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Introducción
El presente trabajo pretende dar cuenta de la relación que existe entre la ju-
risprudencia de la Corte Suprema y los Tribunales Ambientales en materia de
aguas y daño ambiental significativo.
El desarrollo del trabajo pretende identificar y otorgar un marco de deci-
siones jurisprudenciales en materia de aguas para que los actores del sistema
puedan tomar decisiones, teniendo en cuenta el papel estabilizador y de se-
guridad jurídica que las decisiones pueden tener o no dentro de los actuales y
futuros procesos.
Para llevar a cabo esta investigación primero se determinó el universo
de sentencias de los tribunales ambientales en materia de responsabilidad por
daño ambiental. En segundo lugar se estableció su estado procesal, cuestión
importante para el logro del objetivo ya que determinar si el caso llegó a ser
conocido en sede de casación o no por la Corte Suprema, indicaba la posibi-
lidad de relacionar los argumentos (rechazados, acogidos o mezclados) entre
la sentencia casada y la sentencia de casación (que anulara y la de reemplazo).
1
Es importante volver a la fuente que encauza toda esta investigación, que es el art. 2 letra
e) de la Ley N° 19.300, Bases del Medio Ambiente, que define el daño ambiental como “toda
pérdida, disminución, detrimento o menoscabo significativo inferido al medio ambiente o a uno
o más de sus componentes”. A su vez el medio ambiente, que puede ser dañado en cualquie-
ra de las formas indicadas, corresponde según la letra ll) al “el sistema global constituido por
elementos naturales y artificiales de naturaleza física, química o biológica, socioculturales y sus
interacciones, en permanente modificación por la acción humana o natural y que rige y condi-
ciona la existencia y desarrollo de la vida en sus múltiples manifestaciones”. La relación entre el
concepto de medio ambiente y el de daño ambiental, que incorpora en sí mismo el carácter de
“significativo” va a ser importante, como veremos, en el análisis inicial que hacen los tribunales
ambientales en las sentencias por daño. Una de las primeras aproximaciones de esos tribunales
es otorgarle contenido al concepto de medio ambiente, es la puerta de entrada del razonamien-
to judicial en materia de daño ambiental (en términos generales podríamos decir que el concep-
to de daño ambiental que tiene el tribunal va a determinar la configuración de los elementos de
la responsabilidad por daño ambiental y en particular el ámbito de la significancia).
2
Refiriéndose en particular a la norma que regula la legitimación activa para accionar por repa-
ración, VIDAL ha indicado, refiriéndose al bien jurídico: “Las reglas que da el artículo 54 son con-
secuentes con la naturaleza del bien jurídico tutelado en la responsabilidad ambiental, el dere-
cho de todos los ciudadanos a vivir en un medio ambiente libre de contaminación, bien jurídico
o interés de titularidad colectiva y difusa”. VIDAL 2007, 130.
3
CONGRESO NACIONAL DE CHILE 1994, 564.
4
CONGRESO NACIONAL DE CHILE 2012, 824.
5
CONGRESO NACIONAL DE CHILE 2012, 316.
6
Art. 54 Ley N° 19.300.
7
Art. 53 Ley N° 19.300.
8
Art. 51 Ley N° 19.300.
9
Art. 17 N° 2 Ley N° 20.600 y 60 Ley N° 19.300.
10
Art. 63 Ley N° 19.300.
11
Donde cabe destacar la ausencia de la Resolución de Calificación Ambiental.
12
BERMÚDEZ 2014, 401.
13
BERMÚDEZ 2014, 402.
14
Ídem.
15
CAFFERATTA 2009, 89.
16
Ídem.
17
DEL FÁVERO 1994, 11.
18
URQUIETA 2010, 207.
19
Directiva 2004/35/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 21 de abril de 2004, sobre
responsabilidad medioambiental en relación con la prevención y reparación de daños medioam-
bientales.
20
DELGADO 2012, 54.
