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Significancia del daño ambiental en


materia de aguas. Diálogo jurisprudencial
entre la Corte Suprema y los tribunales
ambientales
Jorge Ossandón R.*

RESUMEN: Se propone un acercamiento a la jurisprudencia de la Corte Suprema y los


tribunales ambientales chilenos respecto del término “significancia” en los fallos
sobre daño ambiental y responsabilidad. Así, el término “diálogo jurisprudencial”
será el estudio de los fallos más relevantes que crean una red interdependiente de
decisiones en la materia. Esto permite conocer el acontecer jurisdiccional más allá
del caso concreto y más allá de la interpretación vertical de tribunal superior-inferior,
con la finalidad de conocer las interpretaciones a través del tiempo. La hipótesis es
que los tribunales ambientales basan sus interpretaciones sobre significancia desde
ciertos conceptos científicos usando los términos de “vulnerabilidad del ecosiste-
ma”, su “capacidad de autorregeneración” y de “servicios ecosistémicos”. El uso de
estos conceptos no es nuevo, proviene de decisiones anteriores de la Corte Supre-
ma, varios de ellos relacionados con casos sobre extracción de áridos, modificacio-
nes de cauce y así como el abandono de desechos mineros.
Palabras clave: Daño ambiental, responsabilidad ambiental, derecho de aguas, tri-
bunales ambientales.

Introducción
El presente trabajo pretende dar cuenta de la relación que existe entre la ju-
risprudencia de la Corte Suprema y los Tribunales Ambientales en materia de
aguas y daño ambiental significativo.
El desarrollo del trabajo pretende identificar y otorgar un marco de deci-
siones jurisprudenciales en materia de aguas para que los actores del sistema
puedan tomar decisiones, teniendo en cuenta el papel estabilizador y de se-
guridad jurídica que las decisiones pueden tener o no dentro de los actuales y
futuros procesos.
Para llevar a cabo esta investigación primero se determinó el universo
de sentencias de los tribunales ambientales en materia de responsabilidad por
daño ambiental. En segundo lugar se estableció su estado procesal, cuestión
importante para el logro del objetivo ya que determinar si el caso llegó a ser
conocido en sede de casación o no por la Corte Suprema, indicaba la posibi-
lidad de relacionar los argumentos (rechazados, acogidos o mezclados) entre
la sentencia casada y la sentencia de casación (que anulara y la de reemplazo).

* Abogado de la Universidad de Chile. Magíster Derecho Público, Universidad de Chile


Correo electrónico: jorge1640@ug.uchile.cl

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Estos dos procesos se enmarcaron dentro del concepto de “diálogo jurisprudencial”,


que no viene a ser más que la comparación entre lo decidido por los tribunales am-
bientales, en materia de significancia, y lo resuelto por la Corte Suprema en la casa-
ción.
La utilidad de esta aproximación a la jurisprudencia ambiental y sobre un punto
en particular, la significancia en la construcción del daño ambiental y finalmente de la
configuración de la responsabilidad por daño ambiental, se encuentra en la determi-
nación de criterios compartidos entre los tribunales ambientales y el máximo tribunal
en una materia especializada (por ejemplo respondiendo a interrogantes tales como:
¿Es aceptada cierta interpretación de la norma en la construcción de la significancia
de los tribunales ambientales en la Corte Suprema? ¿Por qué sí? ¿Por qué no?); la
necesidad social y de la comunidad jurídica ambiental en particular, de jurisprudencia
uniforme o medianamente coherente entre sí, con la finalidad de otorgar certeza juris-
diccional y fortalecer la legitimidad jurídica y social de la nueva justicia especializada;
por último, como una forma de conocer el razonamiento judicial tanto de los jueces
de los tribunales ambientales como de la sala de la Corte Suprema que conoce este
tipo de controversias, por ejemplo su disposición a aplicar principios de derecho am-
biental, presunción de culpa (o de causalidad y culpa), aspectos sobre legitimación
activa, la idea del interés público comprometido y del bien jurídico protegido, son
temas de derecho ambiental, que junto a la significancia de la que trata ese trabajo,
requiere del estudio de la jurisprudencia y la forma en como los jueces van abordan-
do cada una de estas materias en los casos que se les presentan1.

I. Estatuto de responsabilidad por daño ambiental


El estatuto de la responsabilidad por daño ambiental corresponde a un estatuto espe-
cial destinado a proteger bienes jurídicos complejos, que consideran elementos del
medio ambiente de uso colectivo, difusos, abstractos (vg. la biodiversidad), algunas
veces transfronterizos (vg. la atmósfera) o incluso indivisibles (vg. un ecosistema parti-
cular); este estatuto especial, por su propia finalidad, se aleja de la concepción clásica
de estatuto de responsabilidad civil patrimonial, custodio de los bienes personales de
una persona2. Así, las características de este estatuto especial regulado entre los arts.

1
Es importante volver a la fuente que encauza toda esta investigación, que es el art. 2 letra
e) de la Ley N° 19.300, Bases del Medio Ambiente, que define el daño ambiental como “toda
pérdida, disminución, detrimento o menoscabo significativo inferido al medio ambiente o a uno
o más de sus componentes”. A su vez el medio ambiente, que puede ser dañado en cualquie-
ra de las formas indicadas, corresponde según la letra ll) al “el sistema global constituido por
elementos naturales y artificiales de naturaleza física, química o biológica, socioculturales y sus
interacciones, en permanente modificación por la acción humana o natural y que rige y condi-
ciona la existencia y desarrollo de la vida en sus múltiples manifestaciones”. La relación entre el
concepto de medio ambiente y el de daño ambiental, que incorpora en sí mismo el carácter de
“significativo” va a ser importante, como veremos, en el análisis inicial que hacen los tribunales
ambientales en las sentencias por daño. Una de las primeras aproximaciones de esos tribunales
es otorgarle contenido al concepto de medio ambiente, es la puerta de entrada del razonamien-
to judicial en materia de daño ambiental (en términos generales podríamos decir que el concep-
to de daño ambiental que tiene el tribunal va a determinar la configuración de los elementos de
la responsabilidad por daño ambiental y en particular el ámbito de la significancia).
2
Refiriéndose en particular a la norma que regula la legitimación activa para accionar por repa-
ración, VIDAL ha indicado, refiriéndose al bien jurídico: “Las reglas que da el artículo 54 son con-
secuentes con la naturaleza del bien jurídico tutelado en la responsabilidad ambiental, el dere-

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51 a 63 de la Ley N° 19.300 corresponde a uno de carácter subjetivo3, con legitima-


ción amplia4, reclamable en una jurisdicción especializada, que otorga dos acciones
sucesivas, la de reparación y la de indemnización, esta última reclamable en sede civil
común solo luego de terminado el juicio generado por la acción de reparación, pero
tramitado como procedimiento especial contenido en el art. 46 de la Ley N° 20.6005,
que crea los Tribunales Ambientales.
Así las cosas la ley otorga a la persona que haya sufrido el daño o perjuicio, a las
Municipalidades por los hechos acaecidos en sus respectivas comunas, y el Estado6
acción para obtener la reparación del medio ambiente dañado7, en contra de toda
persona que culposa o dolosamente cause daño ambiental8. Dicha demanda se inter-
pone en el tribunal ambiental del lugar en que se haya originado el hecho que causa
el daño, o el de cualquier lugar en que el daño se haya producido, a elección del
afectado9, dentro del plazo de cinco años desde la manifestación evidente del daño10.
La responsabilidad se determinará configurándose los cuatro elementos: acción
u omisión, daño ambiental, causalidad, culpa o dolo. Si bien estos elementos son los
clásicos de la responsabilidad civil, en sede ambiental tienen particularidades especí-
ficas, como la presunción de responsabilidad al probarse la culpa infraccional (infrac-
ción de algunos de los instrumentos de gestión ambiental indicados en el art. 5211).
Dentro de dichas particularidades específicas de los elementos de la responsabilidad
ambiental está el daño ambiental, que incorpora, como vimos, el requisito de ser
significativo, lo que ha sido entendido por la doctrina como un aspecto limitante de
la responsabilidad o dique de contención a la concepción amplia de medio ambiente
(en tanto el concepto de medio ambiente es tan amplio), que abarca casi cualquier
elemento natural y humano, físico o inmaterial, su daño implica un estándar más alto,
no cualquier daño, sino uno significativo12. Lo que sea que signifique esto último vie-
ne a contener cualquier acción de reparación por cualquier daño, y le entrega al juez
la determinación de su contenido13. De ahí la importancia de estudiar la jurispruden-
cia.
Este carácter limitador de la significancia se sustenta en la idea que la acción hu-
mana en general tiene o causa algún tipo de daño o impacto en el medio ambiente,
por tanto existirían daño más o menos lesivos, unos que deben ser tolerados por la
sociedad para su desarrollo14 (los insignificantes y aquellos jurídicamente permitidos,
por ejemplo los autoridades por la Administración a través de licencias y permisos) y

