmitir
las verdades bíblicas. Si se realiza un estudio adecuado de estas
formas literarias tendremos una valiosa herramienta de exégesis.
El uso de diferentes formas literarias no niega la realidad de la
narración o la historicidad de los sucesos. Así, los sucesos y las
verdades narradas en poemas, por ejemplo, no significa que su
realidad o veracidad sea menor que si la narración fuera en
prosa.

El estudio de la variedad de formas literarias y sus


contextos, no respaldan el uso del método de la crítica de forma,
como se la aplica para el AT y el NT. El desarrollo y uso actual
de la crítica de forma, como se vio anteriormente, utiliza una
reconstrucción de los contextos socio-culturales del material
bíblico y los interpreta en base a ella. En la critica de forma del

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PREDICA LA PALABRA

AT y NT, las suposiciones tales como (1) la prioridad de la


poesía sobre la prosa, (2) la aseveración de que cuánto más
antiguo el material más corto es (3) la tendencia evolucionista de
que las cosas se desarrollaron de formas simples a las avanzadas y
(4) la demanda de una consistencia dentro de una unidad
literaria, fuerzan el texto bíblico a una “cama Procrusteana” o a
un molde ajeno. Una metodología sólida en el estudio de las
formas literarias rehusará emplear tales suposiciones
metodológicas y las condiciones resultantes de ellas.

(4) Contexto bíblico. Hemos afirmado que la Biblia es


única en el hecho de que manifiesta la unión de lo divino y lo
humano. La Biblia es la Palabra de Dios y no puede ser
interpretada como cualquier otro libro. El contexto mas
apropiado para comprender e interpretar cualquier parte de las
Escrituras son ellas mismas. El AT es la clave del NT y el NT
revela los misterios del AT. Esto no significa que el NT debe ser
comprendido a la luz del AT pero que el AT no puede ser
entendido a la luz del NT. Algunos exegetas desearían poder ir
del AT al NT con una revelación progresiva en la cual el NT
tenga valor superior al AT. Otros querrían interpretar el AT sólo
por medio del NT o de un uso seleccionado del NT en el
sentido de un “canon dentro de un canon”. La verdad del
asunto es que el AT y el NT se dan luz uno al otro (PV. 88). El
AT es el evangelio encubierto y el NT es el evangelio revelado
(PV. 88). Uno es tan esencial como el otro (MS Vol. 2, 119). La
revelación posterior es superior en valor o autoridad a la
anterior, no es bíblica, sino que la revelación bíblica de Dios es
progresiva en el sentido de que hay constante descubrimiento de
la verdad por medio de los escritores inspirados posteriores.

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PREDICA LA PALABRA

(5) Contexto moderno. Es básico el reconocimiento de


que el significado original del texto de las Escrituras determina
su comprensión. El significado original no debe ser alegorizado
o reinterpretado, basado en la suposición de que el contexto del
lector u oyente moderno es tan diferente del contexto de los
escritores inspirados del pasado y sus oyentes que no hay
suficiente continuidad u homogeneidad para garantizar una
directa aplicación de la enseñanza bíblica de fe y vida hoy día. La
Biblia es más que una fuente de percepción cristiana o un mero
libro de texto sobre modelos de conducta en un ambiente socio-
cultural del pasado, que no provee nada más que orientaciones
generales y que pide una drástica reinterpretación y traducción
para nuestro supuestamente diferente ambiente socio-cultural.
Los elementos de continuidad entre el mundo de la Biblia y
nuestro mundo son más significativos que cualquier cambio. La
visión bíblica de la humanidad y su situación no es diferente de
la de los hombres del mundo moderno. El diagnóstico de los
problemas y sus soluciones permanecen verdaderos y altamente
relevantes en el presente.

e. El texto bíblico en palabras, oraciones y unidades

Hay una relación recíproca entre las palabras, sus formas


gramaticales y su relación en una oración (sintaxis). Las
relaciones entre palabras y oraciones son de fundamental
importancia para el intérprete. En el lenguaje hebreo, las
relaciones son diferentes de las del griego y ambos difieren de

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PREDICA LA PALABRA

los idiomas modernos. El estudio apropiado de las palabras y


oraciones exige un profundo análisis de los idiomas bíblicos.

Los idiomas del Antiguo Medio Oriente (tanto los


lenguajes semíticos del noroeste como del este) han contribuido
grandemente, y se espera que sigan contribuyendo, para una
comprensión mejor de las palabras bíblicas. Ellas, sin embargo,
expresan el “nuevo contenido” de la revelación divina y así no se
puede esperar que comuniquen meros esquemas de
pensamiento del mundo antiguo. El contexto bíblico y la verdad
bíblica permanecen como normas para el uso de las palabras en
sus oraciones y unidades.

Se entiende que una unidad contiene una serie de


oraciones y trata con un pensamiento dado o un aspecto de un
pensamiento mayor. La comprensión de una unidad permite la
comprensión de las palabras que la componen, así como de las
unidades mayores a las cuales pertenece.

La clasificación de unidades se logra a través de un


criterio interno. El texto bíblico en la forma canónica en la cual
se expresa constituye la norma. Las formas literarias usadas por
los escritores bíblicos en el contexto de las Escrituras, forma la
base para clasificar las unidades en prosa histórica, narrativa,
sueños, visiones, proverbios, cartas, evangelios, parábolas,
himnos, leyes, oraciones, sermones, y así sucesivamente.

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PREDICA LA PALABRA

La interpretación de las unidades involucra el estudio de


(1) los antecedentes bíblicos y extrabíblicos históricos, culturales
y religiosos, (2) la ambientación y fecha de la unidad dentro de
un texto bíblico, si es posible, (3) la forma y contexto literario,
(4) las palabras y oraciones y (5) los motivos teológicos y el
mensaje total con el contexto de toda la Biblia como un todo.

f. Los libros bíblicos y sus mensajes

Los libros bíblicos están compuestos de unidades con sus


componentes más pequeños de oraciones y palabras. La
comprensión de libros enteros de la Biblia depende de la
interpretación de sus unidades constituyentes. El libro de Isaías
puede ser comprendido en su unidad al utilizar un criterio
bíblico y al investigar sus diversas unidades (capítulos o partes).
El significado acumulado de todas las partes constituye el
mensaje total del libro de Isaías. El Evangelio de Mateo también
debe ser estudiado en su totalidad para captar su mensaje.

La determinación del significado y mensaje de los libros


bíblicos no es la reconstrucción de la supuesta historia, oral o
escrita, de los textos canónicos o del supuesto proceso de
desarrollo hasta su etapa canónica como lo visualiza el método
histórico-critico, sino el texto bíblico tal como nos llega a
nosotros. La comprensión de los libros bíblicos y su mensaje
derivan de su forma canónica y bíblica dentro del contexto
bíblico mayor.

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PREDICA LA PALABRA

g. La teología de la Biblia en su totalidad

El propósito final de toda interpretación bíblica no es


solamente conocer el significado de sus palabras, oraciones,
unidades y libros. La meta última es descubrir las verdades y
mensaje totales de todas la Escrituras. La intención no es sólo
entender lo que los escritores inspirados comprendieron por si
mismos, porque fue revelado a los profetas “que no para sí
mismos, sino para nosotros, administraban las cosas que ahora
os son anunciadas por los que os han predicado el evangelio por
el Espíritu Santo enviado del cielo; cosas en las cuales anhelan
mirar los ángeles” (1 Pedro 1:12) sino el sentido total de las
palabras. Pedro indica que los profetas de antaño “anhelaban
comprender su (el mensaje) sentido total” (PR 540). “Los
profetas... no comprendieron completamente el sentido de la
revelación que les fue dada” (CS 392). El “sentido completo” de
la revelación bíblica es provisto por una revelación posterior a
los profetas antiguos. La inspiración es una guía segura para
obtener el sentido completo de cualquier parte de las Escrituras.
El sentido completo se manifiesta a sí mismo en una palabra
profética anterior que más tarde se cumple en una forma
particular tal como Isaías 7:14 y Mateo 1:22-23, o Salmos 2:7 y
Hebreos 1:5 (Hechos 13:33; Romanos 8:29) u Oseas 11:1 y
Mateo 2:15, etc. Hay una continuidad y homogeneidad entre la
predicción mesiánica de Isaías 7:14 y su cumplimiento. Aunque
el alcance del significado de calmah es más limitado en la
acepción “virgen”, no esta mal aplicado, mal interpretado o mal
construido. Oseas 11:1 “de Egipto llame a mi hijo” fue aplicado
por Óseas a una nación en sentido corporativo mientras que en
Mateo 2:15 el cumplimiento tipológico se personaliza en
Jesucristo. No se lee un significado nuevo en la profecía
25
PREDICA LA PALABRA

anterior, pero a través de la inspiración el “sentido completo”, o


significado más amplio, es revelado sin ninguna mala aplicación
o reinterpretación donde un significado ajeno se sobrepone al
original. Es la intención divina que el “sentido completo”
genuino y normativo fuera revelado a través de la inspiración
divina en un momento posterior. Este procedimiento resguarda
a las Escrituras de interpretaciones subjetivas y personales y
asegura la interpretación propia de la Biblia basada en el
principio de la analogía de la fe.

La teología de la Biblia está compuesta de mensajes o


temas que encontramos en cada libro bíblico o grupo de escritos
del mismo escrito bíblico. En esta forma cada libro o grupo de
escritos hace su propia contribución especial, revelando riqueza,
variedad y diversidad. Así, se permite que emerja y se haga oír
cada pensamiento de las Escrituras. Estas teologías de libro por
libro y grupo por grupo proveen la oportunidad de reconocer la
variedad así como la unidad de revelación divina, que muestra la
siempre manifiesta voluntad de Dios y la ampliación de los
distintos temas y asuntos. Una vez que los distintos temas y
asuntos de las Escrituras emergen de sus ambientaciones o
contextos individuales dentro de sus respectivos libros o grupos
de escritos, cada tema o asunto debe ser estudiado en su
totalidad en orden cronológico a fin de ver sus facetas de
plenitud, variedad y unidad. Por último, la Biblia tiene un solo
evangelio y un solo mensaje. Diferentes escritores inspirados
variaran en sus expresiones de acuerdo a sus respectivas
circunstancias y propósitos, pero hay acuerdo sobre las verdades

26
PREDICA LA PALABRA

bíblicas en su riqueza total. Hay “un Señor, una fe...” (Efesios


4:5).

HERMENÉUTICA Y EXÉGESIS

Hermenéutica
La palabra hermenéutica proviene del griego ermhneuw
(hermeneuo) y significa interpretar, expresar, traducir.
Generalmente significa que se quiere aclarar un lenguaje oscuro
y se aplica más directamente a la interpretación de los textos
antiguos y en particular de los textos bíblicos.

La hermenéutica adquiere un significado doble: el arte


de interpretar correctamente la Biblia y un método que quiere
comprender y leer el texto desde hoy. Con eso la hermenéutica
se presenta como una teoría de la interpretación, por estar
orientada hacia la comprensión, mientras que la exégesis sería la
aplicación de dicha teoría al texto bíblico.

El predicador eficiente hará una correcta interpretación


del texto bíblico (2 Tim 2:15). Hasel señala que se debe apuntar
a tres objetivos básicos cuando se realiza la interpretación de las
Escrituras, a saber:

1. Determinar que comprendió el autor y qué quiso


comunicar.
2. Comprender el significado más pleno y profundo del
texto.
27
PREDICA LA PALABRA

3. Traducir ese significado a un lenguaje actual.

Razones autointerpretación bíblica

1. La singularidad la Biblia. No se trata de un libro común,


sino inspirado.
2. La autoridad de la Biblia. Tanto el AT como el NT
llevan el sello divino. E de White señala que las
Escrituras están dotadas de autoridad absoluta.

La Biblia dotada de autoridad absoluta:


“En su Palabra, Dios comunicó a los hombres el
conocimiento necesario para la salvación. Las Santas
Escrituras deben ser aceptadas como dotadas de
autoridad absoluta y como revelación infalible de su
voluntad. Constituyen la regla del carácter; nos revelan
doctrinas, y son la piedra de toque de la experiencia
religiosa. 'Toda la Escritura es inspirada por Dios; y es
útil para enseñanza, para reprensión, para corrección,
para instrucción en justicia; a fin de que el hombre de
Dios sea perfecto, estando cumplidamente instruido para
toda obra buena.' (2 Timoteo 3: 16, 17, V.M.)." CS, 9.

3. La unidad de la Biblia. Aunque escrita por distintos


escritores, tiene un solo autor. Presenta una admirable
unidad entre el Antiguo Testamento y el Nuevo

28
PREDICA LA PALABRA

Testamento. Elena de White presente sobre el particular


los siguientes conceptos:

La Biblia es su propio comentador:

Las verdades que se encuentran explicadas con la


mayor claridad en la Biblia han sido envueltas en dudas y
oscuridad por hombres doctos, que con ínfulas de gran
sabiduría enseñan que las Escrituras tienen un sentido
místico, secreto y espiritual que no se echa de ver en el
lenguaje empleado en ellas. (CS 656)

La Biblia es su propio interprete:


Pero vi que la Palabra de Dios, en conjunto, es
una cadena perfecta, de la cual una porción se vincula
con la otra y la explica. Los verdaderos buscadores de la
verdad no necesitan errar; porque no sólo es la Palabra
de Dios clara y sencilla al presentar el camino de la vida,
sino que el Espíritu Santo es dado como guía para
comprender el camino de la vida en ella revelado. (PE
221)

El Nuevo Testamento arroja luz sobre el Antiguo Testamento y


viceversa:

El Antiguo Testamento arroja luz sobre el Nuevo,


y el Nuevo sobre el Viejo. Cada uno de ellos es una
revelación de la gloria de Dios en Cristo. Ambos
29
PREDICA LA PALABRA

presentan verdades que revelarán continuamente nuevas


profundidades de significado para el estudiante
fervoroso. (PVGM 99)

Homilética y Hermenéutica (Robinson 1999: 69-74)

El homilético que aprecia las joyas en la teología no debe


ignorarlas en la predicación. De lo contrario sucederá como
aquel hombre que emocionado descubrió un reloj de sol muy
antiguo. Feliz lo llevó a la sombra de un museo, donde el reloj -
obviamente- dejó de cumplir su objetivo.

La homilética trata con la construcción y la


comunicación de los sermones. Como comunicador el
predicador pide prestado conocimiento de la retórica, de las
ciencias sociales y de las teorías de comunicación. Pero se debe
preguntar no sólo como consiguió el mensaje, sino de dónde lo
consiguió. El predicador busca su mensaje en las Escrituras, por
lo tanto debe estar involucrado con la hermenéutica. La
predicación expositiva emerge no solamente como un tipo de
sermón, sino como un crecimiento teológico de un alto grado de
inspiración.

La predicación expositiva se origina como una filosofía


antes que como un método. Refleja el esfuerzo honesto del
predicador para subordinar su pensamiento a la Biblia. El
predicador anuncia el mensaje como un heraldo. Es decir, el

30
PREDICA LA PALABRA

mensaje no se origina en él, sino en quién se lo entregó. El


mensaje del heraldo es el mensaje de la Biblia.

La predicación tópica raya muchas veces con la herejía,


en cambio, la predicación expositiva protege al predicador de
posibles errores. Pues no es palabra de hombre sino de Dios.

Exégesis
La palabra exégesis proviene del griego ecegeomai
(exegeomai) cuyo significado es

guiar, explicar. En lo que a homilética se refiere, la exégesis del


pasaje bíblico permite explicar la Biblia correctamente. Esto
significa que, el predicador hará decir al escritor bíblico lo que el
autor dijo realmente. Hasel sostiene que “el cuidadoso exégeta
consultará constantemente su comentario inspirado según las
Escrituras.”

Cómo analizar el texto


La siguiente sección desarrolla los pasos que se deben
seguir para trabajar el texto seleccionado para el sermón
expositivo.

Etapas en el desarrollo del mensaje expositivo (Robinson 2001:51


181)

31
PREDICA LA PALABRA

1. Seleccione el pasaje, 53.


¿De qué pasaje de la Biblia debo extraer mi sermón?
Robinson ilustra la importncia de seleccionar
correctamente el texto bíblico con la siguiente
ilustración. Comenta que una vieja receta sobre estofado
de conejo dice así: “Primero capture el conejo...”

Lo primero que el predicador debe hacer es “capturar” el


pasaje de la Escritura.

Esto debe concretarse lo más temprano posible. No nos


referimos a una o dos semanas sino al calendario anual
de predicaciones que el pastor con su respectiva
comisión preparará. El calendario de predicciones
incluirá el texto del sermón que habrá de ser predicado,
según las necesidades de la congregación. Por lo tanto,
los miembros de la comisión deben estar familiarizados
con las necesidades de los miembros y al mismo tiempo
con las Escrituras.

2. Estudie el pasaje, 58.


El trabajo comienza con el estudio del pasaje y el registro
escrito de las ideas que vayan surgiendo en la
investigación. Luego de elegir el pasaje se debe estudiar el
contexto.

a. Lea el texto en la mejor traducción varias veces.


b. Lea el texto en otras versiones de la Biblia:
Si conoce la lengua original (griego o hebreo) lea
el texto en el idioma original. Es beneficiosa la

32
PREDICA LA PALABRA

lectura en una Biblia interlineal. Lea además


distintas traducciones contemporáneas. Esta
lectura permitirá encontrar expresiones
sinónimas importantes para la preparación del
sermón. También resultará valiosa la lectura de
paráfrasis del texto en estudio.

c. Lea el contexto del texto seleccionado:


El pasaje no existe aislado, por lo tanto, se debe
leer y analizar su contexto. Si usted lee un libro,
no se ceñirá exclusivamente a la lectura de un
solo párrafo, sino de todo el libro o del capítulo
donde se encuentra el párrafo.

Un conocido aforismo señala: “Un texto sin su


contexto es un pretexto.”por lo tanto, es vital
estudiar y registrar el tema del contexto. Si
descubre ideas de distintos autores que difieren
entre sí, estas ideas deben registrarse.

Aunque estemos conscientes de la necesidad de


examinar el contexto, es importante ampliar el
horizonte de información que se debe buscar en
el contexto. En este sentido es importante tener
presente el trasfondo social y religioso del pasaje.

(1) El trasfondo.

Es emocionante descubrir y reconstruir el


trasfondo social del pasaje. Conocer los estratos
sociales de una ciudad, nos permite guiar la
interpretación del texto y al mismo tiempo

33
PREDICA LA PALABRA

proporciona buenas ilustraciones para el sermón.


Muchos sermones tienen excelentes ilustraciones
contemporáneas, pero carecen de información
que otorga color al trasfondo en cuestión. Se
pueden buscar referencias en enciclopedias y
diccionarios, pero es mejor la información de
libros y revistas más recientes sobre el tema.

(2) Observe la relación entre el texto y su


contexto.

Observe las palabras, las frases o ideas del texto


que aparecen en el contexto. Observe cómo
encajan en el contexto.

En el caso de los evangelios es necesario hallar el


significado de las parábolas en su propio
contexto. Es vital ver la conexión entre la
metáfora de una parábola y la enseñanza directa
de Jesús.

d. Lea los textos paralelos (especialmente si se


predica de un pasaje que se encuentra en los
evangelios).
e. Escriba con sus palabras el significado del texto.
Si en el pasaje hay relatos que parecen extraños al
hilo del texto, pregúntese por qué el escritor lo
registró y trate de descubrir el motivo.
f. Recurra a comentarios.
g. Acuda a otros libros que estén a su alcance, tales
como:
h. Léxicos
34
PREDICA LA PALABRA

i. Concordancias
j. Gramáticas
k. Libros de estudio de palabras
l. Diccionarios y enciclopedias bíblicas
m. Comentarios
n. Bibliografías
o. Otras herramientas: Introducciones, paráfrasis,
libros de ilustraciones, libros de historias de la
Biblia, etc.

3. Descubra la idea exegética, 66.


Nuestro análisis lingüístico y gramatical nunca será un
fin en sí mismo. Debe llevarnos a entender el pasaje
como un todo. Este proceso nos lleva a movernos de la
síntesis al análisis y nuevamente nos lleva a la síntesis
para entender la idea del autor. Para lograr este objetivo
es conveniente analizar los detalles. Cuando llegamos a
una declaración final del tema y de los complementos a
la luz del estudio, usted se preguntará: ¿De qué está
hablando el escritor bíblico?

a. El tema
Una vez que se descubre el tema, se lo relaciona
con los detalles. Si el tema es muy amplio,
pregúntese cómo se lo podría limitar. ¿Es el tema
más amplio? Si el tema es muy amplio, puede
testearlo con una serie de preguntas claves. Ellas
son seis: ¿Cómo? ¿Qué? ¿Por qué? ¿Cuándo?

35
PREDICA LA PALABRA

¿Dónde? ¿Quién? (A modo de ejemplo se puede


trabajar con el texto de Santiago 1: 5-8).

Cuando un tema es propuesto correctamente,


ilumina los detalles del pasaje, y a su vez los
detalles iluminan el tema.

b. El complemento
Una vez que se ha aislado el tema, acto seguido,
se observarán los complementos del tema que lo
convierten en una idea. El predicador descubrirá
la estructura del pasaje y las principales
afirmaciones que se distinguirán de las
complementarias. Generalmente el complemento
se hace obvio una vez que se ha declarado el
tema.

Diagramar un esquema es el método más efectivo


para desentrañar la estructura, determinar la
relación de las palabras individuales con las
frases. Las Escrituras contienen varios tipos de
literatura como las parábolas, poesía, proverbios,
oraciones, discursos, alegorías, crónicas, leyes
contratos, biografía, drama, apocalíptica,
historias. Para encontrar la idea es vital ser
consciente de la clase de literatura que se está
leyendo. No se puede interpretar un poema como
un contrato legal. Una parábola difiere de una
historia narrativa. Para entender una historia
pueden surgir varias preguntas: ¿Cuáles son las
36
PREDICA LA PALABRA

características en la historia y por qué el autor las


incluye? ¿Las características contrastan con otras?
¿Cómo se desarrollan estas características? ¿Qué
hace que el escenario contribuya a la historia?
¿Qué estructura sustenta la historia que
contribuye a la unidad? ¿Cómo se acomoda un
episodio en el esquema total? Cuándo surgen
conflictos, ¿cómo se resuelven? ¿Por qué el
escritor se toma la molestia de contar la historia?

En caso de interpretar poesía, surgen las


siguientes preguntas: ¿Qué significan las imágenes
y figuras del discurso? ¿Qué sentimientos expresó
el poeta? ¿Qué elementos de forma y estructura
usó el poeta? ¿Qué puede perderse de alguna
verdad que es presentada?

No sólo se trabajará para descubrir la


idea, sino también para ver cómo se desarrolla
esta idea en el pasaje.

Al estudiar un pasaje se intentarán dos


cosas: primero, declarar la idea del pasaje en una
sola frase que combine al sujeto con el
complemento, y segundo, que permanezca como
parte del pasaje que describe la idea.

No se debe tomar un pasaje para que


cuadre en la idea exegética, sino que se
investigará para encontrar la idea exegética en el
pasaje.

37
PREDICA LA PALABRA

Para lograr este objetivo es importante


lograr dos cosas: (1) Redactar una oración donde
se combina el sujeto con el complemento. (2)
Declarar cómo las diferentes partes del pasaje, se
relacionan con la idea exegética. Este es un
trabajo duro y dificultoso que debe ser hecho.

4. Analice la idea exegética, 75.

La idea exegética debe someterse a tres pasos vinculados


con el desarrollo del pensamiento. Esto dará frescura a la
idea exegética para que surja un sermón vital y poderoso. No
obstante, antes de someter la idea exegética a estos tres
puntos de desarrollo, se debe redeclarar la idea para
impactar al oyente. Se dirá lo mismo pero con otras palabras.

a. Explicarlo: Para lograr este paso el predicador


preguntará: ¿Qué significa esto? ¿Qué dice el
autor en el pasaje? Por ejemplo en 1 Cor 12: 11­
12 Pablo explica como la diversidad de dones
trabaja en pro y no en contra de la unidad de la
iglesia.
Cuando Pablo escribe a Tito, le pide que
busque ancianos para fortalecer la iglesia (Tito 1:
5-9). El tema de Pablo es: ¿cuáles son las
características de un líder de iglesia? El
complemento puede resumirse en las siguientes

38
PREDICA LA PALABRA

palabras: debe ser “sin reproche”. Para el apóstol


“sin reproche” significa tres cosas: (1) la vida de la
familia, (2) la vida personal del designado y, (3)
el ministerio. También pueden agregarse otras
características del líder de hoy.

Pero el desarrollo de la pregunta ¿qué


significa esto? Requiere también que se le
explique a la audiencia lo que significa la idea
expresada. Cuando Pablo habla del hermano
débil, no necesariamente se refiere a quién está
propenso a pecar. Sino también podría
considerar a un hermano escrupuloso. Esto
significa que el pasaje requiere una explicación
mayor.

b. Probarlo: Luego de entender lo que el pasaje


significa, nos preguntamos: ¿es verdad esto?
¿puedo creerlo? Esto demanda una prueba. La
respuesta inicial de quienes toman la Biblia con
sinceridad es ignorar esta pregunta. Aceptemos
que la idea se tome como verdad porque parte de
la Biblia. Pero no es necesariamente es válido.
Incluso los escritores de NT (creían en el AT)
explicaban las Escrituras y proveían pruebas para
validar las ideas (Hch 2: 30-36).
c. Aplicarlo: La tercera pregunta de desarrollo tiene
que ver con la aplicación. Es esencial que usted
empiece con la verdad del pasaje. Su tarea no
finalizará antes que relate la experiencia del
pasaje a sus oyentes.
39
PREDICA LA PALABRA

El predicador se preguntará: ¿Y qué? ¿Qué


hace la diferencia? La Biblia es un libro práctico
porque ha sido escrito no sólo para ser
entendido, sino también para ser obedecido.

Por lo tanto, es básico para una correcta


aplicación efectuar una exégesis adecuada. No
podemos decidir lo que el pasaje significó cuando
la Biblia fue escrita. Debemos sentarnos frente al
escritor bíblico y entender lo que quiso decir a
los lectores originales. Sólo después de
comprender lo que significó para aquella época,
podemos entender el valor para la vida
actualmente.

Para aplicar correctamente un pasaje, se


definirá la situación en la cual la revelación fue
dada originalmente entonces decidir lo que el
hombre moderno comparte o no comparte con el
lector original. Cuando más cercana es la relación
entre la gente de ahora y la de entonces, más
directa será la aplicación.

Un expositor debe ver no sólo lo que el


hombre moderno tiene en común con quienes
recibieron la revelación original, sino también las
diferencias entre ellos. Por ejemplo, la relación
amo-esclavo, no es la misma que empleador-
empleado de hoy.

Se hacen más difíciles las aplicaciones del


Antiguo Testamento. El predicador debe no sólo
40
PREDICA LA PALABRA

entender lo que el texto dice, sino lo que lleva al


escritor a decir eso.

La tarea exegética no estará completa


entonces hasta captar la intención teológica del
texto. Hasta tanto se haga esto no se puede
interpretar el texto. Tampoco se aplicará el texto
sin estudiar el contexto. EJERCITACIÓN PARA
DESCUBRIR LA IDEA EXEGÉTICA EN
DIFERENTES TEXTOS BÍBLICOS.

5. Formule la idea homilética, 103.


La idea homilética es lo que Braga llama la
proposición. La proposición será el tema que se
considera en la próxima unidad.

6. Determine el propósito del sermón, 107


7. Decida cómo lograr este propósito, 116.
8. Bosqueje el sermón, 131.
9. Complete el bosquejo del sermón, 140.
10. Prepare la introducción y conclusión, 166.

GUÍA PARA UNA EXÉGESIS DEL ANTIGUO


TESTAMENTO

EL TEXTO DEL SERMON

41
PREDICA LA PALABRA

1. Confirme los límites del pasaje

Asegúrese que el pasaje es una unidad, con un principio y un fin,


y que tiene un contenido

significativo. No se guíe por las divisiones del capítulo y


versículos, no son originales.

Use una versión moderna que sea confiable o una interlineal.


Una vez que tiene la idea de lo que significan las palabras hebreas,
puede resumir su análisis textual con provecho.

2. Compare las versiones


De otras versiones que pueda leer, en griego, latín, y en las
versiones del pasaje si aparece en Qumran, aísle palabras o frases
que no parecen corresponder al texto hebreo sobre el cual
trabaja. Use el aparato crítico de la Biblia Hebraica.

3. Reconstruya y anote el texto

ESC RIBA EL TEXTO CO M PLETO Y SI OM ITE A LG O


SEÑ ÁLELO CO N {}; SI INSERTA O REEMPLAZA
A LG U N A PALABRA

O LETRA C O LO Q U E LO N U EV O DEN TRO DE


FLECH AS. C O LO Q U E AL PIE DE PÁGINA LAS
PALABRAS Q U E U STED NO
cambia pero que otros piensan que deben cambiarse.

42
PREDICA LA PALABRA

TRA D U CCIÓ N

1. Prepare una traducción tentativa de su texto reconstruido

Consulte en un léxico como Holladay las palabras de las que no


conoce su gama de significado.

Recuerde que las palabras no tienen un solo significado, por lo


tanto la traducción siempre

implica una selección.

2. Compruebe la correspondencia del texto con la traducción

Lea su hebreo vez tras vez. Lea su traducción en voz alta. ¿Suenan
lo mismo? Una buena traducción es la que crea la misma
impresión general para el oyente como lo haría el original, sin
distorsionar el contenido a trasmitir.

3. Revise la traducción a medida que prosigue el trabajo


Al hacer la exégesis examine los datos gramaticales y léxicos. Trate
de evaluar el uso de una palabra en su contexto amplio y en su
contexto inmediato, porque la diferencia puede ser significativa.
Use el término que haga el pasaje más claro para el oyente.

43
PREDICA LA PALABRA

CONTEXTO HISTÓRICO

I . Investigue los antecedentes históricos

Trate de contestar las siguientes preguntas: ¿Cuál es el marco de


este pasaje? ¿Qué eventos conducen a este punto. ¿Hay pasajes
paralelos o similares en la Biblia que parecen estar relacionados
con las mismas condiciones históricas? ¿Bajo qué condiciones
históricas parece haber sido escrito el pasaje? Pudo haberse
escrito también bajo condiciones históricas muy diferentes? Si no
es así, ¿por qué no?

Desde este punto en adelante tome nota de cómo la información


que usted obtuvo del pasaje tiene un efecto sobre su
interpretación. Explique como esta información ayuda a entender
o apreciar de alguna manera el pasaje.

2. Investigue el marco social


Trate de contestar las siguientes preguntas: En la vida de Israel,
¿dónde se sitúa el contenido o los eventos de este pasaje? ¿Es
relevante sólo para los antiguos israelitas o es útil para hoy? ¿Son
los conceptos puramente israelitas o podrían haber ocurrido o
haber sido expresados en otra cultura?

3. Investigue el plano histórico

44
PREDICA LA PALABRA

¿Qué viene después? ¿Adónde se dirige el pasaje? ¿Qué hay que sea
significativo que suceda en última instancia a la gente, lugares,
cosas y conceptos del pasaje? ¿Contiene alguna información que
es esencial para entender algo que ocurre o se dice más tarde?
¿Dónde encaja el pasaje dentro del marco general del AT?

4. Investigue el marco geográfico

¿Tiene un marco u origen geográfico? ¿A qué nación, región tribu


y ciudad se aplican los

conceptos o eventos del pasaje? ¿Tiene una perspectiva nacional o


regional? ¿Hay algo acerca de la geografía que ilumina de alguna
forma el contenido del pasaje?

5. Ponga una fecha a su pasaje

Si es una narración histórica, busque la fecha para los eventos


mencionados. Si es un oráculo

profético busque la fecha cuando el mensaje pudo haber sido


pronunciado por el profeta.

No siempre es posible conseguir esto. Tenga cuidado con la


literatura secundaria ya que la metodología de un erudito
determina como considera el pasaje. Si no puede sugerir una
fecha específica, sugiera al menos una fecha antes de la cual no
pudo haber ocurrido ese pasaje (terminus a quo) y la fecha en la
cual el pasaje tuvo que haber sido escrito o haber sucedido

45
PREDICA LA PALABRA

(terminus ad quem). A veces es muy difícil o imposible fechar los


pasajes proféticos.

CONTEXTO LITERARIO

I . Examine la función literaria

¿Forma parte de un relato o de un grupo literario que tiene un


comienzo, un medio y un fin?

¿Podría estar colocado en cualquier parte o es esencial que esté


ahí para su presente contexto?

2. Examine la ubicación

¿Cómo encaja dentro de la sección, libro, división, Testamento,


Biblia, en ese orden? ¿Es uno de

los muchos textos similares en el mismo libro o tal vez en el AT?


¿En qué sentido es único?

3. Analice el detalle

¿Cuán abarcante es el pasaje? ¿En qué cosas se concentra y qué


cosas no dice? ¿Presenta un informe de los acontecimientos desde

46
PREDICA LA PALABRA

una perspectiva especial? ¿Cómo se relaciona esa perspectiva al


contexto más amplio del libro y del AT?

4. Analice la paternidad literaria

¿Se puede identificar claramente al autor? ¿Es anónimo? Si es


anónimo, ¿es posible sugerir en forma general la fuente humana
probable o el medio del cual Dios comunicó su palabra?

Es posible que el material haya sido escrito originalmente por


otro y ahora se lo vuelve a usar,

adaptar, o incorporar en una estructura más grande por un


escritor inspirado más tarde. ¿Le dice

a usted esto algo teológicamente? ¿Le ayuda a seguir mejor la


lógica del pasaje?

FORMA

1. Identifique el tipo literario general


Sitúelo dentro de las categorías amplias de literatura del AT.

2. Identifique el tipo literario específico (forma)

47
PREDICA LA PALABRA

Describa en forma más precisa que clase de tipo de prosa es, o si


es un dicho, o un canto. Debe conocer el tipo literario general y
específico de su pasaje antes que este en condiciones de analizar
su forma o formas.

3. Observe el texto para encontrar subcategorías

El propósito principal del análisis de la forma en exégesis es que le


permite comparar su pasaje con otros de igual forma y aprovechar
el conocimiento que resulta de esa comparación. Por eso es mejor
describir una forma tan específicamente como sea posible sin
hacerla única. Si contiene el relato de un sueño que incluye una
conversación entre un ángel y un profeta probablemente
obtendrá datos exegéticos más fructíferos comparándolos con
otros que también contengan ese diálogo más bien que con
relatos de sueños en general.

Los elementos que no pueden compararse son elementos


especiales que exigen una atención cuidadosa en otro lado de su
exégesis y que distinguen el pasaje de otros pasajes.

4. Sugiera un medio ambiente para el texto

Trate de unir el pasaje con la situación real de su uso. Algunas


veces ya lo hace el texto, si no, debe tener mucho cuidado. Puede
ser obvio que un profeta copió la forma de un canto lúgubre de
un funeral, de la situación real de los funerales de la vida, y vuelve
a usar la forma de una manera profética, es decir, cantando una

48
PREDICA LA PALABRA

endecha profética sobre Israel que va a ser destruido por Dios. A


veces esto no es tan obvio.

El hecho que un salmo, por ejemplo tiene la forma de un canto


real de ascensión al trono, no debe llevar a la conclusión que no
tiene función o significado en el AT o entre los cristianos hoy,
fuera de esa parte del ritual antiguo de coronación en Jerusalén.
Su marco original como forma es una cosa y su potencial para
adaptarlo y volverlo a usar para una variedad de marcos
secundarios (literario, cultural, teológico, etc.) es otra.

5. Analice la integridad de la forma

Compárelo con otros que tengan la misma forma. ¿Están todos


los elementos presentes? Si es así, ¿hay algo extraño a la forma que
está presente? Si no es así, ¿qué elementos son los que faltan?
¿Faltan porque está modificado a propósito?

¿Contiene su pasaje más de una forma? Si es así, ¿cómo deben


separarse? ¿Contiene una mezcla de formas o una forma dentro
de otra (por ejemplo, una parábola dentro del relato de un
sueño)?

6. Esté alerta si encuentra una forma parcial o quebrada

La mayor parte de las veces todos los elementos de una forma


dada no estarán presentes en cualquier instancia específica de su
uso. Por ejemplo, cuando los profetas repiten la palabra de
Yahweh en la forma de rib (pleito), a menudo presentan sólo un
aspecto tal como el discurso de acusación o la sentencia de juicio.
49
PREDICA LA PALABRA

Presumiblemente, sus oyentes reconocían inmediatamente por la


forma parcial, que se describía un pleito divino en la misma
forma que nosotros reconocemos por las palabras:
"interrumpimos esta transmisión para anunciarles..." la forma que
se usa hoy cuando se va a anunciar un suceso importante
recientemente acaecido.

A veces el comienzo y el fin de una forma están usados para


intercalar material técnicamente extraño a esa forma. Tal
intercalación se conoce como inclusio. El material intercalado en
esa inclusio está generalmente relacionado a la forma pero no es
técnicamente una parte de la forma.

ESTRU CTU RA

1. Haga un bosquejo del pasaje

Trate de hacer un bosquejo que represente genuinamente las


unidades principales de información. Debe ser un desarrollo
natural y no artificial del pasaje. Note los componentes que se
incluyen bajo cada tópico (cuantitativos) y la intensidad o
significación de los componentes (cualitativos). Deje que el pasaje
hable por sí mismo. Después de bosquejar las divisiones mayores,
trabaje sobre las menores, tales como oraciones, cláusulas y frases.

2. Busque pautas de pensamiento

Cualquier pasaje cuyos límites han sido identificados


propiamente tendrá una lógica consistente formada por formas
de pensamientos con significado. Trate de identificarlas buscando

50
PREDICA LA PALABRA

especialmente rasgos claves, tales como desarrollos, formas únicas


de decir algo, palabras centrales o básicas, paralelismos, quiasmos,
inclusios y otros modelos.

Las claves para las pautas son por lo general repetición y progresión.

3. Organice su discusión de la estructura de acuerdo a unidades


descendientes de tamaño.

Trate primero las pautas generales del bosquejo que no contengan


más de 3 ó 5 unidades mayores. Después trate lo que usted cree
que es importante entre las pautas secundarias dentro de las
unidades mayores, una a la vez. Vaya de lo más grande a lo más
pequeño.

4. Evalúe la intencionalidad de las pautas pequeñas


Se pueden encontrar pautas menores en un pasaje: la
preponderancia de un cierto sonido vocal aquí, la repetición de
una raíz verbal allí, la ocurrencia de una cierta palabra
exactamente tantas palabras después de otra palabra en dos versos
diferentes, etc. La cuestión es: estas pautas menores, ¿parece que
aparecen al azar o fueron puestos intencionalmente por el antiguo
escritor inspirado?

Asumimos que las pautas mayores, debido a que son tan obvias,
son intencionales. También asumimos que las menores son
intencionales, especialmente cuando vemos que tales pautas
ocurren repetidamente a través de un libro dado del AT. Pero,
¿cómo estar seguro de eso? Sólo hay un criterio: tratar de ver si es
51
PREDICA LA PALABRA

probable que el antiguo escritor/orador o el lector/oyente


pudieron razonablemente ser conscientes de esa pauta.

5. Si el pasaje es poético, analícelo como corresponde

Usando el paralelismo como guía, arregle las líneas de la poesía en


secuencia paralela. Trate de identificar el metro de cada línea. La
rima y los modelos acrósticos son raros, pero merecen una
atención cuidadosa si están presentes. Fíjese también si hay
fórmulas (palabras o frases que se usan en más de un lugar en el
AT, en contextos y modelos métricos semejantes.

