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Resumen
La caracterización del medio poroso constituye uno de los parámetros clave en el modelamiento de
Yacimientos Naturalmente Fracturados (YNF), Aguilera 2002 [1]. Difícil tarea que se logra mediante la
determinación de la distribución espacial de las principales propiedades del sistema matriz-fractura,
como lo son la orientación e intensidad de las fracturas, factores que controlan el flujo de fluidos hacia
los pozos teniendo una repercusión directa en la eficiencia de recobro de hidrocarburos.
El modelamiento de las fracturas es una de las bases para caracterizar este tipo de yacimientos de alta
complejidad geológica. La comprensión de las características de las fracturas, así como la manera de
medirlas y representarlas permite generar modelos matemáticos que representen con mayor certeza
este tipo de yacimientos, Laubach 2003 [2]. Logrando de esta forma predecir el flujo de hidrocarburos en
el yacimiento y por lo tanto seleccionar la mejor estrategia de desarrollo en la búsqueda de un mayor
factor de recobro.
Este estudio presenta el origen del sistema fracturado de un yacimiento colombiano altamente
heterogéneo a partir de su evolución geológica; además determina la disposición, tipo y características
más importantes de las fracturas y relaciona las facies con la intensidad del sistema fracturado presente
en las formaciones productoras del Campo, lo cual es validado con base en su historia de producción.
Introducción
La región conocida como el Piedemonte de la Cordillera Oriental en Colombia, se caracteriza por tener
importantes reservas de hidrocarburos descubiertos y con zonas de alto potencial. Las características
geológicas de esta cuenca tiene como común denominador la complejidad estructural, la evolución de
los ambientes de depósito y los fenómenos asociados a diferentes eventos geológicos que han
producido importantes efectos en la distribución y tipos de porosidad y permeabilidad de los yacimientos.
Debido a esta complejidad, la incertidumbre es alta y los esfuerzos para extraer el máximo de reservas
resultan normalmente en altos costos por barril producido. El Instituto Colombiano del Petróleo (ICP-
ECOPETROL), en asocio con la Universidad Industrial de Santander (UIS), realizó este estudio para
caracterizar los tipos de fracturas naturales presentes en uno de los Campos ubicados en la zona del
Piedemonte Llanero, como es ilustrado en la Figura 1, GMPH 2004 [3]. Este Campo se encuentra en
etapa de producción y cuenta con una base de datos que incluye núcleos, registros eléctricos e
información de producción.
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Generalidades
En la región del Piedemonte Llanero se han identificado tres formaciones productoras de hidrocarburos:
Mirador, Barco y Guadalupe. La formación Mirador es del Eoceno Tardío (37 M.a.), con un espesor
promedio de 300 pies, conformada por areniscas conglomeráticas interestratificadas con delgadas capas
de arcillositas; está conformada hacia la base por depósitos de canales complejos de crevasse splay o
rellenos de lagos y lodolitas de llanuras de inundación y hacia el techo por depósitos estuarinos o de
bahías, areniscas de rellenos estuarinos y lodolitas de bahía y generalmente en contacto concordante
con la suprayacente formación Cuervos, que es del Eoceno Temprano (48 M.a.), y que está conformada
principalmente por arcillolitas con algunos niveles de arenas cercanos a tope y base, lo que evidencia en
algunos sectores un contacto transicional a las unidades circundantes por efectos de cambios constantes
en las condiciones estratigráficas. La formación Barco es del Paleoceno Tardío (58 M.a.), está
conformada por depósitos arenosos de canales, depósitos arenosos de cuerpos progradantes en
llanuras costeras o estuarios y lodolitas de llanura costera o bahía. La formación Guadalupe es del
Campaniano (70 M.a.), y está constituida por depósitos de canales estuarinos, rellenos estuarinos y por
areniscas de shoreface y lodolitas de plataforma somera, Fajardo 1996 [5]. La Figura 2 ilustra la
ubicación estratigráfica de las formaciones productoras en la zona de interés.
