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Verdad Sobre El Sistema Monetario
Verdad Sobre El Sistema Monetario
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ÍNDICE
INTRODUCCIÓN……………………………………………………………...3
H/ CONCLUSIÓN………………………………………………………………..32
I/ NOTAS……………………………………………………………………........33
J/ DOCUMENTACIÓN RELACIONADA…………………………………….37
2
Introducción
3
A/ EL SISTEMA BANCARIO CENTRALIZADO
BC = Banco Central
BCE = Banco Central Europeo
SEBC = Sistema Europeo de Bancos Centrales
(2)
Además de no estar sujeto a control democrático , queda expuesto que el
poder monetario y crediticio se ha centralizado en Europa, posicionándolo en un ámbito
supranacional (el BCE controla al SEBC, es decir, al conjunto de bancos centrales de
cada país miembro de la UE).
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“Economía. Bachillerato”, D. Francisco Mochón Morcillo; editorial McGrawHill
3)
Y por si quedaba alguna duda ( :
El Banco Central Europeo posee personalidad jurídica propia. Es decir, que tiene
capacidad de obrar y actuar con plena independencia de la Administración, del
4
gobierno ( ).
Definición de “personalidad jurídica”:
“Junto a las personas físicas existen también las personas jurídicas, que son entidades
a las que el Derecho atribuye y reconoce una personalidad jurídica propia y, en consecuencia,
capacidad para actuar como sujetos de derecho, esto es, capacidad para adquirir y poseer
bienes de todas clases, para contraer obligaciones y ejercitar acciones judiciales”
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“Economía. Bachillerato”, D. Francisco Mochón Morcillo; editorial McGrawHill
De modo que los Bancos Centrales nacionales han quedado como los
subordinados del Banco Central Europeo en cada uno de los estados miembros,
cediendo su antigua función en la autoridad central bancaria europea.
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Cuadro extraído de la web: http://www.eumed.net/cursecon/12/12-5.htm
Leemos:
En el pasivo se anotan las deudas que el banco tiene contraídas e incluye por tanto las
reservas que la banca privada haya depositado, los depósitos realizados por las
administraciones públicas y los billetes y monedas en circulación.
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De modo que el banco central maneja todos los recursos monetarios y crediticios
de la Nación (también del Estado). Obviamente, en teoría no maneja directamente toda
la riqueza de la nación, como puedan ser los bienes de consumo que posean los
ciudadanos o las patatas de tu huerto. Pero en la práctica, siendo que los créditos suelen
ir avalados por bienes, muchos de los bienes en posesión de los ciudadanos (terrenos o
casas) respaldan muchos de los créditos bancarios emitidos.
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Es decir, el dinero se crea sobre la emisión de crédito (préstamos); única y
exclusivamente.
Por lo tanto, los particulares depositaban algo de valor (oro) en las arcas de los
orfebres, que hacían el papel de custodios de la riqueza ajena. Como contrapartida al
valor depositado, el orfebre extendía un vale que acreditaba la riqueza depositada en sus
arcas (ejemplo de esto: Pepe deposita un kilo de oro al señor orfebre y el señor orfebre
extiende un vale que se respalda en el valor depositado, por ejemplo extendiendo 1000
vales equivalentes a un gramo de oro cada uno, de modo que Pepe puede ir al mercado y
comprar una vaca por 100 vales lo que acredita al vaquero la confianza en que, con
dicho vale, el orfebre, hombre de supuesta reputación contrastada, le entregará 100
gramos de oro).
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E/ LA RIQUEZA QUE GESTIONA EL BC (II)
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Otra posibilidad es:
c) Venta de un bien
• Posees algo y lo vendes: tu casa, tu coche, tu máquina de coser, tu
carromato, tu lavadora, tu flauta, tu cuerpo, tu ordenador, tus tierras, etc.
• Eres un “manitas” y fabricas algún artefacto útil o artesanal con
materiales reciclados de deshecho o del campo…
Aquí la razón del dinero monetario adquirido está en la venta de un objeto material
que se posee o se ha “creado”.
En estos 3 casos generales (a, b y c), que son los más usuales para el común de los
ciudadanos, no hay ningún proceso de monetarización, o creación de moneda,
directamente implicado. Ahora bien, indirectamente sí, por supuesto: el dinero “está
ahí”. El origen del dinero percibido por los sujetos receptores de moneda en los casos
anteriores es previo a la realización de sus transacciones, y se sitúa en:
- Empresas
- Estado
- Otras personas que, a su vez, han obtenido dinero de empresas o del
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estado.( )
Por tanto llegamos al origen más visible de donde sale el dinero para el común de
los mortales: las empresas y el estado. ¿Cómo consiguen el dinero las empresas o el
estado? Llegaremos en breve a eso. Pero por el momento, recalcar que el ciudadano
consigue su dinero a cambio de un valor, de una riqueza propia y personal: tiempo,
conocimientos, habilidades, posesiones; el dinero así conseguido no se ha creado ex-
profeso para concretamente cada una de dichas transacciones comerciales o
económicas, sino que el dinero en circulación, previamente creado, las posibilita. Por
supuesto, este dinero que la gente se gana cada uno a su manera es posteriormente
susceptible de ser almacenado, total o parcialmente, en una hucha o depositado en un
banco, o un fondo de inversiones, etc. Todo este dinero en circulación, incluidos los
ahorros debajo de un ladrillo o en una cuenta bancaria, es el pasivo del Banco Central.
