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EMAR

Umbral: una obra ilegible? (1) En el preámbulo al tomo I “Dos palabras a Guni (Pirque)”
fechada el 2 de marzo de 1941, Emar expresa: “¿Cómo empezar
Introducción por Pablo Wajner G. (2) a contarte todo? Tengo aquí una montaña de notas, observaciones,
narraciones, qué sé yo. Cuando quiero echar mano a ellas se
escabullen”.
Cuando un texto se convierte en sagrado para cierta
cultura, se vuelve objeto de un proceso de lectura sospechoso, Fantasmas de enunciación dilatados en un discurso
quedando subsumido en un exceso de interpretación. Más aún enunciado-alzado contra el mundo real, como la experiencia
cuando una obra, como es el caso de “Umbral”, compromete con mística de Lorenzo Angol y las opiáceas visiones de Rosendo
su aparición, una tremenda dosis de desafío e impostura al Paine, en una tensión hacia un absoluto lucidamente acotado
realismo dominante de su contemporaneidad. "Umbral”: enunciado pero inasible en última esencia.
fragmentario y alegórico. Humor negro, ocultismo, irracionalismo.
“Emar”: surrealista, proustiano o kafkiano. En el sentido Ahora bien, centrémonos en la nominación escogida
interpretativo, la obra de Kafka, por ejemplo, ha sido raptada por Emar para los pilares 4 y 5. “Umbral”y “dintel”. Para los que
por al menos tres manos interpretativas. La lectura de Kafka no lo saben Umbral y dintel estructuralmente son antípodas.
como alegoría social encontrando muestras de las frustraciones Umbral es la parte inferior de la puerta opuesta al dintel, que
producidas por la burocracia moderna y su encarnación definitiva es la superior. Ejemplo de dinteles universalmente famosos los
en el estado totalitario. Quienes lo leen como alegoría psicoanalítica, tenemos en las ultrapiedras gigantes de Stonehenge (Stone =
hallan revelaciones referidas al temor del padre, a angustias de piedra; Henge = monumento con borde circular), en el condado
castración, de impotencia, de delirio onírico coqueteando con de Wiltshire, en el sur de Inglaterra, el monumento megalítico
psicosis, de desesperación kierkegaardiana. Y quienes lo leen con cuyos dinteles los druidas vislumbraban la posición del sol
como alegoría religiosa, explican que K intenta, en EL Castillo, en equinoccio y otras temporalidades. Más bien la posición de
acceder al cielo talmúdico; que Joseph K, en El Proceso, es la tierra respecto al sol, pues, como dijo Leonardo, “Il sol non
juzgado por la imperativa e inclemente justicia de Dios. La si muove”.
escritura de Kafka es un ubicuo comentario sobre si misma,
pregunta en la pregunta. Kafka es un lugar de cruces, de quiasmas Más allá de este sentido que adquiere “Umbral” en
infinitos y diversos. relación a revés de “dintel” desde la arquitectónica de los portales,
se configura la posibilidad de cierta dimensión bisémica; de un
La indisposición de “Umbral” ocupa un lugar si no análogo sentido otro de “Umbral” relacionado precisamente al estatuto
al menos yuxtapuesto a la obra de Kafka en cruce perpetuo. de ilegibilidad, de indescifrabilidad, de incomprensibilidad; en
Rompe, llegando abruptamente con pies de paloma (3), con las definitiva en relación a lo ininteligible. Hablo de “Umbral” como
narrativas hispanohablantes de ese entonces, en concordancia la mínima cantidad de señal que ha de estar presente para ser
subversiva con su antecesor poético “Trilce” (1922) de Vallejo, registrada por un sistema. Por ejemplo, la mínima cantidad de
y con la ulterior rebelión Girondiana de “En la masmédula” (1954) luz que puede detectar el ojo humano en la oscuridad. En base
que, al igual que “Umbral”, hoy, son textos que sometidos a a lo anterior “Umbral” sería tal vez más invisible que otra cosa.
