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Durante el siglo XIX y comienzos del siglo XX, se diagnosticó "neurastenia" o "sistema
nervioso débil" a pacientes que en casi su totalidad eran mujeres. Dichos pacientes
presentaban fatiga, debilidad, mareos y desmayos. La prescripción de los médicos en estos
casos era simplemente guardar cama. Aunque algunos pacientes murieron, la mayoría se
recuperaron. Se considera ahora que estas personas sufrían los efectos de un desorden del
sistema nervioso.
Esta patología no debe ser confundida con la "disautonomía familiar" o síndrome de Riley-
Day que es hereditaria y afecta a personas con ascendentes judíos asquenazí.
Contenido
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Algunos síntomas concretos que puede presentar el paciente son:[4] taquicardia, bradicardia,
palpitaciones, dolor en el pecho, presión sanguínea peligrosamente baja, cambios amplios
y/o bruscos en la presión sanguínea, mareos, desmayos o estados pre-síncope, problemas
gastrointestinales, nauseas, insomnio, falta de aliento, ansiedad, temblores, micciones
frecuentes, convulsiones, empobrecimiento cognitivo, visión borrosa o en túnel, y
migrañas.
Las personas que sufren taquicardias sin razón aparente, algo que se conoce como
taquicardia sinusal inapropiada (TSI), en los casos más graves presentan migrañas severas
de forma regular y sus riñones pueden dejar de ser capaces de retener agua (diabetes
insipidus).
Diagnóstico
El diagnóstico de este síndrome depende de la categoría particular que afecte al paciente.
Uno de los métodos utilizados en su diagnóstico es la prueba de la mesa inclinada o test de
Tilt.
Tratamiento
Aunque no hay cura para la disautonomía, existen medicamentos para paliar sus efectos,
además de pautas de comportamiento que pueden ayudar a sobrellevar esta enfermedad.
El tratatmiento farmacológico de la disautonomía es complejo puesto que mientras se hacen
desaparecer ciertos síntomas otros pueden empeorarse. Entre los medicamentos que se
utilizan para tratarla destacan la fludrocortisona, la midodrina, la efedrina y los ISRS A
menudo el tratamiento se encuentra tras prueba y error en cada caso concreto.
Las medidas que pueden aliviar los efectos de la disautonomía varían según el tipo de
afección concreto. Ante la presencia de mareos suele ser recomendable tumbarse para
facilitar la llegada de oxígeno al cerebro. De forma general, se recomienda incorparar a la
rutina diaria hábitos que intenten mejorar el retorno sanguíneo, como pueden ser:
Pronóstico
El futuro de las personas con los síntomas relacionados con la disautonomía depende de la
categoría diagnosticada específica. Pacientes con uno de los tipos de disautonomía
generalizada crónica pueden experimentar una degeneración del sistema nervioso, algo que
conlleva consecuencias fatales a la larga.[7] Dichos pacientes podrían morir de forma súbita
o como consecuencia de un fallo respiratorio.
Contenido
1 Historia
2 Descripción
3 Procedimiento
4 Resultados
5 Referencias
6 Enlaces externos
Historia
El uso de la Prueba de inclinación con mesa basculante para provocar síncope con fines de
investigación es antiguo, pero como método diagnóstico del Síncope vasovagal en la
práctica clínica se inició en 1986.
Descripción
La prueba de la mesa inclinada se utiliza principalmente para saber si el síncope vasovagal
es la causa de desmayos e investigar otra posible causa.
Básicamente la prueba de la mesa inclinada se basa en inducir una reacción tipo vasovagal
en el paciente.
El síncope vasovagal sucede en pacientes que inicialmente tienen una respuesta normal
pero muestran una incapacidad para mantener la presión arterial y la perfusión cerebral
debida a anormalidades de la regulación autonómica. El porcentaje de resultados positivos
de la Prueba de inclinación en el grupo de pacientes con síncope oscila, en promedio, entre
el 26% y el 75% de los casos.
Si la presión arterial cae demasiado bajo, no habrá flujo de sangre al cerebro y la persona se
desmayará. Cuando la persona se desmaya se le pone inmediatamente en un posición
horizontal así es más fácil que la sangre logre llegar al cerebro y la persona despierte.
Procedimiento
Se le pide al paciente se recueste en una mesa especial con capacidad de inclinación y es
sujetado por medio de correas de seguridad tanto sobre el pecho como por las piernas, de la
misma manera que es usado para una persona que ha perjudicado su médula espinal. Esta
mesa permite poner al paciente de una posición horizontal total a una posición vertical
total, sin ningún esfuerzo para él.
Resultados
Según responda el paciente y los resultados obtenidos con el equipo de diagnostico
empleado, se pueden obtener los sigientes resultados.
Resultado negativo, el paciente no padece alguna disfunción vascular que cause sus
síntomas.