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El Amor Desbocado Se Desata PDF
El Amor Desbocado Se Desata PDF
Poemas a destiempo
1
2013. Cristóbal Francisco Fábrega Ruiz
Portada diseño: Celeste Ortega
2
A todas las mujeres que
han significado algo en mi vida
y, en especial, a Emely Adames
que constituye mi presente
y mi futuro.
3
I
Quiero conocer el color de
Tu sangre, amor,
Para sentirte dentro.
Quiero paladear el sabor de
Tu sangre, amor,
Para saberte dulce.
Quiero empaparme de ti
En una sangrienta
Orgía de vampiros,
en una noche
de oscura luna llena.
Quiero, amor,
Inmortalizarme
En un baño
De tu sangre.
4
II
Rictus amargo
De cruel nacimiento,
Tormento de noche,
Tortura de día.
Tus ojos,
¡ como me matan tus ojos!
Tus manos,
¡ como me atan tus manos!
Tu pelo,
¡ como me rompe tu pelo!
5
III
Mi ciudad invisible
Esta en un país lejano
En el que el amor
No supone dolor
Sino caricias.
Mi ciudad invisible
Lleva tu nombre
Escrito en las fachadas,
Tu sonrisa
Marcada en el tronco
De un olivo renacido.
Mi ciudad invisible
Esta en un país
Donde, cuando llueve,
No son mis lágrimas,
Ni las gotas de rocío
De tus ojos
Las que caen.
Mi ciudad invisible
Se encuentra
Allí donde termina
El camino de las estrellas,
Allí donde se encuentra
El aposento privado
De tus ojos.
6
IV
Maldito puñal,
Maldito sueño,
Maldito amor,
Mujer maldita.
Con el alma
Hundida en el
Despecho,
Lleno de odio,
Te deseo, amor,
Todos mis sueños.
7
V
¿Miento quizás? Quizás me estoy mintiendo, mintiéndome a mi mismo en la
mentira. A veces me miento para olvidarme de mi mismo, para romper con
todos mis anhelos, para quebrar las líneas de mi cuerpo.
Ella me tomo, pero yo no me sentí tomado por ella. Me deje llevar por mis
mentiras. Me rompí con mis anhelos, me cegué con mis historias.
Ella me miro y no me estaba viendo. Veía tan solo una mascarada de carnaval,
un rostro disfrazado.
Yo no sabía nada de ella. Ella sabía muy poco de mí. Pero en mi interior
permanecía una lucecita, una pieza rota, una alarma que activaba ella. Pero, ¿
Me estaba yo mintiendo a mi mismo? ¿ Soñaba? Solo los dioses ( y ella) lo
sabrían. Se quebraba mi garganta nombrándola a ella, estallaban mis oídos
oyendo su nombre, reventaba mi cabeza pensando en ella....
¿ Me miento quizás? No es que diga que la amo, pero algo me empuja hacía
ella, me arrastra hacía el fondo de su abismo.
¿ Es esto amor? Quizás lo sea. Quizás de nuevo este metido en un pozo sin
retorno, Quizás este otra vez al borde del abismo, quizás me toque sufrir de
nuevo. Por ahora, me conformo pensando en ella.
8
VI
Solo fue una noche. Aquel día todo parecía haberse alterado. No estuve solo,
solo estuve con ella.
Ella, quizás, no sepa que la estoy amando. Quizás su corazón lata por otro.
Pero yo, aquí, tan lejos de ella, mantengo inconmovible su figura, su olor, su
desencanto...
Solo fue una noche. Una noche en que la luna quedo colgada en el vacío. ¡ Oh,
Dios! ¿ Donde estará ella? ¿ En que lugar reposará su cabeza?
¡ Cuanto quisiera oír su voz en esta noche! ¡ Que placer sentir su respiración
en mi oído, su corazón latir sobre mi pecho! Mezclar mi sudor con su sudor, mi
sangre con su sangre.
Mientras, pasa el tiempo, solo queda esa noche en el recuerdo, cada vez más
lejana, cada vez más borrosa. Y yo sigo esperando el momento mágico de
volver a verla en la penumbra de una noche como aquella noche.
9
VII
Te echo de menos.
Entre los bancos
del aula
De la mañana gris,
Te echo de menos.
En el cielo nublado
Del invierno
Y el ruido
de los folios
Al volverse.
Te echo de menos.
Echo de menos
Tus ojos oscuros,
Tu cristalina risa
Y tu mirada luminosa
Que me imagino
Y que me mata.
10
VIII
Disfrazado de luz,
Con disfraz de Carnaval
Desangelado,
Acaricio tu piel
En la distancia.
Disfrazado de luz,
Oculto entre las sombras
De la noche,
Te veo respirar
Sin alcanzarte,
Te siento próxima
Sin poder tocarte,
Te siento
Lejana a mí
Sin recordarme.
11
IX
Soliloquio del Campus.
En primavera, el Campus
Se transforma.
En un campo de juego
Que soporta
Ese tira y afloja
Del amor y el deseo
De cuerpos juveniles
Que se acercan,
Disimuladamente antes,
Con atrevimiento luego.
