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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA

DE MÉXICO

FACULTAD DE FILOSOFÍA Y LETRAS

Anteproyecto

Introducción de la penicilina en
la Ciudad de México y su
influencia en el tratamiento de las
infecciones, 1940-1960

LUIS ANTONIO MARTÍNEZ FRANCO

Seminario de Tesis II

1
1. Presentación
Desde la llegada de los europeos al actual territorio mexicano, se ha realizado
un registro de distintas epidemias como las de cocoliztli en 1545 y 1577 en la actual
Ciudad de México1, la expansión silenciosa de la sífilis a lo largo de los siglos XVII
y XVIII en la misma ciudad, la epidemia de cólera en 1833 en el estado de Tlaxcala,
la influenza española en todo el país durante finales de 1918 y principios de 1919,
entre otras. El camino para que en el mundo y en México se conocieran las causas,
así como las medidas de prevención y tratamiento de las infecciones ha sido muy
largo y ha requerido de la participación de científicos brillantes, como Edward
Jenner, quien en 1798 publicó su trabajo sobre la inmunización de la viruela, dando
así inicio a la era de las vacunas2; Phillip Ignaz Semmelweis demostró, a mediados
del siglo XIX, que la limpieza de los médicos y los locales donde los pacientes son
atendidos resulta muy útil para evitar nuevos contagios 3; por su parte, Alexander
Fleming descubrió en 1928 una sustancia capaz de destruir a las bacterias que
generan infecciones a partir de los cultivos de un hongo, el Penicillum chrysogenum,
esta sustancia recibió el nombre de penicilina 4.
Para que la penicilina se convirtiera en un medicamento de uso común, fue
necesaria la convergencia dos desarrollos técnico y teórico: la invención del
microscopio por parte de Zacharias Jansen (1590) y la asociación de los
microorganismos como agentes que generan infecciones por Robert Koch, quien en
1882 publicó los postulados que llevan su nombre5.
El microscopio fue la principal herramienta que permitió conocer a los
microorganismos. Hasta el momento, se reconoce que Anton van Leeuwenhoeck,
en el siglo XVII, fue el primero en observar a las bacterias y otros microorganismos,

1
Lourdes Márquez y cols., “Las enfermedades infecciosas: una mirada integral de larga duración. Estudio
introductorio”, en América Molina y cols. (editoras). El miedo a morir, endemias, epidemias y pandemias en
México: análisis de larga duración, México, Instituto Mora, 2013, p. 26.
2
Marco Villanueva, “Edward Jenner (1749-1823): pionero de las vacunaciones y la inmunología” en Galenus,
n. 45, 2015, p. 101.
3
Marcelo Miranda y Luz Navarrete; “Semmelweis y su aporte científico a la medicina: un lavado de manos
salva vidas” en Revista Chilena de Infectología, v. 25, n. 1, 2005, p. 55 [Consultado el 22 de septiembre de
2017 en http://www.scielo.cl/pdf/rci/v25n1/art11.pdf].
4
Walter Ledermann, “Historia de la penicilina y su fabricación en Chile”, Revista Chilena de Infectología, v. 23,
n. 2, a. 2006, p. 173 [Consultado el 7 de mayo de 2016 en http://www.scielo.cl/pdf/rci/v23n2/art12.pdf].
5
Ismael Ledesma, Historia de la Biología, México, AGT Editor, 2000, p. 323.