21
Existiendo una variedad de hipótesis posibles: a) que los tribunales ambientales y la Corte
Suprema no disputen interpretaciones; b) que los dos tribunales ambientales disputen interpre-
taciones con la Corte; c) que los dos tribunales ambientales disputen interpretaciones pero la
Corte Suprema se incline por una de ella (en estricto rigor y procesalmente no es posible hablar
de una disputa en un mismo proceso entre los tribunales ambientales, a menos que nos encon-
tremos en las situaciones de competencia, como inhibitoria o declinatoria, como sucede en el
caso Achibueno: Corte Suprema. Oscar Spichiger. Rol N° 4054-2013 de 28 de agosto de 2013.
Contienda de competencia.
D-3-2013. Álvaro Toro Vega Relacionado con: Abandono Demanda rechazada. Sen-
contra el Ministerio del Medio de residuos minerales en sector tencia firme. Casada. Rol
Ambiente. Fecha fallo: 10-4- de Copaquilla. Comuna: Putre. Corte Suprema N° 6456 –
2015. Región: Arica y Parinacota. 2015. Recurso declarado de-
sierto por no comparecencia
de los demandantes.
D-2-2013. Rubén Cruz Pérez y Relacionado con: Proyecto Demanda rechazada. Sen-
otros contra Compañía Minera Pascua Lama. Comuna: Huasco. tencia firme. No casada.
Nevada SpA Fecha fallo: 20- Región: Atacama.
3-2015.
D-5-2015. Jaque Blu, Juan Relacionado con: Drenaje de Demanda rechazada. Sentencia
Carlos y Otro con Inmobilia- aguas en terreno y vicios de firme. No casada.
ria Quilamapu Ltda. y Otro. la construcción.
Fecha fallo: 30-5-2015.
D-14-2014
D-2-2013
D-9-2014
22
DS 90/2000 Minsegpres. Establece norma de emisión para la regulación de contaminantes
asociados a las descargas de residuos líquidos a aguas marinas y continentales superficiales.
23
Álvaro Toro Vega contra el Ministerio del Medio Ambiente (2013) Acción de reparación por
daño ambiental. Considerando 126°.
24
Rubén Cruz Pérez y otros contra Compañía Minera Nevada SpA (2015). Acción de reparación
por daño ambiental. Considerando 191°.
de significativo, daño ambiental por sí solo, sino que sumado a otros factores, como
el cambio climático y basado en la tendencia histórica, existe derretimiento glaciar).
Por su parte en D-9-2014 el concepto utilizado es la biodisponibilidad, no sien-
do significativa la presencia de metales en plantas y agua analizados, no hay daño
ambiental que se configure.
Por último en el caso D-6-2013, donde se acoge la demanda por la extracción
ilegal de áridos en la cuenca de un río, generando erosión y alteración del cauce. La
significancia se construye en base a los criterios de vulnerabilidad de ciertos elemen-
tos del entorno donde se lleva a cabo la acción de extracción de áridos, atendiendo
en primer lugar a la vulnerabilidad de ciertas especies de peces, cuya conservación y
permanencia se vio afectada por la acción, y por otro lado un elemento humano, la
vulnerabilidad que la extracción generó atendiendo la presencia de un puente río arri-
ba, que por acción de la denominada erosión retrógrada, colocaría en riesgo la vida
y salud de la población que utiliza dicha obra25. Ambas perspectivas de la vulnerabili-
dad le dan contenido a la significancia, con lo que se configuraron en el caso el daño
ambiental y posteriormente, del análisis de los demás elementos, la responsabilidad
ecológica.
25
Estado de Chile contra Servicios Generales Larenas Ltda. (2014) Acción de reparación por
daño ambiental. Considerandos N°s 41°, 46° y 51°.
