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5. SOLEDAD De MaguiaveLo’ Este texto fechado en mayo de 1977, consttuye tna ver- sion eserita de una conferencia pronunciada el 11 de junio de 1977 por Althusser en la Fondation Nationale’ des Sciences Politiques de Paris. Esa conferencia no fue publi cada durante Ia vida de Althusser, sino diez aftos mas tarde, en alemn primero, despues en inglés, antes de set ppublicada en francés en la revista Putur Antéricur algunos ‘meses antes de la muerte del fl6sofo! Althusser habia sido invitado por lz Association Frangaise de Science Politique hacia varios meses, pero su salud vat cilante y sus miliples actividades no le habtan permitido atender antes esa invitacién, Habl6. ante una. audiencia considerable y coseché un éxito piblico, aunque parece ue, segin se desprende de determinados testimonios, algunos profesores de ciencias politicas comentaron Con desdén que el autor de Pour Marx habia leido st confe- ‘Maquiaveto fue siempre uno de los autores preferdos de Althusser. Le consagié diversos cursos, uno de los cuales se celebré en 1962 y otro en tomo 2 1971-1972, extra: yyendo de los mismos un texto notable, editado postuma. ‘mente por F. Matheron, en el que se desarrolla una pro blemética muy préxima'a la que se despliega en la confe- rencia de la Fondation, que retoma y sinteliza las princt 1977. 1. althuster, Die Hlsumket Machlavelis, en 1, Akhuser, Machel: Monsteuies, Rouse, (Serie, vl 2). Shot O° Weil (eds), Bere, Argument 1987 pp. 11-2, achiscl Selden, Bonomy and Sct 4,198, pp 46847, a sli Je achive, Autre dmrcur (peitaver 390), pp. 2640 fen ess ‘evs ls Conferences fechads por enor en 1978, ro pales leeciones del curso “Althusser preparé cuidadosamente el texto de la confe- rencia, conservandose en el IMEC varios textos mecano- fgafiados cortespondientes a las sucesivas versiones. El Texto de la version que presentamos aquf se basa en el rmanuscrito definitive en el que figuran dos series de co- freeciones. Una, hecha con tinta azul, es manifiestamente Anterior a [a conferencia. La otra, efectuada con tinta ne- fara, parece posterior y tal vez fue efectuada en una fase en fa que la enfermedad afectaba al autor con gran intensi- dad. Hemos optado por integrar las comecciones de la primera fase sin senalarlas, y por indicar las de Ia segunda fen notas del editor 2. cir Auer -Machavel et nous, en Herts plilxpbigue et polngues 3 Seren (ed), Pat, SoCR/DMEC, 1995, pp. 29-168 (ea et ajuiaeley noon Nada, -Cuesiones de anagonimo 4 ‘Teicones Alal, 2i0d Se puede sehalar ademss un texto ‘ecanogafdo (concerdo en el IMEC) de vanas decens de égias ‘onongeldo la tepremeisn gamocina de Naqusveo, el cial ex ‘echado a fles de b deed de 1970, 150 Permitanme ante todo que agradezca a la Assocation Francaise de Science Politique y al sefor J. Charlot el gran hhonor que me han brindad al invitarme @ pronunciar esta conferencia. Y déjenme que les confiese de inmediato mi primer escripulo. Porque su asociacion se interesa ante todo por los grandes problemas politicos acuales, y yo he propuesto un tema que quizi se juzgue de inactual; Ma uiavelo. Y ademis, y se trata de mi segundo escripulo, ustedes estin acostumbrados a escuchar o a hombres polf- ticos conotidos, © 4 historiadores, 0 a especialists en la Ciencia de la politica. Ahora bien, yo no Soy mis que un Flésofo, y en tanto que tal me gustaria abordar ante uste- des lo que he denominado la soledad de Maquiavelo. De- clarasse simple filésofo es decir que hay innumerables Ccucstiones a las que me seria embarazoso responder, y ustedes sin duda me excusarin si al menos consigo hacerme comprender sobre los puntos que he decidido abordar. Espero que a pesar de la diversidad de nuestras respectivas formaciones, de nuestras competencits y de nuestros