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Recordemos que “Todo el pasivo está globalmente respaldado por todo el activo, su
contrapartida contable, ya que sus sumas coinciden…”… coinciden, o al menos así debería
ser en buena lógica teórica. Luego veremos si es así.
Una vez analizado el pasivo, procede ahora analizar en qué consiste, pues, el activo
del Banco Central, es decir, aquello que respalda el dinero y le da su valor.
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Por tanto, queda claro que el oro no es el activo que constituye la contra-partida
al pasivo (es decir, al dinero). ¿Qué respalda entonces el dinero? Fácil, aquello que se
consideren activos del Banco Central. Recordemos:
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Por tanto, queda demostrado (por si alguien lo dudaba) que los Estados pueden
recibir créditos del sistema bancario.
Y aquí lo tenemos: los créditos que el BC otorga al Estado y a los bancos
comerciales (BBVA, el Santander, la Caixa, Bancaja, etc) son esa contrapartida. Los
créditos emitidos, es decir, la asunción de deuda por parte de los solicitantes de crédito,
es lo que respalda el dinero. Es el activo que respalda al pasivo.
Y recordemos que el dinero, según el libro de texto de economía de Bachiller,
es, como vemos inmediatamente, el pasivo:
Los depósitos del sector público y el capital son las cuentas de ahorro o
inversión. Es decir, dinero no circulante, pero dinero al fin y al cabo (lo que se
denomina “anotaciones contables” o “anotaciones a la vista”; es decir, el importe en
números que aparece en tu cuenta bancaria que se considera “dinero” aunque no haya
un billete emitido para representar dicho valor en la realidad material).
Confunde que se incluya aquí “reservas del banco central”, ya que según
diversas fuentes, las reservas del banco central son activos. Por tanto entendemos que
estas “reservas del BC” se refieren a dinero en papel moneda almacenado en la caja del
BC.
Llegados a este punto, para acabar de entender lo anteriormente expuesto, es ya
por fin inaplazable abordar la importante cuestión: ¿cómo se crea el dinero?
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F/ CREACIÓN DEL DINERO
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- Aumento del crédito al sistema bancario (si se emiten créditos, eso supone que
hay solicitantes que asumen DEUDA, lo que implica un engrose de los
ACTIVOS, considerados “valor”, del banco central – cf: cuadro del “balance
del BC”–). Hay que entender que si el BC concede un préstamo a un banco
comercial (BBVA, Santander, CAM, Caja Madrid, etc, etc…) es porque éste
posee solicitantes de deuda (clientes demandantes de préstamos dispuestos a
asumir una deuda) a los que quiere satisfacer.
- Compra de títulos financieros: los títulos financieros representan DEUDA de
uno u otro tipo. Ilustremos brevemente qué son los “títulos financieros”.
La DEUDA (o lo que es lo mismo: los activos) es, por tanto, un producto que se
vende y se compra en los mercados financieros como las verduras en el mercado del
pueblo. Es considerado un “valor”, y, cómo tal, sujeto a transacciones económicas (y a
especulación).
Este mercado es usado como una herramienta por el BC para regular la cantidad
de dinero circulante. ¿Cómo? Fácil: comprando títulos financieros (emitiendo dinero y
aumentando así el dinero circulante) o vendiendo títulos financieros que pueda tener en
sus reservas el BC (recibiendo dinero a cambio, y retirando así dinero de la circulación).
No olvidemos que un título financiero es, a fin de cuentas, la representación de una
deuda asumida (de un particular o empresa o administración: por ejemplo, hipotecas –
donde un particular asume una deuda con el banco –, o bonos/letras del estado – donde
el estado asume una deuda con el particular o empresa que invierte dinero comprando
esa deuda a cambio de unos rendimientos económicos en forma de intereses que serán
percibidos a lo largo del tiempo).
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“Economía. Bachillerato”, D. Francisco Mochón Morcillo; editorial McGrawHill
“Activos de caja del sistema bancario” es lo que en el recuadro del balance del
BC aparece como “depósitos de la banca privada”.
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- haber sido acumulado previamente: lo cual implicaría que, en efecto, el BC
acumula dinero “real” (es decir, con su correspondiente respaldo de valor, o activo, en
el momento de su creación/emisión, y la consiguiente actividad económica desarrollada
por el demandante de crédito para devolver el dinero prestado más el interés)
acumulándolo al margen de las arcas del estado, haciendo valer su naturaleza jurídica
independiente (recordemos que el BC posee personalidad jurídica propia).
La primera opción parece contradictoria con las bases del sistema monetario. La
segunda opción se deduce más coherente con la propia lógica sistémica. Retomaremos
este punto más adelante.
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Veamos a continuación un gráfico del mecanismo de regulación monetaria.
