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JUNTOS PERO NO REVUELTOS: BREVES APUNTES EN TORNO A LOS

SISTEMAS DE CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD DE LAS LEYES;


EL ADOPTADO EN EL PERÚ Y ALGUNOS PAÍSES DE
LATINOAMERICA1

Johan S. Camargo Acosta2

“El siglo pasado se ha caracterizado por una amplia difusión de la justicia constitucional y
entre los motivos de tal desarrollo se debe tomar en consideración el hecho que la justicia
constitucional ha representado la principal y más eficaz respuesta del Estado democrático de
Derecho a la exigencia de asegurar una tutela efectiva de los derechos fundamentales”

Giancarlo ROLLA
Juicio de Legitimidad Constitucional en Vía Incidental
y Tutela de los Derechos Fundamentales

SUMARIO: I. Antecedentes Históricos. – II. Los Sistemas de Control de Constitucionalidad de


las Leyes (Objeto y Fines). – III. Sistema de Control Concentrado y funciones del Tribunal
Constitucional. – IV. Sistema de Control Difuso y funciones del Poder Judicial. – V. La
Convergencia de los Sistemas de Control de Constitucionalidad de las Leyes: Sistema Dual,
Mixto o Paralelo. - VI. El Sistema de Control de Constitucionalidad Italiano: Un caso muy
especial.- VII.- El Control de Constitucionalidad en el Perú (Sistema adoptado). - VIII. El
Control de Constitucionalidad de la legislación anterior a la Constitución y Control de
Constitucionalidad de Normas Derogadas. – IX. Los Sistemas de Control de Constitucionalidad
de las Leyes adoptados en América Latina: Peculiaridades y Divergencias con el Sistema de
Control de Constitucionalidad de las Leyes adoptado por el Perú. – X. Conclusiones.

I. ANTECEDENTES HISTORICOS.

El Derecho Procesal Constitucional actual encierra dos marcados sistemas de


control de la constitucionalidad de las leyes; los mismos que son creados para
controlar de abusos del poder del estado frente a los ciudadanos. El famosísimo
caso Marbury vs. Madison3 constituye, sin duda, referente obligatorio para este
tema, dado que provocó la implementación en Estados Unidos del Sistema de
Control Difuso o Judicial Review mediante el cual se atribuye al poder judicial
(magistrados ordinarios) facultades suficientes para ejercer el control de

1 La versión original de este texto ha sido previamente publicada en: Revista de Estudiantes de Derecho ID
EST IUS Año III, N° 3, Editorial ADRUS, Arequipa: Junio 2007.
2Abogado por la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de San Agustín, Maestría en
Derecho Procesal por la Universidad Nacional de Rosario – Argentina y Maestría en Derecho de
Empresa por la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas – UPC, Egresado del Doctorado en
Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Miembro y Actual
Director Académico de la Sociedad Peruana de Ciencias Jurídicas, Miembro Titular del Instituto
Panamericano de Derecho Procesal, Ex Profesor de la Facultad de Negocios de la Universidad
Peruana de Ciencias Aplicadas - UPC y Árbitro. johan.camargo@hotmail.com Fan Page: Prof. Johan
Camargo
3Esta causa estuvo bajo el conocimiento del siempre recordado juez John C. Marshall, quien dio inicio a
esta forma de control de constitucionalidad de las leyes; su decisión constituyo un precedente vinculante
que determinaba que toda ley que contraviniera el texto de la Constitución del Estado y consecuentemente
afectara los derechos reconocidos en ella, se consideraba nula e ineficaz. VID. QUIROGA LEÓN, Aníbal. El
Derecho Procesal Constitucional en el Perú: A propósito del Código Procesal Constitucional, en ID EST IUS
Año I Nº 1. Arequipa: 2005. pp. 68-69.
constitucionalidad de las leyes dentro de un ordenamiento jurídico –cuando
éstas se enfrentan al texto constitucional4- e inaplicarlas en casos concretos en el
supuesto que al ser dubitadas se comprobase su contrariedad a la constitución. 5

Mientras ello ocurría, el gran maestro Vienés, Hans KELSEN concibió un modelo
de control concentrado de constitucionalidad, que consistía en la creación de un
Tribunal ad-hoc que se encargara de ser el intérprete supremo de la ley en forma
abstracta (sin referencia a un caso concreto), el mismo que tendría de alguna
forma la calidad de legislador negativo por su capacidad de derogar, mediante
pronunciamiento con rango de ley toda aquella norma infraconstitucional que
fuere sancionada como inconstitucional; esta innovadora idea se concretiza en
Austria entre los años 1919 a 1931. En el Perú, es recién en el año 1979 que se
regula la creación del Tribunal de Garantías Constitucionales, hoy llamado
Tribunal Constitucional y que para un buen sector de la doctrina debiera
llamarse “Supremo Interprete de la Constitución”; situación abiertamente superada
con la dación de la ley 28301 (Ley Orgánica del Tribunal Constitucional) que en
su articulo primero señala que el Tribunal Constitucional es el órgano supremo de
interpretación y control de Constitucionalidad.6

II. LOS SISTEMAS DE CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD (Objeto y


Fines).

El Estado Constitucional de Derecho (democrático) supone la existencia de una


norma superior (denominada según preferencias como Constitución, Carta
Constitucional, Carta Magna, Carta Suprema, Constitución del Estado, etc.) que
reconozca los derechos fundamentales de todo ciudadano y que vincule a todos
–absolutamente todos- a su observancia, al cumplimiento y respeto de los
derechos reconocidos en ella.

Expresa el maestro QUIROGA LEÓN que: Lo fundamentalmente nuevo del Estado


Constitucional frente a todo el mundo del autoritarismo, es la “fuerza
vinculante bilateral de la norma constitucional”; esto es, la vinculación o
sujeción a la Constitución de todas las autoridades (absolutamente todas) y al
mismo tiempo de todos los ciudadanos.7

4 La causa ventilada ante el juez Marshall versaba sobre la petición que efectuaba William Marbury para
que se aplique la “sección 13 de la Judiciary Act (que habilitaba a la Corte Suprema a emanar órdenes a la
administración)”; sin embargo, John Marshall advirtió que ésta contrastaba con el artículo III de la
Constitución que expresamente facultaba a la Corte Suprema a emitir mandato y ejercer jurisdicción sólo
en segunda instancia (como juez de apelación).
5 Como explica el profesor GARCÍA BELAUNDE: “A mediados del siglo XX, prácticamente todos los países de

la América Latina habían incorporado el modelo norteamericano” (GARCÍA BELAUNDE, Domingo. Los
Tribunales Constitucionales en América Latina, en ID EST IUS Año II Nº 2. Ed. Adrus, Arequipa: 2006. pp.
38.)
6 VID. QUIROGA LEÓN, Aníbal. Los excesos del Tribunal Constitucional Peruano: A propósito del control

concentrado de la Constitución, en ID EST IUS Año II Nº 2. Ed. Adrus, Arequipa: 2006. p. 9.


