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UNIVERSIDAD INCA GARCILASO DE LA VEGA

FACULTAD DE ESTOMATOLOGIA

CURSO :

DOCENTE : ___________________________________

TEMA : ___________________________________

ALUMNO : ___________________________________

CICLO : ___________________________________
2010-II

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ÍNDICE
INTRODUCCIÓN 3

I. CONCEPTO 4

II. ETIOLOGÍA 5

III. FISIOPATOGENIA 5

IV. ETIOPATOGENIA 5

V. EPIDEMIOLOGÍA 6

VI. CARACTERÍSTICAS 7

6.1. CARACTERÍSTICAS CLÍNICAS 7

6.2. CARACTERÍSTICAS RADIOGRÁFICAS 8

6.3. CARACTERÍSTICAS HISTOPATOLÓGICAS 9

VII. DIAGNÓSTICO 10

7.1. PRUEBAS DIAGNÓSTICAS 10

7.2. DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL 11

VIII. PRONÓSTICO 11

IX. TRATAMIENTO 12

9.1. MANEJO TERAPÉUTICO 13

X. COMPLICACIONES 13

XI. CASOS CLÍNICOS 14

XII. CONCLUSIONES 21

XIII. INFOGRAFÍA 21

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INTRODUCCIÓN

El quiste dentígero es el segundo tipo más común de quistes odontogénicos


asociados a la corona de un diente no erupcionado o en desarrollo. El quiste
que encierra a la corona del diente retenido está adherido al diente alrededor
por la región cervical.

Este quiste permanece generalmente asintomático pero puede producir


inflamación y expansión ósea.

Los quistes dentígeros son comúnmente diagnosticados por su apariencia


radiográfica como una zona radiolúcida circunscrita al área que rodea la corona
de un diente.

El quiste dentígero representa una entidad patológica de gran importancia en el


contexto de las patologías que afectan el complejo facial. La importancia de su
estudio radica en la capacidad del epitelio del quiste en transformarse en
patología neoplásica en algunos casos, por lo que es necesario, que los
estomatólogos conozcan las características clínicas y radiográficas de este
quiste, el tratamiento y el pronóstico de la lesión. También se considera una
lesión de importante significado clínico en odontopediatría pues involucra un
gran número de pacientes jóvenes.

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QUISTE DENTÍGERO

I. CONCEPTO:
El Quiste Dentígero, es un quiste odontogénico, que rodea a la corona de
un diente no erupcionado.
Regezi y Sciubba, 1993, describen al quiste dentígero como un quiste
odontogénico frecuente, asociado a la corona de un diente no erupcionado,
que se asocia a la ruptura del retículo estrellado durante la amelogénesis,
denominado epitelio reducido del esmalte. Una causa común del retraso en
la erupción de la dentición permanente, es la presencia de este tipo de
quistes dentígeros que interfieren con el proceso normal.

II. ETIOLOGÍA:
Se origina por alteración del epitelio adamantino después de la formación
completa de la corona con acumulación de líquido entre las capas del
epitelio adamantino o entre este y la corona dental. Si esta degeneración
ocurriera antes de la formación coronaria, el resultado sería un quiste
primordial.

UBICACIÓN
1. Se forma alrededor de la corona dentaria
2. Expande tablas óseas

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3. Desplaza piezas dentarias retenidas
4. Limite neto corticalizado
5. Espacio de lecho periocoronario ensanchado mas de 3 a 4 mm.
Un espacio ensanchado mas de 2 o 3 mm tambien puede ser una
hiperpalsia del saco pericoronario.

III. FISIOPATOGENIA
En cuanto a la fisiopatogenia de la lesión encontramos dos teorías ligadas
a este tipo de quistes:
• Debido a trastornos en el desarrollo del germen dentario,( por
desplazamiento o retención de este), falta de erupción dentaria o
alteración cronológica de esta. En el cual entre el epitelio adamantino
interno y externo se forma un espacio hueco quistito, en el que se
acumulan líquidos. Si la alteración se produce en el periodo
embrioblastico, cuando todavía no se han formado las sustancias
duras. Se desarrolla un quiste sin diente o quiste primordial.
Si la formación del quiste se inicia en el periodo odontoplástico, se
encuentra un diente rudimentario en el folículo quistico.