- de las cantidades de dinero que las personas depositan en sus cuentas bancarias;
- de los ingresos periódicos de la devolución de los plazos de los préstamos con
los intereses asociados;
- de la venta de los títulos financieros a otras entidades… es decir, tu hipoteca,
que te ha concedido por ejemplo el BBVA, es susceptible de ser vendida a otro
banco o entidad financiera como un activo, un producto, en el mercado
interbancario (como hemos visto, el Banco Central puede adquirirlos y
revenderlos, regulando con ello la masa monetaria circulante). Lo mismo con
títulos financieros del Estado.
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“Economía. Bachillerato”, D. Francisco Mochón Morcillo; editorial McGrawHill
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“Economía. Bachillerato”, D. Francisco Mochón Morcillo; editorial McGrawHill
Lo que hicieron los orfebres en la edad media, y que es el origen del negocio de
los bancos, fue prestar dinero que otros les dejaban en custodia (porque raramente se
retiraba el dinero), lucrándose con ello…por medio del interés asociado al préstamo. Es
decir, circulaba más dinero (vales convertibles en oro) que la cantidad de oro real que
custodiaban, el cual era la teórica contrapartida real a esos “vales” circulantes.
Como vemos, los orfebres emitían una cantidad de billetes que representaban en
su conjunto más valor del que realmente era atesorado. Esto es lo que podría parecer
que sucede hoy en día: se podría pensar que se emite más dinero que el valor que lo
respalda…pero, si consideramos la DEUDA como un valor, entonces este problema
queda teóricamente solventado. Ya que el nuevo dinero se crea SIEMPRE sobre la base
de una deuda asumida (por el agente económico que sea: Estado, administración
pública, empresas, particulares…), la contrapartida entre dinero circulante y depósitos
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bancarios (pasivo), por un lado, y los títulos financieros de deuda (activos), por otro
(7)
lado, es teóricamente perfecta.
Es decir, que dado el coeficiente de reserva (que equivale al coeficiente que rige
la creación de dinero mediante el llamado “sistema fraccionario”), el BC calcula y
controla la cantidad de “dinero base” (que luego se expandirá según el sistema
fraccionario hasta donde permita el coeficiente establecido) como medio de control de
la cantidad de dinero en circulación (la cual es susceptible de regulación mediante el
mecanismo anteriormente descrito de intervención en el mercado interbancario de
compra-venta de títulos financieros).
Como vemos, resulta importante para el sistema bancario que las necesidades de
liquidez de los agentes económicos no estén en peligro; es decir, que el día que quieras
“monetarizar” parte o todo el dinero que aparece como “anotación contable” en tu
cuenta bancaria, o quieras cobrar un cheque que hayas recibido (o cualquier otro caso
similar), haya suficiente dinero-moneda disponible para ti.
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“Economía. Bachillerato”, D. Francisco Mochón Morcillo; editorial McGrawHill
Aquí nos encontramos con el punto clave por el que nos preguntábamos
previamente: ¿de dónde sale el “primer dinero”, es decir, la primera base sobre la cual
se desencadena toda la cadena de creación de nuevo dinero por la aplicación del
coeficiente de reserva o multiplicador del dinero (sistema fraccionario)? Vemos que el
Banco de España (o Banco Central) “crea la liquidez de base del sistema, a partir de la
cual los bancos y otros intermediarios financieros generan dinero y crédito”. Pero no
tenemos una explicación realmente causal, tan solo descriptiva. Pero, si recordamos
que…
Supongamos que originalmente hay 1000 € (emitidos por el BC). Siendo que el
conjunto del nuevo dinero creado nunca será mayor al que permita el coeficiente de
reservas, ¿cómo entonces puede ampliarse la cantidad global de dinero una vez llegado
al tope que permite dicho coeficiente? Los bancos comerciales pueden crear dinero,
pero sólo hasta cierto punto y siempre sobre la base del “dinero-base” que el BC emita y
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hasta donde el coeficiente de reservas les permita. El sistema fraccionario (el
mecanismo de creación de dinero a partir de dinero previo mediante la aplicación del
multiplicador del dinero, que es lo mismo que el coeficiente de reservas) puede por
tanto obviarse de la reflexión acerca de cómo se crea el dinero ya que es un “expansor
automático” de una base previa dada externa al propio sistema fraccionario, ajena al
mecanismo multiplicador del dinero. Es decir, sabemos que para una cantidad de dinero
X previamente emitida obtendremos “automáticamente” (siempre que nuevos deudores
deseen asumir nuevas deudas…cosa que sucede), y como máximo, una cantidad de
dinero en circulación de 5X. La pregunta clave sigue siendo: ¿de dónde sale el primer
X? ¿Quién asume la(s) deuda(s) inicial(es) que posibilita(n) la emisión del “dinero-
base”? El hecho es que controlando la cantidad de dinero-base emitida (emitiendo
créditos a los bancos comerciales o al sector público), y estableciendo un determinado
coeficiente de reservas, el BC controla la cantidad de dinero en circulación. A
posteriori, el BC puede además, como hemos visto, regular esa cantidad al alza o la
baja, mediante la compra o venta de títulos financieros (deudas asumidas por unos u
otros: letras o bonos del tesoro público, hipotecas, etc…)
Con respecto al origen del “dinero-base”, y según todo lo analizado
previamente, podría deducirse, por ejemplo, que:
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gubernamental tras constituir legalmente el BC, lanzando con ello el sistema monetario
del país (como señala D. Jesús Huerta de Soto en una cita que reproducimos más
adelante).
