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V INGEPET 2005 (EXPL.

-3-VC-79)
APLICACIÓN DE UN NUEVO MODELO FÍSICO PARA CENTRALIZACIÓN DE
REVESTIDORES EN POZOS ALTAMENTE INCLINADOS Y HORIZONTALES

V.Ciccola ─ PDVSA-Intevep

Resumen
La probabilidad de éxito en la cementación primaria se ve mejorada a través del uso de centralizadores.
Éstos son colocados a lo largo del revestidor para mantener un espacio anular que permita el flujo
uniforme del cemento durante el bombeo. Para hacer efectivo su uso, el espaciado y la ubicación de los
centralizadores deben ser optimizados a través de la evaluación de los parámetros involucrados en el
proceso.

Actualmente, todos los modelos físicos han sido desarrollados para evaluar la deflexión de la tubería,
basados en las cargas laterales y axiales. En el modelo propuesto por la API (American Petroleum
Institute), la acción del fluido únicamente considera el efecto de flotación de la tubería. De igual modo, se
han hecho algunas otras aproximaciones para la estimación del estado de esfuerzos, resultando en
valores de excentricidad muy distintos a los realmente encontrados.

En el presente estudio se demuestra la eficacia lograda en las operaciones de cementación, mediante la


implantación de un nuevo método desarrollado a fin de obtener un estado de cargas más realista para el
sistema. Igualmente, se presentan aplicaciones y fundamentos de un modelo, en el cual, el efecto del
fluido es evaluado de manera global, integrando la acción del empuje con las componentes horizontales
de fuerza actuando sobre la tubería. Los resultados obtenidos utilizando el nuevo modelo físico varían
significativamente de los obtenidos utilizando las prácticas recomendadas en la API-10D, se demuestra
que son más eficaces especialmente para pozos altamente inclinados y horizontales.

Introducción
Los centralizadores son una de las herramientas más simples usadas para lograr una cementación
exitosa. Su uso se justifica en la mejora del desplazamiento de los fluidos en el espacio anular para
lograr una cementación que garantice el aislamiento zonal. Adicionalmente, en pozos inclinados y
horizontales, los centralizadores son de ayuda en la corrida de la tubería a la profundidad deseada. Para
ubicar el cemento en el espacio anular, éste debe hacerse fluir en su fase líquida (lechada de cemento),
a través del interior de le tubería de revestimiento, siendo bombeado desde la parte superior de la
misma. En el momento en que la lechada llega al fondo del hoyo se ve forzada a subir por el espacio
anular y una vez presente la totalidad del cemento estipulado, se detiene el bombeo para que se
produzca el fraguado.

La lechada de cemento no es el único fluido presente en el sistema y por ello, al momento de insertar el
cemento los restantes fluidos deben de ser desplazados. Este proceso de desplazamiento se hace
particularmente importante en el espacio anular, ya que de efectuarse de una manera incorrecta puede
ocasionar que alguno de estos fluidos distintos a la lechada permanezca en una posición indebida en la
que se requiera cemento, provocando una disminución en las propiedades mínimas exigidas a la capa
de cemento, y por ende, una deficiente cementación primaria. Estos defectos remanentes en el anular
son llamados acanalamientos. Una de las principales causas del desplazamiento inadecuado de los
fluidos en el anular, es la tendencia que posee la tubería a adherirse de las paredes del hoyo en pozos
direccionados. Al ocurrir esto, se produce un flujo no uniforme en el anular, ya que debido a las fuerzas
cortantes actuantes en el fluido, éste tiende a fluir más rápido en la zona más amplia del anular, mientras
que en la zona más angosta la velocidad tiende a ser menor, pudiendo incluso a permanecer estancado,
siendo el caso más crítico cuando existe contacto entre la tubería y el hoyo. Es por ello necesario
garantizar una apertura mínima del área transversal de flujo anular a lo largo de la tubería mediante el
proceso llamado centralización.