• Lesiones inflamatorias del germen dentario, en esta teoría el


quiste inicia su desarrollo en dientes formados, al menos en la corona,
pero que no han erupcionado, y el desencadenante de este fenómeno
seria un proceso inflamatorio apical o marginal de los dientes deciduos
o una infección hematógena. La exudación da así lugar a la formación
de un intersticio entre la superficie del esmalte y el epitelio
adamantino, intersticio que por la involución de la pulpa adamantina, se
convierte en el quiste cuya pared esta compuesta por las dos capas
de epitelio adamantino, interna y externa unificadas.

IV. ETIOPATOGENIA
Existen hasta la actualidad varias teorías que tratan de explicar el origen
de los QD, aunque no se logre una comprensión completa y uniforme en
cuanto a su mecanismo de producción. Aún cuando estas teorías no
fueron propuestas recientemente, en la actualidad mantienen su vigencia

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y son consideradas las de mayor importancia. La teoría más conocida
según Malassez entre 1885-1887, plantea que el QD se origina después
que la corona del diente se ha formado por completo, mediante la
acumulación de líquido entre el epitelio reducido del órgano del esmalte y
la corona del diente subyacente ya formado. Mientras que Gillette y
Weihmann en 1958 y Bloch-Jorgensen en 1928, hablaron sobre el origen
extrafolicular del QD, el cual sugiere que se origina de quistes
periapicales en dientes primarios que van creciendo y englobando al
germen del diente permanente. Aún cuando estas sugerencias son
posibilidades teóricas, no existe suficiente evidencia para soportarlas. Una
tercera teoría propuesta en 1941 por Thoma sugiere que algunos QD
pueden comenzar su formación por degeneración del retículo estrellado
durante la aposición del esmalte. Por otra parte, Al-Talabani y Smith en
1980, realizaron un estudio de QD experimentales e hipoplasia de
esmalte, su importancia y significación con la patogénesis. Las
observaciones en este estudio sugirieron la posibilidad de existencia de
dos tipos de QD; quizás con causas diferentes y de aparición en distintas
etapas del desarrollo dentario. En este trabajo se concluyó que, unos
podrían comenzar en una etapa temprana del desarrollo y es
comúnmente asociada con hipoplasia de esmalte; estos quistes
comienzan con degeneración del retículo estrellado del órgano del
esmalte. El otro tipo comenzaría a desarrollarse después de que la corona
se ha formado totalmente y se origina por la separación de las células
dentro del órgano del esmalte, debido a la acumulación de fluidos; la
hipoplasia del esmalte, en este caso, no es una característica significativa.

V. EPIDEMIOLOGÍA
El QD casi siempre está asociado con la corona de un diente permanente
normal, retenido, no erupcionado, rara vez en primarios. Se presenta más
comúnmente en pacientes de sexo masculino, en la segunda y tercera
décadas de la vida, en un 70 a 75 % en el maxilar inferior. Aparece, según
orden de frecuencia, asociado a los terceros molares inferiores, seguido
por los caninos superiores. Cabe resaltar que en el caso clínico que se
presenta en este artículo, el QD está asociado al canino inferior, cuya

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incidencia es muy baja (2,56%).

VI. CARACTERÍSTICAS
VI.1. CARACTERÍSTICAS CLÍNICAS
Los síntomas en el QD son escasos y rara vez alcanza grandes
proporciones, cuando esto sucede se detecta clínicamente, ya que
produce expansión ósea y asimetría facial, debido a la excesiva
presión interna de la lesión, lo que predispone a la producción de
fracturas patológicas por erosión del hueso cortical, sin embargo, en
la mayoría de los casos es detectado como un hallazgo radiográfico.
Presentan un crecimiento lento pero continuo, provocando expansión
de las corticales óseas, en ocasiones con perforación de éstas, y
afectación de las estructuras próximas, pudiendo extenderse a seno
maxilar y suelo de órbita cuando se originan en la región canina
superior, y hacia la rama ascendente cuando afectan al tercer molar
inferior.