cho de todos los ciudadanos a vivir en un medio ambiente libre de contaminación, bien jurídico
o interés de titularidad colectiva y difusa”. VIDAL 2007, 130.
3
CONGRESO NACIONAL DE CHILE 1994, 564.
4
CONGRESO NACIONAL DE CHILE 2012, 824.
5
CONGRESO NACIONAL DE CHILE 2012, 316.
6
Art. 54 Ley N° 19.300.
7
Art. 53 Ley N° 19.300.
8
Art. 51 Ley N° 19.300.
9
Art. 17 N° 2 Ley N° 20.600 y 60 Ley N° 19.300.
10
Art. 63 Ley N° 19.300.
11
Donde cabe destacar la ausencia de la Resolución de Calificación Ambiental.
12
BERMÚDEZ 2014, 401.
13
BERMÚDEZ 2014, 402.
14
Ídem.

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otros derechamente ilícitos, sancionables e indemnizables, dentro de los cuales se en-


cuentran los daños ambientales. La significancia es el criterio fronterizo.
La alteración relevante o significativa, se ha dicho, debe ser de tal entidad, que
llegue a “la alteración del principio organizativo del paradigma ambiental; esto es, al-
terar el conjunto, de manera que se excluya aquellas modificaciones al ambiente que
no tienen efecto sustantivo”15, existiría así un límite de la “normal tolerancia” o un
cierto daño ambiental “necesario”16.
Además del carácter limitador de la significancia del daño, parte de la doctrina
ha indicado que su contenido debe ser objetivado y se verificaría cuando “el impacto
ambiental transgrede lo que admiten las normas, planes o estudios y declaraciones
de impacto ambiental”17, así, “puede considerarse como significativo aquel daño
producto de la transgresión de una norma o plan o de la vulneración o falta a un com-
promiso contraído durante el procedimiento de evaluación de impacto ambiental, un
plan de manejo, prevención o descontaminación”. Tendremos oportunidad de ver
que este criterio “objetivador” de la significancia no se aleja de determinados casos y
fallos. Sin embargo dicha posición es criticada ya que implica que el Estado fijaría ex
ante18, a través de las normas, los parámetros para fijar la significancia y por tanto la
procedencia o no del daño ambiental y de la responsabilidad, quedando el juez im-
posibilitado de considerar las circunstancias propias del caso, por ejemplo el ecosis-
tema circundante y su especial vulnerabilidad, que puede variar de época en época.
Otra parte de la doctrina ha indicado que si bien no existe en Chile una regu-
lación de la significancia del daño ambiental, tal como ocurre en derecho compa-
rado, por ejemplo en la Unión Europea19, ella si tiene regulación en el Sistema de
Evaluación de Impacto Ambiental, cuando se norma el instrumento de ingreso y sus
requisitos, específicamente el artículo 11 de la Ley Nº 19.300 referido a los efectos,
características o circunstancias que condicionen a un proyecto o actividad a presentar
un Estudio de Impacto Ambiental20.
Delineando someramente el estatuto de responsabilidad y algunas de las in-
terpretaciones que sobre la significancia ha tenido la doctrina nacional, pasaremos a
continuación a explicar la idea de diálogo jurisprudencial para comprender la jurispru-
dencia en la materia.

II. Sobre el diálogo jurisprudencial


La idea de diálogo jurisprudencial corresponde a una perspectiva de análisis utilizada
en este trabajo, que implica un proceso de conocimiento de decisiones de tribunales
en sus diferentes instancias y competencias sobre determinados y acotados temas,
como en este caso, la significancia dentro del daño ambiental. Implica en primer lu-
gar identificar la jurisprudencia en la materia y realizar un trazado procesal desde la
demanda, pasando por los eventuales informes en derecho, la prueba y la sentencia

15
CAFFERATTA 2009, 89.
16
Ídem.
17
DEL FÁVERO 1994, 11.
18
URQUIETA 2010, 207.
19
Directiva 2004/35/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 21 de abril de 2004, sobre
responsabilidad medioambiental en relación con la prevención y reparación de daños medioam-
bientales.
20
DELGADO 2012, 54.

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en primera instancia o única instancia (caso general de los Tribunales Ambientales)


y luego se repite de la misma forma en la segunda instancia o en sede de casación
(caso general de los Tribunales Ambientales). El contrapunto entre la sentencia de
primera instancia, segunda o casación en su caso es el primer nivel de diálogo juris-
prudencial, donde se tocan los aspectos jurídicos de interés (la significancia por ejem-
plo), quedando asentada o no la decisión según sea ratificada o anulada el fallo del
inferior.
El segundo nivel de análisis va más allá del caso, y debido al volumen de infor-
mación implicada, solo se toman en cuenta los hitos decisorios fundamentales del
proceso, la sentencia de primera o única instancia, la de segunda en su caso y las
sentencias anulatorias y de reemplazo en sede de casación. Se genera entonces un
árbol de decisiones sobre un tema específico, donde la uniformidad o disparidad de
interpretaciones sobre hechos, prueba, calificaciones jurídicas e interpretaciones nor-
mativas pueden ser ordenadas y sistematizadas de tal forma que es posible identificar
puntos de acuerdo y desacuerdo de mayor o menor intensidad respecto de cualquier
tema de interés (procesal o de fondo).
La orgánica paralela del sistema, con dos tribunales ambientales cuyas senten-
cias son eventualmente objeto de casación ante la Corte Suprema hace que el diálo-
go y su necesidad de sistematización sean necesarios, ya que sobre un mismo punto
de derecho pueden existir dos interpretaciones y aplicaciones de la norma en casos o
supuestos semejantes21.
A continuación se pasará a dar cuenta de la definición del universo de senten-
cias utilizado en la investigación y su estado procesal.

III. Definición del universo y estado procesal


El diálogo jurisprudencial en materia de significancia del daño ambiental en materia
de aguas, si es que existía, debía basarse en primer lugar en un universo de senten-
cias y procesos respecto de los cuales era posible extraer y generar una red decisio-
nes e interpretaciones de los tribunales ambientales y la Corte Suprema. Por otro lado
se determinó el estado procesal de las causas, en tramitación, con sentencia firme, en
fase recursiva o en sede de casación.
En el caso del Tribunal Ambiental de Santiago se identificaron cinco sentencias
de daño ambiental firmes, todas relacionadas con agua, por tanto todo ese universo
era aplicable a la investigación, tal como se identifican en la siguiente tabla:

21
Existiendo una variedad de hipótesis posibles: a) que los tribunales ambientales y la Corte
Suprema no disputen interpretaciones; b) que los dos tribunales ambientales disputen interpre-
taciones con la Corte; c) que los dos tribunales ambientales disputen interpretaciones pero la
Corte Suprema se incline por una de ella (en estricto rigor y procesalmente no es posible hablar
de una disputa en un mismo proceso entre los tribunales ambientales, a menos que nos encon-
tremos en las situaciones de competencia, como inhibitoria o declinatoria, como sucede en el
caso Achibueno: Corte Suprema. Oscar Spichiger. Rol N° 4054-2013 de 28 de agosto de 2013.
Contienda de competencia.

