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1.- ¿Qué rol juega la mediación en su país o qué validez tiene el acta de
mediación con que concluye este proceso?
2.- ¿Cuáles son las ventajas y/o desventajas de haber adoptado este método
de solución de conflictos?
Las ventajas son variadas. Desde mi punto de vista bastante particular, siento que
la mediación viene a abrir un espacio en un campo en donde las personas son
quienes, a través del diálogo, obtienen su propia solución. Se establece una
modificación en la comunicación que traían hasta el momento y se crea un nuevo
espacio de comunicación o de nueva convivencia incluso. Es un proceso más
rápido; según la ley 19.968, el proceso de mediación puede durar sólo hasta 60
días renovables por otros sesenta. Sin embargo, la práctica a mi me indica, que 30
días es un promedio desde que la persona pide una cita u hora en mediación,
hasta que tiene una resolución donde el Tribunal de Familia aprueba el acuerdo,
por lo tanto, visto desde esa óptica en términos de tiempo, la mediación es tres o
cuatro veces más rápida que un juicio.
Otra de las ventajas son los costos. La mediación familiar por regla general en
nuestro país es gratuita para toda aquella persona que tenga una renta o ingreso
mensual inferior a $750.000 pesos chilenos (US$ 1.500 aprox.), o bien para
quienes coincidan con alguno de los 13 ítems que el mismo Ministerio de Justicia
establece, entre los que encontramos por ejemplo, el hecho de pertenecer a una
familia monoparental, ser de la tercera edad, tener como carga familiar a más de 5
personas, pertenecer a alguna etnia, contar con algún beneficio estatal, entre
otros. Si mi situación se puede encuadrar con alguno de estos ítems, entonces yo
no pago, por tanto la regla general es que quienes son atendidos por los diferentes
centros de mediación familiar, no deben pagar por este concepto.
Dentro de las desventajas, podría mencionar que no todas las materias son
mediables. Hay materias que, por diversas razones no podemos someter a un
proceso de mediación; todo lo que dice relación con crímenes o simples delitos
que no versen sobre bienes jurídicos disponibles o sobre violencia intrafamiliar
(VIF). También vemos desventajas en aquellos casos en que las partes que se
involucran en un proceso de mediación no son capaces de llegar a un acuerdo, ya
que esta situación trae consigo un sentimiento de frustración. Sienten que no
fueron capaces de llevar con éxito este proceso y por tanto, aflora una sensación
de culpa.
Partamos por las obligatorias, entendiendo por estas los alimentos, el régimen de
comunicación directa y regular y el cuidado personal de los niños, niñas o
adolescentes. Son materias obligatorias porque de una u otra manera reflejan con
mayor fuerza las relaciones de familia, sobre todo cuando hay hijos menores de
edad. Creo que el criterio en este sentido está bien definido, ya que es mejor que
las mismas partes pudieran llegar a un acuerdo sobre quién va a cuidar a los hijos,
quien se hará responsable de su crianza o sobre la periodicidad con que tendrá
contacto el padre no custodio con su hijo, sobre todo si consideramos que este no
sólo es una obligación de los padres sino también un derecho para los niños,
niñas o adolescentes.
Sobre las materias de mediación prohibida, la verdad es que el criterio está dado
porque existen causales que las partes simplemente no pueden mediar, ya que
existe un interés público superior. Acá encontramos por ejemplo, aquellas
materias que dicen relación con el estado civil de las personas o los casos de
violencia intrafamiliar (VIF), en los que claramente por su objeto no se podría
llegar a un acuerdo, sino que el Juez es el único encargado para dilucidar dichos
asuntos. Yo no podría por ejemplo llegar a un acuerdo sobre el estado civil de mi
hijo, y en definitiva, transformarlo de soltero a casado, aún contando con el
acuerdo de todas las partes involucradas. O llegar a un acuerdo sobre si maltraté
psicológicamente o no a mi cónyuge.
4.- ¿Cuáles son las críticas que se le han hecho a este método de solución
de conflictos en base a su experiencia personal y la del foro en general?
La primera gran crítica que se hizo al sistema de mediación familiar cuando estaba
en los inicios de su implementación y tomado desde la mirada del foro en general,
dice relación con que los abogados fueron muy reacios a esta solución
colaborativa, entendiendo yo que en primer lugar no existía mucha claridad
respecto a como se iba a implementar este proceso y entendiendo además que
los profesionales abogados sentían de alguna forma que se les estaba quitando
espacio de trabajo, ya que todas las personas que pudieran llegar a un acuerdo en
el proceso de la mediación era equivalente a menor cantidad de trabajo. Sin
perjuicio de lo anterior y a poco andar de este proceso, lo cierto es que todos los
actores del mismo han sentido que ha sido un aporte o ayuda importante, primero
significa que los Tribunales de familia puedan realizar su trabajo de mejor manera
y que todas las causas que llegan a los Tribunales sean justamente las que deben
llegar, porque antiguamente, cuando no existía la mediación, llegaban muchas
causas al Tribunal de Familia en que las partes estaban de acuerdo en la gran
mayoría o si no en todos los puntos del debate, de modo que existía un desgaste
en todos los actores, llámese jueces, funcionarios, procuradores, abogados,
testigos, peritos y también de insumos. Así, en cinco minutos se terminaba el juicio
y todos los recursos habían sido invertidos en vano.
Otra de las críticas que se ha hecho a este sistema, nace porque muchas veces
los acuerdos no son sustentables en el tiempo, es decir, al poco caminar de
haberse arribado a un avenimiento, éste no se cumple o se incumple por las
partes, y eso significa en términos prácticos que de igual forma esa causa va a
llegar al Tribunal de Familia. Otra de las críticas viene con las estadísticas. Hoy
día, a través del Ministerio de Justicia se dice que sólo el 52% de las causas
iniciadas en mediación llegan a un acuerdo a nivel nacional y que, según este
mismo Ministerio, sería un porcentaje bastante inferior a las expectativas que se
tenían.
Por último, me permito señalar que si ponemos en una balanza todas las ventajas
y las desventajas del proceso de mediación familiar, sin lugar a dudas pesan
mucho más las primeras que las segundas, toda vez que como ya he dicho,
siempre será más positivo que sean primero las personas quienes decidan sobre
su futuro y las relaciones de familia de ellos o de sus hijos menores. Es una
ventaja contar con este sistema en nuestro país, considerando que años atrás no
existía, aunque de todas maneras nos quede un largo camino por recorrer en pro
de mejorarlo.