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El paso siguiente fue separar los metales y situados en una serie de vasijas que
contenían una solución ácida. Como puede verse en la figura 7, los metales a y
b se conectaban alternativamente con alambres conductores. Esta fue la
primera batería eléctrica de Volta, precursora de la actual batería de los
automóviles que consta de seis células de plomo óxido de plomo y ácido
sulfúrico diluido, conectadas en serie.
Figura 7. Batería de Volta formada por tres células en serie (a, cobre; b,
zinc).
Conclusiones
Hoy sabemos que tanto Volta como Galvani tenían parte de razón y parte de
error en sus razonamientos. Volta negó correctamente la existencia de
"electricidad animal" en las ranas disecadas de Galvani. Pero se equivocó al
admitir que la corriente eléctrica procedía del contacto simple de los dos
metales, pues realmente el flujo de electrones que constituye la corriente es
debido a las reacciones químicas de tipo redox que tienen lugar entre estos
metales y la solución salina (orgánica o inorgánica) que les rodea. Tampoco
era cierta su afirmación de que todo efecto electro fisiológico exige dos
metales distintos como fuente de corriente. Hoy es bien sabido que en la
mayor parte de las células animales se crean diferencias de potencial a causa
de las diferentes concentraciones iónicas que existen a ambos lados de sus
membranas. Galvani estaba convencido de que el cerebro, los nervios y los
músculos de los animales funcionan mediante la acción de fuerzas eléctricas,
pero no supo -¡hace ya más de 200 años! interpretar correctamente sus
experiencias. Los electrocardiogramas y electroencefalogramas están basados
en estas fuerzas eléctricas de origen biológico.
Bibliografia
Luigi Galvani.
El médico había descubierto este fenómeno mientras disecaba una pata de rana, su bisturí
tocó accidentalmente un gancho de bronce del que colgaba la pata. Se produjo una pequeña
descarga, y la pata se contrajo espontáneamente. Mediante repetidos y consecuentes
experimentos, Galvani se convenció de que lo que se veía eran los resultados de lo que
llamó "electricidad animal". Galvani identificó a la electricidad animal con la fuerza vital
que animaba los músculos de la rana, e invitó a sus colegas a que reprodujeran y
confirmaran lo que hizo.
Así lo hizo en la Universidad de Pavía el colega de Galvani, Alejandro Volta, quien afirmó
que los resultados eran correctos pero no quedó convencido con la explicación de Galvani.
Índice
[ocultar]
1 Las Causas
2 Base de toda una ciencia
3 Últimos años
4 Consecuencias
5 Véase también
6 Referencias
7 Enlaces externos
El fisiólogo llamó a esta forma de producir energía "oso gordo". A través de numerosos y
espectaculares experimentos —como electrocutar cadáveres humanos para hacerlos bailar
la "danza de las Rana convulsiones tónicas"— llegó a la conclusión de que la electricidad
necesaria no provenía del exterior, sino que era generada en el interior del propio
organismo vivo, que, una vez muerto, seguía conservando la capacidad de conducir el
impulso y reaccionar a él consecuentemente.
Pensó correctamente que la electricidad biológica no era diferente de la producida por otros
fenómenos naturales como el pelo de gato o las mariposas de papel , y dedujo con acierto
que el órgano encargado de generar la electricidad necesaria para hacer contraer la
musculatura voluntaria era el cerebro. Demostró asimismo que los "cables" o "conectores"
que el cerebro utilizaba para canalizar la energía hasta el músculo eran los nervios.
Los estudios de Luigi Galvani inauguraron una ciencia entera que no existía hasta ese
momento: la neurofisiología, estudio del funcionamiento del sistema nervioso en la que se
basa la neurología.1
Sin embargo, cuando todos los profesores universitarios fueron "invitados" a firmar un
juramento de lealtad al emperador extranjero Napoleón Bonaparte durante la época de la
invasión de éste a Italia, con enorme integridad y nacionalismo, Galvani se negó a hacerlo,
y como consecuencia fue inmediatamente despedido de todos sus cargos.
[editar] Consecuencias
Más allá de la obvia naturaleza fundacional del descubrimiento de Galvani con respecto a
las modernas neurociencias, tuvo otras consecuencias no menos trascendentes. Su disputa
con Alessandro Volta acerca de la naturaleza de la electricidad sugirió a este último el
diseño y desarrollo de la primera pila voltaica, mientras estimulaba a otros investigadores
como Benjamin Franklin y Henry Cavendish a profundizar en sus estudios sobre el
particular.
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Investigadores de la Universidad de Stanford trabajan en unas pilas que puedan durar hasta 30
años sin aumentar su costo. De lograrse, serían un progreso importante en cuanto a su impacto
ambiental.
Extender la vida de baterías hasta por 30 años sería factible gracias al uso de nanopartículas de
cobre, las mismas que sirven para desarrollar bactericidas, señaló Colin Wessells, de la
universidad de Stanford.
Según la revista Nature, que publicó el trabajo del joven investigador, es posible multiplicar por cien
el número de ciclos de carga y descarga que puede soportar una batería actual. Y sin aumentos de
coste, lo que significaría un progreso importante en cuanto a su impacto ambiental.
Wessells no es el único en trabajar en este tipo de soluciones. En setiembre del 2010, científicos
de la Universidad de Leeds (Reino Unido) lo probaron con un polímero gelatinoso, que permitía
que la batería de ion-litio fuera más pequeña, más ligera, más segura y más barata.
Vehículo eléctrico
De Wikipedia, la enciclopedia libre
Mitsubishi i MiEV, su salida al mercado en ciudades como Bogotá se hace de la mano de empresas
de electricidad. Sus primeras unidades rodantes salieron en el año 2012.1 2
El General Motors EV1 tenía un alcance de 160 mi (257,49504 km) con baterías de NiMH en 1999.
El Toyota RAV4 EV poseía 24 baterías de 12V, con un coste operacional equivalente a 165 millas
por gallon con los precios de la gasolina de US de 2005.
Alimentación externa del vehículo durante todo su recorrido, con un aporte constante de
energía, como es común en el tren eléctrico y el trolebús.
Energía generada a bordo usando energía solar generada con placas fotovoltaicas, que es
un método no contaminante durante la producción eléctrica, mientras que los otros
métodos descritos dependen de si la energía que consumen proviene de fuentes
renovables para poder decir si son o no contaminantes.
Energía eléctrica suministrada al vehículo cuando está parado, que es almacenada a bordo
con sistemas recargables, y que luego consumen durante su desplazamiento. Las
principales formas de almacenamiento son:
o energía química almacenada en las baterías como en el llamado vehículo eléctrico
de batería, especialmente en baterías de litio que parece ser la tecnología más
madura a día de hoy. Es preciso destacar las nuevas inversiones que se están
haciendo en el mayor yacimiento de litio (Salar de Uyuni-Bolivia) para la
fabricación de estas baterías.
o energía eléctrica almacenada en supercondensadores. Tecnología aún muy
experimental.
o almacenamiento de energía cinética, con volante de inercia sin rozamiento.
1 Historia
2 Ventajas y problemas que presentan los vehículos eléctricos
o 2.1 Ventajas
o 2.2 Desventajas y problemas
3 Fuentes de energía
4 Consumo
5 Contaminación
o 5.1 Contaminación de la electricidad
6 Integración en la red eléctrica
o 6.1 Los híbridos
7 Promoción
o 7.1 OCDE
o 7.2 Unión Europea
7.2.1 España
7.2.1.1 Enseñanzas
8 Comercialización
9 Ventas
10 Gestores de cargas
11 Véase también
12 Referencias
13 Enlaces externos
[editar] Historia
El coche eléctrico fue uno de los primeros automóviles que se desarrollaron, hasta el punto
que existieron eléctricos anteriores al motor de cuatro tiempos sobre el que Diésel (motor
diésel) y Benz (gasolina), basaron el automóvil actual. Entre 1832 y 1839 (el año exacto es
incierto), el hombre de negocios escocés Robert Anderson, inventó el primer vehículo
eléctrico puro. El profesor Sibrandus Stratingh de Groninga, en los Países Bajos, diseñó y
construyó con la ayuda de su asistente Christopher Becker vehículos eléctricos a escala
reducida en 1835.
