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Era una vez en un pueblo de nuestra sierra andina, cuatro nios llamados, Betty,
Ada, Julio, Luisa. En el lugar haba grandes sembros de maz y haba, se vea
tan bonito las habas con sus flores color lila, y el maz saliendo sus choclos, era
tan hermoso y verde el paisaje, y en el otro cerco lleno de alfalfa con sus vacas
lecheras, gallinas, chanchos.
Una tarde, cuando salieron los padres de los nios a trabajar al campo, dejaron
a los cuatro nios que eran amigos, en la casa de Luisa, esperando a la llegada
de sus padres, mientras jugaban en la casa.
Entre tanto juegos y risas de los nios, que se podan escuchar en cada rincn
de la casa, de un momento a otro, se escuch un ruido fuerte en la despensa,
los nios hicieron caso omiso de esto, y siguieron jugando; como no hicieron
caso el ruido fue mucho mayor; dentro del pnico de los cuatro amigos, se
sorteaban en quien ira a inspeccionar el lugar y ver qu era lo que ocurra. Se
sortearon y sali Julio, as que fue a ver que ocurra cuando de pronto l grito y
fueron todos a ver qu haba pasado y l respondi: vi que algo se movi por la
dispensa, ellos asustados de lo que le haba dicho se escondieron detrs de
un escritorio que haba detrs de ellos y no salieron de ah porque tenan mucho
miedo de que algo les pasara, y uno saco la cabeza y vio que algo miraba hacia
ellos y se mova.
Luego del desayuno y la agradable charla entre todos, los nios salieron en
direccin al colegio, que era un tramo muy largo de una duracin aproximada de
una hora y media a pie, debido a que todos estos vivan en las chacras y el
colegio quedaba en el pueblo. Ese mismo da, les haban dejado por hacer
durante la clase en grupos de cuatro, inventar una historia increble, y as fue
que estos cuatro amigos se juntaron y decidieron contar su fabulosa historia que
les haba ocurrido. Todos sus amigos y profesora se sorprendieron y rieron
mucho con esta historia.
Estos nios recibieron muy bien estos consejos y nunca ms volvieron a ser
miedosos por cosas innecesarias, y primero ver si todo est bien en el lugar; y
as stos fueron creciendo, se casaron y tuvieron sus hijos, nietos y bisnietos, y
a cada uno de ellos les contaban su fabulosa hazaa ocurrida en su niez, y asi
fue como un cuento familiar, que esta historia pasaba de padre a hijo, o de madre
a hija, y a cada uno les daba el mismo consejo que les brind alguna vez su
profesora, con el fin de que crezcan con mucha valenta.