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Causa Materia Estado procesal


D-24-2016 Junta de Vigilancia Relacionado con: proyecto Demanda rechazada. Casa-
de la Tercera Sección del Río “Planta de tratamiento de da. No elevada a la Corte
Mapocho en contra de Aguas aguas servidas Mapocho”. Co- Suprema a la fecha de reali-
Andinas S.A. Fecha fallo: 27- muna: Padre Hurtado. Región zación de este trabajo.
4-2017 Metropolitana.

D-15-2015. Acumula Relacionado con: proyecto de Demanda acogida. Senten-


D-18-2015. Ilustre Municipa- minera Minera Esparta Ltda. ex cia firme. No casada.
lidad de Maipú en contra de Minera Española. Comuna: Mai-
Minera Española Chile Limita- pú. Región Metropolitana.
da. Fecha fallo: 6-1-2017

D-14-2014. Inversiones J y Relacionado con: colapso del Demanda acogida. Senten-


B Limitada en contra de la tranque de relaves Las Palmas, cia firme. No casada.
Sociedad Contractual Minera luego del terremoto de 2010.
Tambillos y otro. Fecha fallo: Comuna: Pencahue. Región del
24-8-2016. Maule.

D-3-2013. Álvaro Toro Vega Relacionado con: Abandono Demanda rechazada. Sen-
contra el Ministerio del Medio de residuos minerales en sector tencia firme. Casada. Rol
Ambiente. Fecha fallo: 10-4- de Copaquilla. Comuna: Putre. Corte Suprema N° 6456 –
2015. Región: Arica y Parinacota. 2015. Recurso declarado de-
sierto por no comparecencia
de los demandantes.

D-2-2013. Rubén Cruz Pérez y Relacionado con: Proyecto Demanda rechazada. Sen-
otros contra Compañía Minera Pascua Lama. Comuna: Huasco. tencia firme. No casada.
Nevada SpA Fecha fallo: 20- Región: Atacama.
3-2015.

D-9-2014. Agrícola Huertos Relacionado con: Planta de Demanda rechazada. Sen-


de Catemu S.A. y otros contra Beneficio Catemu. Comuna: tencia firme. Casada. Rol CS
Compañía Minera Catemu Catemu. Región: Valparaíso. 3391 – 2015. Recurso decla-
Ltda. y otros. Fecha fallo: 26- rado desierto por no compa-
1-2015. recencia de la demandante.

D-6-2013. Estado de Chile Relacionado con: Faenas de Demanda acogida. Senten-


contra Servicios Generales extracción de áridos en la ribera cia firme. No casada.
Larenas Ltda. Fecha fallo: 29- del río Duqueco. Comuna: Qui-
11-2014. lleco. Región: Biobío.

Cuadro N° 1. Sentencias de daño ambiental donde el elemento agua es objeto


de análisis. Elaboración propia. Fuente: Tribunal Ambiental de Santiago y Poder Judi-
cial
En tanto, para el Tribunal Ambiental de Valdivia el universo es aún más acotado,
dando cuenta de lo nueva que es aún la institucionalidad ambiental en el ámbito ju-
risdiccional y de la complejidad jurídica y científica de las causas, requiriendo tiempo
y recursos en su decisión y en su caso, algún peritaje asociado. De las tres sentencias
de daño ambiental, desde las cuales es posible extraer criterios de significancia dos
implican materias de aguas y una trata sobre vertederos y deficiente disposición de
residuos (a efectos del análisis se consideró de todas formas incluirla):

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Causa Materia Estado procesal


D-3-2014. Municipalidad de Relacionado con: Inundación Demanda acogida. Sentencia
Río Negro con Seimura Ca- de área habitacional y obras. firme. No casada.
rrasco Valdeavellano. Fecha Destrucción de ribera de río
fallo: 21-7-2016. por extracción de áridos.

D-13-2015. Justo Miranda Relacionado con: Vertedero Demanda acogida en el Tribunal


Vera y otro con Ilustre Muni- y disposición de residuos Ambiental.
cipalidad de Puerto Natales. domiciliarios.
Fecha fallo: 8-7-2016. Por medio de la sentencia de
la Corte Suprema Rol 47890 –
2016, de 7 de marzo de 2017,
se rechazaron los recursos de
casación en la forma y en el
fondo interpuestos por la parte
demandada.

D-5-2015. Jaque Blu, Juan Relacionado con: Drenaje de Demanda rechazada. Sentencia
Carlos y Otro con Inmobilia- aguas en terreno y vicios de firme. No casada.
ria Quilamapu Ltda. y Otro. la construcción.
Fecha fallo: 30-5-2015.

Cuadro N° 2. Sentencias de daño ambiental donde el elemento agua es objeto


de análisis. Elaboración propia. Fuente: Tribunal Ambiental de Valdivia y Poder Judicial
Una de las conclusiones preliminares al observar el universo de sentencias de los
tribunales ambientales, en materia de aguas y su estado procesal es que el diálogo
jurisprudencial con la Corte Suprema se vería limitado tanto por su número como por
la decisión en algunos casos de no llevar adelante una casación de la sentencia del
tribunal ambiental, o casarla, pero posteriormente no proseguir, llegando a declarar
desierto el recurso por no comparecencia de la demandante.

IV. Significancia en el Tribunal Ambiental de Santiago


En el Tribunal Ambiental de Santiago la significancia, para configurar uno de los
elementos de la responsabilidad por daño ambiental, se construye a partir de un
concepto proveniente de alguna de las ramas científicas implicadas en el caso, trans-
formando dicho concepto científico en base o parámetro para determinar, en base
a la prueba rendida, si existe o no significancia, y por tanto daño ambiental, que en
conjunto con los demás elementos, configurarán la responsabilidad del demando.
La significancia, como concepto jurídico indeterminado se le otorgan límites y bases
científicas (no sucede exactamente lo mismo con su construcción en el Tribunal Am-
biental de Valdivia). Los parámetros encontrados son los siguientes:

Caso Parámetro de significancia


Aguas Andinas Disponibilidad hídrica, características morfológicas y capacidad
de uso del suelo (C. 26)
D-24-2016

Minera Española Grado de remoción y movimiento de tierra y depósito de esté-


riles en la quebrada (C. 23°, 30°, 35°, y 42°).
D-15-2015

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Tambillos Grado de toxicidad de metales; Desplazamiento (C. 90°).

D-14-2014

Copaquilla Grado de toxicidad de metales (C. 126°); Desplazamiento de


cianuro.
D-3-2013

Pascua Lama Tendencia histórica (C. 119°).

D-2-2013

Catemu Biodisponiblidad (C. 61°).

D-9-2014

Larenas Vulnerabilidad (C. 41°); Especies en ecosistema; Alteración de


cauce; Estructura de puente (erosión retrógrada).
D-6-2013

Cuadro N° 3. Parámetros o conceptos utilizados en sentencias del Tribunal Am-


biental de Santiago para construir la fundamentación de significancia en demandas
por daño ambiental. Elaboración propia.
Es así como en D-14-2014 se consideró que la significancia debía ser colmada
por el desplazamiento de un metal pesado asociado a los relaves derramados sobre
un terreno, que para el caso del elemento agua se basó en las muestras aguas abajo
del derrame por un periodo de 5 años, llegando a la conclusión por el tribunal que
no existió afectación significativa respecto del agua superficial debido a la falta de
desplazamiento del contaminante. El grado de toxicidad por su parte, como otro pa-
rámetro de significancia se basó en las mediciones y en el parámetro normativo fijado
por el DS 90/200022.
En el caso de D-3-2013, en atención a los residuos mineros abandonados y al
escurrimiento de metales pesados por las quebradas del área nos encontramos con el
mismo criterio técnico de desplazamiento de dichos metales, que de la prueba rendi-
da se tiene por acreditada la existencia de 1,3 millón de toneladas de residuos mine-
ros, que por el solo hecho del abandono y su existencia no generan daño ambiental,
ya que el escurrimiento limitado (desplazamiento) y bajo grado de toxicidad hacen
que la significancia no sea configurada, siendo rechazada la demanda23.
En el caso D-2-2013 cuya demanda también es rechazada la idea de la “reduc-
ción de los balances de masa de los glaciaretes y diminución de la disponibilidad del
recurso en la cuenca se debe a tendencias históricas y no a la presencia del proyecto
Pascua Lama”24, siendo el concepto de tendencia histórica, basado en el cruce de
datos de la Dirección General de Aguas con los incorporados en la causa llevan a re-
chazar la demanda (las acciones del demandado no llegan a configurar, con carácter

22
DS 90/2000 Minsegpres. Establece norma de emisión para la regulación de contaminantes
asociados a las descargas de residuos líquidos a aguas marinas y continentales superficiales.
23
Álvaro Toro Vega contra el Ministerio del Medio Ambiente (2013) Acción de reparación por
daño ambiental. Considerando 126°.
24
Rubén Cruz Pérez y otros contra Compañía Minera Nevada SpA (2015). Acción de reparación
por daño ambiental. Considerando 191°.