Queda por tanto claro que el dinero es deuda (la deuda es el respaldo del dinero),
porque se asumió el principio de que la deuda es un valor, y que la creación del dinero
está monopolizada por el BC como única autoridad con potestad de emitir dinero de
curso legal (validado por el estado mediante la ley).
Y antes de entrar a analizar las consecuencias de ello, procede señalar que toda
deuda adquirida lo es a un precio: el precio del dinero.
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Dado que el dinero no es del banco, el riesgo no está tanto en no recuperarlo
(que lo hay, ya que el banco es un intermediario financiero y tiene, al menos en parte
como luego analizaremos, sus compromisos de deuda con el BC), sino en no obtener la
rentabilidad del interés. Porque si no se recupera lo adeudado, se ejecuta el aval y el
banco se apropia de los bienes ofrecidos como garantía de devolución del
préstamo….Esto es otro aspecto crucial, como se refleja a continuación:
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Pero el banco no posee el dinero que te “presta”. Por el contrario, es creado en el
mismo momento en que firmas como solicitante el préstamo, asumes una deuda y se
formaliza así un “título financiero” (como ha quedado demostrado). Por tanto, que los
bancos no emitan créditos en razón de que “no tengan liquidez” no es lógico, y no
resulta creíble (la verdadera razón será otra). Y parece que el concepto “préstamo”,
aplicado a la función prestataria de los bancos, debería revocarse o definirse una nueva
acepción exclusiva al caso.
Si alguien tiene dinero real en sus manos y lo presta, podría parecer lógico que
cobrase intereses al solicitante del préstamo en concepto de pérdida de oportunidades (o
descapitalización) y se asegurase de la devolución del préstamo mediante un aval por
parte del solicitante. Pero si el dinero “prestado” no existe previamente, sino que se crea
gracias a la asunción de deuda, la aplicación de intereses no tiene lógica, ya que el
dinero, en cierto modo, “lo crea el solicitante” (así como en la edad media, los vales con
respaldo oro eran emitidos por un orfebre como contrapartida al valor en oro que los
depositantes confiaban a su caja fuerte: el valor de las vales consistía en la
representación de la riqueza que el depositante aportaba); además, la deuda es un valor,
un activo, que ahora posee el banco, y por tanto la exigencia al solicitante de una
garantía con sus propiedades como aval parece tan lógico como si en tiempos
medievales el depositante de oro tuviese que, además de depositar su oro, comprometer
su casa para poder obtener del orfebre vales como contrapartida a ese oro depositado
por el solicitante de los vales. La lógica de este mecanismo aplicado, que se deriva de la
premisa de considerar la deuda como un valor (vendible, como el oro), es falaz, y por lo
tanto, incorrecta.
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incluso en este siglo por la jurisprudencia francesa. Así, un fallo del Tribunal de París de 12 de junio
de 1927 condenó a un banquero por el delito de apropiación indebida por haber utilizado, siguiendo
la práctica común bancaria, los fondos que había recibido en depósito de su cliente. En el mismo sentido
se pronuncia otra sentencia del mismo tribunal de 4 de enero de 1934 y, lo que es más curioso, la
sentencia del Juzgado de Primera Instancia que tramitó la quiebra del Banco de Barcelona, de acuerdo
con la cual la facultad de librar talones, que compete al depositante, implica para el depositario la
obligación de tener siempre fondos a disposición del cuentacorrentista, lo que impide admitir que los
fondos depositados en una cuenta corriente en metálico pueda considerarlos el banco como de su
exclusiva pertenencia (J. Garrigues, Contratos Bancarios, ob. cit., pp. 367-368)).
A lo largo de la historia, los banqueros pronto empezaron a estar tentados de violar la
mencionada norma tradicional de conducta, usando en su propio beneficio el dinero de sus
depositantes (11) (La tentación era enorme, y casi insoportable, dado lo lucrativo de la misma.