DATOS GRAMATICALES
1. Analice los puntos gramaticales significativos

Es esencial tener un correcto entendimiento de la gramática para


una interpretación adecuada del pasaje. ¿Hay algunos puntos
gramaticales dudosos? ¿Podría leerse diferente alguna oración,
cláusula o frase si la gramática estuviera de otra manera? ¿Hay
ambigüedades genuinas que hacen imposible una interpretación
definida de alguna parte del pasaje? Si es así, ¿Cuáles son al menos
las opciones posibles?

DATOS LEXICOGRÁFICOS

1. Explique lo que no es obvio


52
PREDICA LA PALABRA

Trabaje en orden descendente de tamaño, desde cláusulas (si es


necesario), frases (tales como frases idiomáticas) hasta palabras y
partes de palabras. Usando libros de ayuda trate de definir para el
oyente cualquier redacción o palabras que podrían no ser claras, o
que no se notaría su fuerza si no se les prestara atención.

2. Concéntrese en palabras clave y en la fraseología

Trabajando en forma descendente, aísle lo que considera


especialmente significativo o básico para la interpretación del
pasaje. Haga una lista de unos seis a doce palabras o fraseología.
Trate de arreglarlos en orden desde el más decisivo hasta el menos
crucial. Concéntrese sobre ellas, diciéndole a su oyente o lector
porque son importantes para la interpretación.

3. Estudie las palabras que son más cruciales

Haga un trabajo de una o dos palabras clave del pasaje. Presente


un resumen de sus procedimientos y de sus hallazgos para el
lector. No descuide el significado teológico especial de la palabra
o palabras y/o fraseología. Use el método inductivo tanto como le
sea posible. Para ello:

(1) Use una concordancia para encontrar el uso de la palabra.

(2) Use léxicos para ver el uso en otra literatura de esa palabra.

(3) Use léxicos para encontrar palabras afines.

53
PREDICA LA PALABRA

(4) Examine el uso bíblico tratando de establecer el espectro


de significado que la palabra y las palabras afines
parecen tener.

(5) Examine la distribución de la palabra. Se puede aprender


mucho de su significado de esta manera. Por
ejemplo: ¿La usan mayormente los profetas? ¿Se usa en fórmulas
legales?

¿En ciertas clases de expresiones?

(6) Establezca los usos claves, los que son unívocos


(coherentes y no contradictorios).

(7) Enfóquese en la función de la palabra en el pasaje.

(8) Presente una paráfrasis, sinónimos, una declaración


resumida, o todo esto a su lector, o su congregación
como medio para definir la palabra.

4. Identifique los rasgos semánticos especiales


La semántica (o sea la relación entre contenido y significado) del
pasaje a menudo se ve afectada por rasgos como la metonimia, la
paronomasia, la epífora, las hendiadas, fórmulas, palabras de otro
idioma, etc.

54
PREDICA LA PALABRA

EL CONTEXTO BÍBLICO

A esta altura debe comenzar a perfilar en su mente en forma


tentativa los descubrimientos esenciales de las secciones anteriores
con el propósito de centrarse en el "mensaje" específico del pasaje,
tal como se relaciona más ampliamente a su contexto inmediato y
a su contexto más

amplio.

Encontrará que es útil resumir para usted mismo lo que considera


que constituye el mensaje del pasaje, incluyendo el punto (o
puntos) central, las características esenciales, las aplicaciones
inequívocas y cosas semejantes. Este resumen es tentativo pero le
ayuda a enfocar su atención en el significado bíblico y teológico
del pasaje.

1. Analice el uso del pasaje en otras partes de la Escritura

¿Se cita o alude el pasaje en otras partes de la Biblia? ¿Cómo? ¿Por


qué? Si aparece más de una vez, cómo y por qué y cuales son las
diferencias, si las hay. ¿Qué le dicen a usted las referencias que se
hacen en otras partes al pasaje acerca de su interpretación?

2. Analice la relación del pasaje al resto de las Escrituras

¿Cómo funciona dogmáticamente (es decir, enseñando o


transmitiendo un mensaje) en la sección, libro, división,

55
PREDICA LA PALABRA

Testamento, Biblia, en ese orden? ¿Tiene alguna relación especial


a alguna obra apócrifa o pseudoepigráfica?

3. Analice el significado del pasaje para la comprensión de la Escritura

¿Qué depende de él en otras partes de la Biblia? ¿Qué otros


elementos en la Escritura ayudan para que se comprenda mejor?
¿Por qué? ¿Cómo? ¿Presenta asuntos que se tratan en la misma
manera o en forma diferente en otros lugares de la Escritura?
¿Qué se perdería o como quedaría menos completo el mensaje de
la Biblia si no existiera el pasaje?

TEOLOGÍA

1. Sitúe el pasaje teológicamente


¿Dónde encaja el pasaje dentro del corpus de la revelación que
comprende la teología sistemática cristiana? ¿Bajo qué pacto está?
¿Hay algunos aspectos de él que están limitados en parte o
totalmente al viejo pacto, como por ejemplo ciertas prácticas de
sacrificios del culto? Si es así, ¿es aun relevante como un ejemplo
histórico de la relación de Dios con los seres humanos, o como
una indicación de las normas de Dios, su justicia, inmanencia y
trascendencia, etc.? ¿Con qué doctrina se relaciona el pasaje?
¿Tiene relevancia potencial para las clásicas concepciones
doctrinales de Dios, la humanidad, los ángeles, el pecado, la
salvación, la iglesia, la escatología, etc.? ¿Se relaciona con estas

56
PREDICA LA PALABRA

áreas de las doctrinas debido a su vocabulario o su tema, o tal vez


por algo que no es tan explícito?

2. Identifique los problemas específicos que presenta o resuelve el pasaje

Vaya más allá de las áreas generales de doctrina e identifique los


asuntos específicos. ¿Cuáles son, de hecho, los problemas, las
bendiciones, las preocupaciones, la confianza, etc., acerca de lo
cual el pasaje tiene algo que decir? ¿Cómo se dirige el pasaje a esas
cosas? ¿Con cuánta claridad están expresadas en el pasaje? ¿Es el
pasaje un pasaje que levanta algunas dificultades para algunas
doctrinas mientras que soluciona otras?

3. Analice la contribución teológica del pasaje

¿Qué contiene que contribuye a la solución de asuntos doctrinales


o apoya soluciones que se ofrecen en otros lugares de la Escritura?
¿Cuán seguro está que el pasaje, correctamente entendido, tiene
el significado teológico que usted se propone darle? ¿Está de
acuerdo su enfoque con el de otros eruditos o teólogos que se
sabe que han estudiado el pasaje? ¿Cómo se conforma al sistema
total de verdad contenido en la teología cristiana?

¿Cómo se comporta el pasaje con toda la teología? ¿En qué forma


puede ser precisamente importante para el todo? La Biblia
contiene cosas que desde un punto de vista humano pueden
parecer difíciles de comprender, o aun ser paradójicas. ¿Trata su
pasaje con un área donde hay muchas cosas desconocidas como

57
PREDICA LA PALABRA

para decidir su contribución teológica? Si es así, el lector merece


saberlo, pero de una manera constructiva, no destructiva.

APLICACIÓN

Todos están de acuerdo que la exégesis determina el significado


de un pasaje de la Escritura, pero la exégesis es un intento para
descubrir lo que el texto significó, no lo que significa ahora. Si se
la divorcia de la aplicación es un entretenimiento intelectual
vacío.

Las Escrituras son nuestras Escrituras, no las de los antiguos. La


llave para una aplicación adecuada es comparar los asuntos de la
vida. Para aplicar un mensaje hay que tratar de decidir cual es el
asunto central y cuáles son los secundarios en el pasaje en
cuestión. ¿Con qué aspectos de la vida trata el pasaje?

En el proceso de aplicación hay tres asuntos básicos


interrelacionados. Primero, hay que conocer los problemas de la
vida que aparecen en el pasaje. Segundo, hay que identificar que
asuntos o conceptos se pueden transferir del pasaje a la situación
actual. Tercero, necesita aplicar estos asuntos o conceptos en
forma exacta, teniendo una comprensión de los problemas
actuales de la vida.

1. Clarifique la naturaleza de la aplicación


Si es para informar al lector o es para dirigir al lector.

58
PREDICA LA PALABRA

2. Clarifique las posibles áreas de aplicación


Las aplicaciones pueden caer en dos áreas generales: la fe y la
acción. En la práctica, deberían ser en último lugar inseparables,
un cristiano genuino no puede mostrar una sin la otra.
3. Identifique a quienes le va a hacer la aplicación
Básicamente hay dos clases de oyentes: el personal y el
comunitario. ¿Qué es lo que en el pasaje da información o
dirección en cuanto a la fe o la acción a las personas? ¿Y qué a
grupos o a estructuras corporativas se dirige? Si informa a
personas, ¿qué clase de personas son, cristianas o no cristianas?
¿Laicos o clérigos? ¿Padres o hijos?

4. Establezca las categorías de la aplicación


¿Se dirige a asuntos que son básicamente de naturaleza
interpersonal? ¿A la relación de Dios con su pueblo? etc.

5. Determine el tiempo focal de la aplicación


¿Espera el pasaje fe o acción en el presente? ¿Habla
principalmente de algo que ocurrió en lo pasado? ¿Contempla
principalmente el futuro? ¿Implica la aplicación una combinación
de tiempos?

6. Fije los límites de la aplicación

59
PREDICA LA PALABRA

¿Exige el pasaje una respuesta que podría posiblemente ser mal


entendida y llevada demasiado lejos? Si es así, ¿puede definir que
es "demasiado lejos"? ¿Requiere una aplicación que es secundaria
más bien que primaria? Es decir, ¿funciona su pasaje más como
un antecedente o apoyo, o como parte de un pasaje más grande
que sugiere más específicamente otra aplicación que la hace de su
pasaje? ¿Hay alguna aplicación que a primera vista puede parecer
apropiada al pasaje, pero que al examinarlo más cuidadosamente
no lo es? Si es así, identifíquela brevemente para su lector y dé las
razones. ¿Tiene el pasaje una aplicación doble, como por ejemplo,
ciertos pasajes mesiánicos tienen una aplicación de referencia
inmediata y la otra de una referencia de largo alcance? Si es así,
¿son las aplicaciones de igual peso ahora? ¿Tuvieron igual peso
cuando fueron pronunciadas o escritas por primera vez?

Es prudente limitar las aplicaciones tanto como sea posible. Raro


es el pasaje que requiere varias

aplicaciones, todas de igual relevancia y practicabilidad. Trate de


decidir cuál es central y se

deriva de la manera más natural del pasaje. Recuerde que no es su


responsabilidad el presentar o

tratar todas las formas posibles en las cuales el pasaje podría


golpear las preferencias del lector.

Más bien usted es responsable de informar al lector lo que el


pasaje requiere o dónde se dirige en

términos de aplicación.

60
PREDICA LA PALABRA

PASANDO DEL BOSQUEJO AL TERM PAPER

Después de completar la investigación, estará interesado en


organizar los resultados en un formato que los presente de una
manera efectiva al lector. Hay varios formatos aceptables y si el
profesor no le ha exigido ninguno, hay tres formas que son las
más aceptables:

1. El de tópico, que procede muy parecido al orden de los pasos


indicados arriba, pero con secciones y encabezamientos
rearreglados, combinados, expandidos o ajustados de acuerdo
a su propio sentido común de cómo el material del pasaje
puede convincentemente atraer la atención del lector.

2. El formato de comentario, que va más o menos verso por


verso, clasificando los datos y las conclusiones relevantes que
se aplican a las partes individuales del pasaje, sin excluir
secciones adicionales apropiadas tales como introducciones,
resúmenes, apéndices explicativos, etc.

3. El formato unitario en el cual se discute el pasaje en una


forma relativamente libre sin un

bosquejo estrictamente sistemático o metodológico, con o


sin el uso de secciones identificadas formalmente,
encabezamientos, sub-secciones etc.

61
PREDICA LA PALABRA

EL PREDICADOR EXPONIENDO LA ESCRITURA

INTRODUCCIÓN A LA PREDICACIÓN EXPOSITIVA

Dr. Rubén Otto

Preeminencia de la predicación

La tarea que debe ejercer un ministro de Dios puede


sintetizarse básicamente en tres palabras: predicar, pastorear y
administrar.

La predicación ocupa un sitio destacado entre las


actividades del ministro, no obstante, la visitación como tarea
pastoral no puede posponerse pues afectaría directamente la
obra de la predicación.

Acerca de la incidencia de la visitación pastoral en la


predicación Terry Carter señala lo siguiente: “Si tu plan es
conectar el mensaje de las Escrituras con tu audiencia de una
manera dinámica y significativa, debes conocer a tu gente... es
vital que conozcas y comprendas a tu audiencia contemporánea
en términos específicos.” Terry Carter, J. Scout Duvall y J.
Daniel Hays, Preaching G od 's Word, 85. Carter no sólo destaca
la importancia de conocer las necesidades de quienes escucharán
el mensaje, sino que apela también a los predicadores a dedicar
tiempo a la reflexión y el estudio de las necesidades de la
audiencia. Concretamente puntualiza necesidades básicas del
auditorio a quién dirigirá el mensaje de la Palabra de Dios.
“Como parte del proceso de la preparación del sermón debes

62
PREDICA LA PALABRA

dedicar tiempo a estudiar y reflexionar sobre la situación


espiritual, emocional y educacional específica de la audiencia a
la cual predicarás el próximo sermón. Debes conocer cuáles son
las perspectivas, presuposiciones, necesidades, preocupaciones y
luchas de tu gente. Cuales son sus esperanzas, sueños,
aspiraciones, temores y desafíos. Una cosa es cierta: si tu no
conoces a tu audiencia, sus necesidades, luchas, puntos de vista,
fortalezas y debilidades, te costará predicarles efectivamente.”
Terry Carter, J. Scout Duvall y J. Daniel Hays, Preaching G od 's
Word, 85.

Otro aspecto que convierte en relevante la tarea de la


predicación radica en el hecho de que al pastor muchas veces se
lo identifica directamente como “el predicador”.

El NT presenta declaraciones que señalan la importancia


que Cristo y los apóstoles otorgaron a la proclamación de la
Palabra. Cuando Cristo inició su ministerio, un día sábado
asistió a la sinagoga de Nazareth. En esa ocasión leyó el pasaje
del profeta Isaías sobre la misión del Mesías. Entre otros,
destacó varios aspectos vinculados con la proclamación: “...me
ha ungido para dar buenas nuevas...” “A pregonar libertad a los
cautivos,...” “A predicar el año agradable del Señor.”, (Lucas 4:
16-21). El pasaje de Lucas presenta una clara relación entre el
ministerio del Enviado y la proclamación de las buenas nuevas.

Los apóstoles también dieron prioridad a la


proclamación de la Palabra. Cuando la naciente iglesia cristiana
fue creciendo, “...los doce convocaron a la multitud de
discípulos y les dijeron: No es justo que nosotros dejemos la
palabra de Dios, para servir a las mesas.” (Hch. 6: 2). Ante esta

63
PREDICA LA PALABRA

situación designaron a los siete primeros diáconos, a quienes se


les encargó tareas filantrópicas. Por su parte, los discípulos
expresaron con claridad la obra que ellos efectuarían: “Y
nosotros persistiremos en la oración y en el ministerio de la
palabra.”, (Hch. 6: 4).

El apóstol Pablo exhorta a Timoteo mediante un


solemne y enfático ruego a que predique la palabra. Lo anima a
proclamar la pura Palabra de Dios, enseñando con fidelidad la
verdad libre de errores filosóficos, doctrinas extrañas o cuentos
agradables que aparten a los creyentes de la verdad (2Ti 4: 1-5).

Pablo también apeló a los cristianos a proclamar la


palabra de Dios (Ro 10:13-15). En el texto se observa una
estrecha relación entre salvación y proclamación de las buenas
nuevas.

Definiciones de predicación
Predicación es la verdad divina comunicada a través
de la personalidad, o sea la verdad de Dios
proclamada por una personalidad escogida, con
el propósito de satisfacer las necesidades
humanas. (Blackwood, A.W.)

Predicación es la comunicación de la verdad por un


hombre a los hombres. Tiene en sí dos
elementos: la verdad y la personalidad y no puede
prescindir de ninguna de las dos y todavía ser
predicación... la predicación es la presentación de

64
PREDICA LA PALABRA

la verdad a través de la personalidad. (Brooks,


Phillips)

Predicación es la verdad divina a través de la


personalidad humana para la vida eterna.
(Garvie, A.E.)

Predicación es un discurso religioso fundado en la


Palabra de Dios, y que tiene por objeto la
salvación de los hombres. (Johnson, H.)

Predicación es una manifestación del Verbo


Encarnado desde el Verbo escrito por medio del
Verbo hablado. (Manning, Bernard)

Predicación es la verdad divina, como desarrollada


por el Espíritu Santo a través de una
personalidad escogida por Dios, para satisfacer las
necesidades humanas. (Perry, Lloyd)

Predicación es un discurso a la mente popular, sobre


verdades religiosas contenidas en la Escritura,
tratadas elaboradamente con el propósito de
persuadir. (Phelps, Austin)

Predicación es la proclamación de un mensaje por un


hombre que asevera haber experimentado su
poder y estar testificando de él. (Simpson,
Matthew)

Predicar es un acto divino-humano por el cual se


convoca a los hombres, en su estado perdido, a
un encuentro salvífico con la Palabra de Dios a

65
PREDICA LA PALABRA

través de la palabra hablada de un testigo


convicto. (Abbey, M.)

Predicar es testificar del singular acto de Dios en


Cristo Jesús tal como nos es presentado en el
registro de este acto -la Biblia- para que el juicio
y la redención representados en estos hechos
históricos lleguen a ser realidades presentes para
el alma. (Miller, Ronald)

Predicar es la comunicación verbal de la verdad divina


con el fin de persuadir.

(Pattison, T.H.)

Hacia una definición particular de predicación


“Predicar es proclamar la palabra de Dios a través de la
personalidad, guiados por el Espíritu Santo, con el propósito de
satisfacer necesidades humanas y persuadir para salvación.”

Predicación bíblica
La predicación auténtica surge de la Biblia. El apóstol
Pablo en 2 Ti 4: 1, 2 exhorta a Timoteo en particular y a los
cristianos en general, a predicar la Palabra. Todo pastor debe ser
un predicador de la Palabra.

La predicación no consiste en compartir un cúmulo de


pasajes, o en citar largas porciones de la Biblia. Tal predicación
puede parecer bíblica, pero si usamos incorrectamente los textos,

66
PREDICA LA PALABRA

fuera de su contexto, o no explicamos el texto bíblico, no será


un mensaje bíblico.

Características de la predicación bíblica

El predicador cree que la Biblia funciona.


El predicador extrae sus ideas homiléticas
de la Biblia. Su estudio debe partir de la Biblia, entonces
el predicador tendrá temas significativos para compartir
con sus oyentes. La Biblia debe estar primero. Ella decide
lo que el predicador proclamará. Este punto
es el más importante de la materia. (Recuerda que,
cuando predicas, el proceso será inverso: Primero
presentas la idea, luego acudes a la Biblia para
comprobar la idea expuesta).

Bresse enfatiza este punto con una


ilustración convincente. La Palabra de Dios es como una
esposa: funciona mejor en la cocina y en el dormitorio
cuando se la ama. Si la esposa se siente usada se volverá
rezongona. Si se siente amada, vivirá feliz. El predicador
ama su Biblia y cree en la Biblia. Cree que la Biblia
funciona con eficacia.

1. El predicador pasa tiempo con su Biblia porque la ama.


Para que se cumpla el consejo de Pablo
vertido en 2 Ti 2:15, el predicador debe pasar tiempo
con su Biblia. Hará lo mejor que pueda con su Biblia. El

67
PREDICA LA PALABRA

predicador “usa bien la Palabra de verdad.” (“Expone


bien la Palabra de verdad” RV, 2000)

El factor tiempo puede ser para el


predicador una maldición. “El pastor está ocupado, no
tiene tiempo para preparar sermones.” ¿Escucharon
expresiones como ésta?

En realidad, el tiempo es una excusa. No


es que estemos ocupados, lo que sucede es que preparar
un sermón requiere cavar profundamente. Y cavar
profundo resulta duro, costoso.

Alguien señaló que al preparar un sermón


debemos emplear una hora de estudio por cada minuto
de predicación. Otro estudio demostró que los pastores
de iglesias prósperas dedicaban no menos de 15 horas
para preparar un sermón. En cambio, los pastores de
iglesias decadentes dedicaban 2 ó 3 horas a la
preparación del sermón.

2. El predicador hace comprensible la Biblia.


Algunos se empeñan en hacer difíciles de
entender las cosas simples. En los Proverbios, Salomón
dice que el sabio hace simple lo complejo, pero el necio
complica lo simple.

A modo de ejemplo, podemos destacar


que un minero no colocará un cartel que diga: “Debajo
de este terreno hay carbón”. El minero buscará el carbón
en las profundidades de la tierra y lo llevará a la
superficie para que se lo utilice.

68
PREDICA LA PALABRA

Pensemos también en el ejemplo de Jesús


cuando alimentó a los 5.000. ¿Qué parte les cupo a los
5000? ¿Hicieron ellos la comida? No, la tomaron de
manos de Jesús. Los discípulos la llevaron a la gente.
Predicar es justamente eso: tomar la comida de las
manos de Jesús y llevarla a la gente.

3. La predicación bíblica es práctica.


Fosdik señaló: “Nadie, sino un predicador,
supondría que la gente llega a la iglesia ansiosa por saber
quienes fueron de los Jebuseos.” ¿Qué importancia tienen
para la gente común tener conocimiento de los Jebuseos? Las
personas quieren saber de cosas prácticas y cotidianas de la
vida. Las personas que asisten a la iglesia desean satisfacer sus
necesidades. ¡No les interesa saber quiénes eran los Jebuseos!
Quieren una respuesta práctica a los problemas y situaciones
de la vida.
Por este motivo un buen sermón debe ser
elíptico. La predicación auténtica, además de ser bíblica y
cristocéntirica, debe ser elíptica. Para comprender lo que
significa “predicación elíptica”, es menester comprender
la diferencia entre una elipse y un círculo. La diferencia
está en que la elipse tiene dos focos o centros, mientras
que el círculo tiene un sólo centro. En el universo los
cuerpos describen una órbita elíptica.

Hay predicadores que sostienen lo siguiente: si entrego a


los oyentes la enseñanza bíblica está bien. Pero eso no es
verdad. También se debe considerar y hablar a la gente
de sus necesidades personales.

69
PREDICA LA PALABRA

La predicación bíblica tiene en cuenta los


dos focos: (1) La verdad bíblica y, (2) las necesidades de
la gente. Al preparar el sermón debo comenzar por la
verdad bíblica. Luego de encontrar la verdad bíblica, me
concentro en las necesidades de la gente. Pero cuando
predico, es decir, al exponer el sermón, sigo el proceso
inverso: comienzo con las necesidades de la gente y luego
presento la verdad bíblica. Porque las verdaderas
respuestas a las necesidades de la gente se encuentran en
la Biblia!

Para poner en práctica este plan, el predicador


bíblico necesita adoptar la filosofía de “dos sillas y una
Biblia.” Una silla será la silla de estudio. Desde allí el
predicador rogará en oración, diciendo: “¡Señor, dame
alimento espiritual para esta semana!”. Mientras clama al
Señor, de pronto, una luz se enciende en su mente...
¡Surge una idea! El predicador acaba de descubrir la
lección espiritual que aplicará a su congregación! Más
tarde, su rostro se ilumina nuevamente: ¡descubrió el
texto para su sermón! Acto seguido, el predicador sienta
en la otra silla, a gente de su iglesia. Primero ubica
(mentalmente) en la silla a una visita. Entonces se
pregunta: ¿Cómo recibirá esta idea una persona que esté
de visita en la iglesia? Luego sienta a un hombre anciano,
después a un adolescente. Y así, sucesivamente, a un
muchacho que acaba de casarse, a una señora que tiene
un hijo rebelde, a un hombre que contrajo cáncer, a una
viuda que acaba de sepultar a su esposo, a un rico, a un
pobre, a un culto, a un ignorante... y tratará de suplir las

70
PREDICA LA PALABRA

necesidades de cada uno de sus feligreses y de las visitas


que acudan a la iglesia para escuchar el mensaje de Dios.

Recapitulando. Para que la predicación


sea “elíptica”, comiencen con una verdad bíblica y continúen
con las necesidades de la gente. Entonces se dirá de ustedes lo
que un niño dijo de Spurgeon, codeando a su madre: “¿Por qué
ese hombre habla todo el tiempo de mí?”

Predicación cristocéntrica

La predicación bíblica anuncia a alguien. ¿A quién


anunciamos en nuestra predicación? El sermón debe anunciar a
Jesucristo. Cada sermón cristocéntrico dejará como corolario el
siguiente pensamiento: la vida vale la pena y es digna de vivirla.

Además, cada sermón debe ser como una rueda. En una rueda
el rayo llega desde el eje, el centro a la llanta, o sea la periferia.
Del mismo modo un sermón poderoso estará cimentado en
Cristo, el centro de la vida y se dirigirá hacia una necesidad de la
vida.

Cinco características de la predicación cristocéntrica

1. La predicación cristocéntrica la predica el predicador que tiene


la vida centrada en Cristo.
“Lo que la gente piensa de Cristo depende menos de lo que
decimos acerca de él, que lo que los oyentes piensan de
nosotros mientras lo decimos.”
71
PREDICA LA PALABRA

Los apóstoles Pedro y Juan no pudieron dar dinero al


paralítico en la puerta del templo, pero le dieron salud
por el poder de Cristo. Recuerden, sólo podemos dar lo
que tenemos. No podemos dar lo que no tenemos.

Pensemos en un niño. Juancito va a la Escuela Sabática y


la maestra relata una historia de Jesús. El niño escucha a
su maestra. La reunión termina y Juancito se va. ¿Qué
cosas producirán un cambio en la mente de Juancito? ¿La
historia? ¿Las ayudas visuales?... ¿Qué cosa efectúa un
cambio? La actitud de Juancito de escuchar a su maestra
operará un cambio. Sobre el particular, recordemos esto:
LO QUE LA GENTE PIENSA DE CRISTO DEPENDE
MENOS DE LO QUE DECIMOS ACERCA DE ÉL,
QUE LO QUE LOS OYENTES PIENSAN DE
NOSOTROS MIENTRAS LO DECIMOS.

2. La predicación cristocéntrica usa a Cristo como prueba.


Eso significa que el predicador cita las palabras de Cristo,
usará el evangelio. Se preguntará y responderá los
siguientes interrogantes: ¿Qué dijo Jesús? ¿Qué hizo
Jesús? ¿Cómo lo hizo?

3. La predicación cristocéntrica está centrada en esperanza.


La salvación es lo medular de la predicación
cristocéntrica. Una predicación cristocéntrica destaca las
buenas nuevas (el evangelio). La gente no necesita ir a la
iglesia para saber que son pecadores. Pero necesitan ir a
la iglesia para saber que tienen esperanza.

72
PREDICA LA PALABRA

El predicador de sermones cristocéntricos destaca lo positivo:


Por eso, no envíen a los oyentes a casa con el “neumático
desinflado”. Que la gente regrese a su hogar con esperanza!
Ahora bien, ¿qué significa vivir con esperanza?

La esperanza cristiana es un mensaje de vida y eternidad.


Elizabeth Klübler-Ross sostiene que “la esperanza alivia,
hace dormir, ofrece alegría, no sólo en la alegría, sino en
el sufrimiento. Encuentro la felicidad, no sólo en la
felicidad, sino también en el dolor.” (Extractado del libro
del Dr. Mario Pereyra, Psicología de la esperanza, UAP,
Argentina).

Vivir con esperanza no es simplemente ser optimista, o


tener un deseo, o esperar que algo ocurra o vivir con una
ilusión:

El deseo es algo específico: “Deseo un automóvil” o


“Deseo aprobar un examen”. En cambio, la esperanza es
genérica. No brota de la insatisfacción sino que brota de
la fe.

El optimismo sobrestima las posibilidades de éxito y


subestima las situaciones desfavorables. El optimista no
tiene una dimensión real del riesgo.

Una persona espera lo agradable y lo desagradable.


“Espero que mejore el tiempo” o “Espero que un
enfermo terminal deje de sufrir”. En cambio, la
esperanza sólo apunta a lo agradable.

73
PREDICA LA PALABRA

La esperanza es más que una ilusión. La esperanza no


surge de fantasías idealistas. Surge de una fuente
superior. Surge de lo Alto, de Dios (Hch 24:15, Jl 3:16).
La esperanza torna soportables los problemas de la vida.
El Dr. Obayuwana asegura que la esperanza “es el
principal recurso humano para soportar el estrés”
convirtiendo al organismo en menos vulnerable ante
las situaciones de riesgo.

Los pastores, debemos constituirnos en predicadores de


esperanza Elena de White escribió lo siguiente: “Levantad a
los caídos. Tratad las calamidades como si fueran bendiciones
disfrazadas, y las desgracias como si fueran favores. Trabajad de
tal manera que la esperanza brote en lugar de la
desesperación.” El Evangelismo, 135-136.

4. La predicación cristocéntrica es predicar como Cristo predicaba.


La predicación de Jesús se centraba en la vida. Usaba la
imaginación e ilustraba sus mensajes con objetos
conocidos. Se centraba en las cosas que rodeaban a la
gente, en aquellas que les resultaban familiares y
queridas por sus oyentes.

Cristo fue un predicador interesante. Atraía a la gente. Las


personas no se sentían solas. Hoy hay mucha gente que se
siente sola y la predicación cristocéntrica puede ayudarle.
5. La predicación cristocéntrica predica a un Cristo bíblico.
Muchas veces se predica a un Cristo que refleja la
personalidad del predicador.

Un predicador atlético, predicará a un Cristo atlético. El


predicador artístico a un Cristo artístico. El predicador
74
PREDICA LA PALABRA

extrovertido predicará a un Cristo extrovertido. El


liberal, a un Cristo liberal. El conservador, a un Cristo
conservador. El erudito, a un Cristo erudito.

El familiar a uno que le gusta estar rodeado de gente. El


predicador de un Cristo bíblico obtendrá conclusiones
acertadas. Acudirá a la Biblia con la mente abierta y
presentará a Cristo tal como es.

Tipos de predicación

En general los libros de homilética concuerdan y afirman


que existen los siguientes tipos de sermones, según el uso o
aplicación del texto que utilicen.

Predicación temática
Un sermón temático es aquel cuyas principales divisiones
derivan de un tema sin seguir un texto específico.
Consideremos cuidadosamente esta definición. La
primera parte afirma que las principales divisiones se basan en el
tema escogido. Esto significa que en el sermón temático las
divisiones principales del sermón se generan a partir de las ideas
que provienen del tema y no de un texto.

La segunda parte de la definición declara que el sermón


temático no exige un texto como base de su mensaje. Ello no

75
PREDICA LA PALABRA

significa que el mensaje no sea bíblico, sino que indica


solamente que no es un texto de las Escrituras la base del
sermón temático.
Sin embargo, para asegurar que el mensaje sea
totalmente bíblico en un contenido, debemos empezar con un
tema o asunto bíblico. Las principales divisiones del bosquejo
del sermón deben sacarse de este tema bíblico, y cada división
principal debe estar apoyada por una referencia bíblica.
Generalmente los versículos que apoyan las principales
divisiones debieran sacarse de pasajes de la Biblia que estén
bastante separados entre sí.
En el sentido técnico, el sermón de asunto es aquél que
debe su forma al descubrimiento de la verdad que encubre el
título. Esto suena como cosa inocua, y así es. En verdad es algo
refrescante, cuando la verdad envuelta en el título es digna, y
cuando el desenvolvimiento de ella va de acuerdo con nuestra
fe. En la historia del púlpito cristiano, prácticamente todo
sermón que ha llegado a ser famoso ha sido un sermón de
asunto.
Las debilidades del sermón temático son las siguientes:
corre el riesgo de usar un texto fuera de su contexto o usar un
tema ajeno a la Biblia.

Predicación textual
Un sermón textual es aquel en el cual las principales
divisiones se derivan de un texto consistente en un breve pasaje
de las Escrituras. Cada una de estas divisiones es utilizada a

76
PREDICA LA PALABRA

continuación como una línea de sugerencia, y el texto provee el


tema del sermón.
El texto puede consistir en una sola línea de un versículo
de las Escrituras, o puede tratarse de un solo versículo o incluso
de dos o tres versículos. Los escritores de homilética no definen
de una manera específica la extensión del pasaje que pueda ser
utilizado para un sermón textual, pero para nuestros propósitos
limitaremos el texto de un bosquejo textual a un máximo de tres
versículos.

Además, la definición afirma que “el texto provee el


tema del sermón”. Esto contrasta con el sermón temático, en el
que empezamos con un tema o asunto. Sin embargo, en el
sermón textual empezamos con un texto como indicador de la
idea dominante del mensaje.
El sermón de texto, en el sentido técnico, es aquél cuya
estructura sigue el orden de las ideas contenidas en el texto.

Predicación biográfica-narrativa
La predicación biográfica o también conocida como
narrativa, es la que presenta la historia de un personaje o
incidente bíblico, como son las parábolas.

Se selecciona un personaje bíblico, preferentemente


conocido. Por ejemplo, Gedeón en el libro de los Jueces. Se
utilizan algunos de los hechos de su vida como base para un
sermón biográfico. En este tipo de predicación el impacto del
mensaje será mayor si el orador utiliza la primera persona al
77
PREDICA LA PALABRA

comunicar la historia. En los evangelios se observa que el 90%


de la predicación (enseñanza) es narrativa.

La ventaja de la predicación narrativa es que resulta más


práctica e interesante. Sin embargo, existe el peligro que los
oyentes salgan de la iglesia entretenidos pero no iluminados.

La predicación narrativa sigue cuatro pasos: (1)


Comienza con un hecho bíblico, (2) Agrega hechos históricos,
(3) Añade la imaginación del orador, (4) Enseña lecciones de la
Biblia.

Predicación expositiva
El sermón expositivo es aquel que interpreta una
porción más o menos extensa de las Escrituras. Braga considera
que el sermón expositivo es aquel cuyo texto tiene una extensión
mayor de tres versículos. De manera que el texto podría ser parte
de un capítulo, un capítulo completo o un libro de la Biblia.

Este tipo de sermón se constituye en el más eficaz de


todos, pues lleva al predicador a profundizar las Escrituras. Las
divisiones del sermón son derivadas del pasaje elegido como
texto. En cierto sentido, la estructura del sermón expositivo
sigue el esquema de un sermón textual.

La predicación expositiva se diferencia de la homilía y de


la conferencia bíblica, pues el sermón se caracteriza por la
unidad, el orden y la aplicación; y no sólo por comprender el
significado del texto. El cuidado que debe tener el predicador, es
realizar una correcta interpretación de la porción bíblica.

78
PREDICA LA PALABRA

Hay quienes sostienen que el único sermón bíblico es el


expositivo. Pero esto no es necesariamente así, pues cada uno de
los diferentes tipos de sermones (temático, textual, biográfico o
narrativo) puede ser plenamente bíblico.

La ventaja del sermón expositivo es que se basa en una


porción bíblica suficientemente extensa, hecho que insta al
predicador a exponer las ideas que el texto sustenta en lugar de
presentar ideas propias. Obliga a fijar la atención en el texto
mismo para declarar, interpretar y descubrir un universo de
conceptos. Palau sostiene que el sermón expositivo da sentido
de autoridad, pues anuncia todo el consejo de Dios.

Pero una debilidad de este tipo de sermón puede ser que


el predicador se limite a exponer un solo punto de un tema más
amplio. No obstante, el sermón expositivo tiene una amplia
gama de posibilidades y brinda al predicador una oportunidad
especial para la presentación del mensaje del evangelio.

NATURALEZA DE LA PREDICACIÓN EXPOSITIVA


(Robinson 1999: 61-68; Liefeld 1984: 14-36)

Introducción
Predicación expositiva es la comunicación de un
concepto bíblico, derivado y transmitido a través de un estudio
histórico, gramatical y literario de un pasaje en su contexto. El
Espíritu Santo aplica este concepto a la personalidad y
experiencia del predicador y, a través de él, a los oyentes.

79
PREDICA LA PALABRA

De la definición anterior se desprenden los siguientes conceptos:

1. La esencia del sermón expositivo es derivada de las Escrituras.


El predicador abordará la Biblia como un hombre
abordaría el último de los best seller. Descubre el tema
principal que estaba en la mente del escritor bíblico. La
relación de las palabras, frases, textos o porciones es
importante no sólo por lo que puedan decir
separadamente, sino también como se relacionan con el
tema principal del escritor y con el fin que tuvo al
escribir el libro.

En un sentido más amplio, la predicación expositiva es


más una filosofía que un método. Es la respuesta a una
pregunta básica: ¿El predicador subordina su
pensamiento a las Escrituras, o subordina las Escrituras a
su pensamiento?

Ilustración. Para algunos el texto es como el himno


nacional antes de un partido de fútbol: Sólo se lo
escucha al comienzo.

¿Es el texto del sermón la esencia del mensaje que se


expone a la gente? Aunque es posible predicar un
sermón ortodoxo sin la exposición de un pasaje bíblico,
el desarrollar una porción de las Escrituras a lo largo del
sermón, protege el pensamiento del predicador contra
herejías.

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PREDICA LA PALABRA

Haciendo esto regularmente, fuerza al predicador a


hablar de los asuntos de la vida, comprometiéndose con
las Escrituras, que de otro modo pasaría por alto.
Además, esto permite al predicador hablar con autoridad
y a la congregación escuchar directamente la voz de Dios.

2. La definición de predicación expositiva también involucra la


manera en la cual el mensaje bíblico es comunicado a la
congregación.
En su estudio el predicador examina la gramática del
texto, la historia y el contexto del pasaje. En el púlpito el
predicador debe presentar con acierto el lenguaje y el
trasfondo del texto para que el oyente atento, si es
posible, compruebe el mensaje desde la Biblia.

Como resultado, la predicación expositiva efectiva podrá


ser utilizada mayormente para clarificar las Escrituras.
Un buen sermón expositivo será el reflejo del pasaje no
sólo en su mensaje central, sino también en su
desarrollo, propósito y ambiente. Cuando se dan estas
condiciones, los oyentes no sólo aprenderán de la Biblia
cuando ellos escuchen los sermones, sino que también se
verán motivados para estudiarla por sí mismos.

C aracterísticas de la predicación expositiva


1. Comunica fielmente el mensaje básico de un pasaje de
las Escrituras. Utiliza un pasaje con contenido claro y
completo en sus aspectos principales. La predicación
expositiva trata con un solo pasaje de la Biblia. El

81
PREDICA LA PALABRA

sermón temático también puede ser expositivo siempre y


cuando la información del tema parta de las Escrituras y
se subordine al pasaje principal.
2. Comunica con solvencia el mensaje empleando la
estructura y los detalles apropiados para el pasaje como
para el ambiente y los objetivos del sermón. Tiene
integridad homilética. Es fiel al texto. No omite ni
distorsiona información. No selecciona ideas favoritas.
Demuestra conocimiento del género literario, propósito
original, la narración y el argumento que ofrece el texto.
El mensaje tiene cohesión, movimiento y dirección.
Toma el mensaje como un todo. También toma en
cuenta el contexto y permite que el pasaje determine el
tema. El predicador no impone el tema al pasaje.
3. La esencia es la explicación aplicada que no violará la
función original del texto.
4. Atiende las necesidades de la congregación y hace una
aplicación verdadera y práctica. Clarifica el pasaje y lo
aplica a la congregación. El sermón expositivo es más
que una descripción. Sin aplicación el sermón es un
mero informativo y no hay mensaje.
5. Considera los datos, la forma y la función del texto
(hermenéutica, homilética y necesidad humana).