7 IDEM.
Asimismo, los Estados democráticos actuales, tienen como principal
característica el reconocimiento y protección de los derechos fundamentales –
sea que se encuentren contemplados en sus propias cartas constitucionales o en
las declaraciones de derechos humanos- de sus habitantes; regulando –y en
algunos casos creando8- para ello, mecanismos apropiados que permitan una
efectiva vigencia de tales derechos9. En el caso que nos ocupa, regulando
mecanismos que permitan un efectivo control de constitucionalidad de las leyes
para evitar la aplicación y/o permanencia al interior de un ordenamiento
jurídico de normas que contravienen la carta constitucional y como
consecuencia de ello se produzcan afectaciones a derechos contemplados por la
Constitución de Estado democrático.

Sin duda alguna, coincidimos plenamente con el maestro Aníbal QUIROGA al


referir que: “la justicia constitucional ha representado la principal y más eficaz
respuesta del Estado democrático de derecho a la exigencia de asegurar una tutela
efectiva de los derechos fundamentales”.10

En el mismo sentido el profesor italiano Giancarlo ROLLA refiere que: “El


proceso de democratización que ha caracterizado a muchísimos países de
Europa Oriental y de América Latina se califica por el reconocimiento de los
derechos fundamentales de muchos institutos típicos del Estado de Derecho,
por la institucionalización de formas de justicia constitucional”.11

De otro lado RIVERA SANTIVAÑEZ enseña que “El control de constitucionalidad es la


acción política o jurisdiccional que tiene la finalidad de garantizar la primacía de la
Constitución, la que debe ser acatada y cumplida por todos los órganos del poder
público, los gobernantes y gobernados, así como aplicada con preferencia a las leyes,
decretos o resoluciones.12

El Derecho Procesal Constitucional reconoce la existencia de dos marcados


sistemas de control de constitucionalidad:

i) El Sistema de Control Difuso o Judicial Review (de origen Americano)


y,

8 Decimos: “creando” en tanto que existen países que regulan formas de control de constitucionalidad de
las leyes alejados de los modelos puros (judicial review o control ad hoc) reconocidos por la amplia mayoría
de la doctrina de la especialidad; habiendo sufrido diversas alteraciones y mutaciones; si bien constituyen
sistemas mediante los cuales se practica el control constitucional, presentan algunos matices que los hacen
únicos.
9 El Derecho Procesal Constitucional actual reconoce dos tipos de procesos constitucionales destinados a

asegurar la vigencia de los derechos del ciudadano: Procesos Constitucionales de la Libertad y Procesos
Constitucionales Orgánicos o de Control de Legalidad; representando la sede en la cual el ciudadano está
garantizado por la Constitución a través de órganos y procedimientos específicos.
10 ROLLA, Giancarlo. . Juicio de Legitimidad Constitucional en Vía Incidental y Tutela de los Derechos

Fundamentales, en ID EST IUS Año II Nº 2. Ed. Adrus, Arequipa: 2006. p. 18.


11 IDEM. p. 17.
12 RIVERA SANTIVAÑEZ, José. Supremacía Constitucional y Sistemas de Control de Constitucionalidad, en

DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL Tomo I. Ed. Jurista, Lima: 2004. p. 53.


ii) El Sistema de Control Concentrado (Verfassungerichtsbarkeit: de
origen Austriaco).

Estos dos sistemas de control constitucional tienen por objeto, someter a un


análisis de constitucionalidad a las normas dentro del ordenamiento jurídico
acusadas de inconstitucionales. Sin embargo para efectuar el control de
constitucionalidad, según refiere el insigne jurista Néstor Pedro SAGUÉS –citado
por RIVERA SANTIVAÑEZ13- deben concurrir los siguientes presupuestos:

i) Constitución total o parcialmente rígida,14


ii) Órgano de control independiente,15
iii) Órgano con facultades decisorias,16
iv) Derecho de los particulares a solicitar el control17 y,
v) Sometimiento al control de toda actividad estatal.18

En el supuesto que se acredite que la norma dubitada es inconstitucional,


dependiendo de cual sea el órgano de control que así la sancione, podría ser
inaplicada al caso en el que se ha invocado o se pretende su aplicación o,
expulsada del ordenamiento jurídico al que pertenece. En el supuesto que se
determine su expulsión del ordenamiento jurídico vigente el efecto producido
por el pronunciamiento que así lo dispone, se considerará erga omnes no
pudiendo aplicarse dicha norma a un nuevo caso con similares o idénticas
características. Los efectos que produzca el pronunciamiento que decide la
contrariedad a la Constitución de la norma dubitada pueden ser también inter
partes, por lo que al ser considerada la norma dubitada contraria a la
constitución, y a pesar de ello, ésta continua formando parte del ordenamiento
jurídico, pudiendo ser aplicada –al menos en teoría- por otro operador jurídico
a otro caso concreto; toda vez que la sanción de contrariedad a la constitución
únicamente la convierte en inaplicable para el supuesto concreto en el que se
produjo la confrontación normativa.

Según hemos señalado en líneas precedentes, los sistemas de control de


constitucionalidad de las leyes –y en general el Derecho Procesal

13 IDEM.
14 Aquella que no permita su reforma es considerada como “totalmente rígida”; la que permite su reforma
pero adecuándose a diversos mecanismos especiales empleados exclusivamente para este fin; es decir,
para modificar la constitución y no leyes inferiores, se denomina “parcialmente rígida”.
15 Significa que el órgano que realice el Control de Constitucionalidad –ad hoc o judicial- sea uno distinto e

independiente de aquel del cual emana la norma dubitada.


16 Esto supone que la decisiones que se asuman tengan efectos erga omnes; sin embargo en el caso del

sistema de control difuso ello resulta materialmente imposible, pues el efecto que se produce mediante
este sistema de control es inter partes; sin embargo ello no obsta para que se practique el control de
constitucionalidad de las leyes ordinarias contrarias a la Constitución.
17 Ello se encuentra evidenciado en nuestro texto constitucional en tanto reconoce legitimidad para

proponer una demanda de inconstitucionalidad en los casos que señala. Así también en la facultad de
solicitar ante el Poder Judicial la inaplicación al caso concreto de una norma acusada de inconstitucional.
18 Partiendo de la premisa que la Constitución es la primera norma del Estado Democrático de Derecho,

encontrándose revestida por el principio supra ordenador; se entiende que toda conducta debe encontrarse
acomodada y sometida a la voluntad constitucional. VID. RUBIO CORREA, Marcial. El Sistema Jurídico 7º
Ed., Fondo Editorial PUCP, Lima. p. 132.
Constitucional- persiguen como finalidad la plena vigencia, sin ninguna clase
de afectaciones, de los derechos reconocidos por la Constitución del Estado
democrático.

III. SISTEMA DE CONTROL CONCENTRADO Y FUNCIONES DEL


TRIBUNAL CONSTITUCIONAL.