Recordemos que, en última instancia, el sistema de banca fraccionaria consiste en crear préstamos de la
nada, exigiendo al prestatario su devolución en dinero de verdad (¡y además con intereses!). Esto
sucedió, en un primer momento, de una manera vergonzante y secreta, pues todavía se tenía
por parte de los banqueros la conciencia de un mal proceder (12) (Es de notar que todo el prestigio
del Banco de Amsterdam se basaba en la creencia de que mantenía un 100 por cien de coeficiente de
reserva, principio que tan sólo 15 años antes David Hume pensaba que seguía vigente (véase su ensayo
"Of Money", ob. cit., p. 284). Adam Smith, por su parte, en 1776, menciona que, todavía en esa fecha, el
Banco de Amsterdam seguía diciendo que mantenía un coeficiente de caja del 100 por cien); y sólo
posteriormente los banqueros consiguen que la violación del principio tradicional del derecho
se efectúe de una manera abierta y legal, cuando felizmente obtienen del gobierno el privilegio
para utilizar en su propio beneficio el dinero de sus depositantes (generalmente en la forma de
créditos muchas veces concedidos en un primer momento al propio gobierno). De esta manera,
se inicia la relación de complicidad y la coalición de intereses que ya es tradicional que exista
entre gobiernos y bancos, y que explica a la perfección las relaciones de íntima "comprensión"
y "cooperación" que existen entre ambos tipos de instituciones y que hoy en día se aprecian
con pequeñas diferencias de matiz en todos los países occidentales en casi todas las
instancias. Y es que los banqueros pronto se dieron cuenta de que la violación del principio
tradicional del derecho mencionado, daba lugar a una actividad financiera altamente lucrativa
para ellos, pero que en todo caso exigía la existencia de un prestamista de última instancia, o
banco central, que proporcionase la necesaria liquidez en unos momentos de apuro, que la
experiencia demostraba que siempre llegaban de forma recurrente.
Por tanto, queda demostrado (por si alguien lo dudaba) que los Estados pueden
recibir créditos del sistema bancario.
Dado que el estado no emite el dinero tiene que pagar interés por sus créditos
solicitados al BC. Repetimos: el estado o las administraciones públicas pagan intereses
al BC (el Euribor) por un dinero cuya prerrogativa de emisión es exclusiva del BC.
¿Qué hace el BC con todos los intereses recibidos que a buen seguro suponen
unas inmensas cantidades (mucho más inmensas de lo que pueda suponer el dinero
necesario para regular la masa monetaria circulante mediante intervención en el
mercado interbancario, tal como se analizó en este informe previamente)?
Por cierto, ¿quién paga a los empleados del BC? ¿El estado? ¿O el BC? Si es el
Estado, no es lógico porque el BC posee personalidad jurídica propia y no depende del
Estado. Y si es el BC (como parecería más lógico), eso significaría que el BC dispone
libremente del dinero obtenido como “beneficio” resultante del cobro del interés de
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referencia (el Euribor, en el caso de Europa) para cubrir sus gastos. Bien, y entonces…
¿dónde va todo ese beneficio? ¿Solo a cubrir gastos para el funcionamiento del BC y el
excedente de “beneficios”, que sería inmenso, se destruye? ¿O se acumula en algún
sitio? Si se acumula en algún sitio… ¿para quién es el beneficio? ¿Para el Estado? No
parece lógico, ya que el BC tiene personalidad jurídica propia y es, por tanto,
jurídicamente independiente del gobierno y del estado (hasta el punto de que les cobra
intereses por préstamos concedidos). Dicho de otra forma, ¿el dinero pierde su “valor”
una vez cae en las manos del BC, o se mantiene el valor de ese dinero? Si se da lo
segundo… ¿quién dispone de ese dinero y qué uso se le da?
Por otro lado, pocos conocen la existencia del Banco de los Bancos Centrales: el
Banco de Pagos Internacionales (BIS, por sus siglas en inglés), con sede en Basilea
(Suiza). Como vemos en la web del BIS (http://www.bis.org/banking/index.htm):
“The BIS extends short-term credits to central banks, usually on a collateralised basis”
(traducción no profesional: “El BIS concede créditos de corto plazo a los
bancos centrales…”)
“Financial services specifically designed to assist central banks and other official
monetary institutions in the management of their foreign exchange reserves” y “The
Bank's Statutes do not allow the Bank to open current accounts in the name of, or make
advances to, governments. The BIS does not accept deposits from, or generally provide
financial services to, private individuals or corporate entities.”
(traducción no profesional: “Servicios financieros específicamente
diseñados para asistir a los bancos centrales y otras instituciones
monetarias oficiales en la gestión de sus intercambios de divisas” y “Los
estatutos del BIS no permiten la apertura de cuentas corrientes a nombre
de, o facilitar adelantos a, los gobiernos. El BIS no acepta depósitos de, o
provee de servicios financieros a, individuos privados o corporaciones”).
Pero, ¿por qué el BC, siendo la última supuesta autoridad monetaria, con
potestad exclusiva para crear el dinero de curso legal, necesita de servicios, tales como
“créditos a corto plazo” o intermediación “en la gestión de sus intercambios de
divisas”, por parte de otra instancia? Además, si el BC recibe préstamos del BIS, estará
obligado a pagar intereses de esos préstamos. ¿Pero no es el BC quien fabrica el dinero?
¿Por qué iba a necesitar préstamos de nadie?
Toda esta problemática no viene explicada en el libro de texto. Que cada cual
llegue a sus propias conclusiones (idealmente precedidas de investigación propia sobre
la materia). Pero si ya puede sorprender que la autoridad monetaria de un estado
soberano no esté bajo control gubernamental, sigue sorprendiendo, todavía más si cabe,
que el BC necesite “apoyo” o “servicios” de otra entidad bancaria extranjera operando a
nivel internacional.
