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El objetivo de cualquier novela realista (y después de la naturalista) es crear una visión lo más
real y objetiva posible de la realidad. Para lograr este objetivo el autor emplea diferentes
recursos temáticos y técnicos (formales) de los cuales podemos encontrar ejemplos en este texto
que hemos de comentar.
En primer lugar observemos cómo el autor, rechazando los postulados del Romanticismo,
rechaza la imaginación y la fantasía. Al contrario de las obras románticas, en el realismo se
retrata la realidad más cotidiana, los detalles más precisos de la vida corriente, y se toma como
base social la burguesía. En el texto observamos cómo la operación de Hippolyte revoluciona la
vida del pueblo (la gente habla en las tiendas del hecho, pero no compra), cómo (presa de la
falta de instrucción y la educación supersticiosa propia del pueblo llano) Hippolyte piensa que la
solución a su problema es una peregrinación religiosa. Del mismo modo el doctor Canivet se
preocupa más del bienestar de su caballo que el de sus enfermos, etc.
Uno de los principios básicos del realismo es alcanzar la objetividad. Para lograrlo el autor
dispone de varios recursos de carácter técnico que tienen a hacer desaparecer al narrador, así
como sus opiniones. Veamos algunos ejemplos sobre nuestro texto:
a.- narrador en tercera persona.- Supone el grado máximo de objetividad, indica la máxima
distancia posible entre el narrador y la materia narrativa. En la novela realista el narrador debe
permanecer al margen de la acción (en la medida de lo posible). La novela es testimonio,
análisis de la sociedad; por lo tanto, el narrador sólo puede mostrar, nunca juzgar.
En el texto observamos la 3ª persona en el discurso del narrador: “…por más que variaban las
pociones y se cambiaban las cataplasmas, los músculos se iban despegando cada vez más…”
Sin embargo, a pesar de los esfuerzos por mantenerse neutral, en ocasiones el narrador
se deja llevar y juzga los comportamientos de sus personajes (“…sacrificó su dignidad a los intereses más
serios de su negocio…”).
b.- narrador omnisciente.- si el objetivo es crear una imagen verosímil y total de la realidad
no se puede partir de un narrador con sabiduría reducida. El narrador debe poder penetrar en los
pensamientos más íntimos del personaje, mostrárnoslo tal cual es, en toda su miseria o su
grandeza. Esto sólo se puede lograr a partir de un narrador omnisciente.
“…Homais sufría escuchando este discurso, y disimulaba su desasosiego bajo una sonrisa de cortesano, poniendo cuidado en tratar
bien al señor Canivet, cuyas recetas llegaban a veces hasta Yonville…”
En este texto no encontramos diálogo, pero sí una especie de monólogo donde Canivet
se indigna antes las nuevas técnicas médicas que llegan de París y que causan, en su inmodesta
opinión, más daño del que remedian.
Lo que sí hallamos en el texto son palabras literales del personaje insertas en el discurso
del narrador (“No se arriesgaba nada”, “la causa de todo”). Sabemos que se trata de comentarios hechos por
los personajes y transcritos por el narrador de manera literal porque están marcados como tales
por las comillas.
d.- discurso indirecto-libre.- esta es otra de las innovaciones técnicas (formales) del realismo
que contribuyen a dotar de verosimilitud al texto, pues muestran –dentro del discurso del
narrador- los pensamientos literales del personaje, su corriente de consciencia (sin comillas,
sin verbos de lengua o pensamiento introductorios).
e.- documentación e investigación previas.- no se puede intentar dar una imagen verosímil de
una realidad sin comprenderla; y no se puede comprender algo que no se conoce. Los autores
del realismo (y, sobre todo los del naturalismo) realizan una tarea previa de investigación que
les permita dominar todas aquellas facetas de la realidad que se desea mostrar.
A través de este comentario hemos intentado mostrar que el texto se puede insertar dentro de la
corriente literaria del realismo, pues cumple muchas de sus características más significativas.