12
X
Si pudiera...
Si yo pudiera traspasar
Las barreras de los hombres.
Desandar los caminos
Que nos llevan
Por la vida.
Si yo pudiera ser
La esponja que recoja
Tu pena y tu zozobra,
El contenedor de tu amargura.
13
XI
Entre las arrugas
de la piel cansada,
El abuelo mira
¿ lo hará hacia la nada?
El abuelo mira
la pared vacía
¿ Va a venir mi hijo?
Ya vendrá otro día…
El abuelo mira,
ve pasar las horas,
El hijo no viene,
La cama esta fría
Porque falta ella,
Su sol y su aurora.
El abuelo mira,
Cuenta cada día,
Cuenta los minutos
Y, a segundos, llora.
El olvido acecha,
Ya confunde a Aurora,
Ya la ve en la mesa,
Ya la ve en la alcoba.
14
¿ Donde estás ahora?
En la cama fría
El abuelo llora.
El hijo no viene,
Que no viene ahora.
El abuelo llora,
Su cama vacía,
El hijo no viene,
Ya vendrá otro día.
15
XII
Debí decirte cosas
Que no te dije.
Romper la oscuridad,
Junto a la barra.
Rematar los suspiros
De la noche
Y saltar el abismo
En la mañana.
16
XIII
Tengo roto el cerebro
Por amarte,
Violados los ojos
Por no verte,
Descompuesta el alma
Por tu falta.
17
XIV
El amor se desata
Sin que nos demos cuenta,
Abriendo a empujones
La cerca de mi cuerpo.
El amor desbocado
Que penetra en la
Fuerza fugaz de tu mirada.
El amor desbocado
Se desata
Al oírte respirar
En la penumbra, al
Sentir tu aliento flotar
En el aire que respiro.
El amor desbocado
Que se acerca a las
Fibras sensibles del olvido.
18
XV
Que oscuro se ha quedado
El cielo sin tu risa
¡ Que oscuro!
Demasiada humedad en
El ambiente,
El catarro en puertas,
Y el alma…
¡ Ay! Volando el alma.
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XVI
Atravieso sin pisar
El puente de cristal
Que nos une y nos separa.
Reconociendo tu piel,
Ahogándome en tus ojos
Oscuros de sirena.
Mojándome contigo
en una playa todavía sin nombre
que se me escapa.
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XVII
Hay cosas, mi vida, que no podría decirte. Pero cuando tú no estas, solo pienso
en el momento de volver a encontrarte. Toda mi vida no es más que un puente
tendido entre la orilla en que te dejo y aquella en que te vuelvo a hallar. Me
paso el día entero esperando el momento de hablar contigo, esperando el
momento, lejano y ansiado, de besarte, de tomar tu mano con la mía.
Eres algo muy especial. Miento, eres lo más especial que hay en mi vida, lo
más importante, lo más bello, lo más maravilloso de todo. Quién me iba a decir
a mí que iba a encontrarte. Si no hubiera sido así, ¡ habría perdido tanto...! Mi
sol , hubiera vivido sin saber que existías, pero sintiendo que estabas en algún
lugar del mundo y que, tal vez, dentro de mucho tiempo te encontraría. Pero
doy gracias al cielo que me ha permitido hallarte ahora, poder verte y, quizás,
poder besarte, y sentir como me besas como imagino que tu sabes besar.
Tengo celos de todo el tiempo que he vivido sin tenerte, sin oír tu calida voz,
sin sentir la dulzura de tus manos... Me quemo cuando pienso en ti, me arde
por dentro todo mi ser, y se me embota el cerebro cuando miro tus ojos en el
vacío de mi cuarto. Al final has conseguido que vibre en mi soledad y que mi
cuerpo se doble, y que reviente, pensando en ti, pensando en ese momento de
intimidad que nunca hemos tenido y que no se si alguna vez tendremos.
Tengo celos de todos aquellos que rodean tu vida cuando no estás conmigo,
de todas las cosas que tocas, de la ropa que cubre tu cuerpo, de tus manos
que pueden acariciarte cuando yo te siento lejos. Tengo celos de mi alma que
se funde con la tuya cuando mi cuerpo te busca anhelante e inquieto en la
noche y no te encuentra. Celos de mi sueño que puede acariciarte. Envidio
21
hasta mis ojos que pueden mirarte, mis manos que pueden tocarte, mi boca
que puede cubrirte de besos...
¡Ay amor! ¡Te quiero tanto! Si alguna vez dejara de quererte, me habría
traicionado a mi mismo, y mi alma vagaría en la eternidad, repitiendo tu
nombre.
22
XVIII
Tengo tantas cosas que decirte, tantas, que no se por donde empezar.