Importancia de la predicación expositiva

1. Comunica la revelación bíblica de Dios y su voluntad

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PREDICA LA PALABRA

Dada la subjetividad del orador (y del receptor) y los


efectos del pecado, cuánto más cerca de la Escritura se
esté, menos posibilidad de error se tendrá.

2. Enseña la Palabra de Dios


Enseña las Escrituras en un ambiente escogido por el
Espíritu Santo, quien inspiró el texto original.

3. Satisface necesidades humanas


Una porción de la Palabra de Dios satisfará las
necesidades humanas más que una presentación de ideas
u observaciones del predicador. Las Escrituras llevan su
propia autoridad y poder. No obstante, debe destacarse
que la presentación de una porción de las Escrituras no
garantiza que sea la porción por la cual Dios quiere
hablar a la congregación.

4. Dirige la atención del oyente a la Biblia


El predicador mostrará cómo ir a las Escrituras por sí
mismo y cómo aplicarla a la vida cotidiana.

5. Sirve como protección contra la interpretación impropia


Las interpretaciones distorsionadas, antojadizas o la
“espiritualización” (extraer una lección espiritual
desconociendo el significado del pasaje) serán evitadas
mediante una efectiva predicación expositiva. Cuanto
más cerca se está del contexto, será menos probable la
espiritualización de un versículo.

Ventajas de la predicación expositiva

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PREDICA LA PALABRA

Aquí se tratarán asuntos convenientes para el predicador:

1. Confianza de predicar la voluntad de Dios


La predicación expositiva aumenta la confianza y el
sentido de autoridad al exponer la voluntad de Dios.

2. Confianza de predicar la verdad bíblica


Reduce al mínimo el subjetivismo, en consecuencia
reduce la posibilidad de error.

3. Proclama “todo el consejo de Dios”


Aunque siempre está la posibilidad de torcer el pasaje o
enfatizar un aspecto del texto, se evitarán estos
inconvenientes, si se es fiel al texto, al contexto y al
propósito del sermón.

4. El contexto del pasaje, en general, incluye su propia aplicación


El contexto direccionará la aplicación del tema. Esto
requiere conocer el trasfondo del pasaje y el pensamiento
que se advierte a través del libro.

5. El texto provee una estructura literaria que puede formar base


del bosquejo del sermón
6. Permite incluir temas delicados sin ser inoportuno
Si se trata de un tema delicado, la tensión será menor si
las soluciones propuestas son claramente parte del texto
o contexto expuesto. El predicador tendrá el aval de un
“así dice Jehová”.

7. Modela el estudio bíblico


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PREDICA LA PALABRA

El oyente sabrá no sólo que la Escritura tiene la


respuesta, sino como encontrar la respuesta. Un mensaje
es el mejor modelo para el estudio de la Biblia.

8. Desarrolla un predicador cristiano maduro

La preparación de sermones expositivos brinda el


predicador una gama de

oportunidades (y responsabilidades) que lo conducen a


practicar una investigación seria y profunda del texto
bíblico y su contexto.

Metas de la predicación expositiva

1. Evangelizar
El evangelio resultará más exacto y urgente cuando se lo
presenta en su plenitud mediante un pasaje claro de las
Escrituras.

2. Ministrar las necesidades humanas


Si se separa un texto de su contexto también es fácil
separarlo de la acción real de la vida. Cada pasaje de las
Escrituras tiene tal campo de acción. Es un excelente
vehículo para ayudar a descubrir cómo Dios satisface las
necesidades actuales.

3. Declarar la voluntad de Dios


Conocer y practicar la voluntad de Dios es la mayor
necesidad del oyente. La predicación expositiva permite

85
PREDICA LA PALABRA

al hombre conoce la voluntad de Dios y tomar decisiones


acertadas, teniendo como base los caminos de Dios.

4. Motivar el crecimiento espiritual


Uno de los objetivos de la predicación es el crecimiento
en la fe y en obediencia. Si el sermón concluye sin
ninguna motivación, no será una predicación expositiva.
Si bien este es el objetivo de toda predicación, la
motivación para el crecimiento espiritual no estará
ausente en la predicación expositiva.

5. Enseñar las doctrinas


Un ejemplo de este tipo de predicación se observa en las
epístolas paulinas. Al permitir que las Escrituras enseñen
la verdad en el contexto en el cual fueron originalmente
dadas, se usa al mismo tiempo un excelente método de
enseñanza. La verdad se hace objetiva para aplicarla
luego a la vida contemporánea.

6. Adorar a Dios
El sermón debe tener un lugar exacto dentro de la
liturgia. Aunque el mensaje debe satisfacer necesidades
humanas y persuadir para vida eterna, el sermón como
medio de adoración no debe ser relegado a un plano
secundario.

Dificultades de la predicación expositiva

1. Exige un estudio minucioso del pasaje

86
PREDICA LA PALABRA

No se podrá descuidar palabras significativas, ni la


construcción sintáctica, ni las doctrinas destacadas. Se
hará un estudio completo y equilibrado del pasaje. No
sólo se efectuará un análisis de los vocablos con diagrama
y estudio profundo, sino también el flujo del
pensamiento y la estructura literaria. No habrá brecha
entre exégesis y homilética.

2. Son necesarios sólidos principios de hermenéutica


Esto se espera de todo sermón, pero especialmente en el
expositivo, pues cualquier error hermenéutico puede
desquiciar toda la presentación y se termina predicando
un error. El predicador debe repasar con cierta
frecuencia los principios de hermenéutica.

3. Requiere constante atención al contexto


No sólo observará el contexto inmediato sino el más
amplio que ofrece el libro, incluso el cuerpo de escritos
donde se encuentra inserto (como el caso de los escritos
paulinos). El predicador debe asegurarse que está
representando la enseñanza del escritor, por lo tanto,
evitará conclusiones superficiales y subjetivas, y en
algunos casos, erróneas.

4. Requiere fidelidad al texto original y atención a la forma


literaria del pasaje y su contexto
Se debe recordar que en ocasiones la forma literaria o
género de ciertos pasajes es parte del mensaje. Por lo
tanto el predicador relacionará el género narrativo,
poesía, prosa, etc. con el texto. La Biblia es literatura y

87
PREDICA LA PALABRA

sigue ciertos convencionalismos de su tiempo. Tenerlos


presente enriquecerán la predicación expositiva.

5. Enlazar el mensaje con las necesidades de la congregación


Para solucionar este problema cuando el predicador
seleccione el texto tendrá en cuenta los temas que trata el
pasaje. También debe observar la función de cada
sección en su ambiente original. Debe recordar además,
que aunque el pasaje tiene una sola interpretación
exegética, puede aplicarse de varias maneras.

Lo que no es predicación expositiva

1. No es exégesis versículo por versículo


Los expertos hacen distinción entre exégesis y
exposición. La diferencia no se hace con la inserción
algunas ilustraciones y una aplicación. La exégesis estudia
cada parte de la oración griega (o hebrea) tratando de
entender cada verdad presente. En la predicación
expositiva se estudia el pasaje como un todo, atendiendo
el hilo del pensamiento y la secuencia de los sucesos. El
ambiente original se presenta frente al ambiente de la
congregación. Las necesidades de la congregación son
colocadas frente al pasaje para ver que relevancia tiene
sus enseñanzas.

El sermón expositivo no es necesario que siga


rígidamente el orden del texto, pero sí debe explicar y
aplicar el texto. El sermón que sigue el texto pero no
88
PREDICA LA PALABRA

satisface las preocupaciones pastorales no es expositivo.


La predicación expositiva es aquella que alimenta e
inspira. De lo contrario, la predicación se transforma en
un mero informativo. Tampoco se trata de pensamientos
sueltos sin conexión con el pasaje bíblico. El sermón
expositivo tiene una estructura homilética.

2. La predicación expositiva no es el examen de un pasaje que se


hace en puntos o subdivisiones.
Aquí se alude a la predicación donde la aliteración es un
elemento básico de la estructura del sermón. Por
ejemplo, en Hch 9:1-19 se presenta: (1) la contención de
Saulo (2) la conversión de Saulo (3) la comisión de
Saulo.

Estos puntos o divisiones suenan muy bíblicos, pero son


más descriptivos que pastorales. Carecen de una meta
clara y una aplicación práctica. Tienden a estar
redactados en tercera persona y la congregación queda
sin una enseñanza clara y edificante. Generalmente atrae
la atención hacia la capacidad del predicador, más bien
que al objetivo y significado de las Escrituras. Puede
conducir al peligro de omisión y desequilibrio
(prominencia de un detalle subordinado al pasaje a costa
de un punto vital).

Se evitará que el oyente sea sólo eso: un oyente, que


regresa al hogar informado. Ejemplo: Si predico sobre el
perdón, no quiero que la gente salga creyendo en el
perdón, sino que salgan perdonados.
89
PREDICA LA PALABRA

En síntesis, la predicación expositiva no consiste en


comentarios sueltos de los versículos seleccionados sin
considerar la estructura y autoridad del pasaje como un
todo, por un lado, y la estructura y el valor comunicativo
de la integridad homilética, por otro. Tampoco consiste
en seguir rígidamente las principales cláusulas del pasaje,
pues, aún así, pueden escapar puntos básicos que no
estén expresados en ellas.

La predicación expositiva puede fracasar en: (1) ser fiel al


énfasis, doctrina y función del pasaje, (2) en poseer las
cualidades de un mensaje homiléticamente sólido y
aplicable a la vida.

Propósito de la predicación expositiva

La Biblia y predicación expositiva tienen el mismo propósito. El


expositor efectivo sabe que Dios no está hablando hoy a las personas por
medio de la Biblia como a través de un libro de texto de historia o
arqueología. El Espíritu Santo habla a los hombres desde la Biblia.
Mediante el Espíritu Santo se logra el cambio de vida y destino en las
personas. Por lo tanto el predicador debe conocer la Biblia, pero también
debe conocer la congregación.
La aplicación que se efectúa en la predicación expositiva
efectiva no es algo incidental, sino crucial. Al relacionar la Biblia
con la experiencia, el expositor no torcerá las Escrituras para
acomodarla a la vida de las personas. Instará a la gente a

90
PREDICA LA PALABRA

sujetarse a los estándares de la Biblia. La verdad bíblica debe ser


relacionada con la vida de las personas, pero por otro lado, la
vida de las personas debe ser cambiada para ser relevante con la
fe bíblica.

¿Qué Es La Predicación Expositiva?


Haddon W. Robinson

La iglesia del presente siglo necesita desesperadamente la


predicación de la Biblia. Sin embargo, no todos concuerdan con
esta opinión. En algunos lugares ya se ha dicho que la
predicación debería ser dejada de lado. Se nos dice que el dedo
ya se ha movido y ahora señala a otros métodos y ministerios
más actuales y efectivos.
Explicar por qué la predicación ha sido desacreditada
nos llevaría a cada ámbito de nuestra vida diaria. Por un lado, la
imagen del predicador ha cambiado. Ya no se lo considera como
el líder intelectual y espiritual de una comunidad. Pregúntele a
un hombre sentado en las bancas de la iglesia qué es un
predicador y verá que su descripción no será muy halagadora.
Kyle Haselden teme que la imagen que algunas personas tienen
del predicador lo describa como "una persona que congenia con
su congregación, siempre servicial, siempre dispuesto a ayudar a
los boy scouts; muy apreciado por las mujeres mayores y lo
suficientemente reservado con las jóvenes; como un padre para
los jóvenes y compañero de aquellos que se encuentran solos; y

91
PREDICA LA PALABRA

como aquél que estrecha cortésmente las manos en reuniones de


té y almuerzos en clubes.” 1
Además, la predicación ha perdido apoyo porque se
desarrolla en una sociedad sobre comunicada la cual nos
bombardea cientos de miles de “mensajes” por día. La televisión
y la radio muestran a los vendedores llevando “el mensaje del
sponsor” con toda la sinceridad de un evangelista. En este
contexto un predicador puede verse como otro vendedor el cual
según Ruskin, “realiza trucos de escenario con las doctrinas de la
vida y la muerte”.
Súmele a estas razones la realidad de que el liberalismo
ha despojado al predicador de un mensaje autoritativo. La moda
en la comunicación ha pasado a ser más importante que la
verdad. Las presentaciones de multimedia, las tiras de películas,
las terapias de grupo, las luces de colores, y la música moderna
pueden ser síntomas tanto de salud como de enfermedad.
Ciertamente, los métodos modernos pueden mejorar la
comunicación, pero a menudo también se los usa porque no hay
mensaje en absoluto, y lo inusual de alguna manera se
transforma en la máscara del vacío.
Entonces, la acción apela a nosotros más que lo que se dice o se
escucha. “Deja de sermonearme” decimos, y esto revela nuestra
irritación hacia la predicación. La predicación en algunas iglesias
es considerada como “un mal necesario” que acompaña a todo
cristiano. Las personas que poseen esta actitud pueden concluir
que los apóstoles tenían mezclados los conceptos cuando
dijeron, “No es correcto que tengamos que abandonar la palabra
de Dios para servir mesas”. En nuestros días de activismo, somos

1 Kyle Haselden, The Urgency of Preaching (New York, 1963), 89.


92
PREDICA LA PALABRA

tentados a declarar, “No es correcto que debamos dejar el


servicio de mesas para predicar la palabra de Dios”.
Sin embrago, nadie que toma en serio las Escrituras se
atreve a dejar de lado la predicación. Pablo era escritor. De su
pluma, tenemos las cartas inspiradas del Nuevo Testamento.
Encabezando la lista de sus escritos se encuentra la epístola a los
Romanos. Según su impacto en la historia, pocos documentos
pueden compararse con éste. Cuando Pablo escribió esta carta a
la congregación en Roma, confesó: “Tengo muchos deseos de
verlos para impartirles algún don espiritual que los fortalezca;
mejor dicho, para que unos a otros nos animemos con la fe que
compartimos” (1:11-12). Algunos ministerios no pueden
separarse del contacto cara a cara. Incluso los escritos de una
carta inspirada no son un substituto. “De allí mi gran anhelo de
predicarles el evangelio también a ustedes que están en Roma”
(1:15). El poder existente en la palabra hablada no puede ser
remplazado por la palabra escrita. Dios se encuentra en acción
predicando en la mente de los escritores del nuevo testamento.
Pedro, por ejemplo recordó a sus lectores que ellos habían
“nacido de nuevo, no de simiente perecedera, sino de simiente
imperecedera, mediante la palabra de Dios que vive y permanece
para siempre” (1 Pedro 1:23). ¿Cómo penetró esta palabra en sus
vidas? “Esa palabra” explica Pedro era “la buena noticia
predicada a ustedes”. Ellos fueron redimidos a través de la
predicación.
Pablo escribió de los tesalonicenses que “se convirtieron
a Dios dejando los ídolos para servir al Dios vivo y verdadero, y
esperar del cielo a Jesús (1 Ts. 1:9-10). Este cambio de conducta
ocurrió, dice el apóstol, porque “al oír ustedes la palabra de Dios
que les predicamos, la aceptaron no como palabra humana sino

93
PREDICA LA PALABRA

como lo que realmente es, palabra de Dios, la cual actúa en


ustedes los creyentes. (2:13). Predicar, por lo tanto, no era
simplemente hablar acerca de Dios. Era Dios mismo trabajando
a través del mensaje y de la personalidad del predicador,
confrontando a los hombres y trayéndolos hacia Él.
Esto explica por qué en 2 Timoteo 4:2, Pablo animó a su
joven compañero Timoteo a “predicar la palabra”. “Predicar”
significa proclamar, clamar o exhortar”. El mensaje debe
conmover tanto al hombre que debe ser impartido con pasión y
fervor. Sin embargo, no todas las súplicas apasionadas realizadas
desde el púlpito poseen autoridad divina. Un predicador no
debe tan solo ser un “mensajero” sino que también debe
proclamar la Palabra. Nada inferior a esto puede ser llamado
legítimamente predicación.”
La constante tentación del predicador es impartir algún
mensaje más allá de las Escrituras, un sistema político, una
teoría económica, una nueva filosofía religiosa. Poco importa si
esto se realiza en un tono autoritativo, si el predicador no
predica las Escrituras, abandona su autoridad. Ya no confronta
al hombre con la palabra de Dios sino que simplemente anuncia
la palabra de otro hombre.
Dios habla a través de las Escrituras a todos los hombres
de todos los tiempos. La Biblia no es simplemente una historia
“muy, muy antigua” de lo que Dios hizo en algún otro tiempo y
espacio, o una presentación de ideas acerca de Dios, inspiradas e
inefables. La Biblia es la herramienta de comunicación de Dios a
través de la cual habla a los hombres de hoy. A través de las
Escrituras, Dios nos conduce hacia la salvación (2 Timoteo 3:15)
y hacia una riqueza y madurez de carácter cristiano (2 Timoteo
3:16-17).

94
PREDICA LA PALABRA

La predicación expositiva es el tipo de predicación que


expone la Biblia de manera tal que los hombres son
confrontados con su verdad.
La predicación expositiva es “la presentación de una
verdad bíblica, realizada a través del estudio histórico, gramatical
y guiado por el espíritu, de un pasaje en su contexto, a través del
cual el Espíritu Santo apela primero a la vida del predicador y
luego a través de él, a su congregación.”
Esta definición posee varias partes. Primero que nada, la
esencia del sermón expositivo deriva de las Escrituras. El
expositor comprende que a pesar de que la Biblia es un libro
como ningún otro, aún es un libro. De hecho, es una
recopilación de escritos que puede estudiarse como cualquier
otra literatura. R. A. Montgomery en su libro predicación
expositiva, establece que “el predicador realiza la presentación de
algunos libros de la Biblia en particular como algunos hombres
lo harían con el último best seller. El predicador trata de llevar a
su gente el mensaje de algunos puntos determinados de la
Palabra de Dios. Establece el tema principal o las partes más
importantes del libro como si estuviera en la mente del
escritor... El modo en el que trata con las palabras, las frases, los
textos, las distintas partes, es importante no sólo por lo que
pueden decir por separado sino también por como se relacionan
con el tema principal y el objetivo que el escritor tenía en mente
al escribir el libro”. 1
Además, de cierta manera, la predicación expositiva, es
más una filosofía que un método. Es la respuesta a una pregunta
básica: ¿Somete el predicador sus pensamientos a las escrituras o

1 R.A. Montgomery, Expository Preaching (New York, 1939), p. 42


95
PREDICA LA PALABRA

somete las Escrituras a sus pensamientos? ¿Es el pasaje bíblico


utilizado como el himno nacional en un partido de fútbol usado
para poner el juego en marcha y luego no es oído nuevamente?
¿O es la parte principal del sermón que oye la gente?
A pesar de que sea posible predicar un sermón ortodoxo
sin utilizar un pasaje bíblico, el escudriñar una porción de la
Escrituras protege el pensamiento del predicador contra la
herejía. Al hacer esto regularmente, el predicador es forzado a
hablar de los distintos temas de la vida presentados en las
Escrituras. De otro modo, esto podría ser fácilmente pasado por
alto. Por sobre todo, cuando el predicador habla con una
autoridad que no le es propia, las personas tendrán una mejor
oportunidad de escuchar a Dios hablándoles directamente.
El segundo factor importante en esta definición
involucra los medios utilizados para comunicar el pasaje bíblico
a la congregación. El predicador transmite el mensaje de la
misma manera en que lo recibió. Durante su estudio, el
expositor examina la gramática, la historia y el contexto del
pasaje bíblico. En el púlpito, debe incluir suficientes datos con
respecto al lenguaje, el contexto y el medio en el que se
desarrolla el texto bíblico como para que un oyente atento sea
capaz de comprobar el mensaje en su propia Biblia.
Como resultado, una predicación expositiva efectiva
estará ampliamente basada en la explicación de las Escrituras.
Un buen sermón expositivo no sólo reflejará el mensaje central
del pasaje bíblico sino también su desarrollo, propósito y modo.
A medida que esto ocurre, las personas no sólo aprenden de la
Biblia mientras oyen, sino que también son incentivadas a
estudiarla por su cuenta.

96
PREDICA LA PALABRA

La predicación expositiva ofrece grandes beneficios al


predicador. Por un lado, le otorga una verdad de la cual
predicar. Muchos ministros pasan buena parte de la semana
“tratando de ponerse en marcha” para comenzar a preparar el
sermón. Sólo a un genio pueden ocurrírseles ideas originales y
estimulantes que mantengan interesada a la misma audiencia
cien veces al año. Aquél que extrae los temas de su propia mente
y experiencia chapotea en un charco. Él que basa sus temas en
las Escrituras nada en aguas abiertas.
La predicación expositiva le otorga al predicador
distintos tipos de sermones. Puede explicar tan sólo un versículo
(Alexander McLaren se destacó en este aspecto). O puede
utilizar un pasaje completo, usualmente a esto se lo considera
predicación expositiva. Además, también puede explicar un
tema o una doctrina basándose en la Biblia. Para esto, el
predicador halla los distintos lugares en los cuales se trata ese
tema o doctrina. Primero, relaciona el tema con un pasaje en
particular y luego, establece la relación entre los distintos
pasajes. La predicación biográfica también puede ser expositiva.
Gran parte de las Escrituras llega hasta nosotros en forma de
historia o biografía. Por ejemplo, si seis hombres son quitados
del Génesis, no nos queda mucho.
Nuestra definición nos dice que la predicación expositiva
convierte al predicador en un cristiano maduro. Cuando el
expositor estudia su Biblia, el Espíritu Santo escudriña la vida
del predicador. Cuando un hombre prepara sermones, Dios lo
prepara a él. Alexander McLaren dijo que todo lo que era se lo
debía al hecho de estudiar las Escrituras día tras día. Cuando el
expositor domina un pasaje bíblico, descubre que la verdad de
ese pasaje en la mano del Espíritu lo domina a él. P. T. Forsyth

97
PREDICA LA PALABRA

comprendía bien esto cuando escribió: “La Biblia es el


predicador supremo del predicador”1
Finalmente, el propósito básico de la predicación
expositiva concuerda con el propósito básico de la Biblia.
Ocurre de un modo tal que a través de él, el Espíritu Santo
puede cambiar la vida y el destino de los hombres. La
predicación y la enseñanza, por supuesto, no son los únicos
medios a través de los cuales Dios forma a Su gente, pero sí son
los medios principales. Un expositor efectivo sabe que Dios no
está hablando a los hombres de hoy de la Biblia como si fuera un
libro de texto de historia o arqueología. El Espíritu Santo les
habla a los hombres de hoy sobre ellos mismos desde la Biblia. El
predicador o aquellos que lo oyen no juzgan a Judas, David,
Pedro o Salomón. Por la enseñanza de la Biblia, deben juzgarse a
ellos mismos.
Para llevar a cabo este propósito, el predicador debe
conocer tanto su mensaje como a la gente que se lo transmitirá.
Debe hacer una exégesis de las Escrituras y de su congregación.
Imagine que las cartas de Pablo a los Corintos se hubiesen
extraviado y llegado a los cristianos en Filipo. Esta gente
hubiese estado perpleja con los escritos de Pablo. Los creyentes
en Filipo vivían situaciones diferentes que las de sus hermanos
en Corinto. Las cartas del Nuevo Testamento, así como las
profecías del Antiguo Testamento, estaban dirigidas a personas
específicas que vivían situaciones particulares.
“Las doctrinas deben ser predicadas de manera práctica y
las obligaciones de manera doctrinaria”, así lo establecían

1 P. T. Forsyth, Positive Preaching and the Modern Mind (London and New
York, 1907), p. 11.
98
PREDICA LA PALABRA

nuestros antepasados. Quizás éste sea el mayor problema con


respecto a la “predicación expositiva” actual. El predicador habla
del “allá y entonces” como sí Dios viviera en el “había una vez”,
pero no trae la verdad eterna para así enfocarse en las acciones y
actitudes de la gente del “aquí y ahora” ¡Para lograr una
predicación expositiva efectiva, la aplicación no es accidental
sino crucial!
Sin embargo, al relacionar la Biblia con la experiencia, el
predicador no adapta las Escrituras de manera tal que se
amolden a la vida de los cristianos. Por el contrario, llama a los
hombres a someterse a las normas de la Biblia. Los cristianos no
deben amoldarse al presente sino al mundo venidero. La
aplicación se lleva a cabo de ambas formas. La verdad Bíblica
debe ser relacionada con la vida de los hombres; pero también,
la vida de los hombres debe ser cambiada y ajustada a las
verdades Bíblicas.
F. B. Meyer, expositor talentoso, comprendió el temor
reverente con el cual el predicador aborda su tarea. “El
predicador sigue la línea de los reformadores, los puritanos, los
pioneros, quienes eran principalmente expositores. No daban
sus propias opiniones las cuales podrían ser interpretadas
personalmente o poseer un carácter dudoso; sino que se
decidían por las Escrituras llevando el mensaje con un efecto
irresistible, anunciando “así dice el Señor”1
Los mayores problemas de nuestra sociedad son
espirituales. Los hombres siempre se encuentran en una
desesperada necesidad de Dios.

1 F. B. Meyer, Expository Preaching Plans and Methods (New York, 1910), p.


60.
99
PREDICA LA PALABRA

“¿Cómo invocarán a aquel en quien no han creído?


¿Cómo creerán en aquel a quien no han oído? ¿Cómo oirán sin
que se les predique? Y ¿cómo predicarán si no son enviados?
Como dice la Escritura: ¡Cuán hermosos los pies de los que
anuncian el bien!... Por tanto, la fe viene de la predicación, y la
predicación, por la Palabra de Cristo” (Romanos 10: 14-17,
Biblia de Jerusalén).

PREDICACIÓN EXPOSITIVA

Floyd Bresee

DE PARTE DEL PASTOR DEL PASTOR

Una vez Dios llamó a tres ministros para predicar. Al


predicador “A ”, Dios le dio la capacidad de predicar sermones
de cinco talentos; al predicador “B”, la capacidad de predicar
sermones de dos talentos, y al predicador “C ” la capacidad de
predicar sermones de un talento.

Cada uno se fue a predicar. El predicador “A” predicó


sermones de cinco talentos, y el predicador “B” predicó
sermones de dos talentos.

Sin embargo, el predicador “C ”, dijo para sí,


“Sencillamente no soy muy bueno en este oficio. El predicador “B” es el
doble de bueno de lo que yo soy, y con el predicador “A” ni siquiera
estoy en la misma liga. Puedo ‘ocupar la hora’ con alguna otra cosa,
pero cuando se espera que mi predicación haga una diferencia
significativa o que produzca un gran efecto en quien sea, me rindo”.

100
PREDICA LA PALABRA

Finalmente Dios llamó a los tres ante el banquillo del


juicio para que den cuenta de los talentos para predicar que él
les había dado. Cuando el ángel abrió el libro, esto es lo que
decía el informe:

Predicador A B C

Logros 5 2 0

Capacidad 5 2 1

Y ¿cuál fue el juicio de Dios? ¿con quién estuvo más


complacido, con “A ” o con “B”? Aplicando los principios de
homilética que Jesús dejó en la historia registrada en Mateo 25,
podemos decir que Dios daría la misma calificación a los dos,
aunque los sermones de “A” eran dos veces y media mejores.

Dios mide el éxito muy diferente de lo que nosotros lo


hacemos. Nosotros tenemos la tendencia a medir comparando
nuestros logros con los de algún otro. Dios mide comparando
nuestros logros con nuestras capacidades; y las matemáticas
dicen que 5/5 no es mayor que 2/2. De modo que Dios queda
tan satisfecho con 1/1 como con 5/5.

Dos lecciones sobre la predicación:

1. Lo mejor que usted haga es lo suficiente, no importa


cuan pobre sea. Estas buenas nuevas son para el ministro que
siente que es un fracaso por ser un predicador de un talento: Si
Dios lo ha llamado para predicar, él le ha dado toda la

101
PREDICA LA PALABRA

capacidad que n ecesita para predicar... D ich o de otra m anera,


n o es sentirse d esh o n rad o, sin o es tener d u das acerca de D ios.

L a tragedia de ser u n p redicad or de u n talento n o


consiste en predicar serm on es de u n talento, sin o q u e lo m ejor
de sí n o es tan b u en o co m o lo es de algún otro, u sted se siente
ten tado y hace m en os de lo q u e es lo m ejor qu e pu ed e hacer.
R ecuerde, D ios se satisface m u ch o con u n 1 /1 .

2. C u alq u ier cosa qu e haga q u e sea m en os q u e lo m ejor


q u e u sted pu ed e hacer, n o es lo suficientem ente b u en o , n o
im p orta cu án b u en o sea. ¿Q ué sucedería si el p redicad or “A ”
h ubiera predicad o serm on es de cuatro talentos? D e to d o s m odos
sería el doble de b u en o q u e el p redicad or “B ” . Hay m uchos
predicadores “A ” que están pred ican d o serm on es “B ” . Predicar
es u n a tarea difícil, pero hay quien es se sien ten con ten tos con
hacer m enos de lo qu e es m ejor, d ad o qu e lo hacen m ejor q u e la
m ayoría. C o n segu ridad q u e D ios n o sen tirá m ás agrado con el
“A ” perezoso qu e co n el “ C ” desagradecido.

La nueva sección de la revista Ministry

M inistry ha sid o m uy am able en solicitarm e, en m i


calid ad de dirigente de la asociación m inisterial q u e produ ce
esta revista, iniciar u n a co lu m n a escrita para cada n úm ero.
¿C ó m o p u ed o hacer u n a co n tribu ción significativa a su
m inisterio? In ten taré optim izar la sección en el ám b ito de tres
áreas: 1

1. Sugerencias pastorales prácticas. La ú ltim a vez qu e


pastoreé fue en 1982. R esu lta ser m uy presu n tu o so , y aú n
102
PREDICA LA PALABRA

peligroso, dar consejos pastorales después que uno ha estado


mucho tiempo fuera de ese campo de trabajo. Quisiera
compartir algunos consejos de mi propia experiencia antes de
que se vuelvan muy añejos.

2. Sugerencias para la predicación e ideas para


sermones. Habiendo enseñado predicación por 16 años y
habiendo recibido mi grado en la Universidad del Noroeste y
del Seminario Teológico Garrett en la enseñanza de la
predicación, ansío compartir con usted algunas ideas sobre el
tema. Recibimos muchas sugerencias de ideas para sermones y
de ilustraciones para sermones, así que planeo incluir alguna de
estas cosas de vez en cuando.

3. Ánim o espiritual. Como ministros, todos tenemos


muchas necesidades, pero la mayor necesidad de cada uno es la
de un compañerismo más estrecho con Cristo. La obra del
Señor se torna muy tediosa sin el Señor de la obra. En mi
trabajo actual de “pastor del pastor”, tengo el gran deseo de que
cada uno de nosotros llegue a estar más cerca de Jesús.

Esta nueva sección surge con la oración que Dios la use


para ayudarlo a aprender a medir el éxito como él lo mide, y a
experimentar ese éxito al máximo en su ministerio.

103
PREDICA LA PALABRA

EL PREDICADOR ESTRUCTURANDO SU SERMÓN

ESTRUCTURA HOMILÉTICA

En la siguiente sección se presentan doce puntos que


resultan básicos para la preparación y presentación de un
sermón.

Doce puntos básicos en la preparación de un sermón

1. Propósito específico
Ante a la necesidad de predicar, toda persona se
confronta invariablemente con la pregunta: ¿De qué voy a
predicar? Para responder con acierto a este interrogante
debemos formular otra pregunta: ¿Qué necesita la iglesia? Aquí
debemos recordar que, además de presentar la verdad bíblica, el
predicador debe satisfacer las necesidades de la gente.

El propósito específico de un sermón apunta


precisamente hacia ese objetivo. Es decir, enfoca la acción, o el
pensamiento que se pretende lograr en los oyentes como
resultado de la presentación de un determinado mensaje bíblico.
Indica una necesidad definida que el sermón habrá de suplir.

En definitiva, el propósito específico, es una acción


concreta que el predicador intenta lograr en el auditorio
mediante la presentación de un tema. El propósito específico es

104
PREDICA LA PALABRA

lo que el oyente hará, sentirá y gozará como resultado de haber


escuchado un sermón.

Beneficios que reporta identificar el propósito específico


1. Nos recuerda que el sermón es un medio y no un fin en
sí mismo.

2. Evita ser negligentes en la preparación del sermón.

3. Lleva al predicador a depender de Dios.

1. Se constituye en un guía que gobierna la elección del


texto, que influye en la formulación del tema, que
sugiere el material de estudio idóneo y aconseja sobre las
divisiones del sermón.
2. Asegura que el sermón provea frutos.

2. Propósito general
Crane presenta seis áreas que comprenden la
clasificación de los sermones respetando el propósito general de
cada caso. De acuerdo con este criterio el sermón puede
clasificarse en:1

1. Evangelístico
2. Doctrinal
3. Devocional
4. De consagración

105
PREDICA LA PALABRA

5. Moral o ético
6. Ánimo o aliento

3. Tema

Según Crane, el tema “es la materia de que se trata en el


sermón, la idea central del sermón, el asunto presentado en el
sermón.”

Luego de elegido el tema, debe elaborarse una síntesis


mínima de lo que va a tratar el sermón. Esa síntesis se denomina
proposición.

Cualidades de un buen tema1

1. Es bíblico
Es bíblico si tiene como base una recta interpretación del
texto bíblico. Tomará del texto el tema y lo desarrollará
en armonía con la verdad general de las Escrituras y lo
aplicará a las necesidades de los oyentes.
2. Es vital
Para lograr este ideal, debe basarse en las grandes
verdades de la fe. Debe ser trascendente y de relevante
importancia para la vida práctica.
3. Es pertinente

La pertinencia está dada en que un buen tema extrae del


texto valores permanentes de aplicación universal y,
106
PREDICA LA PALABRA

especialmente, aplicables a las necesidades de la


congregación local.

“Cristo comunicó únicamente el conocimiento que


podía ser utilizado. Su instrucción se limitaba a lo que
requería la condición de la gente en la vida práctica.”
MC, 355.

“Cristo no trató teorías abstractas, sino aquello que es


esencial para el desarrollo del carácter... habló a los
hombres de aquellas verdades que tenían que ver con la
conducta de la vida y que abarcan la eternidad.” PVGM,
14.

1. Tiene legítima relación con las Escrituras


Es imprescindible que el tema sea hallado en el texto.
Según Carne, el tema puede ser inferido por tres
procedimientos lógicos:

a. Deducción: De lo universal a lo particular. Ejemplo:


La gran comisión expresada en Mt 28: 19, 20.
b. Inducción: De un caso particular se deriva a un tema
general. Ejemplo: Zaqueo vence los obstáculos
para ver a Jesús. Lc 19: 2-10.
c. Analogía: De lo singular o particular pasa a lo
singular o particular afín. Ejemplo: La sangre del
cordero protege a los hijos de Israel antes del Éxodo.
Así la sangre del Cordero protege a los hijos de Dios.
El tema también puede ser sugerido por el texto. Es
decir, cuando el texto sugiere la idea. Ejemplo: El
caso de Pilato cuando expresó: “Lo que he escrito, he
escrito” Jn 19: 22. En este caso el título podría ser:
107
PREDICA LA PALABRA

“Pasado irrevocable”. Sin embargo, debe aclararse


que este procedimiento puede resultar peligroso para
aquellos que carecen de un conocimiento profundo
de las Escrituras. En tal caso no es recomendable este
tipo de selección.

Elección del tema


1. Descubra una idea que sea una verdad bíblica y que
responda a las necesidades de la congregación.
2. Establezca con precisión la verdad exacta.
3. Escriba claramente el propósito del sermón.
4. Busque el texto más apropiado.
5. Investigue a fondo. Conozca todas las implicaciones.
6. Escriba la proposición, el título y el tema que armonice
con la ocasión y el lugar donde predicará.

4. Título

Definición
El título es una expresión de un aspecto específico que ha de ser
presentado en el sermón, expresado de tal manera que sea apropiado
para anunciar el sermón.

En la construcción del discurso, el título es, por lo


general, uno de los últimos puntos que prepara el predicador.

108
PREDICA LA PALABRA

Puede haber ocasiones en que el tema y el título sean


exactamente los mismos, especialmente si el tema es
suficientemente interesante en sí mismo como para ser
apropiado como título del sermón.

La asignación apropiada de título para el sermón


demanda una fraseología cuidada y habilidosa. Por lo general,
requiere mucho esfuerzo de parte del principiante, pero su
tiempo y dedicación serán ampliamente compensados por el
estímulo del interés por parte de aquellos que lean los títulos de
sus sermones allí donde se publiquen.

Principios para la preparación de títulos de sermones


1. El título debiera ser pertinente al texto o mensaje.
Es evidente que el título debe tener una conexión
definida con el texto o con el discurso.

2. El título debería ser interesante.


El título debería ser redactado de manera que suscite la
atención o la curiosidad. Debería ser atractivo, no por el uso
de la mera novedad, sino porque es de vital interés para las
personas.

Para ser interesante, el título debe tener que ver con


situaciones y necesidades de la vida. Muchas circunstancias
variadas, tanto desde dentro como desde fuera, afectarán la
vida corporativa y el pensamiento de la iglesia.

El pastor debiera estar al tanto de las necesidades de los


suyos al afrontar tales circunstancias de tiempo en tiempo, y
bajo la dirección del Señor, sus mensajes debieran ser
109
PREDICA LA PALABRA

pertinentes a los tiempos y circunstancias en que se hallan


los suyos. También los títulos de los mensajes deben ser
apropiados a sus circunstancias e intereses.

3. El título debiera estar en armonía con la dignidad del pulpito.


En un esfuerzo por suscitar la atención, algunos
predicadores cometen el error de emplear títulos
extravagantes o sensacionalistas.

Por ejemplo:

“Vino, mujeres y canción”

“Un show estilístico del Antiguo Testamento”

“¿Debieran los maridos pegar a sus mujeres?”

Los encabezamientos del sermón de este tipo son


fantasiosos, burdos, de mal gusto, irreverentes y totalmente
fuera de lugar en la sagrada tarea de ministrar la Palabra de
Dios a los hombres.

A la vez que tratamos de suscitar interés con un título


atractivo, debemos mantener siempre la dignidad y
reverencia debidas a la palabra de Dios. No tenemos que
esforzarnos tras agudezas, y hemos de evitar a toda costa lo
sensacional o lo que esté calculado para suscitar una
atención o curiosidad indebidas. Por encima de todo, nunca
debiéramos usar un título que roce lo frívolo y lo vulgar.

4. Por lo general, el título debería ser breve.


Un título condensado o compacto es más eficaz que una
afirmación larga, siempre que esté redactado de manera
poderosa. También es mucho más fácil que lo capte el ojo
110
PREDICA LA PALABRA

del lector que una línea de quince o veinte palabras. Por


ello, el predicador debiera, normalmente, poner un título
corto, pero no abrupto. Sin embargo, no se debiera sacrificar
la claridad por la mera brevedad. Un título que consista en
una sola palabra resultará, por lo general, demasiado
abrupto, y por ello no será eficaz para despertar el interés.

5. El título puede establecerse en forma de afirmación, interrogación o


exclamación.
Aunque, generalmente, el título se expresa con pocas
palabras, hay ocasiones en que es necesario redactarlo
mediante una frase una completa, pero concisa. Esta frase
puede ser afirmativa, interrogativa o exclamativa. Hay
ocasiones en que el título tendrá mucha más fuerza, si se
pone en forma de una pregunta que haga reflexionar al
lector.

