Leyendo lo escrito sobre justicia originaria y libertad solidaria (por Nerva

Bordas) y los inicios del cristianismo primitivo (por o expuesto por Jaeger), se
puede comparar estos inicios con la colonizacin de los pueblos
iberoamericanos. El centro de esta comparacin es la fractura ontolgica
sufrida por los iberoamericanos, la cual no est presente en el cristianismo
primitivo.
La razn que lleva a exponer esta comparacin es que he notado que los
primeros pueblos cristianos se pudieron formar como comunidad con
administracin propia.
La transformacin de hebreos a cristianos no gener conflictos, as como
tampoco lo gener la conversin de otros pueblos mediterrneos que
decidieron unirse. En ninguno de estos dos casos las conversiones fueron
forzadas