En principio, debemos señalar que este sistema de control de constitucionalidad


ha recibido diversas denominaciones, entre las que destacan:
a. Sistema de Control Ad Hoc,
b. Sistema de control Concentrado,
c. Sistema de Control Europeo,
d. Sistema de Control Austriaco,
e. Sistema de Control kelseniano.
f. Sistema de Control Verfassungerichtsbarkeit.
Por lo que referirnos a este sistema, se empleará indistintamente cualquiera de
estas denominaciones.

Por el año 1919, el maestro Vienés, Hans KELSEN concibió un modelo de control
concentrado de constitucionalidad (si bien vigente hasta la actualidad pero no en
puridad), que consistía en la creación de un Tribunal ad-hoc cuya única labor
sería la de ser el intérprete supremo de la ley en forma abstracta, es decir, sin
referencia a un caso concreto; gozando de alguna forma de potestades
legislativas negativas por su capacidad de derogar, mediante pronunciamiento
con rango de ley toda aquella norma infraconstitucional que fuere sancionada
como inconstitucional.

Las acciones de control constitucional –mediante este sistema- tienen una


pretensión “de orden abstracto, objetivo, y estará dirigida a preservar y
defender en abstracto la constitucionalidad y legalidad de las manifestaciones
del Estado a través de sus órganos y organismos y derivadas del uso de las
facultades o poderes que la Constitución y las leyes les ha atribuido a los
mismos”19.

El sistema de control constitucional europeo supone la existencia de un “órgano


ad-hoc especialmente constituido para tal fin, de modo directo, abstracto y
derogatorio erga omnes”20, en este caso de un Tribunal Constitucional o Corte
Constitucional, entendidos como el máximo órgano de control y de
interpretación de la Carta Constitucional del Estado Democrático.

La constitución define al Tribunal Constitucional como el “Órgano de Control


de la Constitución” correspondiéndole dos facultades esenciales:

19 QUIROGA LEÓN, Aníbal. Los excesos del Tribunal Constitucional Peruano: A propósito del control
concentrado de la Constitución. p. 9.
20 IDEM. p. 15.
i) Interpretación de los postulados constitucionales bajo cuyo marco
habrá de hacer la labor de control constitucional.
ii) Diseñar y definir los alcances de los demás Órganos del Estado de
modo tal que se logre una sistematicidad y unidad constitucional.21

Corresponde al Tribunal Constitucional “ser el supremo intérprete


constitucional para el ejercicio del control constitucional erga omnes con efecto
vinculante22, para lo cual debe previamente interpretar adecuadamente el
alcance de sus propias atribuciones y facultades con objeto de determinar los
parámetros de las facultades que le han sido conferidas por la Carta
Constitucional del Estado. En este sentido, dice el maestro Aníbal QUIROGA que
“esta tarea debe estar dirigida a interpretar en primer lugar, los alcances, la
recreación y la determinación de los verdaderos límites constitucionales de sus
propias facultades, para luego poder determinar los alcances de las potestades
de los demás órganos del Estado, o del Parlamento en particular cuando del
control de la constitucionalidad de las leyes se trate”.23

El Tribunal Constitucional realizará “el examen abstracto (esto es, sin referencia
a un caso concreto alguno en donde esté en disputa derecho subjetivo alguno)
de la ley dubitada y en donde el referente constitucional, (…) en análisis de
subsunción, si la norma legal dubitada es o no incompatible con la
constitución.24

Si la primera premisa es cierta, la demanda será rechazada y la norma


cuestionada de inconstitucional regresará al sistema jurídico en las mismas
condiciones anteriores al cuestionamiento, es decir, en plena vigencia y
constitucionalizada.

Si la segunda premisa es la cierta, la norma es derogada de modo directo por el


poder constituido en el Tribunal Constitucional25, quien actúa como legislador
negativo.

21 VID. IDEM. p. 9.
22 IDEM.
23 IDEM. p. 10.
24 IDEM.
25A mayor abundamiento, BLUME FORTINI refiere que: “este tipo de control se encuentra a cargo exclusivo
y excluyente del órgano denominado Tribunal Constitucional respecto a las normas que tienen rango de
ley, que concentra la facultad o el poder de control; ejerciéndolo en forma abstracta, analizando la
disposición legal impugnada independientemente del caso concreto que pueda haber dado origen a su
cuestionamiento –realizando una suerte de análisis de puro derecho entre la normativa constitucional y la
norma infraconstitucional de primer rango objeto de impugnación, para determinar si adolece de algún
vicio de inconstitucionalidad, sea de forma o de fondo- y con efectos anulatorios de la misma, la cual deja
de tener vigencia para todos en general. Es decir, con efectos erga omnes.” (BLUME FORTINI, Ernesto. El
Control de la Constitucionalidad en el Perú, en D ERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL Tomo I. Ed. Jurista,
Lima: 2004. p. 224.)
Como sostiene Aníbal Quiroga, citando a Alonso García, el Tribunal
Constitucional goza de una facultad creadora de normas sub-constitucionales
en su condición de constituyente delegado.26

La demanda de inconstitucionalidad de una norma legal dubitada no es


propiamente una demanda en los términos que formula la Teoría General del
Proceso como pretensión de un derecho público-subjetivo, sino propiamente
una iniciativa legislativa que la constitución reconoce a los legitimados
taxativamente para ello en el Art. 203 de su texto normativo.27

La doctrina procesal constitucional señala que los mecanismos de control


directo de la constitucionalidad de las leyes ante el Tribunal Constitucional son
una especie de “iniciativa legislativa negativa”

De lo expuesto precedentemente podemos señalar como principales


características de este sistema de control constitucional, que se trata de un:

Control Concentrado: La facultad para ejercitar el control de constitucionalidad


se encuentra reconocida y concentrada en un solo órgano designado para tal
fin; éste es el Tribunal Constitucional; no pudiendo ejercer dicha potestad
ningún otro tribunal u órgano jurisdiccional –al menos con las mismas
prerrogativas y facultades-.

Control Directo: El control de constitucionalidad se ejercita en forma directa en


un proceso –de inconstitucionalidad- iniciado con el único propósito de
verificar –en abstracto- la conformidad con la Constitución de la norma
dubitada.

Control Abstracto.- Solo puede calificarse la inconstitucionalidad de la norma


en forma abstracta, es decir, sin referencia ni necesidad de existencia de un caso
concreto en el que vaya a aplicarse la norma cuestionada. Se trata de un análisis
de puro derecho realizándose una confrontación entre la norma dubitada con el
texto constitucional. No es necesaria su comprobación mediante su aplicación a
un caso concreto.

Control con Efectos “Erga Omnes”: En el supuesto que se comprobase la


inconstitucionalidad de la norma dubitada, ésta será expulsada –derogada- del
ordenamiento jurídico vigente no pudiendo aplicarse ni ser invocada su
aplicación con posterioridad a tal derogatoria; en cambio, si no se comprueba su
contrariedad a la Constitución, ésta retornará al ordenamiento jurídico más
constitucionalizada que antes del cuestionamiento, siendo aplicable a todos los
supuestos en los que resulte pertinente.