2
sin embargo, nunca asoció la presencia de estos con las infecciones. Fue hasta
finales del siglo XIX cuando Robert Koch descubrió, mediante una serie de
experimentos, que el carbunco está relacionado con la presencia de bacterias en la
sangre de animales enfermos, y después de aislar a estos microorganismos y volver
a inocularlos en animales sanos, se dio cuenta que las mismas bacterias estaban
presentes, por lo que concluyó que son las causantes de las infecciones. A partir de
estas observaciones, Koch publicó en 1882 los postulados que llevan su nombre6:
la bacteria patógena debe asilarse siempre de animales enfermos y nunca de
animales sanos; cuando un animal está enfermo, la bacteria debe aislarse en cultivo
puro; si la bacteria se inocula a otro individuo, debe reproducir la enfermedad; por
último, la bacteria debe aislarse nuevamente en cultivo puro del animal inoculado 7.
Una vez que se había identificado a los microorganismos bacterianos como
los causantes de las infecciones, algunos médicos se dispusieron a buscar algún
remedio que pudiera erradicarlas. Tal fue el caso de Paul Ehrlich, quien se propuso
encontrar una “bala mágica” que matara a los microorganismos patógenos pero que
no tuviera efecto en las células sanas de los animales. La estrategia de Ehrlich
consistió en inyectar distintos colorantes en animales enfermos, hasta que encontró
el compuesto 606 (se llamó así porque fue la sustancia 606 que probaba con sus
animales), un derivado de arsénico conocido como salvarsán. Ehrlich observó que
al administrar salvarsán en conejos infectados con la bacteria Treponema padillum,
la causante de la sífilis, estos lograban recuperarse, y a través de múltiples ensayos
logró demostrar que esta recuperación era ocasionada por el salvarsán. Todo
parecía indicar que por fin había encontrado su “bala mágica” 8.
Los descubrimientos de Ehrlich impulsaron a que otros científicos en sus
laboratorios continuaran la búsqueda de compuestos que facilitaran el tratamiento
de las infecciones, fue así que en 1928 el científico escocés Alexander Fleming
descubrió que una sustancia, la penicilina, producida por el hongo Penicillium

6
En microbiología se les conocen como “los postulados de Koch”.
7
Carlos Fuentes, “Los postulados de Koch: revisión histórica y perspectiva actual”, Revista Complutense de
Ciencias Veterinarias, v 1, n. 2, 2007, p. 263.
8
Lilian Chuaire y Juan Cediel, “Paul Ehrlich: de las balas mágicas a la quimioterapia”, Colombia Médica, v. 39,
n. 3, 2008, p. 293 [Consultado el 3 de junio de 2017 en
http://www.scielo.org.co/pdf/cm/v39n3/v39n3a11.pdf].

3
chrysogenum inhibía el crecimiento de bacterias patógenas cultivadas en su
laboratorio9. La penicilina demostró que funcionaba de forma más eficiente en el
tratamiento de las infecciones que el salvarsán o las sulfas (un bacteriostático que
se utilizaba con anterioridad a la penicilina) en el tratamiento de infecciones
bacterianas como la tuberculosis, tifo o sífilis. El descubrimiento y uso de la
penicilina inició una nueva etapa en el tratamiento de las infecciones en todo el
mundo mediante el uso de estas sustancias llamadas antibióticos. Desde entonces,
más y mejores antibióticos se han descubierto y casi todas las infecciones
bacterianas pueden ser tratadas exitosamente.
En México, durante las dos décadas anteriores al descubrimiento de la
penicilina, se vivieron años complicados. El periodo comprendido entre 1910 y 1920
estuvo marcado por la violencia generada por la disputa militar y política entre
distintos bandos conocida como la Revolución Mexicana. Posteriormente, a partir
de 1920 inició otra etapa conocida como el periodo posrevolucionario, durante el
cual los diferentes gobiernos emprendieron la reconstrucción de las instituciones, la
infraestructura y la vida productiva10.
Durante el periodo revolucionario, tuvieron lugar algunas epidemias en la
Ciudad de México, de las más importantes fueron de tifo y escarlatina entre 1911 y
1914. A este respecto, la inestabilidad política jugó un papel importante en la
presencia y duración de las enfermedades, pues la violencia ocasionada por los
vaivenes políticos originó desabasto de alimentos y de agua, generando una crisis
de insalubridad que contribuyó de forma significativa en la aparición y duración de
las epidemias11. La otra gran epidemia que se presentó durante el periodo
revolucionario fue la influenza española. Aunque esa epidemia reviste poca
importancia para el presente trabajo, pues su agente causal es un virus y, hasta el