Has entrado en mi vida de pronto, de sorpresa y todo se ha trastocado. Todo
ha cambiado de sitio. Ya no soy el que era hace unos días, despreocupado,
tranquilo, confiado... Ahora todo me da vueltas. Me preocupo por todo. Salto al
menor estimulo. Me paso el día pensando que estarás haciendo, queriendo
entrar con mi pensamiento en tu vida, en tu mundo. Queriendo zambullirme en
tu diario. Soñando contigo. Y me siento vivo. Te recuerdo mirándome. Tus ojos
eran como dos lagos profundos en los que me sumergía al mirarte. Y sigo
preocupándome por si tu no estas bien. Me dueles mucho. Quizás te parecerá
mentira, pero te siento. Sé que estas ahí, mirándome en silencio. Besándome,
acariciando mis manos con tus manos.
23
XIX
Te mire
Y fuiste mar.
Me lancé a las
Aguas furiosas
De tu cuerpo,
Navegue en el cristal
de tus pupilas
y fui velero.
Te hablé
Y fuiste cielo.
Volé entre nubes
Y corrientes
De tu rostro,
Me lancé al vacío
De tus pupilas,
Y fui gorrión.
Te escuché
Y fuiste sol.
Me arrojé
entre llamas
y volcanes
de tu hechizo,
derretí mi cuerpo
entre tus ojos,
y fui rayo.
Te besé
Y fuiste, amor,
Mar, cielo y sol.
24
XX
Tan solo sé, amor,
Porque te siento,
Sin saber si tú
Me sientes ahora.
25
XXI
En la laguna de tus ojos
verdes, muy verdes,
Quisiera yo
Limpiarme todo
el polvo del camino.
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XXII
Me gustas
Porque
Cuando miro
Tus ojos
Veo el mundo
Fluir
A tus pupilas.
Te quiero
Porque
Cuando beso
Tus labios
Siento mi alma
Unirse
A lo absoluto.
Te amo
Porque
Cuando toco
Tu pelo
El ambiente
Me huele
A primavera.
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XXIII
Cuando me falta
Tu luz
Se rompe
El cielo.
Cuando me falta
Tu pelo
Sufren
Mis manos.
Cuando me falta
Tu sonrisa,
Lloran
Mis ojos.
Si me faltases
Tú, amor,
No sería nada.
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XXIV
¿ Es esto amor?
Y si lo es
¿ A que huele?
¿ Que esencia básica
Contiene su perfume?
¿ Huele a jazmines florecidos en primavera?
¿ Huele al campo tras la lluvia?
¿ O huele, tal vez, a sudor de dos cuerpos que se aman?
¿ Es esto amor?
Y si lo es
¿ A que sabe?
¿ Que regusto final
Deja en la boca?
¿ Sabe a pan recién hecho?
¿ Sabe a naranja fresca?
¿ O sabe, tal vez, como saben dos besos que se quieren?
¿ Es esto amor?
Y si lo es
¿ Cual es su textura?
¿ Que dulce caricia
Da a mis dedos?
¿ La de la lana calida de invierno?
¿ La de la piel de un niño?
¿ O, quizás, la textura de tu piel en madrugada?
¿ Es esto amor?
¿ Y que si no lo fuera?
¿ Acaso el nombre
Cambiaría el sentimiento?
¿ Cambiaría la angustia de no tener al ser amado?
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¿ El dolor profundo de tu ausencia?
¿ Cambiaría, acaso, el sentir como lo siento?
¿ Cambiaría ¡ Dios! El fuego que me consume?
30
XXV
He quedado
varado en tus escollos,
atrapado en las rocas de tu cuerpo.
He quedado
varado entre tus formas,
retenido en el mar
de tus pupilas.
He quedado
Atrapado en tus laderas,
apresado por la nieve
de tu pecho.
31
XXVI
Nuevamente
el suelo
se desangra,
la noche
se deshace,
el cielo
se suprime.
Tanta sangre,
amor,
tanta sangre
corre por mis venas
dispuesta a derramarse
por tu cuerpo.
Tanta sangre,
amor,
tanta sangre,
cascadas de agua cristalina
desembocando
en los mares de tus ojos,
expandiéndose por las lomas
de tu cuerpo.
Tanta sangre,
amor,
tanta sangre
recorriendo el mundo
hacia tus venas
dejándome vacío.
Tanta sangre,
32
amor,
tanta sangre ...
Y tu, amor,
callada, triste...
Y yo, amor,
drogado,
descompuesto.
33
XXVII
Que dulce que es quererte,
amor,
que dulce
pronunciar tu nombre
en el silencio,
añorar tu mano
ante tu ausencia,
acariciar la almohada
en tu recuerdo.
34
XXVIII
A pesar de tu miedo
y mi miedo,
a pesar de tus dudas
y mis dudas,
nos fuimos deslizando
en aquella madrugada
de diciembre.
Y te quise.
Y oí como pronunciabas
mi nombre.
Y te escuche respirar
junto a mi oído.
A pesar de tu miedo
y mi miedo,
a pesar de tus dudas
y mis dudas,
se nos fue pasando
el tiempo como un rayo,
pero yo toque contigo
la mejor melodía,
compuse mi mejor
adagio.
35
XXIX
Te quise
cuando eras tierna
como pan amasado,
oloroso y amargo.