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de significativo, daño ambiental por sí solo, sino que sumado a otros factores, como
el cambio climático y basado en la tendencia histórica, existe derretimiento glaciar).
Por su parte en D-9-2014 el concepto utilizado es la biodisponibilidad, no sien-
do significativa la presencia de metales en plantas y agua analizados, no hay daño
ambiental que se configure.
Por último en el caso D-6-2013, donde se acoge la demanda por la extracción
ilegal de áridos en la cuenca de un río, generando erosión y alteración del cauce. La
significancia se construye en base a los criterios de vulnerabilidad de ciertos elemen-
tos del entorno donde se lleva a cabo la acción de extracción de áridos, atendiendo
en primer lugar a la vulnerabilidad de ciertas especies de peces, cuya conservación y
permanencia se vio afectada por la acción, y por otro lado un elemento humano, la
vulnerabilidad que la extracción generó atendiendo la presencia de un puente río arri-
ba, que por acción de la denominada erosión retrógrada, colocaría en riesgo la vida
y salud de la población que utiliza dicha obra25. Ambas perspectivas de la vulnerabili-
dad le dan contenido a la significancia, con lo que se configuraron en el caso el daño
ambiental y posteriormente, del análisis de los demás elementos, la responsabilidad
ecológica.

V. Significancia en el Tribunal Ambiental de Valdivia


Gracias a la orgánica particular legislada para los tribunales ambientales, la Ley Nº
20.600 establece tres tribunales especializados en la materia, existiendo actualmen-
te dos en funcionamiento. Sus competencias se distribuyen a nivel territorial, de tal
forma que las demandas que se sustenten en la acción por reparación por daño am-
biental que se interpongan desde la Región del Biobío al sur, serán de competencia
del Tribunal Ambiental de Valdivia. Por tanto, la significancia será colmada en tanto
concepto jurídico indeterminado gracias a la interpretación de jueces ambientales
diferentes a las demandas presentadas, como vimos, respecto del Tribunal Ambiental
de Santiago (que hoy absorbe la competencia territorial del tribunal que no ha entra-
do en funcionamiento).
En las sentencias del Tribunal Ambiental de Valdivia encontramos los parámetros
de autorregeneración y de servicios ecosistémicos, dentro o entorno a los cuales se
fundamentan las decisiones sobre la significancia. La autoregeneración alude a la ca-
pacidad que tiene o no el ecosistema afectado por el hecho denunciado de regene-
rarse por sí mismo, de tal forma que el análisis es binario: a) si el ecosistema afectado
puede llegar a autorregenerarse en sus propiedades anteriores; o b) si el ecosistema
afectado no puede llegar a regenerase por sí mismo en sus propiedades anteriores.
Cualquiera de las dos hipótesis, el tribunal decide en base a la prueba rendida y a
la valoración que se haga de ella de acuerdo a las reglas de la sana crítica, como lo
mandata el art. 35 de la Ley Nº 20.60026.

25
Estado de Chile contra Servicios Generales Larenas Ltda. (2014) Acción de reparación por
daño ambiental. Considerandos N°s 41°, 46° y 51°.
26
Artículo 35 inc. 1º.- “De la prueba. El Tribunal apreciará la prueba conforme a las reglas de la
sana crítica; al hacerlo deberá expresar las razones jurídicas y las simplemente lógicas, científi-
cas, técnicas o de experiencia, en cuya virtud le asigne valor o la desestime. En general, tomará
en especial consideración la multiplicidad, gravedad, precisión, concordancia y conexión de las
pruebas o antecedentes del proceso que utilice, de manera que el examen conduzca lógicamen-
te a la conclusión que convence al sentenciador.”

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Se debe indicar además que el concepto de ecosistema también opera ancla


dentro del razonamiento del Tribunal Ambiental de Valdivia, entendiéndolo como “la
unidad de análisis jurisdiccional para determinar la afectación al medio ambiente y
en consecuencia el daño ambiental y el tipo de sustento vital”27. Así, el análisis que
realiza el tribunal es: a) determinación del ecosistema afectado; b) determinación de
dicho ecosistema para otorgar algún servicio ecosistémico; c) determinación de la
permanencia y la capacidad de regeneración del ecosistema (en el caso del análisis
de la conservación); y d) la determinación de la mantención de las condiciones que
hacen posible la evolución dentro del ecosistema (en el caso del análisis de la preser-
vación)28.
En el caso de D-3-2014, donde se discutió la extracción ilegal de áridos y faenas
en el cauce de un río, con la consiguiente afectación de su curso normal y riberas, que
terminó en una situación de inundación de terrenos en bienes vecinos y bienes nacio-
nales de uso público, aparte de la afectación del ecosistema acuático, la significancia,
indicó el tribunal, se configuró a través de la prueba de la pérdida de uno de los com-
ponentes del medio ambiente, la ribera del río, que brindaba el servicio ecosistémico
de contención de las aguas que bajaban por el cauce29.

VI. Significancia en la Corte Suprema


Como vimos en los apartados anteriores la significancia en casos donde el elemento
agua estuvo involucrado, respecto de las demandas acogidas, destacan particular-
mente la responsabilidad por daño ambiental derivada de acciones y omisiones cul-
posas derivadas de extracción ilegal de áridos y modificaciones de cauce que afecta-
ron el curso de las aguas. Destacan además casos de desechos mineros abandonados
cuya preocupación deriva de la toxicidad de metales pesados liberados al medio am-
biente, a través de quebradas y cursos de agua. Vimos además que el estado procesal
de las causas, si bien la gran mayoría se encontraba con sentencia firme, no fueron
conocidas por la Corte Suprema debido a que no fueron casadas o interpuesto el re-
curso, estos de declararon desiertos por falta de comparecencia. Así, si se suma a esta
situación, lo reciente del pleno funcionamiento jurisdiccional de ambos tribunales am-
bientales30, tenemos como resultado que el diálogo jurisprudencial aún se encuentra
pendiente. Sin embargo lo anterior, y dado que el estatuto de la responsabilidad por
el daño ambiental es anterior a la creación de los tribunales especializados, contenido
en la Ley Nº 19.300 de 1994, la significancia si ha sido objeto de interpretación por la

27
Jaque Blu, Juan Carlos y Otro con Inmobiliaria Quilamapu Ltda. y Otro (2015) Acción de repa-
ración por daño ambiental. Considerando 19º.
28
En el caso de D-5-2015 ver Considerando 19º; para D-3-2014 ver Considerando 40º; para
D-13-2015 ver Considerando 69º.
29
Ilustre Municipalidad de Río Negro con Seimura Carrasco Valdeavellano (2016). Acción de re-
paración por daño ambiental. Considerando 26º.
30
Las normas que regulan la instalación y el inicio de la función jurisdiccional de los tribunales
ambientales están en los Artículos Segundo y Tercero Transitorio de la Ley N° 20.600; además
se debe considerar el Acta N°1 Sobre Instalación y Funcionamiento del Tribunal Ambiental de
Valdivia. Este fue legalmente constituido el 7 de octubre de 2013 a partir del juramento de los
Ministros, e inició sus funciones jurisdiccionales el 09 de diciembre de 2013 en atención al N° 6 y
7 del Acta N° 1. Por su parte el Tribunal Ambiental de Santiago su funcionamiento administrativo
inicio con el Acta Nº 1 de 28 de diciembre de 2012 y 4 de marzo de 2013 inició sus actividades
jurisdiccionales.

