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A C C I Ó N P E D A G Ó G I C A, Vol. 13, No.

1 / 2004

Evaluar la escritura, sí... Pero ¿Qué y cómo


evaluar?

Francisco Morales Ardaya


Universidad de Los Andes - Táchira
Aceptado: Noviembre 2003

Resumen
En este artículo, destinado principalmente a los docentes no especialistas en lengua, se reúnen varios
interrogantes que suelen hacerse con respecto a la evaluación de la escritura, y se ofrecen algunas orien-
taciones que sirvan como punto de partida para una reflexión más profunda. Los interrogantes y las
orientaciones correspondientes se han dispuesto en dos apartados: primeramente, el qué evaluar, es
decir, las características que deben considerarse en los textos (se exponen las alternativas ortografía /
redacción y proceso / resultado); y después, el cómo evaluar, esto es, el modo en que han de
considerarse tales características (se plantean las disyuntivas globalmente / de modo pormenorizado;
cualitativamente / cuantitativamente; individualmente / por grupos; y por adición / por sustracción). Se
concluye reconociendo que la complejidad del tema impide dar respuestas únicas e infalibles, y se reitera
la necesidad de que cada docente, en beneficio de sus alumnos, reflexione sobre sus prácticas evaluativas.
Palabras clave: evaluación de la escritura, didáctica de la escritura, escritura académica.
***
Abstract
TO EVALUATE THE WRITING, YES... BUT WHAT AND HOW TO EVALUATE?
In this article, aimed mainly to not specialists in language teachers, several questions are made about the
evaluation of writing, and some orientations are offered as a beginning point for a deeper reflection. Questions
and the corresponding orientations have been prepared in two paragraphs: First of all, what to evaluate,
that is to say, the characteristics that must be considered in texts (the alternatives are exposed spelling /
draft and process / result); and later, how to evaluate, this is, the way in which such characteristics have to
be considered (dilemmas appear globally /in a detailed way; qualitatively / quantitatively; individually / per
groups; and by addition / by subtraction). To conclude, it is recognized that de complexity of the topic prevents
us not to give infallible answers, and emphasizes the necessity that each professor has of thinking about his/
her evaluation practices for students sake.
Key words: writing evaluation, didactics of writing, academic writing.
***
Résumé
ÉVALUER L’ÉCRITURE, OUI...MAIS QUOI ET COMMENT ÉVALUER?
Dans cet article destiné principalement aux enseignants non spécialistes en langue, se reunissent quelques
questions se faisant souvent à propos de l’ evaluation de l’écriture, et nous présentons quelques orientations
servant comme point de départ pour une réflexion plus profonde. Nous avons arrangé les questions et les
orientations correspondantes en deux sections: premièrement, quoi évaluer, c’est-à-dire, les caractéristiques
que nous devrions considérer dans les textes ( nous exposons les choix orthographie / redaction et processus
/ résultat); et ensuite comment évaluer, à savoir, la manière dont nous devrions considérer ces
caractéristiques ( nous posons les disjonctives globalement / de manière détaillée; qualitativement /
quantitativement; individuellement / par groupes; et par addition / soustraction). Nous finissons en
reconnaîssant que la complexité du thème empêche de donner des réponses uniques et infaillibles, et
nous réitérons la nécessité de chaque enseignant, au profit de ses eleves, pour qu’il réfléchisse sur ses
pratiques évaluatives.
Mots-clés: évaluation de l’écriture, didactique de l’ écriture, écriture académique.

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FRANCISCO MORALES ARDAYA
[EVALUAR LA ESCRITURA, SI... PERO ¿QUÉ Y CÓMO EVALUAR?]