El Campo de estudio es uno de los más grandes yacimientos de hidrocarburos de Colombia y está
ubicado en el Piedemonte de la Cordillera Oriental en Colombia, Aguirre 2003 [7]. Es un yacimiento de
gas condensado, con una relación gas-aceite inicial de 3500 scf/stb, produciendo alrededor de los 150
mbpd, con mantenimiento de presión mediante la reinyección del gas producido. El espesor de las
arenas productoras es de aproximadamente 5000 pies, razón por la cual, la temperatura de yacimiento
varía desde 240°F en la cresta hasta 300°F en el contacto hidrocarburo-agua. La profundidad es mayor
de 10750 pies, con presiones in-situ alrededor de 6200 psi. Los fluidos hidrocarburos presentes en el
yacimiento corresponden a un sistema cercano al punto crítico. En el Campo de estudio se encuentran
las tres formaciones productoras presentes en la cuenca, siendo la formación Mirador la que mayor
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aporta a la producción, Giraldo 2000 [8]. Esta formación tiene una porosidad promedio de 6% y un rango
de permeabilidad entre 0.001 y 10 md.
La estructura que define el yacimiento es un pliegue de alto ángulo contra falla como se observa en la
Figura 3. En el pliegue se distinguen dos dominios para la ocurrencia y distribución de fracturas
naturales: el dominio cresta y el dominio flanco.
Figura 3. Sección estructural típica del Piedemonte Llanero. (Tomado de ECOPETROL 2001)
Metodología
La revisión de la información regional y del Campo, permitió establecer la existencia de una gran
incertidumbre respecto al sistema de fracturas naturales presentes en el yacimiento. Varios trabajos
anteriores han reportado fracturas en núcleos, y en algunos casos se ha tratado de caracterizarlas,
Edwards, E., et al, 1998 [9]. A pesar de evidentes signos de la presencia de fracturas tanto en núcleos
como en importantes pérdidas de circulación, así como en la producción de intervalos en los que la
calidad del yacimiento convencional no es la mejor, existía la duda del impacto real del sistema
fracturado en la explotación del yacimiento. Por tal razón, en este estudio se diseño una metodología de
caracterización del sistema fracturado, que permitió identificar su génesis, orientación, apertura, tipos de
relleno, relación espacial de los sets de fracturas y su comportamiento en el yacimiento. Para la
estructuración de esta metodología previamente se seleccionaron los parámetros que controlan estos
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Caracterización de Fracturas
La caracterización de fracturas está enfocada a la descripción detallada de los diferentes aspectos
geológicos y de ingeniería que intervienen en la acumulación y transporte de hidrocarburos dentro del
yacimiento. Los parámetros analizados durante la caracterización permiten establecer en detalle las
características y variaciones que presenta cada fractura analizada, puntualizando el número de fracturas
en cada pie de núcleo descrito, o en una localidad tipo afloramiento. A continuación se presenta la
descripción de cada parámetro utilizado.
Figura 6. Caracterización de fracturas en núcleo para el pozo 1 a una profundidad de 15000 pies.
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Tipo de esfuerzo. Se identificó el tipo de esfuerzo que generó la fractura de acuerdo a la observación
en el núcleo. Esta discriminación es exclusiva para las fracturas naturales, así: Tensión, Compresión y
Cizalla. Este parámetro tiene en cuenta la generación de fracturas naturales a partir del esfuerzo
aplicado a la roca ya sea de tipo regional o local. Los movimientos de tensión y compresión se observan
básicamente en el núcleo como desplazamientos del techo en la dirección del buzamiento (hacia abajo o
hacia arriba respectivamente), y esto se evidencia tanto por las estrías naturales de fricción y por la
dirección de los escalones, Kulander, et. al.1990 [10]. El movimiento de cizalla por su parte tiene tres
casos; uno, cuando el desplazamiento del techo es en la dirección del rumbo (cizalla pura); dos, cuando
el desplazamiento del techo es en la dirección del rumbo y además sube (cizalla + compresión) y tres;
cuando el desplazamiento del techo es en la dirección del rumbo y además baja (cizalla + tensión)
Apertura y relleno. Se caracterizó el espacio existente entre las caras de la fractura. Se determina si
es abierta, cerrada, rellena, parcialmente rellena, parcialmente abierta o puente cristalino. Se designa la
medida de apertura para las fracturas en milímetros.