26
Artículo 35 inc. 1º.- “De la prueba. El Tribunal apreciará la prueba conforme a las reglas de la
sana crítica; al hacerlo deberá expresar las razones jurídicas y las simplemente lógicas, científi-
cas, técnicas o de experiencia, en cuya virtud le asigne valor o la desestime. En general, tomará
en especial consideración la multiplicidad, gravedad, precisión, concordancia y conexión de las
pruebas o antecedentes del proceso que utilice, de manera que el examen conduzca lógicamen-
te a la conclusión que convence al sentenciador.”
27
Jaque Blu, Juan Carlos y Otro con Inmobiliaria Quilamapu Ltda. y Otro (2015) Acción de repa-
ración por daño ambiental. Considerando 19º.
28
En el caso de D-5-2015 ver Considerando 19º; para D-3-2014 ver Considerando 40º; para
D-13-2015 ver Considerando 69º.
29
Ilustre Municipalidad de Río Negro con Seimura Carrasco Valdeavellano (2016). Acción de re-
paración por daño ambiental. Considerando 26º.
30
Las normas que regulan la instalación y el inicio de la función jurisdiccional de los tribunales
ambientales están en los Artículos Segundo y Tercero Transitorio de la Ley N° 20.600; además
se debe considerar el Acta N°1 Sobre Instalación y Funcionamiento del Tribunal Ambiental de
Valdivia. Este fue legalmente constituido el 7 de octubre de 2013 a partir del juramento de los
Ministros, e inició sus funciones jurisdiccionales el 09 de diciembre de 2013 en atención al N° 6 y
7 del Acta N° 1. Por su parte el Tribunal Ambiental de Santiago su funcionamiento administrativo
inicio con el Acta Nº 1 de 28 de diciembre de 2012 y 4 de marzo de 2013 inició sus actividades
jurisdiccionales.
Corte Suprema, y es posible encontrar semejanzas con las decisiones y criterios utili-
zados por los tribunales ambientales.
Así, aparece el criterio de la vulnerabilidad del ecosistema, como observamos
en las sentencias del Tribunal Ambiental de Valdivia. La Corte construye este argu-
mento en contraste al argumento de las partes del juicio, basados en la justificación
matemática y objetiva de la autorización para extraer agua desde acuíferos o ríos.
Estando autorizado, indica la Corte, se deben considerar, para el caso de la deter-
minación del daño ambiental y la significancia no solo el cálculo entre lo extraído y
lo autorizado sino además la vulnerabilidad del ecosistema en el cual se encuentra
emplazado el proyecto y la autorización: “…el requisito de que el daño tenga un ca-
rácter significativo no está sujeto a un aspecto de extensión material de la pérdida,
disminución o detrimento para el medio ambiente o para uno o más de sus compo-
nentes, sino que debe acudirse a una calibración de la significación de los deterioros
infligidos a aquel. En la especie, la cuenca de la Pampa del Tamarugal es un ecosis-
tema particularmente vulnerable dada la escasez de agua y del cual dependen otros
componentes ambientales, como el suelo, flora y fauna. Tratándose entonces de un
ecosistema de especial fragilidad”31.
En materia de contaminación de aguas del Embalse Pitama por parte de un bo-
tadero y su sistema deficiente de drenaje, se argumenta más allá de los parámetros
técnicos para caracterizar la significancia de un daño ambiental: “cabe agregar que
para evaluar la significación del daño ambiental no solo deben considerarse paráme-
tros técnicos que justiprecien el grado de contaminación específica en un momento
dado de un determinado recurso natural, sino que debe analizarse cómo la conducta
acreditada generará con certeza un daño que pueda ser calificado de significativo”32.