La duda metódica las condiciones que son habituales en la educa-


ción (pública o privada) de nuestro país: está en-
El título de este artículo puede parecer ambicio- cargado de una o más secciones con más de trein-
so, incluso pedante. ¿Acaso pretendemos arrogarnos ta estudiantes, ve a éstos sólo en las horas de
autoridad para prescribir y pontificar sobre la eva- clase, y debe impartir contenidos de una asigna-
luación de la escritura? En verdad, no; eso debe tura distintos de los que se refieren directamente
quedar claro. Lo que pretendemos es plantear una al manejo de la lengua escrita.
serie de problemas y dudas que muchos docentes 4. Los tipos de textos escritos sobre cuya evalua-
también se formulan al momento de evaluar los tex- ción reflexionamos son principalmente los en-
tos escritos de sus estudiantes. Queremos sistema- sayos escolares, los informes de investigación bi-
tizar la formulación, ofrecer una visión general y bliográfica, los controles de lectura, o cualesquie-
dar algunos consejos resultantes de nuestra propia ra de los que se suelen englobar con el término
experiencia, los cuales han de servir no como general (y un tanto vago) de «monografía»; es
recetario infalible, sino sólo como punto de partida decir, todos aquellos textos que el docente asig-
para una reflexión más profunda. na para verificar el aprendizaje de los conteni-
Conscientes de ello, nuestra intención es dirigir- dos propios de su asignatura. No consideramos
nos, principalmente, a los docentes que no están los textos que suelen llamarse (de manera igual-
especializados en el campo de la lengua y la litera- mente general y un tanto vaga) «expresivos» o
tura1, y que, por tanto, pueden sentirse menos segu- «creativos»: cuentos, poemas, anécdotas, diarios,
ros al momento de tomar decisiones en la evalua- etc., cuya composición se efectúa normal o prin-
ción de la escritura. cipalmente para la asignatura de Lengua y Lite-
Casi todas las interrogantes que se plantean a ratura.4
continuación son comunes a las que se plantean tam-
bién respecto de la evaluación a un nivel más gene- I. El «qué»
ral y abstracto, en las discusiones sobre pedagogía
y didáctica. En todo caso, en estas líneas, las he-
mos vinculado siempre y exclusivamente al tema 1. ¿Evaluar la ortografía o la redacción?
más específico de la evaluación de los textos escri-
tos.2 Es muy común el considerar que la escritura se
reduce a los aspectos puramente gráficos (ortogra-
Otras aclaraciones previas fía, caligrafía, diseño de la página...). Incluso
muchos docentes consideran como únicamente
1. Cada vez que en las páginas siguientes habla- evaluable la calidad ortográfica de un texto. Ello
mos de evaluación, nos referimos a ella princi- es fácilmente comprensible: la ortografía es lo más
palmente como revisión, como verificación, que visible de un escrito, y la mirada detecta más rápi-
no necesariamente lleva a una nota. Si nos refe- damente, por ejemplo, una s puesta por una c
rimos a la evaluación en su aspecto de asigna- (*resibir,5 en vez de recibir), que una falta de con-
ción de una nota (cualquiera que sea la escala), cordancia, especialmente si debe aplicarse entre
se usará de modo explícito la palabra califica- palabras un tanto alejadas la una de la otra (*el be-
ción o cualquiera de su misma familia léxica.3 neficio de esta terapia no ha sido demostrada, en
2. Cada vez que hablamos de evaluación integral, vez de el beneficio... no ha sido demostrado).
nos referimos a una evaluación de los textos que Además, muchos docentes parecen opinar que, en
tiene en cuenta más de un solo aspecto de la cuanto a sus saberes lingüísticos, sólo en el campo
escritura. Estos aspectos considerados indivi- de la ortografía pueden actuar con conocimientos
dualmente deben, sin embargo, contribuir (i. e., firmes y, por tanto, evaluar con seguridad.
aportar conjuntamente) al juicio global que se Sin embargo, a efectos de una evaluación inte-
emita sobre el texto objeto de evaluación. gral de los textos,6 debe entenderse por escritura
3. Pensamos siempre en un docente que trabaja en no sólo los aspectos gráficos (ortografía, caligrafía,

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diseño de la página...), sino también todos aquellos


que suelen englobarse con la etiqueta de «...exhortamos a los docentes a
«redacción» y que son tanto o más importantes para que, en las evaluaciones de los
juzgar la adecuación de un texto (Cassany, 2000). textos de sus estudiantes,
Pues, ¿qué utilidad puede tener un escrito consideren diversos rasgos; no
ortográficamente impecable, pero compuesto de necesariamente todos los
oraciones confusas, en las cuales se pierden los su- mencionados más arriba, pero sí
jetos gramaticales, se violan las concordancias, se una cantidad que consideren
producen ambigüedades, todo lo cual entorpece la suficientemente «representativa»
comprensión? de la compleja totalidad del
Por supuesto, ello no quiere decir que la orto- escrito.»
grafía sea un punto prescindible o que deba dejarse
fuera de la evaluación. Lo que debe entenderse es
que la ortografía es uno, y sólo uno, de los numerosos ¾ Género correcto (masculino, femenino)
puntos que hay que tener en cuenta al juzgar la ade- ¾ Número correcto (singular, plural)
cuación de un texto (Cassany, 1989 y 2000; ¾ Persona correcta (primera, segunda, tercera)
Mostacero, 1999). C.2. Uso adecuado de los anafóricos o
Sin incluir aspectos relativos a la veracidad de tematizadores:8
la información o a lo principalmente estilístico, ¾ Demostrativos (pronombres: este/ese/aquel;
podemos proponer la siguiente lista de categorías adverbios: aquí/ahí/allí, etc.)
que deberían revisarse en cualquier escrito:7 ¾ Relativos (pronombres: que, quien, el cual;
adverbios: donde, cuando, como...)
A. La grafía ¾ Sustitutos léxicos (sinónimos, contiguos
semánticos)9
A.1. Ortografía: C.3. Uso adecuado de los conectores o
¾ Uso adecuado de las letras (grafemas conectivos:
homófonos [b/v, etc.], mayúsculas) ¾ Preposiciones (a, ante, bajo, con, contra, de,
¾ Uso adecuado de las tildes (depósito/deposi- desde...)
to/depositó) ¾ Conjunciones (y, pero, o, porque, por tanto,
¾ Uso adecuado de la puntuación (punto, coma, para que...)
dos puntos, comillas...) ¾ Organizadores (primeramente, a continua-
¾ Separación adecuada de las palabras (así ción, por otra parte...)
mismo / a sí mismo)
A.2. Caligrafía (sólo en textos manuscritos) D. La estructura
A.3. Diseño de la página:
¾ Sangrías D.1. Adecuación del orden o materia discursivos
¾ Márgenes (narración, descripción...)
¾ Espacio interlineal D.2. Adecuación del género o tipo de texto
¾ Distribución de párrafos o columnas (ensayo, carta, artículo, informe...).
D.3. Proporción y ubicación de las partes (ini-
B. El vocabulario cio-desarrollo-cierre; ejemplos...)
Las categorías B, C y D, junto con otras que no
B.1. Propiedad (significados correctos, adecua- mencionamos por no complicar la lista,10 son las que
ción al carácter formal del texto) suelen etiquetarse en conjunto con el término de
B.2. Variedad (diversidad y amplitud del léxico) redacción. Nótese que en el aspecto gráfico se toma
en cuenta no sólo el uso de las letras dudosas (punto
C. La gramática y la cohesión al cual se limita la mayoría de las evaluaciones de
lo escrito), sino también otros asuntos de gran
C.1. Concordancia:

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[EVALUAR LA ESCRITURA, SI... PERO ¿QUÉ Y CÓMO EVALUAR?]

Hayes, 1996; García Fernández, s.f.).


Una evaluación integral de la escritura debe-
«...en esta sección hemos venido ría tener en cuenta, pues, no sólo el texto termina-
hablando de evaluación como do, sino la secuencia de acciones que llevaron a él:
revisión, no como calificación. la fase de preparación, la fase de producción y la
Ésta, es decir, la asignación de fase de edición (Cassany, 1989; Graves, 1987). El
una nota que quedará asentada, modo más práctico de evaluar estas fases, para el
debería ser, en principio, sólo docente que no imparte una asignatura de lenguaje
(y por tanto, no puede planificar tanto tiempo para
para la versión final o definitiva
supervisar el proceso de creación de los textos que
del texto.» asigna), es leer y revisar las versiones preliminares
o borradores del texto que le vayan presentando sus
estudiantes, hasta la producción de la versión
importancia por sus implicaciones semánticas, como definitiva.
la tilde y los signos de puntuación. (Para una clasi- Ahora bien, ¿cuántas versiones en total? No
ficación más analítica, véase: Cassany, 2000: 31- puede darse un número exacto: depende de mu-
32; otra clasificación, en siete niveles con sus res- chos factores contextuales, por ejemplo, si el alum-
pectivas subdivisiones, referida principalmente a las no ya conoce el tipo de texto que el docente ha
habilidades lectoras, en: Jolibert, 1992: 134-138). mandado componer. En todo caso, siempre más de
Así pues, preguntarse si hay que evaluar la orto- una versión: por lo menos, un borrador, y el texto
grafía o la redacción es plantearse la pregunta de en su forma final. Esto significa, pues, que respecto
modo incorrecto. Ésta debería ser más bien: ¿Eva- de todo texto asignado, el docente debería ofrecer
luar lo gráfico o lo distinto de lo gráfico? Y aun así, regularmente «otra oportunidad», especialmente en
se trata de una disyuntiva falsa: hay que evaluar los primeros niveles de la escolaridad, o en los
tanto lo uno como lo otro (y «lo uno» y «lo otro», primeros trabajos de una materia. De este modo, el
en realidad, abarcan categorías muy diversas, como estudiante sabrá cómo actuar para obtener un mejor
puede verse en la lista ofrecida como ejemplo más rendimiento.
arriba). En efecto, en cualquier texto se manifiesta Aclaramos que en esta sección hemos venido
la presencia simultánea e interactiva de una gran hablando de evaluación como revisión, no como
variedad de aspectos (Mostacero, 1999). calificación. Ésta, es decir, la asignación de una
Por tanto, exhortamos a los docentes a que, en nota que quedará asentada, debería ser, en princi-
las evaluaciones de los textos de sus estudiantes, pio, sólo para la versión final o definitiva del texto.
consideren diversos rasgos; no necesariamente to- Sin embargo, si el docente, por diversas razones de
dos los mencionados más arriba, pero sí una canti- planificación de su asignatura, estima necesario cali-
dad que consideren suficientemente «representati- ficar también los esfuerzos previos (las tentativas,
va» de la compleja totalidad del escrito. En otras los ensayos y errores anteriores al resultado final),
palabras, les recomendamos que no se limiten a los todos éstos, en justicia, han de recibir una pondera-
elementos puramente ortográficos. ción más baja.

2. ¿Evaluar el proceso o el resultado? II. El «cómo»

Entre los estudiosos del tema, se distinguen la


escritura como proceso y la escritura como 3. ¿Evaluar globalmente o de manera
resultado. Como proceso, es el acto de escribir, la pormenorizada?
secuencia de preparación, producción y edición (i.
e., corrección efectuada por el autor del texto). Por experiencia propia, sabemos que es muy fre-
Como resultado, es el texto mismo, la materializa- cuente el siguiente fenómeno: el estudiante recibe
ción del esfuerzo como palabras trazadas o impre- una composición suya evaluada, cuya única marca
sas sobre un soporte (Cassany, 1989; Flower y de revisión es la nota numérica que aparece gene-