Por otro lado, entendamos que los bancos comerciales son intermediarios
financieros, que son empresas, y que como tales asumen deudas con el BC al solicitar
un préstamo para satisfacer a sus clientes (cuando el sistema fraccionario ya no les
permite más expansión del crédito y el BC acepta la emisión de nuevo dinero en función
de su política monetaria). El cliente pide un préstamo X a su banco comercial, el banco
comercial pide ese X al Banco Central, pero luego el banco comercial podrá, aplicando
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el sistema fraccionario, emitir hasta 5X en préstamos. Cuando todos los clientes que
hayan recibido préstamos de esa cantidad global de 5X los devuelvan, el banco
comercial habrá sobradamente devuelto el X inicialmente pedido al BC y tendrá un
excedente de nada menos que de 4X (además de los intereses asociados a cada uno de
esos préstamos). De modo que el banco comercial no se ganaría solamente los intereses
del préstamo que te concede, sino mucho más: 4 veces más de lo que el banco comercial
asume como deuda, en tanto que intermediario financiero, frente al BC (ya que puede
multiplicar por 5 en créditos el dinero percibido como préstamo del BC). A esto se le
sumarían los beneficios hipotéticos que podría obtener ese banco vendiendo el título
financiero que corresponde a la deuda asumida (si el banco comercial hace esto, dejaría
de percibir, por lógica, los beneficios del interés que ahora percibiría el comprador del
correspondiente título financiero – o deuda –).
Cabe la posibilidad de que existiese un mecanismo regulador de este exceso de
beneficio del banco comercial que consistiese en la obligación del banco comercial de
devolver 5 veces el préstamo recibido del BC. Y, ¿qué haría el BC con este excedente?
También surge la siguiente pregunta: si sobre una base de X dinero, recibida
como préstamo del BC, el sistema de bancos comerciales puede emitir créditos de hasta
5X, y si ello, efectivamente, repercutiese en unos beneficios de 4X a la devolución de
esos “préstamos”, entonces, ¿podrían esos 4X ser la base para la emisión de nuevos
créditos, mediante el sistema fraccionario de expansión monetaria, por valor de
5x4X=20X, generando con ello una dinámica recursiva de progresión creciente que
proporcionaría muchísimos más beneficios aún para los bancos comerciales? ¿O existe
un mecanismo de control para evitarlo?
Esto no es explicado por el libro de texto. Ni hemos logrado encontrar aclaración
al respecto (y es que esta información no aparece en la constitución, código de ningún
tipo ni documento público similar).
Por otro lado, estaría muy bien conocer las razones por las cuales se necesitan
intermediarios financieros, como lo son los bancos comerciales, en lugar de disponer de
oficinas del BC en cada barrio (es bien probable que el BC pudiese costearse
sobradamente esa infraestructura con los beneficios que percibe de los intereses
asociados a los préstamos que emite), ya que siempre que hay un intermediario se sigue
de ello un margen de beneficio implementado que no beneficia al cliente (estamos
hablando del añadido al Euribor en la tasa de interés de los préstamos, es decir, el
“Euribor + algo”) sino que revierte en beneficios privados del intermediario (en este
caso, de la banca comercial). ¿Es imprescindible la figura de los intermediarios
financieros?
Sobre el precio del dinero, el libro de texto apenas dice nada. Solo 2 o 3 páginas
sobre lo esencial de los tipos de interés. Pero relacionemos las cosas. Si el sistema
monetario está tan ESENCIALMENTE basado en la deuda, el tipo de interés (o precio
del dinero) no tiene poca importancia, ya que todos los créditos concedidos conllevan,
como coste asociado, un interés. Todos conocemos esto: el típico Euribor “+ algo” que
acompaña “felizmente” a tu hipoteca el día que la firmas en el banco. Es el precio a
pagar por el crédito que se te concede. ¿Pero quién te lo concede? El banco comercial.
Pero éste no te lo concede si no tiene margen de maniobra para hacerlo; es decir, si el
BC no emite “dinero-base” suficiente como para que a ti te “toque” parte del pastel en la
expansión del crédito y el reparto de la creación de dinero subsiguiente aplicando el
método fraccionario. En última instancia, cierto es que el banco comercial (es decir, la
Caixa, BBVA, Santander, etc…) es quien decide a quién le presta el dinero de que
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dispone en base a criterios propios de rentabilidad: se decide si eres un cliente en quien
se puede confiar que devolverá el dinero. Para esto están los departamentos de
“Riesgos” de los bancos, que evalúan eso precisamente: el riesgo que el banco asume al
prestar el dinero. Si no eres un cliente con solvencia demostrable, puede que no te
concedan el préstamo. ¿Por qué hace este análisis de riesgo el banco? Porque de ello
depende su propia rentabilidad: el cobro de los intereses que se aplicarán junto a la
concesión del crédito.