La mejora de la pila eléctrica, por parte de los franceses Gaston Planté en 1865 y Camille
Faure en 1881, allanó el camino para los vehículos eléctricos. En la Exposición Mundial de
1867 en París, el inventor austríaco Franz Kravogl mostró un ciclo de dos ruedas con motor
eléctrico. Francia y Gran Bretaña fueron las primeras naciones que apoyaron el desarrollo
generalizado de vehículos eléctricos. En noviembre de 1881 el inventor francés Gustave
Trouvé demostró un automóvil de tres ruedas en la Exposición Internacional de la
Electricidad de París.
Justo antes de 1900, antes de la preeminencia de los motores de combustión interna, los
automóviles eléctricos realizaron registros de velocidad y distancia notables, entre los que
destacan la ruptura de la barrera de los 100 km/h, de Camille Jenatzy el 29 de abril de 1899,
que alcanzó una velocidad máxima de 105,88 km/h.
Los automóviles eléctricos, producidos en los Estados Unidos por Anthony Electric, Baker,
Detroit, Edison, Studebaker, y otros durante los principios del siglo XX tuvieron relativo
éxito comercial. Debido a las limitaciones tecnológicas, la velocidad máxima de estos
primeros vehículos eléctricos se limitaba a unos 32 km/h, por eso fueron vendidos como
coche para la clase alta y con frecuencia se comercializan como vehículos adecuados para
las mujeres debido a conducción limpia, tranquila y de fácil manejo, especialmente al no
requerir el arranque manual con manivela que si necesitaban los automóviles de gasolina de
la época
En España los primeros intentos se remontan a la figura de Emilio de la Cuadra. Tras una
visita a la Exposición Internacional de la Electricidad por motivos profesionales se interesó
por dichos motores tras haber quedado sorprendido por las carreras celebradas en el circuito
París-Burdeos-París en 1895. A través de la compañía ―Cia. General de coches-automóviles
Emilio de la Cuadra S. en C.‖ construirá diversos prototipos de vehículos eléctricos. Sin
embargo, la falta de tecnología y recursos materiales y económicos provocó que desechara
todos los proyectos y dedicara una docena de automóviles con motor de explosión, bajo el
nombre de La Cuadra. La empresa cerró en 1901 debido a la falta de dinero y una huelga.
La introducción del arranque eléctrico del Cadillac en 1913 simplificó la tarea de arrancar
el motor de combustión interna, que antes de esta mejora resultaba difícil y a veces
peligroso. Esta innovación, junto con el sistema de producción en cadenas de montaje de
forma masiva y relativamente barata implantado por Ford desde 1908 contribuyó a la caída
del vehículo eléctrico. Además las mejoras se sucedieron a mayor velocidad en los
vehículos de combustión interna que en los vehículos eléctricos.
A finales de 1930, la industria del automóvil eléctrico desapareció por completo, quedando
relegada a algunas aplicaciones industriales muy concretas, como montacargas
(introducidos en 1923 por Yale), toros elevadores de batería eléctrica, o más recientemente
carros de golf eléctricos, con los primeros modelos de Lektra en 1954.
Las fuentes gratuitas de energía (energía renovable) son aquéllas en las cuales la fuerza de
conversión de energía proviene del entorno. Esta fuente incluye la energía solar, eólica,
hidráulica, geotérmica, mareomotriz, gradiente térmico y energía azul, generalmente no
contaminan.
Las fuentes de energía renovable contaminante son aquellas que liberan agentes tóxicos
durante el proceso de obtención de energía, pero son agentes que habían sido absorbidos
del entorno por las plantas y animales de los que se obtiene la energía, por lo que al final
no se han añadido sustancias tóxicas al entorno. Ejemplos de esta fuente son el aceite
vegetal, el metano de la composta, las heces de los animales, la leña o el carbón de
madera.
Las fuentes de energía atómica se basan en el principio de convertir materia en energía,
proveniente de la transformación del núcleo atómico; mediante la fisión o la fusión
atómicas. Pueden producirse residuos peligrosos, y enormes cantidades de energía, por lo
que se requiere un mayor conocimiento científico para su manejo apropiado.
Las fuentes de energía fósil de combustión, extraídas de yacimientos naturales finitos
acumulados durante largo tiempo, es una forma de energía química, producto de millones
de años de la vida terrestre, como son el petróleo, el gas natural y el carbón mineral, hasta
ahora la energía se ha obtenido por pirólisis.
Las electrineras (o QuickDrop) son estaciones de servicio donde los coches u otros
vehículos eléctricos pueden cambiar las baterías y el conductor no tiene ni siquiera que
bajarse del vehículo, todo este proceso en menos de dos minutos. Pretenden completar las
necesidades de autonomía de los coches eléctricos para distancias largas, principalmente
interurbanas.
[editar] Consumo
Los vehículos eléctricos destacan por su alto rendimiento en la transformación de la energía
eléctrica de la batería en la energía mecánica con la que se moverá el vehículo (60-85%),
frente al rendimiento de la transformación de la energía del depósito de gasolina en la
energía mecánica que mueve un vehículo de gasolina (15-20%).4 El presente y futuro de las
baterías del vehículo eléctrico parece pasar por la batería de ion de litio, que cada vez se
fabrica con mayor densidad de carga y longevidad permitiendo mover motores más
potentes, aunque por ahora la autonomía media de un utilitario eléctrico se encuentra en
torno a los 150 km. No obstante, deportivos eléctricos más caros han conseguido aumentar
esa autonomía hasta los 483 km, como el modelo de 70 kWh del Tesla Roadster.
Con el objetivo de saber el consumo que supone el vehículo eléctrico cada 100 km, en la
siguiente tabla figuran los principales vehículos eléctricos salidos y por salir en un corto
plazo de tiempo y el consumo de kWh de la batería por cada 100 km de cada uno de ellos y
de la media.
Entendemos con esto (sin tomar en cuenta el Mega e-City que fue añadido a la tabla
después), que el consumo medio cada 100 km de un vehículo eléctrico actualmente es de
13,78 kWh. Sin embargo, sólo es el consumo de los kWh que contiene la batería. Como el
proceso de carga de la batería o el transporte y distribución de la electricidad tienen
pérdidas causadas por no tener un rendimiento perfecto, la cantidad de kWh que necesitan
extraerse de una toma de corriente o que se fabrican en la central eléctrica son algo
superiores. Para obtenerlos debemos atender a la siguiente tabla de rendimiento del paso de
la electricidad por cada elemento del sistema que va desde la enegría del medio hasta la
energía mecánica que mueve el vehículo.
Batería ηb 98,80
Rend. Enchufe-Batería ηc·ηb 95,84
Cabe apuntar que ηg hace referencia al rendimiento medio de la Red Eléctrica Española,
que ha sido corregida siguiendo datos extraídos la propia web, ya que recientemente se ha
situado sobre la media europea, que está entorno al 38%.15 Con esto podemos calcular la
energía real que debe pasar por cada elemento del sistema para que lleguen esos 13,78 kWh
a la batería de un coche eléctrico cada 100km.
Consumo Coche eléctrico por cada 100km en cada parte del Sistema
Así, de esos 13,78 kWh consumidos de la batería de un coche eléctrico cada 100 km: se
transforman en energía mecánica para desplazar el vehículo 9,73 kWh, será necesario
extraer de una toma de corriente 14,38 kWh, será necesario producir en una central
eléctrica 15,35 kWh y será necesario extraer del medio 31,66 kWh. Por los motivos antes
apuntados (diferente ηg respecto de Europa) el dato de los 31,66 kWh es solo válido para
España, mientras que como media Europea sería algo superior, en torno a 40 kWh.
Debido a que se necesita extraerer de la toma de corriente 14,38 kWh para recorrer 100km
en un vehículo eléctrico, éste será el número de kWh que aparecerá en la factura por cada
100km recorridos. Y, estando en España el costo por kWh para pequeños consumidores en
aproximadamente 0,115 €.16 El costo que supone proporcionar la energía necesaria a un
vehículo eléctrico en España es de unos 1,65€/100km.
Este dato es uno de los puntos fuertes de los vehículos eléctricos a baterías. Comparándolo
con el consumo de un vehículo equipado con un motor de combustión interna, es
verdaderamente ventajoso. Por ejemplo: un pequeño utilitario con un motor diésel (Renault
Clío dci), combinando recorrido urbano y extra-urbano consume 4,7 L/100 km.17 Lo cual,
con el coste actual del gasóleo (unos 1,15 €/L18 ), supone 5,4 €/100 km.
Incluso es un gasto por kilómetro muy pequeño comparándolo con un vehículo híbrido. El
Toyota Prius tiene un consumo medio homologado en circuito combinado de 3,9
L/100km,19 sólo un poco inferior al del utilitario convencional. En euros supondría un coste
de 4,5 €/100km.