Te sentí
cuando tenias
la infantil ternura
de la noche.
Te rompí
cuando tú
rompiste mi cabeza,
en el otoño.
36
XXX
Se me ha roto un cristal
entre las manos,
se ha manchado el suelo
con mi sangre
vertida por tu ausencia.
Se me ha partido el alma
entre tu pecho,
he caído deshecho en la espesura
del color de tus ojos
traicionándome.
37
XXXI
Muerto estoy,
en la frialdad
oscura de tu pecho,
reyezuelo en sueños
destronado
por tu golpe
de estado traicionero.
Solo estoy,
caído entre
la escarcha
de las frías
mañanas de
tus manos,
helado entre
tu ausencia
presentida.
Loco estoy,
ciego entre la noche
de la oscura
humedad de
tus pupilas,
olvidado entre
tus ojos
esquivos,
descompuestos.
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XXXII
Escucho tu silencio.
Oigo
constelaciones: existes.
Creo en ti.
Eres.
Me basta.
( Ángel González)
Porque,
si muriera,
volvería a nacer
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( nacer como Ave Fénix reencarnada)
volvería a ser yo
para quererte, amor,
como te quiero.
40
XXXIII
Eras, instante, tan claro.
Perdidamente te alejas, dejando erguido el deseo
con sus vagas ansias tercas.
LUIS CERNUDA
41
XXXIV
42
XXXV
Empedrado estoy contra la piel de tu pecho,
Hermosa mujer, indigno de tu nombre,
Piedra contra piedra, regado, polvoriento,
Rendido y asolado.
43
XXXVI
Sentir tu aliento,
Lejano y tan cercano.
Sentir tu respirar
En la penumbra.
Noche de amor,
Enamorada,
Cuerpos que se quiebran
Y se hacen aire.
Burbujas de jabón
Que vuelan y se unen,
Traspasando la distancia
En una noche.
Suspiros de amor,
Que volaron,
Cuerpo a cuerpo,
En aquella mágica noche.
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XXXVII
Amé sin querer a quién amaba,
Que amar queriendo
Sería amor premeditado, adrede,
y eso no es amor.
Ángel González.
Yo no te busque.
Quizás, tú a mí tampoco.
Pero un día nos encontramos.
Yo no quise amarte.
Quizás, tampoco tú quisiste amarme.
Pero nuestros corazones se amaron.
Y aunque tratamos,
Desesperadamente,
de resistir los impulsos
que nos imponían,
nos amamos,
sin premeditación,
ni alevosía.
45
XXXVIII
Mi querida amiga,
te escribo este poema con mi sangre destilada
por tus venas, para decirte, si acaso no lo sabes,
que no es amor aquello que yo siento,
sino el sentirme perdido si no existes,
hundido sin tus brazos,
cadáver sin tu vida.
Mi querida amiga,
te lanzo este suspiro con mis lágrimas vertidas
por tu ausencia, para que sepas, si aún no lo intuiste,
que me estás entrando dentro, que me envuelves
con tu nombre, tu llanto y tu sonrisa.
Mi querida amiga,
no es que me despida, tan solo
un "hasta luego" te dejo en la mesilla,
para poder vivir, mañana, en tu esperanza.
46
XXXIX
Drogado
por ti,
hundido
por tu nombre,
derrotado,
enganchado
a ti,
deshecho.
Te estoy
odiando
tiernamente,
amándote
con furia,
destrozando
mi paz
con tu
presencia.
Enganchado
a ti,
deshecho
por tu
cuerpo,
agobiado,
roto
en pedazos,
TUYO.
47
XL
Y yo te quiero.
Y, a veces, mi cariño
revienta tu mirada.
Tú sientes en tu pecho
una cárcel dorada,
y yo, tan solo quiero
sentirte enamorada.
Decirte: yo te quiero
libre, no raptada.
Sentir latir tu pecho
tic-tac en tu mirada.
Decirte niña mía.
Decirte: ven amada.
Sentir latir tu pecho,
oírte entre la nada,
besar tus suaves labios,
vivir en tu alborada.
Y yo te quiero
libre, que no encadenada.
Sentir que tú me eliges,
sentir que tú me amas,
sentir que mi cariño
no rompe tu mirada.
Oírte: yo te quiero.
Oírte enamorada.
48
Amarte entre la noche,
amarte en la mañana.
Sentir que estás conmigo,
tocarte en la alborada.
Decirte: yo te quiero,
te quiero enamorada,
enamorada y libre,
enamorada y clara.
49
XLI
Yo te quiero.
Como quiere
La espuma del Atlántico
Besar las rocas.
Yo te espero.
Como espera
En la madrugada
La escarcha
El sol que la derrita.
Yo te añoro.
Como añora
El girasol
El sol que
Le caliente.
Yo te amo.
Como ama
El mismo amor
El calor de
Su existencia.
50
XLII
No somos dos, mujer,
Que somos uno,
Uno tan solo,
Separados por
Dos cárceles de materia.
No somos dos.
