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Origen Cultura Occidental
Origen Cultura Occidental
EL MUNDO GRECORROMANO
A pesar de lo dicho gran parte del mundo griego se fundó en sus ciudades
asiáticas, situadas en la costa occidental y meridional de la actual Turquía,
aunque al transcurrir el tiempo pasaría a tener preponderancia la península
griega y, sobre todo, la ciudad de Atenas o el extremo de la península itálica
que constituyó la Magna Grecia. Los griegos fundaron colonias, muchas de
ellas comerciales, por muchos lugares de la costa mediterránea y llegaron a
ser un pueblo emprendedor y sabio.
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que la cultura griega triunfa de manera sorprendente, no solo en la cuenca
mediterránea y algunos lugares asiáticos, sino que llega en su expansión
posterior a configurar en gran medida la base de nuestro mundo occidental.
Mundo, que por ahora y con toda probabilidad para siempre, es único para la
ciencia. Hay diversas explicaciones para explicar este hecho. Unos señalan la
sociedad innovadora que representan los griegos sobe otras sociedades más
conservadoras, otros, los historiadores de la tecnología, señalan la importancia
que tuvo el dominio de la metalurgia del hierro, cuyo primer desarrollo se debe
a los Hititas, pero que el esplendor lo alcanzan las ferrerías griegas, otros han
señalado el éxito en la difusión de los cultivos mediterráneos (cereales, olivo y
vid) y la creación de zonas adehesadas para el ganado extensivo, otros han
defendido como causa de este éxito el espíritu comercial y por fin otros creen
que la explicación reside en la tolerancia y un sistema de gobierno democrático
que se llegó a consolidar en muchas ciudades griegas. Esto último hubiera
permitido el desarrollo de nuevas ideas, siempre imprescindibles para el
desarrollo económico y social de los pueblos y sus culturas. Es muy probable
que se puedan exponer otras muchas causas y que ninguna de ellas sea la
única, sino más bien la suma de todas ellas, que confluyen en un momento
determinado con la idea de pueblo con historia y una lengua común vertida en
numerosos escritos históricos y literarios. La solidez del pensamiento griego es
una buena prueba de su pujanza económica y el éxito de sus estructuras de
gobierno y de relación entre los ciudadanos y sus gobernantes.
Tales de Mileto (circa 624 -548-545 Axto), el primer científico griego que
conocemos por su nombre, es un buen ejemplo de algunos comportamientos
científicos que han perdurado hasta nuestros días. Como otros filósofos (de
filos = amante y sofos = saber, amante del saber) griegos presocráticos sólo
tenemos unos pocos testimonios de otros escritores y filósofos griegos
posteriores. Todos reconocen que fue uno de los sabios de Grecia y además
siempre lo sitúan en el primer lugar para distinguirlo del resto. Este hecho
muestra la predilección por este gran científico de la antigüedad clásica. Este
conocimiento parcial, al no contar con escritos suficientes y menos con una
obra completa de referencia, ha creado serios problemas para valorar la
contribución de Tales o de estos primeros filósofos, pero no ha impedido que
podamos comprobar el alcance y la importancia de esos escasos testimonios
de su quehacer científico.
En el caso de Tales hay cierta leyenda, que tendrá parte de realidad y parte de
invención, pero nos podemos preguntar si, como ocurre en la historia mejor
documentada ¿no hay una parte de realidad, otra de ficción y otra de
interpretación? La falta de documentación no debe impedir y menos hacernos
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renunciar a nuestro conocimiento de este primer gran sabio, filósofo y científico.
De hecho algunas de las atribuciones que se han asignado a Tales nos hacen
verlo como una persona sensata, alguien al que todos consultaban por su
sabiduría y, también, como un científico que supo resolver problemas de cierta
envergadura técnica. De todo se tratará a continuación, pero también debemos
resaltar que llega a una síntesis de gran riesgo, cuando como otros científicos
y filósofos presocráticos, trata de atribuir al agua ese principio de todas las
cosas por su importancia para la vida y otros fenómenos de la naturaleza y por
su capacidad para, de forma natural, presentarse en los tres estados de líquido,
sólido en forma de hielo o gas en forma de vapor. El agua sería para Tales el
principio esencial en la naturaleza, que a su vez se relaciona con los restantes
elementos (aire, tierra y fuego) para transformarlos y con ello ofrecer la
multiplicidad de estados, combinaciones y mezclas posibles.