Y ahora la cuestión es: el dinero de tu préstamo se materializa por la emisión de
dinero por parte del BC (y su subsiguiente expansión automática mediante el sistema
fraccionario hasta límites prefijados); no sólo tu dinero, sino TODO el dinero circulante
ha sido emitido sistemáticamente en base a créditos concedidos a solicitantes de
DEUDA. Pero no solamente tienes que devolver el dinero de la deuda, sino que además
estarás obligado a reunir más dinero del que has recibido “prestado”: se trata del pago
de los intereses, que es el precio que te pretende cobrar el banco por la concesión del
crédito (por “dejarte” el dinero). Pero la realidad es que no hay dinero para pagar los
intereses. Porque el BC “fabrica” dinero en base a créditos solicitados, pero no emite el
dinero que correspondería a los intereses. De modo que si consigues pagar tu deuda, ten
por seguro que ha sido recogiendo dinero en circulación que virtualmente
correspondería al potencial pago de otras deudas. Dicho de otro modo, si mañana el BC
dijese: “todo el mundo a pagar sus créditos YA”, no habría dinero suficiente para
hacerlo…de modo que más te conviene, si estás endeudado, que el proceso siga y
nuevos deudores aparezcan engrosando con ello cada vez más la cantidad de dinero
circulante, porque de lo contrario te puede “pillar el tren”.
Esto es una falla sistémica en nuestro sistema monetario y crediticio. Se aprecia
claramente cuando se entiende que ello conlleva una necesidad de crecimiento perpetuo
de nuevas deudas y de emisión de nueva moneda: de lo contrario, no podrían afrontarse
los pagos del “precio del dinero” (los intereses). Esa es la causa de la inflación (causada
por crecimiento incesante de la cantidad de dinero circulante), y es sistémica: lo genera
la existencia de los intereses, con el subsiguiente aumento continuado de la masa
monetaria por la continua emisión de nuevo dinero para satisfacer la solicitud de nueva
deuda posibilitándose así el pago de los intereses asumidos en el pasado, pero al mismo
tiempo generando nuevos intereses para el futuro…y creándose una inercia imparable.
La inflación es el índice que expresa la pérdida de valor del dinero: cuando hay mucho
de algo ese algo pierde valor. A más dinero, menos vale el dinero.
Así, si la cantidad de deudas canceladas es mayor que la cantidad de nuevas
deudas creadas, el desastre asoma. Si ninguna nueva deuda es creada, y la sociedad se
limita a ir pagando las deudas, la catástrofe aparece: no hay dinero para pagar las
deudas…y las deudas tendrán que ser saldadas con la ejecución de los avales.
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H/ CONCLUSIÓN
Hasta aquí incluso habría quien diría que el sistema es bueno: con no dejar de
expandirse se solventaría el problema. Siendo el cometido de este informe puramente
analítico no corresponde debatir aquí si eso sería sostenible o no, deseable o no.
Entendemos que ahí hay otras cuestiones no puramente económicas implicadas
(concepciones diferentes de modos de vida, opciones vitales, valores e ideologías). Y
ciertamente es un debate necesario.
Hay por tanto, un flujo constante de riqueza real que va de los ciudadanos a
los bancos (especialmente en época de crisis, donde, además del pago regular de los
intereses asociados a las amortizaciones de los créditos en curso, la cancelación de
las deudas puede suponer en muchos casos la ejecución de los avales, con el
consiguiente embargo de los bienes presentados como garantías a los préstamos):
el dinero que los bancos “prestan” no existe previamente, siendo creado “de la
nada” como si fuera “por decreto” (en cierto modo, así es, por la potestad concedida
en exclusiva al BC para crear el dinero de curso legal) mediante el artificio
conceptual-ideológico de considerar la DEUDA asumida como un VALOR, un
activo; ahora bien, esta deuda, en realidad, SE CONSIDERA UN VALOR SOLO
PARA EL QUE RECIBE EL TITULO FINANCIERO DE DEUDA (los bancos,
que luego pueden comerciar con esos “productos financieros” en el mercado
interbancario) PERO NO PARA EL QUE LO SUSTENTA CON SU FIRMA Y
COMPROMISO (por ello se le exigen además garantías de riqueza real: bienes
materiales, para avalar una cantidad de dinero que NO POSEÍA NADIE antes de
que el crédito fuese solicitado, concedido, firmado y asumido); y esto queda
sustentado mediante la concesión de la prerrogativa monopolística de creación del
único dinero de curso legal a una institución determinada (el BC), jurídicamente
independiente y con competencias sobre la economía de la nación (dirigiendo la
política monetaria, la cual es esencial en el conjunto de una economía).
En este sentido, una escena de la película “el concursante” ilustra bien este flujo
continuo de la riqueza real de los ciudadanos hacia los bancos (bancos comerciales,
BC… ¿y BIS?). Puede visionarse en “youtube”:
http://es.youtube.com/watch?v=ezcWNpU1HGA.
Hay un error y una imprecisión en la explicación que se da en esta secuencia
cinematográfica, cosa que no quita el acertado planteamiento del “flujo de riqueza”
hacia el sistema bancario. Y es que el banco ni siquiera tiene el dinero que
“presta”...como ha quedado demostrado en este informe. También es cierto que
simplifica la realidad, ya que es posible que los endeudados vayan cancelando sus
deudas gracias a la masa monetaria puesta en circulación en base a la asunción de
nuevas deudas de nuevos deudores (como ya hemos analizado anteriormente) siempre
que “la música no pare”, es decir, siempre que la expansión monetaria no se detenga
permitiendo así la constante cancelación de deudas gracias a la constante creación de
dinero mediante la creación de más nuevas deudas; cosa que implica, por el otro lado,
continuidad y expansión en el flujo de riqueza real de los ciudadanos al sistema
bancario. Pero esta simplificación, quizá por exigencias de guión, es un recurso acertado
para poder evidenciar rápida y eficazmente la esencia del mecanismo mediante el cual
acontece el citado “flujo de riqueza”.
