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Carta de una madre anciana a su hija...

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Luna-S ▼
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08/08/2012 - 00:42 ▪ IP: 83.***.***.90 ▪ Comentarios: 10
Mi querida hija, el día que me veas vieja, te pido... por favor que tengas paciencia, pero sobre
todo trata de entenderme.

Si cuando hablamos, repito lo mismo mil veces, no me interrumpas para decirme “eso ya me
lo contaste” solamente escúchame por favor. Y recordar los tiempos en que eras niña y yo te
leía la misma historia, noche tras noche hasta que te quedabas dormida.

Cuando no me quiera bañar, no me regañes y por favor no trates de avergonzarme, solamente


recuerda las veces que yo tuve que perseguirte con miles de excusas para que te bañaras
cuando eras niña.

Cuando veas mi ignorancia ante la nueva tecnología, dame el tiempo necesario para
aprender, y por favor no hagas esos ojos ni esas caras de desesperada.

Recuerda mi querida, que yo te enseñé a hacer muchas cosas como comer apropiadamente,
vestirte y peinarte por ti misma y como confrontar y lidiar con la vida.

El día que notes que me estoy volviendo vieja, por favor, ten paciencia conmigo y sobre todo
trata de entenderme.

Si ocasionalmente pierdo la memoria o el hilo de la conversación, dame el tiempo necesario


para recordar y si no puedo, no te pongas nerviosa, impaciente o arrogante.

Solamente ten presente en tu corazón que lo más importante para mí es estar contigo y que
me escuches. Y cuando mis cansadas y viejas piernas, no me dejen caminar como antes,
dame tu mano, de la misma manera que yo te las ofrecí cuando diste tus primero pasos.

Cuando estos días vengan, no te debes sentir triste o incompetente de verme así, sólo te pido
que estés conmigo, que trates de entenderme y ayudarme mientras llego al final de mi vida
con amor. Y con gran cariño por el regalo de tiempo y vida, que tuvimos la dicha de compartir
juntas, te lo agradeceré.

Con una enorme sonrisa y con el inmenso amor que siempre te he tenido, sólo quiero decirte
que te amo, mi querida hija..
Ojala mi madre estuviera conmigo, desde el día 15 de este mes del 2005 guardo su ausencia
como el dolor mas fuerte en el alma y en el corazón que pueda existir. Ojala mamá me
repitieras las cosas mil veces, te ayudara a levantarte o a sentarte y si lo necesitaras darte de
comer, nunca necesitaste nada de eso pero si me hubieses necesitado para ayudarte estaría
feliz de compartir contigo tus momentos, nuestros momentos ojala mamá estuvieras a mi lado
junto con papá, os quiero con toda mi alma.
Esta información nunca debe sustituir a la de un médico. Ante cualquier duda, con

Esta mañana, apenas tuve un momento para fruncirle la frente, sonreírle y


hacerle un gesto con la mano en son de saludo.

Las presiones del trabajo y la vida cotidiana no me dejan tiempo para


sentarme junto a usted a conversar como siempre he querido, pero deseo
que sepa que la veo como una amiga y hasta un familiar muy
cercano.
Poco importa si apenas conozco su nombre y apellidos: datos que me
aprendí de memoria cuando supe que dejaría a su cuidado el tesoro más
preciado que tengo.

Lo que más interesa, y así debe ser, es saber y constatar


diariamente la calidad humana que tiene, todos sus valores y
el cariño que es capaz de ofrecer, incluso, sin esperar lo mismo a
cambio.
Le escribo esta carta para ensalzarle los méritos que en el
poco tiempo que nos conocemos y con nuestro poco roce, le he
podido descubrir.
Esta carta se la envío además para abrir mi corazón y serle
totalmente sincera,más, quizás de lo que hubiera sido si conversáramos
frente a frente.
Con mis sentimientos totalmente desnudos, quiero hablarle del miedo que
siento en las mañanas cuando la veo abrazar, besar y levantar del suelo a
la persona más importante del mundo para esta mujer que le escribe.

Del temor que me surge cada tarde cuando llego y la veo vestirlo,
peinarlo, mimarlo…, pensando que quizás un día de pronto él quiera
quedarse junto a usted y no volver a casa.
Sé que en este minuto puede hasta esbozar una sonrisa al darse cuenta de
lo ilusa que soy, pero las madres, en no pocas ocasiones, somos así. Por
eso, le pido que me entienda.

Esta carta se la hago para trasmitirle la envidia sana que me


despiertan las caricias que se dan, las miradas que se cruzan y las
muchas, pero muchas horas que dedican a conversar y jugar juntos.
Pero no puedo llegar al final de mi misiva sin volverla a alabar, sin
decirle cuánto la admiro por la dedicación y el amor que cada día
pone en su trabajo. Por ser una madre más para mi hijo.
Y si me remito a usted es precisamente por una petición que, anoche antes
de dormir, mi pequeño me hizo.

En su nombre y el mío propio, deseamos que reciba estas líneas


como un sencillo pero cálido homenaje por el día de las madres.
Supe que la naturaleza aún no le dio la oportunidad de tener a un bebé.

Y ya sea que lo logre o no, le transmito lo dichosa que debe sentirse


por acoger en sus brazos a tantas y tantas semillitas que bajo su
tutela se están desarrollando, entre ellas, la mía.
Lo bienaventurada que es por la labor que ha escogido para
desempeñar; obra que la hace disfrutar de esos importantes y
únicos momentos que deberíamos tener las madres de los niños
que cuida, pero que por la necesidad de sostener a la familia, a veces nos
perdemos:
El primer pasito, la primera vez que dicen mamá, cuando se lanzan a hacer
una peripecia nueva…

Mujer, aunque no haya podido concebir no hay dudas de que si


alguien merece los elogios y regalos que se hacen por este día, ese
alguien es usted.
Para terminar, espero que sea consciente del afecto y el
agradecimiento que mi tesoro y yo le tenemos. Por hacerlo feliz,
educarlo, quererlo, protegerlo y enseñarle casi todo lo que sabe
hacer.
Mil gracias por acogerlo como propio y encaminarlo por el mismo camino
que encaminaría a los suyos.

Espero, muy pronto, que la vida la premie con un hijo nacido de su


vientre y sienta en carne propia lo que significa ser madre.
Por ahora solo me resta felicitarla, obsequiarle estas flores y desearle lo
mejor de este mundo.

La exhorto a que siga manteniendo su buen carácter y


esos sentimientos tan nobles e inagotables que le brinda a tantos
niños.
Que pase un buen día y que la buena suerte la acompañe siempre.

Gracias otra vez,

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