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2/5/2003
Es muy fácil reciclar el aceite usado de la cocina para fabricar un excelente jabón para uso
doméstico.
Autosuficiencia press
El jabón ya era utilizado desde el año 2.800 a.C De esta época data un material jabonoso
encontrado en unos cilindros de arcilla durante una excavación arqueológica en la ciudad
de Babilonia. En estos cilindros había unas tallas que describían el proceso de hervir las
grasas con ceniza, método ancestral de fabricación de jabón.
Durante la edad media el jabón era un artículo muy caro, por lo que su empleo era limitado.
Recién en el siglo XIX que se difundió el uso del jabón en Europa y luego en el resto del
mundo.
Tanto los jabones de tocador como los detergentes parten de la misma base, la diferencia
está en que los jabones se fabrican a partir de sustancias nturales, como grasas animales y
vegetales, mientras que los detergentes se elaboran a partir de materias primas sintéticas. El
jabón es básicamente una sal obtenida de las grasas, que resulta soluble en el agua. La
saponificación es la reacción de una solución alcalina con las grasas animales y vegetales
(sebo y aceites)
Porque el aceite que sobra en el hogar y se tira por el fregadero termina en nuestros ríos.
Una vez allí forma una película que no permite la oxigenación y destruye peces y plantas
acuáticas. Un litro de aceite contamina 50.000 litros de agua.
· Aceite comestible usado de cualquier clase: soja, girasol, semillas, oliva. etc. Hay que
pasarlo por un colador muy fino para quitarle las impurezas.
2.- Llenar un tacho con dos litros y medio de agua. Para fabricar panes de jabón de colores
se puede añadir al agua colorante de tortas.
3.- En un ambiente ventilado y con la ayuda de un palo, diluir en el agua medio kilo de
soda cáustica y un puñado de sal. Se producirá una reacción química (calor) que requiere
algunas horas hasta que se enfrié . La soda cáustica es un material que daña la piel si se
pone en contacto directo con ella. Por eso es recomendable utilizar guantes y lentes
protectores.
4.- Se vierte lentamente el aceite sobre la mezcla líquida revolviendo en forma permanente
(siempre para el mismo lado, porque de lo contrario se puede "cortar" el jabón). Si quiere
hacer jabón con esencias añada hierbas aromáticas u otros tipos de aromas naturales
(Vainilla, etc.).
5.- Cuando la mezcla se espesa, se echa en los moldes y se deja endurecer durante varios
días Si tiene ansiedad por ver como salen los jabones puede acelerar el proceso colocando
algunos panes en el congelador.
6. Se sacan los jabones de los moldes. También se puede echar la mezcla en una bandeja
grande. Se la deja reposar y antes de que se quede totalmente dura se corta en pastillas. Para
que resulte más cómodo despegar los moldes se los puede enharinar o cubrir con aceite.
.La elaboración del jabón casero es muy sencilla. Para ello se necesita un litro de desechos
de aceite de oliva, cien gramos de sosa cáustica y un litro de agua. Se puede usar aceite
puro, pero el resultado es el mismo. También es opcional la utilización de dos cucharadas
soperas de detergente en polvo y de cincuenta mililitro de lejía.
Seguimos con el proceso hasta lograr una pasta solidificada similar a la mayonesa. Un truco
para saber si está listo es sacar el palo y observar que está limpio de restos de la pasta
adheridos a él.
También líquido
La solución líquida requiere una tercera parte de jabón por cada una de agua. Su
elaboración no es complicada. Lo primero que hay que hacer es pasar por un raspador de
cocina el jabón. También se puede cortar con un cuchillo en trozos pequeños, pero pueden
quedar grumos.
.En este momento se pueden añadir aromatizantes tales como trozos de limón, tomillo,
romero, etc. Para que el jabón tome la esencia lo removemos durante diez minutos más sin
parar.
Luego colamos el jabón, lo dejamos enfriar y lo envasamos en botes cerrados listos para
utilizar.
Evita riesgos
Al manipular el jabón ten cuidado de que no te salpique en los brazos o en la cara ya que
puede producir quemaduras en la piel.
Finalmente, para que el producto casero mantenga todas sus propiedades es necesario
gastarlo antes de que transcurran cinco meses desde su elaboración.
Sobre esta regla básica hay variantes como por ejemplo añadir un puñado de
sal o harina o unas gotas de añil para darle color azulado.