9
Walter Ledermann, op. cit. p. 173.
10
Luis Aboites y Engracia Loyo, “La construcción del Nuevo Estado, 1920-1945”, en Nueva Historia General de
México, México, EL Colegio de México, 2010, p. 593.
11
América Molina, “De la incertidumbre social y política a la enfermedad: el tifo, la viruela y la escarlatina en
la Ciudad de México, 1911-1914”, en América Molina y cols (editoras) El miedo a morir. Endemias, epidemias
y pandemias de México: análisis de larga duración, México, Instituto Mora, 2013, p. 130.

4
momento, mostró, por primera vez, que los medios de transporte pueden facilitar la
aparición y dispersión de las infecciones12.
Ante este panorama tan difícil, ya desde el periodo revolucionario se
comenzaba a tener claro que el desarrollo económico del país tenía que sustentarse
en políticas y acciones encaminadas a mejorar la salud pública. Muestra de ellos
fue el encargo que Venustiano Carranza hizo al ingeniero civil Alberto Pani, quien
se encargó de diagnosticar la situación sanitaria de la Ciudad de México y proponer
medidas que revirtieran la situación tan crítica que se vivía en ese momento, pues
el índice de mortandad era el doble que en el resto de las ciudades
latinoamericanas13. Por su parte, en su plan sexenal, el presidente Lázaro Cárdenas
reconoció que era más importante prevenir las enfermedades que tratar de curarlas
con el uso de medicamentos, por lo tanto, encargó la realización de obras de
saneamiento con la finalidad de mejorar la higiene pública y prevenir las
enfermedades14.
Por lo que respecta al tratamiento de las infecciones durante la Revolución y
la posrevolución (para efectos de este trabajo ambos periodos de tiempo
constituyen la etapa anterior a la penicilina, por lo tanto, en adelante se le designará
de esa forma), los médicos contaban con distintos remedios, algunos más efectivos
que otros. Por ejemplo, estaban disponibles algunos “fermentos15” que prometían
“protección” en contra de las infecciones gastrointestinales. También estaba
disponible la sueroterapia, que consiste en administrar suero aislado de sangre de
caballos previamente inoculados con algún patógeno en específico, en teoría, el
suero contenía anticuerpos contra el patógeno en cuestión y permitía la pronta
recuperación del paciente. Sin embargo, los tratamientos con base en la

12
Beatriz Cano, “La influenza española en México: el caso de los estados fronterizos”, en América Molina y
cols (editoras), El miedo a morir. Endemias, epidemias y pandemias en México: análisis de larga duración,
Instituto Mora, 2013, pp. 289-310.
13
Alberto Pani, “La higiene en México”, Salud Pública de México, v. 30, n. 6, 1988, p. 875 [Consultado el 20
de noviembre de 2017 en http://saludpublica.mx/index.php/spm/article/view/136].
14
Ana María Carrillo, “Salud pública y poder en México durante el Cardenismo, 1934-1940”, DYNAMIS Acta
Hispanica ad Medicinae Scientiarumque Historiam Illustradam, v. 25, 2005, p. 178 (Consultado el 20 de
noviembre de 2017 en http://www.raco.cat/index.php/Dynamis/article/view/114016/142473].
15
Se le llamaba fermentos a un tipo de proteínas con capacidad catalizadora, hoy en día se les conoce como
enzimas.