26 QUIROGA LEÓN, Aníbal. Los excesos del Tribunal Constitucional Peruano: A propósito del control
concentrado de la Constitución. p. 10. CFR. QUIROGA LEÓN, Aníbal. El Derecho Procesal Constitucional en
el Perú: A propósito del Código Procesal Constitucional. p. 75.
27 QUIROGA LEÓN, Aníbal. Los excesos del Tribunal Constitucional Peruano: A propósito del control

concentrado de la Constitución. p. 10.


Finalmente, considerando el momento en el cual pueda ser ejercido el control
de constitucionalidad, se ha diferenciado entre Control Sucesivo o Preventivo.
En el segundo caso, la verificación se opera antes de la promulgación y en la
entrada en vigencia de la ley; en la primera hipótesis, en cambio, el juez
constitucional se pronuncia acerca de la conformidad en Constitución de
normas ya ejecutadas y aplicables. 28

IV. SISTEMA DE CONTROL DIFUSO Y FUNCIONES DEL PODER


JUDICIAL.

Se dice Control “Difuso” (denominado además como Judicial Review, Sistema


Americano de Control Constitucional o Sistema Judicial de Control
Constitucional29) en tanto que “no hay ni un órgano específico ni un
procedimiento directo para tal, pues se halla difuminado, difundido entre todos
los Jueces del Poder Judicial”.30

Este tipo de Control Constitucional presupone la instauración de procesos


ordinarios en los que en forma incidental se advierta una posible confrontación
entre una ley y el texto de la Constitución; facultando al Juez de la causa
concreta a efectuar un análisis de constitucionalidad de la norma dubitada
(confrontada con la Constitución) a efectos de determinar si ésta se encuentra
adecuada al texto constitucional, respetando el mismo o si contraviene a éste,
pudiendo inaplicar dicha norma y preferir el texto constitucional en este último
supuesto en decisión debidamente motivada. Cabe advertir que a diferencia del
Tribunal Jurisdiccional, los jueces ordinarios no gozan de “Iniciativa
Legislativa Negativa” por lo que si bien la norma dubitada es inaplicada por el
juez de la causa, puede sin mayor dificultad ser aplicada a un nuevo caso
concreto con similares o idénticas características ante el mismo u otro juez.

Esta potestad de los jueces ordinarios se encuentra reconocida por el artículo VI


del Título Preliminar del Código Procesal Constitucional que regula la
existencia del sistema de control difuso en el Perú al sostener que:

Los Jueces interpretan y aplican las leyes o toda norma con


rango de ley y los reglamentos según los preceptos y
principios constitucionales, conforme a la interpretación de
los mismos que resulte de las resoluciones dictadas por el
Tribunal Constitucional

La facultad exclusiva y excluyente del Tribunal Constitucional, es de la misma


dimensión y cualidad constitucional que la facultad de control constitucional

28 ROLLA, Giancarlo. Op. Cit., p. 18.


29 En similar sentido Blume Fortini denomina a este sistema. CFR. BLUME FORTINI, Ernesto. Op. Cit.. p. 224.
30 QUIROGA LEÓN, Aníbal. El Derecho Procesal Constitucional en el Perú: A propósito del Código Procesal

Constitucional. p. 69.
que la misma Carta Política reconoce al Poder Judicial en orden a la aplicación
de la facultad del Control Difuso previsto en la 2da parte del Art. 138º de la
Constitución por lo que puede reputarse también como una facultad exclusiva y
excluyente del Poder Judicial.

El sistema de judicial review supone el ejercicio del control de constitucionalidad


mediante el “Poder Judicial en un caso concreto, subjetivo, de manera
difuminada y con efecto sólo interpartes”31 que se encuentra “a cargo de los
magistrados del Poder Judicial, quienes al resolver los casos concretos que
conocen, si observan que entre las posiciones jurídicas que arguyen las partes
existe incompatibilidad entre una norma constitucional y una de inferior
jerarquía, deben preferir la primera y, así sucesivamente en escala normativa;
ejerciendo un control sólo para el caso concreto, conlleva la inaplicación
excepcional de la norma inconstitucional al mismo, sin alcances generales ni
anulatorios ni derogatorios de la norma inaplicada”32. En el caso del sistema
difuso, “el control es ejercido por cualquier juez el cual, utilizando en la
resolución de una concreta controversia jurídica los poderes intepretativos
ordinarios, puede no aplicar las normas que considera viciadas por ilegitimidad
constitucional.33

De lo expuesto precedentemente podemos señalar como principales


características de este sistema de control constitucional, que se trata de un:

Control Difuso: En tanto que la facultad para ejercitar el control de


constitucionalidad se encuentra reconocida a todos los jueces del Poder Judicial,
cual fuere su rango o jerarquía; por cuanto no se encuentra asignado a ningún
juez en específico.

Control Incidental: El control de constitucionalidad se ejercita incidentalmente


en un proceso cualquiera cuyo objeto de controversia es uno distinto al
cuestionamiento de validez de la norma dubitada; es decir, el proceso no se
inicia precisamente para cuestionar la validez de la norma sino que este
cuestionamiento surge como una cuestión incidental.

Control Concreto.- Solo puede calificarse la inconstitucionalidad de la norma a


partir de la existencia de un caso concreto y su aplicación –lesiva de derechos
fundamentales- al mismo.

Control con Efectos “inter partes”: Dado que la inaplicación de la norma –por
considerarla inconstitucional- al caso concreto a partir del cual surgió el
cuestionamiento, no determinará su inaplicación a otros casos con identidad de
características; en aquellos, el nuevo juez deberá realizar un nuevo análisis de
compatibilidad constitucional. La norma inaplicada continuará desplegando

31 QUIROGA LEÓN, Aníbal. Los excesos del Tribunal Constitucional Peruano: A propósito del control
concentrado de la Constitución. p. 15.
32 BLUME FORTINI, Ernesto. Op. Cit., p. 224.
33 ROLLA, Giancarlo. Op. Cit., p. 18.
efectos en tanto se le considera aun vigente y perteneciente al ordenamiento
jurídico.

Es preciso señalar que existen algunos requisitos o limitaciones al ejercicio del


control judicial de constitucionalidad; al respecto, CARPIO MARCOS34 expone las
siguientes:

A/. El control de constitucionalidad se ejercita dentro de un caso judicial (Cases


and controversies).
B/. La norma a enjuiciar debe ser relevante para resolver el caso concreto.
C/. La ley cuestionada ha de encerrar la lesión de un interés
constitucionalmente protegido (personal, directo o de inminente realización).
D/. Cuando la ley es susceptible de dos interpretaciones, el Tribunal debe
interpretarla en la manera que se asegura su validez (Interpretation with the
armony to the constitution).

V. LA CONVERGENCIA DE LOS SISTEMAS DE CONTROL DE LA


CONSTITUCIONALIDAD DE LAS LEYES: SISTEMA DUAL, MIXTO 35
O PARALELO.

