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SUPUESTOS DE LA INTERPRETACIÓN JURÍDICA

DEFINICION DE INTERPRETACIÓN JURÍDICA.

Interpretación es la acción de interpretar. Etimológicamente hablando, el verbo


“Interpretar” proviene de la voz latina interpretare o interpretari, palabra que, según el
eminente Jurista uruguayo Eduardo J. Couture, deriva de interpres que significa mediador,
corredor, intermediario. Para Guillermo Cabanellas de Torres afirma que: “La
Interpretación jurídica por excelencia es la que pretende descubrir para sí mismo
(comprender) o para los demás (revelar) el verdadero pensamiento del legislador o
explicar el sentido de una disposición.”

La interpretación jurídica (o del derecho) es una actividad que consiste en


establecer el significado o alcance de las normas jurídicas y de los demás estándares que
es posible encontrar en todo ordenamiento jurídico y que no son normas, como por
ejemplo, los principios. En consecuencia, hablar de interpretación del derecho es igual a
referirse a una actividad que comprende a todas las normas jurídicas, y no únicamente a
las normas legales que produce el órgano legislativo. De ahí que la interpretación de la ley
sea una especie de interpretación jurídica.

“Interpretar una norma jurídica es esclarecer su sentido y precisamente aquel


sentido que es decisivo para la vida jurídica y, por tanto, también para la resolución
judicial. Semejante esclarecimiento es también concebible respecto al derecho
consuetudinario, deduciéndose su verdadero sentido de los actos de uso, de los
testimonios y del < usus fori > reconocido y continuo. Pero el objeto principal de la
Interpretación lo forman las leyes” .

Objeto de la interpretación jurídica

El objeto de la interpretación del derecho, como se dijo anteriormente, es el


mismo derecho, o si se prefiere: las normas jurídicas y otros estándares como los
principios generales del derecho. Como a su vez, las normas jurídicas reconocen múltiples
fuentes, la interpretación del derecho reconoce múltiples especies:

• Interpretación de la ley

• Interpretación del contratos

• Interpretación del tratado internacional

• Interpretación de la sentencia.
TIPOS DE INTERPRETACIÓN

La Interpretación Judicial

Es la practicada por los jueces y tribunales para emitir sus decisiones (sentencias y
demás resoluciones motivadas jurídicamente) en las cuales esta interpretación queda
plasmada. En la medida que provenga de instancias más elevadas la interpretación
judicial, sentada en los precedentes, tenderá a influenciar con mayor autoridad y
frecuencia.

En los países en los que existe el Recurso de Casación la interpretación judicial


resulta obligatoria para los órganos jurisdiccionales de instancias inferiores si se emite en
los términos y condiciones legalmente exigidos. Así, en nuestro país, es el Art. 384° del
C.P.C. el que designa a la correcta interpretación del derecho como uno de los fines
esenciales del Recurso de Casación y es el Art. 400° el que prevé cuáles son los requisitos y
condiciones para que el precedente allí sentado sea considerado como doctrina
jurisprudencial que vincule a los demás órganos jurisdiccionales del Estado.

La Interpretación Declarativa (o estricta)

Esta clase de interpretación es también conocida como Interpretación estricta, y se


presenta cuando al interpretar el operador jurídico se ciñe a lo que dice la norma,
limitándose a aplicarla a los supuestos estrictamente comprendidos en ella. Explica el
maestro Mario Alzamora Valdez, la interpretación declarativa es la de más corriente uso y
su objeto es el de explicar el texto de la ley. Continúa diciendo que este procedimiento se
emplea cuando las palabras son imprecisas u obscuras y se busca desentrañar a través de
ellas la mente de la ley y la del legislador.

La Interpretación Modificativa

Esta interpretación es la que enrumba el alcance de la norma cuando, en


relación a lo que pretendía el legislador, ésta ha sido expresada con excesiva estrechez, en
cuyo caso deberá efectuarse una interpretación extensiva, o con excesiva amplitud, en
cuyo caso deberá efectuarse una interpretación restrictiva.
La Interpretación Extensiva

En esta clase de interpretación lo que hace el operador jurídico o intérprete es


extender el alcance de la norma a supuestos no comprendidos expresamente en ella, por
considerar que habría sido voluntad del legislador comprender en la norma a aplicar tales
supuestos.

Sobre el particular, el tratadista Werner Goldschmidt dice:

"Si resulta que la norma en su sentido lingüístico usual se queda a la zaga de la


voluntad auténtica de su autor, hay que ensancharla para que llegue a alcanzar aquél."