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colocando un observador en cualquier lugar del que se pudiera estimar su
longitud a la base del objeto del que se pretendía medir la altura.
Por último cabe señalar otra leyenda en torno a otro gran éxito de este sabio y
que tiene que ver con la vida económica. Se cuenta que algunos
contemporáneos de tales le achacaban su dedicación exclusiva a los
conocimientos básicos y que no le prestaba mucha atención a los problemas
cotidianos, por ejemplo se le llegó a sugerir si aplicando su sabiduría no podría
convertirse en un hombre rico o, al menos, tener algún éxito económico. Al
parecer Tales no tenía una especial predilección por los negocios, pero para
demostrar que el conocimiento científico puede ser imprescindible para ello, se
planteó demostrarlo a sus conciudadanos, sobre todo aquellos que veían en
su trabajo sólo futilidad y ninguna aplicación económica. Tales estudió la
floración del olivo y llegó a la conclusión de que una mejor floración, si las
restantes variables no se alteraban mucho y no había heladas, significaba una
buena cosecha de aceituna. Ni corto ni perezoso una vez comprobada una
excelente floración arrendó todas las almazaras de aceite que pudo antes de
iniciarse la cosecha y cuando esta llegó las realquiló a mayor precio. Arrendó
barato y luego vendió a más precio, la regla de oro de cualquier comerciante, lo
que le permitió obtener grandes ganancias. Todos se asombraron de su astucia
para los negocios, pero sobre todo de que el saber puede ser una importante
fuente de riquezas. Tales no continuó con los negocios, ni tampoco hay que
deducir de esta historia que cualquier científico que se lo proponga puede legar
a ser rico, pero si es un buen ejemplo de la utilidad del conocimiento, cosa que
saben todos los buenos empresarios. La ciencia y la técnica, el conocimiento
es una buena fuente para generar riqueza y los sabios griegos supieron
apreciar esa relación, que pasado el tiempo se reconoció como ajena a la
supuesta “pureza” o “independencia” del conocimiento científico.
Basten estas muestras sobre nuestro científico más antiguo para valorarlo. Por
tanto sensatez, relación con el tejido productivo, desarrollo de conocimiento
básico y sus aplicaciones a la navegación o la medida y por último búsqueda
de principios generales que sirvan para explicar el mundo y desvelar en general
sus leyes. Señalemos que en ningún momento Tales hace mención de lo
sobrenatural para explicar los fenómenos de la naturaleza. Además una última
característica de este sabio, tuvo discípulos a los que enseñó a pensar y a lso
que estimuló para que siguieran otras nuevas indagaciones y hasta le
superaran o le criticaran. Este último elemento el de la tradición científica
también vislumbró que era esencial para dar continuidad a una manera de
hacer conocimiento científico en un ambiente de tolerancia. Sin tradición y sin
tolerancia es muy difícil desarrollar la ciencia.
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en relación con el Ecuador. Con la misma sencillez definió los Equinoccios
(igual sombra al amanecer que al atardecer). También en este mismo tratado
definió la Eclíptica o trayectoria del Sol a través de las 12 constelaciones.
Tal vez estimulado por su maestro llegó ala conclusión de que el principio
general sobre el que se construía la naturaleza le llamó apearon, que puede
tener varios significados: lo intangible, lo indeterminado, lo infinito, lo indefinido
o lo inexplorado. Quedarse con alguno de estos significados mermaría su
interés por definir lo que queda oculto a nuestro deseo de explicación.
Podríamos aventurarnos en considerar que Anaximandro se refería a ese
secreto que nunca conseguirá el hombre desvelar y que siempre queda oculto
por mucho que uno se aproxime a entender el universo.
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Baste citar sus definiciones y hallazgos de los números pares, impares,
triangulares, cuadrados, pentagonales, exagonales..etc. y sus reglas de
formación.