ADag Actas de Derecho de Aguas, Nº 6 [2016] pp. 129-148


Significancia del daño ambiental en materia de aguas. Diálogo jurisprudencial … 139

Corte Suprema, y es posible encontrar semejanzas con las decisiones y criterios utili-
zados por los tribunales ambientales.
Así, aparece el criterio de la vulnerabilidad del ecosistema, como observamos
en las sentencias del Tribunal Ambiental de Valdivia. La Corte construye este argu-
mento en contraste al argumento de las partes del juicio, basados en la justificación
matemática y objetiva de la autorización para extraer agua desde acuíferos o ríos.
Estando autorizado, indica la Corte, se deben considerar, para el caso de la deter-
minación del daño ambiental y la significancia no solo el cálculo entre lo extraído y
lo autorizado sino además la vulnerabilidad del ecosistema en el cual se encuentra
emplazado el proyecto y la autorización: “…el requisito de que el daño tenga un ca-
rácter significativo no está sujeto a un aspecto de extensión material de la pérdida,
disminución o detrimento para el medio ambiente o para uno o más de sus compo-
nentes, sino que debe acudirse a una calibración de la significación de los deterioros
infligidos a aquel. En la especie, la cuenca de la Pampa del Tamarugal es un ecosis-
tema particularmente vulnerable dada la escasez de agua y del cual dependen otros
componentes ambientales, como el suelo, flora y fauna. Tratándose entonces de un
ecosistema de especial fragilidad”31.
En materia de contaminación de aguas del Embalse Pitama por parte de un bo-
tadero y su sistema deficiente de drenaje, se argumenta más allá de los parámetros
técnicos para caracterizar la significancia de un daño ambiental: “cabe agregar que
para evaluar la significación del daño ambiental no solo deben considerarse paráme-
tros técnicos que justiprecien el grado de contaminación específica en un momento
dado de un determinado recurso natural, sino que debe analizarse cómo la conducta
acreditada generará con certeza un daño que pueda ser calificado de significativo”32.
Incluso en este caso la argumentación alude a la temporalidad, identificando lo que
nosotros podríamos denominar en primer término una “lesión ambiental” o un “daño
ambiental de primer grado”, que con el futuro, a juicio de la Corte, podría llegar a
configurar un “daño ambiental propiamente tal” (la intensificación de una conducta,
en el caso, la contaminación del agua, puede constituir significancia y por tanto llegar
a determinarse responsabilidad medio ambiental): “no resulta razonable esperar un
mayor, grave e irrecuperable resultado lesivo para hacer lugar a una acción medioam-
biental que busca mitigar y reparar los efectos perjudiciales de una conducta que sí
afecta el medio ambiente de manera relevante y, por lo mismo significativa, cuando el
propósito del legislador es precisamente la prevención de su acaecimiento”33.
Ahora bien, estas decisiones sobre la significancia anteriores a la constitución de
la judicatura especializada por parte de la Corte Suprema, es semejante en algunos
de sus lineamientos a lo resuelto por el Tribunal Ambiental de Santiago, por ejemplo
al considerar significante una situación a través de la consideración de términos cien-
tíficos. Ello se puede ver, por ejemplo, en el caso del Pozo Lo Adasme (desechos mi-
neros abandonados): “atendido que existen suelos impactados con concentraciones
superiores a los niveles admisibles para el uso habitacional y comercial, se calificará

31
Consejo de Defensa del Estado con SCM Compañía de Salitre y Yodo Soledad (2011).
32
Asoc. de Canalistas del embalse Pitama con Soc. Concesionaria Rutas del Pacífico S.A. (2011).
33
Ídem. Para otro caso no relacionada a aguas pero usando el mismo criterio de que los argu-
mentos cuantitativos no son suficientes para desacreditar una denuncia de daño ambiental ver:
Krause Figueroa Horst Erwin y otros con Soc. Exploradora de Áridos Arimix Ltda. (2011).

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140 JORGE OSSANDÓN R.

el daño producido a dicho componente como “significativo” y apto para influir nega-
tivamente en la calidad de vida de las personas que habitan en las proximidades”34.
Por último la calificación de significante por la Corte tiene casos que podríamos
denominar de significancia objetiva, basada en el solo hecho de probar infringida la
norma en cuestión y corresponde a aquellos casos de especies protegidas: tala de
alerces35 36, araucarias37, bellotos38, donde además se indica la afectación al suelo39, al
ecosistema y a la belleza escénica en ciertos casos40. La infracción a la norma como
configurativa de la significancia la vimos en el Tribunal Ambiental de Santiago en el
caso D-9-2014.
Por último el caso donde la Corte Suprema condensa todos los criterios en la
materia y que sirve de guía es el caso de la parcela El Cerro, donde indicó: “Si bien la
ley no ha conceptualizado el carácter de significativo del daño ambiental, es posible
reconocer razonablemente de la propia normativa ambiental una serie de criterios
que permiten dilucidar esa interrogante, tales como: a) la duración del daño; b) la
magnitud del mismo; c) la cantidad de recursos afectados y si ellos son reemplaza-
bles; d) la calidad o valor de los recursos dañados; e) el efecto que acarrean los actos
causantes en el ecosistema y la vulnerabilidad de este último; y f) la capacidad y tiem-
po de regeneración”41.
En definitiva podemos ver que la Corte Suprema ha delineado y le ha otorgado
contenido al concepto de significancia y que con más o menos cercanía interpreta-
tiva los tribunales ambientales, cada uno a su manera, ha recogido al menos en sus

34
Consejo de Defensa del Estado con Molibdenos y Metales S.S., Empresa F.F. del Estado
(2014).
35
Fisco de Chile con Sociedad Forestal Sarao S.A y otros (2013): “Vigésimo segundo: Que en
relación a lo significativo del daño causado por la omisión culposa de la demandada, cabe tener
en consideración los fundamentos del DS N° 490 de 1976, que declara monumento natural al
alerce”.
36
El caso del alerce tiene especial relevancia en el desarrollo de la jurisprudencia y la doctrina
del daño ambiental chileno tanto en sus aspectos de significancia como en materia de legitima-
ción e interés para pedir indemnización por su corta por parte del Fisco, cuando la acción se ha
realizado en predios privados. Casos como el de Forestal Candelaria (corta de alerces de 3.000
años) han hecho que la doctrina entregue ciertos criterios a considerar en materia de significan-
cia: disminución de la diversidad biológica de la especie al eliminarse lo mejores individuos;
daño al potencial genético; afectación a la investigación científica y afectación de servicios am-
bientales. Ver SAAVEDRA 2010, 162.
37
Consejo de Defensa del Estado con García Brocal Julio y otro (2013): “Decimoquinto: Que la
calificación de daño ambiental significativo queda demostrada por tratarse de una corta ilegal de
araucarias, especie declarada monumento natural”.
38
Fisco de Chile con Anglo American Sur S.A. (2016).
39
Consejo de Defensa del Estado con Forestal León Ltda., Banco de Chile (2013): “se ha produ-
cido un daño significativo al medio ambiente con motivo de las cortas ilegales, quema de Hualo
y otras especies de siempre verde de galería, además de la aplicación de químicos destinados a
eliminar totalmente el bosque, afectando los componentes del ambiente suelo”.
40
Consejo de Defensa del Estado con García Brocal Julio y otro (2013): “Decimoquinto: Que la
calificación de daño ambiental significativo queda demostrada por tratarse de una corta ilegal de
araucarias, especie declarada monumento natural, además del menoscabo que se generó al sue-
lo y otros recursos forestales en un bosque de más de 150 años de antigüedad de gran belleza
escénica”.
41
Fisco de Chile con De la Moi Sierralta Alejandro, Wosniuk Moroz Benjamín, Budge Blanco
Alejandro (2014). Casación Fondo.