En nuestro Ordenamiento Jurídico es de resaltar la peculiaridad de que


coexistan al interior del texto constitucional los dos sistemas de control de la
constitucionalidad de las leyes, esto es: (i) el Difuso (Judicial Review) o
Americano; y (ii) el Concentrado o Europeo.36

Esta coexistencia dual o paralela permite que la jurisdicción constitucional


pueda ser validamente ejercida no solamente por los Magistrados del Tribunal
Constitucional, sino también por los Magistrados ordinarios del Poder Judicial,
los cuales gozan de una doble potestad; la de ser jueces ordinarios de la causa
concreta puesta en su conocimiento y la de ser jueces constitucionales en
ejercicio del control difuso de la constitucionalidad de las leyes aplicables al
caso concreto que conoce. Esta facultad se encuentra reconocida a todo el
ámbito competencial del Poder Judicial en tanto que, sus Magistrados en
cualquier instancia pueden Hacer uso de la facultad (control difuso)” de

34 CARPIO MARCOS, Edgar. El Control de Constitucionalidad de las Leyes y el Código Procesal


Constitucional, en libro colectivo de “Ponencias Desarrolladas en el VIII Congreso Nacional de Derecho
Constitucional- Arequipa 22-23-24 de Septiembre de 2005”. Arequipa: 2005. p. 642.
35 Optamos por la denominación “dual o paralela” y no “mixta” en tanto que entendemos que la condición

de mixtura supone la existencia de un solo objeto que recoge una porción de cada uno de sus
componentes; en el caso que nos ocupa diríamos que se trata de un sistema de control mixto siempre que
se tratare de una sola vía de control formada de caracteres de los sistemas de control constitucional
tratados (concentrado y difuso); sin embargo al ejercer el control de constitucionalidad sea por el Tribunal
Constitucional o el Poder Judicial en puridad, es decir, mediante uno sin la intervención del otro, se trata
de una coexistencia dual o paralela (no mixta). Sin embargo, la denominación de sistema mixto, bien
cabría asignársela al Sistema de Control Constitucional Italiano o Español que sí realizan un control de
constitucional mediante un órgano de control con la intervención del otro.
36 QUIROGA LEÓN, Aníbal. Los excesos del Tribunal Constitucional Peruano: A propósito del control

concentrado de la Constitución. p. 8.
inaplicación de una norma legal para un caso concreto, cuando ésta sea
considerada inconstitucional.

En aquellos ordenamientos que optan por una competencia paralela, del


Tribunal Constitucional y de los Jueces ordinarios para someter a un análisis de
conformidad con la Constitución de las normas infra constitucionales se
constituye un suerte de doble garantía constitucional al ciudadano por cuanto
se faculta en un primer momento a Tribunal Constitucional para que realizando
un análisis abstracto de constitucionalidad, declare con efectos erga omnes la
inconstitucionalidad de aquellas normas que contravienen el texto
constitucional, desempeñando un papel de garante abstracto del ordenamiento
constitucional en sentido objetivo, depurándolo de las normas ilegitimas y; en
un segundo momento, cuando la norma inconstitucional ha sido invocada para
resolver un caso concreto, facultando a los jueces, quienes no aplicando la
norma en el caso concreto, ofrecen una tutela directa de cada posición subjetiva.
Hacemos esta diferenciación de momentos puesto que lo ideal será siempre que
toda norma inconstitucional sea expulsada del ordenamiento jurídico, ya sea
mediante derogación directa o mediante la potestad de constituyente delegado
del Tribunal Constitucional para que no pueda ser invocada ni aplicada con
posterioridad a la declaración de contrariedad con el texto constitucional en
ningún supuesto concreto; en este orden de ideas consideramos que la labor del
Poder Judicial de inaplicación de normas calificadas como inconstitucionales a
casos concretos debe ser residual, es decir, debe ser la segunda garantía al
ciudadano de no ver vulnerados sus derechos mediante la aplicación de normas
inconstitucionales; ello en atención a los efectos inter partes que tienen los
pronunciamientos judiciales puesto que queda abierta la posibilidad de la
aplicación de la norma inaplicada en otro caso concreto.

A esta doble garantía de defensa de la Constitución, debería incluso integrarse


en forma uniforme la garantía de control concentrado preventivo, no regulada aún
en muchos ordenamientos, pues constituiría una mayor garantía para la plena
vigencia de los derechos constitucionales del ciudadano si se advirtiera antes de
su entrada en vigencia, que una norma es inconstitucional.

VI. EL SISTEMA DE CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD ITALIANO:


UN CASO MUY ESPECIAL.

El modelo Italiano –también denominado Incidental37- rompe el esquema de


control de constitucionalidad tradicional decorando con algunos matices el
suyo, pues el control de constitucionalidad se efectúa, hasta cierto punto, en
forma conjunta dejando la Corte o Tribunal Constitucional, márgenes de
apreciación a los jueces ordinarios quienes actúan como un filtro para
determinar lo que será sometido a juicio de constitucionalidad. En este caso,

37 Debido a que el control constitucional que se efectúa por el momento en el que se realiza es “sucesivo”.
consideramos que se puede hablar de un Sistema Mixto por las características
que posee.

El órgano competente en decidir sobre la constitucionalidad de una norma es


único (Tribunal Constitucional) como ocurre en el caso del modelo Europeo
pero el juez ordinario es un personaje activo y se encuentra extremadamente
vinculado al cuestionamiento constitucional como ocurre en el modelo
Americano. Explicamos por qué…

El Sistema Italiano requiere –necesariamente- en principio, la existencia de un


caso concreto en el que se ventile una confrontación de posiciones subjetivas y
se pretenda aplicar una determinada norma; si el juez advierte que la norma a
aplicar aparenta ser inconstitucional, ante esta duda y; sólo en ese supuesto –y
como único ente facultado- planteará la cuestión de constitucionalidad ante el
Tribunal Constitucional a efectos que sea ésta quien decida si la norma
dubitada es o no constitucional. Es por ello que “el juez a quo es el dominus de
la cuestión que deberá ser decidida por el Tribunal Constitucional: a éste, de
hecho, le compete definir el thema decidendum del juicio de
constitucionalidad, determinando ya sea a la norma de cuya constitucionalidad
duda, como la disposición constitucional que supone ha sido violada.”38 Las
decisiones de la Corte Constitucional producen efectos erga omnes si se
comprueba la inconstitucionalidad de la norma dubitada e inter partes cuando
esto no ocurre; es decir, que queda abierta la posibilidad de que a partir de un
nuevo caso concreto ante el mismo u otro juez, pueda plantearse una nueva
duda o cuestionamiento constitucional que deberá ser resuelto por el Tribunal
Constitucional.

“El juicio sobre la constitucionalidad de la ley se efectúa a la luz de los derechos


enfrentados de las partes en el proceso a quo; mientras la fuerza erga omnes de
la decisión del Tribunal Constitucional hace que la salvaguarda del derecho
concreto que ha generado el juicio adquiera un valor emblemático para el intro-
ordenamiento jurídico. (…) el objeto del litigio es la constitucionalidad de la ley
en abstracto, pero el planteamiento de la cuestión prejudicial arranca de un caso
concreto y tiene por objeto no el puro enunciado de la ley, sino una norma de la
que resultan inmediatamente derechos y obligaciones para las partes del
proceso.”39

El Tribunal Constitucional puede pronunciarse sobre la inconstitucionalidad de


una norma únicamente en el supuesto que el proceso sea activado por un juez
en el curso de un proceso ordinario; por su parte, el juez ordinario, podrá, no
aplicar la norma lesiva de derechos constitucionalmente garantizados
solamente si el Tribunal Constitucional emite un pronunciamiento de
inconstitucionalidad respecto de la norma dubitada; es decir, no tiene
potestades de control constitucional difuso directo.