Incluso en este caso la argumentación alude a la temporalidad, identificando lo que
nosotros podríamos denominar en primer término una “lesión ambiental” o un “daño
ambiental de primer grado”, que con el futuro, a juicio de la Corte, podría llegar a
configurar un “daño ambiental propiamente tal” (la intensificación de una conducta,
en el caso, la contaminación del agua, puede constituir significancia y por tanto llegar
a determinarse responsabilidad medio ambiental): “no resulta razonable esperar un
mayor, grave e irrecuperable resultado lesivo para hacer lugar a una acción medioam-
biental que busca mitigar y reparar los efectos perjudiciales de una conducta que sí
afecta el medio ambiente de manera relevante y, por lo mismo significativa, cuando el
propósito del legislador es precisamente la prevención de su acaecimiento”33.
Ahora bien, estas decisiones sobre la significancia anteriores a la constitución de
la judicatura especializada por parte de la Corte Suprema, es semejante en algunos
de sus lineamientos a lo resuelto por el Tribunal Ambiental de Santiago, por ejemplo
al considerar significante una situación a través de la consideración de términos cien-
tíficos. Ello se puede ver, por ejemplo, en el caso del Pozo Lo Adasme (desechos mi-
neros abandonados): “atendido que existen suelos impactados con concentraciones
superiores a los niveles admisibles para el uso habitacional y comercial, se calificará
31
Consejo de Defensa del Estado con SCM Compañía de Salitre y Yodo Soledad (2011).
32
Asoc. de Canalistas del embalse Pitama con Soc. Concesionaria Rutas del Pacífico S.A. (2011).
33
Ídem. Para otro caso no relacionada a aguas pero usando el mismo criterio de que los argu-
mentos cuantitativos no son suficientes para desacreditar una denuncia de daño ambiental ver:
Krause Figueroa Horst Erwin y otros con Soc. Exploradora de Áridos Arimix Ltda. (2011).
el daño producido a dicho componente como “significativo” y apto para influir nega-
tivamente en la calidad de vida de las personas que habitan en las proximidades”34.
Por último la calificación de significante por la Corte tiene casos que podríamos
denominar de significancia objetiva, basada en el solo hecho de probar infringida la
norma en cuestión y corresponde a aquellos casos de especies protegidas: tala de
alerces35 36, araucarias37, bellotos38, donde además se indica la afectación al suelo39, al
ecosistema y a la belleza escénica en ciertos casos40. La infracción a la norma como
configurativa de la significancia la vimos en el Tribunal Ambiental de Santiago en el
caso D-9-2014.
Por último el caso donde la Corte Suprema condensa todos los criterios en la
materia y que sirve de guía es el caso de la parcela El Cerro, donde indicó: “Si bien la
ley no ha conceptualizado el carácter de significativo del daño ambiental, es posible
reconocer razonablemente de la propia normativa ambiental una serie de criterios
que permiten dilucidar esa interrogante, tales como: a) la duración del daño; b) la
magnitud del mismo; c) la cantidad de recursos afectados y si ellos son reemplaza-
bles; d) la calidad o valor de los recursos dañados; e) el efecto que acarrean los actos
causantes en el ecosistema y la vulnerabilidad de este último; y f) la capacidad y tiem-
po de regeneración”41.
En definitiva podemos ver que la Corte Suprema ha delineado y le ha otorgado
contenido al concepto de significancia y que con más o menos cercanía interpreta-
tiva los tribunales ambientales, cada uno a su manera, ha recogido al menos en sus
34
Consejo de Defensa del Estado con Molibdenos y Metales S.S., Empresa F.F. del Estado
(2014).
35
Fisco de Chile con Sociedad Forestal Sarao S.A y otros (2013): “Vigésimo segundo: Que en
relación a lo significativo del daño causado por la omisión culposa de la demandada, cabe tener
en consideración los fundamentos del DS N° 490 de 1976, que declara monumento natural al
alerce”.