Somos un alma
En dos cuerpos
Aprisionada,
Condenada a
Vivir, por siempre,
desglosada.
51
XLIII
Me impiden amarte,
No eres tú, sino ellos
Quienes lo impiden.
Lo sabes ¿ verdad?
No son tus ojos de
Llanto contenido,
Sino sus miradas
De acusación hipócrita
Quienes me impiden
Quererte, amor,
Con sus patrones.
Me impiden,
Amarte, amor,
Porque no aman.
52
XLIV
Mi dulce niña
Deja la noche
Cortar
El tiempo.
Remata la mañana
Entre las flores
Con gotas
De rocío.
Eterno enamorado
Cubierto por las
Lagrimas
Del tiempo detenido.
Te espero
En un paraíso
Pleno de flores
Cubierto de rocío.
Renacida en la noche
Entre los árboles
Con gotas
de rocío.
Mi dulce mujer
Eterno enamorado
Te espero
Cubierto de rocío.
53
XLV
Hacia donde navego,
Hacia donde me lleva
El viento de la tarde.
54
XLVI
En mi dolor esta la luz de mi condena.
La ruptura culpable del cielo de tus ojos.
Porque tirando voy, amor, de mi cadena
Preso perpetuo de todos mis enojos.
55
XLVII
En este día de junio,
Quiero mandarte un saludo
De agua, canela y sangre
De cielo, quebranto y mundo.
56
Que nadie en el firmamento.
En la bañera de Ulises
Voy navegando hacia allí,
Sorteando los peligros
Que me separan de ti.
57
XLVIII
Escóndete.
Ocúltate tras los árboles
Del bosque que te rodea.
Y yo te encontraré.
Desaparece
Entre edificios gigantes
De una ciudad lejana.
Sumérgete
En un océano
Profundo y oscuro.
Y me veras nadar.
Cámbiate el rostro
El nombre
Y el lugar en
el que habitas.
Y me encontraras de nuevo.
Aléjate
Pon kilómetros y kilómetros
De distancia
Entre mi voz y tu nombre.
Y yo seguiré estando.
58
Siempre cercano a ti.
Como, cuando, donde
Tu quieras. Siempre.
59
XLIX
Este rincón
De flores masacradas,
Caído en la noche
El cielo, rota el alma,
Reventado el pecho
por tu acento.
Ese no saber si
Tu también me
Quieres,
Si no es un sueño
Aquello que vivimos,
Una rotura dentro
De mis rejas.
60
L
Eneas se escapó
Salió de Troya
Y busco un lugar donde vivir,
Un santuario.
Y yo, perdido,
¿ Donde tengo mi lugar?
¿ Donde mi casa?
Ulises navegó
Con mil peligros
Buscando el camino de regreso
A su isla de Itaca.
Y yo, sin rumbo,
¿ En que puerto
Concluiré mi viaje?
¿ Guardaré al final
Mi corazón
en su alcancía?
¿ Salvaré mi tesoro
De aquellos
que lo buscan?
¿ Podré hacerlo?
Estaré atento,
Perdido en su defensa.
Pero ¿ podré salvarlo
Al fin, de los ladrones?
¿ Seré capaz de dejarlo
Indemne
Y protegido?
No sé si podré.
61
Es posible que sí.
Pero ¿ y de ella?
De ella,
La que sueño,
Por la que vivo,
Por la que siento.
Incapaz me siento
De luchar con ella,
De mirar sus ojos,
De verla reír.
Sus besos
me hechizan
Y así ¿ podré hacerlo?
62
LI
Tengo el corazón apretado
Por hablarte,
Dolorido por no recibir de ti
Nada que indique que, de vez
En cuando, piensas en mi.
63
LII
Porque te quiero
Tu mirada
Me transporta
En un inmenso oleaje
A un puerto de leyenda.
Porque te quiero
En tu ausencia
Se refleja
El susurro prolongado
De la tristeza esperanzada.
Porque te quiero,
En la noche,
Las estrellas
Brillan con tu nombre.
Porque te quiero,
Mujer,
La tierra
Se transforma
En paraíso.
64
LIII
He aprendido a quererte
A través del paso de los siglos,
A través de la experiencia
De miles de personas
Que amaron en silencio.
He aprendido a besarte
A través de los segundos
De miles de ocasiones
De millones de noches de amor
En todos los rincones de la tierra
De miles de personas
Que se besaron sin mentiras.
He aprendido a amarte
Sentados una tarde
En el lavadero de piedra
Viendo anochecer en primavera.
He aprendido a sentirte
Cada vez que pronuncio
Tu nombre
En mis suspiros.
65
LIV
Tu nombre no es tu nombre
Es una sinfonía interpretada
Una noche de luna llena
En un auditorio
De jardines árabes.
Tu nombre es un suspiro
De pena contenida,
De alegría sin prisa,
De cielo oscurecido.
Tu nombre, mujer,
No es solo tu nombre,
Es tu pelo, tu aliento,
Tu sonrisa.
66
LIV
Siempre,
Siempre modesta,
Discreta,
Indecisa.