6. El título puede consistir en una frase seguida de una pregunta.


Por ejemplo:

“Angustiada juventud, ¿cuál es nuestra responsabilidad hacia


ella?”

“ Las perplejidades de la vida, ¿cómo las afrontamos?”

7. El título puede darse en ocasiones en forma de un sujeto compuesto.


Por ejemplo:

“El cristiano y sus amigos”

“La señal de los tiempos y la segunda venida de Cristo”

8. El título puede consistir en una breve cita de un texto de las


Escrituras.
111
PREDICA LA PALABRA

Por ejemplo:

“Prepárate para venir al encuentro con tu Dios”

Ensénanos a orar .

5. Texto
La palabra texto proviene del latín (texo) y su significado es tejer.
El texto es el tejido del sermón. Broadus lo define como “la
trama del discurso”. Para Crane, el texto es “aquel pasaje de las
Escrituras, sea breve o extenso, del cual el predicador deriva el
tema de su sermón. Además señala que “el texto es la raíz del
tema.”

Importancia de usar un texto por sermón


1. Ayuda al predicador para que el sermón sea bíblico.
2. Genera confianza en el predicador al proclamar el
mensaje de Dios.
3. Predispone a la congregación a oír la palabra de Dios.
4. Evita que el predicador divague y al mismo tiempo lo
guía en una línea clara de pensamiento.
5. Ayuda al oyente a recordar el mensaje.
6. Evita que el predicador agote sus ideas.
7. No se corre el riesgo de ser monotemático.

6. Introducción

112
PREDICA LA PALABRA

La introducción de un sermón es el conjunto de ideas


previas que introducen el tema que será expuesto. Es el
comienzo del sermón. Hace las veces de pórtico de un edificio.

Componentes de la introducción:
1. Saludo o contacto inicial.
2. Frase alusiva.
3. Disparador.
4. Texto bíblico.
5. Proposición.
6. Pregunta de transición
7. Frase de transición.

Cualidades de una buena introducción:


1. Desarrolla un solo pensamiento. No utiliza
introducciones dobles.
2. El pensamiento que se expresa estará íntimamente
relacionado con el tema.
3. Es específica (evita generalizaciones. Por ejemplo: Como
todo el mundo sabe...)
4. No promete más de lo que brindará a lo largo del
sermón.
5. Es corta, pero no termina en forma abrupta. Crane
sugiere que no abarque más de un 5% a un 15% del
sermón.
6. Está bien preparada (Escríbala, apréndala, memorícela).
7. Es interesante, variada.
8. Es el último paso en la preparación del sermón.
113
PREDICA LA PALABRA

9. No es el momento de pedir disculpas (Si no preparó el


sermón, no predique).

Ventajas de una buena introducción:


1. La congregación desconoce el tema aunque se indique el título.
2. Permite al orador un acercamiento gradual (no abrupto) al
público.
3. Es vital establecer un puente entre el predicador y el oyente.
4. La congregación tiene necesidades que deben ser satisfechas. Si
en la introducción se mencionan las necesidades, el orador
captará mejor la atención de su audiencia.
5. Prepara la mente y la voluntad para recibir el tema a tratar.

7. Proposición
La proposición es una declaración en la forma más
concisa posible por medio de una oración gramatical completa.
Informa a los oyentes acerca de lo que se dirá en el tema y
sintetiza los puntos que han de ser explicados o probados.

Como fue señalado anteriormente, el tema de un


sermón puede expresárselo a través del título y la proposición.

114
PREDICA LA PALABRA

La proposición es el sermón comprimido en una cáscara de


nuez. (Koller)

Clases de proposición
1. Declarativa: Es didáctica. Es una declaración de valores.
Ejemplo: “La oración elevada con fe es poderosa.”
2. Exhortativa: Indica deberes y es persuasiva. Ejemplo: “La
oración siempre debiera ser elevada con fe para
transformarse en una oración poderosa.”
3. Interrogativa: Se la formula a la congregación por medio
de una pregunta. Ejemplo: “¿Por qué la oración elevada
con fe es poderosa?”
4. Exclamativa: Es una declaración que no implica deberes
y se la formula entre signos de admiración o
exclamación. Ejemplo: “¡La oración de fe es poderosa!”

Cinco reglas para redactar la proposición


1. La proposición no es la enunciación de un tema, sino la
enunciación acerca de la posición de un tema.
2. Es sencilla, no complicada.
3. Es declarativa no interrogativa.
4. Tiene que ser directa no metafórica (o analógica).
5. Tiene que ser positiva, no negativa.

8. Pregunta de transición

La proposición está generalmente relacionada con el bosquejo


del sermón mediante una pregunta, seguida de una oración de
115
PREDICA LA PALABRA

transición. Puede utilizarse alguno de los siguientes cinco


adverbios interrogativos: por qué, cómo, qué, cuándo, dónde.

9. Frase de transición

La pregunta conduce a la frase de transición que une la


proposición con las divisiones del sermón. Esto produce una
suave transición de la proposición al cuerpo del sermón.

10. Palabra clave o reguladora

La palabra clave o palabra reguladora es una parte vital de la


oración de transición, por lo tanto es necesario que se la seleccione con
cuidado. La palabra cosas es demasiado general, debiera utilizarse una
palabra específica que caracterice las principales divisiones.
A continuación se vierte una lista de palabras clave que puede
resultar orientadora (ver Braga, 149-150).

Acciones, acontecimientos, actitudes, advertencias,


afirmaciones, amonestaciones, aplicaciones, argumentos,
artículos, artimañas, aspectos, asuntos, atributos, bendiciones,
beneficios, calificaciones, cargas, causas, claves, comentarios,
compromisos, creencias, criterios, cualidades cuestiones, daños,
declaraciones, deducciones, deseos, diferencias, dificultades,
distinciones, doctrinas, efectos, ejemplos, enfoques, enseñanzas,
esperanzas, estimaciones, evidencias, expresiones, fallos, fuentes,
factores, funciones, ganancias, gozos, grupos, hábitos, hechos,
ideales, ideas, ilustraciones, juicios, lecciones, leyes, límites,
116
PREDICA LA PALABRA

listas, mandatos, manifestaciones, marcas, medidas, medios,


metas, métodos, motivos, necesidades, nombres, observaciones,
obstáculos, ocasiones, palabras, paradojas, partes, pasos,
pecados, peligros, pensamientos, pérdidas, períodos, posturas,
prácticas, problemas, proposiciones, pruebas, puntos, rasgos,
razones, reivindicaciones, respuestas, rutas, salvaguardas,
secretos, sugerencias, temas, tendencias, tipos, usos, valores,
ventajas, verdades, vicios, virtudes.

11. Divisiones o cuerpo del sermón


Es la parte del sermón que analiza y desarrolla el tema
anunciado en la introducción punto por punto, hasta llegar al
objetivo propuesto.

Definición de divisiones
Las divisiones son cada una de las partes del cuerpo del
sermón que a su vez se subdividen para ir sumando una idea a
otra. De este modo se consolida una progresión constante hasta
lograr el propósito específico del sermón.

Importancia de la división del tema


Para destacar la importancia de las divisiones del cuerpo
del sermón Crane cita al profesor de homilética Alejandro
Treviño. Este profesor solía decir a sus alumnos: “Muchachos, la
117
PREDICA LA PALABRA

homilética tiene tres reglas. La primera es: Dividan el asunto. La


segunda regla es: Dividan el asunto y la tercera: Dividan el asunto.”

¿Por qué es importante dividir el asunto?


1. Asegura la unidad del sermón.
2. Logra la claridad de la discusión.
3. Mantiene el interés en la discusión.
4. Provee descansos mentales.
5. Economiza tiempo. El público no tolera sermones
“kilométricos”.
6. Garantiza la permanencia de las impresiones.

Características de las divisiones


1. Tienen la misma clase de relación con el tema.
2. Deben contener palabras clave.
3. Se debe determinar el principio que regirá para
establecer las divisiones: Causas, Efectos, Razones,
Medios, Significado, Preguntas lógicas, Yuxtaposición de
los conceptos contrastados o complementarios,
Sugestiones naturales de una metáfora, Aspectos el
mismo texto presenta.
4. Deben estructurar lógicamente el tema.
5. El número de divisiones oscilará entre 2 y 5. Un sermón
con más de 5 divisiones deberá desdoblarse en dos o más
sermones.
6. Las divisiones se enumeran con números romanos.

118
PREDICA LA PALABRA

7. Pueden tener efecto acumulativo. Ejemplo:


I. El creyente está moralmente obligado a
trabajar.
II. El creyente está moralmente obligado a
trabajar por Dios.
III. El creyente está moralmente obligado a
trabajar por Dios ahora mismo.
8. El enunciado de las divisiones sigue tres caminos:
a. Se las anuncia previamente.
b. Se evita el anuncio previo. Se las menciona al
desarrollarlas.
c. Se omite la mención. Los oyentes siguen la ruta
del pensamiento del predicador.

Cuatro reglas que rigen las divisiones


1. Ninguna división es coextensiva con el asunto.
2. El conjunto de divisiones debe cubrir todo el asunto.
3. Cada división es distinta de cada una de las demás.
4. Todas las divisiones deben tener la misma clase de
relación con el asunto del sermón.

12. Conclusión

La conclusión constituye el ataque final a la fortaleza de


la voluntad de los oyentes.

119
PREDICA LA PALABRA

Funciones de la conclusión
1. Contiene los pensamientos finales con los cuales
concluye el sermón.
2. Es la parte del sermón donde lo teórico se convierte en
práctico.
3. Es el momento de aplicar la verdad desarrollada y motiva
a los oyentes a realizarla.
4. Es un momento emocionante y de expectativa. Es el
momento donde el objetivo de la predicación se
convierte en realidad.

Componentes de la conclusión
1. Recapitulación: Se da una rápida mirada al camino
recorrido. No se incluyen en la conclusión materiales
nuevos. La recapitulación es importante en sermones
argumentativos.
2. Aplicación: A lo largo del sermón conviene ir haciendo
aplicaciones, pero no debe obviárselas en la conclusión,
especialmente si se trata de sermones éticos o
devocionales.
3. Persuasión: Este es el fin u objetivo de todo sermón. La
persuasión es el método verbal para influir en la
conducta humana. Generalmente apela a las emociones.
Una persuasión exitosa, será el resultado de presentar un
cimiento sólido para lograr el objetivo deseado. No se
persuadirá tanto por lo que el predicador dice, sino por
lo que el predicador es. Por lo tanto, es vital que el
predicador mantenga una correcta relación con el
120
PREDICA LA PALABRA

mensaje y al mismo tiempo respete, comprenda y ame a


su congregación. La apelación debe considerar los
valores supremos de la vida.
4. Invitación: La invitación (llamado) debe estar presente
en cada sermón. Esta permitirá concretar el propósito
específico del sermón. La invitación debe ser clara y
positiva.

LA PROPOSICION

DEFINICIÓN

La proposición es una sencilla declaración de tema que el


predicador se propone considerar, desarrollar, demostrar o explicar en el
discurso. En otras palabras, es una afirmación de la principal lección
espiritual o de la verdad intemporal del sermón, traducida en una frase
declarativa.

La proposición, también llamada tesis, la idea germinal,


la idea homilética o la frase temática, es, por tanto, un principio,
una norma que gobierna la recta conducta, o un hecho
generalizado que es aceptado como cierto y básico. Consiste en
una afirmación declarativa clara de una verdad fundamental que
persiste a través de todos los tiempos y que es de aplicación
universal.

121
PREDICA LA PALABRA

La importancia de la proposición
1. La proposición es la base de toda la estructura del sermón.
La proposición es a la organización del sermón lo que los
cimientos son para un edificio. Por ello, cada palabra de la
proposición tiene que ser cuidadosamente expresada para poder
dar con precisión el principal pensamiento del sermón. Al ir
siguiendo el predicador esta verdad principal en su mensaje,
también le será de ayuda reconocer aquello que es pertinente al
mensaje, así como aquello que debiera ser excluido del sermón.
Pero cuando no se formula la proposición de una manera
correcta, toda la estructura lógica queda por ello mismo
debilitada o desorganizada.

2. La proposición indica claramente a la congregación el curso del


sermón.
Una proposición correcta no es solamente beneficiosa
para el predicador, sino también para la congregación. Si el
mensaje carece de un objetivo claramente expresado, no puede
ser seguido con facilidad, y con frecuencia provocará la falta de
atención por parte de la audiencia.

P R IN C IP IO S PARA LA FO R M U L A C IÓ N DE LA
P R O P O SIC IÓ N 1

1. La Proposición debiera ser una afirmación expresiva de la idea


principal o esencial del sermón en una oración completa.
122
PREDICA LA PALABRA

Como hemos visto, la proposición es una afirmación de


la principal verdad que el predicador se propone exponer en su
sermón; cuando se formula correctamente promueve la unidad
orgánica de la estructura lógica del sermón.

Sin embargo, a fin de que la idea esencial del sermón


quede expresada como un pensamiento completo, tiene que ser
establecida en forma de una oración entera. Esto es, la
afirmación debiera consistir en dos pares principales: un sujeto,
o sea, aquello acerca de lo que vamos a hablar; y un predicado, o
sea, aquello que vamos a decir acerca del sujeto. Por ejemplo,
podemos seleccionar la segunda venida de Cristo como el tema
del que vamos a hablar. Si fuéramos a mencionar solamente el
sujeto, tendríamos una idea incompleta, por cuanto no aparece
lo que se va a decir acerca de ello. Así, necesitamos un
predicado, el cual siempre incluye un verbo, para expresar de
una manera precisa que es lo que deseamos decir acerca del
sujeto. Por ello añadimos a nuestro sujeto la frase “es la
esperanza de los creyentes sufrientes”. Al poner juntos el sujeto y
el predicado tenemos una idea completa expresada en forma de
oración completa: “La segunda venida de Cristo es la esperanza
de los creyentes sufrientes”.

2. La proposición debiera ser una oración declarativa.


Esto significa que la tesis o el sujeto debe ser una
afirmación explicita y positiva, no negativa.

123
PREDICA LA PALABRA

3. La proposición debiera ser una verdad intemporal, generalmente


dada en tiempo presente.
La proposición es un principio o una verdad que
siempre conserva su validez y que es de alcance universal como
norma de vida y conducta. Por ello, tiene que estar
necesariamente acorde con las Escrituras; al mismo tiempo,
debería presentarse, por lo general, en tiempo presente.

Debiera ser también evidente que un mandamiento no


es un principio, y que, por ello, no es expresivo de una verdad
intemporal. Un mandamiento no es una oración declarativa.
Así, pues, sería incorrecto expresar la proposición de esta
manera: Sed diligentes en vuestra tarea.

Además una verdad intemporal no incluirá ningún tipo


de referencia geográfica ni histórica, ni usará nombres propios, a
excepción del nombre de Dios. Así, sería incorrecto decir: “así
como el Señor llamó a Amós de Tecoa, en la tierra de Judá, para
que predicara en la tierra en el Reino del Norte, así llama a
algunos hoy para que vayan a otras tierras a servirle”. En lugar
de ello, podríamos decir: “En su soberanía, el Señor llama a los
creyentes a que le sirvan en cualquier lugar que a Él le plazca.”

4. La proposición debiera ser afirmada de una manera sencilla y clara.


No debiera haber nunca ninguna vaguedad ni
ambigüedad en la expresión de la oración de sujeto. Pero
aunque es necesario que la idea homilética sea expresada
claramente, no es preciso emplear un lenguaje elegante o
impresionante.

124
PREDICA LA PALABRA

Más bien, el lenguaje debiera ser tan sencillo y claro que


su sentido fuera de inmediato inteligible a los oyentes.

5. La proposición debiera ser expresión de una verdad vital.


Cuando un predicador proclama un mensaje de las
Escrituras, esta tratando con elementos humanos tan esenciales
como el temor, la culpa, la frustración, el dolor, el desengaño, la
pena, el amor, el gozo, el perdón, la paz, la gracia y la esperanza,
así como con una hueste de otras emociones y aspiraciones. Por
todo ello, la tesis, que es núcleo mismo del sermón, tiene que
ser expresada con una terminología significativa para las vidas de
las personas. En otras palabras debiera ser una oración llena de
significado para sus oyentes.

6. La proposición debiera ser específica.


La verdad intemporal que debe ser expresada en la
proposición ha de quedar limitada a un concepto específico. Si
la idea germinal es expresada en unos términos demasiado
generales, carecerá de vigor, y no constituirá un desafío al interés
del oyente. Las siguientes declaraciones pertenecen a esta
categoría:

La oración es de gran valor.

Los padres deben disciplinar a sus hijos.

Debiéramos estudiar la Palabra de Dios

Cristo ama a los perdidos.


125
PREDICA LA PALABRA

Contrastamos lo anterior con las siguientes


declaraciones, observando que, en cada caso, tenemos una
afirmación que, por su limitación en el propósito, se hace clara y
enérgica:

Un cristiano que ora ejerce una poderosa influencia.

Los padres tienen que ejercitar sabiduría en el ejercicio


de la disciplina sobre sus hijos.

El estudio de la Palabra de Dios produce grandes


beneficios.

El amor de Cristo llega a cada pecador individual.

7. La proposición debiera ser afirmada de una manera tan concisa


como sea posible, y que a la vez sea clara.
Una tesis eficaz tiene que ser afirmada con la mayor
brevedad posible, siempre que no se sacrifique la claridad a la
brevedad. Así, en la formación de la proposición, es necesario
evitar afirmaciones largas y de complicadas. En otras palabras, la
proposición debería estar constituida por una sola oración
vigorosa. Una buena regla general es limitarla a diecisiete
palabras como máximo. Mayor cantidad de palabras reducirá su
eficacia.

Se debe hacer observar que la tesis no es una declaración


formal de las divisiones principales. El propósito de la
proposición no es el de revelar el plan del discurso, sino explicar
en términos simples la idea principal del sermón en forma de
verdad intemporal.
126
PREDICA LA PALABRA

El lugar de la proposición en el bosquejo del sermón

La proposición debería aparecer, por lo general, al final


de la introducción. La introducción lleva a la proposición, la
cual, junto con las oraciones interrogativas y de transición que la
acompañan conduce al cuerpo principal del sermón.

En síntesis, la proposición debiera consistir en


pensamientos profundos, expresados en forma sencilla,
aplicados prácticamente.

PREDICACIÓN SEGMENTADA

Floyd Bresee

PREDICACIÓN SEGMENTADA

Pasos para redactar las divisiones del sermón

La predicación segmentada puede ilustrarse con la


imagen de un barco. Un barco tiene diferentes compartimentos
estancos relacionados, pero independientes. Así también un
sermón basado en la predicación segmentada.
Cuando se elabora un segmento, éste puede extenderse
de 2 a 5 minutos. Si preparamos seis segmentos para un sermón

127
PREDICA LA PALABRA

y agregamos la introducción y la conclusión tendremos al fin un


sermón completo.

La predicación segmentada tiene varias ventajas, entre


otras:

1. Hace más fácil la predicación.


2. Permite que los oyentes entiendan mejor el mensaje.
3. Aplica la sugerencia que vierte E. de White. Ella sugiere
que al predicar un sermón se presente un punto a la vez
(Ev., 151, 47, 139).

Componentes del segmento

En la predicación segmentada cada segmento tendrá los


siguientes elementos: (1) Lección, (2) Texto prueba, (3)
Ilustración y (4) Aplicación.

1. Lección

Se trata de una verdad espiritual que deseamos que los


oyentes capten y vivan. Al finalizar esta sección se darán
ejemplos para redactar buenas lecciones a utilizar en el sermón.

2. Texto prueba

128
PREDICA LA PALABRA

Tanto la lección como el texto prueba proceden de la


Biblia (la lección también podría surgir de los escritos de E. de
White). La lectura del texto bíblico proveerá material para
extraer una verdad inspiradora, a esta verdad la denominamos
lección. El versículo se constituirá en el texto prueba. En el trabajo
de elaboración de un sermón eviten la secuencia lección-prueba:
eso significa predicar al revés. La predicación bíblica es aquella
en la cual el predicador abre la Biblia y permite que ella le hable,
en lugar de utilizar el púlpito para promover ideas personales
con la Biblia en la mano.

Cuando investigamos la Escrituras para elaborar el


sermón, nos movemos de la prueba a la preparación de la lección.
En el púlpito seguimos el proceso inverso: presentamos primero
la lección y luego la prueba bíblica.

3. Ilustración

En la predicación es básico el uso de las ilustraciones.


Cuando el predicador utiliza la mágica frase: “por ejemplo”, en
ese momento el auditorio despierta, los niños se codean, la
mente del oyente se concentra en el mensaje del predicador.

El evangelio afirma que el maestro de los maestros, “sin


parábolas no les hablaba” (Mr 4: 33, 34). Al leer el registro del
Sermón del Monte, se observa que Jesús utilizó 57 metáforas. El
discurso puede leerse aproximadamente en quince minutos, lo
que significa, que Jesús utilizó no menos de tres metáforas por
minuto. Para Cristo -según el evangelio de Mateo- el Reino de
los Cielos era semejante al hombre que sembró buena semilla,

129
PREDICA LA PALABRA

semejante al grano de mostaza, a un tesoro escondido, a un


mercader que busca buenas perlas, a una red, a un padre de
familia que saca de su tesoro cosas nuevas y viejas. (Mt 13: 24,
31, 33, 44, 45, 47, 51).

Ahora bien, ¿por qué Jesús usó tantas y tan


frecuentemente ilustraciones? Las utilizó para hacer
comprensible a los hombres el reino de Dios y las verdades
espirituales abstractas. Por este motivo Jesús ilustró lo
desconocido con lo conocido, lo espiritual con lo temporal. En
la próxima unida se desarrolla de manera más amplia el tema de
las ilustraciones.

4. Aplicación

La aplicación es uno de los elementos más importantes


del sermón. Mediante este proceso retórico, las demandas de la
Palabra de Dios son proyectadas sobre el individuo para que
responda de manera favorable al mensaje.

Braga define la aplicación como “el proceso retórico, mediante


el cual se hace que la verdad se aplique directa y personalmente a los
individuos, a fin de persuadirlos para que respondan adecuadamente a
la invitación."
Cuando se emplea apropiadamente, la aplicación
muestra la relevancia de las Escrituras en la vida de la persona.
Hace pertinentes las enseñanzas de la revelación cristiana. La

130
PREDICA LA PALABRA

respuesta deseada podría ser un cambio de actitud, en otro, una


decisión a tomar, y en otro un mero asentimiento a la verdad
que el predicador proclama.

La persona que asume la tarea de aplicar las verdades de


su sermón enteramente a su congregación puede, en ocasiones,
parecer como que se está colocando en un pedestal,
amonestando a su congregación, sin reconocer que las mismas
palabras que esta pronunciando pueden ser igualmente
aplicables a él mismo. Una actitud así podría dar también la
impresión a los oyentes de que el ministro esta predicándole a
ellos, y una vez que los oyentes lleguen a esta conclusión les
causara un prejuicio en contra del predicador. Sería mucho
mejor que el predicador aplicara las verdades de su mensaje a sí
mismo, así como a la congregación.

M om entos para hacer la aplicación

El tiempo para hacer la aplicación tiene que ser


determinado por el contenido del pasaje. Como regla general, la
aplicación se hace con relación a la verdad espiritual que se
considere. Esto significa que el llamamiento va entretejido en la
fábrica del sermón, y que las verdades se van aplicando
conforme va progresando el desarrollo.

Hay momentos, sin embargo, en que sería cosa buena


hacer la aplicación al final de cada subdivisión o al final de cada
división principal. Por otra parte, hay ocasiones en que la
aplicación puede anteceder a la mayor parte de los otros
131
PREDICA LA PALABRA

procesos retóricos, o sea, la argumentación, la cita o la


ilustración, pero raramente debiera anteceder a la explicación.
En ningún caso debe faltar la aplicación del mensaje en la
conclusión del sermón.

En el caso del sermón expositivo, que necesariamente


involucra una gran cantidad de exégesis, si las verdades
expuestas no son aplicadas al ir progresando el sermón, hay la
tendencia a que el discurso se vuelva pesado y difícil para que lo
siga el oyente medio. Para la forma expositiva de sermón, parece,
así, que lo mejor seria aplicar las verdades al irse desarrollando el
sermón, punto por punto.

El ministro puede incitar a su congregación a la acción,


apelando a los más nobles instintos de hombres y mujeres, así
como con advertencias relacionadas con las consecuencias de la
negligencia o inacción. Puede también motivar a sus oyentes
citando algún ejemplo particular de la verdad o acción que esta
tratando de dar a conocer a su congregación.
El ministro puede predicar la Palabra con la mayor de las
fidelidades, puede efectuar las llamadas más fervientes o
amonestar con la más profunda solemnidad, pero, a no ser que
el Espíritu Santo aliente el mensaje y vivifique los corazones de
los oyentes, el sermón, por si mismo, no hará nada.

Esta predicación ungida por el Espíritu Santo, por lo


general, está estrechamente asociada con la oración ferviente.
Los apóstoles dijeron: “Nosotros persistiremos en la oración y en
el ministerio de la Palabra”, y el libro de los Hechos es el registro
inspirado de lo que el Espíritu Santo de Dios obró mediante
estos hombres de oración.
132
PREDICA LA PALABRA

Reglas que rigen el segmento

1. La lección debe ser verdad. Una verdad bíblica.


A modo de ejemplo citamos el relato del hijo pródigo.
No utilizaremos esta historia para extraer la siguiente
lección: Hijos sin madre dejan la casa. O esta otra: La gente
que cuida cerdos se vuelve religiosa. Pero podemos dejar esta
lección. Dios jamás rechaza a un hijo arrepentido que
regresa al hogar.

2. La lección debe ser importante.


Debe ser importante para la congregación a la cual nos
dirigimos.

Ejemplos para redactar lecciones importantes:

a. Forma incorrecta de redactar: Pedro era casado.


¿Es importante saber si era casado? ¿Era
importante para la congregación de aquellos días?
¿Qué lección obtenemos de esta afirmación?
¡Ninguna!
b. Forma correcta: * El pecado destruye la vida, el
amor la construye.
* Cristo nos libra del poder y del
castigo del pecado.

* Dios quiere que seas sano y feliz.

133
PREDICA LA PALABRA

3. La lección debe ser interesante.


Para que la lección sea interesante debe ser fresca,
atractiva, novedosa, práctica.

Ejemplos para redactar lecciones interesantes:

a. Forma incorrecta de redactar: Dios es amor. ¿Es


importante? Sí, lo es. ¿Es interesante? No.
b. Forma correcta: El amor de Dios no es pasivo, sino
activo.

4. El texto prueba debe probar la lección en forma directa.


No deben hacerse malabarismos para tratar de probar la
lección, ni forzar el texto.

5. La aplicación debe ensamblar con la lección directamente.


Si la lección no articula, o no cierra, no sirve como
enseñanza.

6. La ilustración debe aplicar la lección a la vida directamente.

¿Qué hacer para cumplir en la práctica con estas reglas?

1. Leer el pasaje bíblico varias veces. Primero efectuar una


lectura rápida, luego una lectura lenta.

134
PREDICA LA PALABRA

Al realizar la lectura rápida debemos preguntarnos: ¿Qué


dice el escritor aquí? ¿Qué quiere decirnos? ¿En qué medida nos
afecta? ¿Nos incumbe? Al leer lentamente nos preguntaremos:
¿Cuáles son las palabras clave? ¿Por qué aparecen en el texto?
¿Cuáles son los personajes centrales? También leeremos el texto
en varias versiones o en el texto original de la Biblia, si es
posible.

2. Leer el contexto del texto utilizado. Ejemplo: Lucas 15


narra tres parábolas. ¿Por qué Jesús narró estas
parábolas? El versículo 2 brinda el contexto de las
parábolas: Jesús fue acusado por líderes religiosos de
recibir y comer con pecadores. La lección que se extrae
de las parábolas es: Jesús no sólo recibe, sino que busca a
los pecadores porque Dios, los ángeles y el cielo entero
se gozan con la conversión de un pecador.
3. Preguntar quién habla en el texto y en qué circunstancias
lo hace.
4. Observar cuáles son las palabras clave en el texto
original.
5. Leer diferentes traducciones bíblicas.
6. Leer comentarios bíblicos.
7. Leer los comentarios de Elena de White sobre el tema.
8. Registrar cada prueba y lección que surja. Recuerden este
aforismo: ¡Olviden que saben y recuerden que pueden olvidar!
ILUSTRACIÓN: Si el predicador no registra las ideas
que surgen en su mente en ese momento, le sucederá lo
mismo que al pastor que, mientras preparaba su sermón
descubrió una idea genial, ¡extraordinaria!
Inmediatamente se hincó de rodillas para agradecer al

135
PREDICA LA PALABRA

Señor la espléndida idea. Pero..., al levantarse de la


oración... ¡había olvidado la idea!

Algunos ejemplos de Texto prueba y Lección


Ejemplo 1:

Prueba: Lc 15: 1-10. En este texto la palabra clave es encuentro. El


pastor buscó la oveja hasta encontrarla, vs. 4-6. La mujer buscó
la moneda hasta encontrarla, vs. 8,9.

Lección: Puedes abandonar a Cristo, pero él nunca te abandonará.

Ejemplo 2:

Prueba: Ef 5: 25. Cristo amó a la iglesia y se entregó a sí mismo


por ella.

Lección: Seremos como Cristo, cuando amemos lo suficiente para


entregarnos como él lo hizo.

LAS ILUSTRACIONES

Jesús y las ilustraciones


En la predicación es básico el uso de las ilustraciones.
Cuando el predicador utiliza la mágica frase: “por ejemplo”, en
136
PREDICA LA PALABRA

ese momento el auditorio despierta, los ninos se codean, la


mente del oyente se concentra en el mensaje del predicador.

El evangelio afirma que el maestro de los maestros, “sin


parábolas no les hablaba” (Mr 4: 33, 34). Al leer el registro del
Sermón del Monte, se observa que Jesús utilizó 57 metáforas. El
discurso puede leerse aproximadamente en quince minutos, lo
que significa, que Jesús utilizó no menos de tres metáforas por
minuto. Para Cristo -según el evangelio de Mateo- el Reino de
los Cielos era semejante al hombre que sembró buena semilla,
semejante al grano de mostaza, a un tesoro escondido, a un
mercader que busca buenas perlas, a una red, a un padre de
familia que saca de su tesoro cosas nuevas y cosas viejas. (Mt 13:
24, 31, 33, 44, 45, 47, 51).

Ahora bien, ¿por qué Jesús usó tantas y tan


frecuentemente ilustraciones? Las utilizó para hacer
comprensible a los hombres el reino de Dios y las verdades
espirituales abstractas. Por este motivo Jesús ilustró lo
desconocido con lo conocido, lo espiritual con lo temporal.

Importancia de las ilustraciones


El ser humano capta lo que sucede a su alrededor por
medio de los sentidos. Entre ellos el oído juega un papel
importante, pero la vista juega uno aún mayor. Estudios
realizados indican que el hombre capta el 85% por la vista, el
10% por el oído, el 2% por el tacto y el 3% por el olfato y el
gusto. Cuando el predicador ilustra una verdad espiritual
abstracta con objetos, circunstancias o ideas conocidas por el

137
PREDICA LA PALABRA

auditorio, los presentes no sólo podrán oír el mensaje, sino que


también podrán “ver” el mensaje.

¿Cuándo utilizar las ilustraciones?


Las ilustraciones deben utilizarse cuando sean necesarias.
Pero..., ¿cuándo son necesarias las ilustraciones? -se preguntará
el lector-. Siendo que las ilustraciones son las “ventanas” del
sermón, ellas arrojarán luz, color y calor sobre el sermón.
Entonces, pueden utilizarse para aclarar un pasaje oscuro, para
mantener la atención en medio de un argumento extenso o para
cautivar el interés de un auditorio heterogéneo.

¿Cómo utilizar las ilustraciones?


Las ilustraciones deben utilizarse como las ventanas en
un edificio: aparecerán distribuidas estratégicamente a lo largo
del sermón. Se las utilizarán para aclarar, fijar o destacar una
idea. Por lo tanto, debieran ser breves, apropiadas a la ocasión y
presentadas una por vez (Aquí conviene destacar el consejo de
Pablo: “...que prediques la Palabra... Porque vendrá tiempo
cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo comezón
de oír, se amontonarán maestros... y apartarán de la verdad el
oído y se volverán a las fábulas.” 2 Ti 4: 2-4).

Además, serán originales, amenas, variadas e


impresionantes. Deben estar basadas en hechos reales,
verdaderos y actualizados.

138
PREDICA LA PALABRA

Se evitarán ilustraciones irrespetuosas y jocosas. Serán


sencillas, fáciles de entender y no desviarán la atención del tema
central.

Al ilustrar el sermón evite alusiones personales a


miembros presentes y menos aún para resaltar aspectos
negativos. Tampoco humille a su familia. Cuidado con las
referencias a uno mismo. Sea cauto al describir logros o en
destacar virtudes personales.

Presente las ilustraciones directamente y sin


introducción. Conozca bien las ilustraciones que utilizará:
siéntalas, domínelas, repítalas.

Funciones de las ilustraciones

1. Hacen que la verdad sea fácil de entender.


Las ilustraciones siempre iluminan, clarifican las ideas,
visualizan la verdad. La ilustración arroja luz. No
intentemos iluminar el cielo con una potente linterna.
La ilustración debe iluminar algo. Por ejemplo, cuando
Jesús describe la parábola de la levadura dentro de la
masa; o cuando ilustra los tipos de personas (reacciones
de las personas) que reciben la Palabra, mediante la
parábola del sembrador, enseña con claridad realidades y
grandes verdades espirituales.

2. Logran que la gente retenga la verdad.


Ilustración. ¿Intentaron clavar un clavo sin martillo?
Ahora bien, si tienen un martillo, pero no tienen el
clavo, tampoco cumplirán la misión. El clavo representa
la lección. El martillo la ilustración.

139
PREDICA LA PALABRA

Por lo tanto, si contamos sólo una historia... es como dar


el martillo contra la pared. Necesito un clavo (es decir
fijar una lección).

Así hacía Jesús: ilustraba. Más tarde, cuando la gente veía


el objeto se acordaba de la lección, de la enseñanza.

3. Despiertan el interés.
Al narrar con destreza un problema real de la vida o
presentar la salida ante una encrucijada, el predicador
logrará cautivar la atención de sus oyentes.

4. Ayudan a mantener la atención.


Si el tema que se trata incluye pensamientos profundos o
argumentos que exigen largos razonamientos, pueden
distraer con facilidad al oyente. Allí las ilustraciones
tienen un efecto positivo.

Ejemplo: Mawhinney ilustra la preparación de un


sermón sobre el libro de Jonás. Al narrar el momento
cuando un fuerte temporal azota la nave y los marineros
trabajan afanosamente por alivianar la embarcación y
claman con fervor a su dios, Jonás ronca plácidamente.
Entonces el predicador creyó conveniente ilustrar las
circunstancias emitiendo los ronquidos de Jonás en el
sermón. Luego, comentando el episodio Mawhinney
reflexiona diciendo: “Si usted desea que sus oyentes no
ronquen mientras usted predica, ronque usted mientras
predica.”

5. Motivan porque agregan emociones a las ideas.

140
PREDICA LA PALABRA

Hay quienes temen apelar a las emociones. Pero


recordemos que fue Dios quien dotó de emociones al
hombre.

Recuerden: Lo que capta la atención, determina la


acción.

W. James expresó: “Las mentes pequeñas se espacian en


la gente, las mediocres en las cosas y las grandes en las
ideas.” Ahora bien, ¿cómo se logran ideas en una mente
pequeña o mediocre? Se logran asociando cosas y
personas con ideas (ilustraciones). Las ilustraciones
motivan porque agregan emociones a las ideas. A veces
tenemos miedo a las emociones. No temamos usarlas.

Ilustración. Si usted quiere vivir la emoción de un viaje


en un bote a vela. Como resulta muy caro el alquiler del
bote, lo alquila sin vela. Pero como sin vela no puede
navegar, se le ocurre otra idea: incluir la vela en el
alquiler, pero decide alquilarlo sin el timón. Más tarde
comprueba que sin timón no es posible navegar. El
timón da la dirección (lógica) y la vela emoción al viaje.
Para avanzar en un bote a vela se necesitan los dos
elementos (vela=emoción y timón=lógica). Para avanzar
con el sermón necesitamos la lógica y la emoción.

6. Proveen descanso al oyente.


Las ilustraciones refrigeran y alivian la mente del oyente.

7. Prueban y fortalecen los argumentos.

141
PREDICA LA PALABRA

Ejemplo. Pablo en Romanos 11 ilustra la situación de


Israel con la figura del buen olivo y la figura del olivo
silvestre.

8. Adornan el mensaje.
Una historia bien seleccionada, una poesía o un canto
brindan belleza y/o resaltan el mensaje.

9. Convencen.
La existencia de Dios creador, puede ilustrarse con la
relación reloj-relojero. Es difícil suponer la existencia de
un reloj por sí misma. Se supone que alguien fabricó el
reloj.

Fuentes de ilustraciones
1. Las Escrituras: parábolas, biografías.
2. Archivos.
3. Libros de ilustraciones, libros en general, revistas,
periódicos.
4. Vida personal: observación, experiencias en la iglesia,
viajes, etc.
5. Biografías.
6. Misiones.
7. Naturaleza.
8. Ciencia.
9. Artes.
10. Deportes.
11. Imaginación.

142
PREDICA LA PALABRA

LA APLICACIÓN

Definición
La aplicación es el proceso retórico, mediante el cual se
hace que la verdad se aplique directa y personalmente a los
individuos, a fin de persuadirlos para que respondan
adecuadamente a la invitación.

La aplicación es uno de los elementos más importantes


del sermón. Mediante este proceso retórico, las demandas de la
Palabra de Dios son proyectadas sobre el individuo para que
responda de manera favorable al mensaje.

Cuando se emplea apropiadamente, la aplicación


muestra la relevancia de las Escrituras en la vida de la persona.
Hace pertinentes las enseñanzas de la revelación cristiana. La
respuesta deseada podría ser un cambio de actitud, en otro, una
decisión a tomar, y en otro un mero asentimiento a la verdad
que el predicador proclama.

La persona que asume la tarea de aplicar las verdades de


su sermón enteramente a su congregación puede, en ocasiones,
parecer como que se está colocando en un pedestal,
amonestando a su congregación, sin reconocer que las mismas
palabras que esta pronunciando pueden ser igual de aplicables a
él mismo. Una actitud así podría dar también la impresión a los
oyentes de que el ministro esta predicándole a ellos, y una vez
que los oyentes lleguen a esta conclusión les causara un prejuicio
en contra del predicador. Sería mucho mejor que el predicador

143
PREDICA LA PALABRA

aplicara las verdades de su mensaje a sí mismo, así como a la


congregación.

Momentos para hacer la aplicación

El tiempo para hacer la aplicación tiene que ser


determinado por el contenido del pasaje. Como regla general, la
aplicación se hace con relación a la verdad espiritual que se
considere. Esto significa que el llamamiento va entretejido en la
fábrica del sermón, y que las verdades se van aplicando
conforme va progresando el desarrollo.

Hay momentos, sin embargo, en que sería cosa buena


hacer la aplicación al final de cada subdivisión o al final de cada
división principal. Por otra parte, hay ocasiones en que la
aplicación puede anteceder a la mayor parte de los otros
procesos retóricos, o sea, la argumentación, la cita o la
ilustración, pero raramente debiera anteceder a la explicación.