Aptitud de la fractura. Es muy importante darle una orientación a las fracturas presentes en el
núcleo. Para ello, las fracturas se orientan respecto a un eje ortogonal al plano de corte del núcleo,
determinando el rumbo y buzamiento de las fracturas. Siendo la aptitud, la dirección del plano de
fractura respecto al norte geográfico con una inclinación respecto a un plano horizontal. Esta medida
está dada en azimuth. Pero es importante tener presente que esta medida de aptitud de las fracturas en
los núcleos es relativa. Posteriormente es corregida de acuerdo a la orientación determinada con el
paleomagnetismo u otro método alterno para orientación de fracturas.
Facies
La revisión del estado de descripciones disponibles para el Campo determinó la existencia de 45 facies
inicialmente. Partiendo de la información de corazones presente en los 7 pozos e integrando atributos
sedimentológicos y estratigráficos para un mejor entendimiento del comportamiento de estas rocas y su
respuesta ante el proceso de fracturamiento, Ortiz. et. al. 2000 [11], se estandarizó finalmente en 16
facies tipo. La Tabla 1, registra las características asignadas a cada una de las facies, las cuales son
confrontadas con su respuesta al fracturamiento presente en el Campo.
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Tabla 1. Facies típicas de las unidades productoras y sello en el Campo del Piedemonte Llanero.
La comparación de facies, ambientes, zonas fracturadas y zonas saturadas permitió encontrar una
relación directa entre ciertas facies arenosas de canales y la presencia de fracturas. Así mismo se
generaron tablas dinámicas de facies dentro de una base de datos con el fin de relacionar todos los
parámetros litológicos de manera cuantificada, lo que facilitará la carga de datos al modelo discreto de
fracturas.
Relación Facies-Fracturas
La intensidad de fracturamiento es una medida relativa de la permeabilidad del yacimiento.
Generalmente, altas intensidades de fracturamiento correlacionan con altos valores de permeabilidad.
De este modo, generar una relación entre intensidad de fracturamiento y permeabilidad representa un
reto importante en la caracterización de los YNF. Esta relación se puede desarrollar integrando
información de análisis de núcleos y registros de pozo, estableciendo una metodología que involucre el
desarrollo de relaciones entre la intensidad de fracturamiento y la litología.
Intensidad de
Fracturamiento
C
A A
L R
C I C
U D Z I
A O A L
R L L
Z O A
I M
T I
A T
A
Litología
Figura 7. Efecto relativo de la litología sobre la intensidad de fracturamiento. Tomado de Aguilera, 2002.
La caracterización de fracturas pie a pie permite realizar un análisis sobre la intensidad de fracturamiento
presente para cada facies. La intensidad de fracturamiento (IF) es calculada como el cociente entre el
conteo de fracturas y el espesor neto de cada facies correspondiente.
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El análisis de la IF vs. Facies se presenta mediante diagramas de torta y diagramas de barras para cada
formación de los pozos corazonados del Campo en estudio. Los diagramas de torta presentan el
porcentaje del espesor de cada facies con respecto al total. En la Figura 8 se presenta este análisis para
el pozo 1 en la formación mirador.
Los diagramas de barras permiten analizar, para determinada formación de un pozo, la variación de la
intensidad de fracturamiento por cada facies representativa de la misma, Figura 9. Las Facies
representativas son aquellas que permiten la acumulación de hidrocarburos, más específicamente las
areniscas.