38 ROLLA, Giancarlo. Op. Cit., p. 22.


39 IDEM. p. 20.
El proceso constitucional otorga al Tribunal Constitucional el deber de resolver
una cuestión, una controversia cuyos términos, simplificados
esquemáticamente consisten en la duda sobre si determinadas normas
derivadas de actos legislativos están enfrentadas con normas de carácter
constitucional.40

Sosteníamos que este es un Sistema Mixto en tanto que se trata de un solo


sistema de control de constitucionalidad pero que recoge porciones de
caracteres tanto del Sistema tradicional Concentrado y Difuso. Es difuso en la
medida que el juez a quo (facultad extendida a todos y cada uno de los jueces
ordinarios) se encuentra facultado para que en el supuesto de advertir una
posible inconstitucionalidad de la norma a aplicar, pueda dudar de ella y
formular el cuestionamiento constitucional41, y concentrado en la medida que
corresponde a un único Tribunal resolver la duda de constitucionalidad.

El Tribunal Constitucional tiene a valorar la disposición de ley no por su


significado abstracto, sino por el significado que resulta de su operatividad
concreta en el sistema jurídico.42

Los Tribunales Constitucionales al emitir pronunciamiento, absolverán la duda


de constitucionalidad; si la norma es inconstitucional, expulsaran del
ordenamiento jurídico a la norma dubitada, en este caso el efecto producido por
este pronunciamiento, será erga omnes; si no se comprueba su
inconstitucionalidad, ésta retornará ciertamente constitucionalizada pero el
pronunciamiento del Tribunal Constitucional producirá únicamente efectos
inter partes43.

Debe finalmente señalarse que si bien al juez ordinario le corresponde conocer


el caso concreto y a partir de éste, de encontrar una confrontación normativa
con el texto constitucional, plantear la duda de constitucionalidad, debe
previamente agotar todas las interpretaciones posibles de la norma, acordes al
texto constitucional:

i) Si existe alguna, será su obligación la de no presentar una cuestión de


constitucionalidad pues al existir una interpretación de la norma
concordante con la Constitución, la duda de constitucionalidad
planteada –si se plantease- será “manifiestamente infundada”,
ii) Si no existe alguna, será su obligación la de plantear ante el Tribunal
Constitucional la duda de constitucionalidad de la norma enfrentada
a la Constitución.

40 IDEM.
41 A pesar que la decisión o absolución de la duda corresponda a otro órgano.
42 ROLLA, Giancarlo. Op. Cit., p. 24.
43 Con algunos matices que lo particularizan pero en esencia igual, es el funcionamiento del sistema de

control constitucional Español.


VII. EL CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD EN EL PERÚ
(SISTEMA ADOPTADO)

El Sistema de Control de Constitucionalidad adoptado por el Perú, es un


Sistema Dual o Paralelo debido a que casi en puridad, coexisten tanto el Sistema
de Control Concentrado como el Sistema de Control Difuso, uno sin la
intervención del otro, pues los órganos encargados de la labor de control
constitucional en cada caso actúan autónomamente. Por un lado, el Tribunal
Constitucional puede conocer acciones de cuestionamiento constitucional en
forma directa como consecuencia de la iniciativa legislativa que la constitución
reconoce a los legitimados taxativamente en su artículo 203 y, por el otro el
Poder Judicial puede valorar en forma incidental44 la constitucionalidad de una
norma y en todo caso inaplicarla si ésta se enfrenta al texto constitucional.

El ordenamiento constitucional peruano ha recibido ambas modalidades de


control constitucional. En el esquema concentrado y abstracto, tal tarea ha sido
confiada al Tribunal Constitucional, quien en el seno del proceso de
inconstitucionalidad de las leyes tiene la competencia para expulsar las normas
con rango de ley del ordenamiento jurídico creadas de manera inconstitucional.
En tanto que en el mal denominado “difuso”, ha habilitado a los jueces del
Poder Judicial con el poder-deber de inaplicar, para el caso concreto, las leyes
que sean incompatibles con la Constitución (Art. 138 CP)45,46.

Enseña Aníbal QUIROGA que “a diferencia de otros ordenamientos jurídico-


constitucionales donde solo encontramos la presencia del sistema de control
concentrado, que la “jurisdicción constitucional” puede ser válidamente
ejercida no solamente por los Magistrados del Tribunal Constitucional, sino
también por los Magistrados ordinarios del Poder Judicial, cuando tienen
conocimiento de procesos constitucionales sometidos a la competencia de la
justicia ordinaria. En consecuencia, en nuestro medio podemos decir que la
“jurisdicción o justicia constitucional” se entiende extendida a todo el ámbito
competencial del Poder Judicial”47

44 Como consecuencia de un proceso ordinario en el que se encuentren confrontadas posiciones subjetivas


y resulte aplicable o se pretenda la aplicación de la norma dubitada.
45 CARPIO MARCOS, Edgar. Op. Cit., p. 637.
46 No compartimos la opinión de CARPIO MARCOS en tanto refiere que el sistema difuso se encuentra “mal

denominado” pues como señala el maestro QUIROGA LEÓN, difuso es “atributo distribuido o difundido
entre todos los órganos del Poder Judicial, entre todos los agentes del Poder Judicial en cuento funcionen y
operen como tales. Se dice difuso por que no hay ni un órgano especifico ni un procedimiento para tal,
pues se halla difuminado, difundido entre todos los Jueces del Poder Judicial”. VID. QUIROGA LEÓN,
Aníbal. El Derecho Procesal Constitucional en el Perú: A propósito del Código Procesal Constitucional. p.
69.
47 IDEM. p. 68.
VIII. EL CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD DE LA LEGISLACION
ANTERIOR A LA CONSTITUCION Y CONTROL DE
CONSTITUCIONALIDAD DE NORMAS DEROGADAS.

Control de Constitucionalidad de la Legislación anterior a la Constitución.

Es importante resaltar que la integración de facultades a los órganos de control


constitucional para realizar un control efectivo sobre normas que se presume
son inconstitucionales constituye una garantía sustancial de los derechos
fundamentales de la persona, toda vez que “el ejercicio del poder constituyente
expresa una voluntad de ruptura y de democratización con respecto al pasado”.48

Sin embargo, si bien la emisión de una nueva Constitución supone la extinción


o la superación de un orden político, ello no supone extinción del orden
normativo creado durante la vigencia de éste; los efectos de dichas normas
siguen siendo aplicables en el nuevo régimen y continúan formando parte del
ordenamiento jurídico vigente. La única manera que dejen de formar parte del
ordenamiento jurídico vigente será mediante la comprobación de su
incompatibilidad con normas de grado superior o equivalente, pero generadas
con posterioridad; en este caso, la Constitución.