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ralmente en la primera página. Si esta nota es baja estructura de la oración y la elección del léxico.
o reprobatoria, el estudiante se preguntará qué hizo Pocos errores gráficos y gramaticales.
mal, dónde falló, en qué se equivocó, pero sin obte- Nivel 5:
ner respuesta inmediata, ni siquiera parcial. Enton- Foco claro.
ces, tendrá que dirigirse al profesor e interrogarlo al Contenido específico e ilustrativo.
respecto, y éste podrá responderle argumentando sus Organización lógica y apropiada.
decisiones evaluativas. Precisión y variedad en la estructura oracional y
Sin embargo, también sabemos por experiencia en la elección del léxico.
que no son muchos los docentes dispuestos a ofre- Algunos errores gráficos y gramaticales.
cer explicaciones pormenorizadas y personalizadas, Nivel 4:
y que, si las ofrecen, éstas a veces son poco claras Foco adecuado (aceptable).
para los estudiantes. Más grave aún: varios profe- Contenido suficiente.
sores que se limitan a colocar un número calificatorio Organización adecuada (aceptable).
en un texto, no saben explicar muy bien por qué lo Cierta precisión y variedad en la estructura
colocaron. «Es la impresión general que me da», oracional y en la elección del léxico.
«No me gusta tu estilo», «Se parece [no se parece] Errores gráficos y gramaticales no lo suficiente-
al modelo del autor X», suelen aducir como justifi- mente severos para interferir de manera impor-
caciones de la nota, sin mayores detalles. Incluso tante con el propósito del autor.
se llega a usar un «argumento técnico»: «Yo no Nivel 3:
señalo aspectos particulares porque yo aplico una Foco vago.
evaluación holística», lo cual no es más que un Contenido limitado a una lista, repetición o mera
modo rebuscado de decir: «Yo pongo la nota que secuencia de ideas.
me parece ‘a ojo de buen cubero’.» Organización inconsecuente.
Pues bien, hay que guardarse de emplear los tér- Variedad limitada de la estructura oracional y la
minos global, integral, holístico, como comodines elección del léxico.
que encubran la falta de criterios o conocimientos Debilidades recurrentes en la grafía y en la gra-
para evaluar adecuadamente un texto. La verdade- mática.
ra evaluación integral u holística de la escritura Nivel 2:
no es colocar un número al tanteo según la «impre- Foco confuso.
sión» que se produce (sería más bien una «evalua- Contenido superficial.
ción impresionista»), sino considerar una cantidad Organización confusa.
de aspectos distintos, debidamente categorizados e Carencia de variedad en la estructura oracional o
individualmente ponderados, que contribuyen, en en la elección del léxico.
conjunto, a la calificación total. Errores gráficos y gramaticales que interfieren
He aquí un excelente ejemplo de verdadero gravemente con el propósito del autor.
holismo en la evaluación de lo escrito, tomado de un Nivel 1:
manual norteamericano destinado al uso de los maes- Ausencia de foco.
tros (The Pennsylvania State Writing Assessment Ausencia de contenido relevante.
System, 1992: p. 8; traducción nuestra): Ausencia de organización.
Control no perceptible sobre la estructura oracional
Guía de puntuación holística o la elección del léxico.
Errores gráficos y gramaticales tan graves que las
Nivel 6: ideas son difíciles, si no imposibles, de compren-
Foco claro y distinto. der.
Contenido sustancial, específico y/o ilustrativo, No calificable:
ideas complejas que están particularmente bien Es ilegible: es decir, incluye tantas palabras
desarrolladas. indescifrables que no puede atribuirse sentido a
Organización obviamente controlada y/o sutil. la oración, o es incoherente: es decir, las pala-
Presencia de la voz del escritor en el tono, la bras son legibles pero la sintaxis está tan desvir-