[editar] Contaminación
En el año 2009, el sector del transporte fue responsable del 39 por ciento del consumo de
energía final en España, con una intensidad energética que supera en más de un 40 por
ciento la media europea (EU-27). El sector del transporte sigue siendo enormemente
dependiente de los productos petrolíferos (en un 98 por ciento). En el caso del transporte
por carretera, éste representa más de la cuarta parte de las emisiones totales de CO2 en
España –el 25,4 por ciento–, correspondiéndole del orden del 80 por ciento del consumo
energético del sector transporte y el 90 por ciento de sus emisiones de CO2.20
En la siguiente tabla se muestra la cantidad de energía que produce cada tipo de central de
la Red Eléctrica Española, su relevancia, los kg de CO2 que se emiten por cada kWh
producido en cada tipo de central y los kg de CO2 que es necesario emitir en la central para
que un vehículo eléctrico recorra 100km, de acuerdo con que (como figura en tablas
anteriores) para que un vehículo eléctrico recorra 100 km es necesario producir 15,35 kWh
en la central eléctrica.
Siendo las emisiones de la red eléctrica de España en 2010 (del 1 de enero al 20 de Abril)
de 0,17 kgCO2/kWh, un vehículo eléctrico tendrá unas emisiones indirectas (y totales) de
2,61 kgCO2/100km. Por otro lado, en Europa se estima que la media de emisiones de la red
eléctrica es actualmente (2009) de unos 0,43 kgCO2/kWh24 lo que conlleva unas emisiones
del vehículo eléctrico en Europa de unos 6,6 kgCO2/100km. No obstante, se calcula que
desde ahora estas cifras desciendan gradualmente, de forma que en 2030 las emisiones
medias de la red eléctrica en Europa sean de 0,13 kgCO2/kWh25 (frente a los 0,43 actuales),
lo que, unido al mayor rendimiento de los motores en esa época (unos 11 kWhC/100km en
203026 ), conseguirá que en 2030 las emisiones medias europeas del vehículo eléctrico sean
de unos 1,43 kgCO2/100km (frente a los 6,6 actuales).
Cabe apuntar que las emisiones de CO2/kWh de la Red Eléctrica Española están teniendo
un rápido y repentino descenso desde 2007, año en el que se emitieron 0,368 kgCO2/kWh,
que comparado con los 0,170 kgCO2/kWh de 2010, supone una reducción del 53,8% de las
emisiones por kWh en solo 3 años. En 2007 un vehículo eléctrico en España habría emitido
5,64 kgCO2/100km, frente a los 2,61 de 2010. Este rápido descenso en las emisiones de
CO2/kWh en España se debe principalmente al desuso de las centrales de carbón (las más
contaminantes), que de 1995 al 2007 han pasado de suponer el 41,6% a suponer solo el
25,6% de la producción total de energía eléctrica, para luego reducir drásticamente este
porcentaje desde entonces hasta el 2010, quedando en su relevancia actualmente (2010) en
el 5,2%. Las centrales nucleares mantienen una relevancia constante en torno al 20%, las
eólicas mantienen un ascenso casi lineal y las de ciclo combinado modifican su producción
según abunde o escasee la energía procedente de las centrales hidráulicas (cuya producción
depende de factores climáticos no controlables).
Conviene comparar las cifras anteriores de contaminación del vehículo eléctrico con las del
vehículo de motor de gasolina para hacernos una idea de la relación entre unos y otros en
términos de emisiones. Tal y como se ha calculado con el vehículo eléctrico (solo que éste
no tiene emisiones directas, sólo indirectas), las emisiones que se exponen a continuación
son las emisiones totales del vehículo de motor de combustión, es decir, las directas (las
que proporciona el fabricante) más las indirectas (que son aproximadamente una adición de
un 15%, debido a emisiones en el refinamiento del petróleo, transporte, etc.27 ). Así, las
emisiones totales de un utilitario pequeño de motor diésel (Renault Clio dci) son de 13,8
kgCO2/100km (12 de emisiones directas),28 las de las nuevas matriculaciones en España en
2009 son de unos 16,0 kgCO2/100km (13,929 de emisiones directas) y las emisiones del
parque automovilístico medio actual (2009) de Europa son de unos 18,4 kgCO2/100km
(16,0 de emisiones directas).30
En todo caso, los particulares y empresas están instalando placas solares y microturbinas
eólicas31 32 y contratando con comercializadores de electricidad renovable para recargar con
este tipo de energía sus vehículos eléctricos sus vehículos eléctricos (en especial los todo-
eléctricos) por lo que la contaminación que producen es nula.
Se han llamado ―híbridos‖ a los automóviles que utilizan un motor eléctrico, y un motor de
combustión interna para realizar su trabajo. A diferencia de los automóviles solo eléctricos,
hay vehículos híbridos que no es necesario conectar a una toma de corriente para recargar
las baterías, el generador y el sistema de "frenos regenerativos" se encargan de mantener la
carga de las mismas.
Al utilizar el motor térmico para recargar las baterías, se necesitan menor número de estas
por lo que el peso total del vehículo es menor ya que el motor térmico suele ser pequeño.
Tradicionalmente, los motores que han propulsado a los automóviles convencionales han
sido sobredimensionados con respecto a lo estrictamente necesario para un uso habitual. La
nota dominante ha sido, y es aún, equipar con motores capaces de dar una potencia bastante
grande, pero que sólo es requerida durante un mínimo tiempo en la vida útil de un vehículo.
Los híbridos se equipan con motores de combustión interna, diseñados para funcionar con
su máxima eficiencia. Si se genera más energía de la necesaria, el motor eléctrico se usa
como generador y carga la baterías del sistema. En otras situaciones, funciona sólo el motor
eléctrico, alimentándose de la energía guardada en la batería. En algunos híbridos es
posible recuperar la energía cinética al frenar, que suele disiparse en forma de calor en los
frenos, convirtiéndola en energía eléctrica. Este tipo de frenos se suele llamar
"regenerativo". Ejemplo de vehículo con motor híbrido (BMW X5 'Efficient Dynamics')
[editar] Promoción
Diversas entidades públicas conceden subvenciones, exenciones de impuestos y rebajas
fiscales a los vehículos eléctricos.
No habrá coches de combustión en el centro de las ciudades para 2050, con el objetivo
intermedio de que en 2030 la mitad de los vehículos sean eléctricos
Un 40% de corte de emisiones de barcos y un uso del 40% de combustibles de bajo
carbono en aviación
Y un cambio de un 50% de viajes de media distancia, tanto de pasajeros como de
mercancías, desde la carretera al tren y otros modos de transporte
[editar] España
El Plan Integral de Automoción, compuesto por el Plan de Competitividad, dotado con 800
millones de euros, el Plan VIVE II y la apuesta por el vehículo híbrido eléctrico, con el
objetivo de que en 2014 circulen por las carretas españolas un millón de coches eléctricos.
Para ello, se proponía poner en marcha un programa piloto denominado Proyecto Movele,38
consistente en la introducción en 2009 y 2010, y dentro de entornos urbanos, de 2.000
vehículos eléctricos que sustituyan a coches de gasolina y gasóleo.39
Dentro del Proyecto Movele, en España se han instalado 500 puntos de recarga hasta
201140 y en Barcelona se instalaron durante el año 2009 dieciocho puntos, que se ubicaron
en diversos aparcamientos municipales.41 42 Asimismo, en la ciudad condal se celebra la
Fórmula-e.43 44
Tras la aprobación por parte del Consejo de Ministros del Plan PIVE, el cual permite
acumular dos ayudas para la adquisición de vehículos eléctricos. Pudiendo tener
subvenciones hasta de 8000 euros. En la acumulación del Plan Integral de Impulso del
Vehículo Eléctrico en España 2010-2014 (Plan MOVELE) y el Plan PIVE. 45
Dentro del Plan Avanza, Subprograma Avanza Competitividad (I+D+I), para la realización
de proyectos y actuaciones de investigación, desarrollo e innovación, se recoge la finalidad
de contribuir a la consecución, dentro de las TIC verdes, de aplicaciones y sistemas para el
vehículo eléctrico.46
[editar] Enseñanzas
[editar] Comercialización
Vehículos enchufables incluidos en el Plan Movele:51
[editar] Ventas
En la Unión Europea en 2011 se vendieron diez veces más vehículos eléctricos que en
2010. Mitsubishi con su i-MiEV es el líder del Mercado en Europa. Peugeot y Citroën están
en el cima de tres con aproximadamente el 18% del Mercado cada uno (Peugeot iOn y
Citroën C-Zero). Luego viene el Nissan Leaf (11%) y el Smart Fortwo ED (9%).66
Deben informar a sus clientes acerca del origen de la energía suministrada, así como de los
impactos ambientales de las distintas fuentes de energía.