Ahora bien, si las disposiciones anteriores a la constitución se encuentran


planteadas con arreglo a la nueva Constitución, éstas deben considerarse
válidas a la luz del principio tempus regit actum. Sin embargo, en el supuesto
que llegada la nueva Constitución hubiere un desencuentro normativo entre la
legislación anterior y ésta, tendremos dos vías alternas para superar el conflicto
entre una y otra norma. Por un lado la inconstitucionalidad y por otro la
abrogación expresa.

i) La inconstitucionalidad (Difusa o Concentrada): Supone el sometimiento a


un juicio de validez, pronunciado utilizando el criterio de jerarquía;
siempre se preferirá el texto constitucional aún cuando fuere posterior a la
legislación dubitada;
ii) La abrogación expresa: Supone la existencia de una norma válida pero ya
no aplicable a hechos específicos futuros por la llegada de una norma de
grado equivalente o superior pero incompatible con ésta.

Control de Constitucionalidad de Normas Derogadas.

Para tratar esta posibilidad, debe aclararse que al tratarse de normas derogadas,
resulta imposible que pueda invocarse o se pretenda su aplicación al interior de
un caso concreto y por ende, resulta imposible que se efectúe un control difuso
de parte de los magistrados ordinarios a dichas normas; sin embargo, resulta

48 ROLLA, Giancarlo. Op. Cit., p. 24.


pertinente realizar algunas aclaraciones respecto al Sistema de Control
Concentrado.

Es importante, a efectos de determinar la posibilidad de realizar un control de


constitucionalidad de normas derogadas, repetir al maestro Aníbal QUIROGA
LEÓN cuando señala que “la sustracción de la materia supone que la relación procesal
originada no podrá concluir con un pronunciamiento sobre el fondo del asunto puesto
que ha desaparecido aquel móvil jurídico que determinó que se acuda ante el Tribunal
Constitucional a fin de obtener la declaración de inconstitucionalidad de la norma
dubitada”. Él mismo, citando a CARNELUTTI refiere que éste “señalaba dicho
concepto como el de imposibilidad de litigio debido a la inexistencia
sobreviniente del objeto del mismo”49

La derogación de una norma cuestionada de inconstitucional implica la carencia


de objeto del proceso de inconstitucionalidad (…); y por ende la conclusión del
proceso sin una declaración sobre el fondo de la controversia. 50 Siendo ello así,
podemos concluir que no existe posibilidad de efectuar un control de
constitucionalidad sobre normas derogadas, puesto que al tener tal condición,
no existe objeto de proceso y como consecuencia lógica de ello es que no pueda
emitirse un pronunciamiento sobre el fondo de la controversia, que sería la
posible inconstitucionalidad de la norma dubitada.

Sin embargo, a fin de dejar en claro la posición sostenida es preciso señalar que
en la sentencia del 18 de Febrero recaída en el expediente Nº 002-2005-PI/TC el
Tribunal Constitucional señala –en opinión distinta a la nuestra- que la
declaración de inconstitucionalidad de la legislación derogada, procede en dos
supuestos:

i) Cuando la norma continúe desplegando sus efectos y,


ii) Cuando, a pesar de no continuar surtiendo efectos, la sentencia de
inconstitucionalidad puede alcanzar a los efectos que la norma
cumplió en el pasado, esto es, si hubiese versado sobre materia penal
o tributaria.51

Bien hace QUIROGA en señalar que “si bien los efectos de la norma derogada (en
función a su aplicación) pueden continuar produciéndose en la realidad, el proceso de
inconstitucionalidad no tiene como objeto la regulación de los mismos, sino el análisis
abstracto de la norma cuestionada de inconstitucional. Las consideraciones respecto a la
aplicación de la norma cuestionada deben ser resueltas mediante los principios de
aplicación de las normas en el tiempo (teoría de los hechos cumplidos y teoría de los
derechos adquiridos), según sea el caso. El Tribunal Constitucional no tiene como
función el ser un operador jurídico de la legalidad y su aplicación a casos concretos, (…)
su actividad debe centrarse –en el marco del sistema concentrado- en la interpretación y

49 QUIROGA LEÓN, Aníbal. Los excesos del Tribunal Constitucional Peruano: A propósito del control
concentrado de la Constitución. p. 14.
50 IDEM.
51 Ver fundamento “2” de la sentencia.
control constitucional de las normas cuestionadas mediante el proceso de
inconstitucionalidad. Si la norma ha sido derogada, entonces es inexistente en el mundo
jurídico, no siendo susceptible de control por parte del Tribunal Constitucional.”52 En
este sentido, Quiroga se pregunta: “¿Cómo se va a derogar una norma derogada?”53.

Ratificando la posición de Aníbal QUIROGA, debe tenerse en cuenta que “las


sentencias del Tribunal Constitucional no cuentan con efectos retroactivos a los hechos
y situaciones verificados durante la vigencia de la norma cuestionada”54

Finalmente, debe tenerse presente que la declaración de inconstitucionalidad


equivale a la derogación de una norma y como tal, no implicará jamás el
restablecimiento de la norma que hubiere sido derogada por la norma
inconstitucional.

IX. LOS SISTEMAS DE CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD DE LAS


LEYES ADOPTADOS EN AMÉRICA LATINA: PECULIARIDADES Y
DIVERGENCIAS CON EL SISTEMA DE CONTROL DE
CONSTITUCIONALIDAD DE LAS LEYES ADOPTADO POR EL PERÚ.

Las siguientes líneas de acuerdo al subtitulo propuesto deberían definir a


grandes rasgos los tipos de Sistemas de Control de Constitucionalidad
adoptados por algunos países de Latinoamérica; sin embargo, iremos mas allá y
nos permitiremos citar algunos países que consideramos resulta pertinente
citar.

Si algo es claro, es que “poco se conoce sobre los Tribunales Constitucionales en


América Latina, que son recientes y todavía no muy numerosos”55. En América
Latina, en países como Colombia, Guatemala, Perú, Bolivia, Ecuador, Brasil y
Argentina coexiste el control concentrado con el difuso.

En el caso de Bolivia (cuyo Tribunal Constitucional creado en 1994, se instala en


1999 siendo el más joven del sector) convive además el control preventivo con el
sucesivo.

En Colombia, mediante la Corte Constitucional se practica el control


preventivo con el sucesivo.

En el caso de Chile, el Tribunal Constitucional realiza labores de control


preventivo mientras la Corte Suprema efectúa un control sucesivo.