5
sueroterapia eran poco efectivos, comparados con el poder bactericida que más
adelante demostró la penicilina. Commented [IA1]: Revisar los trabajos de Claudia
Agostoni y María Rosa Gudiño para desarrollar el contexto
Hasta el momento, no se ha podido identificar la fecha o periodo temporal de la salud pública en México.

exacto de la introducción de la penicilina en la Ciudad de México, debido


principalmente a que su producción tenía lugar en Estados Unidos y los médicos
mexicanos sólo podían acceder a ella por medio de contactos específicos. Después
de que Fleming descubrió la penicilina, se intentó producir la molécula en grandes
cantidades para su comercialización, sin embargo, las producciones de unas
cuantas unidades de penicilina requerían cientos de litros de cultivos del hongo. Fue
hasta que el químico australiano Howard Walter Florey desarrolló una técnica de
cultivo del hongo Peniciluim con la cual se obtenían mayores cantidades de
penicilina, esta técnica redundó en la producción de penicilina a un menor costo,
por lo tanto, en su industrialización. Sin embargo, eso se alcanzó hasta 1941,
cuando el ejército norteamericano entró en la Segunda Guerra Mundial y la mayor
parte de la penicilina se dedicó los esfuerzos bélicos16. Las personas que en la
Ciudad de México tenían acceso a la penicilina al inicio de la década de 1940 eran
acaudaladas o se relacionaban con médicos que tenían los contactos necesarios
en Estados Unidos. Es por eso que resulta difícil identificar a los primeros pacientes
de esta ciudad que recibieron penicilina.
A manera de justificación, es posible afirmar que la penicilina es uno de los
medicamentos que ha permitido revolucionar el tratamiento de las infecciones
provocadas por bacterias, de allí que resulta importante identificar el momento en
que fue introducida a manera de terapia en la Ciudad de México y determinar la
forma en que modifico la praxis médica, es decir, la forma en que los médicos se
relacionan con los pacientes y cómo esta praxis ha permitido que las personas
alcancen una mayor esperanza de vida.
Se ha seleccionado a la Ciudad de México por ser el centro administrativo de
México y porque en esta ciudad están ubicados los centros científicos y tecnológicos
más importantes del país, esto incluye a las principales escuelas de medicina del
siglo XX, como son la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y al

16
Walter Ledermann, Op. cit., pp. 175-176.

6
Instituto Politécnico Nacional (IPN). Además, se ha seleccionado el periodo
comprendido entre 1920 y 1960 porque la penicilina fue descubierta por Fleming en
1928, su industrialización inició en 1940 y en 1960 las técnicas para su aplicación
fueron incorporadas a los planes de estudio de Medicina en las diferentes
universidades de América Latina17. Ante este panorama surgen algunas preguntas:
¿en qué año se introdujo la penicilina en la Ciudad de México? ¿cuáles fueron los
cambios en la forma de tratar las infecciones con la introducción de la penicilina?
¿cómo influyó el uso de la penicilina en la sobrevivencia de los pacientes con
infecciones?
2. Estado de la cuestión

a) Historia de la penicilina en México


En su tesis de maestría en Historia, Martha Priego expone la situación de los
estudios bacteriológicos en México. A grandes rasgos, expone que las ideas
sobre la microbiología tuvieron su origen en Europa y Estados Unidos,
principalmente a partir de los trabajos de investigadores como Luis Pasteur
o Robert Koch. El estudio de la bacteriología en nuestro país fue adoptado
rápidamente por las universidades y el Estado. De esta forma surgieron
algunas instituciones como el Instituto Médico Nacional, el Instituto
Patológico Nacional y el Instituto Bacteriológico Nacional, en donde se
realizaban trabajos encaminados al estudio de las enfermedades infecciosas
o la producción de sueros. Sin embargo, la periodicidad de este trabajo
abarca de 1888 a 1945, es decir, el periodo anterior a la introducción de la
penicilina18.
Por su parte, la historiadora Rosenda Aguilar publicó un trabajo sobre los
albores de la penicilina en México durante el periodo comprendido entre 1940
y 1960, en donde explica que la introducción de este medicamento fue uno
de los factores decisivos para el incremento de la población en el país junto

17
Luis Palencia, “Primer seminario latinoamericano de enseñanza de microbiología médica”, Revista de la
Facultad de Medicina¸ v. 3, n. 9, 1961, p. 818.
18
Martha Priego, Difusión e institucionalización de la microbiología en México 1888-1945, tesis de maestría,
Facultad de Filosofía y Letras, Universidad Nacional Autónoma de México, 2002, pp. 34-92.