La interpretación es extensiva, explica el Profesor Mario Alzamora se da cuando los


términos de la ley expresan menos de lo que el legislador quiso decir, y se trata de
averiguar cuáles son los verdaderos alcances de su pensamiento; continúa diciendo que
"más que extensiva es esta interpretación ‘integrativa’ puesto que su objeto es referir la
norma no a casos nuevos sino a aquellos que contiene virtualmente, porque si así no fuera
no sería interpretación sino creación".

La Interpretación Restrictiva

Al contrario de lo que sucede en la interpretación extensiva, en la Interpretación


Restrictiva se restringe el alcance de la norma apartando de ella determinados supuestos
que se encontrarían incluidos de acuerdo con la redacción de su texto, pero que se
entiende que no fue voluntad del legislador comprenderlos dentro de éste.

Alberto Trabucchi lo explica del siguiente modo: "La interpretación restrictiva se


dará cuando la interpretación lógica restrinja el significado propio de la expresión usada
por la ley”.

La Interpretación Doctrinal

Es, como su nombre claramente lo indica, la interpretación practicada por los


doctrinarios, por los teóricos, por los juristas o jurisconsultos, por los tratadistas, por los
estudiosos del derecho, y en general por quienes se dedican a la ciencia del derecho; de
ahí que también se le conozca a esta Interpretación como "científica".
La Interpretación doctrinal si bien se caracteriza por no ser obligatoria, sin
embargo, por su carácter científico y por la autoridad de quienes la practican, es la que
termina siendo predilecta.

La Interpretación Auténtica

Es la realizada por el propio autor de la norma; se dice también que es la efectuada


por el legislador o, mejor dicho, por el poder legislativo, en el entendimiento de que éste
es el autor de la norma y de allí que a esta interpretación se le denomine también
"interpretación legislativa". Pero lo importante para saber que estamos ante una
interpretación auténtica es comprender que tal interpretación ha sido hecha por el propio
autor de la norma, tanto así que incluso se ha denominado Interpretación auténtica a la
interpretación realizada por el propio juez o tribunal con el propósito de dar luces sobre el
significado verdadero de sus propias sentencias o resoluciones; igualmente se ha
considerado interpretación auténtica a la que realizan las partes contratantes respecto del
contrato que celebraron, a la efectuada por el funcionario público respecto del acto
administrativo o norma que emitió, etc.

Interpretación Abrogante o Derogatoria.

"...interpretación derogatoria (interpretatio abrogans) cuando la disposición conforme


a su fin no puede aplicarse en un momento dado o en determinadas circunstancias nuevas
y excepcionales y debe entenderse suspendida su aplicación o tácitamente derogada.".

En el supuesto de normas que se excluyen mutuamente entre sí y cuya


contrariedad o contradicción no resulta resoluble mediante la aplicación de los criterios
antes aludidos, subsiste la obligación del operador jurídico de solventar la antinomia, de
encontrar una solución que salve la coherencia del ordenamiento. En estos casos, el
intérprete puede llegar incluso a no considerar la aplicación de una de las normas en
conflicto, esto es, a no considerarla válida y, por lo tanto, no aplicarla al caso planteado
privilegiando a la primera de las normas.

Esta es la denominada interpretación abrogante. No se trata, con propiedad de una


abrogación o derogación pues, a decir verdad, si quien interpreta es el jurista, éste no
tiene poder normativo para ni para la producción o derogación ni para la anulación de
normas y, por consiguiente, no tiene ningún poder abrogativo (el jurista sugiere
soluciones a los jueces y eventualmente también al legislador); si la interpretación la hace
el juez, éste, en general (en los ordenamientos estatales modernos) tiene el poder de no
aplicar la norma que considera incompatible en el caso concreto, pero no tiene el poder
de excluirla del sistema (o sea, de abrogarla). Tan es así, que otro juez que deba juzgar el
mismo caso podría darle al conflicto de normas una solución opuesta y aplicar
precisamente aquella norma que el juez anterior había eliminado.