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tuada que no tienen sentido, o el papel está en más justa y más pedagógica cuanto más pueda ar-
blanco. gumentar sobre el desempeño del estudiante, y so-
Obsérvese que los textos se califican en seis bre cada aspecto en particular que se ha tomado en
niveles, del 6 (máximo) al 1 (mínimo), más uno cuenta para la calificación. El docente debe recor-
suplementario: «no calificable», para aquellos es- dar siempre que el alumno tiene el derecho de saber
critos que son manifiestamente incomprensibles o de dónde sale su nota, es decir, de saber qué carac-
que se reducen a los datos personales del alumno terísticas de sus textos han contribuido a su califica-
(«hoja en blanco», es decir, «no respondió»). Las ción.11
categorías para la asignación de la puntuación son
cinco, consideradas en este mismo orden: 1) foco, 4. ¿Evaluar individualmente o por grupos?
2) contenido, 3) organización, 4) estilo, y 5) con-
venciones gráficas y gramaticales. En el mismo ma- Si se pretende evaluar el desempeño en la escri-
nual, se explican estas categorías a partir de las tura, y si se concibe la escritura como un acto indi-
características que debe tener un texto adecuado vidual, parece que no cabe otra decisión que la de
(The Pennsylvania State Writing Assessment evaluar individualmente a los estudiantes. Esta pos-
System, 1992: 8; traducción nuestra): tura se ve reforzada por una característica de nues-
FOCO: tro sistema educativo: la promoción de los alumnos
El texto demuestra conciencia de la audiencia y es individual, no grupal; por tanto, las calificaciones
de la tarea. se asignan por nombre y apellido.
Establece y mantiene un propósito claro. Sin embargo, ¿es posible la escritura como un
Sostiene un solo punto de vista. acto colaborativo, efectuado por el esfuerzo con-
Exhibe claridad de ideas. junto de dos o más personas? Por supuesto. Y no
CONTENIDO: sólo es posible: es un hecho. Basta, para conven-
La información y los detalles son los propios del cerse, pensar un poco en aquellos escritos que son
tema. manifiestamente el producto de una labor manco-
La información y los detalles son relevantes para munada: los diarios, las revistas, los textos publici-
el foco. tarios, numerosos artículos científicos...
Las ideas estás completamente desarrolladas. Igualmente, dos o más estudiantes pueden em-
ORGANIZACIÓN: prender la composición de un texto común. Las
El orden lógico y la secuencia se mantienen. formas de colaboración son muy variadas: el uno
Los párrafos tratan de un solo asunto. crea y relaciona las ideas, el otro las transcribe; el
Las transiciones lógicas se hacen dentro de las uno escribe la primera mitad, el otro la segunda; el
oraciones y entre los párrafos. uno cuida lo gráfico, el otro lo estilístico... y así su-
La introducción y la conclusión son perceptibles cesivamente. (Sobre las ventajas de la escritura
en la estructura. colaborativa, consúltese especialmente: Dale, 1997.)
ESTILO: En aquellos cursos en los que hay un número
Lenguaje preciso. elevado de estudiantes, es recomendable, por moti-
Elección eficaz del léxico. vos prácticos, que el docente, siquiera ocasional-
Voz, tono, originalidad del lenguaje. mente, asigne composiciones colectivas y las evalúe
Variedad en la estructura, los tipos y las extensio- como texto producido en equipo (Dale, 1997).
nes de las oraciones. Claro, cabe la posibilidad de que en un grupo sea
CONVENCIONES: uno solo el miembro que trabaje, y los demás se
Grafía: ortografía de las letras, mayúsculas, pun- beneficien de un esfuerzo al que no han contribuido.
tuación. Esto, sin duda, preocupa y debe preocupar al
Gramática (p. ej., uso de referencias pronominales, docente, no sólo porque la calificación es el criterio
concordancia entre el sujeto y el verbo). para la promoción individual, sino también porque
Oraciones completas. aquélla debe cumplir con el imperativo moral de la
Por tanto, la evaluación de lo escrito será tanto justicia.

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Sin embargo, tal temor parece, en parte, exage- traducirse en un número que será asentado en una
rado. Ocurre que, en la mayoría de los grupos, los planilla. Por tanto, la evaluación de la escritura
estudiantes mismos vigilan el desempeño de sus también debe poder traducirse en un número
compañeros, y se hallan, en general, poco dispues- calificatorio, y estructurarse en consecuencia. Hay
tos a asumir el trabajo de otros: exigen que cada que recordar, además, lo que hemos dicho más arri-
uno cumpla su obligación, y que el esfuerzo sea pro- ba: cualquiera que sea el modo, la evaluación ha de
porcional (Dale, 1997). Por otra parte, el maestro ser siempre clara para los estudiantes: ellos tienen
debe ser lo suficientemente perspicaz para aplicar el derecho de saber con qué categorías se les eva-
métodos de verificación una vez concluido el traba- lúa, y cómo contribuye cada una de éstas a la califi-
jo en grupo; por ejemplo, solicitar que se compon- cación.
ga un texto individual en el cual el estudiante debe Ahora bien, ¿cómo asignar esa cifra?, ¿por me-
reproducir (no literalmente o exactamente palabra dio de qué instrumento? La escala de puntuación
por palabra, tampoco hay que exagerar) una sección holística que hemos reproducido más arriba es una
del texto que supuestamente ha escrito en excelente referencia. Sin embargo, puede parecer
colaboración. También puede pedirle a cada miem- un tanto compleja para los docentes que no son es-
bro del grupo que, después del trabajo en equipo, pecialistas en lengua y literatura. En ese caso, se
exponga oralmente su parte. Al comparar aquella pueden recomendar instrumentos un poco más sen-
versión escrita o esta exposición oral con el escrito cillos (con categoría más fáciles de aplicar o de iden-
grupal, el docente podrá comprobar la participación tificar); pero de carácter igualmente integral, como
del estudiante. la escala de estimación que se ofrece a modo de
Se trata simplemente de algunas sugerencias. ejemplo en la sección siguiente. (Datos y explica-
Cada maestro, considerando su contexto particular ciones más abundantes sobre este punto en:
y las características propias de sus estudiantes, debe McAndrew y Reigstad, 2001).
proponer y aplicar el método de verificación que
juzgue más pertinente. 6. ¿Calificar por adición o por substracción?