constantes relecturas nos continúan asombrando. Lo “ilegible” parece no ser detectado. Así este “Umbral” constituye
el objeto de estudio de la psicofísica; rama de la querida psicología
Quisiera citar a Gilles Deleuze cuando expresa “la salud que estudia la relación entre la magnitud de un estímulo físico
como literatura, como escritura, consiste en inventar un pueblo (que perfectamente puede ser un texto), y la intensidad con que
que falta”. En “Umbral” aparecen las desconocidas geografías este es percibido por parte de un observador. La psicofísica mide
emarianas. Aparece una suerte de Constelada Galaxia Emar, a Umbrales. Lo intenta al menos. Pesquisa el mínimo cambio
saber, Álvaro Yánez como Emar, Onofre Borneo, Rosendo Paine, necesario en la intensidad de una luz para que este cambio sea
Viterbo Papudo, el individuo Longotoma. Desespectrados espectros. percibido por un espectador.
Heterónimoscilaciones, despersonalizaciones dignas de Pessoa,
inscritas en más de 4000 páginas impresas en 5 pilares: El globo Pregunta:
de cristal, El canto del chiquillo, San Agustín de tango, Umbral ¿por cuántos ojos ha sido vista – sentida
y dintel. la cambio-revolución emariana?
Porque (sabemos) que la mariposa quiebra el viento y no todos contra todo.
la ven,
y siguiendo a Blake, ¿No comprenden que cada pájaro que hiende Hablo de la posibilidad de entender la realidad más allá del
el camino del aire es un mundo inmenso de delicias cerrado para mezquino proyecto previo, rayando a compás un círculo de
sus cinco sentidos? omnicomprensión transhermenéutico, o mejor dicho,
metahermenéutico, que reinventa lo real, insertando nuevos
He aquí algunos ejemplos empíricos de Umbrales: ordenes creacionales en lo real, pero no siendo lo real en sí
mismo. LO REAL ES LA LUCHA CON LA SOMBRA (5), y, es
• La llama de una vela vista a 55 kms. en una noche sin en aquel combate en el que Juan Emar toma lugar, explosionando
luna, oscura y despejada. como mandrágora, dinamitando vectores imaginarios, en, como
• El tic-tac de un reloj a seis metros en un ambiente sin digiera Don Pedro Lastra aquí presente, una “actividad
otros ruidos. instauradora”, en una suerte de inconsistencia realista que intentó
• Una cucharada de azucar en 7 litros de agua. y de seguro lo ha logrado, siguiendo a Pound, empañar el futuro
• El ala de una abeja que cae sobre la mejilla desde una con un testamento. Transitoriedad, indisposición, precariedad.
distancia de un centímetro. Un Umbral nunca es, nunca es-tá. Es paso. Es puente-pinta
• La obra “Umbral” de Emar leída “equis veces” para que fuerzas. Paso a lo que viene por llegar. Portal que deja otrora
resulte legible-registrada por el sistema homínido sapiente. tras de sí y recibiendo, desaparece como tal. El que ve Umbrales
como Juan Emar, en la percepción inefable de la unidad del ser,
Es en este punto, en torno al estatuto de ilegibilidad, en esa situación dichosa de los genios, de los místicos, de los
donde me gustaría convocar a Derrida y su texto “Leer locos, se desprende de toda sujeción normativa que por su
lo ilegible” cuyo sentido penúltimo podría ser resumido estrechez no lleva a otra cosa que a pobres estilos de escritorio.