En la etapa de diseño del pozo deben realizarse sensibilidades usando los programas de simulación
apropiados, donde se analicen las fuerzas de arrastre causadas por diferentes tipos y configuraciones de
centralizadores. En la determinación de las fuerzas de arrastre de la tubería es necesario suponer
valores de coeficientes de roce del centralizador-formación, los cuales podrán validarse con los datos de
peso en el gancho del taladro, lo que permite simulaciones más reales de la fuerza de arrastre durante la
bajada de la tubería.

En el presente estudio se discuten los principios de la centralización desde el punto de vista físico y
práctico referente al uso de centralizadores. Debe enfatizarse que siempre se debe tratar de lograr
valores altos de centralización (standoff), entre 80-90% y aún mayores. El valor de 67% establecido por
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la API es sólo una referencia para la fabricación de centralizadores flexibles, y no debe ser utilizado
como un valor recomendado de centralización.

Se analizan las causas de la reducción de la centralización de la tubería, como la flexión, desviación en


los centralizadores, etc. Estas causas deben determinarse mediante el uso apropiado de programas de
simulación. Cabe mencionar que otro efecto en la tubería debido al uso de centralizadores es el
incremento de su rigidez. Los requerimientos de centralización dependen de las fuerzas actuantes sobre
los centralizadores y la tubería, estas fuerzas producen cambios en los valores de standoff hasta llegar
incluso al contacto entre la tubería y el hoyo si los centralizadores no se posicionan de forma correcta.
Evaluar las fuerzas y su efecto en la ubicación de centralizadores se hace necesario, por lo que se
requiere de modelos físicos acordes con el problema encontrado.

El análisis presentado en este trabajo brinda una forma realista de estudiar la ubicación de los
centralizadores. Este análisis genera predicciones distintas de carga axial si se compara con la RP API
10D, produciendo valores distintos de standoff y en consecuencia, cambio en el número de
centralizadores requeridos para obtener un standoff predefinido. Contrariamente al modelo de la API 10D
y algunos otros modelos [1], este estudio toma en consideración que la parte baja de la tubería se
encuentra bajo cargas compresivas y, en consecuencia, deben hacerse algunas correcciones para
estimar la deflexión de la tubería en esta zona. Estas correcciones conducen a cambios importantes
standoff en pozos profundos donde las cargas axiales de compresión son altas. Se presentan algunos
ejemplos y aplicaciones de este nuevo modelo teórico.

Centralizadores
Los centralizadores son dispositivos mecánicos que proveen la fuerza necesaria para mantener a la
tubería alejada de las paredes del hoyo. Teórica y prácticamente deben ser lo únicos apoyos que posee
la tubería a lo largo de toda su longitud. Al no cumplirse esta condición la tubería tiene contacto con las
paredes del hoyo.

Los centralizadores, colocados adecuadamente, ayudan al movimiento de la tubería, rotación o


reciprocación, durante el acondicionamiento del hoyo y la cementación. La instalación de los
centralizadores debe ser tal que permanezcan fijos durante tal movimiento sirviendo de guía a la tubería.
Los centralizadores rígidos soportan el revestidor por medio de separadores sólidos, así, la deformación
del mismo pasa a ser despreciable. Si el diámetro exterior del centralizador rígido no es igual al diámetro
del hoyo, la tubería no se encontrará centrada, estará desviada en igual medida a lo que resulta de la
diferencia entre los radios del hoyo y exterior del centralizador.

Un centralizador flexible se apoya sobre espirales elípticas flexibles, que generan una fuerza radial hacia
la línea central del revestidor. Esta espiral es capaz de flectarse, y a medida que esto ocurre aumenta la
fuerza radial de reacción. Esta deformación ocasionará una desviación adicional del revestidor, para
cuyo cálculo se considerará que el centralizador se comporta linealmente como un resorte elástico, en
donde la fuerza actuante sobre él definirá su deformación. A diferencia de los centralizadores rígidos, el
comportamiento de los centralizadores flexibles no depende de la magnitud de su diámetro exterior, sino
de características pertinentes a las fuerzas de reacción con las que opera.
El objetivo de la colocación adecuada de los centralizadores es el de conseguir que las desviaciones de
la tubería no sobrepasen el límite máximo definido para permitir un proceso de desplazamiento
adecuado. Para cuantificar la desviación del revestimiento se utiliza el término “standoff ratio”, el cual
expresa el grado de centralización de la tubería como un porcentaje del grado de centralización máximo,
que es cuando el eje de la tubería y el eje del hoyo coinciden; esta condición se denota con un standoff
ratio de 100%. Siendo la condición de standoff ratio 0% cuando la tubería se encuentra en contacto con
el hoyo. La determinación de esta magnitud se establece por intermedio de la relación.