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I/ NOTAS
(1)
(página 3)
http://www.uned.es/dpto-analisis-
economico2/fichprof/mochon/mochon.html
También en http://es.wikipedia.org/wiki/Francisco_Moch%C3%B3n_Morcillo.
“El Gobernador del Banco de España será nombrado por el Presidente del Gobierno,
entre quienes sean españoles y tengan reconocida competencia en asuntos monetarios o
bancarios.”
“Los seis Consejeros serán designados por el Gobierno, a propuesta del Ministro de
Economía y Hacienda, oído el Gobernador del Banco de España. Deberán ser españoles, con
reconocida competencia en el campo de la economía o el derecho.”
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podrán someter una moción a la deliberación del Consejo de Gobierno.”,
tal como podemos leer en la web.
(3)
(página 5)
(4)
(página 5)
“La autonomía del Banco Central es un tema que promueve el FMI (Fondo Monetario
Internacional) desde hace mucho tiempo. Se busca darle independencia con respecto a la política
y a los gobiernos electos democráticamente, que podrían usar al Banco Central con fines político-
electorales en detrimento de una economía sana, con estabilidad financiera y económica. Uno de
los principales temores es el financiamiento del Presupuesto Nacional por la vía de préstamos
otorgados por el Banco Central, que podría repercutir en procesos inflacionarios.”
(Extraído de
http://www.depolitica.com.uy/portal2/modules.php?name=Sections&op=viewarticle&artid=565 , del
economista Alberto Couriel, senador en Uruguay)
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separación de poderes institucionales que permite el control mutuo entre el poder
ejecutivo, legislativo y jurídico… ¿no?), una ley del tipo: “el gobierno no puede recibir
préstamos del banco central por muy nacionalizado que esté” o bien “el permiso para la
concesión de este tipo de préstamos quedará única y exclusivamente bajo la decisión y
competencia de X”, donde X pudiera ser un organismo independiente a modo de
comisión formada a tal efecto, o cualquier otra solución (que a buen seguro las habría
mejores todavía); éstas leyes cumplirían el mismo propósito que el FMI pretende con su
argumento de defensa de un BC independiente, evitando los defectos que esto acarrea.
[Un teórico económico como Mises, que mantiene la creencia que criticamos (el
supuesto inevitable peligro de supeditar el banco central al gobierno), es al menos
coherente y aboga por la eliminación de todo Banco Central:
“Mises, además, defiende en esta obra la abolición del banco central, indicando que,
mientras exista esta institución, aunque se prohíba de manera estricta la nueva emisión de
medios fiduciarios (billetes y depósitos), el sistema siempre estará sometido al peligro de
que las dificultades presupuestarias «de emergencia» sean utilizadas para justificar
políticamente la emisión de nuevos medios fiduciarios con el objetivo de ayudar a la
financiación de las necesidades del Estado.”
Extraído de http://www.hayek.org.ar/new/images/fotos/Huerta02cap_IX.pdf
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una actividad basada en la riqueza ya creada (son actividades no productivas o
secundarias: serían imposibles si no estuviesen basadas sobre actividades productivas de
riqueza o valor, o sobre riquezas o valores en sí mismos – humanos o materiales –; y si
producen valor o riqueza, no es del mismo tipo que las ya comentadas ni en el mismo
sentido: quizá no creen nada, sino que acumulen y concentren representación de valor
sobre la riqueza creada por otros; esto se llamaría “especulación”).
(7)
(página 22)
Teóricamente, hoy en día, existe una identidad contable estricta entre activo y
pasivo, es decir, entre valor del dinero (títulos financieros de deuda) y representación
del valor (billete, moneda y anotación contable), cosa que no sucedía en la edad media.
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J/ DOCUMENTACIÓN RELACIONADA
- “El mito de los bancos centrales”: recorrido histórico sobre la génesis del banco
central de los Estados Unidos de América:
http://tirardelamanta.blogspot.com/2007/12/en-preparacin-el-mito-de-la-religin.html
- “Quiero la tierra más un 5%”: breve narración alegórica que trata de reflejar la
realidad sistémica socio-político-económica.
file:///D:/proyecto%20matriz/ECONOMIA/Quiero_la_Tierra_Mas_El_5%25.htm
- Documentales “Zeitgest”:
• Zeitgest 1 (primera parte):
http://video.google.com/videoplay?docid=8883910961351786332
• Zeitgest 2 (segunda parte)
http://video.google.es/videosearch?q=zeitgest&hl=es&sitesearch=#q=zeitgeist
%20addendum%20espa%C3%B1ol&hl=es&emb=0&dur=3
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