36
El caso del alerce tiene especial relevancia en el desarrollo de la jurisprudencia y la doctrina
del daño ambiental chileno tanto en sus aspectos de significancia como en materia de legitima-
ción e interés para pedir indemnización por su corta por parte del Fisco, cuando la acción se ha
realizado en predios privados. Casos como el de Forestal Candelaria (corta de alerces de 3.000
años) han hecho que la doctrina entregue ciertos criterios a considerar en materia de significan-
cia: disminución de la diversidad biológica de la especie al eliminarse lo mejores individuos;
daño al potencial genético; afectación a la investigación científica y afectación de servicios am-
bientales. Ver SAAVEDRA 2010, 162.
37
Consejo de Defensa del Estado con García Brocal Julio y otro (2013): “Decimoquinto: Que la
calificación de daño ambiental significativo queda demostrada por tratarse de una corta ilegal de
araucarias, especie declarada monumento natural”.
38
Fisco de Chile con Anglo American Sur S.A. (2016).
39
Consejo de Defensa del Estado con Forestal León Ltda., Banco de Chile (2013): “se ha produ-
cido un daño significativo al medio ambiente con motivo de las cortas ilegales, quema de Hualo
y otras especies de siempre verde de galería, además de la aplicación de químicos destinados a
eliminar totalmente el bosque, afectando los componentes del ambiente suelo”.
40
Consejo de Defensa del Estado con García Brocal Julio y otro (2013): “Decimoquinto: Que la
calificación de daño ambiental significativo queda demostrada por tratarse de una corta ilegal de
araucarias, especie declarada monumento natural, además del menoscabo que se generó al sue-
lo y otros recursos forestales en un bosque de más de 150 años de antigüedad de gran belleza
escénica”.
41
Fisco de Chile con De la Moi Sierralta Alejandro, Wosniuk Moroz Benjamín, Budge Blanco
Alejandro (2014). Casación Fondo.
42
Sociedad Civil San Juan de Kronstand y otros (2015).
43
Justo Miranda Vera y Juan Andrés Mira Millachine con Ilustre Municipalidad de Puerto Nata-
les (2017). Casación en la forma y en el fondo.
44
Consejo de Defensa del Estado con Ilustre Municipalidad de Lo Barnechea (2016). Casación
en la forma y en el fondo.
45
Aguas Andinas S.A. con Junta de Vigilancia de la Tercera Sección del Río Mapocho (2016).
Acción de reparación por daño ambiental.
46
Estado de Chile contra Servicios Generales Larenas Ltda. (2014). Acción de reparación por
daño ambiental.
47
Cit. Ant. (45), considerando N° 11.
48
Cit. Ant. (46), considerando N° 41.
49
Cit. Ant. (45), considerando N° 14.
50
Cit. Ant. (46), considerando N° 38.
51
Comisión Europea 2016, 6.
representar o significar algo” (Diccionario de la RAE), debe ser entendida caso a ca-
so”52.
Por su parte el Tercer Tribunal Ambiental ha fundamentado sus sentencias a
partir de profesor Bermúdez y su interpretación sobre la significancia, en tanto sirve
como concepto que contiene o circunscribe el ámbito de responsabilidad por daño
ambiental53. Sirve de contrapeso al amplio concepto de medio ambiente, otorgándole
utilidad al sistema de responsabilidad. Es posible encontrar en D-5-2015 del Tercer
Tribunal Ambiental otro concepto que “confina las controversias medioambientales en
particular aquellas sobre daño ambiental”54. La unidad básica que construye el tribu-
nal a partir de la literatura de SMITH55 es el de ecosistema, entendido como un sistema
complejo de factores físicos y biológicos, y que contiene a su vez, elementos reales y
conceptuales, pudiendo llegar a ser de diferentes tamaños, según lo sostiene a partir
de Conesa56.
Dicho razonamiento, normativo primero en los considerandos 15° al 17°, y doc-
trinarios después en el considerando 18°, permite al tribunal explicitar una cierta pers-
pectiva de la naturaleza, que le permite un “área determinada de análisis jurisdiccio-
nal” para fallar la causa57. Además, basado en GROT58 se le otorga utilidad al concepto
de ecosistema para reconocer el tipo de sustento vital que brinda cada uno de ellos.
