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La figura de este nio, segn Gache, nos muestra las marcas de un quiebre de cdigos

tanto de las relaciones familiares del tringulo padre-madre-hijo como de las del
tringulo Estado-familia-individuo. Es as, que cuando analizamos la obra de Juanito
aprende a leer(1961) podemos ver una realidad en donde la relacin de Estado-
familia-individuo no se establece. Vemos a Juanito sentado en el piso. Junto a l, hay
dos nios ms. Los tres tienen unos cuadernos abiertos sobre las rodillas. Una nia
permanece parada con un libro en la mano, la ropa de todos ellos son de tonos
oscuros, de cuerpos y rostros demacrados. El lugar carece de estructura edilicia, de
escritorios, de sillas, de la presencia de un docente que gue, que acompae, que oriente. No
aparecen rastros de ninguna dimensin institucional que habilite esta enseanza precaria,
ilegal. Para Berni, estas son las condiciones en que aprenden los Juanitos que no
tienen aula, pizarrones ni banco y que a pesar del contexto devastador y de las pocas
posibilidades que tienen estos nios, parece existir en ellos un deseo profundo de aprender a
leer. Las prcticas de lectura adquieren una dimensin socio-poltica, contribuyen a
conformarnos como ciudadanos, porque a travs de ellas se amplan las posibilidades
de socializacin y participacin en los procesos de democratizacin y cambio social. Sin
embargo esta obra nos muestra la cruda realidad, nios privados de insertarse en la
sociedad a causa de un Estado que permanece ausente en esta relacin. Siguiendo lo
que dice Gache, estos nios se encuentran en un no lugar, en un contexto de rechazo,
lugar de negatividad y de marginalidad. En su falta de lugar dentro del sistema, Juanito
se convierte l mismo en un representante del pensamiento nmade, en figura de
resistencia frente a las nociones de centro y jerarqua y frente al intento de dominio
totalizador del Estado.

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