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EL GATO CON BOTAS

Narrador: -Esta es la historia de un gato muy astuto que convirtió a


un joven muy pobre en un señor muy rico.

(ENTRAN EL MOLINERO, EL MARQUES DE CARABAS Y EL GATO)

Narrador: -Érase una vez un molinero que, al morir dejo en herencia a


sus tres hijos un molino, un burro y un gato.

Molinero: -hijos míos, saben que no tengo nada mas que ofrecer así
que a ti mi hija mas pequeña te dejo el molino.

Hija pequeña: -Gracias padre.

Molinero: -A ti mi hija de en medio, te dejo el burro.

Hija de en medio: -¿El burro?

Molinero: -Te estoy dejando un medio de transporte.

Hija de en medio: -Bueno gracias padre. Iré a buscar fortuna.

Molinero: -Y a ti mi hijo mayor te dejo a mi gato.

Marques: -Gracias padre.

Narrador: -Después del reparto, el mas grande se sentó


descorazonado encima de una piedra.

Marques: -Un gato, ¿que puedo hacer yo con un gato?

Narrador: -Pensó suspirando. De pronto, asombrado, escuchó una


vocecita que decía.

Gato: -Amo mío, no te aflijas ¿Acaso crees que valgo menos que un
molino inservible o que un burro despellejado? Consígueme un
saco, un par de botas y un sombrero y veras lo que soy capaz
de hacer por ti.

Narrador: -El gato insistió tanto que el joven accedió a darle lo que
pedía. El animal feliz se dirigió hacia el bosque con su sombrero
y sus botas.

Gato: -¡Pronto volveré!

Narrador: -Escondido detrás de un árbol, aguardo pacientemente a


que un conejo pasara. De un brinco le salto encima, y se
encamino al palacio real.
Guardia: -¿Quién eres y que haces aquí?

Gato: -Debo entregar un regalo al rey.

Guardia: -Pase, lo llevo con el soberano.

Gato: (al rey) -¡El Marques de Carabas le regala este magnifico


conejo! (le hace una reverencia grande) ¡Hasta mañana majestad!

Conejo: -Sus majestades no me coman.

Rey: -Bueno tu serás la mascota de la princesa.

Narrador: -En días sucesivos y siempre en nombre del marques,


siguió llevando a la corte conejos. La reina que jamás había oído del
marqués le confeso al rey.

Reina: -¡Que atento es este marques de Carabas!

Guardia: -¡Que hábil cazador debe ser!

Conejo: -¡Si que lo es!

Campesina: -¡Que hombre tan devoto al rey!

Narrador: -La reina un día le pregunto al gato.

Reina: -¿Quién es tu amo? ¿Es joven?

Gato: -Si majestad joven y guapo.

Reina: -¿Es rico también?

Gato: -¡Riquísimo! ¡El marques seria muy feliz de si lo pudiera recibir


en su castillo majestad!

Narrador: -El rey y la reina deseosos de conocer finalmente al


misterioso marques, tan fiel a ellos, aceptaron la idea con agrado,
sobre todo la reina que quería saber más cosas sobre el: si era en
realidad tan guapo y rico como parecía, quizá resultará el
marido ideal para su hija. Ese día el gato se presento ante su
amo jadeando ante su dueño.

Gato: -El rey y la reina vendrán aquí. Desean conocerte.

Marques: -¿Conocerme a mi? A un pobre como yo, se burlaran de mi.

Gato: -No te preocupes tengo pensado un plan.


Narrador: -Días después el gato se entero que el rey y la reina, en su
carroza real, iban a mostrarle a su hija los campos de los
alrededores, en seguida el gato preparo a su amo.

Gato: -¡Prepárate!

Marques: -Prepararme ¿para que?

Gato: -Para bañarte en el río.

Marques: -Pero si no se nadar.

Gato: -¡Mejor sígueme!

