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“U
na noche se prendió de fuego una casa y el joven fue forzado a subir al techo. Su
padre estuvo parado afuera con sus brazos extendidos gritando al joven, "¡brinca
hijo y yo te agarro!" Él supo que, para salvar su vida, el joven tenía que saltar. Pero
la única cosa que el joven podía ver era las llamas del fuego, humo y oscuridad. Como se puede
imaginar, el joven tenía miedo saltar desde el techo. Su padre continuo gritando, "¡Brinca hijo!
¡Yo te agarro!" Pero el joven protestó diciendo, "Pero papá…..es que no te veo." El padre
respondió, "Pero hijo, la única cosa que importa aquí es que yo sí te puedo ver." (Diccionario de
Anecdotas e ilustraciones) Realmente en esta historia hay un hombre de fe, pues salto a los
brazos de su padre aunque no lo podía ver. Pero la historia bíblica hay no 1, sino 4 hombres de
fe. Y es precisamente que de ellos quiero hablar, de los hombres de fe.
Esta historia se menciona en Mateo 9:1-8, Marcos 2:1-12 y Lucas 5:17-26 Hay varias cosas que
podemos decir de estos hombres de fe.
Conclusión
Hemos visto cuatro hombres de fe. Que se unen para el bien, que buscan alternativas, que
sorprenden a Dios y que consiguen victorias. Normalmente los hombres de fe no son
distinguidos por su apariencia. Por túnicas largas, por mitras de oro, por sacos o corbatas, sino
por acciones de fe. Dios no ha cambiado. En Dios no ha cesado la capacidad de asombro. El se
sigue sorprendiendo con hombres y mujeres que se acercan a el con fe. Jesucristo esta dispuesto
aun a repetir las palabras que le dijo al paralítico: Tus pecados te son perdonados. La deuda ha
sido pagada por mí en la cruz. Lo hará cuando usted se acerque a su presencia pidiendo ayuda.