También debemos estar atentos en observar si hay pérdida de los


dientes, intensa reabsorción radicular de los dientes adyacentes y
dolor, los cuales son secuelas del continuo agrandamiento del quiste.
Por otra parte, es potencialmente capaz de convertirse en una lesión
agresiva.

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VI.2. CARACTERÍSTICAS RADIOGRÁFICAS
Se presentan radiotransparencias circunscritas que rodean la corona
del diente. Puede provocar la reabsorción de las raíces de piezas
adyacentes. En ocasiones pueden alcanzar gran tamaño donde
puede desplazar al diente hacia la rama ascendente del maxilar
inferior y en el maxilar superior hacia arriba a y hacia atrás.
Planteando entonces el diagnóstico diferencial con lesiones con
mayor agresividad como el ameloblastoma o el queratoquiste.

El examen radiográfico del maxilar que está afectado por un QD


revelará una lesión radiolúcida bien definida, con cortical, alrededor
de la corona de un diente no erupcionado. Las lesiones pequeñas de
menos de 2,0 cm de diámetro son "uniloculares". Sin embargo, si no
son detectadas tempranamente, la lesión puede crecer y se vuelve un
quiste dentígero "grande y multilocular", lo que hace posible la
confusión con otras lesiones más agresivas, como por ejemplo el
ameloblastoma. A veces se observa una radiolucidez pericoronaria
incipiente que confunde entre un quiste dentígero pequeño y un
folículo o espacio folicular dental ligeramente dilatado. Para esto,
Maroo en 1991 señala que estos quistes inicialmente se presentan
como una radioluscencia unilocular pericoronaria, cuyo ancho excede
de 2,5 mm. Sin embargo, se establece que hay que realizar un control
radiográfico, para seguir la evolución del diente y determinar si se
trata de una lesión o simplemente de la dilatación del folículo dentario
en la fase pre-eruptiva.

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VI.3. CARACTERÍSTICAS HISTOPATOLÓGICAS
Para esta lesión no hay características microscópicas típicas que
puedan distinguir entre un QD y cualquier otro quiste odontogénico.
Por lo general, está constituído por una pared de tejido conectivo con
2-3 capas de células epiteliales planas o cúbicas que tapizan la luz
del quiste. Generalmente no presenta queratina, pero algunos pueden
presentar esta característica que muchas veces es señal de
transformación a otras lesiones más agresivas, como el queratoquiste
odontogénico. Otros pueden mostrar la proliferación de los restos
epiteliales en la luz del quiste indicando que se ha desarrollado una
neoplasia benigna pero agresiva, como lo es el ameloblastoma.

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VII. DIAGNÓSTICO
VII.1.PRUEBAS DIAGNÓSTICAS
Para poder llegar a un diagnóstico certero de la lesión, se deben
tomar en cuenta un conjunto de características recogidas en el
estudio clínico, radiográfico e histopatológico. Los aspectos clínicos
se obtienen mediante la observación clínica del paciente, y la
sintomatología que nos refiere. Además de realizar comparaciones
con los parámetros epidemiológicos existentes. Asimismo, realizar un
estudio radiográfico completo para detectar la posible existencia de
alguna patología no visible clínicamente, para esto el odontólogo