7
con la mejora de la infraestructura sanitaria y la eliminación de los parásitos
en el grueso de la población19. Sin embargo, no existen estudios específicos
sobre la Ciudad de México que permitan conocer el impacto que esta
quimioterapia tuvo en su población, tanto en la tasa de natalidad como en la
prevalencia de infecciones que pudieran llegar a constituirse en pandemias
o epidemias. Las fuentes que utiliza Rosenda Aguilar son, principalmente,
notas periodísticas y datos oficiales publicados por el Instituto de Estadística
Geografía e Informática (INEGI), sin embargo, el autor del presente trabajo
no ha podido confirmar la existencia de estas fuentes, debido a la falta de
reportes sobre su aplicación en las revistas médicas de esa época.
b) Historia de la penicilina
Hasta el momento ya se han publicado algunos trabajos que hablan sobre la
historia de la penicilina que proporcionan un punto de partida a la presente
investigación. El primero de ellos es el trabajo del historiador ruso Boris
Sokoloff, publicado en 1945 y donde expone los puntos más importantes
sobre el descubrimiento, la industrialización y la comercialización de la
penicilina20. También está el trabajo de Walter Ledermann, en donde se hace
una descripción del inicio de la producción de la penicilina en Chile 21.
c) Historia de la medicina
La literatura referente a la historia de la medicina y la farmacopea es muy
extensa, por lo tanto, sólo citaré dos trabajos sobre este tema. En Historia de
la Medicina, Pedro Laín22 menciona que para que surgiera la medicina
científica fue necesario que se establecieran las ideas evolucionistas y
positivistas.
Por su parte, John Bernal en La Ciencia en la Historia, expone que los
descubrimientos científicos, como el de la penicilina, han transformado
profundamente la forma en que las sociedades producen sus bienes, en este

19
Rosenda Aguilar, “Los albores de la penicilina en México” Tzintzun, Revista de Estudios Históricos, n. 63,
2015, pp. 242-270.
20
Boris Sokoloff,, La penicilina, Traducción de Ignacio Chávez, México, Fondo de Cultura Económica, 1945, pp.
33-35.
21
Walter Ledermann, Op. cit., pp. 172-176.
22
Pedro Laín, Historia de la Medicina, Barcelona, Salvat Editores, 1978, p. 523.

8
caso contribuyendo a aumentar de forma significativa la esperanza de vida
de las personas23.
3. Objetivos
El principal objetivo de este trabajo es comparar los tratamientos en contra de las
infecciones de origen bacteriano con la llegada de la penicilina a la Ciudad de
México con aquellos que se aplicaban en el periodo anterior al descubrimiento de
este medicamento, durante el periodo comprendido entre 1940 y 1960. Para
alcanzar este objetivo se han propuesto algunos objetivos secundarios o
particulares.
 Identificar los tratamientos aplicados a los pacientes con infecciones antes
del uso de la penicilina.
 Ubicar temporalmente la introducción de la penicilina en la Ciudad de México.
 Conocer los cambios que sufrieron las terapias en contra de las infecciones
una vez que fue introducida la penicilina hasta la década de 1960.
 Registrar los cambios en la sobrevivencia de la población a partir de la
introducción de la penicilina
4. Hipótesis
La hipótesis de este trabajo establece que, a partir de la introducción de la penicilina
en la Ciudad de México, los tratamientos aplicados para el combate de las
infecciones bacterianas cambiaron para ser sustituidos por la penicilinoterapia, esto
puede observarse a partir de los artículos y reportes registrados en las revistas
médicas publicadas entre los años 1940-1960. En caso de no encontrar evidencia
de cambio en la forma de tratar infecciones, entonces se propone una hipótesis
alternativa, misma que establece la no aparición de cambios significativos a partir
de la introducción de la penicilina.