5. ¿Evaluar de manera cualitativa o cuantitati- Aquí entendemos como calificar por adición el
va? considerar solamente los logros alcanzados (lo que
el alumno ha hecho con más o menos acierto), que
Hoy en día se acepta ampliamente en los medios se van sumando hasta obtenerse un número
educativos que la evaluación concebida como cali- calificatorio. Por otra parte, entendemos como
ficación debería ser, al menos en parte, cualitativa. calificar por substracción o por descuento el
Sin embargo, el docente debe evitar caer en la fala- considerar exclusiva o preferentemente los errores
cia cualitativa. Ésta consiste en disfrazar una es- o desaciertos, a los cuales se les asigna un valor
cala numérica con otro tipo de símbolos. El enga- que, según su frecuencia de aparición, se irá restan-
ño más común es disfrazarla con una escala literal, do del máximo posible (en nuestro sistema educati-
que tiene normalmente valor de intervalo; por vo, tal máximo es de 20 puntos).
ejemplo: A = 20-18 pts., B = 17-15 pts., y así suce- Como ejemplo de instrumento de calificación
sivamente. Lo mismo sucede con las categorías de aditiva damos la escala de estimación, fácilmente
desempeño, que suelen figurar en las planillas de adaptable a las necesidades contextuales de cada
evaluación en la columna «código»: EX = excelen- curso. Una de sus versiones es la siguiente, que
te = 20-19 pts.; SS = sobresaliente = 18-16 pts., y usamos en una sección de la asignatura de Lengua-
así los demás intervalos. je y Comunicación de la ULA Táchira, y está basa-
El docente debe tener muy claro y recordar en da en diferentes modelos (principalmente en
todo momento que en nuestro sistema educativo, McAndrew y Reigstad, 2001: 83; también: Cassany,
desde la tercera etapa, la promoción se hace según 2000: 87-88; Elbow, citado por The Writing Center
una escala numérica de 0 a 20 puntos, y que toda Staff, s.f.):
actividad evaluativa, sea cual fuere su perspectiva o
el marco pedagógico en que se inscriba, debe

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[Tabla 1]
Tabla de evaluación de textos expositivos escritos

ALUMNO:
____________________________________________________________________

AUTOR Y TÍTULO DEL TEXTO DE PARTIDA (el que debió leerse para componer la exposición):
____________________________________________________________________

Versión: _______ Fecha de la versión: _______________

PARÁMETROS ESCALA

1. Pulcritud, orden 0 1 2 3 4
¿Es limpio, sin arrugas, sin partes dañadas?

2. Caligrafía, legibilidad 0 1 2 3 4
¿La letra es agradable? ¿Puede leerse sin dificultad?

3. Pertinencia de la información 0 1 2 3 4
¿Viene al caso para los fines y límites del texto?

4. Veracidad y fidelidad de la información 0 1 2 3 4


¿Es verdadera y fiel al autor?

5. Originalidad del texto 0 1 2 3 4


¿Es propio del cursante, o ha plagiado al autor?

6. Coherencia y cohesión 0 1 2 3 4
¿El texto forma una unidad efectiva?

7. Extensión del texto (n.° de palabras) 0 1 2 3 4


¿Se ajusta a las instrucciones? ¿Le faltan o le sobran?

8. Corrección del lenguaje 0 1 2 3 4


¿Se respeta la ortografía y la gramática?

9. Referencias 0 1 2 3 4
¿Se menciona bibliografía? ¿Los datos son correctos?

___________________________

Total: ___________________________

Como puede verse, por cada parámetro, el Como ejemplo de calificación por substracción
puntaje mínimo es 0 y el máximo 4. Esto significa damos el uso de signos de revisión, como los
que, siendo nueve los parámetros, el puntaje máxi- siguientes (Morales, 2002; reiteramos que es sólo
mo posible es de 36. Para reducir este puntaje a la un ejemplo, pues existen varios sistemas):
escala de 20, lo único que debe hacerse es aplicar
una sencilla regla de tres.

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[Tabla 2]
Calificación por substracción: uso de símbolos de revisión

Símbolo Significado Ejemplos


(tomados de los textos de los estudiantes)
Revisar uso de las letras «vofetada»

Revisar acentuación «bién»

Revisar uso de minúscula por


mayúscula, o viceversa «Restaurante La giralda»

Revisar puntuación «El señor López, se despertómuy temprano»

Revisar espacio faltante «¿Porqué?»

Revisar espacio sobrante «casar se»