Narrador: -El joven, cada vez más confundido, no acertaba a


comprender el plan urdido por su gato; no obstante, tenía
confianza en él y prefirió no hacer más preguntas. Cuando
llegaron a la orilla y vieron que la carroza real, escoltada por
unos jinetes, se acercaba, el gato exclamó.

Gato: -¡Vamos! ¡Arrójate al agua! ¡Rápido!

Narrador: -El gato comenzó a gritar.

Gato: -¡Socorro! ¡El Marques de Carabas se esta ahogando!

Rey: -¡Salven al Marques!

Reina: -¡Guardia, por favor, ayúdelo!

Narrador: -El guardia lo salvo, y cuando se sentó, el rey la reina y la


princesa lo rodearon. El rey ordeno.

Rey: -¡Traigan ropas nuevas para el Marques de Carabas!

Reina: -Menos mal que un joven tan guapo se ha salvado, ¿no te


parece?

Princesa: -Si mamá es muy joven y guapo.

Guardia: Ahora solo falta saber si también es rico.

Gato: -¡Riquísimo! Todas estas tierras son suyas, y suyo es aquel


castillo. Me adelanto para que tengan un buen recibimiento, digno de
ustedes.

Narrador: -Echo a correr y a su paso, fue advirtiendo a los campesinos


que trabajaban la tierra.
Gato: -Cuando les pregunten quién es su amo, respondan: “El
Marques de Carabas”. Si no, les darán una paliza.

Narrador: -Así pues, cuando al poco rato paso la carroza…

Campesina: -Ahí vienen…

Rey: -¿Quién es su amo?

Campesina: ¡El Marques de Carabas!

Princesa: -Entonces si es rico madre.

Conejo: -Muy rico, el es nuestro amo.

Narrador: -Mientras tanto, el gato llegó al castillo, morada de un ogro


gigantón y cruel. Al llamar a la puerta el gato pensó.

Gato: -Debo estar alerta si quiero salir con vida de aquí. Tocaré. (pum
pum toca la puerta del ogro) Señor ogro mis respetos.

Ogro: -¿Que quieres gato?

Gato: -me han dicho que tienes un gran poder. Que puedes
convertirte en león o elefante, ¿es cierto?

Ogro: -Es cierto, y ahora ¿Qué mas quieres?

Gato:-platicando con unos amigos, he apostado que no tienes, en


cambio poder suficiente para transformarte en un animal
pequeño, por ejemplo un ratón.

OGRO: -¡Aja! ¡Y vienes hasta aquí para saber si es verdad?

Narrador: -El gato temblando de miedo, contesto que si y añadió…

Gato: -Por lo general, quien aumenta las cosas no puede


empequeñecerlas.

Ogro: -¡Ahora veras!

Narrador: -Profirió el ogro furioso y en un instante se convirtió en


ratón. Entonces el gato de un se abalanzo sobre el y de un
bocado se lo comió. Acto seguido, corrió a la entrada del castillo
con el tiempo justo para recibir a la comitiva real.

Gato: -Bienvenidos al castillo del marqués de Carabas..

Narrador: -Entraron el rey y la reina, el molinero, sus hermanas, la


campesina, el conejo, la princesa y Juanito, el marques.
Princesa: -Querido marques no estas casado ¿verdad?

Hija de en medio: -No mi hermano no es casado.

Marques: -Mi hermana tiene razón su majestad, y seria muy feliz con
una esposa.

Princesa: -Yo podría ser su esposa.

Rey: -Tienen mi aprobación.

TODOS: ¡VIVA EL MARQUES DE CARABAS Y SU GATO CON BOTAS!

Narrador: -El castillo del ogro se convirtió en la morada de los jóvenes


esposos, y el gato permaneció al lado del joven como su más fiel
consejero. A menudo, aprovechando que estaban solos el gato le
susurraba…

Gato: ¿Has visto amo, cómo valgo más que un burro despellejado o
que un molino inservible?

Narrador: -Y colorín colorado este cuento se ha terminado.

FIN

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