Los números pares los llamó artios (par) y los define como los divisibles en dos
partes iguales o pares. Los impares fueron nominados periscios (en cuyo
alrededor gira la sombra) que no podían dividirse en dos números enteros.
Los números triangulares, que pueden representarse con puntos que ocupan
vértices de un triangulo o con otros puntos del centro de sus lados son 3-6-10-
15..etc. Cualquiera de ellos es la suma de los números naturales anteriores 3 =
1 +2; 6 = 1+ 2 + 3; 10 = 1 +2 + 3 + 4..etc. El 10 era llamado tetractys (suma de
los cuatro primeros números enteros. Los número cuadrados son 4-9-16-
25..etc. Es decir las potencias de dos de los sucesivos números naturales. Su
regla de formación es (n+1)2 para n = 1, 2, 3, 4, 5..etc. Además los números
cuadrados eran la suma de los números impares 4 = 1 + 3; 9 = 1+3+5; 16 = 1
+ 3 + 5 + 7; 25 = 1 + 3 + 5 + 7+ 9..etc. El lector puede seguir, si así lo desea,
buscando las reglas de formación los números pentagonales, exagonales..etc.
Cosa que hizo Pitágoras descubriendo estas reglas que parecen esconder los
números naturales pares e impares.
Otra regla atribuida a Pitágoras fue el que la suma de los ángulos internos de
cualquier polígono de n lados es igual a 2n – 4 rectos. Esta regla permitiría
averiguar la suma de los ángulos de polígonos que serían imposibles de
representar. Por ejemplo piénsese en un polígono de 101.000.000 lados, imposible
de representar pero cuyos ángulos internos suman 2. 101.000.000 – 4 rectos.
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Pitágoras también hizo sus incursiones en la música y en temas relacionados
con las notas y la armonía.
En ese siglo de esplendor hay dos filósofos griegos que llegan a una síntesis
excepcional, cuya aplicación se abandona, bien porque no se entiende, bien
porque no se le quiere dar importancia como métodos de análisis o bien porque
la ciencia toma otros derroteros en los que se imponen unos científicos sobre
otros dictaminando como hay que hacer las cosas, lo cual desemboca en
obligar a pensar de una determinada manera sin permitir esa voluntad de
arriesgar el pensamiento como lo hicieron la mayoría de estos filósofos
presocráticos.
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parece un buen slogan para la democracia basad en preceptos legaleds y en
instituciones sólidas. El pesimismo cósmico de Heráclito y su convicción del
carácter superfluo de las vanidades o la riqueza temporal lo hacen aparecer
como un desengañado de la vida y de los hombres. Un relativista que no se
sorprende de nada.
Para Parménides el ser llena todo el espacio, negando por tanto el vacío y por
simetría de forma esférica. El no ser para él no existe pero pude pensarse y
expresarse. Por tanto reconoce la capacidad de imaginar, tan importante en
todo procesos creativo y la ciencia tiene ese carácter de creatividad cuando
busca explicaciones en la frontera del conocimiento y en contra, en muchas
ocasiones, del sentido común. Piénsese en la creatividad del heliocentrismo (la
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tierra gira alrededor del sol como no puede verse) sobre la explicación
geocentrista (la tierra está quieta, no percibimos su movimiento a la velocidad
que lo hace, y es el sol el que sale por oriente, luego se mueve y acaba
ocultándose por poniente). O la explicación de la evolución por selección de los
más aptos sin la intervención del medio en el desarrollo de características
adaptativas, que resulta menos acorde con el sentido común que la adquisición
de características por influencia del medio (clima, alimentación,
costumbres..etc.).
Por último hay que resaltar que para Parménides los cambios y hasta el
movimiento son irreales o reales sólo en apariencia, porque el llegar a la
conclusión de que todo es estable y hay estructuras elementales que no
cambian. Un hombre atravesando un río es un buen ejemplo del cambio de
Heráclito. El agua del cauce fluye a mayor o menor velocidad y el hombre no es
rodeado siempre por la misma agua y las partículas que lleva en suspensión, lo
mismo que ese hombre no es el mismo con el paso del tiempo. Pero para
Parménides el río como entidad, aún teniendo en cuenta que es un medio que
se mueve, es el mismo, eso sí con una dinámica. Y el hombre no cambia por el
paso del tiempo, como entidad sigue siendo el mismo hombre y mantiene la
conciencia sobre si mismo.