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Significancia del daño ambiental en materia de aguas. Diálogo jurisprudencial … 141

delimitaciones básicas algunos de dichos criterios, ya sea la idea de vulnerabilidad


con el que trabaja el Tribunal Ambiental de Valdivia, o el uso de criterios técnicos o
parámetros normativos “objetivos” con el que falla el Tribunal Ambiental de Santiago.
Podemos decir que el diálogo jurisprudencial se ha dado no con las causas actuales
sino a través de los criterios que en el pasado, incluso antes de la instauración de los
tribunales especializados, ha utilizado la Corte Suprema.

VII. Doctrina como fuente de argumentación de la significancia


¿Cuáles son las fuentes que utilizan los tribunales analizados para llevar a cabo sus
decisiones en los casos de daño ambiental y especialmente respecto del elemento
significancia?
La Corte Suprema ha sido tajante en que su primera fuente es la ley, de la cual
se interpreta el contenido normativo ante reglas que no contienen todos los elemen-
tos para su aplicación directa, en el caso Parcela El Cerro de Lo Barnechea indicó que
“Si bien la ley no ha conceptualizado el carácter de significativo del daño ambiental,
es posible reconocer razonablemente de la propia normativa ambiental una serie de
criterios que permiten dilucidar esa interrogante”42. La propia Corte se autoreconoce
la facultad de interpretar la norma y crear criterios en aquellos casos donde el legisla-
dor no los ha establecido, en tanto función propia de todo órgano que ejerce jurisdic-
ción. A su vez, la Corte se autolimita al establecer el criterio de la razonabilidad en el
reconocimiento y creación de interpretaciones entorno al concepto de significancia.
Por otro lado, la Corte mira a la doctrina como fuente de interpretación de
la norma. Así, por ejemplo hace referencia al eminente profesor Rafael Valenzuela:
“La doctrina ha referido que la ley establece, entre los requisitos, que el daño sea
significativo: […] La palabra significativo conlleva la idea de una cierta valoración
negativa mínima para el medio ambiente, de tal manera que los daños cuya entidad
se encuentren por debajo de ese mínimum no constituyen daño ambiental, aunque
comparten un cierto grado de pérdida, disminución, detrimento o menoscabo para el
medio ambiente o para uno o más de sus componentes […]”43.
Fuera del ámbito de la significancia, pero siempre en materia de daño ambien-
tal, es posible encontrar el uso de la Historia de las leyes ambientales para argu-
mentar la concurrencia de los elementos de la responsabilidad, así como el uso de
principios, como el “quien contamina paga”, tal es el caso de loteos irregulares en la
comuna de Lo Barnechea44.
Por su parte, el Tribunal Ambiental de Santiago reconoce de la misma forma que
la Corte Suprema, la insuficiencia normativa del concepto de significancia, justificando
así el uso de la doctrina y la jurisprudencia para construir su contenido: “Decimo-
quinto: Que, si bien la significancia es un elemento exigido expresamente en la ley,
esta no lo define ni establece criterios para su determinación, motivo por el cual este

42
Sociedad Civil San Juan de Kronstand y otros (2015).
43
Justo Miranda Vera y Juan Andrés Mira Millachine con Ilustre Municipalidad de Puerto Nata-
les (2017). Casación en la forma y en el fondo.
44
Consejo de Defensa del Estado con Ilustre Municipalidad de Lo Barnechea (2016). Casación
en la forma y en el fondo.

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142 JORGE OSSANDÓN R.

elemento se ha ido construyendo en nuestro país a nivel doctrinario y, principalmente,


jurisprudencial”45.
Respecto de la doctrina nacional, el eje de la argumentación del tribunal está
basado en el profesor Jorge Bermúdez, que contrapone el concepto amplio de medio
ambiente entregado en la Ley N° 19.300 con el carácter restrictivo de la significancia
para entender que hay daño ambiental46. También se hacen referencias al profesor
Barros Bourie, no para delimitar la significancia, sino para establecer la centralidad del
elemento daño en el régimen de responsabilidad47.
Por su parte el mismo tribunal fundamenta su argumentación sobre la significan-
cia en doctrina y regulación extranjera, como la compilación del profesor argentino
Néstor Cafferatta, argumentando que la significancia corresponde a la línea divisoria
entre una acción no lesiva al medio ambiente y donde es permitido generar algún
impacto en este, y una acción lesiva que “desorganiza las leyes de la naturaleza afec-
tando los presupuestos del desarrollo de la vida”48.
También la doctrina española, a través del profesor Albert Ruda, en tanto la gra-
vedad de la afectación al medio ambiente debe ser requisito indispensable para dife-
renciar afectaciones relevantes de las irrelevantes en un sistema de responsabilidad
por daño ecológico49. También la Directiva 2004/35/CE del Parlamento Europeo sobre
Responsabilidad Medio Ambiental es utilizada para delinear la significancia50. Cabe,
indicar sin embargo que esta Directiva ha sido objeto de evaluación por parte de la
Comisión Europea, con el fin de identificar los aspectos críticos de funcionamiento del
estatuto comunitario de responsabilidad ambiental. Estos informes de evaluación po-
drían ser utilizados por los tribunales ambientales con el fin de darle un contexto real
de funcionamiento, más allá de la norma. Dichos informes presentan “la experiencia
adquirida en la aplicación de la Directiva entre 2007 y 2013”. En opinión de este
autor estos informes son críticos para la interpretación de la significancia ya que dan
cuenta de la aplicación efectiva de la Directiva sobre daño ambiental en los diferentes
países de la Unión Europea, destacando aplicaciones desiguales entre Estados. Así,
“se considera que las distintas interpretaciones y la aplicación de un umbral a partir
del cual el daño medioambiental ha de calificarse de significativo son los motivos
principales de la aplicación desigual de la Directiva”51. La pregunta sobre ¿cuál es el
umbral a partir del cual el daño medioambiental ha de calificarse de significativo? Al
ser el problema parecido en Chile, se debe aprovechar la experiencia europea en tér-
minos de aplicación conceptual de la significancia.
En otros casos el Segundo Tribunal Ambiental, se acude a la RAE, para no dejar
de lado los criterios de interpretación clásicos, como el del sentido natural y obvio de
las palabras: “Que, de este modo, podemos sostener que la significancia del daño,
entendida en su acepción más pura y simple, esto es “adj. Que tiene importancia por

45
Aguas Andinas S.A. con Junta de Vigilancia de la Tercera Sección del Río Mapocho (2016).
Acción de reparación por daño ambiental.
46
Estado de Chile contra Servicios Generales Larenas Ltda. (2014). Acción de reparación por
daño ambiental.
47
Cit. Ant. (45), considerando N° 11.
48
Cit. Ant. (46), considerando N° 41.
49
Cit. Ant. (45), considerando N° 14.
50
Cit. Ant. (46), considerando N° 38.
51
Comisión Europea 2016, 6.