En el caso del sermón expositivo, que necesariamente


involucra una gran cantidad de exégesis, si las verdades
expuestas no son aplicadas al ir progresando el sermón, hay la
tendencia a que el discurso se vuelva pesado y difícil para que lo
siga el oyente medio. Para la forma expositiva de sermón, parece,
así, que lo mejor seria aplicar las verdades al irse desarrollando el
sermón, punto por punto.

Requisitos previos para la aplicación eficaz


144
PREDICA LA PALABRA

1. Es de vital importancia que el predicador sea un hombre que viva


próximo a Dios.

La predicación que caliente el corazón y que agita la


conciencia no nace en la fría atmósfera del intelectualismo, sino
en una comunión entrañable y continua con el Señor.

Es en la quietud de la confianza en el Señor, que el


predicador será conformado y moldeado por el Señor,
transformando gradualmente su carácter a la imagen de su
Dueño.

2. A fin de tener éxito en relacionar la Biblia con la escena presente, el


hombre de Dios ha de tener una buena instrucción.
Es esencial que el pastor tenga una amplia base
académica, con un conocimiento inteligente, tanto de las
Escrituras como de los asuntos humanos. Debiera tener una
sólida base de conocimientos generales y también un dominio y
entendimiento profundo de las Escrituras y de la doctrina. No
solamente debe haber recibido una buena instrucción en las
escuelas sino que tiene que mantenerse informado de lo que
sucede. Tendrá que leer mucho. Su lectura deberá incluir tanto
los escritos del campo secular, como el religioso. Tendrá que
mantenerse al día de las tendencias teológicas contemporáneas y
de otros movimientos que afectan a la vida y al servicio de su
congregación.

No es suficiente que uno tenga una fe firme, una


sana instrucción académica y bíblica y un conocimiento de
homilética. Si el mensajero de Dios se apoya solamente en esto,
145
PREDICA LA PALABRA

no podrá tener un ministerio adecuado y eficaz en el pulpito.


Una de sus funciones principales es la de conocer las Escrituras
más y más, a fin de poder explicar su contenido a su
congregación. Esto puede conseguirse solamente mediante
concentración de esfuerzo, meditación prolongada y aplicación
intensa durante los años de ministerio.

3. Otra calificación que un predicador debiera poseer, si va a aplicar la


verdad de una manera eficaz, es un conocimiento de la naturaleza
humana.
Siempre que alguien se dirige a una congregación, se
enfrenta a un grupo de personas con un conjunto de problemas
espirituales y emocionales, y ansiedades personales. También se
hallan en una variedad de estados de madurez espiritual y
emocional, así como de madurez física e intelectual.
Es de gran importancia que el predicador conozca la
naturaleza humana, con toda su complejidad. Si va a tener éxito
en persuadir a la gente, tiene que saber como se persuade a la
gente, y tiene que comprender sus variadas disposiciones,
actitudes, ideales e intereses.

El ministro debiera tener también una comprensión


sensible a las necesidades de los varios grupos de edades: las
necesidades de los niños pequeños, de los adolescentes, de los
jóvenes, de los hombres y mujeres solteros, de las parejas casadas
jóvenes, de los padres, y de los de mayor edad.

146
PREDICA LA PALABRA

4. Para poder relacionar las verdades de las Escrituras con los problemas
y circunstancias de su congregación, el ministro tiene que familiarizarse
con sus condiciones y relaciones.
El siervo del Señor que ministra su Palabra, tiene que
mostrar interés en su congregación, y al ir visitando a sus
miembros, descubrirá pronto las circunstancias y condiciones
que afrontan.

La capacidad de ver estas relaciones vitales entre las


necesidades de la gente y la Biblia, aumentar al ir creciendo, a su
vez, las observaciones y el conocimiento de la naturaleza humana
del predicador. De hecho, si el pastor planifica de manera sabia
y en oración cada visita que haga, esto le podrá ayudar a
descubrir los gozos y dolores de la persona visitada, sus
esperanzas y temores, sus triunfos y fracasos, y le preparara para
la tarea de escudriñar la Escrituras para el mensaje y las verdades
que pudieran serle de ayuda en su situación particular.

5. Otra calificación para un ministro que quiere comunicar las


Escrituras eficazmente, es que debería hablar con naturalidad.
Debido a las presiones de sus deberes y a su celo por
proclamar la verdad de Dios, el predicador puede no estar
consciente de la tensión bajo la que está trabajando. El resultado
de una presión tan continua se revela en ocasiones cuando el
hombre se halla en el púlpito. En lugar de estar en el mejor de
sus momentos, hablando de una manera llena de gracia y
relajada, puede ponerse tenso y emocional. Entonces, su
predicación puede llegar a ser artificial y tender a hablar
demasiado fuerte o con demasiado énfasis.
147
PREDICA LA PALABRA

Al mismo tiempo, hace que a sus oyentes les sea más


difícil seguirle, porque por ortodoxo o importante que sea su
mensaje, será un esfuerzo para su congregación dar una atención
adecuada a su mensaje.

Charles H. Spurgeon declaró una vez que “la perfección


de la predicación es hablar”. En otras palabras, estaba diciendo
que la manera más eficaz de predicar es hablar en un estilo
conversacional normal, como si el predicador estuviera
contando su mensaje de la misma manera natural que si
estuviera conversando con un único interlocutor.

Pero esto no significa que la predicación de un ministro


tiene que carecer de animación. Al contrario, la delicia de
compartir de la Palabra de Dios aquello que demostrara ser
inspirador y edificante para los oyentes, debiera, por si mismo,
dar el estímulo que necesita el predicador para hablar con
entusiasmo. Porque, en último análisis, no hay ninguna
elocuencia mayor que el habla natural y llena de gracia que
brota de un corazón cálido y amante.

6. Finalmente, para que el ministro obtenga la respuesta correcta a su


mensaje, tiene que estar en completa dependencia de la obra del
Espíritu Santo.
El ministro puede predicar la Palabra con la mayor de las
fidelidades, puede efectuar las llamadas más fervientes o
amonestar con la más profunda solemnidad, pero, a no ser que
el Espíritu Santo aliente el mensaje y vivifique los corazones de
los oyentes, el sermón, por si mismo, no hará nada.

148
PREDICA LA PALABRA

Esta predicación ungida por el Espíritu Santo,


por lo general, estrechamente asociada con la oración ferviente.
Los apóstoles dijeron: “Nosotros persistiremos en la oración y en
el ministerio de la Palabra”, y el libro de los Hechos es el registro
inspirado de lo que el Espíritu Santo de Dios obró mediante
estos hombres de oración.

Principios para dar pertinencia a la verdad

1. Relacionar el sermón con problemas y necesidades básicas de las


personas.
En la comunicación de la Palabra de Dios, es necesario,
no solamente poseer una comprensión sensible de los problemas
y necesidades básicas de las personas, sino que también es
necesario relacionar el sermón con las perplejidades y
tentaciones que rodean a los miembros de la congregación.
Tenemos que descubrir como se puede aplicar el texto de la
manera más eficaz a las condiciones de las personas a las que nos
estamos dirigiendo.
Para ayudar al joven predicador a descubrir la relación de
las Escrituras con las necesidades humanas, sugerimos que haga
una lista de los rasgos humanos y de las pautas de
comportamiento características, e intente hallar los textos de las
Escrituras, así como ejemplos bíblicos, que tratan de ellos.
La relación divina acerca de problemas emocionales,
como el sentimiento de culpa, la frustración, la soledad, el
temor, el odio, la ira y los celos. Y cuanto más aprenda acerca de
149
PREDICA LA PALABRA

la relación entre el libro y las necesidades de los hombres, tanto


mas adecuado será para ministrarles.

2. Usar la imaginación de tal manera que devuelva a la vida escenas y


personajes de la Biblia.
Pero tenemos que ser siempre muy cuidadosos para usar
la imaginación de una manera juiciosa, para no dejarnos
arrastrar por imágenes fantasiosas, que pudieran ser
inapropiadas o de mal gusto.

3. Emplear ilustraciones que muestren como la verdad se puede aplicar


a las vidas de las personas de la congregación en el ambiente cotidiano.
Los individuos a los que el ministro predica son hombres
y mujeres, chicos y chicas, que afrontan las realidades de la vida
día a día. Se ven ante presiones, frustraciones, tentaciones,
problemas y penas, no solamente que se les muestre por el texto
de las Escrituras, sino también por situaciones de la vida, como
la Biblia tiene una relevancia práctica en sus propias
circunstancias.

4. Extraer del texto principios universales que sean aplicables en todo


tiempo.
Naturalmente, no es suficiente la mera afirmación de
cada principio al avanzar en el sermón. Siempre que sea
necesario, deberíamos elaborar o ampliar cada principio.

150
PREDICA LA PALABRA

En algunas ocasiones, un sermón en el que empleamos


solamente una o dos verdades universales, puede ser tan eficaz
como otro en el que usáramos más, siempre que no tomemos
tiempo para ampliarlos o considerarlos extensamente.
Para beneficio del principiante, mostramos a
continuación seis principios que hemos extraído del Salmo 23,
sacando uno de cada versículo del Salmo:
Cada creyente puede confiar en el Señor, su guardián
personal.
El Señor provee un reposo perfecto para aquel que
confía en Él.
Tengo un guía divino totalmente digno de confianza.
El Señor está presente con su pueblo cuando más lo
necesitamos.
El Señor provee abundantemente para los suyos, incluso
bajo las circunstancias
más difíciles.
Debido a las promesas del Señor, podemos confiar
totalmente en Él para todo el
camino que se extiende ante nosotros.

5. Cerciorarse de que cada aplicación está en consonancia con la


verdad del pasaje.

151
PREDICA LA PALABRA

La aplicación correcta de las escrituras depende de la


interpretación precisa del texto. Es por esta razón que debemos
esforzarnos en comprender el significado de las Escrituras.
Aunque la obra de exégesis puede ser una tarea lenta y
penosa, es de gran importancia que podamos hablar con certeza
del significado del texto y tener la seguridad de que nuestra
aplicación concuerda con la verdad del texto que tratamos.

6. Como regla general, hay que hacer la aplicación específica o


definida.
En ocasiones, el llamado es expresado en unos términos
tan generales o de una manera tan vaga e indirecta, que no hace
impacto en la congregación, ni tiene una relación directa para
ellos. Esto se debe, generalmente, al hecho de que el mismo
predicador carece de unos objetivos concretos para su sermón, o
quizás al poco saludable temor de que se le acuse de fanático o
de estrecho de miras.
Una de las mejores formas de dirigir el llamado a una
congregación, es mediante el uso de preguntas que se apliquen
específicamente a ellos.
El estudiante debería también tener presente que nunca
es apropiado hacer una aplicación que vaya dirigida
expresamente a un individuo o grupo específico de la
congregación. El recurso de un procedimiento tan poco ético es
explotar el sagrado oficio de la predicación a expensas de
personas indefensas, e indudablemente, provocará una mala
reacción por parte de aquellos hacia los que se dirigía el
comentario del predicador.
152
PREDICA LA PALABRA

7. Alentar a los oyentes con motivos correctos.


El ministro puede incitar a su congregación a la acción,
apelando a los más nobles instintos de hombres y mujeres, así
como con advertencias relacionadas con las consecuencias de la
negligencia o inacción. Puede también motivar a sus oyentes
citando algún ejemplo particular de la verdad o acción que esta
tratando de dar a conocer a su congregación.

8. Relacionar la verdad con los tiempos actuales.


Todos estamos, sin duda, conscientes del hecho de que
vivimos en un mundo de cambios tremendos, tanto en política
como en economía, en lo social como en lo religioso y moral.
Las normas y la disciplina del pasado están siendo consideradas
con escarnio, y vemos más y más en la sociedad como la gente se
aparta de los frenos de la ley y del orden. El hombre medio se ve
vitalmente afectado por estos cambios revolucionarios, al incidir
en cada aspecto de su vida diaria.
Muchos clérigos se involucran en cuestiones políticas.
Parecen pensar que es responsabilidad de ellos hacer
pronunciamientos sobre cuestiones políticas, económicas o
internacionales.
Cierto es que el pastor tiene derecho, como ciudadano
privado, a tener su postura política, pero como representante de
la iglesia, y en sus pronunciamientos desde el pulpito, debiera
conservar cuidadosamente la distinción entre los temas políticos

153
PREDICA LA PALABRA

y los morales, y evitar denodadamente cualquier cosa que pueda


mezclar su ministerio con temas que “son de Cesar”.
El ministro que desee llevar la luz de las Escrituras a los
temas actuales del mundo tendrá, por ello, que ser un hombre
sabio y lleno de discernimiento, no solamente debería
mantenerse capaz de distinguir entre la verdad y la falsedad,
entre la separación y las componendas, y como fiel pastor
debería advertir a su congregación acerca de movimientos
religiosos o sistemas de error doctrinal que hacen peligrar la
pureza y ortodoxia de la iglesia.

RECURSOS PARA EL SERMÓN - I: SU BIBLIA

Por muchos años he tenido una pesadilla que aún me


persigue con cierta frecuencia. Siempre viene en versiones
diferentes, pero el contexto es el mismo: debo predicar pero no
estoy listo para hacerlo. No puedo decidir sobre qué predicar, o
he olvidado prepararme adecuadamente, o he olvidado mis
apuntes. Hasta casi puedo oír Jer. 23:2 “Por lo tanto, así ha dicho
Jehová Dios de Israel a los pastores que apacientan mi pueblo : Vosotros
dispersasteis mis ovejas, y las espantasteis, y no las habéis cuidado”. En
ciertas ocasiones despierto transpirando frío, y con mi corazón
latiendo muy fuerte...

Para los ministros, no hay pesadilla mayor que fallar en


alimentar el rebaño o dispersar al pueblo de Dios, por no tener
nada significativo para decir acerca de él.

¿Cómo pueden los predicadores evitar que esta


pesadilla se haga una realidad? Nadie respondió mejor esta
154
PREDICA LA PALABRA

pregunta que Floyd Doud Shafer: “Échenlo en su escritorio,


quiten el letrero de la puerta de su oficina y claven un letrero
que diga: ESTUDIO. Que su nombre sea borrado de la lista de
correspondencia, enciérrenlo con sus libros... y su Biblia.
Háganlo caer sobre sus rodillas delante de textos, de corazones
quebrantados, de las vidas de un rebaño superficial, y de Dios.
Échenlo al cuadrilátero para que boxee con Dios hasta que se dé
cuenta cuán cortos son sus brazos.

Ciérresele para siempre su boca locuaz que lanza


‘comentarios’ y páresele la lengua de estar siempre hablando
cosas no esenciales. Requiérase de él que tenga algo que decir
antes de atreverse a irrumpir el silencio. Ajústensele las rodillas
al valle solitario, cancélesele su tarjeta de membresía de su club;
quémesele los ojos con estudio cansador, destrúyase su
equilibrio emocional con inquietud por Dios, y hágasele
cambiar su actitud pía por un caminar humilde con Dios y los
hombres. Que gaste y se gaste para la gloria de Dios”.

Pablo indica: “Procura con diligencia presentarte a Dios


aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien
la palabra de verdad” (2 Tim. 2:15). Pero, ¿qué es lo que
estudiamos? ¿Qué medios debiéramos usar en la preparación de
sermones? Primero, y principalmente, la Biblia.

¿Por qué la Biblia?

El predicador cristiano usa la Biblia porque así lo hizo


Jesús. Lucas 4:17 explica, “... y habiendo abierto el libro, halló el
lugar donde estaba escrito...” Jesús no sólo estaba comenzando su

155
PREDICA LA PALABRA

serm ón , sin o que estaba in ician d o su m inisterio de la


predicación . Él com enzó con el Libro. Y así lo d ebem os hacer
n osotros.

U n discu rso llega a ser u n serm ó n cu an d o se origin a en


las E scritu ras. La palab ra del hom bre acerca de D io s es u n m ero
discurso. S ó lo la palab ra de D io s acerca del h om b re es u n
serm ón. La verdadera predicación es la palab ra de D io s al
h om bre, en vez de la palab ra del hom bre a D io s. Y sien do que la
B ib lia es la palab ra in spirad a y precisa que ten em os de D io s,
debiera prim ar en n u estra predicació n ; si n o n u estros discursos
n o so n realm ente serm ones.

Cómo utilizar la Biblia

E xisten po r lo m en os tres m aneras para usar la B iblia


co m o u n recurso para la predicación qu e d eben ser to m ad as en
cuenta.

1. Use la B iblia sistem áticam ente. A cada texto o


pasaje, se d ebieran form u lar tres preguntas: 1. ¿Q ué es lo qu e
dice (investigación)? A ese proceso lo llam am os exégesis. 2. ¿Q ué
quiere decir (interpretación)? Lo llam am os herm en éutica. 3.
¿C u ál es la diferen cia qu e pro du ce (explicación)?

P ara resp on d er estas preguntas necesitam os seguir u n


en foq u e sistem ático, tal com o:

a. Leer rápidam ente el pasaje varias veces. Prim ero


tener el co n cepto general, y así, posteriorm en te, com eterem os
m en os errores de interpretación de los detalles. ¿D e q u é está

156
PREDICA LA PALABRA

hablando el autor? Y aún más importante, ¿qué es lo que está


diciendo sobre ese asunto?

b. Leer lentam ente el pasaje. Ahora pasemos el


enfoque de lo general a lo

específico (del bosque, a los árboles). Usemos diferentes


versiones, si se dispone de ellas,

algunas formales, algunas dinámicas. ¿Quiénes son los


personajes claves? ¿Cuáles son las palabras claves? Revíselas en el
original griego.

c. Encontrar la escena d el pasaje. ¿Quién está


hablando? ¿A quién? ¿Bajo qué

circunstancias? ¿Cuáles son los marcos religiosos, políticos y


sociales?

d. E studiar el contexto. Sabiendo de lo que se habla,


antes y después, su pasaje le

ayudará a interpretar el mensaje.

e. Sólo entonces, estudie los com entarios.

2. Use la B iblia con honestidad. En el proceso de la


preparación de un sermón, nuestro ego siempre está en riesgo.
El deseo de ser creativo puede ser tan fuerte que al percibir una
idea, la predicamos aún sin estar muy seguros de ella, y sino
predicamos una posible interpretación como si fuera cierta.
Allenamos a nuestros escuchas inteligentes al predicarles
pequeñas mentiras que apoyan grandes verdades. Lo novedoso
es importante. Pero lo verdadero es imperativo.

157
PREDICA LA PALABRA

3. Use la B iblia con sencillez. Nunca debemos ser


superficiales, sino siempre claros. No se pase demostrando.
Uno puede matar un mosquito lanzándole una bomba, pero eso
es pasarse. Mucha gente en nuestras congregaciones piensa que
la Biblia es aburrida, porque la enseñamos así (por la forma en
que predicamos). En su estudio (escritorio), discierna en
profundidad hasta las partículas más pequeñas. En el púlpito,
sólo muestre las porciones grandes.

La fuente primaria del predicador es la Biblia. Nadie lo


dice más claro que Pablo: “Te encarezco delante de Dios y del Señor
Jesucristo, que juzgará a los vivos y a los muertos en su manifestación y
en su reino, que prediques la palabra...” (2 Tim. 4:1,2).

RECURSOS PARA EL SERMÓN - II: USTED MISMO

Mi esposa y yo estábamos disfrutando un par de días


entre uno y otro compromiso, cuando estuvimos en Kenya,
Africa. Nos unimos a un grupo de turistas para observar los
animales en un campo de reserva. Sacamos nuestras cabezas por
la parte superior de un Land Rover para admirar las cebras, los
búfalos, los rinocerontes, las gacelas y las jirafas.

Nuestro guía señaló una chita observando el panorama.


“Ese felino está con hambre”, -dijo-. “Pronto va a cazar”. Nada
sucedió mientras esperábamos, pero un poco más tarde vimos a
la chita con su cara que chorreaba sangre, desgarrando una
gacela. Los animales hambrientos son perversos.

Finalmente encontramos lo que todos queríamos ver:


los leones. Conté un total de 17. Los adultos bostezaban con
158
PREDICA LA PALABRA

pereza, con sus patas para arriba mientras dormitaban. Los


cachorros jugaban con sus primos, tías y tíos. Cerca de allí
pastaban indiferentemente otros animales, comida favorita de
leones. Todo estaba tranquilo porque los leones estaban
satisfechos. Los animales bien alimentados viven en paz.

Si en su “campo de reserva” hay contiendas, es posible


que se deba a que su feligresía no está bien alimentada. Y si la
gente no se está presentando a la “hora de la comida”, quizá es
porque se han aburrido con la comida. Buttrick insistió : “La
gente no sale de la iglesia tanto por la verdad estricta que los inquieta,
sino por argumentos deficientes que se tornan despreciables”.

Con frecuencia debiéramos elevar esta oración para ser


un predicador efectivo: “Señor, llena mi boca con cosas útiles, y
hazme callar cuando he dicho lo suficiente”. Pero, ¿de dónde
conseguimos esas “cosas útiles”? Anteriormente ya mencionamos
que la fuente primaria del manantial para predicar es la Biblia.
Una segunda fuente es usted mismo.

Su sermón es su experiencia presente

Al cierre de un servicio a bordo de un barco, un


marino se acercó a su capellán y le dijo: “Este fue un gran sermón,
señor.” El capellán respondió: “Dime lo que te hace pensar así”. El
marino habló pensativamente, “Fue grande porque tomó algo de su
corazón que entró a mi corazón”. Lo que sale del corazón, va al
corazón.

159
PREDICA LA PALABRA

El paralítico que estaba en la puerta del templo pidió


dinero a Pedro y Juan. Pero Pedro le dijo, “No tengo plata ni oro,
pero lo que tengo te doy; en el nombre de Jesucristo de Nazaret,
levántate y anda” (Hech. 3:6). Pedro no le dio dinero porque no
tenía dinero. Pero las palabras que pronunció trajeron sanidad
porque tenía a Cristo. Nuestra tarea en la predicación es traer a
nuestros oyentes sanidad a través de Cristo. Pero debemos
tenerlo nosotros mismos antes que lo podamos dar a otros. No
hay cosa más difícil que querer dar lo que no se tiene.

Como predicadores, nuestro propósito principal en el


estudio de la Biblia no es encontrar algo para decir a otros, sino
algo que nos cambie. Debemos leer nuestra Biblia, no tanto
como predicadores en busca de un sermón, sino como seres
humanos que buscamos comida para nuestras propias almas. Y
como consecuencia, esto es lo que hace que nuestros sermones
apelen. Interesamos a otras personas mediante lo que nos
interesa sobremanera a nosotros.

Active su memoria

Así como no se produce un bebé en la sala de partos,


un sermón no se produce en el púlpito. Si bien es cierto que el
bebé mira el mundo por primera vez en la sala de partos, la
madre, íntimamente ligada a su creación, lo ha estado llevando
por todas partes y pensando en él durante nueve meses. Los
mejores sermones son normalmente aquellos que incluyen ideas
que el predicador ha estado cargando por todas partes y
pensando en ellas durante meses, o aún años.

160
PREDICA LA PALABRA

El sermón no sólo no se crea en el pulpito, tampoco se


crea en el estudio. El estudio de la Biblia y otras lecturas sirven
parcialmente como bombas primarias para extraer de dentro de
nosotros lo que ya está fluyendo. Esas lecturas traen a la
superficie lo que ya tenemos adentro de nosotros y que no
pueden salir de otra manera. Cuando estudiamos abrimos las
puertas y las ventanas de nuestra memoria e invitamos a agitar
todo lo que alguna vez hemos leído, visto o sentido.

Llenado perseverante - vaciado efectivo

Recientemente viajé por un país donde prácticamente


cada casa tenía en una esquina de la misma un tanque grande
para almacenar agua. El agua de la lluvia que corría por el
tejado, era canalizado al tanque, y de allí a la casa. En una casa
noté que faltaba el canal del tejado al tanque. Observé el tanque,
estaba equipado para el vaciado, mas no para el llenado. No era
de sorprenderse que estuviera vacío.

A menudo ese es el dilema en la predicación: el


predicador procura seguir predicando mientras está descuidando
su vida devocional diaria. Uno está dando perpetuamente, pero
no hay manera de recibir. No es de sorprenderse que el
ministerio esté tan vacío. Usted se sienta y trata
desesperadamente de preparar un buen sermón poniendo
demasiado empeño en ello, pero los jugos creativos se congelan
en nuestras venas.

A fin de obtener lo máximo de los materiales para la


predicación, debemos buscarlos. Continúe haciendo su trabajo

161
PREDICA LA PALABRA

en forma normal dentro de una vida devocional diaria


perseverante. Los sermones vendrán a usted.

RECURSOS PARA EL SERMÓN - III: SU BIBLIOTECA Y


SU ARCHIVO

Sucedió en una reunión de pastores de la Iglesia


Evangélica en Alemania. Un joven pastor hablaba
elocuentemente recomendando su nueva forma de predicar. Ya
no necesitaba largas horas para la preparación de sermones.
Simplemente iba al púlpito y dependía solamente del Espíritu
Santo para que le dijera lo que debía decir.

Un pastor de mayor edad manifestó su desacuerdo. “El


Espíritu Santo nunca me habló en el pulpito. Pero sí, recuerdo, que me
habló una voz. Cierta ocasión cuando estaba saliendo del púlpito
después de haber predicado un pobre sermón, el Espíritu Santo me
habló. Sólo me dijo tres palabras, y lo que me dijo fue: ‘¡Heinrich, eres
flojo!’”
No quiero de ninguna manera menospreciar la
necesidad de depender del Espíritu Santo en el púlpito. Pero
muy rara vez Dios premia la indolencia. Como Emerson dijera:
“Se puede tener la verdad o la tranquilidad. No se puede tener las dos”.

¿A dónde nos dirigimos para encontrar esta verdad


acerca de Cristo que predicamos desde nuestros púlpitos semana
a semana? Anteriormente hemos mencionado dos fuentes para
la elaboración de sermones: su Biblia y usted mismo. Veamos
ahora dos fuentes adicionales: su biblioteca y su archivo.

162
PREDICA LA PALABRA

Su biblioteca

Los predicadores deben de ser lectores. De acuerdo a


Megatrends 2000, de John Naisbitt y Patricia Alburdene, uno de
cada cinco americanos adultos compra por lo menos un libro a
la semana. Me sorprendí al saber que “la gente de 18 a 34 años
compran 2.6 libros a la semana. Y los leen”.

¿Nos atreveremos a predicar a esta gente de nuestras


congregaciones leyendo menos? Los predicadores deben de ser
lectores. Cuando no tenga algo para predicar, revise, y
probablemente se dará cuenta de que no ha estado leyendo.

Pero, ¿qué es lo que debemos leer en el proceso de la


preparación de sermones?

Comentarios bíblicos. Por supuesto, primero leemos la


Biblia. Y sólo después, debieran ser los comentarios bíblicos. No
debemos buscarlos hasta que hayamos obtenido cada cosa que
podemos extraer directamente de la Biblia. Pero debiéramos ir a
ellos antes de ir a cualquier otra fuente. Ellos nos dan más
información por minuto de tiempo de estudio, y nos ayudan a
protegernos contra malinterpretaciones expositivas.

Libros sobre el tema. Difícilmente uno tiene tiempo


para leer un libro completo cuando se prepara un sermón. Lea
con anticipación, subrayando y escribiendo en los márgenes
ideas que alguna vez quisiera usar. En su archivo coloque algo
que le ayude a recordar a dónde está el material.

163
PREDICA LA PALABRA

Libros de sermones. E stos libros se d eb en u sar de


m an era m oderad a. Pueden p ro d u cir ideas con las cuales u sted
pu ed e form ar su serm ón, o aú n form ar el m arco en el cual va a
enm arcar su serm ón . Pero u n serm ó n es algo personal, así com o
lo es el cepillo de dientes. C a d a u n o debe u sar el propio.

Su archivo

U n sistem a de archivo es u n o de los m edios con ocidos


m ás efectivos para ah orrar tiem po en la elab oración de
serm ones. Entre u n 5 0 a u n 75 p o r ciento del serm ó n debe salir
de su archivo.

L o s pastores q u e dejan de estudiar ni b ien tienen


suficiente m aterial “para llenar la hora del sermón”, siem pre serán
predicadores m ediocres. A ntes de em pezar a organizar el
serm ón, idealm ente u sted debiera haber acu m u lad o dos o tres
veces m ás m aterial de lo qu e va a usar.

L o qu e se hace en este m o m en to es la tarea m ental m ás


difícil en la preparación del serm ón, y es lo q u e m ás hace en la
diferen cia entre u n b u e n y u n m al serm ón . El m aterial para los
serm on es tiende a caer en u n a de cuatro categorías: 1. Este
sermón. M aterial qu e u sará en ese m om en to. 2. Sermón pobre.
M ateriales qu e so n u n p o co de segun da. E lim ínelos. S i es
m aterial qu e n o va a usar en esta o p o rtu n id ad , n o lo u sará la
pró xim a tam poco. 3. Sermón largo. Este serm ó n llam a a gritos
para ser predicado, pero hará qu e el serm ó n sea d em asiad o
largo. Es difícil po n erlo de lado, pero es m ás fácil si tiene u n
lugar d o n d e archivarlo para usarlo m ás adelante. 4. Mal sermón.

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PREDICA LA PALABRA

Este es un buen material, pero no se adapta para este sermón.


Usted predicará de A, y se le cruzan algunas ideas excelentes con
Z. No predique un sermón de la A a la Z. Archívelo para el día
cuando predique de Z.

Olvídese de que puede recordar y recuerde que puede


olvidar. Me pareció que esta idea era muy buena cuando la
mencionó mi profesor de homilética, y por eso la anoté. A través
de los años ha resultado ser tan práctica hasta que finalmente
entró a mi cabeza. A cualquier lugar que vaya, siempre tenga
papel en qué anotar. Escriba inmediatamente cualquier idea
útil. Si no lo hace probablemente desaparecerá así como el
extraño que le sonrió una noche, y luego se marchó, y usted
nunca más lo volvió a ver.

Archivo p o r asunto. Esto puede ser algo tan simple


como una caja de cartón o tan complicado como una
computadora. De cualquier modo, un archivo por asunto debe
incluir un índice completo. No lo llene sólo con ilustraciones.
Debiera representar todos sus estudios anteriores sobre el tema.
Pero cuando quiere archivar algo y no sabe dónde archivarlo, se
rinde con el archivo.

Archivo de sermones. Este archivo se usa para tres


categorías de sermones: a) Posibles sermones: ideas de sermones
que quiera elaborar más adelante.

b) Sermones que usted está específicamente planificando


predicar pronto y para los cuales necesita un archivo.

165
PREDICA LA PALABRA

c) Sermón ya predicado (no pierda el sermón o el material que


utilizó para la preparación del mismo. Es posible que alguna vez
lo quiera volver a predicar).

RECURSOS PARA EL SERMÓN - IV: SU


CONGREGACIÓN

En una tira cómica una secretaria se halla contestando


el teléfono de la iglesia. Alguien quiere hablar con el pastor,
pero ella responde, “¿Le puede devolver la llamada? Está escuchando
un cassette de su sermón”. Entre tanto, detrás de ella, a la mitad de su
audición, el pastor se ha quedado dormido”.

Si el predicador se ha llegado a cansar de su propia


predicación, hay una gran posibilidad de que la congregación se
ha cansado también. Quizá ha llegado a ser más una carga que
una bendición para ambos.

Un día usted sintió la mano de Dios sobre su hombro;


y usted escuchó el llamado al ministerio evangélico. Usted se
sintió llamado a predicar y usted aceptó el llamado con grandes
expectativas. Pero quizá algo ha sucedido entre el salón de clases
de homilética y su púlpito presente. Es algo que casi sucede a
cada predicador en algún momento. Usted se ha desencantado
un poco, quizá se ha desanimado con su predicación.

Para traer nuevo entusiasmo a su predicación, intente


hacer una planificación anual para el púlpito. Una vez al año,
posiblemente en el verano, cuando las actividades de la iglesia
tienden a ser más lentas, planifique su predicación para el
próximo año.

166
PREDICA LA PALABRA

La planificación requiere mirar en ambas direcciones,


así que primeramente enumere los sermones que ya ha
predicado durante el año pasado, o aún mejor, en los últimos
dos o tres años. Mire las cosas que ha descuidado o
sobreenfatizado. Luego, sobre la base de sus hallazgos y de las
necesidades de su congregación y de los intereses y
preocupaciones particulares presentes suyas, seleccione los temas
para la predicación del próximo año.

LA PLANIFICACION ANUAL AHORRA TIEMPO


Planificar toma mucho menos tiempo que el que usted
dedica durante el año, queriendo “atrapar” del aire los temas
para sus sermones.

Me avergüenzo admitirlo, pero algunas veces quedé


hasta muy tarde en la noche antes de predicar, sin tener la
certeza de lo que iría a predicar. Con el tiempo perdido en la
lucha semanal para encontrar el tema del sermón, podríamos
preparar obras maestras. La planificación anual disciplina a los
predicadores y los ayuda a crecer. Tendemos a predicar acerca de
los temas que nos gustan y evitar los que no nos interesan o no
nos sentimos seguros. Algunos aman las epístolas y dejan de
lado a los profetas del Antiguo Testamento, otros disfrutan de
las historias del Antiguo Testamento pero evitan la teología
paulina como si fuera una plaga.

George Sweazey insistió, “Lo que más necesita escuchar el


predicador son sermones sobre los asuntos en los que él tiene sus
flaquezas, y el único predicador a quien escucha con más frecuencia es

167
PREDICA LA PALABRA

él mismo... Un ministro a quien le gustaría evitar predicar acerca de la


oración podría predicarse a sí mismo sobre la apreciación que tiene de
ella. Si un predicador encuentra que la doctrina es aburrida, entonces
eso es lo que más necesitan él y su congregación”.1

LA PLAN IFICA CIÓ N A N U A L P R O D U C E UNA


PRED ICA CIÓ N EQ U ILIBRA D A
Los padres que se preocupan por sus hijos les dan
alimentos sabrosos, nutritivos y variados. Los predicadores que
aman a sus congregaciones les dan alimentos espirituales que no
solamente son sabrosos sino también nutritivos. Algunas veces
los pastores parecieran que sólo buscan lo sabroso. Les dan a sus
congregaciones muchas golosinas, predicándoles sólo sobre el
amor, la paz y el gozo. Esos predicadores tanto quieren ser
aceptados y apreciados que predican mucho de lo que su
congregación quiere y muy poco de lo que necesita.
Los pastores se deben preocupar por lo que la gente
quiere. Pero al determinar lo que se va a presentar en el púlpito,
las preguntas finales deben siempre ser: ¿Es esto lo que Dios
quiere que se diga? ¿Es esto lo que más necesita mi
congregación?

Los predicadores que aman a sus congregaciones les


proveen alimento que no solamente es sabroso y nutritivo, sino
variado. El brócoli es altamente nutritivo; pero si una persona
sólo come brócoli, probablemente muera de desnutrición.

1 Preaching the Good News (Englewood Cliffs, N. J.: Prentice-Hall,


Inc., 1976), págs. 66, 67.
168
PREDICA LA PALABRA

Cuando un predicador ha alimentado a su congregación con


una dieta no variada basada en lo que más le gusta, el proceso de
la planificación anual de los sermones prácticamente forzará al
predicador a encarar ese asunto.

Winston Pearce declaró: “Cuando la herejía ha


mostrado su cara fea, normalmente ha sido por una
presentación incompleta del evangelio. No es tanto porque lo
que se ha predicado es falso... Normalmente se ha debido a un
sobreénfasis de una verdad del evangelio a costa de alguna
. ” .1
otra

La planificación anual produce una predicación


equilibrada, y la planificación equilibrada produce cristianos
equilibrados.1

1 Planning Your Preaching (Nashville: Broadman Press, 1967), p. 39.


169
PREDICA LA PALABRA

EL PREDICADOR IMPARTIENDO SU SERMON

COMO PREDICAR SEMANA TRAS SEMANA: LA FUENTE


GARANTIZADA

Al sobrevolar América Central durante el verano, uno


ve miríadas de campos circulares gigantes. Cada uno se conserva
verde debido a que existe un enorme sistema de riego que usa
agua de pozo a diario durante toda la temporada del crecimiento
para tener una buena cosecha. Pero a veces se extrae más agua
de la tierra de lo que la naturaleza puede acumular. Es con
razón, que los agricultores viven con un temor perpetuo de que
el agua se les agote. Qué alivio les sería si se les pudiera
garantizar que sus fuentes nunca se secarán.

Los predicadores se parecen mucho a estos agricultores.


Sus sermones constantemente utilizan ideas del almacén
limitado de sus cabezas. Se espera que él rocíe con agua fresca,
inspiradora, con pensamientos profundamente espirituales a su
congregación, semana tras semana por toda una vida. Es con
razón, que los predicadores a menudo viven con el temor a
quedar agotados. Qué alivio les sería si se les pudiera garantizar
de que sus fuentes para sermones nunca se secarán. He aquí tres
ayudas:

Comience con la Biblia

El verdadero sermón bíblico no sólo incluye a la Biblia,


sino que comienza con la Biblia. El predicador bíblico primero

170
PREDICA LA PALABRA

se dirige a la Biblia en la preparación de su sermón. Llega con


una mente en blanco, no sabiendo otra cosa que su pasaje o
tema. No abre el libro buscando algo que apoye lo que él quiere
decir. Él lo abre preguntándose qué le dice a él que debiera
decir. He aquí lo que sucede:

Cuando el predicador comienza con la Biblia, tiene un


aprovisionamiento inagotable de material para sermones. Su
fuente está garantizada para que nunca se seque. Habían
publicado más de 3.000 sermones de Charles Spurgeon cuando
este gran predicador declaró: “Después de 35 años encuentro
que la fuente de las Sagradas Escrituras es inagotable. Pareciera
que apenas he comenzado a trabajar en ello”.

Cuando usted comienza con la Biblia, usted no se


aburre con su predicación, ¿Por qué? Porque usted está en un
aprendizaje continuo en vez de estar repitiendo una y otra vez lo
que ya sabe.

Comience temprano

Uno de los mejores secretos para garantizar que la


fuente de los sermones nunca se seque, especialmente las
ilustraciones y las aplicaciones prácticas, es comenzar temprano.
Realice el estudio y la lectura de la Biblia los primeros días de la
semana. Permanezca en ello hasta que sienta que sabe lo que
Dios quiere decir. Aunque aún usted no sabe cómo quiere Dios
que usted lo diga. Las ideas deben quedar en remojo en los jugos
de su mente. Usted debe encontrar ilustraciones y aplicaciones
prácticas.

171
PREDICA LA PALABRA

Ahora ocúpese de sus otras tareas. Deje que el sermón


dé vueltas en su mente, flotando en algún lugar entre el
consciente y el subconsciente. El comenzar su sermón temprano
produce estas recompensas notorias:

Aligera la presión y perm ite que fluyan los jugos de la


creatividad. La creatividad menosprecia las fechas límites. La
preparación de un sermón de último momento produce úlceras de primer
grado y sermones de segunda. El sistema de archivo del cerebro
tiende a enredarse cuando tiene mucha presión. Pero si la
presión se elimina, puede producir profusamente.

Ahorra tiempo. En vez de estar mirando al techo


procurando recordar una historia o mirando libros en busca de
alguna ilustración antigua, haga que las ilustraciones surjan
durante la semana. Tanto, consciente como inconscientemente,
su sermón crecerá mientras usted trabaja.

Hace que sus sermones sean prácticos e interesantes.


Sermones que surgen del presente son para el presente. Mientras
usted visita, mientras usted aconseja, mientras usted encara
situaciones traumatizantes que encierran a su congregación,
mientras usted se relaciona con su familia, pregúntese, “ ¿Podría
mi sermón ayudar aquí?” o “¿Hay algo aquí que puede ayudar a
mi sermón?”. El sermón cuyas ilustraciones y aplicaciones
prácticas emanan de ministrar a su congregación está destinado
encajar en la congregación.