Ahora ya es hora de contemplar las dos formas posibles de ver el mundo. Una
como algo que cambia y tiene su dinámica o su historia, pero también las
entidades no cambian y se mantienen como estructuras universales. La forma
de explicar y conocer el mundo real o el abstracto varía porque vamos
perfeccionado nuestro conocimiento del mismo, pero la manera de conocer y
de explicar no varía con el tiempo. En el caso de la ciencia esa manera de
hacer y de comportarse los científicos, una vez puestos los actores de acuerdo
en cuanto a requisitos, las cosas ya no cambian. Es muy probable que hubiera
distintos ensayos par conseguir moléculas autorreplicables, pero cuando se
consiguió unas que cumplían los requisitos, ya no hubo otras opciones. Es el
caso de las moléculas de ácidos nucléicos, que son estructuras universales en
los organismos vivos, lo mismo que el código genético o la manera en que se
forman las cerca de 125.000 proteínas a partir de los cerca de 25.000 genes
humanos. Hay estructuras, que podemos decir que no cambian. Pero también
conviene decir que permiten la variación, que es lo que ha venido ocurriendo
evolutivamente. Por eso el reconocimiento del cambio en Biología ha permitido
desentrañar esas estructuras universales y que no cambian que lo explican.
Tanto Heráclito con su eterno fluir y el cambio, como Parménides con su terco
alegato a favor de la estabilidad, son formas complementaras de ver el mundo
y de estudiarlo. De continuo las diferentes disciplinas recurren a los procesos
dinámicos. La misma fisiología nos habla de homeostasis (estabilidad
dinámica), que no quiere decir otra cosa que continuamente hay una estructura
estable adaptándose a los cambios que puedan ocurrir en las variables
fisiológicas, lo mismo que puede hacer la historia o la lingüística o la
antropología, que pretenden a través de la dinámica entender esas estructuras
universales que en nada cambian. La compatibilidad entre cambio y estructuras
universales es una de los grandes hallazgos modernos para entender los
secretos de las disciplinas. Si en el siglo de Pericles hubiera habido reglas para
decidir cual de los dos tenía razón, hubiera sido ir en contra de los hechos. Y
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así pasó, en el siglo IV se decidió prescindir de esas posible alternativas de
explicación científica. Unos abandonaron la idea de dinamismo, negando
simplemente la capacidad de cambiar, mientras otros se aferraron a la
estabilidad. Ambas maneras de pensar no llegaron al acuerdo de la
complementariedad, que hoy no tenemos inconveniente en reconocer como
motor de la explicación científica.
Los atomistas griegos son sabios presocráticos que plantean una de las ideas
más brillantes e ingeniosas en la búsqueda de esos elementos esenciales con
lo que explicar la naturaleza. Uno de ellos del que sabemos muy pocas cosas
fue Leucipo, del que no conocemos fechas de nacimiento y muerte y solo que
floreció a mitad del Siglo V antes de nuestra era. Sus principios atomistas los
recogió en un libro titulado Megas Diacosmos (El Gran Sistema del Mundo) del
que solo tenemos algunas noticias. Leucipo fue un determinista y finalista,
puntos de vista que han sido muy debatidos en la ciencia, llegándose ala
conclusión de que no existen razones para que la naturaleza lo sea. Se le
atribuye la frase siguiente “nada ocurre en vano, todo tiene una causa y es
resultado de la necesidad”. Los procesos físicos no son deterministas y los
biológicos tampoco. Los propósitos humanos suelen tener finalidad, aunque en
ocasiones la dinámica social resulte no como una finalidad diseñada de
antemano, sino fruto de la casualidad.
El otro gran sabio atomista fue Demócrito de Abdera (460 o 457 - 375). Se le
considera como el filósofo risueño, tal vez en contraposición al pesimismo de
Heráclito. Demócrito era amable y extrovertido, se relacionaba con la gente con
gran facilidad. Tenía don de gentes.