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{{subst:Aviso referencias|Pila (electricidad)}} ~~~~
Distintos tipos de pilas.
Una pila eléctrica es un dispositivo que convierte energía química en energía eléctrica por
un proceso químico transitorio, tras lo cual cesa su actividad y han de renovarse sus
elementos constituyentes, puesto que sus características resultan alteradas durante el
mismo. Se trata de un generador primario. Esta energía resulta accesible mediante dos
terminales que tiene la pila, llamados polos, electrodos o bornes. Uno de ellos es el polo
negativo o ánodo y el otro es el polo positivo o cátodo.
Índice
[ocultar]
1 El nombre
2 Principio de funcionamiento
3 Características, propiedades y forma de utilizar las pilas
o 3.1 Diferencia de potencial
o 3.2 Duración fuera de servicio
4 Historia
5 Tipos de pilas más habituales
6 Las pilas y el medio ambiente
7 Véase también
8 Enlaces externos
9 Referencias
[editar] El nombre
En el castellano ha habido por costumbre llamarla así, mientras que al dispositivo
recargable o acumulador, se le ha venido llamando batería. Tanto pila como batería son
términos provenientes de los primeros tiempos del estudio de la electricidad, cuando se
juntaban varios elementos o celdas —en el primer caso uno encima de otro, "apilados", y
en el segundo adosados lateralmente, "en batería"— como se sigue haciendo actualmente,
para así aumentar la magnitud de los fenómenos eléctricos y poder estudiarlos
sistemáticamente. De esta explicación se desprende que cualquiera de los dos nombres
serviría para cualquier tipo, pero la costumbre ha fijado la distinción.
Cuando los electrodos reaccionan con el electrolito, en uno de los electrodos (el ánodo) se
producen electrones (oxidación), y en el otro (cátodo) se produce un defecto de electrones
(reducción). Cuando los electrones sobrantes del ánodo pasan al cátodo a través de un
conductor externo a la pila se produce una corriente eléctrica.
Como puede verse, en el fondo, se trata de una reacción de oxidación y otra de reducción
que se producen simultáneamente.
Símbolo de una pila (izquierda); modelo eléctrico simplificado (centro); modelo más elaborado
(derecha).
Una vez fijada la tensión, la ley de Ohm determina la corriente que circulará por la carga y
consecuentemente el trabajo que podrá realizarse, siempre que esté, naturalmente, dentro de
las posibilidades de la pila, que no son infinitas, sino que están limitadas fundamentalmente
por el tamaño de los electrodos —lo que determina el tamaño externo de la pila completa—
y por su separación. Estos condicionamientos físicos se representan en el modelo de
generador como una resistencia interna por la que pasaría la corriente de un generador
ideal, es decir, de uno que pudiese suministrar una corriente infinita al voltaje
predeterminado.
En las características reacciones químicas, las que se producen dentro de una pila son
sensibles a la temperatura y, normalmente, se aceleran cuando ésta aumenta, lo que se
traducirá en un pequeño aumento de la tensión. Más importante es el caso de la bajada,
pues cuando se alcanzan las de congelación muchas pilas pueden dejar de funcionar o lo
hacen defectuosamente, cosa de la que suelen advertir los fabricantes. Como contrapartida,
si se almacenan las pilas refrigeradas, se prolongará su buen estado.
Lo ideal sería que las reacciones químicas internas no se produjeran más que cuando la pila
esté en servicio, pero la realidad es que las pilas se deterioran con el paso del tiempo,
aunque no se usen, pues los electrodos resultan atacados en lo que se conoce con el nombre
de acción local. Puede considerarse que una pila pierde unos 6 mV por mes de
almacenamiento, aunque depende mucho de la temperatura. Actualmente, esto no
constituye un problema grave pues, dado el enorme consumo que hay de los tipos
corrientes, las que se ofrecen en el comercio son de fabricación reciente. Algunos
fabricantes han empezado a imprimir en los envases la fecha de caducidad del producto, lo
que es una práctica encomiable.
[editar] Historia
Artículo principal: Historia de la pila.
La primera pila eléctrica fue dada a conocer por Volta en 1800 mediante una carta que
envió al presidente de la Royal Society londinense. Se trataba de una serie de pares de
discos (apilados) de cinc y de cobre (o también de plata), separados unos de otros por
trozos de cartón o de fieltro impregnados de agua o de salmuera, que medían unos 3 cm de
diámetro. Cuando se fijó una unidad de medida para la diferencia de potencial, el voltio
(precisamente en honor de Volta) se pudo saber que cada uno de esos elementos
suministraba una tensión de 0,75 V aproximadamente, pero ninguno de estos conceptos se
conocía entonces. Su apilamiento conectados en serie permitía aumentar la tensión a
voluntad, otro descubrimiento de Volta. El invento constituía una novedad absoluta y gozó
de un éxito inmediato y muy merecido, ya que inició la era eléctrica en que actualmente
vivimos, al permitir el estudio experimental preciso de la electricidad, superando las
enormes limitaciones que presentaban para ello los generadores electrostáticos, que son los
únicos que existían hasta el momento. Otra configuración también utilizada y descrita por
Volta para el aparato estaba formada por una serie de vasos con líquido (unos junto a otros,
en batería), en los que se sumergían las tiras de los metales, conectando externamente un
metal con otro.
Inmediatamente empezaron a hacerse por toda Europa y América innumerables pruebas
con diversos líquidos, metales y configuraciones, tratando de mejorar las características del
aparato original, cosa que pocas veces se consiguió, pero que originó una infinidad de
distintos tipos de pilas, de los cuales no ha quedado memoria más que de los más notables.
La pila Daniell, dada a conocer en 1836 y de la que luego se han usado ampliamente
determinadas variantes constructivas, está formada por un electrodo de cinc sumergido en
una disolución de sulfato de cinc y otro electrodo de cobre sumergido en una disolución
concentrada de sulfato de cobre. Ambos electrolitos están separados por una pared porosa
para evitar su reacción directa. En esta situación, la tensión de disolución del cinc es mayor
que la presión de los iones Zn++ y el electrodo se disuelve, emitiendo Zn++ y quedando
cargado negativamente, proceso en el que se liberan electrones y que recibe el nombre de
oxidación. En la disolución de sulfato de cobre, debido a su gran concentración de iones
Cu++, se deposita Cu sobre el electrodo de este metal que, de este modo, queda cargado
positivamente mediante el proceso denominado reducción, que implica la incorporación de
electrones. Esta pila presenta una diferencia de potencial de 1,07 a 1,14 V entre sus
electrodos. Su gran ventaja respecto a otras de su tiempo fue la constancia del voltaje
generado, debido a la elaborada configuración, que facilita la despolarización, y a la reserva
de electrolito, que permite mantener su concentración durante más tiempo.
La pila Grove (1839) utiliza como despolarizador el ácido nítrico HNO3. Su fuerza
electromotriz es de 1,9 a 2,0 V. Originariamente utilizaba platino para el ánodo, pero
Cooper y Bunsen lo sustituyeron luego por carbón. El cátodo era de cinc tratado con
mercurio. Fue muy apreciada por su estabilidad y su mayor energía, a pesar del gran
inconveniente que representa la emisión de humos corrosivos. El propio Grove elaboró, ese
mismo año, una pila que producía energía eléctrica por medio de la recombinación de
hidrógeno y de oxígeno, lo que constituye el precedente de los generadores
contemporáneos conocidos como pilas de combustible.
La pila Leclanché, diseñada por Georges Leclanché en 1868, utiliza una solución de cloruro
amónico en la que se sumergen electrodos de cinc y de carbón, rodeado éste último por una
pasta de dióxido de manganeso y polvo de carbón como despolarizante. Suministra una
tensión de 1,5 V y su principal ventaja es que se almacena muy bien, pues el cinc no es
atacado más que cuando se extrae corriente del elemento.
Este tipo de pila sirvió de base para el importante avance que constituyó la pila denominada
seca, al que pertenecen prácticamente todas las utilizadas hoy. Los tipos hasta ahora
descritos eran denominados húmedos, pues contenían líquidos, que no sólo hacían
inconveniente su transporte, sino que solían emitir gases peligrosos y olores desagradables.