5. Metodología
Para la elaboración del trabajo se realizará una revisión de las revistas
especializadas en medicina y biología que se publicaban en México entre los años

23
John Bernal, La Ciencia en la Historia, trad. Eli de Gortari, México, UNAM, 1972, p. 626.

9
1920 y 1960. Es necesario aclarar que no todas las revistas han tenido el mismo
periodo de publicación ni la periodicidad es la misma entre ellas. Algunas sólo se
publican dos veces al año y algunas otras son de publicación mensual.
 Revista de la Sociedad Mexicana de Biología, periodicidad semestral, 1920-
1935.
 Revista Médica del Hospital General de México, periodicidad semestral,
1938-a la fecha.
 Prensa Médica Mexicana, periodicidad bimestral, 1936-1979.
 Semana Médica de México, periodicidad mensual, 1950-1984
 Revista Médica-Instituto Mexicano del Seguro Social, periodicidad bimestral,
1965-a la fecha.
 Revista de la Facultad de Medicina-Universidad Autónoma de México,
periodicidad bimestral, 1930-a la fecha.

Se ha seleccionado a las revistas especializadas en medicina porque estas


son un mecanismo utilizado por la comunidad científica y médica para dar a conocer
sus descubrimientos, inquietudes o descubrimientos recientes.
Para demostrar la validez de la hipótesis, se revisarán diferentes artículos
científicos relacionados con infecciones. Sólo se seleccionarán aquellos donde se
describa algún tratamiento para las enfermedades ocasionadas por bacterias, ya
sea con penicilina o no, además debe tener resultados de la aplicación de los
mismos, con los que se puede tener una referencia de la efectividad de los mismos.

6. Índice tentativo
 Introducción
 Descubrimiento de la penicilina
En este capítulo se abordará la historia del descubrimiento de la penicilina. Se tiene
contemplado hacer un recorrido de los principales descubrimientos que llevaron a
Alexander Fleming a su descubrimiento y los trabajos que permitieron su obtención
a escala industrial.

10
 Contexto epidemiológico de México durante el periodo posrevolucionario,
1920-1940
En este capítulo se hará una descripción de las condiciones médicas, políticas,
sociales y económicas durante el periodo previo a la introducción de la penicilina.
 El tratamiento de las infecciones en la era de la penicilina, 1940-1960
Se abordará la forma en que fueron tratadas las infecciones después de la
introducción a la penicilina en la Ciudad de México. Sa hará una descripción de los
problemas a los que se enfrentaban los médicos para aplicar la penicilinoterápia,
los logros que alcanzaron y la forma en que cambió la forma de tratar enfermedades
bacterianas.
 Importancia de la penicilina en el aumento de la esperanza de vida
En este capítulo se abordará la forma en que la penicilina influyó en la sociedad,
como fue el cambio en la esperanza de vida, la forma en que la prensa de la Ciudad
de México presentaba al nuevo medicamento, la aparición de nuevas líneas de
investigación médica y farmacológica, así como los cambios que fueron introducidos
en los planes y programas de estudio de las universidades.

 Conclusiones

7. Fuentes consultadas
Aboites, L. y Loyo, E., “La construcción del Nuevo Estado, 1920-1945”, en Nueva
Historia General de México, México, EL Colegio de México, 2010, 818 págs.
Aguilar, R., “Los albores de la penicilina en México” Tzintzun, Revista de Estudios
Históricos, n. 63, 2015, pp. 242-270.
Bernal, J., La Ciencia en la Historia, trad. Eli de Gortari, México, UNAM, 1972, 693
págs.
Cano, B. “La influenza española en México: el caso de los estados fronterizos”, en
América Molina, Lourdes Márquez y Claudia Pardo (editoras), El miedo a
morir. Endemias, epidemias y pandemias en México: análisis de larga
duración, México, Instituto Mora, 2013, pp. 289-310.
Ana María Carrillo, “Salud pública y poder en México durante el Cardenismo, 1934-
1940”, DYNAMIS Acta Hispanica ad Medicinae Scientiarumque Historiam