Par Demócrito el mundo estaba constituido por una parte llena y otra acía. Es
la primera manifestación de la existencia del vacío. Tardarían muchos siglos en
defenderse la existencia del vació en la Física. La parte llena estaba, según sus
ideas y las de Leucipo, constituida por átomos , partículas que como su mismo
nombre indica no pueden dividirse (a-tomos = sin división). Esta definición de
entidades que formaban parte de las partes llenas es de una audacia
explicativa genial, aunque sólo lo sea conceptualmente. Nuevas referencias en
la física y la química tuvieron que esperar a los trabajos sobre este asunto de
John Dalton (1766-1844) en los comienzos del siglo XIX. Pero esta genialidad
no se queda ahí, sino que Demócrito tratará de definir los diferentes tipos de
átomos, así como su comportamiento.
Los átomos, es decir las partículas sin división, son para él infinitos (hoy
sabemos que lo infinito es una expresión matemática y en la naturaleza nada
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es infinito). También son eternos, no en el significado sobrenatural, sino más
bien en que no se crean ni tampoco se destruyen. Propone que son iguales en
sus características esenciales, pero diferentes en su forma. Estas premisas son
todo un alarde de reflexión para explicar el mundo de la realidad y de los entes
físicos, también a la larga de sus propiedades o manifestaciones.
En su afán por explicar todo con estas partículas llegaron a considerar que
había átomos de la mente, livianos e imperceptibles. Otros fueron llamados
átomos eidola (ídolo) livianos y dispersos, capaces de influir en el destino de
los hombres y podían ser la sede de los simulacros, las fantasías, las quimeras
o de la imaginación.
Fue el filósofo Epicuro, denostado por sofista, quien tomó la defensa de los
atomistas, que representaron en Grecia una adscripción muy laica y
materialista de la ciencia, cosa que fue muy criticada y perseguida. Sólo siglos
después defendió a los atomistas y a Epicuro Lucrecio en sus largo poema
materialista y ateo titulado De rerum natura (De la naturaleza de las cosas), su
traducción al español tuvo que esperar a comienzos del siglo XIX en que fue
traducido por el ilustrado, revolucionario, liberal y libre pensador José
Marchena Ruiz de Cueto (1768-1821), más conocido como “El abate
Marchena”.
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aparecen en la Iliada de Homero. La medicina, como en cualquier sociedad,
como elemento indispensable para la salud tenía una importancia social, que
transcurridos los siglos no ha dejado de influir en los sanos y los enfermos.
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Reconoce la medicina hipocrática la “vis medicatrix naturae”, nombre con el
que se conoce en latín el poder curativo de la naturaleza, por encima o además
de cualquier tipo de remedio.
“..en mi sentir [la epilepsia], no es más sagrada ni más divina que las demás
enfermedades, pues tiene una causa natural..[…]..aquellos que primero le
atribuyeron carácter sagrado….se parecían a los magos, purificadores,
charlatanes y curanderos de nuestros días….no disponiendo de un
tratamiento….se ocultaron y resguardaron detrás de la superstición....a fin de
que no se pusiera de manifiesto su absoluta ignorancia”.
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Acabamos de ver como Hipócrates nunca dejó de considerarla una enfermedad
cuyo origen era una alteración patológica.
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mis compañeros de hoy y de mañana que me obliguen a
hacerlo.
15. Hago estas promesas solemne y libremente, bajo Palabra
de Honor, en memoria de todos los que creen o hayan
creído en el honor de los médicos y en la ética de sus
actuaciones.
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hecho que algunos reconozcan un período platónico en sus primeros escritos.
Se han conservado muchos de estos y ha despertado y todavía despierta la
admiración de científicos notables. Darwin expresó su admiración por
Aristóteles cuando lo leyó ya muy mayor, meses antes de morir cuando
apareció una traducción al inglés de sus obras. Si los biólogos leen su Historia
de los Animales, podrían llegar a la misma conclusión, siempre que situemos
su obra en su época, o en su contexto.