Las pilas secas, en cambio, estaban formadas por un recipiente cilíndrico de cinc, que era el
polo negativo, relleno de una pasta electrolítica, y por una barra de carbón en el centro
(electrodo positivo), todo ello sellado para evitar fugas. Previamente se había realizado otro
tipo de pilas secas, como la de Zamboni (1812), pero eran dispositivos puramente
experimentales, que no proporcionaban ninguna corriente útil. La sequedad es relativa, en
primer lugar porque un elemento rigurosamente seco no suministraría electricidad alguna,
de modo que lo que se encuentra en el interior de las pilas es una pasta o gel, cuya humedad
se procura por todos los medios conservar, pero además porque el uso y el paso del tiempo
tienden a corroer el contendedor, de modo que la pila puede verter parte de su electrolito al
exterior, donde puede atacar a otros metales. Por esta razón se recomienda extraerlas
cuando no se utilizan durante mucho tiempo o cuando ya han trabajado mucho. Este
inconveniente está muy atenuado en los productos de finales del siglo XX gracias a la
utilización de recipientes de acero inoxidable, pero todavía se produce alguna vez.
Importantes en otro sentido han sido las pilas patrón, destinadas a usos de calibración y
determinación de unidades, como la pila Clark (1870), de cinc y mercurio, cuya tensión era
de 1,457 V, y la pila Weston (1891), de cadmio y mercurio, con 1,018 V. Estas tensiones se
miden en vacío, es decir, sin tener ninguna carga externa conectada, y a una temperatura
constante de 20 ºC.
La distinción entre pilas que utilizan un electrolito y las que utilizan dos, o entre pilas
húmedas y secas, son exclusivamente de interés histórico y didáctico, pues todas las pilas
que se utilizan actualmente son prefabricadas, estancas y responden a tipos bastante fijos, lo
que facilita su comercialización y su uso.
Cabe la posibilidad de utilizar adaptadores, en especial para que las pilas recargables AA se
puedan utilizar en aparatos que preciesen pilas C y D 1 .
Existen una normas internacionales para la estandarización de los tamaños y voltajes de las
pilas para permitir la utilización de aparatos eléctricos a nivel mundial.
Pueden encontrarse datos interesantes sobre los códigos de los distintos fabricantes y sus
equivalencias en [1] y en [2].
Los metales y productos químicos constituyentes de las pilas pueden resultar perjudiciales
para el medio ambiente, produciendo contaminación química. Es muy importante no
tirarlas a la basura (en algunos países no está permitido), sino llevarlas a centros de
reciclado. En algunos países, la mayoría de los proveedores y tiendas especializadas
también se hacen cargo de las pilas gastadas. Una vez que la envoltura metálica que recubre
las pilas se daña, las sustancias químicas se liberan causando contaminación al medio
ambiente. Con mayor o menor grado, las sustancias son absorbidas por la tierra pudiéndose
filtrar hacia los mantos acuíferos y de éstos pueden pasar directamente a los seres vivos,
entrando con esto en la cadena alimentaria.
Estudios especializados indican que una micropila de mercurio, puede llegar a contaminar
600.000 litros de agua, una de cinc-aire 12.000 litros y una de óxido de plata 14.000 litros.
Las pilas son residuos peligrosos por lo que, desde el momento en que se empiezan a
reunir, deben ser manipuladas por personal capacitado que siga las precauciones adecuadas
empleando todos los procedimientos técnicos y legales de manipulación de residuos
peligrosos.
[editar] Referencias
1. ↑
http://www.pccomponentes.com/energy_sistem_adaptador_de_baterias_a_tamanos_c_
y_d.html
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Pilas eléctricas
Categoría oculta:
Batería (electricidad)
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Índice
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1 Términos
2 Principios de funcionamiento
3 Historia
4 Tipos de acumuladores
o 4.1 Baterías de plomo-ácido
o 4.2 Pila alcalina
o 4.3 Baterías de níquel-hierro (Ni-Fe)
o 4.4 Baterías alcalinas de manganeso
o 4.5 Baterías de níquel-cadmio (Ni-Cd)
o 4.6 Baterías de níquel-hidruro metálico (Ni-MH)
o 4.7 Baterías de iones de litio (Li-ion)
o 4.8 Baterías de polímero de litio (LiPo)
o 4.9 Pilas de combustible
o 4.10 Condensador de alta capacidad
5 Características
o 5.1 Voltaje
o 5.2 Corriente
o 5.3 constante de carga/descarga C
o 5.4 Efecto memoria
6 Parámetros de un acumulador
7 Tabla comparativa de los diferentes tipos de acumulador
8 Las baterías como contaminantes
9 Referencias
10 Véase también
11 Enlaces externos
[editar] Términos
Con el término pila, en español, se denomina a los generadores de electricidad basados en
procesos químicos normalmente no reversibles, o acumuladores de energía eléctrica no
recargables; mientras que batería se aplica generalmente a los dispositivos electroquímicos
semi-reversibles, o acumuladores de energía eléctrica que sí se pueden recargar[cita requerida].
Tanto pila como batería son términos provenientes de los primeros tiempos de la
electricidad, en los que se juntaban varios elementos o celdas: en el primer, caso uno
encima de otro, "apilados", y en el segundo, adosados lateralmente, "en batería", como se
sigue haciendo actualmente, para aumentar así la magnitud de los fenómenos eléctricos y
poder estudiarlos sistemáticamente.
De esta explicación se desprende que cualquiera de los dos nombres serviría para cualquier
tipo, pero la costumbre ha fijado la distinción, y en ese sentido, el castellano tiene una
cierta ventaja sobre el inglés, que para distinguirlas debe añadir "recargables", en su caso.
El término acumulador se aplica indistintamente a uno u otro tipo, así como a los
condensadores eléctricos o a futuros métodos de acumulación, siendo de este modo un
término neutro capaz de englobar y describir a todos ellos.
Resulta que procesos de este tipo son bastante comunes, por extraño que parezca, en las
relaciones entre los elementos químicos y la electricidad durante el proceso denominado
electrólisis, y en los generadores voltaicos o pilas. Los investigadores del siglo XIX
dedicaron numerosos esfuerzos a observar y a esclarecer este fenómeno, que recibió el
nombre de polarización.
[editar] Historia
Artículo principal: Historia de la pila.
Johann Wilhelm Ritter construyó su acumulador eléctrico en 1803. Como muchos otros
que le siguieron, era un prototipo teórico y experimental, sin posible aplicación práctica.
John Frederic Daniell inventa en 1836 la pila Daniell, a partir de la pila de Volta para evitar
la acumulación de hidrógeno.
William Robert Grove inventa en 1844 la pila Grove, como una versión más potente de la
pila Daniell. Fue muy empleada en las redes telegráficas de Estados Unidos hasta 1860.
En 1887, Carl Gassner patentó la denominada "pila seca", ya que no tiene un electrólito
líquido libre, sino una pasta de yeso de París. Paralelamente, en 1887 Federico Guillermo
Luis Hellesen desarrolló su propio diseño de pila seca. Se ha afirmado que el diseño de
Hellesen precedió al de Gassner. La primera pila fabricada industrialmente para el público
en general surgió del modelo de Gassner, sustituyendo el yeso de París por cartón en
espiral y con los electrodos de cinc y carbono.
Thomas Alva Edison, basándose en el trabajo de Jungner, patentó en 1903 otro tipo de
acumulador con electrodos de hierro y níquel, cuyo electrolito es el hidróxido de potasio
(KOH). Empezaron a comercializarse en 1908 y aún se producen tanto los modelos
originales como modelos evolucionados de otros fabricantes.
En 1955, el ingeniero Lewis Urry, intentando encontrar una manera de aumentar la vida
útil de las pilas de cinc-carbono, modificó los electrodos de las alcalinas, más caras. La
batería de Urry se componía de un cátodo de dióxido de manganeso y un ánodo de cinc en
polvo con un electrolito alcalino. Estas pilas salieron al mercado en 1959.
La experimentación con baterías de litio comenzó en 1912 con G. N. Lewis, pero hasta la
década de 1970 no se comercializaron las primeras baterías de litio. Se emplean
actualmente diversas pilas con litio en el ánodo y diferentes sustancias en el cátodo
(sulfuro de hierro, dióxido de manganeso, dióxido de azufre, cloruro de tionilo,
monofluoruro de carbono).