Figura 9. IF vs. Facies del Campo Piedemonte Llanero, Pozo 1 Formación Mirador *Normalizada con
respecto al espesor total.
Se observó que las facies 3, 6, 4 y 7 son las que presentan mayor intensidad de fracturamiento. Es de
resaltar que aunque algunas facies diferentes a las mencionadas anteriormente presentan una IF mayor,
se puede observar que los espesores no son considerables con respecto a estas facies. Por otro lado
todos los pozos se encuentran en zonas de cresta dentro de la compleja estructura del Campo, salvo los
pozos P6 y P7 que se encuentran en los flancos. Hay una correspondencia entre la intensidad de
fracturamiento y la posición estructural: mayor en la cresta y menor en los flancos.
Orientación de Fracturas
La orientación de fracturas en afloramiento y en núcleos, permite relacionar los sistemas fracturados
presentes en el yacimiento con los esfuerzos primordiales que han actuado en las rocas a través de los
diferentes eventos deformativos que ha sufrido la cuenca.
más importantes que han afectado la misma. Por lo tanto son definidos tres eventos de máxima
importancia, los cuales representan en el Campo de estudio 3 sistemas fracturados relacionados con la
dirección de los esfuerzos principales
El Sistema Fracturado generado por el aumento en la rata de convergencia entre las márgenes
activas (Formación Barco y Guadalupe).
El Sistema Fracturado generado por la Orogenia Andina, y eventos de rumbo posteriores los
cuales continúan evolucionando (Formación Mirador, Barco y Guadalupe).
La relación existente entre los eventos de deformación y evolución de la cuenca con los tipos de
fracturas existentes, el eje de la estructura anticlinal, las fallas que limitan el Campo y los lineamientos
regionales, establece que para el Campo de estudio, el fracturamiento está representado en fracturas de
Compresión (51.8%), fracturas de Tensión (26.9%) y fracturas de Cizalla (21.2%). Por otra parte, la
formación Mirador presenta el mayor densidad de fracturas y es la formación con más espesor de núcleo
recuperado (1885.03 ft) y mayor exposición en superficie a nivel de afloramiento en las áreas estudiadas,
Figura 12.
De acuerdo a los diagramas rosa que se generaron para cada tipo de fractura natural, en la Figura 10 se
identifican los 3 episodios de deformación que dieron lugar a la formación de estos 3 sistemas
fracturados que son: 1, NNE; el cual presenta un mayor número de fracturas, dominado por el sistema de
fracturas de compresión. 2, NW dominado por las fracturas de tensión y 3, E-W dominado por las
fracturas de cizalla.
Los núcleos orientados permiten determinar las principales direcciones de las fracturas en estructuras
geológicas de interés. Por tal motivo, la orientación de muestras con la técnica de Paleomagnetismo
como un método alterno para establecer las direcciones preferenciales de los sistemas fracturados,
Figura 11, y la integración de registros de imagen con la orientación de muestras en superficie,
Figura12, permiten establecer las principales tendencias de la orientación de las fracturas y su relación
con las estructuras que dominan el Campo y la cuenca.
En una muestra tipo plug, extraída y referenciada del núcleo a orientar (Pozo 1), se determinan las
direcciones del magnetismo natural remanente. La componente horizontal de esta remanencia
magnética define la dirección del norte magnético. Al promediar las variaciones seculares del Campo
magnético actual, usando un número elevado de muestras, la dirección obtenida se acerca al norte
geográfico El Angulo θ de esta componente horizontal con el eje X del núcleo de perforación define el
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azimuth de la línea de referencia (MOL) y por lo tanto, la orientación de dicho núcleo como se indica en
la Figura 11(a).
ráfico
Geog
θ) Norte
X core
MOL
Y core
VRM
Z core (a)
(b)
Figura 11. Orientación de fracturas en muestras tipo plug extraídas de núcleo. (Pozo 1)
Figura 13. Integración de información geológica y de ingeniería para el principal intervalo productor del
Pozo 1.
