Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
2
Ramoncito. Paciencia... Me das risa. Tengo hambre y estoy apurado...
apurado, ¿oyes? Trabajo como un burro y llego muerto de hambre, ¡Ah! Ya esto no se
puede aguantar.
Juanita, (que ríe con loco entusiasmo). “¡Chsssss!”
Y... este aceite, Dios mío, no sé qué tiene... “¡Chsssss!”
Ramoncito. (irónico) ¡Buena cosa!... Está muy bien, muy bien... ¡Ah, y cásese
usted…!
(Sus paseos se hacen cada vez más furiosos)
Juanita. NO te quejes así. Y alos niños, a estos demonios, ¿quién los lava, quién
los viste, quién les cose, quién...
Ramoncito. ¡Basta! Lo de siempre. Yo no tengo nada que ver con eso.
Juanita. Pero es que... ¡Uy, que se me queman las lentejas!... Pero es que, por
unlado, estos niños; por otro lado, la calma de esta mujer...
Ramoncito, (iracundo).Si la Sabina es floja, se la echa. ¡Caramba!
Juanita. Cuidado, Ramón, que cuesta mucho encontrar empleada,
Ramoncito. ¡Qué sé yo! Tú sabrás. Podías aprender de mi madre, ya te lo he
dicho. Esa sí que es ama de casa.
(Como Juanitacalla, sin atinar a responder, el chico la auxilia)
Ramoncito. (dándole indicaciones) Enójate un poco tú también. Dime, así,
rezongando: «Ya me tienes loca con lo que sirve mi suegra. Ella será un prodigio; pero
yo, hijo, ¿qué quieres?...una inútil...»
(La nena suelta una carcajada)
Juanita. ¡De veras! No me acordaba.
Ramoncito. Dilo, pues. No sabes jugar.
Juanita, (entre dientes).«Ya me tienes loca con lo que sirve mi...
Ramoncito. (rabioso, sin dejarla concluir) ¿Qué? ¿Rezongas?
Juanita. Déme esa cuchara, Sabina.
Ramoncito. No, no. Ahora me debías contestar: «¡Dios mío! ¡Qué genio! Debes
estar obra vez cargado de rabia. Es tiempo de que tomes otro purgantito»... No sabes, no
sabes jugar.
Juanita. Espérate. Ahora, sí, verás...
Ramoncito, (dándose por replicado y enojándose más aun). ¡Rabia, rabia!...
Siempre la culpa ha de ser de uno. ¡Ah, casarse, casarse! Para gastar, para eso se casa
uno. Así les digo a mis amigos: cásense y verán...
Juanita, (con viveza).Se te olvida una cosa: «¡Ah, si yo tuviera la desgraciada
dicha de enviudar!» Y entonces yo te contesto: «Notendrás ese gustazo.»
(Pero el hombrecito se siente herido en su amor propio por la lección y,
levantando el palo, amenazante, grita:
Ramoncito. ¡¡¡Callarse!!!
3
Juanita. Veamos ahora el asado. Sabina, ábrame el horno... Respondiéndose a sí
misma:Ya está, señora...
Ramoncito. ¡Ay, ay,ay! ¡Linda vida, esta!... En la oficina, aguantar al jefe; en la
calle, la gene que empuja; en el tren, los pasajeros con mal olor, los pisotones, las viejas
que salen a pasear, nada más que para hacer viajar parados a los hombres que vamos al
trabajo... o las chiquilinas, que se largan a despilfarrar en las tiendas lo que a los padres
nos cuesta... nuestro sudor.
Juanita. ¡Ah, si tuvieras la desgraciada dicha de enviudar!...
Ramoncito.Imbécil. ¡Celosa!
Juanita. ¿Celosa? Eso quisieras. Ya no, hijo; ya no soy la tonta de antes.
Ramoncito. ¡Callarse, hedicho!
(Y enarbola el palo, amenazador, terrible).
Juanita. (en un nuevo paréntesis).Oye, los palos nos lo des de veras.
Ramoncito. ¡Silencio! ¡¡¡Silencio!!! Estoy ya cansado, aburrido, loco...
¡loco!... ¡¡Brrr!!...
Da un garrotazo contra la puerta de calle. La niña se sobrecoge.
Juanita.(realmente azorada)No se te vaya a ocurrir...
Ramoncito.(revoleando el palo con mayor furia)¡Chit! ¡Callarse!
Juanita.(seria)No juguemos más, ¿quieres?
Ramoncito. ¡Nada, nada! Pronto, la comida, pronto,si no quiere usted que...
(El palo cae repetidas veces sobre la puerta, zumba alrededor de la cabecita de
la niña, que se alarma cada vez más. El chico sigue echando chispas yvociferando. De
pronto, con el palo alzado, se queda mirando a la presunta esposa. En sus pupilas brilla
lallama de las travesuras temerarias; aquel brazo armado parece que va a caer, que inicia
la descarga en serio sobrela cabeza de laniña. Entonces Juanita tiene primero una sonrisa
interrogativa, luego un gesto de miedo. Elnene (el hermanito), asustado también, suelta
el llanto; y aquí Juanita, como iluminada súbitamente por un recuerdo salvador, suelta
botones ycajitas, toma al nene en brazos, se pone de pie digna y altiva, y dice:)
Juanita. ¡Ramón, respeta a tuhijo!
FIN