11
Illustradam, v. 25, 2005, pp. 145-178 (Consultado el 20 de noviembre de 2017
en http://www.raco.cat/index.php/Dynamis/article/view/114016/142473].
Chuaire, L. y Cediel, J., “Paul Ehrlich: de las balas mágicas a la quimioterapia”,
Colombia Médica, v. 39, n. 3, 2008, pp. 291-5 [Consultado el 3 de junio de
2017 en http://www.scielo.org.co/pdf/cm/v39n3/v39n3a11.pdf].
Fuentes, C., “Los postulados de Koch: revisión histórica y perspectiva actual”,
Revista Complutense de Ciencias Veterinarias, v 1, n. 2, 2007, pp. 262-6.
Laín, P., Historia de la Medicina, Barcelona, Salvat Editores, 1978, 722 págs.
Ledesma, I., Historia de la Biología, México, AGT Editor, 2000, 659 págs.
Ledermann, W., “La historia de la penicilina y su fabricación en Chile”, Revista
Chilena de Infectologia, v. 23, n. 2, a. 2006, pp. 172-176 [Consultado el 7 de
mayo de 2016 en http://www.scielo.cl/pdf/rci/v23n2/art12.pdf].

Márquez, L., Molina, A. y Pardo, C., “Las enfermedades infecciosas: una mirada
integral de larga duración. Estudio introductorio”, en Molina, A., Márquez, L.
Pardo, C., (editoras). El miedo a morir, endemias, epidemias y pandemias en
México: análisis de larga duración, México, Instituto Mora,2013, pp. 19-51.

Miranda, M. y Navarrete, L., “Semmelweis y su aporte científico a la medicina: un


lavado de manos salva vidas” en Revista Chilena de Infectología, v. 25, n. 1,
2005, pp. 54-57 [Consultado el 22 de septiembre de 2017 en
http://www.scielo.cl/pdf/rci/v25n1/art11.pdf].

Molina, A., “De la incertidumbre social y política a la enfermedad: el tifo, la viruela y


la escarlatina en la Ciudad de México, 1911-1914”, en América Molina,
Lourdes Márquez y Claudia Pardo (editoras) El miedo a morir. Endemias,
epidemias y pandemias de México: análisis de larga duración, México, Instituto
Mora, 2013, p. 130.

Palencia, L. “Primer seminario latinoamericano de enseñanza de microbiología


médica”, Revista de la Facultad de Medicina¸ v. 3, n. 9, 1961, p. 818.

12
Alberto Pani, “La higiene en México”, Salud Pública de México, v. 30, n. 6, 1988, pp.
875-898 [Consultado el 20 de noviembre de 2017 en
http://saludpublica.mx/index.php/spm/article/view/136].

Pérez, H. y Robles, A., “Aspectos básicos de los mecanismos de resistencia


bacteriana”, Revista Médica, v. 4, n. 3, 2013, pp. 186-191 [Consultado el 4 de
marzo de 2017 en http://www.medigraphic.com/pdfs/revmed/md-
2013/md133i.pdf].
Priego, M., Difusión e institucionalización de la microbiología en México 1888-1945,
tesis de maestría, Facultad de Filosofía y Letras, Universidad Nacional
Autónoma de México, 2002, 258 págs.
Sokoloff, B., La penicilina, Traducción de Ignacio Chávez, México, Fondo de Cultura
Económica, 1945, 261 págs.
Villanueva, M., “Edward Jenner (1749-1823): pionero de las vacunaciones y la
inmunología” en Galenus, n. 45, 2015, pp. 100-101.

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