Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Me propongo aquí rebatir por lo menos a algunos de mis criterios, comentando los objetivos que me
indujeron a elaborar el consenso de Washington, la terminología elegida y mi posición ideológica respecto al
“neoliberalismo”. Sin embargo, sería desperdiciar una ocasión magnífica si me limitase sólo a defender los
que redacté hace siete años. En consecuencia, me propongo hacer ahora lo mismo que muchos de mis
críticos parecen haber creído que estaba haciendo en 1989, a saber, esbozar un manifiesto de política que
contenga las principales reformas que, en mi opinión, debería encarar América Latina.
La reforma tributaria
El consenso de Washington insistía en recortar las tasas impositivas marginales para aumentar los incentivos
a la vez que proponía compensar la pérdida de ingresos por medio de la ampliación de la base impositiva y la
mejora de la administración tributaria, todo la cual, en mi opinión, evitaría el desgaste asociado a la
progresión impositiva.
La reforma tributaria parece haber continuado su progreso en América latina, especialmente a través de la
difusión del impuesto al valor agregado. Sin embargo, mi propuesta favorita, la de recaudar impuestos sobre
los intereses procedentes de la fuga de capitales, todavía está en ciernes.
Dado que mis nuevas propuestas no deben ceñirse al consenso, me gustaría detallar las reformas tributarias
que estimo necesarias y agregar aquí un proyecto de sistema tributario que incluya externalidades
vinculadas con el medio ambiente. Ya sabemos que el motivo por el cual las consideraciones ambientales
tienen escaso protagonismo en una economía de mercado radica en que muchos de los efectos ambientales
de acciones económicas son indirectos y afectan a los agentes económicos secundarios.
La solución acostumbrada para tales externalidades ha sido durante mucho tiempo el llamado impuesto
pigoviano. Este método es aceptado en general para justificar impuestos elevados sobre la gasolina. Sin
embargo, resultaría más eficaz, la aplicación de impuestos sobre el tráfico, impuestos mensurables n base al
uso de las carreteras, etc. Creo necesaria una tasa variable que dependiese el impacto ambiental que
pudiera causar un uso determinado de la tierra.
La supervisión bancaria
El siguiente punto en el programa del consenso de Washington era el de la liberalización financiera. Aunque
es indudable que el proceso permanece inconcluso, se ha progresado bastante desde 1982.
La liberalización financiera supone que el Estado deje de conceder créditos a su elección, pero en ningún
caso implica que se desentienda por completo del sector financiero. Más bien al contrario: ahora sabemos
que la liberalización de las finanzas exige el fortalecimiento de la supervisión de las normas de prudencia si
se desea evitar el riesgo de una crisis financiera. Un Estado demasiado débil como para supervisar
adecuadamente el sistema financiera pondría en peligro el funcionamiento del mercado.
Derecho de propiedad
El último componente del consenso de Washington, obviado hasta el momento, trataba sobre la necesidad
regarantizar y definir con claridad los derechos de propiedad, y conseguir que sean accesibles a todos por
igual y a un costo razonable. No creo que en la cuestión de propiedad haya hecho grandes progresos
América Latina.
Una peculiaridad referente a los derechos de propiedad es la de lograr una distribución la equitativa de la
propiedad rural.
El fortalecimiento institucional
Mi nuevo programa incluirá dos nuevos enunciados: instituciones y educación
Es necesario fortalecer unas instituciones estatales estratégicas en lugar de reducir un Estado sobresaturado;
este fortalecimiento contribuirá a un crecimiento económico más rápido y/o equitativo.
Mi propia lista de instituciones que se deberían fomentar, incluye en primer lugar a un banco central
independiente que se encargue de la política cambiaria y monetaria. Para apuntalar las políticas fiscales
habría que crear una comisión presupuestaria. También es necesaria una mayor independencia del PJ
respecto al PE.