intereses, sea posible que se produaca un inter ‘cambio del cual espero personalmente mucho. Se que los usos de vuestra asociacidn quieren que el in- vitado responda a las preguntas que se le plantean pre- vviamente, Pienso que él caricter inactual yun poco in- s6lito de mi tema ha debido hacer que mis interlocutores vacilran, dado que he recibido tinicamente tres preguntas. Una, del Senor Pierre Favze, trata sobre la concepcion de fa cpistemologia que he bosquejado en ensayos filosdticos ya lantiguos. Le miego que me permita que reservemos esta ‘cuestion para una conversacion particular, porque es de- rmasiado personal y nos alejaria de nuestro tema. La segun- ast dda pregunta, formulada por la senora Ysmal, trata sobre el juido de Gramsci sobre Maquiavelo: 3% creo, como secmnsch, que Maquiavelo es el teGrico del Fstado nacional 7, por consiguiente, de la monarquia absoluta, como Udo de transiciGn entre el feudalismo y el capitalismo, pero ereo que lo es en condiciones absolulamente excep- Bonales a las cuales vamos a referimos. La tercera pre- fganta, del senor Porell, concieme a la relacién existsnte Sire’ el pensamiento. de Maquiavelo_y_la_tadiciGn xis, sf creo en la existencia de esa relacion, pero me parece que es una mils de reencuentro y de recuperacién Que de iliscién directa. Podremos también hablar de ello. Si me lo permits, querrfa, pues, introducir el debate me- diante algunas reflexiones sobre el tema escogido: la sole- dad de Maquiavel. ‘Se nos objetari que es una paradoja hablar de soledad reapecto 4 un autor que no ha dejado de acechar Ia histo fia, que no ha dejado, desde el siglo Xvi hasta nuestros iss, y ello sin pausa, 0 bien de ser condenado como el ‘Gable, como el peor de los cfnicos, o bien de ser aplicado grandes de entre los politicos, © bien de ser alabado por su audacia y por la profundidad ide su pensamiento (en la Aufaldrung, e| Risorgimento, por Gramsci, etc), 1972 ped coleci6n Teh “Fences de Sancti (1617-182), efico y paleo lian, ua de tas prncplce Sigur el Riscrgimenta 156 bieman el gobierno de los Estados. No, no es un desou- brimiento de este orden el que nos dei desconcenados, Porque si ese descubriiento ha pasado a nuests cultura Y se ha prolongado en toda tna trdicin clentifica enton- ces estamos atostumbrados 4 6 y 90 tiene por qv sor prendemos en absolute, no lene por qué -cogernos por Sompresi. Y, sin embargo, Maquiavelo se anuncia la fu era de todos los descubridores politicos, como Io hicieron Vico" y Montesquieu, como el faventor de un nuevo cone cimiento: se tra, sn embargo, de un conocimiento toa mente diverso del conocimiento galileano, habiendo que. dado su pensamiento como sin continuacion,aislado en el tiempo yen el indvidvo que lo ha visto nacer, que lo ha hecho nacer. “Tocamos aquf un punto decisive de la soledad y de lo insdlio de Maquiavelo. Pero antes de lepar a este punto y Para sproximammos al mismo, queria mostrar que ce pre. {0 primero dar bt forma ‘sea del enigna de Mae quavelo Esta forma clisca puede enunctarse del siguiente modo: dha. sido Maquiavelo.en el fondo un partidatio de la mo: haul, como. parece indicar EI principe, 0 un fepublt cane, como paiecen indica los Discurses sobre la pr dlicada de Tia Liao? As se plantea habivaimente 1 Cues ‘ion. Pero planeara asf signifien aceptar como evidente tuna clasiftcacion previa de los gobieres, na tipologia de Jos mismos clisica desde Arstteles, quien considera las diferentes formas de gobiemo, su normalidad y su patolo- ia, Ahora bien, precisamente Maqulavelo no Scepta ni se ‘iene 2-estapologia, y-no signa 2 ais rflenones la ‘area de detemninar la esencia de tal tipo de gobsemo. Su objetivo es toulmenie diferente. Consist, como bien Io ha comprendlido De Sancisy, en su estela, Gramsci, no tanto fen consnuir la teoria del Estado nacional