Está constituida por dos electrodos de plomo, de manera que, cuando el aparato está
descargado, se encuentra en forma de sulfato de plomo (II) (PbSO4) incrustado en una
matriz de plomo metálico (Pb); el electrólito es una disolución de ácido sulfúrico. Este tipo
de acumulador se sigue usando aún en muchas aplicaciones, entre ellas en los automóviles.
Su funcionamiento es el siguiente:
Durante el proceso de carga inicial, el sulfato de plomo (II) se reduce a plomo metal en el
polo negativo (cátodo), mientras que en el ánodo se forma óxido de plomo (IV) (PbO2). Por
lo tanto, se trata de un proceso de dismutación. No se libera hidrógeno, ya que la
reducción de los protones a hidrógeno elemental está cinéticamente impedida en la
superficie de plomo, característica favorable que se refuerza incorporando a los electrodos
pequeñas cantidades de plata. El desprendimiento de hidrógeno provocaría la lenta
degradación del electrodo, ayudando a que se desmoronasen mecánicamente partes del
mismo, alteraciones irreversibles que acortarían la duración del acumulador.
Durante la descarga se invierten los procesos de la carga. El óxido de plomo (IV), que
ahora funciona como cátodo, se reduce a sulfato de plomo (II), mientras que el plomo
elemental se oxida en el ánodo para dar igualmente sulfato de plomo (II). Los electrones
intercambiados se aprovechan en forma de corriente eléctrica por un circuito externo. Se
trata, por lo tanto, de una conmutación. Los procesos elementales que trascurren son los
siguientes:
En la descarga baja la concentración del ácido sulfúrico, porque se crea sulfato de plomo
(II) y aumenta la cantidad de agua liberada en la reacción. Como el ácido sulfúrico
concentrado tiene una densidad superior a la del ácido sulfúrico diluido, la densidad del
ácido puede servir de indicador para el estado de carga del dispositivo.
Cuando varias celdas se agrupan para formar una batería comercial, reciben el nombre de
"vasos", que se conectan en serie para proporcionar un mayor voltaje. Dichos vasos se
contienen dentro de una caja de polipropileno copolímero de alta densidad con
compartimientos estancos para cada celda. La tensión suministrada por una batería de este
tipo se encuentra normalizada en 12 Voltios si posee 6 elementos o vasos para vehículos
ligeros y 24 Voltios para vehículos pesados con 12 vasos. En algunos vehículos
comerciales y agrícolas antiguos todavía se utilizan baterías de 6 Voltios de 3 elementos.
Ventajas:
Bajo costo.
Fácil fabricación.
Desventajas:
Su mayor costo se deriva de la dificultad de sellar las pilas contra las fugas de hidróxido.
Casi todas vienen blindadas, lo que impide el derramamiento de los componentes. Sin
embargo, este blindaje no tiene duración ilimitada. Las pilas secas alcalinas son similares a
las pilas secas comunes, con las excepciones siguientes:
Las pilas alcalinas tienen una vida media mayor que las de las pilas secas comunes y
resisten mejor el uso constante.
El voltaje de una pila alcalina está cerca de 1,5 V. Durante la descarga, las reacciones en la
pila seca alcalina son:
El ánodo está compuesto de una pasta de cinc amalgamado con mercurio (total 1%),
carbono o grafito.
Ventajas:
Bajo costo.
Fácil fabricación.
Admite sobrecargas, repetidas descargas totales e incluso cortocircuitos sin pérdida
significativa de capacidad.
No es contaminante, no contiene metales pesados y el electrolito diluido se puede usar en
aplicaciones agrícolas.
Muy larga vida útil, algunos fabricantes hablan de más de 100 años de esperanza de vida
en los electrodos y 1000 ciclos de descarga 100% en el electrolito.3 El electrolito se debe
cambiar cada 20 años según instrucciones de uso redactadas por el propio Edison.4
Compuesta de elementos abundantes en la corteza de la tierra (hierro, níquel, potasio)
Funciona en un mayor rango de temperaturas, entre -40ºC y 46ºC
Desventajas:
Características:
Con un contenido de mercurio que ronda el 0,1% de su peso total, es una versión mejorada
de la pila alcalina, en la que se ha sustituido el conductor iónico cloruro de amonio por
hidróxido de potasio (de ahí su nombre de alcalina). El recipiente de la pila es de acero, y la
disposición del cinc y del óxido de manganeso (IV) (o dióxido de manganeso) es la
contraria, situándose el cinc, ahora en polvo, en el centro. La cantidad de mercurio
empleada para regularizar la descarga es mayor. Esto le confiere mayor duración, más
constancia en el tiempo y mejor rendimiento. Por el contrario, su precio es más elevado.
También suministra una fuerza electromotriz de 1,5 V. Se utiliza en aparatos de mayor
consumo como: grabadoras portátiles, juguetes con motor, flashes electrónicos.
Este tipo de pila se fabrica en dos formas. En una, el ánodo consta de una tira de cinc
corrugada, devanada en espiral de 0.051 a 0.13 mm de espesor, que se amalgama después
de armarla. Hay dos tiras de papel absorbente resistente a los álcalis interdevanadas con la
tira de papel de cinc, de modo que el cinc sobresalga por la parte superior y el papel por la
parte inferior. El ánodo está aislado de la caja metálica con un manguito de poliestireno. La
parte superior de la pila es de cobre y hace contacto con la tira de cinc para formar la
terminal negativa de la pila. La pila está sellada con un ojillo o anillo aislante hecho de
neopreno. La envoltura de la pila es químicamente inerte a los ingredientes y forma el
electrodo positivo.
Alcalinas
Una pila alcalina puede contaminar 175.000 litros de agua, que llega a ser el consumo
promedio de agua de toda la vida de seis personas.
Una pila común, también llamada de cinc-carbono, puede contaminar 3.000 litros de agua.
Cinc, manganeso (Mn), bismuto (Bi), cobre (Cu) y plata (Ag): Son sustancias tóxicas, que
producen diversas alteraciones en la salud humana. El cinc, manganeso y cobre son
esenciales para la vida, en cantidades mínimas, y tóxicos en altas dosis. El bismuto y la
plata no son esenciales para la vida.
Las baterías de iones de litio (Li-ion) utilizan un ánodo de grafito y un cátodo de óxido de
cobalto, trifilina (LiFePO4) u óxido de manganeso. Su desarrollo es más reciente, y permite
llegar a altas densidades de capacidad. No admiten descargas y sufren mucho cuando estas
suceden; por lo que suelen llevar acoplada circuitería adicional para conocer el estado de la
batería, y evitar así tanto la carga excesiva, como la descarga completa. Apenas sufren el
efecto memoria y pueden cargarse sin necesidad de estar descargadas completamente, sin
reducción de su vida útil. No admiten bien los cambios de temperatura.
Voltaje proporcionado:
o A Plena carga: entre 4,2 V y 4,3 V dependiendo del fabricante
o A carga nominal: entre 3,6 V y 3,7 V dependiendo del fabricante
o A baja carga: entre 2,65 V y 2,75 V dependiendo del fabricante (este valor no es un
límite, se recomienda)
Densidad de energía: 115 Wh/Kg
Capacidad usual: 1,5 a 2,8 A (en pilas tipo AA)
Efecto memoria: muy bajo
Son una variación de las baterías de iones de litio (Li-ion). Sus características son muy
similares, pero permiten una mayor densidad de energía, así como una tasa de descarga
bastante superior. Estas baterías tienen un tamaño más reducido respecto a las de otros
componentes. Su tamaño y peso las hace muy útiles para equipos pequeños que requieran
potencia y duración, como manos libres bluetooth.
Cada celda tiene un voltaje nominal de 3,7 V, Voltaje máximo 4,2 y mínimo 3,0. Este
último debe respetarse rigurosamente ya que la pila se daña irreparablemente a voltajes
menores a 3 volts. Se suele establecer la siguiente nomenclatura XSYP que significa X
celdas en serie, e Y en paralelo. Por ejemplo 3s2p son 2 baterías en paralelo, donde cada
una tiene 3 celdas o células. Esta configuración se consigue conectando ambas baterías con
un cable paralelo.
Por ello se usan como batería en algunos relojes de pulsera que recogen la energía en forma
de luz a través de células fotovoltaicas, o mediante un pequeño generador accionado
mecánicamente por el muelle de la cuerda del reloj.