en base al siguiente axioma: “Lo ilegible es elegible por
ilegibilidad”. No es seguro que puedan distinguirse u Para finalizar esta introducción, y dar paso a los ponentes
oponerse lo legible de lo ilegible. A menudo participantes, cito a Michael Foucault y un texto presente en su
experimentamos el hecho de que lo dado en la lectura libro La arqueología del saber, para que sirva de base en la
se nos da como ilegible (como en el caso de “En la apertura del fuego de esta mesa:
masmédula” de Girondo, en el “Finnegans Wake” de
Joyce, en “De umbral en umbral” de Celan, en los “¡Cómo! ¿Se imaginan ustedes que me tomaría tanto trabajo y
“Manifiestos Dadá” de Tzara, en “Artaud-el-mono”, en el tanto placer al escribir, y creen que me obstinaría, si no preparara
“Trilce” de Vallejo o en los recónditos pitagorismos – con mano un tanto febril – el laberinto por e que aventurarme,
implícitos en el “Diez” del propio Emar, etc.). No obstante con mi propósito por delante, abriéndole subterráneos,
ello se piensa con regularidad que leer es descifrar sepultándolo lejos de sí mismo, buscándole desplomes que
atravesando las marcas o significantes en dirección hacia resuman y deformen su recorrido, laberinto donde perderme y
el sentido o significado. Pues bien, Derrida nos dice que aparecer finalmente a unos ojos que jamás volveré a encontrar?
en el trabajo deconstructivo ciertos textos en particular, Más de uno, como yo sin duda, escriben para perder el rostro.
sino quizá en el límite de todo texto, hay un momento No me pregunten quién soy, ni me pidan que permanezca
en que leer consiste en experimentar que el sentido no invariable: es una moral de estado civil la que rige nuestra
es accesible, que no hay un sentido escondido-velado documentación. Que nos deje en paz cuando se trata de
como Isis detrás de los signos, que el concepto tradicional escribir.”
de lectura no resiste ante la experiencia del texto; y que
en consecuencia lo que se lee es una cierta ilegibilidad
que aparece cual torbellino de palabras sopladas sobre Se abre la discusión. Gracias.
el cisne troquelado del papel asignado a la blancura,
como diría Juan Luis Martínez. Así la imposibilidad de
leer no debe ser tomada a la ligera; cierta ilegibilidad
no debe tomarse sin apretarse con fuerza, ya que tal
ilegibilidad no es, ciertamente, un límite externo a lo
legible, como si leyendo uno se topara con una pared,
no: en la re-lectura es donde la ilegibilidad a/parece
como legible-elegible.
La resistencia provocada por el texto al lector a causa de ciertos
umbrales -quiebres paradójicos - de una escritura que muestra
su propia desaparición desalumbrada, ilegible desde lo asignificante
en fuga. El texto emariano no se deja atrapar fácilmente. “Umbral”
alumbra como foco de resistencia hace ya varios giros de faro. (1) Texto leído con motivo de semana homenaje a Juan Emar
Y la relación con ese “Umbral” de resistencia por parte del lector realizada entre los días 26 de abril y 3 de mayo del año 2006
no puede ser más que una forma de resistir, de vencer la donde participaron Pedro Lastra, Tomás Harris, Diamela Eltit,
resistencia, una forma de entendérselas con la propia resistencia. Roberto Brodsky, entre otros. Introducción a la mesa “Umbral:
Si elegimos lo ilegible para transformhacerlo (4) en legible, opera una obra ilegible?”.
ahí cierta selección, queremos resistir las resistencias arduas que (2) Poeta, Terapéuta.
nos impone el texto. Lo ilegible es aire elegible que sostiene el
vuelo. Elegible el trampolín. Si elegimos aquél trampolín ilegible, (3) “El acontecimiento llega con pies de paloma” Nietzsche.
de nosotros depende que alcancemos legibles acrobacias o no, (4) Neologismo del autor.
ya que en el trampolín “Umbral” los narradores duermen, se
duchan, cantan, sueñan o deliran. Eso es lo que hay. Se toma, (5) “La lucha con la sombra es la única lucha real” Gilles Deleuze
se aprieta o se deja. Dejarlo es un lujo caro; tomarlo es, sobre en Lógica de la sensación (Sobre al obra del pintor irlandés
todo para ciertos alguienes, un mortificante sin sentido obviamente Francis Bacon).
ni claro ni distinto tampoco. Pero, tambien, una oportunidad de
revelarse, por medio de una diferencia bellamente instaurada,

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