D
S tan doff _ Ratio = x100 (1)
Rh − Rt
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Figura 1. Definición de Standoff Ratio

donde D representa la mínima distancia entre la tubería y el hoyo, mientras Rh y Rt representan los
radios del hoyo y exterior de la tubería respectivamente. Los valores mínimos de standoff ratio
requeridos para cada trabajo de cementación se establecen independientemente en cada caso,
dependiendo de las propiedades de los fluidos de trabajo. En general, se recomienda que el standoff
ratio posea un valor mínimo de 80%, y en algunos casos son necesarios valores cercanos al 100%.

Resultados
La selección y diseño de los centralizadores a ser utilizados para cada aplicación se hace con un gran
grado empírico. Esto se debe a la ausencia de criterios claros que permitan definir el tipo de
centralizador y la distribución de los mismos a lo largo del revestidor. Es por ello que se propone un
procedimiento y teoría de cálculo para el estudio del efecto que tienen los centralizadores en los valores
de standoff que se producen a lo largo de la tubería. Con este fin se utiliza el modelo de una viga
empotrada, el cual brinda la posibilidad de obtener resultados a través de formulas analíticas. Se
considera el efecto del fluido de trabajo presente en el hoyo y su participación sobre el peso de la
tubería, lo cual influye en la distribución de fuerzas en el sistema, incluyendo las magnitudes de carga
axial y fuerza cortante en el caso genérico y que son determinadas dependiendo de las condiciones
geométricas del pozo en particular para casos unidimensionales y bidimensionales. Se realiza el estudio
de las deformaciones de la tubería, las cuales son añadidas a las desviaciones adicionales en los
centralizadores, para cada una de las diferentes zonas del pozo, arrojando las características obtenidas
para la centralización de la tubería de revestimiento.

Existen básicamente dos propiedades en el sistema que originan toda la distribución de fuerzas,
esfuerzos y deformaciones a estudiar, como lo son las densidades de los fluidos presentes y el peso de
la tubería. Para el cálculo se considera al sistema en condición estático, así todas las reacciones y
deformaciones serán producidas por las fuerzas provenientes de estas propiedades.

Considerando la influencia de estas propiedades con respecto al arreglo físico del cual forman parte, se
puede diferenciar sus efectos para conveniencia del cálculo esquematizándolos de la siguiente manera:

Fuerzas Externas.
- Peso de la tubería
- Efecto de flotación del fluido exterior a la tubería
- Reacciones en los centralizadores
Fuerzas Internas.
- Carga axial de la tubería de revestimiento

Partiendo de las fuerzas especificadas de esta manera, se puede establecer su efecto individual sobre el
sistema estudiado, y definir un cálculo para el standoff presente en los puntos más críticos en toda la
longitud de la tubería de revestimiento. El objetivo será definir las expresiones que idealizan el cálculo
para cada una de las fuerzas actuantes en el sistema.

Peso de la Tubería. El efecto de esta fuerza dependerá primordialmente de la dirección relativa a la