Dicho “sustento vital” debe ser entendido como servicio ambiental del ecosistema,
a partir del cual puede ser valorada en juicio la eventual pérdida, disminución, detri-
mento o menoscabo significativo59.
Importa destacar el tipo de acercamiento que tiene el Tercer Tribunal al servicio
ecosistémico involucrado, la contención de aguas que otorga la ribera del río res-
pecto de las aguas que bajan por el cauce60, cuya acción culposa de la demandada,
la extracción de áridos, utiliza para llegar a una afectación significativa. El análisis
considera doctrina extranjera, extraída del peritaje acompañado en la causa, para
enmarcar su razonamiento que termina acogiendo la demanda61. Así, la construcción
52
Cit. Ant. (46), considerando N° 42.
53
BERMÚDEZ 2014, 401.
54
Cit. Ant. (27), considerando 18°.
55
SMITH y SMITH 2007.
56
CONESA 2013, 5 y 34.
57
Cit. Ant. (27), considerando 18°.
58
GROT y otros 2010, 40.
59
El análisis es el siguiente: determinación del ecosistema, determinación del servicio ambiental
y determinación de la pérdida, disminución, detrimento o menoscabo significativo a partir del
tipo de sustento vital que brinda “por ejemplo: alimento, agua; recursos genéticos, medicinales
y ornamentales; regulación de la calidad del aire y climática; moderación de eventos extremos;
regulación de flujos de agua; tratamiento de aguas impuras; prevención de la erosión; manten-
ción de la fertilidad del suelo; polinización; control biológico; mantención de los ciclos de vida
de aves migratorias; mantenimiento de la diversidad genética; información estética; oportuni-
dades para la recreación y el turismo; inspiración para la cultura, el arte y el diseño; experiencia
espiritual; e información para nuestro desarrollo cognitivo.” Cit. Ant. (27), considerando 18°.
60
Ilustre Municipalidad de Río Negro con Seimura Carrasco Valdeavellano (2016). Acción de re-
paración por daño ambiental. Considerando 26º.
61
Citando referencias sobre las alteraciones hidrológicas como problema ambiental mundial y
recurrente, que tiene consecuencias no solo sobre la modificación de cauce, sino sobre los ele-
mentos biológicos y físicos de la cuenca en su conjunto: ROSENBERG et al. 1997, RUNDQUIST 1980 y
ORWI 1995.
62
Justo Miranda Vera y otro con Ilustre Municipalidad de Puerto Natales (2016). Acción de
reparación por daño ambiental. Considerando 52°. Informe en Derecho acompañado por la de-
mandada y realizado por la profesora Dra. Verónica Delgado, de la Universidad de Concepción.
63
Que corresponde a una “condición, actividad o situación (como sonidos fuertes o malos olo-
res) que interfieren con el uso o el goce de la propiedad; especialmente, un [sic] condición no
transitoria o actividad permanente que daña la condición física de un inmueble o interfiere con
su uso o con el goce de servidumbre en el inmueble o de carreteras públicas” GARNER 2004.
64
Cit. Ant. (27). Considerando 27°, citando a LARSSON 1999, 175.
65
Al hacer referencia a la doctrina clásica: BARROS 2012, 82. Cit. ant. (29), considerando 51°. En
este punto cabe destacar esta cita debido a que a lo largo de este trabajo se ha indicado que la
significancia sirve como límite. El tercer Tribunal cita al profesor Barros para indicar a su vez que
la culpa sirve como, otro, límite a la responsabilidad, al indicar que “[…] En este régimen de res-
ponsabilidad, no solo sirve de fundamento, sino también de límite a la responsabilidad, porque
la obligación reparatoria solo nace a condición de que se haya incurrido en infracción a un deber
de cuidado.”
mayoría de las veces, sobre todo en el ámbito del Derecho, a supuestos abstractos,
no siempre compatibles con las particularidades del caso concreto66.