Y así te quiero.
No quiero
Una roca poderosa
Fijada con fuerza
Al suelo.
Te quiero
Caña cimbreante
A cada bocanada
de viento.
Te quiero libre.
Siempre,
Siempre en la duda,
La confusión,
La locura.
Y así te quiero.
Siempre,
Siempre así.
Te quiero con tus dudas,
Con tu risa,
67
Con tus lagrimas.
Te quiero como eres.
68
LV
Muchas noches, mi amor
Se duerme a sobresaltos.
Como una noria
Da vueltas y vueltas,
Sin caer en brazos
Del sueño que desea.
69
Porque mi cuerpo es
Prolongación del tuyo.
70
LVI
BALADA DE LAS MIL MUJERES
71
LVII
Te pedí un beso
Y tu me lo negaste
¡ Tanto te costaba!
Te pedí un te quiero
Solo dos palabras
¡ Tan difícil era!
Estabas cansada.
Y yo estoy cansado
Sin saber si tu me quieres,
Sin sentirte cerca.
Y un día yo,
Me sentiré liberado
De tus cadenas
Y buscaré otra prisión
Donde alojarme,
Lejos de ti
Y lejos de tu risa.
72
LVIII
Deja ya corazón de atarme a la locura,
De romperte en pedazos cada día.
Deja ya de extrañarla en su ternura
De escribir tu dolor en mi poesía.
73
LIX
Rubor
En las mejillas
De tu cara, solo rubor,
Tan solo eso.
Me miras y
Callo,
Me hablas
Y cierro mis
Ojos.
Me besas y,
En el viento,
Los colores
Navegan
Hacia el
Cielo.
74
LX
Quiero romper
Mi cabeza
En las paredes
De la fría
Chabola en la
Que habitas,
Esparcir yo, mi
Sangre entre
Tu lecho,
Romperme así,
Matarme en tu presencia.
Quiero morir,
Mujer, entre los
Suelos, manchar
De rojo todas tus
Cortinas,
Romperme así,
Matarme en tu
presencia.
75
LXI
Ruinas
Han quedado,
Solo ruinas,
Y sol cayendo
Ente hojas
Marchitas ya
Por el paso del
Tiempo.
Ruinas,
Solo ruinas,
Y el cielo azul
Rompiéndose en pedazos,
Cayendo así, ahora,
En un pasto de nubes.
Ruinas,
Han quedado
Solo ruinas.
Y yo rompiéndome
El alma
Por amarte,
Entre la oscuridad
Negra
De la noche.
76
LXII
Total para nada
Me sirvió amarte.
En fin, todo fue
Ilusión fracasada,
Sueño imposible.
Ahora te digo
Ya no te amo.
77
LXIII
Eres un rescoldo en
El camino,
Una roca dura y orgullosa,
Un soplo
De muerte
Sin mañana.
Eres un cadáver en
El infierno,
Un fuego difícil
E inclemente,
Una sombra
De vida
En las tinieblas.
78
LXIV
¿ Quien?
Y yo a dos velas.
¿ Tú?
Y yo a dos velas.
¿ Quizás tú?
Y yo en Babia.
¿ Tal vez....?
Y sigo en Babia.
¿ Quien?
Y yo a dos velas.
¿ Tú?
¡ Haberlo dicho!
79
LXV
Si te miro a los ojos,
Soñando te pregunto,
¿ Que es el amor?
¿ De donde viene el sentir
El dulce sinsentido
De querer sin quererlo?
Si te huelo,
¿ Que siento?
¿ Porque mi cuerpo se rebela,
Se transforma sin causa,
Cayendo en el dulce sopor
que da el deseo?
Si no te siento
¿ Porque sigo en el anden
Soñando contigo?
¿ Porque espero ver arrancar
El tren del destino deseado?
¿ Porque tu amor se me muestra
Sin tocarme?
Si ya te has ido,
¿ Porque sigo añorando tu presencia?
¿ Porque tu sol aún me calienta
En la fría noche
De mi existencia,
Fútil y desgastada?
80
LXVI
En tu tristeza
ubico yo el dolor
De tu ausencia.
En tu desesperanza
Instalo yo mi desazón
Descarnada.
En tu corazón
Mi corazón
Que suspira.
En tu dolor
Mi angustia
Y mi congoja.
81
LXVII
A nuestra historia
Le falta algo mas que una fecha.
Su calendario
Esta hecho a retazos
De ausencia compartida,
De miradas sin foco
De palabras sentidas
Que se pierden en el aire.
A nuestra historia
Le falta algo mas que un horario,
Su reloj
Esta hecho a segundos
De tiras y aflojas,
De suspiros sin nombre,
De te quieros
Que se pierden en la noche.
A mi historia,
Que pretende ser nuestra,
La construye mi amor,
El calor de tu risa
Y, porque no,
El saber que tu existes.
82
LXVII
Muerto en la
Arena
Me quedo
Observando
El vaivén
De las olas
Que me mueven.
