0 calificaciones0% encontró este documento útil (0 votos)
19 vistas3 páginas
Este poema describe la rosa como la emperatriz de la hermosura. Señala sus labios encendidos que brindan al sol, y sus endechas que arrastran a los céfiros y nidos. La describe como gloria y embriaguez de los sentidos que fulgura como un relámpago rojizo en los verdes jardines. Explica que en la alborada del mundo era más nívea que la cándida azucena, pero que cuando Adán fijó en ella la mirada, palpitante y llena de rubores, la blanca rosa
Este poema describe la rosa como la emperatriz de la hermosura. Señala sus labios encendidos que brindan al sol, y sus endechas que arrastran a los céfiros y nidos. La describe como gloria y embriaguez de los sentidos que fulgura como un relámpago rojizo en los verdes jardines. Explica que en la alborada del mundo era más nívea que la cándida azucena, pero que cuando Adán fijó en ella la mirada, palpitante y llena de rubores, la blanca rosa
Este poema describe la rosa como la emperatriz de la hermosura. Señala sus labios encendidos que brindan al sol, y sus endechas que arrastran a los céfiros y nidos. La describe como gloria y embriaguez de los sentidos que fulgura como un relámpago rojizo en los verdes jardines. Explica que en la alborada del mundo era más nívea que la cándida azucena, pero que cuando Adán fijó en ella la mirada, palpitante y llena de rubores, la blanca rosa