Permanezca cerca de Jesús

172
PREDICA LA PALABRA

Predicar es rebozar. Usted no puede rebozar una copa


vacía. El predicador desanimado que pareciera no encontrar
algo para predicar está buscando en la copa vacía de su propia
alma y está procurando vaciar a otros la copa de sí mismo que
no está llenada. Primero llene su propia copa. Sólo entonces
estará listo para rebozar.

Por otro lado, la copa que está sobrellenada tiene que


rebozar. Lleno de Jesús, es más fácil hablar acerca de él en vez de
quedar callado. Se hace difícil esperar hasta su próximo sermón.
El río de la vida fluye a su congregación.

Que hoy mismo Jesús llene su copa. Y la próxima vez


que predique,... que reboce!

LAS FUENTES DEL SERMÓN: SUS MIEMBROS

Un aviso en la vidriera de un almacén de ramos


generales decía: “Retacería1 y mercería*2”. Siempre me disgustó
pensar que esa frase pudiera aplicarse a mis sermones.
Mercancía vieja9: Interesante y fortificante para nadie.
Nociones10: Ideas vagas dichas de mala gana; sin comprender en
forma alguna su valor y profundidad espiritual.

xEn inglés, “dry goods”.


2En inglés, “notions”.
173
PREDICA LA PALABRA

¿A d ón d e se dirige el p redicad or si desea hallar algo que


valga la p en a predicar? Y a h em os co n siderad o cuatro fuentes
d istin tas: S u B ib lia, u sted m ism o (su relación person al con
C risto ), su bib lioteca y su archivo. C o n c lu im o s hoy con otra
fuen te m uy im p ortan te: S u s m iem b ros.

C O N O Z C A LO S PR O BLEM A S D E SU
C O N G R E G A C IÓ N
T o d o predicad or debiera estudiar la B ib lia, pero los
m ejores oradores se dedican tam bién a analizar los m iem bros de
su con gregación . ¿C uáles so n sus necesidades? ¿Q u é cosas los
hacen sufrir?

Los ú ltim os añ os so n peligrosos para el m inisterio


pastoral. U n a vez q u e apren dim os q u é preguntas desea la gente
q u e resp o n d am o s, p en sam os qu e ya sab em o s cóm o hacerlo.
M ien tras tan to , las preguntas h an cam b iad o , y su cede que
term in am os resp o n d ien d o preguntas qu e sólo interesan a los
m iem bros m ayores.

¿C óm o conocer los prob lem as de su congregación?

Visite. U n m iem bro se q u ejab a de su pastor: “ El n o


visita y n o sabe p redicar” . Lo m ás seguro es qu e este pastor n o
sabe predicar p o rq u e n o visita. La visita pastoral es de extrem o
valor para la predicació n , ya q u e evita q u e veam os a nuestros
m iem bros co m o ellos so n ese par de horas q u e p asan en la
iglesia, olvid an do de esa form a ver cóm o viven las otras 166
horas de la sem an a.

174
PREDICA LA PALABRA

Escuche. M i llam ado a los predicadores consiste en


invitarlos a u sar su fe. N u estra v ida se b asa en el habla. Por eso
n o es extraño q u e u n a de las cosas m ás difíciles es escuchar. S in
em bargo, la m ayoría de lo q u e apren dem os lo apren dem os
escu ch an d o, m ientras q u e sólo la m ín im a parte se recibe al
hablar. E s po r eso q u e n o debem os apresurarn os a ofrecer
solucion es a los problem as de la gente. R ecu erd e q u e h asta el
m ejor b álsam o n o hace m u ch o bien si com enzam os a aplicarlo
antes de saber d ó n d e está el dolor.

Busque soluciones espirituales. Los oradores pu ed en


q u e d ar fu era de lugar y ser ineficaces cu an d o sus serm ones
ofrecen tan sólo respuestas h u m an as a las n ecesidades h u m anas.
N o h em os sid o llam ados para ser psicólogos aficion ados o
sociólogos sin n in g ú n tip o de preparación . La m ayoría de las
n ecesidades a las q u e el p redicad or debe enfrentarse son
b ásicam en te de ín d ole espiritual. Las m ayores respuestas a los
problem as de la v id a se en cu en tran en la teología cristiana, n o
en la sociolo gía h um ana.

D em asiad o s predicadores m o d ern o s, en su deseo


elogiable de resp on d er a las n ecesidades de las p erson as, n o se
acu erd an de p ro p o rcio n ar solu cion es espirituales. C o m o lo
ilustra Luccock: “ La o d isea de El Peregrino m o dern o n o consiste
en u n viaje a la ciu d ad celestial q u e com ienza co n la carga del
p ecad o q u e cae de su espalda y co n tin ú a con la lucha de v ida o
m uerte con tra esos p ecad o s, sin o u n corto p aseo agradable hacia
la au toexpresió n y el éxito ” .

B ien dijo Pablo: “ P orque ven drá tiem po cu an d o no


su frirán la san a d octrin a, sin o q u e ten ien d o com ezón de oír, se

175
PREDICA LA PALABRA

amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias”


(2Tim. 4:3). Debemos ser los suficientemente sabios como para
separar lo que nuestros oyentes quieren escuchar de sus
necesidades reales. Puede ser que ellos quieran escuchar de sus
necesidades reales. Puede ser que ellos quieran que los
ayudemos a sentirse bien. Pero lo que ellos pueden estar
necesitando es que los ayudemos a ser buenos. Y para lograr esto
no podemos hacer otra cosa que dirigirlos hacia Dios.

El escuchar a sus miembros no sólo lo ayudará a


entender sus necesidades, sino que puede también ayudarle a
hallar soluciones espirituales. Algunos ministros acostumbran a
reunirse con comisiones donde se discuten puntos de vista
espirituales en relación con textos bíblicos. Entonces, reciben
sugerencias de problemas que podrían ser tratados en sermones
venideros. Otros predicadores suelen realizar una reunión a
mitad de semana en donde hacen una breve exégesis del texto
bíblico que piensan utilizar en el próximo sermón, preguntando
entonces a los presentes de qué manera ese pasaje se aplica a sus
vidas diarias. Las mejores ideas son incluidas en la preparación
posterior del sermón.

PR O C U R E LO G RA R LA U N IÓ N VERDAD DIVINA-
N EC ESID A D HUMANA
Una persona intelectual puede amar la verdad y usar a
la gente. Un pastor debe amar a la gente y usar la verdad, ya que
la verdad tiene valor sólo cuando ayuda a las personas. Esta es la
razón por la que los pastores se encuentran en una posición en

176
PREDICA LA PALABRA

donde pueden llegar a ser mejores teólogos, uniendo la verdad


divina con las necesidades humanas.

Este fue uno de los secretos del éxito de la Reforma


Protestante. Consideremos tres reformadores a los que
podríamos llamar el primero, el segundo y el tercer Juan: “Juan
Calvino era el pastor de la iglesia central de Ginebra. Él utilizó
sus sermones para sondear en los puntos básicos de la Reforma.
Juan Knox fue el caudillo de la Reforma escocesa desde el
púlpito de su iglesia en Edimburgo. Por último, Juan Wesley
predicó al pueblo de Inglaterra tres o cuatro veces al día, y en sus
sermones se encuentra prácticamente toda su teología.

Hoy es el momento de realizar otro cambio radical. Es


el momento de acercar la teología a las personas. Dijo Coffin:
“Predicar es colocar las manos de la gente en la mano de Dios”.
Para lograr esto, usted debe asirse primero de ambas manos.

INTRODUCCIÓN A LOS SERMONES

Los sermones se parecen un poco a los caballos. Cada


uno tiene tres partes básicas: una cabeza (introducción), un
cuerpo, y una cola (conclusión). Es fácil ver por qué un caballo
necesita una cabeza, pero, ¿por qué un sermón necesita una
introducción?

Las introducciones de los sermones debieran alcanzar


por lo menos cinco propósitos. Quizá no necesite a los cinco en
cada sermón, pero debiera tener a los cinco en su mente cada
vez que preparara un sermón.

177
PREDICA LA PALABRA

UN A IN T R O D U C C IÓ N EST A B LEC E ARM O NÍA


Los oradores sensibles comienzan sus discursos
haciéndose amigos de la audiencia. Establecer una buena
armonía con la audiencia es extremadamente importante
porque su impacto como orador está determinado menos por lo
que usted dice que por lo que sus oyentes piensan de usted
mientras lo va diciendo.

Como pastor, la introducción de su sermón debiera ser


más corta que las introducciones usadas en otras situaciones en
que se habla. Primero, debido a que las primeras partes del
servicio de adoración ya han debido calentar y unido a los
oyentes, poniéndoles un marco de adoración en la mente.
Segundo, porque como pastor, usted ya ha establecido su
armonía a través de cada sermón anteriormente predicado, de
cada matrimonio realizado, de cada funeral conducido, de cada
ministerio realizado para su congregación.

La introducción no debiera comprometer más de un 10


o 15 por ciento de su sermón. No pase mucho tiempo poniendo
la mesa que después no queda tiempo para comer.

UN A IN T R O D U C C IÓ N GANA LA A T EN C IÓ N
¿Cuál es la mejor manera de captar la atención de su
congregación cuando usted se levanta para predicar?” El anciano
predicador respondió: “Deles algo para que atiendan”.

Nunca se pare hasta no saber exactamente cuál será su


primera y su última oración. Y hágalo inmediatamente. Si no

178
PREDICA LA PALABRA

capta la atención de sus oyentes en los primeros 60 segundos,


nunca la tendrá.

UN A IN T R O D U C C IÓ N LEVANTA INTERÉS EN EL
TEMA
Escuché a un pastor cuyo tema era la religión legalista,
comenzar así, “Hacen diecinueve siglos hubo un grupo religioso
que guardaba los Diez Mandamientos, daban todo su diezmo,
eran muy fieles en cada detalle de la vida religiosa, y mataron a
Cristo!” Así ha habido una introducción que levantó el interés
en el tema.

La introducción es la primera parte del sermón que se


presenta, pero debiera ser una de las últimas partes que se
prepara. Es importante saber algo acerca de las personas antes de
presentárselos a otros. Y es necesario saber mucho sobre su
sermón antes de que decida cómo introducirlo a su audiencia.

UN A IN T R O D U C C IÓ N DA EL TEMA
La mayoría de los oradores dan el asunto en la
introducción, pero pocos clarifican su tema. El asunto es mucho
menos interesante que un buen tema, ya que el asunto dice
meramente acerca de qué se va a hablar. El tema dice lo que
usted va a decir acerca de él. Es su sermón en una oración. No
diga “Voy a hablar acerca de las actitudes”. Mas bien diga: “El
pensamiento en el cual quisiera que meditemos esta mañana es
este: “Vemos las cosas, no como son, sino como somos”.

179
PREDICA LA PALABRA

Algunos no quieren dar su tema en la introducción


porque quieren mantener un aire de expectación. Pero un buen
tema puede despertar interés y hacer el resto de su sermón más
fácil para que lo entiendan los oyentes.

Hace unos días estuve donde Abraham Lincoln dio su


famoso Discurso de Gettysburgo. En el lugar tradicional desde
donde habló al dedicar ese cementerio de la Guerra Civil
Norteamericana, hoy existe un monumento a la libertad. Tiene
una gran figura en la cima. Otras cuatro figuras, simbolizando
cuatro aspectos de la libertad, circundan la base.

Al caminar alrededor del monumento, lo miré desde el


lado este, luego del sur, del oeste y del norte. De cada lado vi un
símbolo de la libertad, pero las figuras adicionales que estaban
debajo me ayudaron a comprender más completamente lo que
significa la libertad.

Digamos que la figura más grande de la libertad


simboliza el tema de nuestro sermón. Las figuras más pequeñas
son las otras partes del sermón. Sus oyentes obtendrán más del
tema si primero se los deja ver, luego lo verán mejor cuando se
los enfoque desde diferentes puntos.

UN A IN T R O D U C C IÓ N PRESEN TA UN PRE­
RESUM EN
Si usted ha visto el cuadro completo, es mucho más
fácil unir un rompecabezas. Si su introducción da un pequeño
vistazo general a su sermón, para la congregación será más fácil
unirlo mientras lo va escuchando. Por ejemplo, usted puede
180
PREDICA LA PALABRA

decir: “Primeramente vamos a hablar de: ¿por qué debemos


amar?; después sabremos cómo amar”. O: “Veamos el contexto
de Jeremías, su mensaje, y su recompensa”.

No sugiero que todo sermón necesita un pre-resumen.


Pero temo a las ideas simplistas, no a la organización simple.
Uno no puede mirar a los ojos de las personas si está hablando
por encima de sus cabezas.

SERMONES ABORTADOS

La joven pareja de universitarios estaban disfrutando de


un matrimonio inmensamente feliz. Entonces ella quedó
embarazada. Mientras que su abdomen crecía, su sonrisa
también crecía. Como fruto del amor entre este hombre y su
esposa estaban a punto de ver algo hermoso. Pero un día
sucedió un desastre.

Por ser el pastor de ellos, me llamaron del hospital para


encontrar a la esposa bañada en lágrimas, y su esposo junto a
ella con la cara larga. Las luces se habían apagado. La esperanza
se volvió en desesperación. La esposa había tenido un aborto.

Los sermones abortados producen algunos de esos


mismos sentimientos. Mientras usted estudia y ora, la relación
de amor entre usted y su Señor parecía estar a punto de
producir algo hermoso. Los pensamientos se entrecruzan
gritando por ser predicados.

Luego sucede un desastre. Las ideas inspiradoras están


presentes, pero usted pareciera no ser capaz de organizarlas en

181
PREDICA LA PALABRA

un sermón lógico y coherente. Usted siente que ha encontrado


algo importante para decir, pero simplemente no logra
organizarlo de manera racional. Las luces se apagan. La
esperanza se torna en desesperación. El sermón muere antes de
haber nacido: un sermón abortado.

NO PRED IQ U E SIN ORGANIZAR


Muchos temen la organización de un sermón porque
probablemente es el trabajo mental más fuerte que el predicador
realiza. Requiere más disciplina mental de lo que hace la
investigación bíblica. ¿Qué ideas son más valiosas que otras?
¿Cuáles se relacionan unas con otras? ¿Cuál debe preceder a la
otra?

Pero vale la pena hacerlo. Una buena organización hace


que el sermón sea más fácil de predicarlo, más fácil para
escucharlo, y más fácil para entenderlo.

NO O R G A N IC E A N TES DE IN V ESTIG A R
El predicador a menudo se jacta de tener su bosquejo
antes de comenzar con su estudio, o aún de haber encontrado el
bosquejo de alguien sobre el cual va a elaborar su sermón. Pero,
¿qué si en su investigación no encuentra el material correcto?
Sólo podrá predicar las ideas que encuentre. Si lo que encuentra
no se adapta a su bosquejo preconcebido, lo que resulta es un
sermón abortado.

182
PREDICA LA PALABRA

No organice después de su investigación

Algunos disfrutan del estudio de la Biblia y de buscar


lecciones para sus sermones, pero temen organizarlos. Su
tendencia es la de buscar mucho material, luego en el último
minuto, procuran encontrar un bosquejo bajo el cual
organizarlo. Es una experiencia frustrante y horrible. Las ideas
están tan mezcladas y las hay tantas. El predicador simplemente
no puede darle sentido a todo este embrollo de material, lo que
resulta es un sermón abortado.

O R G A N IC E M IENTRAS VA IN V ESTIGA N D O
He aquí un método real que puede serle útil o que
usted puede adoptar para usarlo de alguna manera que sea
conveniente para usted.

En una hoja grande de papel, escriba “Bosquejo


posible”. Luego comience su investigación. Mientras estudia, es
útil colocar en pedacitos de papel, digamos de 7,5 cm. Por 12,5
cm., cada pensamiento que usted pueda usar. Cada vez que
escribe una nota en uno de estos papelitos, pregúntese a sí
mismo, “¿Podría ser este pensamiento el tema de mi sermón?
o ¿un punto de mi bosquejo? o ¿sugiere una armazón posible
para la organización de un sermón?” Si la respuesta es no, no se
preocupe por ello. Si la respuesta es sí, transcríbala en su hoja
grande.

Cuando haya terminado su investigación, la hoja


grande debe estar llena, borroneada y desordenada. Pero de
alguna parte de esa hoja usted invariablemente encontrará
183
PREDICA LA PALABRA

alguna combinación que hará un bosquejo que funcionará. Lo


hermoso es que siendo que este bosquejo surgió de su
investigación, se ajustará al material que usted tiene. Prevendrá
el aborto de su sermón.

Una vez teniendo su bosquejo, ponga cada parte del


bosquejo en un papelito por separado y extiéndalo en orden, a
cierta distancia, sobre su escritorio. Entonces, cuando esté
leyendo de izquierda a derecha, usted estará leyendo el bosquejo
de su sermón.

Comience con el puñado de anotaciones que tomó


cuando hizo la investigación. Coloque cada tarjeta debajo de la
parte del bosquejo donde encaja. Algunas se archivarán para un
uso posterior. Pero cuando todas estén sobre la mesa, su sermón
estará virtualmente preparado delante de usted.

Usted aprenderá a usar este método aún para controlar


la duración de su sermón. Un cierto número de tarjetas
producirán un sermón de una cierta duración. Posteriormente,
sus tarjetas pueden archivarse y las notas de su investigación
original completas estarán disponibles inmediatamente si elige
usar otra vez ese sermón.

Funciona. Ahorra el tiempo precioso del predicador. Y


previene los sermones abortivos.

184
PREDICA LA PALABRA

SERMONES PREDICADOS, PERO NO ENTREGADOS

Sintiéndose flojo, el canillita vacía su paquete de


periódicos en el tacho de basura en vez de entregarlos a los
suscriptores. ¿Se entregaron los periódicos? El canillita se deshizo
de ellos. Sin embargo, algo no es entregado hasta que ha llegado
a las manos de la persona para quien estaba destinado.

Muchos sermones que predicamos en realidad nunca


son “entregados”. Los hemos sacado de nuestro sistema, de
nuestras manos. Pero, quizá por la manera como palabreamos lo
que teníamos que decir, no llegaron a las mentes para quienes
estaban destinados. Fueron predicados, mas no entregados.

Los carpinteros construyen casas (casas de madera en


EEUU). Deben tener mucho conocimiento sobre los principios
de construcción. Pero también necesitan saber algo sobre
martillos y sierras. Sin esas herramientas, su conocimiento
nunca podría ser aplicado a la construcción de casas.

De igual modo, los predicadores deben tener un


conocimiento considerable de teología, de la verdad Bíblica.
Pero no debieran considerar que el lenguaje no tiene
importancia. El lenguaje es el medio por el cual se aplica su
conocimiento.

Cuando hablamos acerca del uso del lenguaje en la


predicación, estamos hablando del estilo. El diccionario
Webster dice que estilo es el “modo de expresar el pensamiento
en lenguaje”. Al estilo se lo asocia frecuentemente con la ropa.
El estilo no es la mujer, sino la forma en que ella se viste. La
gente juzga a la mujer por su ropa. En la predicación el estilo no

185
PREDICA LA PALABRA

es la idea o la verdad que usted presenta, sino la manera en que


la expresa. La gente juzga una idea por la forma en que se la
expresa.

Veamos cuatro criterios de buen estilo de predicación.

UN BU EN ESTILO ES CLARO
El sermón es un telescopio, no un calidoscopio. Este
último atrae la atención a los pedacitos brillantes de vidrio
dentro de él. El telescopio, en cambio, llama la atención a lo que
está más allá de él. Uno es para ser mirado, el otro para mirar
con él otras cosas.

Edward Everett fue el orador principal en la dedicación


del cementerio en

Gettysburg. Era un profesor de elocución muy estilizado. Habló


impecablemente, sin notas, por dos horas, alcanzando el clímax
con la frase: “Dondequiera que en el mundo civilizado se lean
los informes de la gran guerra, y hasta el período más antiguo
del tiempo documentado, en los anales gloriosos de nuestro país
que nos es común no habrá página más brillante que la que
relata las batallas de Gettysburg”. Hermoso. Impresionante. Pero
el discurso de Gettysburg de Lincoln, el cual siguió al de Evertt,
ha tenido por lejos mucho más impacto en el mundo. Lincoln
dijo casi lo mismo, pero en una forma mucho más simple y
clara: “El mundo... no podrá nunca olvidar los que ellos
hicieron aquí”.

186
PREDICA LA PALABRA

Lo ingenioso es bueno pero la claridad es esencial. Si


usted puede ser claro e ingenioso, adelante. Pero nunca
sacrifique la claridad por la inteligencia. El hablar debe ser
entendido antes que admirado.

UN BU EN ESTILO ES PRECISO
Dado que tratan con grandes temas, los predicadores
tienden a exagerar. A la gente no le gusta esto. Cuídese en
particular de no exagerar lo ordinario. No todo lo que usted
menciona puede ser lo más grande, lo más antiguo, lo más
importante, etc. Después de haber exagerado lo terrenal, la gente
tiende a dar por sentado de que usted sigue exagerando cuando
habla de las cosas celestiales.

UN BU EN ESTILO M OTIVA A PENSAR


Observe a su congregación como si ellos estuvieran
llenando algún formulario o evaluación en la iglesia. Unos
pocos lo harán en un instante. A otros le llevará 10 veces más de
tiempo. Recuerde que ellos escuchan su sermón de la misma
manera, pero a algunos les lleva 10 veces más de tiempo que a
otros comprender una idea o pensar en algo. Uno se aburre con
su idea antes que el otro la haya asimilado.

¿Cómo predicarle a ambos en el mismo sermón?


Recalque un sentido de la idea, pero no el significado completo.
No les extienda las ramificaciones en forma tan acabada que no
les deje nada para pensar a sus oyentes. La comida predirigida es
187
PREDICA LA PALABRA

inapetente. La belleza de las parábolas de Jesús es que un sentido


es claro casi simultáneamente, pero el significado completo es
prácticamente insondable.

La relevancia no es sólo responsabilidad del orador. Los


oyentes distraídos pueden tratar de echarle la culpa a los
predicadores preguntando, “¿Cómo se aplica esto a mí?” Los
predicadores algunas veces deben encogerse de hombros y
responder, “¿Cómo podría saberlo? La predicación debiera ser
siempre práctica y relevante, sólo así los adoradores pueden
determinar su relevancia para sus vidas individuales. Usted debe
preparar sus bombas de extracción, pero no piense todo por
ellos.

UN BU EN ESTILO ES N A TU RA L
Bañe su corazón en el Espíritu Santo de tal manera que
tenga algo útil que decir. Permee su mente con buena literatura
de manera que desarrolle el vocabulario y el uso del lenguaje
para decirlo bien. Entonces pase al púlpito y hable en forma
natural.

Ya sea que esté muy ornamentado o muy pobre, el uso


del lenguaje atrae la atención a sí mismo o fuera de su mensaje.
Es decir, el mejor estilo es usualmente aquel que su audiencia
menos nota!

188
PREDICA LA PALABRA

SERMONES Y ESQUELETOS

Los huesos tienden a repeler antes que atraer. Nos


retiramos de la mirada repugnante de una calavera. A los
esqueletos los usamos para asustar a la gente. Hablamos de los
“esqueletos siniestros en nuestros roperos”, dando a entender
que el esqueleto es algo que se esconde, algo para ser temido.

Los huesos no atraen. Pero ponga piel y músculos sobre


ellos, y los hallaremos hermosos. De hecho, sin huesos, la piel y
los músculos del atleta perfectamente proporcionado y de la
mujer bella se caerían al piso, serían una mancha inservible y sin
atractivo. Los esqueletos no son lindos, pero no hay belleza
humana sin ellos.

En la predicación llamamos esqueleto o esquema al


bosquejo u organización. En este esquema dejamos de lado el
músculo de nuestra evidencia bíblica, los argumentos lógicos y el
contenido práctico. Entonces agregamos la piel de nuestra
pronunciación y lo llamamos sermón.

Como predicadores algunas veces estamos tentados a


considerar el contenido y la pronunciación como importante
mientras no le damos importancia al esquema del sermón o el
bosquejo e incluso, lo consideramos innecesario. Debemos
recordar que el músculo y la piel son de poco valor sin los
huesos.

Veamos tres formas en las cuales el esquema del


sermón se parece al esqueleto humano:

189
PREDICA LA PALABRA

AM BOS SO N N EC ESA R IO S
Los huesos hacen que el cuerpo trabaje, y una buena
organización hace que el sermón trabaje.
Una buena organización ayuda a que los oyentes
escuchen. La diferencia entre una comida de cinco platos y un
revoltijo se cifra en la organización. Los comensales prefieren
que el cocinero sirva el aperitivo, la sopa, la ensalada, la entrada
y el postre separadamente y en el debido orden. Si el cocinero
mezclara todos los ingredientes juntos y los sirviera como un
revoltijo, los comensales se quejarían.

La naturaleza humana desea el orden instintivamente.


De hecho, escuchar un sermón desorganizado puede frustrar
tanto el ama de casa, quien tiene un lugar específico para cada
cosa en su cocina, como al hombre que guarda todas sus
herramientas con cierto orden en su obrador, y así pierden el
mensaje y la bendición.

Una buena organización ayuda a que los oyentes


entiendan. Observe los capítulos de un libro o los artículos en
una revista. Casi invariablemente los subtítulos dividen y
simplifican el contenido. Si los escritores muestran sus esquemas
para hacer su trabajo más comprensible, es doblemente
importante que lo hagan los oradores. Los lectores pueden
volver atrás y releer lo que han perdido o lo que no entendieron.
Los oyentes no lo pueden hacer.

De esta manera, el título no debiera estar sin relación


con las partes que vienen después. Mas bien, cada parte debiera
aumentar la comprensión del oyente al expandirle los puntos
previos.
190
PREDICA LA PALABRA

Una buena organización ayuda a los predicadores a


ser lógicos. El organizar un bosquejo fuerza al predicador a
determinar cual idea es el árbol, cual es la rama del árbol, y cuál
es la ramita de la rama.

Una buena organización ayuda tanto al predicador


como al oyente a recordar, lo cual da una ventaja adicional. Al
usar un bosquejo simple, fácil de recordar, un predicador casi
puede predicar un sermón sin apuntes. Y cuando los oyentes
salen recordando el bosquejo del sermón o las partes de él, éste
les queda grabado por más tiempo.

AM BOS SO N POCO APARENTES


El esqueleto es esencial para la belleza humana, pero
uno no lo anda luciendo. Lo que se luce son los músculos y la
piel. El esqueleto es esencial para el sermón, pero no se lo debe
hacer notar demasiado. Mas bien, enfoque la atención en el
contenido y la entrega.

Haga de sus sermones lecciones, en lugar de tener


titulazos. Que demuestren habilidad y sean únicos. Tenga
cuidado con títulos como: “Comentador, dictador, titubeador”.
Use tales títulos solamente si ellos dicen precisamente lo que
usted quiere decir, y no porque son llamativos. Aún la
aliteración (“permanencia, precio, poder”) puede ser exagerada.

La habilidad es buena, pero es secundaria. La claridad


debe venir prevalecer sobre la habilidad. Sus oyentes necesitan
pensamientos profundos expresados de manera simple y
aplicados de manera práctica.
191
PREDICA LA PALABRA

AMBOS SON VARIADOS


Los esqueletos humanos varían grandemente, desde los
más grandes hasta los más pequeños, desde los más anchos hasta
los más angostos. Los sermones que varían considerablemente
de semana a semana previenen de que sus oyentes se aburran
con sus predicadores.

Varíe la forma en que hace las transiciones en sus


sermones. Las opciones incluyen las siguientes:

1. Numéricas. “Primero...”, “Segundo...”, “Tercero...”.

2. Retóricas. ¿Por qué nos ama Dios? ¿Ama más a los


cristianos que a los no cristianos?

3. Expositorias. Lea la siguiente porción del texto o del


pasaje.

4. Geográficas. “Aposento alto”, “Getsemaní”, “La


corte de Caifás”.

5. O simplemente anuncie cada división. “Ahora


veamos...”.

Los huesos no son bonitos, pero sin ellos no existe la


belleza humana. La próxima vez que predique, apoye su
contenido espiritual y su entrega ferviente con un esqueleto
simétrico que ayudará a la carne de su sermón a atraer a sus
oyentes hacia Jesús.

192
PREDICA LA PALABRA

CONCLUSIÓN DE SERMONES - 1

Predicar un sermón es como volar en un avión.


Algunas partes son fáciles. Pero hay dos momentos cruciales: el
despegue y el aterrizaje.

Bien lo dijo Broadus: “El inicio y el progreso temprano


del sermón demuestran buena preparación, y eso está bien. Pero
hacia el final el predicador desconoce el camino: empieza a
divagar con una mirada salvaje, lucha y vacila. Otro, sintiéndose
entusiasmado con el cierre, llega a exhortaciones generales hasta
que el cuerpo y la mente quedan agotados, termina con algo
disperso, intranscendente. La conclusión debía haberse movido
como un río, creciendo en volumen y poder, pero en vez de eso,
el curso se pierde solito en algún gran pantano, o termina como
el vaciado de una jarra, con unas pocas gotas y borra”.1

Los predicadores predican muchas veces sermones


elefantes. Un sermón elefante es aquel que tiene una cabeza
bien grande al comienzo, bastante cuerpo en el medio, pero casi
no tiene cola al final! La conclusión sólo parece una idea tardía.

Empero, aunque es corta en su planificación, la


conclusión a menudo dura mucho. ¿Siente a veces su
congregación de que el sermón matraquea una y otra vez? Es
posible que ande afligido con alguno de estos problemas.

U STED ESTÁ EN TU SIA SM A D O CO N EL A SU N TO

1John Broadus, A T r e a tis e o n the P r e p a r a tio n a n d D elivery o f S e rm o n s


(New York: Harper and Brothers, 1926), p. 208.
193
PREDICA LA PALABRA

Todo abuelo que habla sobre un nuevo nieto sabe cuan


fácil es seguir hablando de algo que le entusiasma, aún cuando
no tiene nada digno de mencionar. El sermón es parte de la
carne y sangre del predicador. Si no se entusiasmara con él, no
lo estaría predicando. Desafortunadamente, ese entusiasmo
puede conducirlo a predicarlo una y otra vez en la conclusión,
cuando en realidad no tiene nada nuevo que decir.

SU C O N G R EG A C IÓ N N O ESTÁ ENTU SIASM ADA


CO N EL A SU N TO
Usted se puede decir a sí mismo: “Sé que mi
congregación necesita esto, y pareciera que no lo he agarrado.
Voy a usar mi conclusión para intentar una vez más a
presentárselos a ellos”.

En algunos deportes los últimos minutos del juego


parecieran durar una eternidad. Los entrenadores que están
perdiendo continuamente piden tiempo con la esperanza de
algún movimiento desesperado que aún pueda ganar el partido.
Usted debe haber notado, que el público se aburre y empiezan a
retirarse.

Al predicar, usted puede estar haciendo lo mismo en


los últimos minutos de su sermón, con la esperanza de aún
lograr lo que siente que no ha sido capaz de hacer. Pero la gente
se aburre. Usted debe terminar cuando haya dicho todo. Y debe
haber acabado antes que la gente haya terminado de escuchar.

194
PREDICA LA PALABRA

NO HA PREPARADO SU C O N C LU SIÓ N
La conclusión, por encima de cualquier otra parte del
sermón, debe provenir de su corazón y del movimiento del
Espíritu Santo. Una de las razones por la que a menudo se la
descuida en su preparación es que usted debe sentir al Espíritu
Santo moverse cuando llegue el tiempo. Así se debiera. Pero no
permita que esto provenga a que el Espíritu lo mueva a usted en
su estudio al preparar una conclusión que puede ayudar al
Espíritu moviéndose en su congregación.

NO HA PREPARADO SU O R A CIÓ N FINAL


Charles Reunolds Brown compartió su método
personal: “En mi práctica, aún cuando nunca uso un manuscrito
en la predicación, hay cinco oraciones en mi sermón que
siempre escribo de antemano y las sé de memoria: la primera y
las últimas cuatro. Me gusta comenzar, si puedo, con una buena
oración de la mejor manera posible, de modo que capten la
primera idea, en lo posible, justo a tiempo y en momento mejor.
Y me gusta definitivamente tener las cuatro últimas oraciones en
mente de modo que no me quede dando vueltas en el aire,
como un cuervo impotente, volando de aquí para allá sobre una
cerca en donde se han afilado todas las estacas buscando en
vano un lugar apropiado donde alumbrar”.1

Todos hemos sufrido con oradores que se estaban


sintiendo como el pobre cuervo. Querían aterrizar pero no

1 Charles Reunolds Brown, T h e A r t o f P re a c h in g (New York : The


Macmillan Co., 1922), p. 113.
195
PREDICA LA PALABRA

sabían adónde hacerlo. Las opciones para aterrizar son casi


ilimitadas: decir qué cambio usted desea que el sermón haga en
el individuo, replantear el tema, leer el texto, usar una porción
del himno final, dar un poema, repetir el título, hacer una
oración, pedir alguna respuesta física tal como levantar la mano,
pararse, o pasar adelante. Los planes posibles para un cierre son
casi ilimitados. Pero planifique. Nunca se ponga de pie hasta no
tener un plan con el cual se vaya a sentar!

CONCLUSIÓN DE SERMONES - 2

Un sermón es como un romance amoroso, es más fácil


comenzar que terminar.

La conclusión del sermón es generalmente la parte más


difícil de preparar. Sin embargo, también es la parte más
importante. El abogado sabe que por más esfuerzos elocuentes
que haga defendiendo su caso, si sus argumentos finales no
fuerzan hacia un veredicto positivo final, ha perdido. El
vendedor sabe de qué no importa cuan fluidamente presente su
mercadería, si no sabe “cerrar” asegurando la venta, se morirá de
hambre.

Nosotros, los predicadores también necesitamos


aprender la misma lección. Es importante que la introducción
del sermón capte la atención de la congregación. Es importante
que el cuerpo del sermón brinde instrucción e inspiración. Pero
es más importante aún que la conclusión del sermón ayude a los
oyentes a decidir qué acción van a tomar. Debemos “cerrar”
para Cristo; debemos concentrarnos en el veredicto.

196
PREDICA LA PALABRA

Esta parte importante del sermón es también la más


descuidada. Posiblemente se deba a que tenemos la tendencia a
tener poco tiempo para preparar el sermón. O quizá esperamos
el calor del momento para crear la conclusión mientras
predicamos. Es cierto que el Espíritu Santo puede hacernos
cambiar un poco la conclusión mientras estamos predicando,
pero dudo de que a menudo él nos dirija a prepararla mientras
estamos predicando. El Espíritu muy rara vez solapa la
indolencia.

No hay reglas fijas ni rápidas

Es un tanto peligroso como también presuntuoso


proponer reglas fijas y rápidas para la preparación de
conclusiones efectivas. En primer lugar, aquí no hay lugar para
la individualidad. Segundo, no debemos cansar a la
congregación todo el tiempo con la misma manera de concluir
el mensaje.

Observe a los pescadores. Si el pez no muerde una


carnada, le coloca otra. Algunas veces usa un gusano y otras
veces una mosca, depende adónde está pescando y qué es lo que
está queriendo pescar. No coloca como carnada lo que a él más
le gusta o a lo que está más acostumbrado; más bien, usa la
carnada que atrae a la mayor cantidad de peces. Así de sabios
debemos ser nosotros al preparar las conclusiones de nuestros
sermones, variando nuestras técnicas cuando estamos
“pescando” hombres y mujeres para Cristo.

197
PREDICA LA PALABRA

Sin embargo, hay dos partes básicas que debemos


incluir invariablemente, y éstas deben estar en el orden correcto.
La primera parte de la conclusión debiera ser un resumen del
sermón. La última parte debe ser un llamado a la acción.

Elabore un resumen

Si el tema básico del sermón y si las divisiones han


estimulado el pensamiento, el repetirlas constituye un buen
resumen. Pero el resumen ideal presenta los pensamientos
básicos del sermón de una manera diferente; la congregación se
aburre si volvemos a predicar el sermón en el resumen. El
resumen más interesante es un ejemplo detallado que ilustra el
énfasis del sermón.

En la conclusión no presente nuevos argumentos.


Hacerlo es ir en contra de su propósito, el cual es recapitular y
aplicar los argumentos o ideas ya expuestas. De esta manera, por
lo general, necesitará sólo unas pocas oraciones en la parte del
resumen de la conclusión.

Salomón no tenía directamente la predicación en


mente, pero dio amonestaciones homiléticas excelentes cuando
dijo: “El fin de todo el discurso oído es este...” (Ecl. 12:13).
Muchas conclusiones no intencionadas resumen sólo la última
parte del cuerpo del sermón. Puede lograr más profundidad si su
resumen incluye y une todas las partes del sermón.

Comparemos el sermón con un cuadro donde se


plasma un paisaje, y cada división del cuerpo del sermón con un
objeto en la pintura, el árbol, la nube, la senda, el horizonte.
198
PREDICA LA PALABRA

Cuando usted se pone de pie para predicar, usted tiene el


cuadro completo en la mente. Usted comienza, con palabras
pictóricas, a pintar para su congregación. Para usted el cuadro se
ve muy claro, muy simple. Seguramente todos lo pueden ver.
Pero muchos no lo ven. Usted es muy afortunado si la mayoría
ven las partes por separado, el árbol, la nube, la senda, el
horizonte. En su resumen, a menudo por primera vez, los
adoradores ven cómo encajan las partes individuales del sermón.
Sólo cuando usted hace el resumen ellos ven el cuadro
completo. Y es por esa razón que es tan esencial un resumen
bien preparado!

Incluya un llamado a la acción

El resumen del sermón revisa e informa. El llamado a


la acción desafía a cada oyente a actuar teniendo como base esa
información. El resumen instruye la mente. El llamado a la
acción confronta la voluntad. Un discurso de ninguna manera
es un sermón, a menos que logre ambas acciones.

Ring Lardner, describiendo la vida en un hotel caro,


observó: “Cada uno se pone sus ropas para la noche como si
algo fuera a suceder, pero no pasa nada”. Muchos servicios de
adoración, muchos sermones, ponen todas las partes externas
como si algo estuviese realmente por suceder algo, pero no pasa
nada.

Prediquemos de tal manera que la gente no sólo crea


en algo, prediquemos de tal manera que cuando crean y hagan
algo. Presentemos siempre un llamado a la acción!

199
PREDICA LA PALABRA

CONCLUSIÓN DE SERMONES - 3

La conclusión de un sermón ideal habla a la mente


cuando une y resume lo que enseña el sermón. Pero eso nunca
es todo. También habla a la voluntad al estimular al oyente a
actuar con relación a lo que el sermón enseña.

Llamado a la acción

El sermón de Pedro en el pentecostés fue uno de los


más exitosos de todos los tiempos. Su clímax modela bien el
llamado a la acción ideal: “Al oír esto, se compungieron de
corazón, y dijeron a Pedro y a los otros apóstoles: Varones
hermanos, ¿qué haremos? Pedro les dijo: Arrepentíos, y
bautícese cada uno...” (Hech 2:37, 38).

Un sermón debiera ofrecer más que una mera plática


placentera de informaciones útiles. Debiera “compungir el
corazón” y dejar a los oyentes preguntando: “¿Qué haremos?”.

Seguramente usted ha estado en una casa cuando


alguien tocó la puerta. Una voz de la cocina anuncia, “Hay
alguien en la puerta”. Pero la historia no termina ahí. Las cosas
no vuelven a la normalidad hasta que alguien va a ver quién está
a la puerta. Un toque a la puerta no significa un mero anuncio
no más. Significa que un llamado debe ser contestado.