Veleta empujada
Por tu aliento,
Dirigida por
el viento
de tu cuerpo.
Muerto en la
Sombra
Oscura de los
Árboles,
Empujado,
Amor,
Por tus
Palabras.
83
LXVIII
Te han herido,
mi pequeña rosa,
los caciques insignes
del invernadero.
Y, por eso,
Te han herido.
Te han arrojado
Al frío invierno.
Te han ocultado,
Esparcido tus pétalos
Por el suelo helado,
Tus ramas
En el duro suelo.
Pero yo,
Mi dulce flor,
Se que renacerás
Como Ave Fénix,
Y volverás
A tener,
Otra vez,
Una maravillosa
primavera.
84
LXIX
Ahora si que tiemblo.
Ahora que no se si todo
Fue un sueño.
He tocado mi cama
Al despertar
Y tú no estabas.
Y dudo de que existas.
85
LXX
Quizás nunca debí decirte
Lo que no te dije.
Es preferible
El silencio
A las palabras.
¿ Recuerdas?
No fue la noche
La que rompió
El silencio.
Fue el día,
Y la distancia.
Yo no recuerdo
Tan solo siento
Y hoy sé
Que nunca debí decirte
Lo que no te dije.
86
LXXI
Entraste y te fuiste,
como una tormenta tropical
en un día de verano.
Rompiste a llover
y quebraste, dentro de mi,
mi corazón y mi cerebro.
Te marchaste
y, en ese día,
el cielo se derrumbo
sobre la tierra.
87
LXXII
Fue un recorrido largo y muy corto.
Desde el sur al norte,
desde oriente a occidente.
88
LXXIII
Mirando tus ojos
descubrí que algo había cambiado.
Y yo no quise verlo.
Y descubrí, también,
que el amor perdura
aunque no quiera,
y se va también,
aunque uno lo busque.
89
LXXIV
Romance perdido,
Llamado a morir,
Confundido sueño,
Con noche, con fin.
« Te quiero» le dije
En noche feliz
Sabiendo, era cierto,
Que podía ser el fin.
Me queda el recuerdo,
Me queda su olor,
Me queda, en la noche,
Su afán y su voz.
Pero en la mañana
De la vida real,
Me queda tan solo
Un triste final.
90
LXXV
LETRA PARA TANGO
Andaré mi vida,
Aunque quedes fuera,
Romperé en la noche
Tu recuerdo azul.
Tú, que me quisiste,
Mira hacia delante,
Defiende tu vida,
Vive el porvenir,
Deja que me rompa,
Deja que me cierre,
Deja que anestesie
Mi gris corazón.
Recuerda tan solo,
Aquello que sientes,
Aquellos abrazos
que nunca darás,
los hijos nacidos
que nunca nacieron,
las noches dormidas
sin un despertar.
Ya llegará un día
Que, por fin, te olvide,
Que, por fin, comprenda,
Que perdí tu amor,
Y, al fin, ese día,
Cuando todos lloren,
Velando mi cuerpo
En su inmovilidad,
Yo diré dichoso:
« No lloréis amigos,
91
No veis que respiro,
No me veis reír.
No veis que, acabado
El sufrimiento atroz,
Renazco de nuevo.
Por fin no hay dolor.
Por fin la he olvidado,
Por fin ya no sufro,
Ya late de nuevo
Mi gris corazón».
92
LXXVI
Esperando muero
y muriendo te espero.
IBL.
93
LXXVII
Y aún preguntas si te quiero,
Si sigo amando como eres
A pesar del tiempo transcurrido.
94
LXXVIII
Cuando todavía permanece
en mi corazón
el olor de tu recuerdo
y las lagrimas limpian
de arena los ambientes,
se me va rompiendo
la coraza
y me hiere el acero
de tu perdida.
Porque te quise,
y te quiero,
porque te añoré,
y te añoro,
porque te deseé,
y te deseo,
porque te esperé,
y te espero,
y te seguiré esperando
hasta perder la voz
y la esperanza.
95
LXXIX
Vale que te recuerdo,
Corazón pasado,
aunque me lo calle,
aunque no lo diga,
aunque mis palabras
parezcan negarlo,
aunque mi mirada
se seque y no llore.
96
LXXX
Es la luz tu oscuridad
Amanecer tu crepúsculo
Sol invernal luminoso
Nubes sin lluvia ni nieve.
Amanecer boreal
Que ha llenado tus pupilas
Que brillan cuando me miran
Y que alientan mi soñar.
Te amo
¡ cuanto te amo!
Aunque te duela mi amor
Aunque creas que estoy muerto
Que no tengo corazón.
97
Se me ha roto el corazón.
Por eso, ya no lo tengo,
Con tu silencio quedó.
98
LXXXI
No la busco nunca.
Para reencontrarla
Montando en la brisa.
Nunca la llamo.
Aunque la sentía,
Espero paciente
En aquella tarde.
No salió a buscarla.
Y la encontró un día,
No dijo palabras.
Y cuando, al final,
Decidió buscarla,
la encontró radiante
Su alma y su cuerpo
99
Montando en el viento.