Conclusiones
Se ha intentado una nueva concepción de acercamiento a la jurisprudencia para cono-
cer la extensión del alcance que los tribunales ambientales y la Corte Suprema le han
otorgado a la significancia como requisito de configuración del daño ambiental den-
tro del estatuto de la responsabilidad por daño ambiental. El diálogo jurisprudencial
implica tratar los fallos y los casos en términos de redes interconectadas de decisiones
e interpretaciones sobre algún punto de derecho en el ámbito de los tribunales en
general y respecto de los tribunales ambientales en particular. Esto permite conocer
el acontecer jurisdiccional más allá del caso concreto y más allá de la interpretación
vertical de tribunal superior-inferior, con la finalidad de conocer las interpretaciones a
través del tiempo.
Del universo de fallos, todos tratan materias relacionadas al elemento del medio
ambiente agua para el caso del Tribunal Ambiental de Santiago, y dos en el caso del
Tribunal Ambiental de Valdivia. Su estado procesal y la decisión de las partes de no
llevar el fallo a sede de casación o de no comparecer, declarándose desierto hace
que no existan pronunciamientos de dichos fallos, en materia significancia y daño
ambiental, por parte de la Corte Suprema. A ello se debe sumar que los tribunales
ambientales han tenido un reciente inicio o funcionamiento plenamente jurisdiccional
(en atención a lo que requieren las causas de daño ambiental para ser falladas).
Debido a la orgánica paralela propia de la judicatura ambiental (dos tribunales
ambientales y una Corte Suprema que conoce en sede de casación), existen dos
prácticas, interpretaciones y alcances dados al concepto de significancia dentro un
proceso por daño ambiental según sea el tribunal donde se tramite. En el caso del
Tribunal Ambiental de Santiago encontramos que la significancia se construye a partir
de un concepto proveniente de alguna de las ramas científicas implicadas en el caso,
transformando dicho concepto científico en base o parámetro para determinar, en
base a la prueba rendida, si existe o no significancia, y por tanto daño ambiental. En
el caso del Tribunal Ambiental de Valdivia se construye a partir de la vulnerabilidad
del elemento ambiental y en base a la regeneración del ecosistema. En ambos casos
se reafirma ser una vía de restricción de configuración del daño y se construye sobre
la casuística (por sobre una línea jurisprudencial constante), si se compara con otros
elementos de la responsabilidad como la idea de medio ambiente entendida mayori-
tariamente bajo la idea del entorno adyacente.
66
El profesor Luis Cordero ha comentado sobre el tema y ha advertido sobre la utilización del
argumento de autoridad por sobre la argumentación lógica y sistemática en las sentencias:
“Si se analiza la jurisprudencia destacada del período descrito –entendiendo por esta aquella
en donde se expresa una doctrina aún con argumentos de obiterdictum– la Corte Suprema
utiliza en un número relevante de casos de esta selección la cita de autores como medio de
reforzamiento de sus argumentaciones, en una proporción muchísimo mayor que la cita de sus
decisiones o precedentes previos. Esto conceptualmente, podría ser interpretado como que los
jueces creen más en argumentos de autoridad que en el razonamiento sistemático que pueda
ir construyéndose en sus propios casos. Una consideración de este tipo, tendría importantes
consecuencias en la manera de comprender la jurisprudencia.” Cordero, Luis. ¿Qué lee la Corte
Suprema? El Mercurio Legal < http://www.elmercurio.com/legal/movil/detalle.aspx?Id=904249&-
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Fisco de Chile con Sociedad Forestal Sarao S.A y otros (2013): Corte Suprema, 26 de
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Consejo de Defensa del Estado con García Brocal Julio y otro (2013): Corte Suprema,
3 de octubre de 2013. Rol N° 4033-2013.