Sobre física escribió varios libros. Estableció que había leyes que regían el
mundo supralunar, el de los planetas y las estrellas, que era siempre regular y
en órbitas circulares, y otras muy distintas en el mundo sublunar donde los
movimientos no eran regulares y en el que los objetos que se arrojaban con un
determinado impulso acababan por caer sin ninguna posibilidad de mantener
un movimiento continuo y de giro alrededor de la tierra. Esta contribución sería
considerada como falsa mucho más tarde, pero era una explicación natural,
aparentemente racional y admisible, como se demuestra por supervivencia
hasta el siglo XVI en que comenzó a ponerse en cuestión. Para Aristóteles
había unos pocos tipos de movimiento que podrían explicar la dinámica en el
mundo sublunar:
“La naturaleza no hace nada superfluo” (Partes de los Animales, IV, 691B)
“cada cosa existe para algo” (Generación de los Animales, V, 778B)
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“La causa {de tener el pelo duro}..es que el frío endurece...{...} es en el caso de
los animales salvajes la vida al aire libre, y en los otros, el tipo de lugar donde
viven”
“Entre los animales, son especialmente los hombres los que se quedan calvos
de forma manifiesta, pero tal afección es algo universal; pues también entre las
plantas, unas son de hoja perenne y otras de hoja caduca, y entre las aves, las
que hibernan pierden las plumas”
(Generación de los Animales, V, 783A)
“La vida de los animales pude dividirse, pues, en dos actos - procreación y
alimentación – ya que en esos dos actos se concentran todos sus intereses y
su vida. El alimento {que consumen} depende principalmente de la sustancia
de que están claramente compuestos, pues el origen de su desarrollo residirá
en todos los casos en esa sustancia. Y todo cuanto se conforme con la
naturaleza será agradable. Y todos los animales persiguen el placer
manteniéndose dentro de su naturaleza”
(Historia de los Animales, VIII, 588 B)
Esta otra hace alusión asus observaciones sobre las migraciones de los
animales:
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Estas otras son un buen ejemplo de las explicaciones aristotélicas:
“La sangre es para los animales que la tienen el alimento en su último estadio,
del que se desarrollan las partes...el corazón es el que culmina el proceso {de
la alimentación}..es forzoso que se halle en el corazón el principio del alma
sensitiva y el de la nutritiva” (Parva Naturalia, III, 469A)
“La naturaleza procede paso a paso desde las cosas inanimadas a la vida
animal de tal manera, que no es posible determinar la línea exacta de
separación, ni señalar de que lado debe colocarse una forma intermedia
y de ahí que en la escala ascendente a las cosas inanimadas le siga la planta y
entre las plantas una diferirá de la otra por la dosis aparente de vitalidad; en un
apalabra, mientras el conjunto de todas las plantas carece de vida, si se las
compara con un animal, están dotadas de vida si se las compara con otros
entes corpóreos. En verdad, como acaba de señalarse, se ha observado en las
plantas una escala continua que asciende hacia el animal. Así en el mar ha
ciertos organismos respecto a los cuales uno se vería en apuros si tuviera que
determinar si son animales o vegetales. Por ejemplo algunos de ellos estan
arraigados en otros y perecen si se les separara, así el “pinna” se arraiga en
lugares especiales, y el “solen”(sable) no puede vivir si se le saca de su
madriguera. En verdad, hablando en general, todos los testáceos, si se les
compara con otros animales se asemejan a vegetales.
En cuanto a la sensibilidad, algunos animales no dan señal alguna de ella,
mientras otros la demuestran vagamente. Además, la sustancia de alguna de
estas criaturas es carnosa como en el caso de los llamados “tetiados”(ascidias)
o de los “acalefos”(medusas); pero la esponja es, en todo sentido, semejante a
un vegetal. Y así, a través de toda la escala animal existe una gradual
diferenciación en cuanto se refiere a vitalidad y capacidad de movimiento.