Lo que no le dijo
Se metió en su alma
Se rompió su orgullo
10
0
LXXXII
La noche va cayendo
Aquella sensación
Ansioso de tu luz
Sufro y deseo
Sentir en tu mirada
Que ya vienes.
Y el tiempo
Va pasando
Sin tu risa
Desgranándose oscuro
Lentamente.
Y el sentir
Se vuelve desafecto
A tu luz
que no existe.
Me siento a morir
Abandonado.
10
1
Se va el día y yo,
te espero muriendo
Y esperando, muero.
Sufro anhelante
Que me oprime.
Sufro anhelante
La herida de tu ausencia
En cada minuto
De fugaz pensamiento.
Que me oprime,
Tenaza en mi corazón.
Muerto.
10
2
LXXXIII
Ciertamente, somos líneas que nos vamos cruzando en este cruel mapa
de la vida. A veces corremos paralelas y esa persona que un día compartió con
será lo que seremos. Pero siempre habrá quién, no siendo quizás el ser más
Pero yo, hoy, en este momento, oyendo lo que oía cuando tenía veinte
años me siento que, aunque no soy el que fui, si siento como entonces la
Pero yo, hoy, en este momento, sintiendo lo que sentía cuando tenía
veinte años siento que, aunque no seré el que soy, si tendré tu olor en el
interior de mi recuerdo.
10
3
LXXXIV
ESTADO DE SITIO
Caíste.
Y no había nadie.
Solo escombros,
Y piedras,
Y cemento,
Y la viste. Su miseria
Y acercarte a ella,
Que te espero
10
4
Quieta,
Distante,
Temblorosa.
Vuestras manos
Se entrecruzaron en un inquieto
En entre vosotros.
Ya no os importo el miedo,
Monótonamente, injustamente….
No os importo el monótono
De cualquier parte.
No os importo el correr
De la gente
10
5
Y no lo oísteis.
Sonido de la muerte.
Y decidisteis
Ni os busque,
Ni os persiga.
10
6
LXXXV
10
7
LXXXVI
Navego hacia ti
isla incierta,
nacida de la espuma
y del sol que vierte
calor y luz
a un mundo agonizante.
Desembarco en ti,
esclavo de las lineas
de tu cuerpo,
agotado del viaje,
renacido.
10
8
LXXXVII
TU SILENCIO
10
9
LXXXVIII
11
0
LXXXIX
Para E.A.M.
Te conocí navegando
Como una luz inasible
Que me incitaba a seguirla.
No lo dude
Y me lance a seguir
Las olas de tu sonrisa.
Y ni el océano
Que pretende separarnos
Sin conseguirlo.
Ni las barreras
En que se convierten
Las fronteras.
Ni siquiera
La cortedad de la vida
Que se nos escapa.
11
1
Eres mi sol cuando hace frio.
Mi luz cuando esta oscuro
Mi hogar tras el camino
Mi descanso tras la lucha
y, eres mi amor, cuando estoy solo.
11
2
XC
Déjame, amor,
Que me sumerja
en tus negros ojos.
Déjame, amor,
Acariciar con mis manos
Tus hombros de sirena
Tu vientre oscuro.
Que te bese
Como nunca
te han besado
en tus dulces labios.
Déjame, amor,
Que llene tu cuerpo
Que lo cubra
De pétalos de rosa.
Déjame, amor,
Que te ame
Mientras se van
11
3
Las sombras.
Porque yo
Solo quiero besarte
Mientras vemos nacer
La luz del sol
Sobre el Caribe.
11
4
XCI
ELLA
A E.A., con amor.
No es que diga que la amo, pero algo me empuja hacía ella, me arrastra
hacía el fondo de su abismo.
11
5
Y todo gira alrededor de ella. Mi sueño y mi vigilia. Mi cielo y mi infierno.
Mi cuerpo y mi alma...Soy un carrusel en torno a su perfume, atrapado por las
redes de su pelo, hipnotizado por su cálida sonrisa.
11
6
XCII
¿ Donde has estado todo este tiempo? Parece como si nos conociéramos de
toda la vida. Y más allá de la vida entera. Quizás estuvimos ya juntos en una
anterior reencarnación. Quizás yo fui un esclavo en tu casa de Roma y te
espiaba reprimiendo mi amor de imposible correspondencia. Quizás fuiste tú
una rehén cristiana y yo tu guardián moro y te oía cantar por las rejas de la
torre donde se hallaba tu prisión.
« Donde tu vayas, allí iré. Donde tu vivas, allí viviré. Tu pueblo será mi pueblo y
tu Dios, será mi Dios».
11
7
XCIII
Se me ha roto
El jarrón de la mesilla.
Se han caído
Las gafas
En el suelo,
El cenicero
Al patio,
El corazón
Al alma.
Me ha estallado
La bomba
Del pasado
Impulsada
Por la espoleta
De tus ojos.
Se me ha roto
El corazón
Dentro del pecho,
Ha salpicado mi
Sangre
Por tu culpa.
11
8