52 QUIROGA LEÓN, Aníbal. Los excesos del Tribunal Constitucional Peruano: A propósito del control
concentrado de la Constitución. pp. 14-15.
53 QUIROGA LEÓN, Aníbal. El Derecho Procesal Constitucional en el Perú: A propósito del Código Procesal

Constitucional. p. 63.
54 MORALES LUNA, Felix. Apuntes sobre los efectos temporales de las sentencias en los procesos de

inconstitucionalidad, en ID EST IUS Año II Nº 2. Ed. Adrus, Arequipa: 2006. pp. 27.
55 GARCÍA BELAUNDE, Domingo. Op. Cit., p. 37.
México con algunos matices muy particulares reconoce a la Suprema Corte de
la Nación el conocimiento de asuntos de orden constitucional, con lo cual
materialmente y en la práctica, es un Tribunal Constitucional56; sin embargo en
adición a sus labores de control constitucional, ejerce funciones administrativas
y es el máximo tribunal en ejercicio de funciones judiciales.

Costa Rica realiza el control de constitucionalidad de las leyes mediante la Sala


Constitucional creada en 1989, que cuenta con todas las características de un
Tribunal Constitucional (i. Nombramiento especial de sus miembros, ii.
Autonomía funcional, iii. Fuerza vinculante erga omnes en sus decisiones, iv.
Autonomía administrativa); sin embargo, corresponde anotar que dicha ésta,
forma parte de la Corte Suprema de la Republica de Costa Rica.

Guatemala fue el primer país latinoamericano que, en puridad, introduce en su


ordenamiento un Tribunal Constitucional57 mediante la Constitución de 1965, al
que se denominó “Corte de Constitucionalidad”; en su momento estuvo
conformada por un grupo de magistrados seleccionado del Poder Judicial que
se reunía siempre que hubiere ocasión de resolver una controversia
constitucional. Actualmente, se ha dejado de lado el funcionamiento eventual
de dicha corte, desarrollando una labor permanente (ya no ocasional) y
encontrándose conformada por magistrados ad hoc que desempeñan
únicamente la función de control constitucional.

Grecia atribuye a los jueces la competencia a no aplicar las leyes cuyo contenido
se considera contrario a la Constitución y al Tribunal Especial Superior la tarea
de pronunciarse acerca de los procesos que tienen por objeto la
constitucionalidad de las leyes, aunque sobre tales disposiciones existan
pronunciamientos contradictorios por parte de los órganos cumbres de la
justicia ordinaria.

Portugal regula el control difuso; sin embargo, se ha creado un Tribunal


Constitucional cuyas decisiones prevalecen sobre aquellas de los demás
tribunales o de cualquier otra autoridad.

De lo desarrollado queda claramente demostrado que los sistemas centralizados


parecieran dejar de lado los tradicionalismos que facultan únicamente al
Tribunal Constitucional a efectuar un control de constitucionalidad y abrirse a
formas de convivencia con la judicial review como lo evidencia la realidad del
reciente constitucionalismo iberoamericano que algunos autores han optado
por definir como “difuso-concentrado”

X. CONCLUSIONES.

56 IDEM. p. 40.
57 IDEM. p. 39.
1. La jurisdicción constitucional actual reconoce la existencia de dos modelos –
formas- de control de constitucionalidad de las leyes: Sistema de Control
Concentrado, también llamado Kelseniano, Abstracto o Europeo que
reconoce facultades plenas de control a un órgano ad-hoc denominado
Tribunal Constitucional, el mismo que se encuentra investigo de potestades
legislativas negativas por su capacidad derogatoria de normas cuya
inconstitucionalidad ha sido debidamente comprobada, ello mediante una
sentencia produciendo efectos erga omnes.
2. Los sistemas de control de constitucionalidad de las leyes desprender un
objeto y un fin claramente definidos; el efectivo control de conformidad con
la constitución de las leyes y la efectiva vigencia de los derechos
constitucionales de los miembros del Estado de Derecho democrático.
3. El Sistema de Control Concentrado de Constitucionalidad creado por
KELSEN, representa la forma de control constitucional por excelencia en tanto
que existe un órgano ad hoc creado para tal fin con potestades derogatorias
respecto de las normas inconstitucionales y con efectos erga omnes.
4. El Sistema de Control de Constitucionalidad Difuso permite que los jueces
ordinarios –cualquiera que fuere su rango, especialidad o jerarquía y en
cualquier instancia- del Poder Judicial puedan realizar un control de
constitucionalidad en forma incidental respecto de normas contrarias a la
constitución y cuya aplicación hubiere sido invocada para resolver el caso
concreto planteado ante su autoridad; inaplicándolas al supuesto concreto
materia de controversia pero son efectos únicamente inter partes.
5. Si bien el Sistema de Control Concentrado es la forma de control
constitucional por excelencia, ésta resulta insuficiente ante la realidad pues
no constituye plena garantía a los ciudadanos de no verse afectados con la
aplicación de normas inconstitucionales; es por ello que la coexistencia en
forma paralela y autónoma con el Sistema de Control Difuso permite en
cierta medida una mejor protección de los derechos fundamentales del
ciudadano; sin embargo somos de la opinión que debería implementarse
además el control preventivo en aquellos ordenamientos que todavía no lo
regulan.
6. El Sistema de Control Italiano puede definirse claramente como un Sistema
de Control de Constitucionalidad Mixto por las características que presenta
puesto que regula una sola forma de Control de Constitucionalidad y ni el
Poder Judicial ni el Tribunal Constitucional son autónomos el uno del otro.
Esta forma de control garantiza al ciudadano que en cada ocasión en la que
se presente una duda de constitucionalidad, pueda dilucidarse ésta; sin
embargo, somos de la opinión que el sistema de control adoptado por este
país atenta en cierta medida contra el derecho de tutela jurisdiccional del
ciudadano en la medida que tratándose de un caso concreto el que da origen
a la intervención del Tribunal Constitucional y en tanto demore la
absolución de la duda, el ciudadano no recibirá atención a su conflicto de
intereses; brindándose en todo caso una tutela tardía que puede fácilmente
equipararse a no brindar tutela jurisdiccional.
7. El Perú ha adoptado el Sistema de Control de Constitucionalidad Paralelo,
es decir, regula a nivel constitucional tanto el Sistema de Control
Concentrado como el Sistema de Control Difuso, con lo que se permite una
mejor garantía de la vigencia de los derechos fundamentales de una persona
dado que el Tribunal Constitucional no siempre, por obvias razones, estará
al tanto de la condición de constitucionalidad de todas y cada una de las
normas existentes en nuestro ordenamiento jurídico.
8. Es posible el control de constitucionalidad de la legislación anterior a la
Constitución pues ésta debe encontrarse en armonía con la nueva carta
magna pudiendo adoptarse las formas de control estudiadas a lo largo del
presente trabajo; sin embargo se rechaza categóricamente la posibilidad de
control de constitucionalidad de la legislación derogado puesto que el
proceso de inconstitucionalidad tiene por objeto únicamente derogar una
norma inconstitucional, siendo así entonces, ¿Cómo puede derogarse una
norma derogada?.
9. Repitiendo lo ya dicho, pareciera que los sistemas centralizados están
dejando de lado los tradicionalismos que facultan únicamente al Tribunal
Constitucional a efectuar un control de constitucionalidad y abrirse a formas
de convivencia con la judicial review como lo evidencia la realidad del
reciente constitucionalismo iberoamericano que algunos autores han optado
por definir como “difuso-concentrado”

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