Una afirmación semejante es válida en materia de hábitos vitales. Así en las
plantas que nacen de una semilla parece ser su única función la reproducción
de su propia especie particular; y la esfera de acción de algunos animales se
limita en forma parecida. Puesto que la facultad de reproducción es la misma
para todos por igual. Pero si se agrega la sensibilidad, sus vidas diferirán
entonces entre sí, ya en cuanto al acoplamiento por la variable cantidad de
placer que deriva de éste, ya también respecto al modo de alumbramiento y de
criar la prole”
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COSAS INANIMADAS - VEGETALES (MAYOR O MENOR VITALIDAD) –
ANIMALES (MAYOR O MENOR SENSIBILIDAD Y MAYOR O MENOR
SOCIABILIDAD)
(Historia de los Animales, VIII, 588B)
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CLASIFICACIÓN EN ARISTÓTELES
SERPIENTES
POR SU GENERACIÓN OVÍPAROS
PECES
DE GENERACIÓN
ESPONTÁNEA
TESTÁCEOS (moluscos)
ANAIMA CRUSTÁCEOS
(sin sangre)
invertebrados CEFALÓPODOS
INSECTOS
-Una parte significativa de los escritos de Aristóteles trata de los seres vivos.
Partes (anatomía); Historia (indagación o biología); Generación (desarrollo
embrionario)
-Poseía un buen conocimiento empírico y observó con detenimiento la
naturaleza
-Utiliza explicaciones lógicas bien argumentadas y causales. Muchas son
falsas, pero las causas de los fenómenos siempre son naturales.
-Utiliza con frecuencia vías analógicas y el sentido común y relaciona procesos
aparentemente inconexos
-Su formulación de una Escala naturae o gradación de los seres vivos desde
los más inanimados y de escaso grado de organización hasta los más
sensibles y complejos puede confundirse con una visión evolucionista.
-Se manifiesta determinista y finalista.
-Los criterios para ordenar (clasificar) a los seres vivos se basan en su
concepción de la Escala Naturae.
-Sitúa al hombre (animal racional) como la representación de la mayor
sensibilidad y complejidad y con un mejor grado de organización
-Su influencia en la Biología se hace notable en el siglo XIII cuando se
prescinde de Platón y su influencia es total hasta el evolucionismo del siglo
XIX.
-Algunas ideas de Aristóteles se han utilizado para denigrarlo o para
presentarlas como argumento de autoridad.
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El otro gran biólogo, en este caso más destacado por su obra botánica y
lapidaria, fue Teofrasto de Ereso (Isla de Lesbos) (372-C. 288-286). Discípulo
de Aristóteles en el Liceo, la institución que fundó el gran científico al que
acabamos de nombrar, sería su heredero en esta institución. Por fortuna nos
han llegado sus obras hasta nuestros día siendo su Historia Planatarum la que
lo define mejor como científico y como biólogo. De origen humilde, su padre fue
batanero, debió a su inteligencia su ascenso y la buena consideración que tuvo
ante su maestro.
Su Opera Omnia (Obra completa) fue publicada por Friedrich Wimher en París
en 1862 en 462 págs. De ellas 319 son escritos botánicos, pero se encuentra
incluida su interesante obra Caracteres. Otras obras suyas incluidas en estas
obras coimpletas son la que se titula Sobre el fuego (en forma de fragmentos),
Sobre las piedras, en la que se describen fósiles, piedras preciosas, perlas y el
coral.
En ella clasifica los minerales según peso, color, transparencia, brillo, fractura
y dureza. Oras obras incluidas son Sobre los signos del tiempo (fragmentos),
que son trabajos astronómicos y Sobre los olores (fragmentos)
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generación espontánea pudo ser rebatida de forma definitiva por Louis pasteur
en la segunda mitad del Siglo XIX.
Teofrasto también llega a citar algunas plantas exóticas como la higuera de la
India (Ficus bengalensis)
A MODO DE CONCLUSIÓN
Con esta incursión en el conocimiento griego, puede uno darse cuenta del gran
esfuerzo desplegado por los presocráticos y de la inesperada tolerancia en que
pudieron convivir muy diferentes formas de entender la naturaleza. Baste de
ejemplo los supuestos de Heráclito y Parménides, la pretensión de Pitágoras
de entender la naturaleza con las matemáticas, todavía sostenida por muchos
matemáticos, o el marcado materialismo y ateismo de los atomistas Leucipo y
Demócrito. Sin dejar de olvidar a Hipócrates, el médico sensato, clínico y gran
defensor del combate de los propios individuos con sus propios recursos contra
algunas enfermedades.
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