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BIOMECÁNICA SUCCIÓN - RESPIRACIÓN - DEGLUCIÓN

La succión es considerada una acción refleja presente al momento del nacimiento en


el bebé a término, ella inicia su desarrollo aproximadamente en la 2ª semana de la
gestación y sólo estará perfectamente desarrollada alrededor de la 34ª semana.
Aunque sea un comportamiento reflejo, la succión puede ser intensificada o
modificada de acuerdo con las experiencias aprendidas. El patrón de succión es
conseguido a través de la maduración, sin embargo la frecuencia de la succión puede
ser modificada por el entrenamiento. Normalmente, la succión precede a la deglución
que, por su parte, inhibe la respiración. En el momento de la deglución, las vías
nasales se abren y la epiglotis se cierra, de modo a canalizar el alimento para el
estómago. Inmediatamente después de, la epiglotis se abre y el aire penetra en la
tráquea. La inhibición de la respiración durante la deglución impide la aspiración de
alimentos. En recién-nacidos pre-término con menos de 35 semanas de gestación, la
succión puede aún presentarse débil, es decir, la coordinación succión - respiración -
deglución no es eficiente o segura, pues la respiración es una función vital que sólo
está apta a realizarse alrededor de la a semana 30ª de gestación, pero sólo será
efectiva durante el nacimiento. Cuando se presenta un estímulo, el neonato agarra el
pezón antes de hacer las tentativas de succión, que varía con el flujo proveniente del
pezón y las características del alimento. El patrón maduro de succión/deglución,
consiste en prolongados periodos de succión, ocurriendo simultáneamente múltiples
degluciones. La existencia de sucking pad o bolsas de Bichat que se encuentran en la
región de las mejillas, facilitan la succión en concordancia con el complejo orbicular -
buccinador, en la medida en que el bebé no necesita hacer tanto esfuerzo para
adquirir la leche. Ellas dan firmeza las mejillas y con esto proporcionan mayor
estabilidad al sistema motor oral. Hasta más o menos los 4 meses de edad, el bebé
presenta una succión por lamidas favorecida por que se queda con la punta de la
lengua fuera de la boca, pues todos los bebés en esta franja etaria son prognata, es
decir, la mandíbula pequeña y la lengua toma toda la cavidad oral, presentando la
succión denominada Suckling, que es el patrón de succión inicial, caracterizada por
anteriorización y posteriorización de la lengua y sin presión negativa intra-oral. Todos
los movimientos ocurren de manera asociada y el recién-nacido no tiene aún
condiciones de presentar movimientos más complejos de lengua. La función es por lo
tanto determinada tanto por la madurez neurológica como por la anatomía y sus
correlaciones. A partir del 4º mes de edad, el bebé pasa para la succión denominada
Sucking, o sea, succión propiamente dicta; sin anteriorización y posteriorización
lingual, movimientos arriba abajo de lengua y con presión negativa intra-oral. Lo que
establece diferentes tipos de recepción propioceptiva y esterognósica intraoral,
según la edad del bebé. En los neonatos inmaduros, el tipo de succión es
caracterizado por succiones cortas, precedidas o seguidas de deglución. Son
observadas contracciones simultáneas en todo el esófago, sin embargo la peristalsis
sólo es evidente en los periodos prolongados de succión. Ese tipo inmaduro de
succión persiste por algún tiempo y puede representar un mecanismo protector
evolutivo que impide la sobrecarga a un esófago que aún no se encuentra preparado
para impulsar un gran bolo alimenticio. La buena coordinación de la succión,
deglución y respiración es, por lo tanto, condición vital para garantizar si una
alimentación normal y sin riesgo para los neonatos. En los bebés de riesgo, existen
ciertas dificultades en cuanto a la alimentación. Su succión es débil y aún ausente en
los niños menores; debido a la debilidad de los músculos de la boca, lengua y paladar
y al desarrollo incompleto del sistema nervioso, además de la desorganización
corporal global. Debido a esa inmadurez de sus sistemas vitales, el pre-término puede
no estar en condiciones de alimentarse exclusivamente por vía oral necesitando de
otras maniobras para la manutención de sus necesidades nutricionales, como el uso
de nutrición parenteral y o/gavaje. La succión es más lenta para agua glicosada que
para las mezclas lácteas. De otro lado, es bien sabido que los recién nacidos de
riesgo, la estimulación sensorio-motora-oral estimula el desarrollo neuro-psicomotriz,
Mayerhof (1994), considera que la estimulación sensoro-motora-oral en neonatos pre-
términos alimentados por gavaje es imprescindible, pues acelera la maduración del
reflejo de succión; facilita la transición de la alimentación vía gavaje para la vía oral,
lo que favorece la estimulación del tiempo de tráfico intestinal y el aumento de peso,
consecuentemente reduce el tiempo de hospitalización. Así mismo, otros autores
aseveran que el uso del chupo (entretenedor) genera a nivel muscular un mayor gasto
energético, propiciando desaturación. Moberg 1987 establece que debe existir una
coordinación entre el llenado gástrico y la succión para obtener la madurez esofágica
y gástrica, favoreciendo la digestión y absorción de los nutrientes por la liberación de
hormonas intestinales, estimulados desde la mucosa a boca y por la estimulación de
la lipasa oral. La experiencia que ofrece la succión adecuando la recepción del
estímulo oral, desarrollando el ritmo, la coordinación y la fuerza muscular. Además,
la succión no nutritiva favorece los índices de oxigenación transcutánea manteniendo
el bebé saturado (Hernández 1995).La estimulación oromotora se basa en el estado
nutricional y en la ganancia de peso del recién-nacido. Algunos recién-nacidos pre-
términos, debido a inmadurez global, deben ser alimentados por sondas naso o
orogástricas (siempre que sea posible SOG, una vez que el recién-nacido presenta
respiración oral, ya que el sondeo nasal es causa de dificultad respiratoria), con la
introducción de la succión del dedo, o de chupo de aplicación inmediatamente
anterior a la alimentación por la sonda, pues ayuda el recién-nacido a desarrollar la
asociación entre saciedad y los movimientos de succión. Si posible, siempre
amamantar el bebé cuando estuviera despierto para evitar la aspiración, derecho y
sentado (formando entre su espalda y sus piernas 90 grados), una vez el bebé haya
terminado se debe dejar por lo menos 20 minutos, para evitar el riesgo de aspiración.

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