Por medio de sus sermones, los predicadores intentan


ayudar a los oyentes a escuchar el toque de Jesús en la puerta de
su corazón. Pero el probar que él está allí a la puerta, dispuesto,
en ninguna manera es la forma de terminar el sermón. El toque

200
PREDICA LA PALABRA

en la puerta no significa un mero anuncio no más. Significa que


debe ser contestado. Demanda acción. Cada sermón debiera
incluir un llamado lógico, no manipulador, a la acción.

Esto no significa que a todos les va a agradar el


llamado. A algunas personas sentadas cómodamente en una sala
posiblemente no les guste tener que contestar el toque en la
puerta. Ezequiel nos recuerda que siempre hay personas
dispuestas a escuchar pero no dispuestas a hacer: “Y he aquí que
tú eres a ellos como cantor de amores, hermoso de voz y que
canta bien; y oirán tus palabras, pero no las pondrán por obra”
(Eze 33:32).

El semántico S. I. Hayakawa explicó que así como a los


gatos y a los perros les gusta ser acariciados, a algunas personas
les gusta que los acaricien con palabras. Hay más personas
dispuestas a escuchar una predicación que a ser cambiadas por
ella. A personas inactivas, instintivamente, les dispuesta
cualquier cosa que las llame a la acción. A pesar de ello, haga el
llamado igual.

De esta manera, pues, el llamado a la acción requiere


una preparación bien pensada. Noto que cuando tengo mi
pasaje a mano y estoy delante del funcionario de la línea aérea,
me pregunta, “¿Cuál es su destino final hoy día?” Sencillamente
no tiene ningún sentido iniciar un viaje sin saber adónde uno
está yendo. Coloque su sermón delante del Señor cuando lo está
elaborando y antes de predicarlo. Escuche cuando el Espíritu
Santo susurra, “¿y cuál es su destino final hoy día?” Nunca inicie
un viaje sin saber adónde está yendo, es decir, cuál es la acción
que quiere que sus oyentes hagan.

201
PREDICA LA PALABRA

Acción interna

El primer llamado a la acción de Pedro requirió una


respuesta interna: “arrepentios”. Es una respuesta bien específica
y muy significativa, sin embargo, debe ser una respuesta muy
privada y personal. El llamado a la acción no necesita ser
altamente emocional, así como tampoco la acción a la cual está
llamando necesita ser visible. No necesita hacer todo el proceso
del pensamiento de sus oyentes. El llamado a la acción puede
venir en la forma de una pregunta planteada, de opciones
sugeridas, o de un desafío ofrecido.

El llamado a la acción ideal invita a los oyentes a


experimentar aquí y ahora lo que el sermón ha enseñado. Usted
no predica acerca del perdón de manera que la gente crea que
puede ser perdonada, sino que al creer en ello, ellos
experimentarán el perdón, hoy.

Acción externa

El segundo llamado de Pedro a la acción requirió una


acción externa: “bautícense”. Un sermón no tiene que mover a
sus oyentes a una acción externa inmediata para ser efectivo,
pero la expresión profundiza la impresión.

Dos hombres discutían asunto de negocios. Se dan la


mano como una expresión física de su mutuo acuerdo.
Intercambian palabras y un beso como expresión de su pacto. La
expresión profundiza la impresión.

202
PREDICA LA PALABRA

Invite a sus oyentes a bautizarse, a participar en el


servicio de comunión, a llenar una ficha, a pasar adelante, a
levantar su mano, a pararse, o a unirse en el canto del himno
final. Cualquiera sea la acción externa aceptada por su
congregación, será probablemente útil para su predicación.

Leighton Ford insistió que: “la decisión interna por


Cristo es como clavar un clavo en una tabla. La declaración de
apertura es como atravesar el clavo hasta el otro lado, de manera
que no sea fácil sacarlo”.

Sea interno o externo, incluya un llamado a la acción


en cada sermón. De otro modo, en realidad no es un sermón.
Como Spurgeon dijera, “Allí donde comienza la aplicación,
comienza el sermón”.

USTED Y LA PREDICACIÓN NARRATIVA

Si hay algo interesante en homilética es notar que los


especialistas en ella, que en realidad son especialistas en
comunicación oral religiosa, no se comunican lo suficiente
como para llegar a un acuerdo en ciertas definiciones.

Por ejemplo, ¿qué tipos de sermón existen? Uno podría


hallar al menos una docena de ellos desarrollados y explicados
en libros que se ocupan del tema, pero la lista de cada uno sería
diferente. Lo que empeora la situación, es que los especialistas
en homilética definen las mismas palabras en forma distinta. No
sería conveniente trazar nuestras líneas en forma apresurada, ya

203
PREDICA LA PALABRA

que un sermón podría abarcar más de una clase en particular.


Pero todo sermón se encuentra generalmente dentro de tres
categorías básicas: Expositivo, temático y narrativo-biográfico.

La utilidad de determinar la clase a la que pertenece un


sermón en particular va más allá del propósito de establecer en
forma correcta la teoría homilética. Estos tipos de sermón
abarcan tres enfoques muy diferentes a seguir en la preparación
de los mismos. Usted bien podría determinar rápidamente qué
tipo de sermón emplea preguntándose que método sigue al
preparar un sermón. Si usted es un predicador expositivo,
comenzará probablemente centrando toda su atención en un
pasaje bíblico. Si por el contrario usted es un predicador
temático, casi seguramente comenzará eligiendo el tema, y si por
último es usted un predicador que utiliza la narrativa, lo más
probable es que comience por elegir un incidente o personaje
bíblico. Y cómo comience influirá notablemente en cómo va a
terminar.
Mi recomendación es que pruebe con cada tipo de
sermón. El experimentar le ayudará a revivir su interés en la
predicación. Además, las congregaciones ansían un poco de
variedad. Ninguna persona siembra el jardín entero con flores
de un solo color. Eso es lo que mantiene vivo al predicador. La
variedad mantiene el interés de la congregación.

¡“Predica la palabra”! (2 Tim. 4:2). Toda predicación


debería basarse en la autoridad bíblica. He eliminado el sermón
textual de mi lista porque no cumple este punto en forma
satisfactoria, ya que el mismo se basa generalmente en sólo uno
o dos pasajes de la Escritura, por lo que tiende a convertirse en
un sermón trampolín, en el cual se usa la Biblia como un punto
204
PREDICA LA PALABRA

de partida desde donde el predicador se lanza a la estratosfera.


Convertir 15 palabras de la Biblia en 5000 del predicador no es
predicación bíblica.

Aconsejo no elegir uno de los tres tipos de sermón


sugeridos sólo porque ése parece más bíblico que los demás. De
hecho esto no es necesariamente así, y quiero ilustrarlo con el
que a menudo es catalogado como “menos bíblico”: El sermón
narrativo-bibliográfico.

LA PRED ICA CIÓ N N ARRATIVA EFICAZ


Esta clase de predicación está centrada por lo general
en la historia de un personaje o incidente de la Biblia. Con
frecuencia la predicación narrativa sitúa la historia dentro de un
marco contemporáneo, mientras el predicador la relata a
menudo en primera persona. La predicación biográfica está
estrechamente relacionada, aunque suele situar la historia en el
medio en el cual vivió el personaje bíblico.

Los profetas del Antiguo Testamento y aquellos que


escribieron la Biblia eran maestros, al igual que Jesús, en el arte
de contar historias. Alton McEachern observó lo siguiente: “El
evangelio en sí se constituye mayormente de narrativa. Es una
serie de relatos de gente, lugares y sucesos, y no simplemente
argumentos racionales. La predicación actual parece haber
revertido los porcentajes: Mientras que el evangelio sigue siendo
narrativo en un 90%, la mayoría de nuestros sermones son 90%
exhortativos.”

205
PREDICA LA PALABRA

La predicación narrativa es práctica. Los escritores de la


Biblia aplicaban su teología a la experiencia de personajes
vivientes. Este tipo de predicación es también interesante. Sin
embargo, esto conlleva un peligro. Los oyentes podrían salir
entretenidos y no iluminados.

Por último, la predicación narrativa es sutil, ya que


conduce a lecciones espirituales implícitas antes que explícitas.
Nuevamente aquí, una palabra de advertencia: La audiencia
podría no estar aprendiendo lo que usted piensa que está
enseñando.

Algunas sugerencias para que la predicación narrativa


sea bíblica y a la vez eficaz:

1. Comience con hechos bíblicos. Encuentre todo lo


que dice la Biblia acerca de ese personaje o incidente.

2. Agregue hechos históricos. Aprenda todo lo que


pueda acerca de la época en la cual se desarrolla el relato.

3. Añada una imaginación inform ada. Jesús lo hizo en


la historia del rico y Lázaro. Pero asegúrese que su imaginación
no haga violencia al relato bíblico y a los hechos históricos.

4. Enseñe la lección que la Biblia enseña. ¿Debería


emplearse la predicación narrativa? Aconsejo que lo intente
primero sólo en parte de un sermón para ver si usted y la
congregación se sienten cómodos. Es probable que usted no se
dedique a predicar exclusivamente sermones narrativos, pero
usarlos en forma ocasional puede sazonar su dieta homilética.

206
PREDICA LA PALABRA

En la próxima sección nos ocuparemos de la disputa


existente entre la predicación expositiva por un lado y temática
por el otro.

USTED Y LA PREDICACIÓN EXPOSITIVA

¿Qué tipo de sermón es más conveniente? ¿El expositivo


o el temático? Esta pregunta genera a menudo mucho ruido y
pocas nueces. Una respuesta podría ser que cada sermón debería
tener algo de estos dos tipos. Esto significa que cada sermón
debe ser expositivo (debe exponer alguna verdad bíblica), así
como también debería ser temático (¡Debe basarse en algo!) Sin
embargo, la discusión llega aún más allá de esta consideración.

¿Qué tipo de sermón es más bíblico? La preparación de


todo sermón debería comenzar en la Escritura. La predicación
del mismo podría comenzar en cualquier lugar, preferentemente
con la congregación. Luego de que el predicador ha encontrado
una verdad bíblica, bien podría comenzar su sermón
despertando el interés y el sentido de necesidad del oyente por
esa verdad. El hecho de comenzar a dar un sermón con la Biblia
no hace bíblico ese sermón, menudo los predicadores
expositivos aseguran que ellos comienzan sus sermones con la
Biblia, mientras que los predicadores temáticos no lo hacen.
Pero esto no es necesariamente así.

Una definición de “expositivo”


En forma simple, un sermón expositivo es un sermón
que está basado en la exposición de tres o más versículos de la
207
PREDICA LA PALABRA

Biblia. Si el texto bíblico discutido es más breve, el sermón se


llama textual. Algunas veces la unidad bíblica es un párrafo,
otras veces es un capítulo, y ocasionalmente puede ser un libro
completo. El sermón expositivo, en su forma más estricta, posee
una estructura que respeta el orden de ideas que posee el pasaje
elegido. Se presume que los predicadores expositivos comienzan
a preparar sus sermones escogiendo un pasaje de la Escritura y
analizándolo a fondo.

VENTAJAS Y DESVENTAJAS
La predicación expositiva tiene mucho para elogiar y,
propiamente usada, puede llegar a ser la mejor clase de sermón
para la mayoría de los pastores. Es generalmente bíblica por
completo, y propensa a lograr que el predicador se ponga en el
lugar del autor. También suele ser profunda y proporciona una
inagotable fuente de material. Otra ventaja es que ayuda a
obtener una predicación equilibrada, ya que los temas expuestos
provienen de la Escritura antes que de la mente del predicador.
Si uno desea investigar, esta clase de sermón puede ser la que
más fácilmente nos permita lograrlo, ya que el predicador puede
centrar toda su atención en sólo un pasaje y ahondar en él con
la suficiente profundidad para llegar verdaderamente a
dominarlo y así sentirse completamente confiado en lo que
respecta a su significado.

Los predicadores puritanos del siglo XVII se


encargaron de que la predicación expositiva tuviera mala fama.
Muchos de ellos escribían interminables disertaciones con una
docena de subdivisiones. Los feligreses se quejaban de que sus
208
PREDICA LA PALABRA

predicaciones eran aburridas e irrelevantes: Mucha información


y nada de aplicación práctica. Como consecuencia, este tan
elogiable tipo de sermón vehemente bíblico cayó en descrédito.

LA PREDICACIÓN EXPOSITIVA EFICAZ


He aquí algunas sugerencias para lograr una
predicación expositiva eficaz:

1. Elija sabiam ente su pasaje. Un pasaje muy corto


hace que su predicación carezca de autoridad bíblica. Uno muy
largo, recarga fácilmente a la audiencia, ya que podría expresar
demasiadas cosas.

2. Evite la exposición exhaustiva. Los predicadores


expositivos están tentados a enfatizar una explicación por sobre
su aplicación. La parte exegética del sermón debe ser breve, ya
que no es ésta el objetivo fundamental de una disertación. No
emplee demasiado tiempo ahondando en el tema de tal forma
que no tenga tiempo de exhibir a la luz el diamante que ya ha
descubierto.

Spurgeon insistía que el sermón comienza cuando


comienza su aplicación. Use menos tiempo para hablar acerca de
lo que su pasaje dice o significa y más para explicar la diferencia
que hay entre lo uno y lo otro. No obligue a su congregación a
pasar toda la mañana en la Antigua Palestina. Ninguno de ellos
vivió allí durante la semana.

3. Concentre toda su atención en una sola lección.


Muy rara vez un pasaje de la Biblia se concentra con exclusividad
en un solo punto, o aún en un único tema. Demasiados
predicadores expositivos acostumbran a comenzar resaltando un
209
PREDICA LA PALABRA

punto en especial para luego dar media vuelta y concentrar su


predicación en otro punto totalmente opuesto. Finalmente, ellos
suelen agregar otros puntos intermedios (totalmente diferentes
de los primeros, por cierto) para luego sentarse dejando a la
audiencia todavía tratando de captar el significado de las
lecciones presentadas. Evite esto estudiando su pasaje hasta que
el Espíritu Santo le muestre cuál es la verdad más obvia en el
pasaje, o cuál es la que su congregación necesita más. Concentre
entonces su exposición en esa verdad y deje de lado todo lo que
sea ajeno a ella.

Los mejores sermones tienen la capacidad de presentar


una idea con tal claridad y energía que los oyentes se sienten
pasmados. Deles un poquito de esto, otro de aquello, y otro
poco de alguna cosa más y ellos se encogerán de hombros y
regresarán a su mundo sin cambio alguno.

Si usted acostumbra predicar sermones temáticos, o de


cualquier otra clase, le aconsejo que experimente con la
predicación expositiva. Usted puede predicar sermones bíblicos
usando cualquier tipo de sermón, pero lograr esto es más fácil
con sermones expositivos.

En la próxima sección daremos un vistazo a la


predicación temática y cómo hacer para que ésta sea bíblica y
eficaz al mismo tiempo.

210
PREDICA LA PALABRA

USTED Y LA PREDICACIÓN TEMÁTICA

La predicación temática es por lo general muy utilizada


y muy práctica. Pero, ¿es bíblica? La respuesta: Sí, con toda
certeza.

UN A D EFIN ICIÓ N DE “T EM Á T IC O ”
Sermón temático es aquel en el cual se elige el tema y
entonces se investiga en la Biblia completa acerca de ese tema. El
contenido y la forma del sermón tienen que ver más con el tema
elegido que con algún pasaje de la Escritura. Los predicadores
temáticos suelen comenzar su sermón eligiendo primeramente
un tema para luego desarrollar el mismo en profundidad con la
ayuda de una Biblia temática o concordancia.

VENTAJAS Y DESVENTAJAS
La predicación temática posee grandes ventajas.
Algunas fechas especiales del calendario cristiano colaboran con
la predicación temática: El Día de las Madres, el Día de la
Educación Cristiana, el Día de Promoción de Actividades
Misioneras y aún la Santa Cena.

Este tipo de predicación lleva fácilmente a lograr una


predicación doctrinal. La predicación evangelística es por lo
general temática. Por alguna razón, la predicación que se realiza

211
PREDICA LA PALABRA

en los países donde la iglesia crece con más rapidez tiende a ser
temática.

La desventaja de la predicación temática radica en dos


aspectos diferentes: Por un lado, la tentación de fiarse
demasiado de fuentes no bíblicas, y por otro, la tendencia a no
usar en forma adecuada las Escrituras, en el caso que éstas
fueran utilizadas.

LA PRED ICA CIÓ N TEM ÁTICA EFICAZ


He aquí algunas sugerencias para lograr una
predicación temática eficaz:

1. Comience con la Biblia.

Si bien preparado, un sermón temático debería ser más


bíblico que su par expositivo. No es suficiente utilizar un sólo
pasaje o libro si el propósito del predicador es entender qué dice
la Biblia acerca de determinado tema; por el contrario, es
indispensable una cuidadosa lectura de todo lo que la Biblia
dice acerca del tema escogido, ya que en eso consiste el enfoque
temático. En este punto haremos bien en seguir el consejo del
profeta Isaías: “un poquito allí, otro poquito allá” (Isaías 28:10),
investigando en todas las Escrituras. Por ejemplo, lograr el
balance correcto entre fe y obras usando solamente la epístola de
Santiago es bastante difícil. Pero una a Santiago con Pablo,
como debe hacer todo sermón temático, y logrará la verdad
equilibrada.

212
PREDICA LA PALABRA

Al hablar de los autores bíblicos, nos remitimos a una


cita de Elena de White: “Un escritor percibe con más fuerza
cierta parte del asunto, comprende los puntos que armonizan
con su experiencia o con sus facultades de percepción y
apreciación, otro nota más bien otro aspecto del mismo asunto,
y cada cual, bajo la dirección del Espíritu Santo, presenta lo que
ha quedado inculcado con más fuerza en su propia mente. De
aquí que encontramos en cada cual un aspecto diferente de la
verdad, pero perfecta armonía entre todos ellos. Y las verdades
así reveladas se unen en perfecto conjunto, adecuado para
satisfacer las necesidades de los hombres en todas las
circunstancias de la vida”.

Deberíamos ser creativos pero cautelosos en nuestras


exégesis de los textos bíblicos. No debemos estar tan ansiosos
por ser originales que el resultado sea un sermón lleno de
suposiciones presentadas como si fueran las más puras verdades
descubiertas, por supuesto, por nosotros mismos. Cuando
hallamos algo en la Biblia que ninguna persona utilizó antes,
nunca deberíamos desechar por completo la idea de que esto
puede deberse a que esa persona sabe más.

2. Mantenga los textos dentro del contexto.1

1 El primer párrafo de este segundo punto ha sido omitido, ya que


pierde todo sentido al ser traducido. Sin embargo, para los que saben inglés,
aquí está la transcripción:
The story is apocryphal. A certain preacher got very upset about the
new hairdo among ladies in his congregation.They were wearning their hair
in a bun on top of the head. He disapproved of the style, and sought a text to
use against it. The best he could find was Matthew 24:17; “Let him which is
213
PREDICA LA PALABRA

El predicador temático está más expuesto a la tentación


de usar los versículos fuera de su contexto. Sigo sosteniendo que
la predicación temática no es necesariamente menos bíblica,
pero sí es más difícil, porque cada texto debe ser estudiado en su
contexto so pena de que el predicador diga algo que el texto no
expresaba de ninguna manera.

3. Enfatice el propósito p o r sobre el tema.

El tema es meramente saber acerca de qué se va a


hablar. El propósito es lo que usted va a decir acerca de ese
tema. Lo constituye un punto de vista; una lección espiritual
que puede desprenderse de ese tema. Lo que usted desea es que
la gente no recuerde solamente acerca de qué hablo, sino
también qué dijo.

Por ejemplo: Tema: Las pruebas. Propósito: “Mostrar


que la promesa de Dios no es protegernos de las pruebas, sino
estar presente en ellas”.

Si usted siempre acostumbró a predicar sermones


expositivos o de algún otro tipo, ¿debería utilizar la predicación
temática? ¡Por supuesto! Este tipo de predicación aumenta el
fervor por la evangelización. Además, su congregación sabrá
apreciar la variedad. Pero ocúpese de que su predicación sea
siempre bíblica.

Sucede algunas veces que el sermón abarca los tres


tipos a la vez: una parte es expositiva, otra temática y otra
narrativa. Sin embargo, lo significativo está en si usted comenzó

on the housetop not come down”. Actually, he used only a part of the verse,
taking as his text: “Top knot come down!”
214
PREDICA LA PALABRA

a preparar su sermón investigando un pasaje, un tema o un


incidente. Nuestro propósito al predicar es enseñar al Cristo de
la Biblia y motivar a nuestros oyentes a seguirlo. Nunca lo
hacemos lo suficientemente bien. Puede ser que el probar con
los diferentes tipos de sermón nos ayude a hacerlo mejor.

EL USO DE ANOTACIONES EN LA PREDICACIÓN

¿Qué debería usar el predicador al predicar? ¿Un


manuscrito? ¿Anotaciones? ¿Ninguna de las dos?

Generalmente entendemos que existen cuatro opciones


en lo que a la preparación y presentación del sermón respecta:
(1) Impremeditado: Sin preparación específica; (2) Improvisado:
Pensamientos organizados; (3) Manuscrito: Preparación de
pensamientos y palabras y (4) Memorizado: Preparación y
memorización de pensamientos y palabras. Los números 1 y 4
constituyen los extremos y son raramente usados. Por lo tanto,
nos ocuparemos de los otros dos métodos. Comparemos las
ventajas y desventajas entre la predicación improvisada y la que
utiliza un manuscrito en tres áreas diferentes:

PREPARACIÓN
En la mayoría de los casos la predicación con
manuscrito obliga a los predicadores a efectuar una preparación
más precisa. Aquellos que han escrito detalladamente sus

215
PREDICA LA PALABRA

sermones pueden analizarlos con más exactitud antes de


presentarlos.

Al considerar que los pastores que utilizan el método


improvisado no preparan las palabras a usar de antemano, nos
damos cuenta que ellos ahorran considerable cantidad de
tiempo al preparar sus sermones. Esas dos o tres horas ahorradas
al no tener que preparar un manuscrito pueden dedicarse a
investigar más a fondo el tema elegido o simplemente pueden
usarse para desempeñar otras tareas pastorales.

PRESEN TA CIÓ N
En un sermón preparado con manuscrito, oí al
predicador describir a la pitonisa de Endor como alguien que
semejaba “una bolsa de arpillera húmeda pendiendo del poste
de una cerca. Uno de sus dientes sobresalía como un centinela
solitario que guarda la entrada al infierno”. Sólo palabras
preparadas de antemano pueden ser tan precisas y descriptivas.

Sin embargo, la predicación improvisada induce por lo


general a una mejor relación con la audiencia. Henry Ward
Beecher decía que un sermón escrito suele tender una mano
enguantada a las personas, mientras que uno no escrito es como
sentir el apretón cálido de esa mano. Un guante puede ser más
perfecto que una mano con cicatrices y callos, pero no tiene su
tibieza ni su sensibilidad.

El leer un sermón limita la comunicación visual del


predicador con la audiencia. Como dijo Phillips Brooks una y
otra vez, la predicación es la verdad a través de la personalidad.
216
PREDICA LA PALABRA

Ahora bien, los ojos hacen definitivamente a la personalidad, de


manera que cualquier cosa que interfiera con la comunicación
visual del predicador impide que su personalidad salga a la luz e
interfiere como consecuencia con su predicación. Los
predicadores que utilizan manuscritos pueden evitar algunos de
los puntos débiles inherentes que tiene este método de
presentación conociendo el material de tal forma que no sea
necesaria una lectura palabra por palabra. El mantener la voz y
los gestos en estilo coloquial también ayuda.

C O N SERV A CIÓ N
En este punto, la predicación con manuscrito lleva la
delantera. El hecho de tener que preparar un manuscrito le
enseña a uno a escribir y hace que los sermones estén muy
pronto disponibles para su publicación posterior. Gran parte de
nuestra literatura cristiana proviene de eruditos que escriben
para probar las teorías de los libros. Demasiado poco proviene
de pastores activos. Necesitamos más escritos de pastores cuyo
objetivo sea aplicar la teoría a la vida de las personas.

Probar y cambiar

La mayoría de los especialistas en homilética están de


acuerdo en que la manera ideal de presentar un sermón es
primeramente escribiendo el manuscrito y entonces predicar
con un bosquejo, usándolo en el púlpito o memorizándolo. Sin
embargo, la realidad del apretado cronograma pastoral impide
que la mayoría dedique tanto tiempo a la preparación de un
sermón en particular.

217
PREDICA LA PALABRA

Muchos predicadores utilizan un manuscrito en el


pulpito pero leen tan sólo partes de él, predicando el resto en
forma improvisada. Por ejemplo, las ilustraciones y los llamados
no se prestan muy bien a la presentación escrita, por lo que
deberían ser predicados usando la improvisación.

Me impresionó de manera especial el método de


presentación de un predicador de Sacramento. Él siguió
fielmente su manuscrito hasta que llegó el momento de hacer el
llamado. Entonces, dejando de lado el manuscrito cerró sus
manos, se inclinó sobre el púlpito y habló a su congregación. El
manuscrito no había hecho más que echar los cimientos de lo
que pasaría en el llamado. En realidad, el leer el grueso del
sermón no había hecho más que enfatizar la intimidad del
llamado.

No existe un método en particular que se adecue a


todos por igual, ya que obviamente tanto la predicación con
manuscrito como la improvisada tienen sus ventajas y
desventajas significativas. El problema radica en que los
predicadores tienden a elegir el método que es equivocado para
ellos. Se necesita un predicador vivaz, con personalidad, para
leer bien un sermón. Pero es el pastor preciso y erudito el que
probablemente elegirá este método. La presentación
improvisada, por otro lado, requiere de una buena memoria y
cuidadosa organización, para que el sermón mantenga el
movimiento y la dirección correctas. Pero es el predicador
activo, con un perfil menos erudito el que suele elegir este
método de presentación.

218
PREDICA LA PALABRA

Muchos de nosotros predicamos en la forma en que lo


hacemos porque hemos sido conquistados por una determinada
técnica y nos sentimos cómodos con ella, sin preocuparnos si ése
es el método que hace que nos comuniquemos de manera más
efectiva con nuestros oyentes.

Si usted no lo ha experimentado, si usted descansa


satisfecho con lo cómodo y familiar, es probable que esté usando
el método equivocado. Es asunto de probar... y cambiar.

PERTURBACIONES EN EL SERMÓN

Cuando viajo, acostumbro poner una pequeña radio


despertador dentro de mi maleta. Al encontrarme solo en algún
inhóspito rincón del mundo, a menudo trato de sintonizar una
emisora de música o noticias regionales. Sin embargo, muchas
veces sucede que me encuentro en alguna institución de la
iglesia alejada de ciudades y emisoras radiales, por lo que sólo
logro captar las perturbaciones eléctricas de la atmósfera.
Molesto, trato entonces de sintonizar mejor para poder anular
esos ruidos, pero si son muy persistentes, llega un momento que
me canso y desconecto la radio.

En la iglesia existen varias formas de “perturbaciones” o


“interferencias”, y cualquiera de ellas puede impedir que la
gente oiga las buenas nuevas acerca de Jesús. Estas interferencias
pueden estar constituidas por adoradores hostiles entre sí, un
deficiente equipo de sonido, un bebé que llora, una sala con
poca ventilación, o una que sea demasiado calurosa o fría. Pero
219
PREDICA LA PALABRA

es mi intensión concentrarme en las perturbaciones que surgen


como consecuencia de la apariencia física, la vestimenta y los
gestos del predicador. Estos detalles exteriores siempre causan
algo de perturbación, siempre interfieren de algún modo con lo
que el predicador está diciendo. Sucede que a veces estas
perturbaciones son tan audibles que la congregación
difícilmente puede oír el sermón. Y cuando hay demasiadas
interferencias, la gente se limita a desconectar el predicador.

UN A SU N TO EXTERIO R
El resultado de algunas investigaciones indica que
cuando uno predica, los oyentes son influidos en mayor grado
por lo que ven que por lo que oyen. El Dr. Albert Mehrabin, de
la ULCA halló que el 7% de lo que transmiten los oradores
proviene de las palabras usadas, un 38% de su manera de
hablar, y un 55% de las expresiones de sus rostros y de los
movimientos corporales empleados. Puede que a usted no le
agrade, pero el lenguaje que transmite con el cuerpo puede
hablar tan alto que la gente difícilmente oiga sus sermones.

Ahora bien, si lo que la gente ve en usted refuerza lo


que dice, vamos por buen camino. El dilema surge cuando su
comunicación exterior interfiere con lo que está diciendo. Es
casi imposible que usted enseñe pulcritud y autodisciplina
cuando su apariencia se parece a la de una cama sin hacer.
Usted negará mucho de lo que diga acerca del autocontrol si
está completamente excedido de peso. Nunca podría usted
describir el gozo de seguir a Cristo si predica con el ceño
fruncido.
220
PREDICA LA PALABRA

Bien podría usted objetar: “Pero, la apariencia no tiene


mucha importancia para mí”. Yo pregunto: ¿Tiene importancia
para usted la predicación? Si es así, entonces la apariencia
también debe tenerla, porque lo que la gente está viendo puede
hablar de tal forma que ellos no puedan oír lo que usted está
diciendo.

SU APARIEN CIA FÍSICA DEBERÍA H A CER Q U E


CR ISTO PAREZCA A TRA CTIV O

El orador de rostro cetrino es un mal representante del


Jesús vigoroso. Los predicadores con apariencia enferma y
anémica crean terribles perturbaciones en la audiencia
masculina de sus congregaciones. El adolescente tipo
probablemente diga: “Tengo que rechazar el cristianismo, o voy
a terminar de esa forma”.

Sea fervoroso hasta la muerte, pero no aparezca ante la


gente con un rostro como si alguien acabara de morir. Su rostro
publicita lo que está predicando. Si está resplandeciente, los
feligreses harán todo lo posible para creer lo que les diga, porque
asumen que el obedecer sus instrucciones los hará como usted.

SU V ESTIM EN TA DEBERÍA PASAR D ESA PERCIBID A


No estoy en condiciones de decirle si debería o no usar
en el púlpito un reloj pulsera de oro, lentes de bordes dorados,
un brillante sujetacorbatas, gemelos, un corte de cabello a la
221
PREDICA LA PALABRA

moda o barba. La norma que debe observarse es vestir de una


forma que pase desapercibida. Si su apariencia es ordinaria y
vulgar, la gente lo nota. Si, por otro lado, su apariencia es
demasiado llamativa o elegante, la gente también lo nota. Si
usted se viste como se vestía hace 20 años o como se vestirá en
20 años, la gente lo nota. No haga ruido con sus ropas. Por el
contrario, vístase de manera que su apariencia no niegue o
interfiera con su mensaje.

Los oradores no deberían vestirse muy diferente de lo


que lo hacen sus feligreses. Hebreos 2:17 dice, al hablar de Jesús:
“Por lo cual debía ser en todo semejante a sus hermanos”.
Moralmente, Jesús estaba muy por encima de todos nosotros,
pero en todo lo demás su objetivo era asociarse con su pueblo,
no separarse de ellos.

Tres criterios que pueden ser de gran ayuda al elegir la


vestimenta son pulcritud, buen gusto y sencillez. Nadie lo
criticará jamás por tener los zapatos lustrados y el traje
planchado. Pero si así no estuvieran, los quisquillosos de su
congregación podrían sentirse tan molestos que difícilmente
oirán lo que usted esté tratando de decir. Usted podría quejarse
por este énfasis exagerando en el aspecto exterior, pero es
probable que solucione el problema mucho más rápido
lustrando sus zapatos y planchando su traje.

En la próxima sección consideraremos el tercer punto


exterior a tener en cuenta: Los gestos.

222
PREDICA LA PALABRA

EL SERMÓN VISUAL

El predicar es algo que usted realiza no sólo con su


boca, sino con todo su cuerpo. El resultado de algunas
investigaciones indica que cuando uno predica, los oyentes son
influidos en mayor grado por lo que ven que por lo que oyen.
Puede que no nos guste, pero nuestro lenguaje corporal puede
hablar en forma tan audible que la gente difícilmente puede oír
lo que estamos diciendo. Presento aquí cinco buenas maneras de
mejorar el lenguaje corporal en el púlpito.

C U ÍD E SE DE LOS M OV IM IEN TO S R EFLEJO S


Estos movimientos no son propiedad exclusiva del
predicador. Observe al lanzador de béisbol cuando prepara el
tiro, al bateador cuando se alista para la devolución, al jugador
de tenis cuando está por efectuar su saque. Casi invariablemente
cada uno de ellos sigue con exactitud la misma rutina de
movimientos sin sentido exactamente en el momento previo a
poner la pelota en juego. Estos movimientos han sido asimilados
de manera tan profunda que el jugador no es consciente de
ellos, aunque se sentiría extraño sin los mismos.

Da la casualidad que usted también realiza


movimientos sin sentido en el púlpito. Bien puede usted mover
su Biblia o sus anotaciones, acomodar su ropa, introducir y sacar
las manos de los bolsillos o juguetear con sus lentes. Estos
movimientos son probablemente tan inconscientes como
necesarios para usted como los del atleta lo son para él. El
problema radica en que los mismos pueden distraer tanto a los

223
PREDICA LA PALABRA

feligreses que difícilmente puedan ellos hallar tiempo en el cual


concentrarse en el mensaje.

La esposa de un pastor metodista acostumbraba a


alinear a toda la familia para revisar su apariencia antes de salir
para la iglesia. Este ritual incluía desdoblar y revisar el pañuelo
de su esposo. Ella sabía que uno de sus movimientos
inconscientes en el púlpito era el de pasar el pañuelo por entre
los dedos una y otra vez mientras predicaba, y le era bochornoso
pensar qué pasaría si un día el pañuelo tuviera algún agujero.1 Es
probable que su esposa no sepa mucho de teología o retórica,
pero seguramente ella se dará cuenta de esos movimientos
perturbadores en el acto. El único problema es si ella se anima a
decírselo, o si usted le interesa lo suficiente como para tratar de
cambiar.

M EJO RE SU S ADEM ANES EN LA CO N V ER SA CIÓ N


DIARIA
El lugar para aprender a realizar los ademanes
adecuados es la conversación de todos los días. Observe la forma
en que la gente se expresa tan naturalmente con movimientos
corporales como con palabras. Cualquier tono de voz o
movimiento que esté fuera de lugar en una conversación
informal no es adecuado tampoco para el púlpito. El presumir
en este asunto no sólo desconecta a los oyentes sino que
también pone en duda la validez de nuestra experiencia
cristiana. Jesús “se despojó a sí mismo” (Fil. 2:7).

1 En inglés: ...and she was mortified at the thought of his doing it


some day with a “holey” handkerchief.
224
PREDICA LA PALABRA

A SE G Ú R E SE Q U E SU CU ERPO C O N C U E R D E CO N
SU BO CA
¿Debería moverse de un lado a otro del pulpito o de la
plataforma cuando predica? Nada puede distraer tanto a los
oyentes como movimientos sin sentido. Lógicamente, el
momento para moverse de un lado a otro es cuando el sermón
está en ese período cuando transita de una determinada
dirección a otra. En este caso, el movimiento corporal puede
ayudar a visualizar esa transición.

¿Debería inclinarse por sobre el púlpito acercándose al


micrófono? Esto puede transmitir intimidad, y adecuarse a un
llamado. La regla a observar en cuanto a este punto no es
concluyente, pero asegúrese que sus gestos estén reforzando el
mensaje, y no interfiriendo con él. Asegúrese de que su cuerpo
concuerde con su boca.

Mantenga su vista en el blanco

Ya que la vista es la ventana del alma, la misma no


debería estar dirigida al cielorraso, ni a sus anotaciones, sino a la
gente ante la cual usted está mostrando su alma. Nunca permita
que una mala iluminación o vidrios de colores impidan que sus
ojos le hablen a su gente. Si su congregación no puede ver sus
ojos y la expresión de su rostro, es probable que estén perdiendo
la mitad de su sermón.

225
PREDICA LA PALABRA

VÉALO, SIÉN TA LO Y O LVÍD ELO


Véalo. Cuando prepare el sermón, utilice imágenes
mentales con gestos naturales para describir lo que ve. Véase a sí
mismo diciéndolo desde el púlpito. No permita que el Calvario
se encuentre allí arriba a la derecha durante la primera parte del
sermón para luego trasladarlo allá abajo a la izquierda durante el
resto del mismo. El imaginarse a usted mismo viendo la escena
desde el púlpito mientras prepara el sermón le impedirá realizar
tal desatino.

Siéntalo. La mayoría de las veces, poder mejorar los


ademanes en el púlpito es el resultado no tanto de practicar más,
sino de sentir más. Estos sentimientos son expresados, por lo
general, por medio de una mirada radiante, un ceño fruncido,
labios apretados o músculos rígidos al mismo tiempo que el
cuerpo completo habla. Cuanto más dependa de sus
anotaciones, más difícil le será utilizar ademanes adecuados, ya
que sentir el sermón será más difícil mientras dependa de las
mismas.

Olvídelo. Un ademán debe ser el producto espontáneo


de un sentimiento presente o de lo contrario se transforma en
algo forzado para usted y ridículo para la congregación. Cuando
está en el púlpito, concéntrese solamente en tres cosas: Su tema,
su audiencia, y lo que desea que el tema haga por esa audiencia.
De esta forma sus sentimientos y movimientos serán naturales, y
podrá entonces depender del poder del Espíritu Santo para
ayudarlo a presentar a Cristo a sus oyentes.

226
PREDICA LA PALABRA

LA LONGITUD DEL SERMÓN

¿Ya han oído esta historia, no? El predicador, con una


venda en su rostro, está de pie frente a la congregación.
“Disculpen mi aspecto, -dice-. Es que estaba pensando en el
sermón mientras me afeitaba, y me corté”. Después de oír el
sermón, un oyente aconseja: “Pastor, para la próxima, ¿por qué
mejor no piensa en su cara y corta el sermón?”

Aquí viene la advertencia: No es cosa seria que sus


miembros miren sus relojes cuando usted predica, pero tome
cuidado si ellos comienzan a sacudirlos.1

Desafortunadamente, en muchas de nuestras


congregaciones, la necesidad de acortar los sermones no es
ningún motivo de risa.

LOS SER M O N ES LA RGOS M OLESTAN


Es prácticamente imposible terminar un sermón largo
con una conclusión y aplicación efectivas. En el momento en
que el predicador alcanza el clímax de un sermón tal, cuando es
el momento de explicar lo que se debe hacer o de tomar una
decisión, la gente ya ha dejado de escuchar.

1 Note el sentido que tiene esta frase en inglés: “It’s not too serious
if people look at their watches while you preach. But if they shake them,
w a t c h o u t !”

227
PREDICA LA PALABRA

Cualquier parte que haga que el sermón sea demasiado


largo disminuirá la eficacia de todo lo dicho hasta ese momento.
Existe una curva de atención, por lo que se pueden lograr
beneficios hasta que el sermón llega a la parte superior de esa
curva. Entonces, los beneficios comienzan a disminuir. Nosotros
los oradores tenemos la capacidad de predicar hasta que los
feligreses salgan de la iglesia literalmente en peores condiciones
que cuando entraron. Hasta podemos lograr que salgan
enojados.

¿Cuán largo es demasiado largo?

¿Bajo qué circunstancias el sermón llega a ser largo? Es


una pregunta difícil, ya que un sermón puede ser demasiado
largo sin haber sido precisamente largo. El sermón que parece
largo ya es demasiado largo, aunque sea corto.