No es muy fácil encontrar ejemplos de interpretación abrogante. BOBBIO alude a


un supuesto de antinomias presente en el Código Civil italiano que viene a implicar la
derogación de las dos normas en conflicto: El artículo 602 del C.C. italiano, en su primer
inciso, señala que “el testamento hológrafo debe ser escrito íntegramente, fechado y
suscrito por la mano del testador”, se podría deducir que la fecha debe ser puesta antes
de la firma. Del segundo inciso, “La firma debe ser puesta al final de las disposiciones”, se
podría pensar, por el contrario, que la fecha, no siendo una disposición, debe ser colocada
después de la firma. En la duda entre la obligación y la prohibición de poner la fecha antes
de la firma, el intérprete podría estar inducido a considerar alternativamente excluyentes
las dos normas contrarias, y a considerar que es lícito colocar la fecha tanto antes como
después de la firma. De este modo, también en este caso se puede hablar de
interpretación abrogante, pues prescinde de lo establecido por las dos normas y entiende
válido el testamento en todo caso.

Modalidades de Interpretación

La interpretación de un orden jurídico puede asumir una de estas dos


modalidades: puede ser auténtica o no auténtica.

La interpretación es una actividad que tiene lugar cuando el lenguaje en que se


expresa el derecho (Constitución, ley, etc.) es interpretado por los órganos encargados de
su aplicación a fin de crear los materiales jurídicos que los completen (como es el caso de
una decisión administrativa tratándose de una autoridad o una sentencia en el caso de un
tribunal). Esto es lo que se conoce como interpretación auténtica. En otras palabras, en
esta clase de interpretación el mismo órgano que se encarga de aplicar la norma jurídica
va a determinar su alcance o sentido.

En contraste, la interpretación no auténtica es aquella que es realizada por


personas u órganos que no tienen la posibilidad de aplicar el derecho que interpreta. Aquí,
nuevamente es posible hacer una distinción entre la interpretación que llevan a cabo los
juristas, a quienes corresponde solamente identificar y describir el derecho con fines de
conocimiento o difusión; y la que realizan los propios sujetos normativos, que pueden
establecer el significado de las normas jurídicas que regulan su comportamiento.
Interpretar y Traducir

La traducción (del latín traductĭo, -ōnis: hacer pasar de un lugar a otro) es una
actividad que consiste en comprender el significado de un texto en un idioma, llamado
texto origen o "texto de salida", para producir un texto con significado equivalente, en
otro idioma, llamado texto traducido o "texto meta". El resultado de esta actividad, el
texto traducido, también se denomina traducción.

El objetivo de la traducción es crear una relación de equivalencia entre el texto


origen y el texto traducido, es decir, la seguridad de que ambos textos comunican el
mismo mensaje, a la vez que se tienen en cuenta aspectos como el género textual, el
contexto, las reglas de la gramática de cada uno de los idiomas, las convenciones
estilísticas, la fraseología, etc.

Tradicionalmente, la traducción ha sido una actividad desarrollada por humanos,


aunque hay numerosos intentos de automatizar la tarea de traducir textos naturales
(traducción automática) o de utilizar ordenadores para ayudar a esta tarea (traducción
asistida por ordenador, o computadora). Un ejemplo de traducción asistida sería el uso de
una memoria de traducción.

Es importante diferenciar la traducción de la interpretación: En el primer caso, se


transfieren ideas expresadas por escrito de una lengua a otra, mientras que en la
interpretación las ideas se expresan oralmente o mediante la gesticulación (como sucede
en el lenguaje de signos) de una lengua a otra. Según el análisis de los procesos implicados
en la traducción e interpretación, podría considerarse que esta última constituye una
subcategoría de la traducción.

Justificación interna y justificación externa

La justificación interna remite al funcionamiento de la lógica jurídica dando por


sentado la existencia de predicados positivos. De tal modo, tenemos dos reglas básicas:

1. Para la fundamentación de una decisión jurídica debe aducirse por lo menos una
norma universal.

2. La decisión jurídica debe seguirse lógicamente al menos de una norma universal,


junto con otras proposiciones.

Cuando un caso complica la aplicación de tales reglas, el discurso jurídico establece


lo siguiente:
1. Siempre que exista duda sobre si un individuo posee la predicación de que se le
acusa, hay que aducir a una regla particular que decida la cuestión.

2. Por lo tanto, son necesarios los pasos de desarrollo que permitan formular
expresiones cuya aplicación al caso en cuestión no sea ya discutible.

3. De ese modo, hay que articular el mayor número posible de pasos de desarrollo
(Derecho procesal).

La justificación externa de la lógica jurídica, por su parte, remite al problema del


trato con las premisas. Expondré las reglas y formas de la justificación externa a través de
las reglas de argumentación dogmática y las reglas del uso del precedente.