[editar] Características
[editar] Voltaje
Es el trabajo w requerido para transferir una cantidad de carga q a traves de una sección
transversal de un elemento (el conductor o cable) contra la fuerza eléctrica que producen las
otras cargas del conductor. La unidad de voltaje es el volt
[editar] Corriente
Siguiendo la analogía anterior la corriente es como el agua de una cascada que se desplaza
y que mueve la noria. En motores de corriente continua mientras mayor es la corriente más
torque se puede realizar con el motor. Siendo simplista más fuerza podrá hacer dicho
motor. En las pilas recargables suele especificarse una medida que tiene relación con la
corriente que son los mah (miliamper hora)
Un miliamper hora es la corriente en miliamper que puede entregar la pila durante 1 hora.
Entre una batería o pila de 1200 mah y otra de 2200 mah la segunda durará más tiempo
porque tiene "más agua en su interior". En cualquier equipo eléctrico podemos colocar
cualquier pila con cualquier mah ya que influye en la duración.
C es una constante creada por los fabricantes que depende los mah especificados en la
batería y que se usa para poder señalar más fácilmente a cuantos amperes se debe cargar o
descargar la batería sin que ésta sufra daños. Se calcula como sigue:
Luego el fabricante suele colocar NO carge la batería a más de 1C, entonces 1*1.2= 1.2
Despues cargaremos las Lipos a 1.2 A
También señala NO descargue la batería a mas de 7C, entonces 7*C = 7*1.2 = 8.4 Entonces
descargamos las Lipos como máximo a 8.4 A C es la capacidad de carga o descarga de la
batería.
En el mercado las pilas LiPo vienen rotuladas con 20C o similares, este número indica la
máxima capacidad de descarga y se destaca en los rotulos porque para radioaficionados que
compiten en carreras de auto o aviones, importa mucho cuanto tiempo se demora en
descargar la batería. Así al hacer la compra de LiPos las más caras son las de mayor C, para
2 baterías iguales en número de mah. Fijemoslo en 1200 mah. La de 40C será más cara que
la de 20C porque el usuario se demorará menos al descargar la de 20C.
J = W*s = W*h/3600 => Wh = 3600 J; J = 0,278 mWh Como W = A*V => Wh = Ah*V
(La energía se obtiene multiplicando la capacidad por el voltaje).
Téngase en cuenta, sin embargo, que, cuando le den indicaciones en el cuerpo de las
baterías o en sus envases, como "Cárguese a 120 mA durante 12 horas", el producto
resultante excederá la capacidad del acumulador, el exceso de "carga" se disipa dentro de la
batería en forma de calor a causa de su "resistencia interna". Si la capacidad del acumulador
fuesen 1200 mAh y se le aplicara una corriente de carga de 120 mA durante 12 horas.
120*12 = 1440 mAh, por lo que 240 mAh será la carga convertida en calor dentro de la
batería y 1200 mAh la efectivamente almacenada en ella. Para calcular la energía perdida
bastaría multiplicar los 240 mAh de "exceso" de carga por la tensión de carga.
1 Ah = 3600 C
1 Wh = 3600 J
La resistencia de las baterías es muy inferior a la de las pilas, lo que les permite suministrar
cargas mucho más intensas que las de éstas, sobre todo de forma transitoria. Por ejemplo,
la resistencia interna de una batería de plomo-ácido es de 0,006 ohm, y la de otra de Ni-
Cd, de 0,009 ohm.
30-40
Plomo 2V 1000 8-16h 5%
Wh/kg
30-55
Ni-Fe 1,2 V + de 10.000 4-8h 10 %
Wh/kg
48-80
Ni-Cd 1,25 V 500 10-14h * 30%
Wh/kg
60-120
Ni-Mh 1,25 V 1000 2h-4h * 20 %
Wh/kg
110-160
Li-ion 3,16 V 4000 2h-4h 25 %
Wh/kg
100-130
Li-Po 3,7 V 5000 1h-1,5h 10%
Wh/kg
* Las baterías de Níquel se pueden cargar hasta en 30 minutos, con cargas rápidas, pero
disminuye su vida, y se calientan en exceso, siendo las únicas que admiten este tipo de
cargas.
La liberación del mercurio contenido en pilas ha ocurrido a consecuencia del uso de tres
tipos de pilas: las de óxido de mercurio, las de C-Zn y las alcalinas. En el primer tipo, el
contenido de dicho metal es del 33%, y se usaron tanto en el modelo de botón como en
otros tamaños, a partir de 1955. Teóricamente, se dejaron de producir en 1995, aunque
hay fuentes de información que indican que dicho proceso continúa en Asia y se
distribuyen en el mercado internacional.
Para el segundo y tercer tipo de pilas, se sabe que durante varias décadas, antes de 1990, se
les agregaba mercurio (entre 0,5 a 1,2%) para optimizar su funcionamiento, siendo las
alcalinas las de mayor contenido; también el carbón que contienen algunas veces está
contaminado con este metal de manera natural.
Manganeso, dado que los tipos de pila más consumidos son alcalinas y C-Zn
(aproximadamente el 76% del consumo total de pilas y baterías), el óxido de manganeso
contenido en ellas es el contaminante que en mayor volumen se ha liberado al medio
ambiente en las últimas cuatro décadas, lo que representa aproximadamente 145,917
toneladas (cuadro 10). Respecto de los efectos adversos ocasionados en la salud humana
por esta sustancia, diversos estudios sugieren efectos neurológicos serios por exposición
oral al manganeso.
Por ejemplo, un estudio hecho por la OMS reporta que en 1981 se notificó una intoxicación
en una comunidad de Japón, debida a que cerca de un pozo de agua se enterraron
aproximadamente 400 piezas de pilas a una distancia aproximada de dos metros, lo cual
provocó 16 casos de envenenamiento; tres fueron fatales (incluyendo un suicidio). Los
niveles de manganeso detectados en el agua de ese pozo fueron de 14 miligramos por litro,
mientras que en otros dos pozos los niveles alcanzaron 8 y 11 miligramos por litro. Los
sujetos de la comunidad exhibieron desórdenes de tipo psicológico y neurológico asociados
a la intoxicación.
BATERIAS Y ACUMULADOIRES
Cuando se unen mediante un conductor dos cuerpos entre los cuales existe una
diferencia de potencial (d.d.p) o también llamada tensión, se produce un paso de
corriente de uno a otro, que provoca la disminución gradual de dicha diferencia de
potencial o tensión. Al final, cuando el potencial se iguala, el paso de corriente
eléctrica cesa. Para que la corriente siga circulando debe mantenerse constante la
diferencia de potencial. Y esto es precisamente lo que hacen las baterias y los
acumuladores eléctricos.
¿Quién fue el inventor de la bateria? Pues fue el señor Alessandro Volta, físico
italiano, y el Voltio unidad de tensión o d.d.p. es en honor a él.
Las pilas secundarias o acumuladores son aquellas que pueden recargarse, es decir
pueden reiniciar el proceso mediante el aporte de energía de una fuente exterior
normal mente un generador, que hace que los compuestos químicos se transformen
en los compuestos de partida, al hacer pasar corriente a través de ellos en sentido
opuesto.
Un acumulador es, por tanto, un aparato capaz de retener cierta cantidad de energía
en su interior, suministrada externamente, para emplearla cuando la necesite.
Una batería está formada por varios acumuladores, y puede ser ácida o calina en
función’de la naturaleza del electrolito. Por ejemplo, las baterías de los coches son
ácidas, porque contienen un electrolito de ácido sulfúrico en el que se sumergen una
placa de plomo metálico y otra de dióxido de plomo.
eco_domestica
energia
autor:
José Enguídanos
En nuestra vida cotidiana estamos rodeados de aparatos de todo tipo que utilizan las pilas como
fuente de energía: el reloj, el walkman, la radio, la linterna, los juguetes,…
Básicamente existen dos tipos de pilas, en función de su posibilidad de ser recargadas: las pilas
no recargables o primarias (que a lo largo de este artículo denominaremos simplemente pilas) y
las pilas recargables o secundarias (a las que llamaremos en este artículo acumuladores).
¿Qué son?
Las pilas y los acumuladores son dispositivos que transforman la energía de una reacción
química en electricidad. Los acumuladores tienen una función secundaría: utilizan la electricidad
para invertir la citada reacción química. Casi todas contienen aditivos para mejorar sus
prestaciones: gelificantes para evitar que se licuen y que el líquido estropee el aparato, o
productos para evitar la corrosión del metal que constituye el envoltorio de la pila o acumulador.
