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La FE: Equilibrista en NEW YORK Entre los 30 metros que separan a las famosas torres gemelas de New York,

un equilibrista tendi una cuerda para pasar sobre ella. A la gente que se reuni para mirar el espectculo les pidi confianza en que poda lograrlo. Todos lo apoyaron. l tom su vara de equilibrio y paso de un lado a otro. Baj y volvi a proponer a la gente que ya se haba reunido en mayor numero: volver a pasar exclamo el equilibrista, pero ahora sin la barra de equilibrio. Sin embargo, necesito ms confianza de todos ustedes para lograrlo. Despus de una duda, todos le dieron el apoyo que solicitaba. l subi y paso caminando lentamente por aquella cuerda floja, que se mova con el viento. Bajo otra vez e interrumpi los aplausos dicindoles: No he terminado. Ahora har lo ms difcil. Pasare por la cuerda llevando una carretilla. Sin embargo, necesito que crean que yo puedo lograrlo. Su confianza me capacita para hacerlo. Hubo dudas. Nadie responda. Entonces argument: me basta con que uno solo me crea. Su fe en mi lograr que yo pueda pasar con xito. Nadie se atreva a darle dicha confianza. Por fin una persona que estaba deseosa de no perderse el espectculo, le grita: T puedes, t eres capaz. Yo creo que lo puedes lograr. De veras crees que puedo pasar de un lado a otro con la carretilla sobre la cuerda floja? Si, afirmo aquel hombre con seguridad. Pues si crees que puedo pasar de un lado a otro con la carretilla sobre la cuerda floja, ven conmigo y sbete a la carretilla. La fe nos lleva a actuar conforme a lo que creemos. Si verdaderamente creemos que Jess pas de la muerte a la vida, submonos a la carretilla de Jess que es su cruz salvadora para morir con l al pecado y resucitar con l a la nueva vida. As es la fe. Aunque no vemos, creemos en una voz, en la palabra de Dios. La fe es tirarnos, confiado en esa palabra, con la certeza de que el cielo y la tierra pasaran, pero la palabra de Dios no puede fallar. La fe es garanta de lo que se espera y la certeza de las cosas que no vemos: Hb 11,1. La fe no consiste en creer en Dios, pues hasta el mismo demonio cree en l, sino Creerle a Dios. No es creer en algo, sino en Alguien.

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