Figura 14. Distribución del tipo de Apertura para las fracturas caracterizadas en el Campo Colombiano –
Pozo 1.
Figura 15. Integración de información de fracturas naturales en un Campo petrolero del Piedemonte Llanero,
Colombia
Como una estrategia de integración de la información base para el estudio junto con la desarrollada por
la metodología en cuanto a la caracterización de fracturas y con el objetivo de lograr un aseguramiento
de la información, se diseñó y programó una base de datos especializada a nivel de Campo que permite
el almacenamiento, análisis y visualización de los datos integrales de sistemas fracturados para su
posterior carga a modelos discretos y de simulación. La Figura 16, permite observar la interfaz gráfica de
esta herramienta.
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Figura 16. Base de Datos YNF para la integración de información de fracturas naturales en Campos
altamente heterogéneos.
Conclusiones y Recomendaciones
• A partir de la integración de información geológica, se confirmó la existencia de fracturas
naturales las formaciones Mirador Barco y Guadalupe. Su origen está asociado a tectonismo,
pudiéndose diferenciar fracturas de tipo compresivo, de cizalla, rumbo deslizante y de tensión.
• Las fracturas con mayor población son las compresivas, seguidas por los rumbos deslizantes.
Las de tipo compresivo se alinean con el eje de la estructura anticlinal y las fallas que limitan el
Campo.
• La caracterización sugiere que más del 50% de las fracturas naturales están abiertas y que por
el carácter de la pared de fractura, tienden a permanecer abiertas aún después de haber sido
depletadas de fluidos, aún en contra de esfuerzos de compactación y compresión lateral que
actúen sobre estas, que pueden contribuir a una oclusión parcial más no a un cierre completo.
• La distribución áreal de las fracturas naturales es discontinua aunque pueden encontrarse zonas
de mayor densidad asociadas a la cresta de la estructura anticlinal, en cercanías a la falla
principal y en algunos sectores de flanco en donde el plegamiento se ha dado en varias
direcciones con predominio del eje con orientación NNE.
• Los afloramientos sugieren que el tope y base de la formación Mirador se hallan más
fracturados, y que en Guadalupe la cercanía a fallas de cabalgamiento genera rocas
cataclásticas bien impregnadas de hidrocarburos.
• Los programas de perforación han permitido cortar las fracturas subverticales prácticamente de
manera perpendicular a la estratificación, aportando más del 70% a la producción del Campo.
De contar con la solución adecuada en costos y tecnología, se lograría un incremento en la
producción con la perforación de ventanas adicionales, que en ángulos más inclinados con
respecto a la estratificación permitan cortar un mayor número de fracturas.
• La complejidad de un sistema naturalmente fracturado es directamente proporcional a la
cantidad de información disponible de diferentes fuentes. Solo mediante la integración de toda la
información disponible se puede lograr un entendimiento efectivo de la red de fracturas naturales
y cuantificar su impacto en la producción de hidrocarburos.
• La información geológica de subsuelo complementada con la información de afloramientos
permite calibrar de mejor manera la distribución espacial de fracturas ocurriendo en las rocas
reservorio.
• El muestreo orientado en Campo y en muestras de núcleos, permite la orientación precisa de los
sistemas fracturados con la ayuda de técnicas como paleomagnetismo, registros de imagen e
integración con información de superficie. Su valioso aporte al conocimiento del espaciamiento,
persistencia y densidad de fracturamiento no debe ser desaprovechada.
• Las presencia de fracturas naturales en el Piedemonte de los Llanos Orientales está ayudando a
mejorar las condiciones de permeabilidad y porosidad primaria de las rocas reservorio, las
cuales han seguido un proceso de compactación continua en un periodo de tiempo relativamente
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corto, son las que han permitido altas producciones por día a partir de rocas con una calidad de
reservorio primario moderada a baja.
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