zona del sistema en la cual se realiza el estudio. La dirección relativa depende únicamente de la
ubicación geométrica de la tubería, la cual puede adoptar cualquier posición con curvaturas desde
vertical hasta horizontal, siendo esta última donde el peso de la tubería ejercerá el mayor efecto de
deformación, al aplicar una fuerza completamente perpendicular a la tubería de revestimiento.
El caso general se idealiza como una viga empotrada con una carga uniformemente distribuida que
produce su deformación. El peso de la tubería es un parámetro dado dependiente únicamente del calibre
de la tubería con que se trabaje, denotado por unidad de longitud mediante el símbolo “w”.
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Efecto de Flotación. El peso de la tubería como todo cuerpo, se ve afectado al estar sumergido en un
fluido, ya que este causa una fuerza opuesta al peso llamada empuje. En este caso, la tubería construida
con acero de densidad (ρa), es sumergida en el fluido presente en el hoyo que posee una densidad (ρi)
en la sección interior (ρe) y en la sección exterior. Este hecho genera un cambio en la fuerza necesaria
para sostener la tubería, que será ya distinta al peso de la tubería en el aire. A este nuevo peso se le
conoce con el nombre de peso efectivo (we), que se obtiene al multiplicar el peso de la tubería en el aire
por un factor que representa el efecto de empuje del fluido llamado factor de flotación denotado como Ff
que para nuestro caso viene definido según la expresión [1]:

2
⎛ ρe ⎞ ⎛ di ⎞ ⎛ ρ ⎞
⎜⎜1 − ⎟⎟ − ⎜⎜ ⎟⎟ ⎜⎜1 − i ⎟⎟
ρa ⎠ ⎝ de ⎠ ⎝ ρa ⎠
Ff = ⎝ (2)
⎛ di 2 ⎞
⎜1 − ⎟
⎜ d 2⎟
⎝ e ⎠

El peso efectivo se obtiene mediante:

we = w.Ff (3)

Este peso será el que en realidad se considerará para la tubería.

Reacciones en los Centralizadores. Los centralizadores actúan de manera reactiva, así, la fuerza
presente en ellos es producto de su reacción con el resto del sistema. El efecto que los centralizadores
tienen sobre el sistema, se encuentra estrechamente vinculado, con las fuerzas que son capaces de
soportar, y de la deformación que esta fuerza genera. La magnitud de estas fuerzas se establece según
las consideraciones de equilibrio del sistema.

Carga Axial de la Tubería. Todo cuerpo que presente masa está sometido a esfuerzos producidos por
la acción de su propio peso, en presencia de un campo gravitatorio. Los esfuerzos generados de esta
manera son definidos como esfuerzos internos del cuerpo. En el caso estudiado, los esfuerzos internos
de la tubería sumergida son considerados únicamente en su dirección axial.

En cada punto del revestimiento que se analiza se puede cuantificar la magnitud de la carga axial como
el peso del tramo de tubería colgante bajo la sección estudiada. Estando la tubería sumergida en un
fluido, deberemos considerar el peso efectivo de la tubería colgante bajo la sección considerada.

Discretizando la tubería por elementos, se utilizará la ecuación (4) para obtener las magnitudes de la
carga axial a lo largo de toda la tubería, siendo Ti la carga axial para cada elemento.

Ti = Ti −1 + wL cos(θ) (4)

donde ө es la inclinación promedio del segmento considerado.

De acuerdo a estas consideraciones, la carga axial será tensora en toda la longitud de la tubería, con un
valor siempre mínimo de cero en el fondo de la misma, y un valor máximo en la sección menos profunda
de la misma. Es importante aclarar en este punto que bajo la aproximación de este trabajo, se ha de
cometer un error si se considera únicamente el peso del revestidor para la cuantificación de la
distribución de cargas axiales: bien sea el peso de la tubería o el peso efectivo de la tubería. Ambas
formas de cálculo resultarán en un revestidor sometido exclusivamente a tensión. La especificación API
SPEC 10D [2] propone el uso del peso efectivo con este fin.

Sin embargo, utilizar el concepto de peso efectivo del revestidor es inapropiado en este caso, debido a
que esta expresión se deriva de la suposición de una sección sumergida dentro el fluido. En
consecuencia, el elemento está completamente rodeado de fluidos que generan presión sobre el,
resultando en la conocida fuerza de empuje. En la situación real el elemento no está completamente
rodeado de fluido, al menos en la dirección axial. La parte baja de la tubería es la única que posee un
elemento sometido axialmente a la acción del fluido.
Para utilizar de forma correcta la ecuación (4), debe asignarse una carga de compresión en la sección
del fondo de la tubería, según el nivel de presiones correspondiente a este punto.
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La acción del fluido es compresiva, ya que la presión hidrostática existente ejerce una fuerza
perpendicular contra la superficie del revestidor, por lo que la fuerza de empuje actuante en la dirección
axial es una fuerza concentrada actuando en el extremo de la tubería.

