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Trabajo presentado en el
Seminario Gestión de Residuos Peligrosos.
Dr. Mario Fernando Castro Fernández
Esta lectura nos deja ver que en realidad no hay una solución válida para resolver
este problema de trascendental importancia medioambiental, ética y económica;
que demuestra fracaso de la industria nuclear desde sus inicios y que ha venido
irresponsablemente generando o agravando cada vez más el problema de este
tipo de residuos. Sin olvidar que la gran mayoría de residuos generados por la
industria nuclear son de alta actividad debido a su elevada radiotoxicidad y larga
vida (ciento de miles de años emitiendo radioactividad) obligando a que países
como Estados Unidos planteen consideraciones a largo plazo, tanto de limpieza
como de disposición definitiva de estos residuos.
Los residuos de alta actividad constituyen el 1 % del total, pero contienen el 95%
de la radiactividad generada. Son el combustible gastado de las centrales
nucleares y las cabezas nucleares procedentes de las bombas y mísiles atómicos.
Son los más peligrosos y los que poseen vida más larga. Emiten radiaciones
durante miles y miles de años y tienen una toxicidad muy elevada. En casi todo el
mundo son generados principalmente en las centrales nucleares, ya que el
combustible de uranio empleado en éstas se convierte, tras su utilización, en
residuo radiactivo de alta actividad.
De todos los polímeros actuales uno de los más conocidos es el polietileno, que
tiene muchos usos y propiedades múltiples, permitiendo que este se use en
diversos campos, como por ejemplo desde envolturas de alimentos, fabricación de
botellas, hasta elementos hechos con polietileno muy resistente de alta densidad.
Estas propiedades se deben a los diferentes arreglos que se pueden conseguirse
en la molécula, como cadenas lineales muy largas y derechas que permiten que el
polímero presente fuerza tensil, fuerza al impacto, fuerza a la trituración
columnar, flexibilidad y resistencia a las fuerzas destructoras ambientales. El
polietileno de baja densidad que consta de cadenas cortas y ramificadas es más
flexible pero menos resistente, se siente grasoso al tacto y permite gran
estiramiento de los materiales, también se pueden entrecruzar estas cadenas
sometiéndolas a deslizamiento bajo presión para conseguir mayor resistencia del
material, un ejemplo de esto son las tapas de la botellas de gaseosa y otras
bebidas. Otra bondad del PET (polietileno) es la gran resistencia a los gases, que
permite que este material se use para la elaboración de botellas para contener
bebidas gaseosas.
El poliacetileno, otro derivado del etileno donde se han perdido dos hidrógenos
para obtener el acetileno, monómero de este polímero, es considerado el plástico
del futuro, pues se mezcla muy bien con metales, lo cual le confiere características
de conductor eléctrico.
Otro grupo de compuestos que hoy en día se limita su uso al máximo, son los
PCBs que también son sustancias persistentes, líquidos aceitosos que se utilizan
como aislantes en transformadores, con enlaces muy estables, apolares que
facilitan la disolución en tejidos grasos en los seres vivos, convirtiéndolos en
compuestos susceptibles de bioacumulación.
CONCLUSIONES
• El peligro mortal para los seres vivos por la radioactividad de los residuos
procedentes de centrales nucleares dura centenares de miles de años.
• Ni países desarrollados como Estados Unidos tienen solucionado
técnicamente el problema de almacenar residuos radiactivos en forma y
sitio seguro.
• Estos depósitos requieren de vigilancia permanente, aumentando los costos
de disposición de este tipo de residuos.
• El transporte de residuos radioactivos hasta estos depósitos resulta
bastante caro y peligroso, debido a la alta radioactividad que estos
presentan.
• La cantidad de residuos peligrosos producidos por la humanidad asciende a
miles de millones de toneladas, producto de las diferentes actividades
industriales actuales, los residuos tóxicos en ocasiones conservan su
letalidad hasta en pequeñas dosis a lo largo de decenios para los seres
vivos.
• Hasta hace muy poco tiempo los residuos se depositaban, sin más, en
vertederos, ríos, mares o cualquier otro lugar que se encontrara cerca. En
las sociedades agrícolas y ganaderas se producían muy pocos residuos no
aprovechables. Con la industrialización y el desarrollo, han aumentado la
cantidad y variedad de residuos que se generan. En la actualidad los
científicos, las industrias químicas y los diferentes gobiernos trabajan para
disminuir el impacto ambiental generado por la mala disposición de
residuos peligrosos, o por mejorar cada día las buenas prácticas de
manufactura, ya sea por conciencia ambiental o por las altas multas que se
han implementado para el control de la problemática.
• El problema se agrava porque la creciente actividad industrial genera
muchos productos que son tóxicos o muy difíciles de incorporar a los ciclos
de los elementos naturales. En varias ocasiones los productos químicos
acumulados en vertederos, que después han sido recubiertos de tierra y
utilizados para construir viviendas sobre ellos, han causado serios
problemas, incluso dañando la salud de las personas.
• Estos residuos, como están siempre ligados a sistemas de producción
industrial tóxicos, provocan muchos otros riesgos y problemas de
contaminación, como la exposición peligrosa y contaminación de los
trabajadores. Millones de trabajadores mueren de cáncer como
consecuencia de la posible exposición a sustancias cancerígenas en sus
lugares de trabajo. La exposición de la población a los residuos se produce
por las emisiones atmosféricas, vertidos, fugas, escapes, pues
frecuentemente se producen accidentes en las fábricas y durante el
transporte. Las sustancias tóxicas utilizadas por las industrias se incorporan
también a los bienes de consumo y a los materiales de construcción.
• En la gestión de residuos peligrosos lo primero que se considera es la
reducción en la generación o su aprovechamiento en otros procesos de
fabricación. La ciencia trabaja continuamente en conseguir tecnologías que
permitan la disminución de residuos tóxicos y por ende disminución en los
costos al disminuir las cantidades de materia prima en el proceso y menor
cantidad de residuos a la hora de tratarlos.
• En la actualidad, en la mayor parte de los sectores industriales, se habla de
tecnologías limpias, pero a veces el problema radica en la capacidad de las
industrias para esta inversión que incluye la formación de sus trabajadores.
• De todas maneras no se debe olvidar que al final todos los procesos
industriales siempre generan residuos. Existe las tecnologías para reducir el
impacto negativo de cualquier contaminante a prácticamente cero, pero
hacerlo así en todos los casos resulta costoso y poco viable en la mayoría
de los casos.
• Hoy en día para el manejo de este tipo de residuos se utilizan
principalmente tratamientos químicos y biológicos, para transformar los
productos tóxicos en sustancias más seguras que se puedan dispones
finalmente en un vertedero o usar como materia prima en otros procesos.
• Las plantas de tratamiento tienen que estar correctamente diseñadas para
no agravar aún más el problema, entre las opciones como mejor método
esta la incineración, que cuando se hace con garantías, disminuye el
volumen y en ocasiones permite obtener energía.