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dispone de una serie de técnicas radiográficas, las cuales aportan una
visión completa o parcial de los maxilares. Dentro de ellas, la más
empleada, es la radiografía dental - sinusal, comúnmente llamada
"panorámica", que es accesible y nos da una visualización completa
de ambos maxilares y de sus estructuras adyacentes. Sin embargo, si
se detecta alguna imagen anormal es necesario que se practique una
segunda radiografía que nos dé la tercera dimensión, para ubicar la
lesión en los tres planos como por ejemplo la oclusal, bien sea
superior o inferior, según el caso. Autores como Toller y col. (1995)
señalan que la tomografía computarizada (TC) resulta ser un gran
beneficio, principalmente en el caso de QD múltiples, ya que éste
estudio provee detalles exactos en las tres dimensiones de las
lesiones quísticas sin distorsión ni superposición. Todos estos
estudios nos aportan datos para determinar los posibles diagnósticos
diferenciales que puedan identificar esta lesión, y junto al estudio
histopatológico, nos permiten establecer el diagnóstico definitivo.

VII.2.DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL
 Ameloblastoma.
 Queratoquiste odontógeno.
 Tumor odontógeno granulomatoide (TOA).
 Fibroma ameloblástico.
 Quiste paradentario.

VIII. PRONÓSTICO
Cuando se trata de lesiones pequeñas, el pronóstico es bueno ya que se
elimina quirúrgicamente sin dificultad y en su mayoría no hay recidiva.
Mientras que si las lesiones son grandes, el pronóstico es reservado ya
que conllevan una gran perdida ósea y adelgazan peligrosamente al
hueso, existiendo el riesgo de producir fractura patológica del maxilar
comprometido. También es importante destacar que los quistes
odontogénicos tienen que ser considerados una posible fuente de
enfermedades metastásicas.

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IX. TRATAMIENTO
El tratamiento del quiste dentígero es la eliminación quirúrgica completa
de la lesión, la recurrencia es relativamente poco frecuente a menos que
haya habido fragmentación del revestimiento quístico y que hayan
quedado remanentes.

El tratamiento es dictado frecuentemente por el tamaño de la lesión y por


la extensión hasta la corona o el diente entero. El tratamiento tradicional
ha incluido la eliminación del diente asociado y enucleación cuidadosa del
componente suave del tejido. Sin ser este el único método, una modalidad
diferente del tratamiento incluye conservar el diente permanente durante
la cirugía. En algunos pacientes en el post-operatorio se requerirá de
aparatología ortodóntica para ayudar al proceso de erupción.

Cuando alcanzan gran volumen se pueden intervenir por técnicas


descompresivas para reducir su volumen paulatinamente hasta un
segundo tiempo quirúrgico en que se elimine la cápsula.

Las lesiones uniloculares pequeñas se eliminan a través de la osteotomía,


extracción del diente impactado y remoción de la lesión. En las lesiones
grandes puede ser necesaria una cirugía extensa donde incluso puede
haber resección de la mandíbula. Hay dos procedimientos quirúrgicos que
se emplean para eliminar estos quistes, marsupialización y enucleación.
La marsupialización es un procedimiento indicado en aquellos casos
donde se presentan QD de gran tamaño, que involucran una seria pérdida
ósea y que adelgazan peligrosamente el hueso; es muy utilizado
sobretodo en niños, en los casos que se pueda guiar la erupción del
diente impactado hasta llevarlo a una posición normal. Con relación a la
enucleación, siempre que sea posible se prefiere este procedimiento,
porque pueden existir transformaciones ameloblásticas o carcinomatosas
asociadas a la pared del QD, lo cual hace necesario enuclear el quiste y
someterlo a un estudio histopatológico, de esta manera se hace una
excisión total del tejido patológico, disminuyendo posibilidades de

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recurrencia y de transformaciones desfavorables.