Figura 2. Distribución de carga axial de un revestidor libremente suspendido

La distribución de carga axial de una tubería libremente suspendida en el fluido se muestra en figura 2
para el modelo propuesto y el modelo actualmente usado [3]. Se observa la compresión ejercida por el
fluido en el fondo de la sarta en el modelo propuesto, mientras que en el mismo punto, API registra una
carga axial igual a cero. Las discontinuidades observadas en el modelo propuesto son debidas a
cambios puntuales en los diámetros, entonces la presión de los fluidos actúan área libre de los bordes
del acoplamientos en la dirección axial, modificando la distribución de carga axial. Finalmente, la
coincidencia entre los modelos en el tope del revestidor denota la misma fuerza flotante obtenida en
ambos modelos según el principio de Arquímedes.

La posición vertical de la tubería es un caso particular dónde la fuerza flotante entera se concentra en el
fondo [1]. Un caso general se muestra en la figura 3 donde no hay igualdad entre las cargas axiales en el
tope del revestidor, contrariamente al caso de la posición vertical. Esto se debe a la integración del
efecto de flotación y el componente de fuerza horizontal que actúan en el revestidor por el modelo
propuesto, mientras el modelo actualmente usado (API) se limita a considerar la fuerza de empuje de los
fluidos sobre la cubierta.

Figura 3. Caso general de distribución de carga axial sobre un revestidor inclinado

En la posición horizontal del revestidor, la fuerza flotante es uniformemente distribuida a lo largo de la


sección y no tiene el componente axial, mientras las fuerzas horizontales generadas por la presión,
contemplan únicamente componentes de carga axial.

En pozos poco profundos, la magnitud de fuerza de compresión al fondo del revestidor es baja. Pero en
pozos profundos, una larga sección de tubería estará sujeta a los efectos de compresión y las fuerzas en
este caso pueden ser importantes. En este caso, las modificaciones en las ecuaciones usadas para la
desviación de la tubería deben aplicarse como se ha mostrado.
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El objetivo de cuantificar las fuerzas presentes en el arreglo, es el de evaluar las deformaciones que
éstas ocasionan en los elementos del sistema (tubería de revestimiento y centralizadores).
Adicionalmente, se debe considerar la geometría tridimensional del arreglo para evaluar de manera
adecuada dichos efectos.

Deformación de la Tubería de Revestimiento. La deformación en la tubería, es causada por el efecto


de las fuerzas normales presentes en el sistema. Adicionalmente, al efecto que genera su carga axial. Es
por ello necesario evaluar estas dos magnitudes con el fin de predecir el standoff remanente en el hoyo.

Para la determinación de los valores de fuerza normal es imprescindible el desarrollo adecuado de un


esquema de cálculo dependiente de las dimensiones geométricas características del sistema.
Considerando primero el caso unidimensional, donde la tubería es recta, la fuerza cortante sobre la
misma será la componente del peso efectivo en la dirección perpendicular al eje de la tubería. Si se
denota a la carga normal uniformemente repartida por unidad de longitud con la letra N, la expresión
correspondiente al caso unidimensional será [4]:

N = we.L.sen(θ ) (5)

En casos bidimensionales, sin embargo, se debe considerar las componentes de todas la fuerzas que
actúan en dirección perpendicular al eje de la tubería en el punto medio del tramo de revestimiento
estudiado ya que suponemos una curvatura constante del mismo.

Basados en la siguiente figura 4, la fuerza de corte por unidad de longitud viene dada por:

⎛β⎞
N = weLsen (θ) ± 2Tsen⎜ ⎟ (6)
⎝2⎠
donde T es el promedio de las cargas axiales presentes en el segmento estudiado. El signo del segundo
miembro depende de la dirección de curvatura del hoyo. Para el caso mostrado en la figura 4
corresponde el signo positivo.