La tabla anterior trata sólo de algunos aspectos o que avanzan las clases, el método sustractivo.
gráficos de la escritura, pero también pueden pro- Ahora bien, ¿existe el peligro de que, al tomarse
ponerse y usarse signos para la revisión del vocabu- en cuenta los errores o aspectos negativos, la eva-
lario, de la construcción de las frases, de la veraci- luación se vuelva «punitiva»? Sin duda, ello puede
dad de la información, etc. Cada signo se refiere a ocurrir. Pero no es esto lo que pretendemos, sino
un aspecto concreto que ha de evaluarse, y se coloca que se use uno u otro método según las circunstan-
sobre la palabra o frase inadecuada, a fin de que el cias, y cuando sea posible, simultáneamente. En
alumno revise la falta y la corrija (véanse otros todo caso, no hay que olvidar que, desde el punto
sistemas en: Cassany, 2000; Vallés Arándiga, 2000; de vista pedagógico, también puede resultar prove-
Valle, 1998). Como se mencionó más arriba, a cada choso el señalar las fallas de un texto, pues los estu-
símbolo se le asigna un valor negativo, que depende diantes deben desarrollar la conciencia del error:
del contexto (nivel de los estudiantes, importancia saber que se equivocan y en qué se equivocan. Así
del texto compuesto, carácter diagnóstico o sumativo sabrán también en qué deben rectificar, lo cual, en
de la evaluación...). En todo caso, se recomienda, principio, debe traducirse en la mejora de las ver-
en general, que los aspectos gráficos tengan menos siones posteriores de sus propios textos.
peso que los relativos al léxico, y que éstos valgan
menos que los correspondientes a la cohesión y Caminante, ¿no hay camino?
construcción de las frases. Asimismo, es
recomendable elaborar el sistema de signos con las En el campo de la didáctica de la lengua en ge-
sugerencias y aportaciones de los estudiantes.1 neral, y en el de la evaluación de la escritura en
¿Cuál es el mejor método: el que suma puntos particular, no es cierto lo que dice la primera parte
por logros o el que resta puntos por errores? Es de aquel memorable verso sentencia: «Caminante,
muy difícil dar una respuesta absoluta. Lo mejor es no hay camino...» En realidad, hay muchos, mu-
remitir la cuestión a factores contextuales (Cassany, chísimos caminos (métodos, instrumentos, perspec-
2000), aunque, en principio, la calificación por adi- tivas), y a menudo, se bifurcan, confluyen y vuelven
ción podría tener efectos psicológicos más positivos a dividirse. Testimonio de ello es la impresionante
en los estudiantes. Como quiera que sea, parece cantidad de obras (libros, revistas, artículos sueltos,
natural emplear con preferencia el método aditivo ponencias, páginas electrónicas...) que existe hoy
en los primeros niveles de escolaridad o en las pri- en día sobre el tema, y de las cuales es sólo una
meras clases de una asignatura, e ir incorporando, muy pequeña muestra la que hemos citado. (Para
poco a poco, a medida que se asciende en las etapas una visión de conjunto, en español, con respecto a

46 D O S S I E R
FRANCISCO MORALES ARDAYA
[EVALUAR LA ESCRITURA, SI... PERO ¿QUÉ Y CÓMO EVALUAR?]

la situación universitaria, véase: Montoya, 2004 [en


línea]).
Así pues, el docente, sobre todo el no especialis-
ta en lengua y literatura, puede verse abrumado por
1) Pensamos principalmente en el docente del ni-
la variedad de las opciones. Ello es perfectamente
lógico: incluso los profesores del área de didáctica vel conocido por tradición como «escuela se-
de la escritura nos vemos en graves dificultades para cundaria», que, en nuestro sistema educativo
orientarnos en las encrucijadas. Sin embargo, re- actual, corresponde a la tercera etapa de la
cordemos la segunda parte de aquel verso senten- Educación Básica y al Ciclo Diversificado. Sin
cia: «... se hace camino al andar». Y esto, en el embargo, tenemos la esperanza de que
tema que nos ocupa, sí es enteramente cierto: co-
nuestras reflexiones sean también útiles para
rresponde a cada docente, luego de transitar por los
los profesores de la Educación Superior.
caminos que han abierto los pioneros y los «baquia-
nos» de la escritura, intentar abrir sus propias sen- 2) Por tanto, no abordaremos aquel nivel más ge-
das, aprovechando los hallazgos de quienes les han neral de la teoría de la evaluación en el marco
precedido en el mismo propósito. de la Pedagogía, por limitaciones de espacio y
Por supuesto, a pesar de que existen aspectos por no desviarnos del tema específico que nos
generales del lenguaje que deben tenerse en cuenta hemos propuesto desarrollar.
en cualquier disciplina, un docente de matemáticas
3) Reconocemos que los términos evaluación, ca-
o de geografía no podrá evaluar exactamente con
los mismos criterios que un profesor de lengua y lificación, nota, tienen sentidos distintos según
literatura: cada campo de conocimiento tiene con- las diferentes perspectivas teóricas. Con la
venciones propias para la presentación y organiza- aclaración sólo pretendemos explicar y preci-
ción de los textos. Así pues, los profesores, aten- sar el sentido que les damos en nuestro
diendo a ésta y a otras circunstancias, deben efec- discurso. En todo caso, todo docente debería
tuar las adaptaciones didácticas que consideren con-
precisar también el sentido que asigna a esos
venientes.
términos en su vocabulario profesional, y
Por otra parte, cabe mencionar brevemente un
problema que se da en todos los niveles educativos, procurar que sea claro para sus propios alum-
pero que es particularmente grave en la universi- nos. De este modo, se contribuye a evitar
dad: muchos profesores carecen de formación pe- confusiones que, si quedaran sin resolverse,
dagógica. En efecto, mientras cursaron sus carreras podrían incluso perjudicar a los estudiantes.
(distintas de la Pedagogía o de la Educación), nunca 4) La exclusión, pues, no se debe a que ignore-
tuvieron la oportunidad de reflexionar sobre temas
mos la importancia de los textos «creativos»,
como las metodologías didácticas o los criterios de
sino a que esta clase de escritos debe evaluar-
evaluación. Éste es, por tanto, un motivo más para
que numerosos docentes, especialmente los se con criterios especiales (además de los que
universitarios, comiencen a reflexionar sobre sus mencionaremos más adelante), que no pode-
prácticas evaluativas, y estén abiertos al cambio. mos comentar en esta ocasión.
Esperamos que estas páginas sean como una 5) En el campo de la lingüística, es costumbre se-
brújula. Cierto: parece algo tosca y con la aguja un
ñalar con un asterisco todo vocablo o frase que
tanto vacilante; pero al menos, puede servir al via-
se considera incorrecto, fuera de norma, inha-
jero para que dé sus primeros pasos en la travesía.
bitual, no atestiguado o meramente hipotético,
según el caso.
6) Véase, más arriba, Otras aclaraciones previas,
n.° 2.
7) Colocamos las categorías más generales (A,