existente en la Francia o en la Espana de su epoca bajo la forma de la ‘monarqula absolut, sino en plamtearse la ciestion poli «de las condiciones de la fuandacton de un Estado nacional <4 Gambatista Veo (1666740, fésofo alan, labor una des primers fost des hisses mem, 155 en un pats sin unidad, Hala, entregada a las divisiones| fntemas ya las invasiones. Esta cuestion Maquiavelo la plintea en términos politics radicales constatando que Esa tatea politica, la construccién de un Estado nacional italiano, no puede acometerse por ninguno de los Estados cistentes, sean ét08 gobernados por principes, sean re pablicas © se trate en fin de los Estados papales, porque Todos ellos son antiguas, 0 dicho en tézminos modernos, porue todos ellos se encuentzan atrapados todavia en el Feudalismo, incluidas las ciudades libres. Esta cuestion Ma quiavelo 1a plantea en términos radicales deciarando que Shicamente un “principe 1muevo en sun principado nero pode llevar a buen fin esta dificil trea, Un principe nuevo En un principado nuevo: porque un psincipe nuevo enn prineipado antiguo no podria lograr nada, dado que éste le fnantendra prisionero de su antiguedad. Creo que es fun- damental comprender bien el sentido politico de este re chazo y de la indeterminacién en fa que Maquiavelo deja a Su lector, Resulta evidente que Maquiavelo ha buscado al Principe de sus esperanzas, pero ha cambiado de idea 2 Este respecto sabiendo en el fondo que no podia encon- trarlo. Estaba convencido de que un principe tal seria aco- ‘ido por el favor popular, dadas la ungencia de la tarea, la fmiseria politica, Ia excelencia del pueblo italiano y el cla- fmor cada vez mayor que se sentia por doquier, y ha en- Contrado acentos conmovedores para expresar est urgen- cia. La aventura de César Borgia’ le oftecia la prucba de {que ello era necesario y posible: habia logrado fundar un rincipado niievo, pero _precisamente porque él no er Fada cuando inieis su aventura, porque no era principe de hingin Estado, porque no era prisionero de las formas politicas estatales antiguas con las cuales el feudalismo y et Papado habin cubieno una alia desgarrada por las inva- siones, Convencido de la urgencia de Ia tarea politica y de Tos medios que le sobraban a Talia, Maquiavelo se ballaba César Borgia (4761507, tuo del Papa Alejandro VI hizo det Papado el Este mas poten eal, ames de conocer Is decom Eeknde fue elgidoun ue Papa, Fur el principal avo analzado por Maquivel, 156 igualmente convencido de que el principe que habia de racer debfa estar Hberado de todas las atadurasfeudale, 9 fcometer esta (area a partir de nada, es decir, sin some terse a las formas politeas existentes. Por esta raz6n habla en general del én general, absteactamente, sin dar ni nombre ni gar Este anonimato es un modo de recusar a todos los princk pes existentes, «todos los Estados existentes, y de llamar 2 tin desconocido a constiuir un Estado nuevo, en el limite ‘como César Borgia habia tallado el suyo, partiendo de una parte de una provincia que no era un Estado, y que su padre el Papa le habia dado para distrerle. Un descono- Eido que parta asf de nada, y's la fortuna se conjuga con fu rt, pod entonces tener éxito siempre que, desde lego, Fande wn Estado nuevo, un Estado cipaz de durary de engrandecerse, es decir, de unificar por la conquista © {de otro modo la toalidad de Italia "Tod la famosa cuestién de Maquiavelo monéequico 0 republicano, que se halla, frente a esta alternatva, supe- fata, se aclara a panir de estas condiciones. Porque para fundar un Estado nuevo es preciso, dice Maquiavelo, estar solo, es_ preciso estar sola_para_foriar la Fuerza armada indispensable a toda politica, solo para dictar las primeras leyes, solo para senlar y.ascgurarel

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