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EL MENSAJE DEL CUERVO

No abri la nica ventana que posea su arca para verificar la situacin del mundo: todo
segua siendo agua. Con la esperanza de encontrar algn fragmento de tierra, ya visible tras el
Diluvio, envi a un cuervo a observar la situacin, dicindole: Busca t algn lugar donde el
agua haya secado y deje ver tierra. El cuervo, animal instruido, sobre todo en la palabra de
Dios, pens que No se refera a las aguas del cielo, y por ello nunca se refiere que este haya
regresado al arca. Ms tarde No se cans de esperar y decidi enviar un segundo mensajero,
menos lcido, que tomara las cosas con mayor simpleza: la paloma. Esta tante y tante los
mares hasta que un da volvi con una hoja de olivo entre su pico, lo que garantizaba la
renovada benevolencia de Dios, y que ahora podan considerarse a salvo.

Este fragmento del Gnesis posibilit que todos los dems captulos del mismo se pudieran
desarrollar, y as mismo que toda la historia de la civilizacin tambin, hasta el da de hoy. Pero
sigue sin saberse del cuervo, el cual, en su larga trayectoria por los cielos, ignora que ya se
descubri la esfericidad del planeta y posiblemente del Universo, lo que genera que todo viaje
lineal, tarde o temprano, termine cerrando en el punto de partida. As, tal vez en siglos, acaso
milenios, el cuervo terminar encontrando de nuevo la Tierra, y buscar en ella los rasgos
faciales de No entre la muchedumbre. Probablemente reconozca a algn heredero y se pose
sobre su hombro, para comunicarle todo aquello que vio en los rincones del espacio
interestelar. Sin embargo, corremos el riesgo de malentenderlo. En el curso de la vida hemos
perdido el tacto para comunicarnos con las criaturas, que antao hablaban, y hemos tendido a
una abrumadora cientificidad de lo vivo. Por lo cual, a pesar de la posible y desbordada sabidura
del cuervo, puede que el idiota heredero se engae. Puede confundir toda la revelacin con un
terrible graznido; con un sonido infernal que le suena ms a muerte que a conocimiento.

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