E S C R I T U R A A C A D É M I C A 47
A C C I Ó N P E D A G Ó G I C A, Vol. 13, No. 1 / 2004

B, C, D) en un orden que, supuestamente, va


de lo más fácilmente revisable a lo más com-
plejo de evaluar. Este orden, pues, no quiere
decir que los aspectos mencionados antes que Cassany, D. (1989). Describir el escribir. Barcelona: Paidós.
Cassany, D. (2000). Reparar la escritura. Barcelona: Graó.
otros deban revisarse con preferencia o con
Dale, H. (1997). Co-authoring in the Classroom: Creating an
mayor atención. Environment for Effective Collaboration. Urbana, Illinois:
8) Se llaman anafóricos o tematizadores aquellos National Council of Teachers of English.
elementos del discurso que remiten a otros Elbow, P. (s.f.). From Grades to Grids: Using Evaluation-by-
Criteria for Responding to Writing. En: The Writing Center
mencionados anteriormente.
Staff (material mimeografiado para uso en las escuelas
9) Los contiguos semánticos son los vocablos que, norteamericanas).
en el discurso, sustituyen a otros sin ser pro- García Fernández, C. (s.f.). Presupuestos para una metodología
de la expresión escrita. En: Departamento de Ciencias del
piamente sus sinónimos, pero con los cuales
Lenguaje del IEPS, La expresión escrita en la escuela (pp.
guardan alguna relación de significado, p. ej. 5-15). Madrid: Narcea.
gato/mamífero; apartamento/vivienda. Graves, D. (1987). Didáctica de la escritura. Madrid: Morata.
10) Aclaramos nuevamente que la lista dada es sólo Jolibert, J. (Coordinación) (1992). Formar niños lectores de textos.
Santiago (Chile): Hachette.
un ejemplo. Existen otras clasificaciones o
Flower, L. y Hayes, J. (1996). Teoría de la redacción como
propuestas de análisis que pueden consultarse proceso cognitivo. Textos en contexto, los procesos de lectura
en la bibliografía especializada. y escritura, 1, 73-110.
McAndrew, D. y Reigstad, Th. (2001). Tutoring Writing: a Practical
11) Este derecho, a un nivel más general, se halla
Guide for Conferences . Portsmouth, New Hampshire:
establecido incluso legalmente en los Regla- Boynton/Cook Publishers.
mentos de Evaluación de numerosas institu- Montoya, C. (2004). Antecedentes de la escritura a través del

ciones. Nuestra Universidad de Los Andes currículo en la educación superior y sus prospectivas en
América Latina. [Revista en línea Razón y Palabra, n.° 41].
Táchira cuenta con uno propio, el cual,
Disponible en: http://www.cesm.itesm.mx/dacs/publicacio-
lamentablemente, no es conocido por todos los nes/logos.
profesores. Morales Ardaya, F. (2002). La autocorrección asistida: creación
y aplicación de un sistema de símbolos de revisión de textos.
12) Por diversas razones, no siempre se podrá con-
Trabajo Especial de Grado para la Especialización en
tar con la colaboración de los alumnos. Sin Promoción de la Lectura y la Escritura, ULA Táchira.
embargo, el docente siempre hará bien si los Mostacero, R. (1999). La construcción del texto escrito y las

anima a participar en la creación y prueba del competencias del productor de textos. En: Serrón, Sergio
(Compilador), I-II Encuentros de Docentes con la Lengua
sistema de signos.
Materna: Memorias (pp. 67-82). San Antonio de Capayacuar,
Edo. Monagas, 7 y 8 de marzo de 1997; Universidad de
Oriente, Margarita, Edo. Nueva Esparta, 12 a 14 de marzo
de 1998. Red Latinoamericana de Alfabetización Oriente –
Sur/Oriente.
The Pennsylvania State Writing Assessment System (1992).
Writing Assessment Handbook. Harrisburg: Pennsylvania
State Department of Education.
Valle, P. (1998). Cómo corregir sin ofender: manual teórico-
práctico de corrección de estilo. Buenos Aires: Lumen
Humanitas.
Vallés Arándiga, A. (2000). Autocorrección de la escritura. En:
Guía de actividades de recuperación y apoyo educativo (pp.
45-52). Barcelona: Praxis.

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FRANCISCO MORALES ARDAYA
[EVALUAR LA ESCRITURA, SI... PERO ¿QUÉ Y CÓMO EVALUAR?]

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