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Significancia del daño ambiental en materia de aguas. Diálogo jurisprudencial … 143

representar o significar algo” (Diccionario de la RAE), debe ser entendida caso a ca-
so”52.
Por su parte el Tercer Tribunal Ambiental ha fundamentado sus sentencias a
partir de profesor Bermúdez y su interpretación sobre la significancia, en tanto sirve
como concepto que contiene o circunscribe el ámbito de responsabilidad por daño
ambiental53. Sirve de contrapeso al amplio concepto de medio ambiente, otorgándole
utilidad al sistema de responsabilidad. Es posible encontrar en D-5-2015 del Tercer
Tribunal Ambiental otro concepto que “confina las controversias medioambientales en
particular aquellas sobre daño ambiental”54. La unidad básica que construye el tribu-
nal a partir de la literatura de SMITH55 es el de ecosistema, entendido como un sistema
complejo de factores físicos y biológicos, y que contiene a su vez, elementos reales y
conceptuales, pudiendo llegar a ser de diferentes tamaños, según lo sostiene a partir
de Conesa56.
Dicho razonamiento, normativo primero en los considerandos 15° al 17°, y doc-
trinarios después en el considerando 18°, permite al tribunal explicitar una cierta pers-
pectiva de la naturaleza, que le permite un “área determinada de análisis jurisdiccio-
nal” para fallar la causa57. Además, basado en GROT58 se le otorga utilidad al concepto
de ecosistema para reconocer el tipo de sustento vital que brinda cada uno de ellos.
Dicho “sustento vital” debe ser entendido como servicio ambiental del ecosistema,
a partir del cual puede ser valorada en juicio la eventual pérdida, disminución, detri-
mento o menoscabo significativo59.
Importa destacar el tipo de acercamiento que tiene el Tercer Tribunal al servicio
ecosistémico involucrado, la contención de aguas que otorga la ribera del río res-
pecto de las aguas que bajan por el cauce60, cuya acción culposa de la demandada,
la extracción de áridos, utiliza para llegar a una afectación significativa. El análisis
considera doctrina extranjera, extraída del peritaje acompañado en la causa, para
enmarcar su razonamiento que termina acogiendo la demanda61. Así, la construcción

52
Cit. Ant. (46), considerando N° 42.
53
BERMÚDEZ 2014, 401.
54
Cit. Ant. (27), considerando 18°.
55
SMITH y SMITH 2007.
56
CONESA 2013, 5 y 34.
57
Cit. Ant. (27), considerando 18°.
58
GROT y otros 2010, 40.
59
El análisis es el siguiente: determinación del ecosistema, determinación del servicio ambiental
y determinación de la pérdida, disminución, detrimento o menoscabo significativo a partir del
tipo de sustento vital que brinda “por ejemplo: alimento, agua; recursos genéticos, medicinales
y ornamentales; regulación de la calidad del aire y climática; moderación de eventos extremos;
regulación de flujos de agua; tratamiento de aguas impuras; prevención de la erosión; manten-
ción de la fertilidad del suelo; polinización; control biológico; mantención de los ciclos de vida
de aves migratorias; mantenimiento de la diversidad genética; información estética; oportuni-
dades para la recreación y el turismo; inspiración para la cultura, el arte y el diseño; experiencia
espiritual; e información para nuestro desarrollo cognitivo.” Cit. Ant. (27), considerando 18°.
60
Ilustre Municipalidad de Río Negro con Seimura Carrasco Valdeavellano (2016). Acción de re-
paración por daño ambiental. Considerando 26º.
61
Citando referencias sobre las alteraciones hidrológicas como problema ambiental mundial y
recurrente, que tiene consecuencias no solo sobre la modificación de cauce, sino sobre los ele-
mentos biológicos y físicos de la cuenca en su conjunto: ROSENBERG et al. 1997, RUNDQUIST 1980 y
ORWI 1995.

ADag Actas de Derecho de Aguas, Nº 6 [2016] pp. 129-148


144 JORGE OSSANDÓN R.

de la significancia no es solo fáctica, sino también se llega a ella a partir de la doctrina


jurídica y científica acompañada por las partes el caso. La misma forma de proceder
se advierte con los Informes en Derecho, por ejemplo el denominado “Diversas cues-
tiones sobre daño ambiental en la Ley N° 19.300 sobre Bases Generales del Medio
Ambiente”62.
Otro tema, que se aleja del ámbito de la significancia, pero que debemos
mencionar, es el uso de la doctrina anglosajona para rechazar los argumentos de la
demandante es anteponer la idea del medio ambiente como un bien colectivo (res-
paldado legalmente con el estatuto de responsabilidad medioambiental en la Ley N°
19.300), para descartar la alegación a partir de la institución del nuisance63, que solu-
ciona conflictos en el ámbito de la responsabilidad extracontractual respecto de per-
turbaciones a la propiedad privada, que no se condicen con los conflictos medioam-
bientales, que tienen que ver con la “protección de valores ecológicos compartidos
por la comunidad”64.
Al igual que el Segundo Tribunal Ambiental, el Tercer Tribunal fundamente con
doctrina clásica los elementos de la responsabilidad, no solo la significancia, que
como hemos visto en este trabajo se acerca más a los hechos, la prueba y a la enun-
ciación de los fundamentos técnico ambientales del artículo 25 de la Ley N° 20.600
que a las discusiones jurídicas propias del daño ambiental (como podría ser la aplica-
ción de la presunción de la causalidad a partir del art. 52 de la Ley N° 19.300, la valo-
ración de la prueba a partir de la reglas de la sana crítica y su relación con los recursos
del art. 26 de la Ley N° 20.600, el sistema subjetivo basado en la culpa y el dolo del
art. 51 de la Ley N° 19.30065, entre otros puntos).
¿Conviene en cualquier caso que las sentencias expresen la doctrina en la cual
se basan para sus decisiones? En tanto se conozcan las fuentes de su argumentación,
la explicitación de la doctrina en los fallos es una manifestación de una debida
fundamentación de la sentencia y la exteriorización de los motivos racionales por
lo cual se ha arribado a una decisión particular. En ese sentido es positivo para la
legitimación de la judicatura ambiental, pero teniendo en cuenta la debida separación
de roles entre los tribunales, que deciden controversias desde una posición imparcial
y un artículo académico, que toma ciertos puntos de vista teóricos, aplicados la

62
Justo Miranda Vera y otro con Ilustre Municipalidad de Puerto Natales (2016). Acción de
reparación por daño ambiental. Considerando 52°. Informe en Derecho acompañado por la de-
mandada y realizado por la profesora Dra. Verónica Delgado, de la Universidad de Concepción.
63
Que corresponde a una “condición, actividad o situación (como sonidos fuertes o malos olo-
res) que interfieren con el uso o el goce de la propiedad; especialmente, un [sic] condición no
transitoria o actividad permanente que daña la condición física de un inmueble o interfiere con
su uso o con el goce de servidumbre en el inmueble o de carreteras públicas” GARNER 2004.
64
Cit. Ant. (27). Considerando 27°, citando a LARSSON 1999, 175.
65
Al hacer referencia a la doctrina clásica: BARROS 2012, 82. Cit. ant. (29), considerando 51°. En
este punto cabe destacar esta cita debido a que a lo largo de este trabajo se ha indicado que la
significancia sirve como límite. El tercer Tribunal cita al profesor Barros para indicar a su vez que
la culpa sirve como, otro, límite a la responsabilidad, al indicar que “[…] En este régimen de res-
ponsabilidad, no solo sirve de fundamento, sino también de límite a la responsabilidad, porque
la obligación reparatoria solo nace a condición de que se haya incurrido en infracción a un deber
de cuidado.”

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Significancia del daño ambiental en materia de aguas. Diálogo jurisprudencial … 145

mayoría de las veces, sobre todo en el ámbito del Derecho, a supuestos abstractos,
no siempre compatibles con las particularidades del caso concreto66.

Conclusiones
Se ha intentado una nueva concepción de acercamiento a la jurisprudencia para cono-
cer la extensión del alcance que los tribunales ambientales y la Corte Suprema le han
otorgado a la significancia como requisito de configuración del daño ambiental den-
tro del estatuto de la responsabilidad por daño ambiental. El diálogo jurisprudencial
implica tratar los fallos y los casos en términos de redes interconectadas de decisiones
e interpretaciones sobre algún punto de derecho en el ámbito de los tribunales en
general y respecto de los tribunales ambientales en particular. Esto permite conocer
el acontecer jurisdiccional más allá del caso concreto y más allá de la interpretación
vertical de tribunal superior-inferior, con la finalidad de conocer las interpretaciones a
través del tiempo.
Del universo de fallos, todos tratan materias relacionadas al elemento del medio
ambiente agua para el caso del Tribunal Ambiental de Santiago, y dos en el caso del
Tribunal Ambiental de Valdivia. Su estado procesal y la decisión de las partes de no
llevar el fallo a sede de casación o de no comparecer, declarándose desierto hace
que no existan pronunciamientos de dichos fallos, en materia significancia y daño
ambiental, por parte de la Corte Suprema. A ello se debe sumar que los tribunales
ambientales han tenido un reciente inicio o funcionamiento plenamente jurisdiccional
(en atención a lo que requieren las causas de daño ambiental para ser falladas).
Debido a la orgánica paralela propia de la judicatura ambiental (dos tribunales
ambientales y una Corte Suprema que conoce en sede de casación), existen dos
prácticas, interpretaciones y alcances dados al concepto de significancia dentro un
proceso por daño ambiental según sea el tribunal donde se tramite. En el caso del
Tribunal Ambiental de Santiago encontramos que la significancia se construye a partir
de un concepto proveniente de alguna de las ramas científicas implicadas en el caso,
transformando dicho concepto científico en base o parámetro para determinar, en
base a la prueba rendida, si existe o no significancia, y por tanto daño ambiental. En
el caso del Tribunal Ambiental de Valdivia se construye a partir de la vulnerabilidad
del elemento ambiental y en base a la regeneración del ecosistema. En ambos casos
se reafirma ser una vía de restricción de configuración del daño y se construye sobre
la casuística (por sobre una línea jurisprudencial constante), si se compara con otros
elementos de la responsabilidad como la idea de medio ambiente entendida mayori-
tariamente bajo la idea del entorno adyacente.

