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Ramón decide mudarse más al sur con su hija Antonia y su pata Dedé, que pone un huevo todos los días. En la estación de trenes, el vendedor se niega a venderles boletos porque está prohibido viajar con animales. Ramón insiste en que no tiene un pato en su canasta, pero Dedé grazna repetidamente. Finalmente, Ramón acepta abrir la canasta y demostrar que sólo tiene una pata que pone huevos, no un pato, por lo que el vendedor debe darles los boletos gratis según el tr
Ramón decide mudarse más al sur con su hija Antonia y su pata Dedé, que pone un huevo todos los días. En la estación de trenes, el vendedor se niega a venderles boletos porque está prohibido viajar con animales. Ramón insiste en que no tiene un pato en su canasta, pero Dedé grazna repetidamente. Finalmente, Ramón acepta abrir la canasta y demostrar que sólo tiene una pata que pone huevos, no un pato, por lo que el vendedor debe darles los boletos gratis según el tr
Ramón decide mudarse más al sur con su hija Antonia y su pata Dedé, que pone un huevo todos los días. En la estación de trenes, el vendedor se niega a venderles boletos porque está prohibido viajar con animales. Ramón insiste en que no tiene un pato en su canasta, pero Dedé grazna repetidamente. Finalmente, Ramón acepta abrir la canasta y demostrar que sólo tiene una pata que pone huevos, no un pato, por lo que el vendedor debe darles los boletos gratis según el tr
PRIMERA ESCENA (En el patio de una casa) NARRADOR: (En una esquina del escenario). Ramn decidi irse con su hija a vivir ms al sur. Adems, decidi llevar consigo a Ded, su querida pata, porque todos los das pona un huevo. Veamos qu ocurri entonces RAMN: (Con una canasta en el brazo y una pata dentro de ella). Hija, tienes tu ropa lista para el viaje? ANTONIA: (Con una mochila en la mano). S, pap. DED: (Sacando la cabeza de la canasta). Cuac, cuac! (Salen todos del escenario) SEGUNDA ESCENA (Estacin de trenes) NARRADOR: (En una esquina). Ramn y su hijo ya estn en la estacin de trenes. Ramn se sorprende al ver un cartel que dice Prohibido viajar con animales RAMN: (Pensando en voz baja). Imposible separarme de Ded. Adems, como no puedo regresar, porque vend la casa, no me queda ms remedio que viajar con la pata. (Se acerca a la boletera). Deme dos boletos, por favor. DED: (Desde adentro del canasto). Cuac, cuac! VENDEDOR: (Extraado). No escuch usted el graznido de un pato?
RAMN: (Hablando fuerte, pretendiendo no haber
escuchado). El graznido de un pato? No, yo no he escuchado nada. DED: (Desde adentro del canasto). Cuac, cuac! VENDEDOR: (Enojado). Seor, no mienta, usted tiene un pato en la canasta y no se puede viajar con animales. RAMN: Yo no tengo ningn pato aqu. DED: (Desde adentro del canasto). Cuac, cuac! VENDEDOR: (Ms enojado). Seor, abra la canasta! RAMN: Por qu tengo que abrirla? DED: (Desde adentro del canasto). Cuac, cuac! VENDEDOR: Porque usted tiene un pato en la canasta. Si quiere que le venda los boletos, tiene que abrir la canasta. RAMN: Est bien, seor, yo abrir la canasta, pero con una condicin: si tengo un pato en ella, se lo regalo y usted no me vende los boletos. Pero si no tengo un pato, usted me regala los boletos y me deja viajar con el animalito. VENDEDOR: Acepto el trato por dos razones: porque al menos reconoci que lleva un animal y porque me encantara comer un pato al horno. (La gente de la estacin, que estaba atenta al trato, se acerca a observar qu suceder. La nia est nerviosa. Ramn abre la canasta). DED: (Sacando la cabeza de la canasta). Cuac, cuac! VENDEDOR: (Lleno de entusiasmo). Pato al horno, pato al horno!
RAMN: (Muy serio). Un momento, seor. (Buscando al
fondo de la canasta y sacando un huevo). Lo que traigo en la canasta no es un pato, sino una pata. (Todos los curiosos sonren al ver la escena). GENTE: (A coro). Gan el seor! Que le d gratis los boletos del tren! NIOS: (A coro y llenos de alegra). Es una pata! Ded es una pata! Ganamos! (El vendedor lleno de rabia, le entrega los boletos. ramn y su hijo salen del escenario. A lo lejos se escucha la voz de DED que hace Cuac, cuac!).