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Materiales compuestos estructurales.

Están formados tanto por composites como por materiales sencillos y sus propiedades
dependen fundamentalmente de la geometría y de su diseño. Los más abundantes son los
laminares y los llamados paneles sandwich.

Los laminares están formadas por paneles unidos entre si por algún tipo de adhesivo u otra
unión. Lo más usual es que cada lámina esté reforzada con fibras y tenga una dirección
preferente, más resistente a los esfuerzos. De esta manera obtenemos un material isótropo,
uniendo varias capas marcadamente anisótropas. Es el caso, por ejemplo, de la madera
contrachapada, en la que las direcciones de máxima resistencia forman entre sí ángulos
rectos.

Los paneles sandwich consisten en dos láminas exteriores de elevada dureza y resistencia,,
(normalmente plásticos reforzados, aluminio o incluso titanio), separadas por un material
menos denso y menos resistente, (polímeros espumosos, cauchos sintéticos, madera balsa o
cementos inorgánicos). Estos materiales se utilizan con frecuencia en construcción, en la
industria aeronáutica y en la fabricación de condensadores eléctricos multicapas.

Panel sandwich con núcleo en forma de panal.


Madera Contrachapada

El efecto de los defectos en materiales compuestos estructurales


El Instituto Madrileño de Estudios Avanzados en Materiales (IMDEA Materiales) lidera el
ambicioso proyecto Europeo DEFCOM cuyo objetivo es el desarrollo de herramientas de
simulación y caracterización no destructiva que permitan a los fabricantes de materiales
compuestos estructurales discriminar entre diferentes tipos de defectos y así poder aumentar la
fiabilidad de dichos materiales.
FUENTE | IMDEA Materiales - mi+d 10/11/2008
Ciencia de los Materiales
Nuevos Materiales Compuestos Estructurales de Vidrio
Metálico Basados en el Titanio
4 de Febrero de 2009.

Un equipo de científicos del Instituto


Tecnológico de California (Caltech) ha creado
una gama de materiales compuestos
estructurales de vidrio metálico, basados en el
titanio, que son más ligeros y baratos que los
que el grupo había creado previamente, y que
todavía poseen su dureza y ductilidad, lo que
les dota de la capacidad de deformarse sin
quebrarse.
Menéame

A principios del 2008, el mismo grupo de Caltech dio a conocer nuevas estrategias
para crear aleaciones que tuvieran una dureza y resistencia superiores a las de
cualquier otro material viable conocido.

A pesar de esto, existían puntos débiles en las aleaciones presentadas en ese


estudio. Como fueron creadas para utilizarse en la industria aeroespacial, entre
algunas otras aplicaciones estructurales, necesitaban tener densidades muy bajas,
para pesar lo menos posible. Lo ideal habría sido que las aleaciones hubieran
tenido densidades semejantes a las de las aleaciones cristalinas de titanio, con
entre 4,5 y 5 gramos por centímetro cúbico (g/cc). Las aleaciones originales,
elaboradas mayormente de circonio, tenían entre 5,6 y 6,4 g/cc, lo que
representaba un serio obstáculo para su uso en estructuras aeroespaciales.

Entonces Douglas Hofmann, William Johnson y sus colegas comenzaron a probar


con pequeños cambios en los componentes de sus materiales compuestos,
consiguiendo al final un grupo de aleaciones con un alto porcentaje de titanio, pero
que mantenían las propiedades de las aleaciones de circonio creadas
previamente.

A pesar de que se basan en el titanio, estas aleaciones exhiben las mismas


propiedades impresionantes que las aleaciones originales de circonio. Siguen
siendo duras (o sea, no se agrietan fácilmente) y siguen siendo dúctiles. De
hecho, son incluso más dúctiles que las aleaciones que el equipo creó
previamente.

Esta nueva composición también dio como resultado una reducción en el costo,
pues el circonio es un metal más caro que el titanio.

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