En el caso de adolescentes, con un desarrollo casi completo de la pieza y


una posición no muy anómala, se tiende a un tratamiento más
conservador para intentar preservar la pieza dentaria, mediante
separación del revestimiento quístico de la pieza o mediante
descompresión primaria y, una vez haya disminuido el tamaño de la
lesión, extirpación de ésta

IX.1. MANEJO TERAPÉUTICO


Se debe valorar cada paciente de forma individualizada para optar por la
mejor opción terapeútica, dependiendo de varios factores como el
diagnóstico final, tamaño de la lesión, situación de ésta o afectación de
estructuras adyacentes.
Caben varias posibilidades terapéuticas:
 Enucleación, técnica ideal por la posibilidad de escisión completa
de la lesión.
 Curetaje con osteotomía periférica, crioterapia con nitrógeno
líquido o aplicación de solución de Carnoy.
 Descompresión y marsupialización cuando la dificultad técnica
supere a los resultados por: afectación de estructuras vecinas, riesgo
de fractura, pacientes muy ancianos o inmunodeprimidos.
 Descompresión y secundariamente enucleación.
 Resección parcial o total del maxilar afecto con reconstrucción del
defecto, preferiblemente de forma inmediata.

X. COMPLICACIONES
Stephens y otros afirmaron el riesgo a desarrollar un quiste dentígero
asociado con un tercer molar no erupcionado ha sido ampliamente
recalcado. Girod y otros señalaron la necesidad de investigaciones
adicionales que permitan identificar factores de riesgo para extraer
selectivamente el tercer molar retenido, ante el peligro de que un quiste
grande se desarrolle y calcular el riesgo cuando un tercer molar
asintomático es dejado en su sitio.

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El quiste dentígero es potencialmente capaz de convertirse en una lesión
agresiva produciendo expansión ósea, asimetría facial, desplazamiento
dental, resorción radicular de los dientes adyacentes y dolor.

En el maxilar inferior a consecuencia de un quiste dentígero de la zona


molar puede llegar a producirse una resorción casi total de la rama
ascendente, con el desplazamiento del molar. Un quiste dentígero en un
canino superior produce expansión de la porción anterior del maxilar
superior y puede semejarse a una celulitis o a una sinusitis. En el maxilar
superior puede invadir el seno maxilar y producir una sinusitis, también
puede progresar hacia las fosas nasales y la fosa pterigomaxilar
produciendo dolor e infección en ocasiones produciendo supuración y
fístulas al exterior. Además, la posibilidad de recurrencia después de
realizar una remoción quirúrgica incompleta. Las complicaciones más
serias serían:
 La formación de un ameloblastoma.
 Desarrollo de un carcinoma epidermoide.
 Formación de un carcinoma mucoepidermoide.

XI. CONCLUSIONES
El diagnóstico y tratamiento no oportuno de este quiste puede derivar en
una patología mayor como un ameloblastoma o un carcinoma
mucoepidermoide entre otras, con consecuencias que requerirán por lo
general un tratamiento más agresivo para erradicar el problema.

Fomentar al estudiante de la carrera de cirujano dentista la importancia


de conocer, aplicar e investigar para lograr un diagnostico y tratamiento
favorables de los quistes de la cavidad oral para evitar el desarrollo de
otras entidades patológicas, así como sus secuelas.

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Es un hecho resaltante la necesidad de concientizar a la población acerca
de la necesidad de someterse a un control odontológico con cierta
periodicidad.

Es importante considerar que aunque la incidencia de esta lesión es baja,


es necesaria una minuciosa evaluación clínica y radiográfica de los
pacientes que acuden a la clínica, para observar la ausencia de dientes
permanentes o la presencia de dientes supernumerarios, en las cuales el
paciente no refiere antecedentes de extracción de los mismos y la
permanencia en la edad adulta de los dientes temporales en la boca.

XII. INFOGRAFÍA
 http://www.odontologia-
online.com/verarticulo/Quiste_dentigero.html
 http://www.dentalfresnos.com.mx/articulos/protocolos/QUISTE
%20DENTIGERO.htm
 http://www.bvs.sld.cu/revistas/mciego/vol15_supl2_09/casos/c5_v
15_supl209.htm
 http://archivos.secom.org/archivo/pdf/capitulo5.pdf
 http://lizinoue.blogspot.com/2008/10/quistes-maxilares.html
 http://www.actaodontologica.com/ediciones/2002/2/quiste_dentige
ro.asp

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