Fisco de Chile con Anglo American Sur S.A. (2016): Corte Suprema, 13 de junio de
2016. Rol N° 2559-2016.
Consejo de Defensa del Estado con Forestal León Ltda., Banco de Chile (2013) Corte
Suprema, 5 de septiembre de 2013. Rol N° 8593-2012.
Fisco de Chile con De la Moi Sierralta Alejandro, Wosniuk Moroz Benjamín, Budge
Blanco Alejandro (2015): Corte Suprema, 10 de diciembre de 2015. Rol N°
25.720-2014.
Consejo de Defensa del Estado con SCM Compañía de Salitre y Yodo Soledad (2009):
Corte Suprema, 28 de octubre de 2011. Rol N° 5826-2009.
Asoc. de Canalistas del embalse Pitama con Soc. Concesionaria Rutas del Pacífico
S.A. (2009): Corte Suprema, 20 de abril de 2011. Rol N° 396-2009.
Krause Figueroa Horst Erwin y otros con Soc. Exploradora de Áridos Arimix Ltda.
(2011): Corte Suprema, 20 de enero de 2011. Rol N° 421-2009.
Junta de Vigilancia de la Tercera Sección del Río Mapocho en contra de Aguas Andi-
nas S.A. (2016): Tribunal Ambiental de Santiago, 27 de abril de 2016. Rol N°
D-24-2016.
Inversiones J y B Limitada en contra de la Sociedad Contractual Minera Tambillos y
otro (2014): Tribunal Ambiental de Santiago, 24 de agosto de 2016. Rol N°
D-14-2014.
Álvaro Toro Vega contra el Ministerio del Medio Ambiente (2013): Tribunal Ambiental
de Santiago, 10 de abril de 2015. Rol N° D-3-2013.
Rubén Cruz Pérez y otros contra Compañía Minera Nevada SpA. Acción de reparación
por daño ambiental (2015): Tribunal Ambiental de Santiago, 20 de marzo de
2015. Rol N° D-2-2013.
Agrícola Huertos de Catemu S.A. y otros contra Compañía Minera Catemu Ltda. y otros
(2015): Tribunal Ambiental de Santiago, 26 de enero de 2015. Rol N° D-9-2014.
Estado de Chile contra Servicios Generales Larenas Ltda. (2014): Tribunal Ambiental
de Santiago, 29 de noviembre de 2014. Rol N° D-6-2013.
Municipalidad de Río Negro con Seimura Carrasco Valdeavellano (2014): Tribunal Am-
biental de Valdivia, 21 de julio de 2016. Rol N° D-3-2014.
Justo Miranda Vera y otro con Ilustre Municipalidad de Puerto Natales (2015): Tribunal
Ambiental de Valdivia, 8 de julio de 2016. Rol N° D-13-2015.
Jaque Blu, Juan Carlos y Otro con Inmobiliaria Quilamapu Ltda. y Otro (2015): Tribu-
nal Ambiental de Valdivia, 30 de mayo de 2015. Rol N° D-5-2015.
Sociedad Civil San Juan de Kronstand y otros (2015): Corte Suprema, 10 de diciembre
de 2015. Rol N° 25.720-2015.
Normativa citada
Ley N° 20.600, crea los Tribunales Ambientales. Diario Oficial, 28 de junio de 2012.
Ley N° 20.417, sobre bases generales del Medio Ambiente. Diario Oficial, 9 de marzo
de 1994.
Ley N° 19.300, crea el Ministerio, el Servicio de Evaluación Ambiental y la Superinten-
dencia del Medio Ambiente. Diario Oficial, 26 de enero de 2010.
DS 90/2000, Ministerio Secretaría General de la Presidencia. Establece norma de
emisión para la regulación de contaminantes asociados a las descargas de
residuos líquidos a aguas marinas y continentales superficiales. Diario Oficial,
7 de marzo 2001.
Directiva 2004/35/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 21 de abril de 2004,
sobre responsabilidad medioambiental en relación con la prevención y repa-
ración de daños medioambientales.