66
El profesor Luis Cordero ha comentado sobre el tema y ha advertido sobre la utilización del
argumento de autoridad por sobre la argumentación lógica y sistemática en las sentencias:
“Si se analiza la jurisprudencia destacada del período descrito –entendiendo por esta aquella
en donde se expresa una doctrina aún con argumentos de obiterdictum– la Corte Suprema
utiliza en un número relevante de casos de esta selección la cita de autores como medio de
reforzamiento de sus argumentaciones, en una proporción muchísimo mayor que la cita de sus
decisiones o precedentes previos. Esto conceptualmente, podría ser interpretado como que los
jueces creen más en argumentos de autoridad que en el razonamiento sistemático que pueda
ir construyéndose en sus propios casos. Una consideración de este tipo, tendría importantes
consecuencias en la manera de comprender la jurisprudencia.” Cordero, Luis. ¿Qué lee la Corte
Suprema? El Mercurio Legal < http://www.elmercurio.com/legal/movil/detalle.aspx?Id=904249&-
Path=/0D/CC/>

ADag Actas de Derecho de Aguas, Nº 6 [2016] pp. 129-148


146 JORGE OSSANDÓN R.

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paraíso n.29 Valparaíso [en línea] <http://www.scielo.cl/scielo.php?script=s-
ci_arttext&pid=S0718-68512007000100003> [consulta: 5 septiembre 2016]

Otros documentos citados


Comisión Europea (2016): Informe de la Comisión al Consejo y al Parlamento Europeo
en el marco del artículo 18, apartado 2, de la Directiva 2004/35/CE, sobre
responsabilidad medioambiental en relación con la prevención y reparación
de daño ambientales. 14 de abril de 2016. 15 pp.
Congreso Nacional de Chile (1994): Historia de la Ley Nº 19.300, 1226 pp.
Congreso Nacional de Chile (2012): Historia de la Ley Nº 20.600, 1489 pp.

ADag Actas de Derecho de Aguas, Nº 6 [2016] pp. 129-148


Significancia del daño ambiental en materia de aguas. Diálogo jurisprudencial … 147

Jurisprudencia citada
Consejo de Defensa del Estado con Molibdenos y Metales S.S. (2013): Corte Supre-
ma, 1 de septiembre de 2014. Rol N° 15.996-2013.
Fisco de Chile con Sociedad Forestal Sarao S.A y otros (2013): Corte Suprema, 26 de
junio de 2013. Rol N° 3579-2012.
Sociedad Civil San Juan de Kronstand y otros (2017): Corte Suprema, 10 de diciembre
2015. Rol N° 25.720-2017.
Consejo de Defensa del Estado con García Brocal Julio y otro (2013): Corte Suprema,
3 de octubre de 2013. Rol N° 4033-2013.
Fisco de Chile con Anglo American Sur S.A. (2016): Corte Suprema, 13 de junio de
2016. Rol N° 2559-2016.
Consejo de Defensa del Estado con Forestal León Ltda., Banco de Chile (2013) Corte
Suprema, 5 de septiembre de 2013. Rol N° 8593-2012.
Fisco de Chile con De la Moi Sierralta Alejandro, Wosniuk Moroz Benjamín, Budge
Blanco Alejandro (2015): Corte Suprema, 10 de diciembre de 2015. Rol N°
25.720-2014.
Consejo de Defensa del Estado con SCM Compañía de Salitre y Yodo Soledad (2009):
Corte Suprema, 28 de octubre de 2011. Rol N° 5826-2009.
Asoc. de Canalistas del embalse Pitama con Soc. Concesionaria Rutas del Pacífico
S.A. (2009): Corte Suprema, 20 de abril de 2011. Rol N° 396-2009.
Krause Figueroa Horst Erwin y otros con Soc. Exploradora de Áridos Arimix Ltda.
(2011): Corte Suprema, 20 de enero de 2011. Rol N° 421-2009.
Junta de Vigilancia de la Tercera Sección del Río Mapocho en contra de Aguas Andi-
nas S.A. (2016): Tribunal Ambiental de Santiago, 27 de abril de 2016. Rol N°
D-24-2016.
Inversiones J y B Limitada en contra de la Sociedad Contractual Minera Tambillos y
otro (2014): Tribunal Ambiental de Santiago, 24 de agosto de 2016. Rol N°
D-14-2014.
Álvaro Toro Vega contra el Ministerio del Medio Ambiente (2013): Tribunal Ambiental
de Santiago, 10 de abril de 2015. Rol N° D-3-2013.
Rubén Cruz Pérez y otros contra Compañía Minera Nevada SpA. Acción de reparación
por daño ambiental (2015): Tribunal Ambiental de Santiago, 20 de marzo de
2015. Rol N° D-2-2013.
Agrícola Huertos de Catemu S.A. y otros contra Compañía Minera Catemu Ltda. y otros
(2015): Tribunal Ambiental de Santiago, 26 de enero de 2015. Rol N° D-9-2014.
Estado de Chile contra Servicios Generales Larenas Ltda. (2014): Tribunal Ambiental
de Santiago, 29 de noviembre de 2014. Rol N° D-6-2013.
Municipalidad de Río Negro con Seimura Carrasco Valdeavellano (2014): Tribunal Am-
biental de Valdivia, 21 de julio de 2016. Rol N° D-3-2014.
Justo Miranda Vera y otro con Ilustre Municipalidad de Puerto Natales (2015): Tribunal
Ambiental de Valdivia, 8 de julio de 2016. Rol N° D-13-2015.
Jaque Blu, Juan Carlos y Otro con Inmobiliaria Quilamapu Ltda. y Otro (2015): Tribu-
nal Ambiental de Valdivia, 30 de mayo de 2015. Rol N° D-5-2015.
Sociedad Civil San Juan de Kronstand y otros (2015): Corte Suprema, 10 de diciembre
de 2015. Rol N° 25.720-2015.

ADag Actas de Derecho de Aguas, Nº 6 [2016] pp. 129-148


148 JORGE OSSANDÓN R.

Normativa citada
Ley N° 20.600, crea los Tribunales Ambientales. Diario Oficial, 28 de junio de 2012.
Ley N° 20.417, sobre bases generales del Medio Ambiente. Diario Oficial, 9 de marzo
de 1994.
Ley N° 19.300, crea el Ministerio, el Servicio de Evaluación Ambiental y la Superinten-
dencia del Medio Ambiente. Diario Oficial, 26 de enero de 2010.
DS 90/2000, Ministerio Secretaría General de la Presidencia. Establece norma de
emisión para la regulación de contaminantes asociados a las descargas de
residuos líquidos a aguas marinas y continentales superficiales. Diario Oficial,
7 de marzo 2001.
Directiva 2004/35/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 21 de abril de 2004,
sobre responsabilidad medioambiental en relación con la prevención y repa-
ración de daños medioambientales.

ADag Actas de Derecho de Aguas, Nº 6 [2016] pp. 129-148

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