El documento explica que los procesos de Karma (las leyes de causa y efecto) no serían tan inexcrutables si los humanos trabajaran en unión y armonía en lugar de la desunión y la lucha. Argumenta que la mayor parte del mal en el mundo se debería a que los seres humanos se perjudican unos a otros, y que si dejáramos de hacerlo, Karma-Némesis no tendría razón de ser. Concluye que somos los artífices de nuestros propios destinos a través de nuestras acciones,
Descripción original:
Ley del Karma
Título original
Extracto Sobre El Karma Del Libro La Doctrina Secreta
El documento explica que los procesos de Karma (las leyes de causa y efecto) no serían tan inexcrutables si los humanos trabajaran en unión y armonía en lugar de la desunión y la lucha. Argumenta que la mayor parte del mal en el mundo se debería a que los seres humanos se perjudican unos a otros, y que si dejáramos de hacerlo, Karma-Némesis no tendría razón de ser. Concluye que somos los artífices de nuestros propios destinos a través de nuestras acciones,
El documento explica que los procesos de Karma (las leyes de causa y efecto) no serían tan inexcrutables si los humanos trabajaran en unión y armonía en lugar de la desunión y la lucha. Argumenta que la mayor parte del mal en el mundo se debería a que los seres humanos se perjudican unos a otros, y que si dejáramos de hacerlo, Karma-Némesis no tendría razón de ser. Concluye que somos los artífices de nuestros propios destinos a través de nuestras acciones,
Tampoco seran los procesos de Karma inexcrutables si los
hombres trabajasen en unin y en armona, en lugar de la
desunin y la lucha. Porque nuestra ignorancia de estos procesos -que una parte de la Humanidad llama los caminos tenebrosos e intrincados de la Providencia, mientras otra ve en ellos la accin de un ciego fatalismo, y una tercera la simple casualidad, sin Dioses ni Demonios que la guen- desaparecera seguramente si la atribuysemos por completo a su causa exacta. Con conocimiento real, o por lo menos con una conviccin firme de que nuestros prjimos no se esforzaran en hacernos dao, ms de lo que nosotros penssemos en hacrselo, las dos terceras partes del mal que hay en el mundo se desvaneceran. Si ningn hombre perjudicara a su hermano, Karma-Nmesis no tendra motivo ni armas para obrar. La presencia constante entre nosotros de todo elemento de lucha y oposicin, y la divisin de razas, naciones, tribus, sociedades e individuos en Canes y Abeles, lobos y corderos, es la causa principal de los procesos de la Providencia. Con nuestras propias manos trazamos diariamente las numerosas tortuosidades de nuestros destinos, al par que creemos seguir la lnea recta en el camino real de la respetabilidad y del deber, y luego nos quejamos porque tales tortuosidades son tan oscuras e intrincadas. Nos desconcertamos ante el misterio por nosotros mismos elaborado, y los enigmas de la vida que no queremos resolver, y luego acusamos a la gran Esfinge de devorarnos. Pero a la verdad, no hay un incidente en nuestras vidas, ni un da infortunado, ni una desgracia, cuya causa no pueda ser encontrada en nuestras propias obras en sta o en otra vida. Si uno quebranta las leyes de la armona, o como lo ha expresado un escritor teosfico, las leyes de la vida, debe estar preparado para caer en el caos que uno mismo ha producido. Porque, segn dice el mismo escritor: La nica conclusin a la que podemos llegar es que estas leyes de la vida son sus propias vengadoras; y por consiguiente que todo ngel vengador es slo la representacin simblica de su reaccin. Por lo tanto, si alguien hay desvalido ante estas leyes inmutables, no somos nosotros los artfices de nuestros destinos, sino ms bien esos ngeles, guardianes de la Armona. Karma-Nmesis no es otra cosa que el efecto espiritual dinmico de causas producidas y de fuerzas puestas en actividad por nuestras propias acciones. Es una ley de la dinmica oculta que una cantidad dada de energa desarrollada en el plano espiritual o en el astral produce resultados mucho ms grandes que la misma cantidad desarrollada en el plano fsico objetivo de existencia. Este estado de cosas durar hasta que las intuiciones espirituales del hombre estn completamente despiertas, y esto no tendr lugar hasta que no desechemos del todo nuestros groseros vestidos de materia; hasta que principiemos a actuar desde adentro, en lugar de seguir siempre los impulsos de afuera, impulsos producidos por nuestros sentidos fsicos y por nuestro cuerpo egosta y grosero. Hasta entonces los nicos paliativos para los males de la vida son la unin y la armona, una Fraternidad in actu, y el Altruismo no nicamente de nombre. La supresin de una sola causa mala suprimir no uno, sino muchos malos efectos, Y si una Fraternidad, o aun varias Fraternidades, no pueden impedir que las naciones se degellen mutuamente en ocasiones, sin embargo la unidad de pensamiento y de accin, y las investigaciones filosficas en los misterios del ser, siempre impedirn a algunas personas, que tratan de comprender lo que para ellas ha sido hasta entonces un enigma, el crear causas adicionales de desdicha en un mundo tan lleno ya de mal y de dolor. El conocimiento de Karma da la conviccin de que si ...la virtud en la miseria y el vicio triunfante Hacen a la Humanidad atea; es solamente porque la Humanidad ha cerrado siempre los ojos a la gran verdad de que el hombre es por s su propio salvador y su propio destructor. No es preciso acusar al Cielo y a los Dioses, al Destino y a la Providencia de la injusticia aparente que reina en la Humanidad. Pero tngase presente y reptase el siguiente fragmento de sabidura griega, que previene al hombre de abstenerse de acusar Aquello que Justo, aunque misterioso, nos conduce infalible Por caminos desconocidos de la falta al castigo.