Figura 4. Cambio de curvatura y las fuerzas actuantes en la tubería.

Asumiendo la sección de tubería con curvatura constante y perteneciente a un plano en el espacio, la


carga lateral viene dada por:

N= (Ndp )2 + (Np )2 (7)

⎛β⎞ ⎧⎡ ⎛ θ + θ ⎞ ⎛ θ − θ ⎞⎤ ⎛ β ⎞⎫
Ndp = 2Tsen⎜ ⎟ + weL⎨⎢sen⎜ 1 2 ⎟sen⎜ 1 2 ⎟⎥ + sen⎜ ⎟⎬ (8)
⎝ 2⎠ ⎩⎣ ⎝ 2 ⎠ ⎝ 2 ⎠⎦ ⎝ 2 ⎠⎭

⎛ weL ⎞
N p = ⎜⎜ ⎟⎟ sen(θ1 ) sen(θ 2 ) sen(φ 2 − φ1 ) (9)
⎝ sen(β) ⎠
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Conocidas las magnitudes de la carga normal y la carga axial, se idealiza el sistema como una serie de
vigas simplemente apoyadas de manera que cumplan con la geometría estipulada. El segmento de
tubería entre centralizadores se puede entonces representar como en la figura 5, donde se representan
las fuerzas actuantes sobre el tramo.

Figura 5. Fuerzas actuantes en el segmento de tubería entre centralizadores.

La deformación aproximada de la tubería en el punto medio entre centralizadores, se obtiene mediante la


ecuación basada en el análisis de Timoshenko (ecuación 7) para una viga empotrada sometida a cargas
axiales.

Debido a que los modelos hasta ahora desarrollado se han gestado sobre la base de que la tubería esta
siempre en tensión, la única teoría disponible para el cálculo de la deformación del revestidor se ajusta a
este caso particular. Por ello fue necesario desarrollar las ecuaciones a ser aplicadas en el caso de
compresión axial. La deflexión máxima de la viga se denota por ymax.

Para el caso de Tensión Axial [5]:

NL3 ⎛ 24 ⎞⎛⎜ u 2 u cosh (u ) − u ⎞⎟


y max = ⎜ 4 ⎟⎜ − (7)
384 EI ⎝ u ⎠⎝ 2 senh (u ) ⎟⎠

Para el caso de Compresión Axial:

NL3 ⎛ 24 ⎞⎛⎜ u 2 u − u cos(u ) ⎞⎟


y max = ⎜ ⎟ − + (8)
384 EI ⎝ u 4 ⎠⎜⎝ 2 sen(u ) ⎟⎠

donde u viene dado por:

T.L2
u= (9)
4EI

N es la fuerza cortante uniformemente distribuida, L es la distancia entre apoyos, E es el modulo de


elasticidad de la tubería, I la inercia de la sección de la tubería y u un valor definido por la tensión a la
que está sometida la tubería en el lugar de estudio. En la ecuación se obtiene la deflexión máxima que
ocurre en el punto llamado “sag point” (punto medio entre centralizadores).

Desviación en los Centralizadores. Al decrecimiento del standoff, ocasionado por la deformación de la


tubería, se le adiciona también la desviación causada en los centralizadores. Para establecer la magnitud
de esta desviación se debe diferenciar el comportamiento de los centralizadores rígidos de los
centralizadores flexibles.

Desviación en los Centralizadores Rígidos. La desviación ocasionada por los centralizadores rígidos,
no es debida a las deformaciones que éste pueda llegar a sufrir, ya que las deformaciones en los
centralizadores rígidos son consideradas despreciables. La causa es la diferencia de dimensiones entre
el diámetro exterior del centralizador y el diámetro del hoyo. Las desviaciones adicionales de la tubería,
son medidas como la distancia entre los ejes del hoyo y de la tubería de revestimiento mediante la
diferencia entre el radio del hoyo y el radio exterior del centralizador rígido.
Denotando a la desviación producida en el centralizador rígido por δr y siendo Rh y Rcr el radio del hoyo y
el radio exterior del centralizador rígido respectivamente, la desviación adicional de la tubería en el
centralizador rígido tiene la siguiente expresión:
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δ r = Rh − Rcr (9)