La justificación interna se expresa en términos lógico-deductivos, cuando un caso


es fácil la aplicación del Derecho se aproxima al Silogismo Judicial, pero esta justificación
interna resulta insuficiente frente a los denominados casos difíciles, lo que lleva a la
utilización de la justificación externa, en la cual la Teoría Estándar de la Argumentación
Jurídica enuncia que se debe encontrar criterios que permitan revestir de racionalidad
aquella parte de la justificación que escapa a la lógica formal.

Asimismo, la justificación interna es aquella que recurre a normas del sistema


jurídico y se limita a la congruencia de la norma general vigente y la norma concreta del
fallo, en cambio la justificación externa se basa en normas que no pertenecen a dicho
sistema, viene a ser el conjunto de razones que no pertenecen al Derecho y que
fundamenta la sentencia, tales como normas consuetudinarias, principios morales, juicios
valorativos, etc.

Teorías de la interpretación jurídica:

Teorías cognitivas: La interpretación es una actividad cognoscitiva (de


descubrimiento). Cada expresión lingüística jurídica tiene un significado objetivo que es o
puede ser descubierto por el intérprete. Cada texto tiene un significado propio y objetivo,
y el intérprete lo descubre. Las interpretaciones cognitivas pueden ser verdaderas o falsas,
dependiendo de si coinciden con su significado propio.

Teorías escépticas: Para sus defensores, el lenguaje tiene significados


determinados por los usuarios del lenguaje, es un acuerdo. El lenguaje es totalmente
convencional. La interpretación es un acto de voluntad, una decisión del intérprete, que le
asigna un significado al lenguaje; decide aquello que quiere que signifique. Para los
defensores de las teorías escépticas no se puede hablar de interpretaciones verdaderas o
falsas.
Teorías intermedias: En algunos casos la interpretación es una tarea cognoscitiva,
y en otros casos es una actividad valorativa. Para determinar que tarea es, hace una
diferenciación entre casos fáciles y difíciles:

Casos Fáciles y Casos Difíciles

− Caso: Se define como cualquier suceso o acontecimiento, pueden ser comunes,


inciertos, eventuales, fortuitos, previstos y no previstos.

− Caso fácil!: se halla una sola respuesta, la interpretación es una tarea cognoscitiva, un
acto de descubrimiento.

− Caso difícil!: más de una respuesta. El sistema es incapaz de dar sólo una respuesta o, a
lo mejor, ni siquiera regula esta situación o hay una incoherencia. En estos casos la
interpretación es un acto de voluntad, hay discrecionalidad, como en el ejemplo de que en
una ley haya una palabra poco definida.

En los casos fortuitos, el suceso inopinado, no se puede prever ni resistir, en los casos
inciertos, el suceso o acaecimiento que puede verificarse, o dejar de acontecer, por
depender sólo del acaso, y no de ka voluntad humana.

¿Cuándo es fácil un caso y cuándo difícil?

Para Rodríguez Boente, la distinción entre casos difíciles y fáciles depende de la Teoría
desde la cual se observa el caso. Pues señala, que para ‘el positivismo jurídico, los casos
fáciles serían aquellos en los que no hay más que aplicación pura y simple del Derecho,
mientras que los casos difíciles se caracterizan porque “la cuestión en litigio no está
determinada por los estándares jurídicos; por eso, estos últimos requieren a diferencia de
los primeros, una labor interpretativa. Para las teorías de la argumentación jurídica, la
diferencia entre casos fáciles y difíciles radicaría en el distinto carácter de la justificación
que se ha de llevar a cabo en unos y otros.
CONCLUSIÓN

La Interpretación Jurídica es de vital importancia, pues el Derecho sólo puede ser


aplicado tras ser interpretado. Por tanto, no puede haber Derecho sin Interpretación.

La Interpretación jurídica no sólo permite la aplicación del Derecho, sino que


además va más allá: descubre su mensaje correcta o incorrectamente; le da su verdadero
significado, alcance y sentido o se lo quita; lo acerca a la Justicia o a la Injusticia.

El desarrollo de tantos métodos para interpretar la norma, o el derecho en general,


demuestra que el estudio de la interpretación nunca termina por descubrir, ni totalmente
y de manera inequívoca ni satisfactoriamente, el mensaje expresado en la norma; sólo
aspiramos a aproximarnos lo más posible a esta meta.

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