Pila Leclanché o pila seca, inventada por el químico francés Georges Leclanché en la década
de 1860. Es la pila común de bastón no alcalina, suele ser de 1,5 voltios.
Pila alcalina. Es muy potente, tiene aproximadamente la capacidad de 3,5 pilas secas. Se ha
ido mejorando con el tiempo, y ahora posee mucho menor contenido de metales pesados que en
sus comienzos. Se presenta en forma de bastón.
Pilas de botón. Son las que se utilizan en aparatos de muy pequeños o de muy bajo consumo
ya que, por su tamaño, éstas tienen poca capacidad. Hay varios tipos: la pila de zinc-óxido de
mercurio, conocida normalmente como pila de mercurio, la pila de óxido de plata, que es la
más utilizada, la pila de litio, que es más grande y plana que las otras y mucho más potente y
duradera.
Principales tipos de acumuladores
Níquel-Cadmio (NiCd). Son los acumuladores estándar. Contienen entre 15% y 20% de
cadmio y proporcionan una corriente de 1,2 V (menos que las pilas). A pesar de su menor
voltaje son adecuados para reemplazar las pilas en la mayoría de los casos. Tienen un efecto
memoria importante (pierden eficacia si los recargamos sin estar completamente descargados) y
tienen una vida mucho más corta que los NiMH. Sin usarse pierden un 1% de su carga cada día.
Níquel-Metal-Hidruro (NiMh). Tienen una potencia energética entre 20 y 30 % mayor que los
de NiCd. El cadmio se ha reemplazado por hidrógeno. Su potencia y longevidad son superiores a
los de NiCd, y además no tienen efecto memoria, es decir que podemos recargarlos en cualquier
momento sin que se estropeen. Tienen el inconveniente de no soportar temperaturas superiores
a 45ºC. Necesitan un cargador especial, no sirven los de NiCd, hay cargadores mixtos que sirven
para los 2 tipos de acumuladores pero debe estar indicado expresamente.
Ion-Litio (Li Ion). Son los utilizados por los teléfonos móviles, ordenadores portátiles o
cámaras de vídeo. Ofrecen una gran capacidad en relación a su tamaño y peso. Son muy caros y
se suelen cargar sin sacar del aparato al que alimentan.
Los acumuladores de NiMH y LiIon no tienen cristales por lo que no se produce el efecto
memoria, así que podemos recargarlos en cualquier momento sin que pierdan eficacia. Es el
caso de las baterías de los ordenadores portátiles y teléfonos móviles.
Por regla general los acumuladores de LiIon son los que tienen mayor capacidad en relación a su
tamaño, por ello se utilizan en ordenadores y teléfonos móviles, que son grandes consumidores
de energía. Desgraciadamente no existen en formatos universales, y hay que usar siempre un
modelo de acumulador específico para cada aparato.
Si hablamos del formato de pila más usado, el AA (el que encontramos en la mayoría de CDs,
casetes, radios portátiles y gran parte de juguetes, cámaras de fotos digitales…), la pila alcalina
es la que más capacidad tiene, entorno a 2.500 mAh, seguida por el acumulador de NiMH con
una capacidad alrededor de 2.000 mAh, y por último el acumulador de NiCd con 700 mAh
aproximadamente. Sin embargo, pese a la aparente (pequeña) ventaja de las pilas alcalinas
frente a los acumuladores de NiMH en cuanto a la capacidad, en aparatos que consumen mucha
energía, como las cámaras digitales, son los acumuladores de NiMH los que tienen una mayor
autonomía, que puede superar en 3 o 4 veces a la de las pilas alcalinas. Esto es debido a que las
pilas no soportan un gran flujo de energía, y se agotan con rapidez, por lo que su uso en tales
aparatos es totalmente desaconsejable. Los fabricantes de pilas han intentado paliar este
problema sacando modelos de pilas que dicen son recomendables para este tipo de aparatos. En
general no es del todo así, ya que suelen durar solo un 30% más, pero el incremento de precio
es muy grande.
Hay un segundo factor que afecta a la capacidad de las pilas y acumuladores y que nos puede
ayudar a decidirnos por uno u otro: la auto descarga, o perdida de carga cuando no se usa.
Así, los acumuladores de NiCd pierden un 10% en las 24 horas siguientes a su recarga (a
temperatura ambiente), y luego un 10% por mes. Además, en situación de temperatura
elevada, la auto descarga se duplica cada 10 ºC. El caso de los acumuladores de NiMH es algo
peor, ya que su nivel de auto descarga es de un 30% superior a los de NiCd. Los acumuladores
de LiIon se comportan mucho mejor, ya que solo pierden un 5% en las primeras 24 horas y
luego 1% a 2% al mes, a lo que hay que añadir un 3% que consume el circuito de protección.
La conclusión de lo anterior es que no hay un tipo de pila idóneo para todos los usos, aunque sí
hay un tipo de acumulador que podemos descartar: el NiCd, por su baja capacidad, su gran
efecto memoria y su composición más contaminante. Como norma general, podremos usar
ventajosamente los acumuladores de NiMH en prácticamente cualquier tipo de aparato excepto
aquellos con un bajísimo consumo de energía, como los mandos a distancia o relojes.
Además, estos metales son muy persistentes, una sola pila de botón puede contaminar 400
litros de agua o un metro cúbico de tierra durante 50 años. 1 kg de pilas usadas puede
contaminar entre 10 y 20 metros cúbicos de tierra…
Se calcula que las dos terceras partes de las pilas usadas acaban en vertederos o en plantas
incineradoras, con la consecuente contaminación de las capas freáticas y la atmósfera,
respectivamente.
Pocas cosas hay tan poco rentables como las pilas. Hacer funcionar un mismo aparato
enchufándolo a la red en lugar de hacerlo con pilas puede resultar de 100 a 100.000 veces más
rentable.
Coste de utilización
Los precios que indicamos a continuación no son exactos y nos servirán sólo para establecer un
orden de magnitud.
Vamos a pensar en un reproductor de casete portátil que se usa durante 2 horas al día, lleva 2
pilas de tipo AA y consume 250 mA.
Como vemos, los acumuladores resultan muy interesantes desde un punto de vista puramente
económico.
En realidad el cálculo resulta aun más optimista si el cargador lo utilizamos con más de un juego
de acumuladores para distintos aparatos. Otro caso todavía más favorable para los
acumuladores es el de los aparatos de alto consumo, en el que su eficacia se mantiene, pero no
así la de las pilas, que se ve reducida a la tercera o cuarta parte.
Además, desde un punto de vista ecológico no hay duda: en el caso anterior utilizaríamos 91
pilas por año o 0,4 acumuladores al año… 228 veces menos desechos. Y no sólo eso, los
acumuladores NiMH no contienen metales pesados, por lo que son menos contaminantes.
En la Comunidad Europea tiramos cada año 200.000 toneladas de pilas (recargables o no). Su
reciclaje depende en buena manera de la actitud del consumidor. Sólo se reciclan las que se
depositan en los contenedores especiales.
Las pilas son la fracción más contaminante de nuestros desechos domésticos. Su reciclaje
permite evitar que una serie de sustancias peligrosas pasen al medio ambiente: mercurio,
cadmio, zinc, plomo,…
Por otro lado, el reciclaje de las pilas supone un gran ahorro de materias primas: el tratamiento
de 100 toneladas de pilas permite recuperar 39 toneladas de hierro-manganeso, 20 toneladas de
zinc, 2 toneladas de escoria y 150 kg de mercurio.
Consejos
Evitar a toda costa las postales con música y otros artilugios innecesarios que funcionen con
pilas-botón.
Si compramos un aparato a pilas, utilicemos, si es posible, acumuladores NiMH o de Ion-Litio. No
siempre es aconsejable el uso de acumuladores: en el caso de aparatos de muy bajo consumo o
que se utilizan muy poco, los acumuladores no serían efectivos debido a su alto nivel de
autodescarga (es el caso de los mandos a distancia de televisores o vídeos).
La mayoría de usuarios de ordenadores portátiles los utilizan casi todo el tiempo como
ordenador fijo, funcionando siempre conectados a la red eléctrica. Estos ordenadores
están equipados de un acumulador LiIon, al que no le gusta nada estar siempre
cargado al 100%. Si queremos prolongar la vida de estos acumuladores lo mejor es…
no usarlos, es decir, quitarlos del ordenador (esto se puede hacer en la mayoría de los
portátiles). Y antes de quitarlo, lo mejor será esperar que su carga sea
aproximadamente de un 40%, que es el punto óptimo para asegurar su longevidad.