Desviación en los Centralizadores Flexibles. En un centralizador flexible, el standoff decrece debido a


la compresión del centralizador, que usualmente no cumple con un modelo lineal de deflexión con
respecto a la carga lateral aplicada. Este comportamiento se hace particularmente significativo para
cargas muy elevadas. Sin embargo, gracias a que las cargas con las que generalmente se trabajan en
estos casos no alcanzan la magnitud necesaria para que se presente este comportamiento, se utiliza un
modelo lineal para predecir la deformación del centralizador.

Empleando la magnitud de la fuerza restauradora del centralizador suministrada por el fabricante, de


acuerdo con API 10-D, la compresión del centralizador vendrá dada según la expresión.

1 N
δf = .( Rh − Rt ) (10)
3 Rf

donde N es la carga lateral aplicada en el centralizador, Rf es la fuerza restauradora del centralizador


flexible y Rh y Rt son los radios del hoyo y exterior de la tubería respectivamente.

Espacio entre Centralizadores. El espacio entre centralizadores en una tubería de revestimiento,


definirá sin duda el standoff presente en cada punto de la tubería, y con el se definirá también la
eficiencia del desplazamiento de los fluidos presentes en el sistema. El estudio de los efectos que tiene
una determinada ubicación de centralizadores en la tubería de revestimiento en el grado de excentricidad
que se produce en la misma, debe ser llevado a cabo mediante un orden de cálculos, regidos por la
teoría precedente.

Una vez establecidas las consideraciones correspondientes a la forma de evaluar cada uno de los
parámetros del problema, se plantea el tipo de cálculo a realizar. Se tienen dos posibilidades para la
obtención de resultados. La primera es el estudio del standoff ratio en cada zona de la tubería
estableciendo previamente la distancia entre centralizadores. La segunda es obtener la distribución
adecuada de centralizadores con la cual se produzca el standoff ratio necesario para la aplicación. En
virtud de que el primero de los casos estaría indirectamente resuelto en la consecución del segundo, se
propone a continuación un procedimiento de cálculo, mediante el cual se obtienen los resultados
buscados:

- Seleccionar el tipo de centralizador a utilizar


- Seleccionar la ubicación de los centralizadores
- Calcular la carga sobre cada centralizador (si es flexible)
- Calcular la desviación en el centralizador
- Determinar la carga axial a lo largo de la tubería
- Determinar la carga cortante para cada tramo de tubería
- Calcular la deflexión de los tramos de tubería entre centralizadores
- Determinar el standoff ratio total en cada tramo
- En caso de no cumplir con el standoff establecido, cambiar la ubicación o tipo de centralizador y repetir
el procedimiento

Con el fin de establecer las diferencias entre el modelo propuesto y el de la API, se analizan dos
ejemplos. El primero, en la figura 6, muestra la distribución de centralizadores y el standoff resultantes
para un pozo de poca desviación. El segundo en la figura 7 con el mismo propósito pero un pozos
altamente desviado [1]
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Figura 6. Distribución de Centralizadores y STD para un pozo de poca desviación

Figura 7. Distribución de Centralizadores y STD para un pozo altamente desviado

En el caso poco desviado, se observan pocas diferencias entre ambos modelos. Esto se debe a las
bajas cargas laterales existentes en estos tipos de pozos. Sin embargo, los valores aumentan a medida
que el pozo se torna mas inclinado como se observa en el ejemplo siguiente. Aquí, la carga lateral y las
componentes horizontales de fuerza del fluido afectan significativamente los valores de standoff,
generando una gran diferencia con los valores predichos por la API.

Las predicciones de standoff hechas por el modelo propuesto en la zona más profunda del pozo son más
críticas que las predichas por la API. Como se mencionó con anterioridad, en el caso de pozos
horizontales y altamente inclinados, las cargas de compresión axial pueden alcanzar valores importantes
que pueden generar valores de standoff menores a aquellos predichos por la API.