Los sermones superficiales y sin propósito definido


parecen largos. Cuatro minutos hablando de algo trillado y
obvio pueden ser para la audiencia como 40 minutos de
predicación. Son los sermones variados los que parecen cortos, y
esa variedad puede darse al llevar el sermón del razonamiento a
la emoción, de la argumentación a la ilustración y, en la
presentación, de lo confidente a lo entusiasta. Con todas estas
premisas en mente, concluimos que la vieja norma de la
aprobación de la audiencia puede aplicarse a la mayoría de las

228
PREDICA LA PALABRA

congregaciones y culturas: “Si usted no extrae petróleo en 30


minutos, deje de excavar”.1

TRES M ANERAS DE C O N T R O LA R LA LO N G IT U D DE
SU SERM ÓN
Si desea controlar la longitud de su sermón:

1. Sea estricto con usted mismo. El problema en


cuanto a la longitud del sermón no radica precisamente en
aburridos predicadores que no se dan cuenta que están
demasiado tiempo en el púlpito. No nos lleva mucho tiempo
aprender que una determinada cantidad de material ocupará
una determinada cantidad de minutos.

El problema está en que nos engañamos a nosotros


mismos al preparar el sermón. “Esto es demasiado importante
para dejarlo de lado. Además, no llevará mucho”. De esa forma
agregamos cosas que sabemos muy bien que no deberíamos
incluir. Quitar cosas es difícil, en especial si son ideas propias.
Es un duro trabajo mental decidir cuál es la idea A y cuál es la B.
Pero el predicador que busca la excelencia es inmisericorde a la
hora de preparar el sermón y acorta lo que debe ser acortado,
eliminando así cualquier idea superflua.

2. Predique con empatia. En la oficina donde trabajo,


el día de actividades comienza con el culto matutino. Cuando
era el presidente de la comisión de cultos, solía recibir quejas de

1 El doble significado del original le da un sentido adicional a la


frase: “If you don’t strike oil in 30 minutes, stop b o rin g .”
229
PREDICA LA PALABRA

que demasiados oradores se extendían más allá del tiempo


disponible para ese fin. Todos concordaban en el hecho que
todos tenían que acortar la meditación. Sin embargo, aún los
que se quejaban utilizaban más tiempo del apropiado. Alguien
ofreció una simple pero profunda reflexión: “Cada uno piensa
que él es la excepción”.

Los sermones largos suelen ser evidencia de un


problema subconsciente con el ego. Es vergonzoso admitirlo,
pero todos suponemos que el que nos escuchen es más
importante que cualquier otra cosa que la gente pudiera hacer.

Empatia significa “sentir con”. Un predicador que


respeta esta cualidad comprende que si bien el sermón es la cosa
más importante en el mundo para él en ese momento, él mismo
podría sentirse de manera muy diferente si algún otro estuviera
predicando mientras él trata de calmar a un bebé con los pañales
mojados o si está preocupado porque su cónyuge no cristiano
está esperando en el auto con impaciencia.

3. Concluya de manera precisa. Como solía decir un


anciano de Vermont: “Cuando usted termina de bombear,
tiene que largar la palanca”. Algunas veces nuestros sermones
siguen y siguen sólo porque no hemos planeado cómo
concluirlos. Una conclusión preparada en forma precisa le
ahorrará a usted y a su congregación la frustración del sermón
magallánico: Es el sermón que continúa dando vueltas y vueltas
al mundo mientras la gente ora por llegar a tierra.

La norma concluyente en cuanto a la longitud del


sermón debe ser siempre: Concluya mientras sus oyentes todavía
desean que haya más, y no después que ellos deseen que hubiera habido
230
PREDICA LA PALABRA

menos. Deje de predicar antes que sus oyentes dejen de


escucharlo.

LA PREDICACION DIALOGÍSTICA

Mi corazón comenzó a latir con más rapidez cuando el


autobús donde viajaba entró al pueblito, unos kilómetros al
norte de Detroit, Michigan. Viajaba yo en el medio de
transporte más barato, en la época en que estaba realizando
entrevistas personales con los 16 especialistas en homilética
elegidos por sus colegas como los profesionales más destacados
de todo Estados Unidos en el arte de predicar. Hacía yo esto
como parte de mis investigaciones para mi disertación doctoral
acerca de la enseñanza del arte de predicar. El siguiente de la
lista era Reuwl Howe, director del Institute for Advanced
Pastoral Studies (Instituto de Estudios Pastorales Superiores).

No pasó mucho tiempo antes que me encontrara en la


terminal de ómnibus, con mi instrumento de investigación (una
entrevista de 10 páginas) en una mano y mi grabadora en la otra.
Anhelaba yo que Howe no hubiera olvidado su promesa de
enviar alguien a buscarme.

Un hombre alto y sencillo, probablemente cincuentón,


se me acercó y se presentó. Me sentí muy sorprendido y
halagado al mismo tiempo: El mismo había venido a buscarme.
La hora que pasamos charlando en su auto y las dos horas de
entrevista en su estudio cambiarían mi modo de ver la
predicación.
231
PREDICA LA PALABRA

Yo había pasado cientos de horas en clases de


comunicación, algunas en el Seminario Garrett, y otras (la
mayoría) en la Northwestern University. Las palabras en boga
eran diálogo y dinámica de grupos. Howe me ayudó a relacionar
toda esa teoría con la vida práctica de la congregación local.
Comencé a tener entonces una idea de la absoluta necesidad
que existe en la iglesia en general, y en la predicación en
particular de dialogar más.

EL DIÁLO G O H ACE PO SIBLE A PREN D ER Y


A C ER C A R N O S MÁS U N O S A O TRO S
Las investigaciones en comunicación no dejan de
enseñarnos que ésta debe darse en dos direcciones
(Retroalimentación), si es que se quiere lograr una comprensión
óptima, aceptación e internalización. Pero el diálogo no sólo nos
ayuda a mejorar nuestra comprensión del contenido; nos
entendemos mejor unos a otros y aún a nosotros mismos una
vez que hemos compartido nuestras ideas y sentimientos.

Cada pastor quiere que sus miembros de iglesia se


sientan más cercanos a él y unos con otros. Este acercamiento
puede ser una realidad; esta idea de comunidad crece, cuando la
gente dialoga abiertamente y a menudo. Decía Howe: “Dialogar
es para el amor lo que la sangre es para el cuerpo: Cuando la
sangre deja de correr, el cuerpo muere”.

232
PREDICA LA PALABRA

LA IG LESIA DEBE U SA R MÁS A M EN U D O EL


M ÉTO DO D IA LO G ÍSTIC O
El cristianismo no ha pasado por alto la importancia
del diálogo. La mayoría de los sermones predicados por Jesús y
los apóstoles fueron precedidos o seguidos por una
conversación. El diálogo fue reemplazado por la oratoria recién
cuando las escuelas de oratoria de occidente se ocuparon del
mensaje evangélico. En décadas recientes, la Escuela Sabática ha
jugado un papel irremplazable, uniendo a las personas para
estudiar la Biblia y dialogar. Hoy en día, muchas iglesias están
reviviendo la discusión grupal por medio de un renovado énfasis
sobre las reuniones filiales y los grupos de estudio de la Biblia.

La discusión grupal es un excelente recurso didáctico,


en especial en religión, donde la teoría debe ir siempre
acompañada de la práctica. Una de las mejores maneras en que
la gente puede aprender acerca del cristianismo es a través de las
experiencias de sus compañeros, o sea por medio del diálogo.

¿Significa esto que la discusión grupal debería


reemplazar la predicación? Esta sugerencia tiene varios puntos
débiles: En primer lugar, es verdad que los grupos ideales
constituyen una forma de compartir el cristianismo. Sin
embargo, cualquiera que haya estado alguna vez en una
discusión grupal en la iglesia sabe muy bien que los grupos
ideales son casi inexistentes.

En segundo lugar, sin dejar de reconocer que el diálogo


es la manera ideal de aprender, debemos también reconocer que
la predicación constituye a menudo una mejor forma de
motivar. Y sin pasar por alto la importancia del aprendizaje, la

233
PREDICA LA PALABRA

mayoría de los cristianos necesitan que los motiven aún más de


lo que necesitan que les enseñen. Los miembros no vienen a la
iglesia tanto para aprender acerca de lo que nunca han oído
como para ser motivados a hacer lo que ellos ya saben que
deberían lograr. Todavía tenemos necesidad de la predicación,
en especial de esa clase de predicación basada en el principio
dialogístico.

LA PRED ICA CIÓ N DEBE UTILIZAR SIEM PRE EL


PRINCIPIO D IA LO G ÍST IC O
Para que haya diálogo, cada participante debe hablar y
también escuchar. Es verdad que la predicación es básicamente
un método monológico de comunicación. Sin embargo, la gran
contribución de Howe fue enfatizar que la predicación podía y
de hecho debe guiarse por el principio dialogístico. La
predicación dialogística se da cuando los predicadores hablan a
sus oyentes solamente después de haberse detenido a
escucharlos. Cuando han oído acerca de las cosas que los hacen
sufrir, entonces sus sermones se ocuparán de esas preguntas y
respuestas que responden a las necesidades de los oyentes.

Dice Howe para terminar: “¡Cuán trágico es que ellos


(los predicadores) no comprendan que antes de preparar y
predicar sus sermones necesitan entender las intenciones, los
pensamientos, las preguntas, la forma de ver las cosas, los
intereses y las motivaciones de su congregación; y por lo tanto,
sus sermones, lejos de ser la obra del ingenio del momento,
constituyen tan sólo una contribución preliminar al sermón que

234
PREDICA LA PALABRA

se forma en la mente de cada oyente a medida que responde de


manera particular a lo presentado por el predicador!

En la próxima sección vamos a sugerir algunas


respuestas a la pregunta: “¿Cómo puedo hacer para que mi
predicación sea más dialogística?”

COMO LLEGAR A SER UN PREDICADOR


DIALOGÍSTICO

Si intentamos realizar una analogía comparando el


servicio de adoración con la actividad teatral, coincidiríamos por
el general en que el actor representa al predicador; el apuntador
que guía al predicador durante su “actuación” a Dios; y la
audiencia, a la congregación.

Pero esto no es así. Para la adoración verdadera, la


congregación es el actor, el predicador es el apuntador, y Dios es
la audiencia. El sermón no es algo que hacen los predicadores
para las personas, sino algo que ellos hacen con las personas para
Dios. Por lo general, el sermón se rige por el método
monológico, pero siempre debe tener en cuenta el principio
dialogístico: Una conversación entre al menos dos personas,
cada una de las cuales comunica sus pensamientos y escucha los
de los demás individuos. Si quiere llegar a ser un predicador más
dialogístico:

235
PREDICA LA PALABRA

O BSERV E A LAS PERSONAS


Los predicadores dialogísticos necesitan tener la cabeza
en el cielo, pero los pies en la tierra. Necesitan hallar un mensaje
divino, una respuesta del cielo al dilema humano. Pero también
necesitan conocer a las personas de tal manera que puedan
mostrarles de qué formas esa respuesta divina puede actuar no
importa dónde esté cada una de ellas. Willard Sperry dijo: “Los
predicadores de éxito, exitosos en el mejor sentido de la palabra,
no son de ninguna manera los eruditos más capaces, sino que
son hombres que triunfaron porque fueron capaces de unir su
comprensión de la religión en lo abstracto mediante un
conocimiento de la naturaleza humana en lo concreto”.1

CO N O ZCA A SU C O N G R EG A C IÓ N
Los predicadores dialogísticos deben tener un
conocimiento general de las personas, y lo que es más
importante, deben conocer a su propia congregación en
particular.

La mayoría de los predicadores hablan demasiado y


escuchan poco. Y demasiados predicadores preparan sus
sermones usando solamente los ojos, o sea, extrayendo todo el
contenido de diferentes libros. Estos predicadores saben mucho
acerca de los personajes bíblicos, pero muy poco acerca del
carácter de los miembros de su congregación. Parecen saber más
acerca de Jerusalén que de la ciudad donde sus miembros

1Willard L. Sperry, H e P roph esy in P a r t ( E n p a r te p r o fe tiz a m o s) (New


York: Harper and Brothers, Pub. 1938), págs. v, vi.
236
PREDICA LA PALABRA

trabajan y adoran a Dios. Se han acostumbrado a escuchar muy


poco.

Si desea predicar dialogísticamente, prepare el sermón


al comienzo de la semana. Utilice esos momentos para hallar lo
que Dios y el Espíritu Santo anhelan que, mediante usted, sea
transmitido a su congregación el fin de semana. Entonces, pasee
con el sermón por su distrito. Si luego de varios días de
visitación y actividades pastorales usted no encuentra
ilustraciones y aplicaciones prácticas de su sermón sucede que, o
bien no está escuchando a sus miembros, o su sermón no vale la
pena de ser predicado.

Permanezca en la puerta de la iglesia mientras la gente


entra a la misma. Extiéndale la mano, mírela a los ojos,
familiarícese con sus inquietudes. Tenga en cuenta las
necesidades que su sermón podría satisfacer. Y observe mientras
predica. Sus miembros están dialogando con usted cuando
asienten con la cabeza, cuando sonríen, o fruncen el ceño, o
cuando dejan de atender y se ponen inquietos.

ESTIM U LE LA PARTICIPACIÓN
Anuncie el pasaje bíblico e invite a los miembros a
leerlo y a venir entonces a una reunión donde puedan compartir
sus ideas, ilustraciones y aplicaciones prácticas del texto.

En sus sermones, use preguntas retóricas. Pruebe el


sermón en diálogo compartiendo el púlpito con otro orador.
Uno de los dos podría cumplir la función del oyente haciendo
preguntas con respuestas que la congregación estaría interesada
237
PREDICA LA PALABRA

en conocer. De vez en cuando, realice una encuesta entre los


miembros para descubrir necesidades comunes o temas de
preferencia.

PROM UEVA LA RETRO A LIM EN TA CIÓ N


Esta es la parte más difícil de la predicación
dialogística. De hecho, la mayoría de los predicadores la pasan
por alto. Una vez que hemos terminado de predicar, queremos
que nos feliciten, no que nos critiquen.

Forme un grupo para discutir el grado de eficacia


comunicativa del sermón. Pida al grupo que grabe la discusión
de manera que usted pueda oírla más tarde. Otra opción es
realizar una encuesta entre los miembros de su congregación
preguntándoles: “¿De qué manera este sermón afectará su vida
en la semana entrante?” Hacia el fin del mismo designe un
miembro que responda en nombre de toda la congregación.
Invite a voluntarios que deseen responder: Una reunión de
testimonios podría parecer algo anticuado, pero si se la conduce
de manera apropiada, puede convertirse en algo tan actual como
el énfasis dado en estos días al diálogo. Párese en la puerta y
escuche a la gente a medida que se retiran de la iglesia.

Sucede a menudo que las personas reciben algo muy


diferente de lo que pensamos que estábamos dando. Esto por sí
solo debiera convencernos que predicar se asemeja más a la tarea
del apuntador que a la del actor, de manera que si el orador no
se había propuesto determinada aplicación, estuvo ayudando de
todas formas a que el “actor” se comunicara con la “audiencia”.

238
PREDICA LA PALABRA

Los desafío a romper el antiguo molde. Experimente.


Prepare su sermón con anticipación, visite mucho, escuche
atentamente. Conviértase en un predicador dialogístico.

LA UTILIZACIÓN DE CITAS EN LA PREDICACIÓN

Era mi primer año en el ministerio, y tenía el privilegio


de trabajar como ayudante del pastor A. O. Sage. Acababa él de
predicar y yo me encontraba a la entrada del templo saludando
cordialmente a las personas a medida que se retiraban del
mismo. Un miembro de la congregación se me acercó y me
preguntó si yo podía responder a una pregunta teológica que
tenía para hacerme.

Yo estaba más que deseoso de responder, especialmente


cuando me di cuenta que su pregunta era más bien simple. Yo
sabía la respuesta, por lo que le respondía con toda elocuencia.
Mientras hablaba, él asentía seriamente. Yo estaba seguro que
estaba desvaneciendo todos sus interrogantes. Cuando terminé,
él continuó asintiendo. “Ya veo, -dijo-, es de lo más interesante.
Sabe, me gustaría que el pastor Sage respondiera esta pregunta
algún día”.
Yo sigo creyendo que mi respuesta fue casi tan buena
como la que mi supervisor, por cierto con más experiencia,
podría haber dado. Lo importante aquí es notar que eso no hizo
la diferencia. Está claro que mi oyente no me consideraba una
persona de autoridad, por lo tanto, no podía aceptar la
autoridad de mi respuesta.
239
PREDICA LA PALABRA

¿Por qué citar?

Para añadir autoridad a lo que dice. W. E. Sangster


decía: “Una cita que sustente la posición del predicador puede
ser extremadamente útil cuando el mismo presenta su punto de
vista acerca de un tema que podría llegar a ser polémico para la
mente de sus oyentes. Aún en ese caso la cita debe estar
suscripta por un nombre famoso”. Es probable que los
predicadores jóvenes necesiten hacer uso de citas con más
frecuencia que los más experimentados. Cuanto menos
autoridad se tiene, más se deben usar citas.1

Para expresar m ejor una idea. Si alguien ha creado


una frase que expresa con exactitud y en forma notable lo que
usted está tratando de decir, cítela.

¿Cómo citar?

D e manera comprensible. No emplee una gran


cantidad de estadísticas. Usadas con cautela, pueden causar el
efecto deseado. Pero si son copiosamente utilizadas, pueden
llegar a ser aburridas y difíciles de entender.

La poesía puede agregar una pincelada artística a su


sermón, pero debe asegurarse que la está usando porque es

1 Realicé un estudio de 50 sermones, hallando que cada uno de ellos


citaba un promedio de seis veces la Biblia. El 75% de esas citas eran del
Nuevo Testamento y el otro 25%, del Antiguo. Hallé que los mismos tenían
relativamente pocas citas de otras fuentes no bíblicas. Sólo un sermón de
cada cuatro citaba algún poema, y únicamente uno de cada dos tenía alguna
cita de otras fuentes.
240
PREDICA LA PALABRA

significante para sus oyentes, y no porque a usted le gusta. La


mayoría de las poesías fueron escritas pensando más en los
lectores que en los oyentes. Por lo tanto, podría ser tan
profunda que necesitará de estudio y reflexión para ser
cabalmente comprendida. Usted puede hacer eso cuando la lee
en su estudio; sus oyentes no pueden hacerlo mientras la
escuchan en sus asientos.

Con honestidad. Usted puede emplear algunas ideas


aquí y allá y no mencionar al autor de las mismas sin dejar de ser
honesto. Pero no será honesto de su parte el emplear un
número significativo de palabras o el argumento y organización
de un capítulo sin reconocer a su autor.

La honestidad y la exactitud requieren cuidadosas


anotaciones cuando usted está estudiando su tema. Es una gran
molestia tomar nota de todas las referencias bibliográficas, pero
si usted considera o quiere estudiar ese tema más adelante,
valorará tener toda la información, incluyendo la biblioteca de
donde extrajo determinado libro.
Con brevedad. Cuando usted usa otro libro aparte de
la Biblia en el púlpito, los oyentes están propensos a preguntarse
si usted lo hace porque no se tomó el tiempo de preparar el
sermón. Un libro constituye una señal casi segura de que usted
planea utilizar citas extensas, y los oyentes dejan de escuchar la
lectura de citas extensas.

La brevedad concentra. Siéntese al sol, y la tibieza del


mismo lo llevará seguramente a adormecerse. Pero tome una
lupa y concentre la misma luz en un sólo punto sobre su brazo, y
al momento notará la diferencia. Lea una extensa cita desde el

241
PREDICA LA PALABRA

pulpito, y verá sin ninguna duda que los oyentes comienzan a


dormitar. Pero concéntrese en sólo una parte de la misma cita, y
seguramente notará la diferencia.

No lea el párrafo completo si a usted le interesa sólo


una oración del mismo. No lea la oración completa si es una
sola la frase que tiene la significación que usted busca. Por
supuesto, usted tiene que tratar de no utilizar frases fuera de
contexto. Pero lo que quiero decir es que si usted está hablando
acerca de la idea A, cite sólo lo que tiene que ver con A, aún si
el hacer esto significa utilizar sólo una parte de la oración. No
permita que sus citas induzcan a los oyentes a divagar hacia B, C
o D. La brevedad concentra.

Para motivar. Un sermón no es un trabajo de


investigación. El principal objetivo del sermón no es
precisamente probar algo. Sí, existe un momento apropiado para
dar pruebas de Cristo y del cristianismo. Pero la mayoría de los
que escuchan sus sermones ya están convencidos que deberían
querer hacerlo. Los predicadores debieran probar lo que
enseñan, pero en primer lugar debieran preocuparse por motivar
a sus oyentes.

Cite de fuentes respetadas y admiradas por sus oyentes,


y no de aquellas significantes sólo para usted. De esta manera,
sus citas no sólo probarán algo, sino que serán una motivación
para su congregación.

EL PREDICADOR PERSUASIVO

242
PREDICA LA PALABRA

Predicar es persuadir. Esto podría sonar algo mundano


o muy especulativo, pero no tiene por qué ser así. Cada vez que
usted pasa al púlpito espera persuadir a las personas de alguna
verdad bíblica, o persuadirlos acerca del valor de esa verdad, o
persuadirlos para que actúen de acuerdo con la misma. Predicar
es persuadir.

Entonces, ¿cómo hacerlo? Los griegos, quienes fueron


los primeros en desarrollar el arte de hablar en público,
coincidían en que el orador cuenta con sólo tres métodos de
persuasión apropiados. El primero es logos: Lógica,
argumentación. A la mayoría de los predicadores les gusta este
método, pero demasiados de ellos suponen erróneamente que
un sólido razonamiento es todo lo que se necesita para
convencer a las personas.

El segundo medio de persuasión es pathos: Emociones,


sentimientos. A nosotros los predicadores nos cuesta admitir
que la gente está más dispuesta a hacer algo por sentimiento que
por uso de razón. Sin embargo, somos conscientes de que la
emoción es peligrosa. El razonamiento sin sentimientos da
escasos resultados. Los sentimientos sin razonamiento pueden
producir resultados desastrosos. Lo que buscamos es ese
razonamiento que abre paso a los sentimientos.

Pero existe una tercera forma que puede usar el


predicador para persuadir a las personas. Los griegos la llamaban
ethos. El carácter del predicador, según lo percibe la audiencia.
Concentrémonos en esta tercera forma de persuasión, tantas
veces ignorada por los oradores: El carácter del predicador según
lo percibe su congregación.

243
PREDICA LA PALABRA

Es fácil ver los tres métodos de persuasión ilustrados en


forma dramática cada vez que se realizan elecciones políticas.
Invariablemente, cada candidato habla acerca de su plan de
gobierno (logos), entonces se envuelve en la bandera o besa al
bebé de un votante (pathos). Pero por medio de eso los oyentes
están tratando de obtener otras respuestas. “¿Qué clase de
hombre es éste?” “¿Vale la pena creer en lo que está diciendo?”
“¿Puedo confiar en él?” A menos que un candidato pueda lograr
que la mayoría de los votantes respondan a estas preguntas ethos
positivamente, es muy improbable que sea electo.

Si un político debe convencer a su audiencia de que él


es un buen hombre antes de que crean en su mensaje, ¡cuánto
más se aplica esto al predicador! No me malinterprete: Esto no
significa que el orador se encuentra en una competencia de
popularidad, ya que su objetivo es vincular los corazones de sus
oyentes con Cristo, no consigo mismo. Pero nadie es conducido
a Cristo por una persona que no le cae bien. Esto significa que
el lograr la buena concordancia con la audiencia debe ser una
prioridad para todo predicador. Sin embargo, alcanzar este
objetivo no es tan sencillo. Aquí le digo por qué.

Los mensajes relacionados con nuestra persona que creemos


estar enviando no son necesariamente los mensajes que están
recibiendo nuestros oyentes
Cuando la grabación en cintas de video estaba
comenzando a ser utilizada por aficionados, me encontraba
enseñando en la universidad, y decidí probar con ella usándola
como un medio que me ayudara a enseñar a predicar. Con el

244
PREDICA LA PALABRA

tiempo, la institución adquirió una filmadora. Ahora los


predicadores alumnos podían verse a sí mismos de la misma
forma en que su audiencia los veía. Era excitante y de alguna
manera provechosa, pero con el tiempo abandonamos el
método. Estos predicadores jóvenes se sintieron abrumados al
notar los mensajes involuntarios que transmitían sus voces, su
apariencia y sus movimientos reflejos. Los mensajes ethos que
ellos creían estar enviando eran tan diferentes de los mensajes
que notaban en ellos mismos que difícilmente soportaban oír
sus propios sermones.

Imagine que usted tiene en su púlpito una cajita negra.


En esa cajita hay una lista de rasgos de carácter, cada una con un
pequeño botón debajo. Detrás de cada asiento y delante de cada
adorador hay otras cajitas negras, iguales a las de usted con la
diferencia que tienen lucecitas en lugar de botones.

Usted comienza a predicar, preocupado porque su


congregación lo vea como una persona amable y solícita, de
manera que toma su cajita y presiona el botón que está debajo
de Amigable. Usted así lo hace, dando por sentado que la lucecita
Amigable se encenderá en los tableros de sus oyentes, pero en su
lugar, en la mayoría de ellos se enciende Aparatoso. Usted
presiona Tierno en su púlpito, y Débil y Amanerado aparecen en
los asientos. Usted presiona Espiritual, y ellos pueden recibir Poco
Práctico o Mente Estrecha. Entusiasta puede convertirse en
Demasiado Sentimental, Talentoso en Engreído, Erudito en Insulso o
Retraído y Dinámico en Enojado. Ellos bien pueden no estar
recibiendo lo que usted cree que les está mandando.

245
PREDICA LA PALABRA

Está claro que usted siempre tendrá algunos dentro de


su congregación que tienen sus cajas negras con conexiones tan
deficientes que obtienen mensajes absolutamente diferentes de
absolutamente todos los oradores. Sólo debemos tratar de
entender y amar esas personas. Pero si demasiados de ellos
están recibiendo mensajes ethos equivocados, es porque usted
les está enviando esos mensajes erróneos.

En la próxima sección nos ocuparemos de explicar


algunas de las formas en que los predicadores pueden crear un
buen ethos con sus congregaciones. Recuerde: Nadie es
conducido a Cristo por una persona que no le cae bien.

Juancito llega a su clase bíblica patinando, con mirada


vivaz, peinado con raya al costado y cubierto del sudor
proveniente de su más reciente confrontación con la vida. La
maestra ha preparado con mucho esmero una historia acerca de
Jesús, y se ha ocupado sabiamente de conseguir los más
modernos métodos visuales que le ayuden a contar la historia de
la mejor forma.

El tiempo pasa, la historia se termina y la clase llega a


su final, mientras la maestra mira a Juancito salir corriendo del
aula. ¿Alcanzó ella a ayudarlo de alguna forma a amar un poco
más a Jesús?

Bueno, veamos qué dicen las investigaciones acerca de


lo que más cuenta a la hora de cambiar la actitud de Juancito
hacia Jesús. ¿Habrá sido la historia? No. ¿Serán las ayudas
visuales usadas? No, ni siquiera los métodos visuales. Entonces,
¿cuál fue el factor más influyente en su cambio de actitud?

246
PREDICA LA PALABRA

Créase o no, fue la actitud de Juancito hacia su maestra mientras


ella le contaba la historia.

Cada vez que nos ponemos de pie para predicar, al


igual que la maestra, anhelamos convencer a nuestros oyentes de
amar y seguir a Jesús. Podemos lograrlo mediante la
argumentación racional o apelando a las emociones. Sin
embargo, nos guste o no, la mayor parte depende de la actitud
de nuestros oyentes hacia nosotros mientras estamos hablando.
Si usted no le cae bien a sus oyentes, será una misión casi
imposible para usted guiarlos a amar a Cristo.

A continuación presento algunos puntos que pueden


ayudar a que nuestra audiencia se sienta bien con nosotros, de
manera que podamos ayudarlos a amar a Cristo:

SEA SO LÍC IT O
La actitud del oyente hacia un orador por lo general
aceptado depende en gran medida de lo que ese oyente cree que
va a ser la actitud de dicho orador hacia él: “Ámame, y yo te
amaré”. Esto se duplica si el oyente percibe de alguna forma que
es inferior al orador.

Haga saber a su congregación que usted se preocupa


por ellos. Para lograr esto, cuente alguna cosita acerca de otras
iglesias donde trabajó. El mencionar otras iglesias es como
contarle a su segunda esposa acerca de la primera.

247
PREDICA LA PALABRA

SEA SER V IC IA L
Todo animal ama a quien lo alimenta. Provea a su
congregación de una completa dieta de alimento espiritual y
seguramente lo amará.

SEA A U T ÉN T IC O
Mientras está predicando, no hay cosa más devastadora
que mirar a su esposa, a su hijo o a un amigo y darse cuenta que
ellos saben que usted no vive en privado lo que predica en
público.

SEA D IG N O DE CONFIANZA
Si la idea central de su sermón proviene de un libro,
sea honesto. Si cita determinado hecho, sea exacto. Si cuenta
una historia, no exagere. Asegúrese que las ilustraciones de su
sermón no traicionen confidencias.

SEA LA BO RIO SO
La mayoría de la gente trabaja al menos cinco o seis
días a la semana. Si ven al predicador sólo un día a la semana, es
probable que piensen que ese es el único día en que trabaja, y
puede ser que reaccionen como esa dama que dijo que su pastor
tenía un problema con in: El era invisible durante la semana e
incomprensible durante el fin de semana. Lo que sucede es que

248
PREDICA LA PALABRA

los predicadores invisibles que rara vez se mezclan con las


personas están más propensos a tornarse incomprensibles.

TEN G A ESPERANZA
Tenga esperanza en lo que sus oyentes pueden lograr
por medio de Cristo. Si usted pierde la fe en las personas, su
ministerio fracasará.

Tenga esperanza en el futuro. Cristo murió. Cristo vive.


Cristo está volviendo. ¿Cómo puede ser negativo un predicador
cuando hay tanta esperanza en Cristo?

Tenga esperanza en su predicación. Los predicadores


jóvenes esperan demasiado de su predicación. Cuando
ingresamos al ministerio, esperamos milagros, y está bien que así
sea. Pero el milagro de un roble que crece lentamente es tan
grande como el del diente de león que crece de la noche a la
mañana. Tenga paciencia con las personas que crecen
lentamente: El roble es más fuerte que el diente de león.

El predicar a una congregación es como arrojar baldes


de agua en una sala llena de recipientes. Algunos son jarras de
boca ancha y otros botellitas de gaseosa. No se desanime si la
mayor parte del agua termina en el suelo. Anímese al ver que
unas pocas se llenan. Tenga esperanza en que al menos un
poquito caerá dentro de cada una.

SEA C R IST O C É N T R IC O

249
PREDICA LA PALABRA

Diga, como Pablo: “Pues me propuse no saber entre


vosotros cosa alguna sino a Jesucristo, y a éste crucificado”
(1Cor. 2:2). El mantenerse cerca de Cristo lo ayudará a acercarse
también a su congregación:

TABLA HOMILÉTICA

Ejemplo de un sermón estructurado según

los principios de esta obra

Edgardo D. Iuorno

TEMA El Remanente Puro

TEXTO Génesis 6:1-4; 8,9.

TITULO COMBINACIÓN FATAL

PROPÓSITO ESPECÍFICO Mantenerse puro de las


influencias del mundo

PROPÓSITO GENERAL Sermón de Fidelidad

INTRODUCCIÓN Es una cuestión de elegancia


combinar bien la ropa:
colores, texturas, y estilos. Sin
embargo hay prendas que no
combinan con nada! Si el
pueblo de Dios fuera una
prenda, podríamos decir que
no combina con nada de lo

250
PREDICA LA PALABRA

que lo rodea. Dios lo ha tejido


con sus propias manos
laceradas para que sea único y
especial. ¡Si se mezclara con
otro pueblo tal combinación
sería fatal!

PROPOSICIÓN El pueblo de Dios se


mantendrá puro si respeta los
principios divinos.

PREGUNTA DE ¿Qué principios debe respetar


TRANSICIÓN el pueblo de Dios?

FRASE DE TRANSICIÓN Notaremos tres principios


importantes basados en un
texto que hace ver porque se
desató el primer gran juicio
sobre la tierra, el diluvio.

PALABRA REGULADORA Principios

I DIVISIÓN

LECCIÓN No gobernarse por los


sentidos

TEXTO PRUEBA 6:2 a

ILUSTRACIÓN

APLICACIÓN Cuando nuestros sentidos


mandan ellos nos llevan lejos

251
PREDICA LA PALABRA

de Dios. No debemos dejarnos


llevar por nuestros sentidos
sino por la Palabra de Dios. (1
Juan 2:16,17)

II DIV]1SIÓN

LECCIÓN Elegir lo que Dios desea

TEXTO PRUEBA 6:2 b

ILUSTRACIÓN

APLICACIÓN Si elegimos lo que Dios desea


podremos tener plena
felicidad. Lo demás comienza
dulce pero termina amargo.

III DIVISIÓN

LECCIÓN Quien no lucha por Dios


lucha contra El.

TEXTO PRUEBA 6:3, 8,9.

ILUSTRACIÓN

APLICACIÓN El mundo antediluviano creyó


ser más que Dios, imponiendo
su gobierno humano y estilo
de vida. Hasta pretendió
mezclar lo bueno con lo malo.
Solo Noé, quien luchó por

252
PREDICA LA PALABRA

Dios 120 años, pudo salvarse


junto a su familia. Los demás
rebeldes perecieron.

CONCLUSIÓN

Recapitulación El pueblo de Dios no debe


mezclarse con el mundo,
porque tal combinación le
resultará fatal. Si nuestros
sentidos nos gobiernan,
elegimos según nuestro
antojo, y somos remisos en
cumplir la misión asignada no
tenemos manera de
conservarnos puros como
remanente. Solo una familia
quedó del remanente luego
del diluvio. Los demás
perecieron por mezclarse con
el mundo.

Aplicación Si quieres llevar tu familia al


cielo somete tus sentidos a la
Palabra de Dios, elige lo que
Dios aprueba y lucha por su
causa. Aunque tengas todo el
mundo en contra por ser fiel
tendrás un lugar donde lo
impuro no puede morar.

253
PREDICA LA PALABRA

Apelación Agradece a Dios por ser parte


de su pueblo y pídele que te
ayude a ser más fiel.

254
PREDICA LA PALABRA

TÍTULOS DE LIBROS DESCUBRA EDICIONES

https:// descubraediciones.wordpress .com

1. Abraza La Misión
2. Hazañas Del Espíritu Santo
3. Corte Con El Cigarrillo
4. Dios En La Realidad Humana
5. Maravillosa Salvación
6. Así Dice El Señor: El Don De Profecía En Las Escrituras
7. Adventismo En Debate
8. Dilemas Eticos Contemporáneos
9. Más Sublime Que Los Cielos: Estudios Exegéticos Y
Teológicos Sobre La Carta A Los Hebreos
10. Teología Hoy: Antología De Materiales, Investigaciones Y
Monografías Sobre Problemas Teológicos Candentes
11. Fe Viviente: Comentario Bosquejado De Romanos
12. Descubra Romanos
13. Descubra Jeremías
14. Este Es El Camino: Comentario Bosquejado De Jeremías
15. Profeta Del Evangelio: Comentario Bosquejado De Isaías
16. Asalto A La Fortaleza: La Dinámica Evangelizadora
Adventista A Inicios De Los 60
17. Para Que El Mundo Conozca: Avances Adventistas En 1970
18. Cruzada A Mitad De Siglo: El Desarrollo Del Adventismo
Sudamericano A Inicios De Los Añ 50
19. Adventismo Nn: El Impacto De Las Nuevas Tendencias De
Interpretación Profética En La Iasd
20. Reunir O Desparramar: Ministerios De Apoyo Y Ministerios
Independientes En La Iasd

255
PREDICA LA PALABRA

21. La Mies Es Mucha: Conceptos Inspirados Para Ganar Más


Almas
22. La Soga Y La Plomada: Comentario Bosquejado De Oseas Y
Amós
23. Fondos Para Servir: El Arte De Pedir Para Dar, Y Las
Posibilidades De La Recolección Adventista
24. Gente De La Palabra: Luchas, Victorias Y Milagros De La
Evangelización Pública Adventista
25. Portavoces Del Mensaje: Hombres Decisivos En El
Evangelismo Público Adventista
26. Mensajeros De Valor: El Intrépido Colportaje Adventista
De Inicios De Los 60
27. Noventa Días De Poder: El Apogeo Del Evangelismo
Público Adventista
28. Todo Un Mundo Por Ganar: El Perfil Del Ministerio
Adventista En Los Inicios De La Obra En Sudamérica
29. Pagados Y Contados: Comentario Bosquejado Del Libro De
Los Números
30. El Mesías En Acción: Comentario Bosquejado Del
Evangelio De Marcos 1:1 A 4:29
31. Construyendo El Reino: Comentario Bosquejado Del
Evangelio De Marcos 4:30 A 9:41
32. El Hombre A Quien Dios No Quiso Ayudar: Comentario
Bosquejado De Marcos 9:42 A 16:20
33. Encrucijadas En La Biblia: Pasajes Bíblicos Complejos
Enfocados Por Diferentes Métodos Hermenéuticos
Contemporáneos
34. La Palabra Permanece: Revelación, Inspiración Y Doctrina
De La Escritura

256
PREDICA LA PALABRA

35. Un Pueblo, Un Libro, Un Mensaje: Sermones Que Exaltan


La Vigencia Y El Poder De La Palabra De Dios
36. Con Dios A La Conquista: Comentario Bosquejado Del
Libro De Josué
37. Corazón De Fuego: La Historia Del Pastor Daniel Belvedere
38. El Pueblo Del Pacto: Hechos Destacados En La Historia De
Israel
39. Inquirir Para Cumplir: Antología De Estudios Exegéticos
Del Antiguo Testamento
40. De Profetas Y Milagros: Comentario Bosquejado Del
Segundo Libro De Los Reyes
41. Del Texto Al Púlpito: Ejercicios Exegéticos Para Una Mejor
Homilética
42. Misión Diversa: La Obra Adventista En Argentina A
Mediados De Los Ochenta
43. Jesús Todo Lo Llena En Todos: Comentario Bosquejado De
La Carta A Los Efesios
44. El Trono Es Del Señor: Comentario Bosquejado Del Primer
Libro De Los Reyes
45. Heraldo De La Felicidad: La Historia Del Pastor Francisco
Scarcella
46. Dios Sana A Su Cuerpo: Comentario Bosquejado De La
Primera Carta A Los Corintios
47. Él Viene Con Las Nubes: Estudios Exegéticos Y Teológicos
Sobre El Apocalipsis
48. Rumbo A Un Mundo Nuevo: Estudios Exegéticos Y
Teológicos Sobre El Apocalipsis
49. La Palabra Bien Trazada: Estudios Exegéticos Del Nuevo
Testamento.
50. El Espíritu Escudriña: Estudios Exegéticos Del Nuevo

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PREDICA LA PALABRA

Testamento
51. Las Arras Del Espíritu: Comentario Bosquejado De La
Segunda Carta A Los Corintios
52. Rueda Sobre Ruedas: Comentario Bosquejado Del Libro De
Ezequiel
53. Dilo En Las Montañas: La Obra Adventista En La Región
De Cuyo
54. Un Siglo Iluminando: Inicios De La Misión Adventista En
La Ciudad De Paraná
55. El Precio De La Profecía: Louis Were Y La Profundización
Del Historicismo Adventista
56. Predicando En El Aire: Pioneros De La Radiofonía
Adventista En Sudamérica Y El Mundo.

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