Esta diferencia al estimar la deformación de la tubería, puede conducir a errores significativos cuando se
calcula el standoff y, en consecuencia, la distribución adecuada de centralizadores. El uso del modelo
propuesto hace una diferencia significativa en el número y espaciado de los centralizadores requeridos
en el hoyo, y ha mejorado los trabajos de cementación primaria en PDVSA.

Análisis de Resultados
La ubicación de los centralizadores se ve influenciada por las magnitudes de las fuerzas calculadas. La
diferencia entre las predicciones de standoff encontradas en el caso de establecer el comportamiento del
fluido sobre el estado de cargas de la tubería como se sugiere en este trabajo y en el caso de no
utilizarlo es importante encontrándose en el orden del 30% para aplicaciones típicas.

Esta diferencia en la estimación de la deformación de la tubería influye en las magnitudes de eficiencia


en el desplazamiento esperadas para los fluidos presentes en el anular. Conociendo que este
desplazamiento es afectado por la centralización de la tubería, es lógico comprender la diferencia
lograda en las operaciones de cementación con el uso de cada modelo. En la figura 8 se muestra un
ejemplo de los resultados que se han obtenido en PDVSA con la aplicación de cada uno de los modelos
discutidos en este trabajo.
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A B
Figura 8. Registros de cementación para pozos gemelos.

Este par de registros de cementación de pozos corresponden a la sección equivalentes de pozos


gemelos con inclinaciones superiores a los 60°. En el caso A, se utilizó la distribución de centralizadores
resultante del modelo API. Se nota con claridad la pobre remoción de revoque lograda. En el caso B, se
utiliza una distribución de centralizadores sugerida a través del modelo propuesto en este trabajo,
notando el incremento notable de la remoción de revoque con respecto al primer caso.

Esta respuesta ha sido consistente a lo largo de los últimos tres años en las operaciones de cementación
de PDVSA, donde se ha adoptado modelo presente como base para el estudio y diseño de las
operaciones de centralización de revestidotes en pozos horizontales y altamente inclinados.
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Conclusiones
1. El modelo propuesto ha demostrado ser aplicable con excelentes resultados a las condiciones
operativas de los pozos altamente inclinados y horizontales de PDVSA.
2. Se determina más certeramente la distribución de cargas axiales sobre el revestidor, al momento
de considerar la acción de los fluidos. Presentando zonas en compresión y tensión.
3. Los fluidos estáticos sólo pueden ejercer una fuerza en la dirección normal a la superficie. Para
una posición del revestidor vertical, el único efecto de presión del fluido es una fuerza
concentrada en la parte más baja.
4. Los resultados obtenidos a través del modelo propuesto varían tanto teórica como prácticamente
respecto a los obtenidos utilizando la API-10D, sobre todo en pozos altamente inclinados y
horizontales.

Contribución Técnica
El presente trabajo evidencia la eficiencia lograda en las operaciones de cementación de pozos
a través una herramienta que permite garantizar el diseño del esquema de centralización a ser
utilizado. La mejora de los procesos de acondicionamiento del hoyo y desplazamiento de los
fluidos en la cementación asociada a la correcta centralización, ha permitido disminuir el riesgo
inherente a estas operaciones en la construcción de pozos en PDVSA

Referencias Bibliográficas
[1]. Blanco A., Ciccola V., Limongi E.: “Casing Centralization in Horizontal and Highly Inclined Wellbores”,
SPE 59138. Presented at the 2000 IADC/SPE Drilling Conference. New Orleans, Louisiana, 23–25
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[2]. API 10-D., 1995, Quinta edición “Specification for Bow-Spring Casing Centralizers”.
[3]. H.C Juvkam-Wold, J. Wu., 1992, “Casing Deflection and Centralizer Spacing Calculations” SPE
Drilling Engineering.
[4]. H.K Lee. R.C, Smith, and R.E, Tighe., 1986 “Optimal Spacing for Casing Centralizers”, SPEDE 122-
30.
[5]. Timoshenko, S., 1978, “Resistencia de Materiales”, ESPASA-CAPE S.A, Madrid.

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