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CUADERNO DE SINTAXIS ESPAÑOLA

Apuntes de Jesús Huerta

PROCEDIMIENTOS PARA DETERMINAR LAS RELACIONES SINTÁCTICAS.


Tanto en una oración como en un sintagma hay unos procedimientos formales que marcan las relaciones
morfosintácticas, como son:
1. La concordancia. Es la igualdad de ciertos morfemas entre los elementos que se relacionan. Tenemos
concordancia de género y número entre el sustantivo y sus determinantes (artículo, adjetivo, complementos...);
concordancia entre número y persona entre el sujeto y el verbo; concordancia de género y número entre el sujeto
y el atributo.
2. El orden de las palabras. En español es más libre que en otras lenguas, como el inglés. A veces, tenemos que
recurrir al contexto para explicar el significado de algunas oraciones como: La verdad origina el conocimiento de
la realidad. Origina el conocimiento de la realidad la verdad. No es totalmente libre el orden de los elementos
oracionales, como se ha pensado, sino que suelen presentarse restricciones cuando no hay otras marcas diferentes
-por ejemplo la preposición- que señalen la función desempeñada por determinado elemento. Respecto al orden
de palabras dentro del sintagma es preciso señalar que es bastante rígido. Es evidente que no sería aceptable el
orden siguiente: *árboles esos grandes. La colocación de los determinantes del nombre es obligada: anteposición
del nombre y al adjetivo. En cambio, los adjetivos pueden ir antes o después del nombre: Esos grandes
árboles/esos árboles grandes. Si el elemento adyacente al nombre no es un adjetivo, sino un sintagma
preposicional: esos árboles de grandes dimensiones, éste grupo debe posponerse al núcleo, por lo que no sería
aceptable: *de grandes dimensiones esos árboles. A veces, en la lengua literaria, se permite, como recurso poético
esta dislocación de elementos (hipérbaton) como en: del salón en el ángulo oscuro.
3. Elementos de relación. Las preposiciones, las conjunciones (coordinantes y subordinantes) y los pronombres
relativos, llevan a cabo la función de relacionar entre sí los elementos de la oración y el sintagma. El objeto
directo de persona, por ejemplo, va introducido por la preposición a. Dentro de los sintagmas nominales, los
adyacentes preposicionales tienen por signos de dicha función a las preposiciones.
4. La pertenencia a una determinada categoría gramatical. A veces, esta pertenencia indica la función oracional o
sintagmática de los diversos elementos. Un artículo es siempre un determinante, nunca un núcleo en un sintagma
nominal. Un adjetivo será un adyacente en un sintagma nominal si hay un sustantivo en él; también puede cumplir
la función de atributo en el predicado nominal. Un adverbio será un complemento circunstancial en un predicado,
o bien será un complemento adjetivo si va integrado en un sintagma. No obstante, hay que indicar que la
pertenencia a una categoría gramatical es un indicio, pero no determina de forma obligatoria a una función,
porque dos elementos de categorías diferentes pueden desempeñar la misma función, como en el caso del
atributo, que puede ser un sustantivo o un adjetivo. Del mismo modo, una palabra de una determinada categoría
gramatical puede desempeñar funciones diferentes (el sintagma aquella noche puede ser sujeto o complemento
circunstancial según la oración en la que se encuentre). Las categorías son etiquetas estáticas que tienen los
elementos de una lengua. Son fijas. Las funciones son lugares estructurales en una secuencia. Son relativas y
cambiantes.
5. La pausa y la entonación. Dentro de la lengua hablada tienen un papel fundamental. Identifican a la oración y son
marcas de ciertas funciones gramaticales, como la coordinación sin nexos, la aposición de un nombre a otro
nombre como adyacente (iremos mañana, pasado, al día siguiente y al otro).

PARA ANALIZAR SINTÁCTICAMENTE:


1. Buscar los verbos. Habrá tantas oraciones como verbos.
2. Ver qué relación existe entre ellos: cuáles son los verbos principales y cuáles los subordinados. Para ello sabemos
que los indicativos son principales (y pueden estar coordinados) excepto si van introducidos por algún relativo o
conjunción, en cuyo caso son subordinados. Los subjuntivos y los infinitivos suelen ser subordinados.
3. Delimitar las oraciones y establecer los sujetos si existen. Analizarlos como SN.
4. Delimitar los predicados y analizarlos con sus complementos.
5. Analizar las oraciones subordinadas como si fuesen oraciones simples (es decir, estableciendo su sujeto y su
predicado, y analizando estos a su vez), e introducirlas en su lugar sintáctico en la oración principal.
6. Si dos oraciones se encuentran coordinadas se analizan por separado como oraciones independientes y después se
establece la relación entre ellas (por el nexo).
ESTRUCTURA ORACIONAL.
• Oración = Sintagma Nominal (sujeto) + Sintagma Verbal (predicado).
• Tipos de sintagmas: nominal, pronominal, verbal, adjetival, adverbial, preposicional.
• Un sintagma contiene un núcleo (obligatorio) y puede llevar determinantes y adyacentes. En el caso del sintagma
verbal, el núcleo es el verbo o la perífrasis verbal y los adyacentes son los complementos.
• Son núcleos de sintagma nominal el sustantivo, el pronombre, el adjetivo sustantivado y la oración subordinada
sustantiva.
• Pueden cumplir la función de determinante: el artículo (el, la, los, las, un, una, unos, unas), los adjetivos
demostrativos (este, ese, aquel, esta, esa, aquella, estos, etc.), posesivos (mi, tu, su, nuestro, vuestro su),
indefinidos (cuantitativos: varios, mucho, más, poco, menos, bastante, demasiado, tanto, harto; identificativos
mismo, otro, los demás, propio, tal; existenciales: alguno, ninguno, uno, cierto, alguien, nadie, cualquiera,
quienquiera, algo, nada, todo, cada) y los numerales (cardinales, ordinales, múltiplos, partitivos: un, dos, tres,
primer, segundo, tercer, medio, tercio, cuarto, doceavo, ambos, sendos, etc.). Los demostrativos, posesivos e
indefinidos pueden ser adjetivos o pronombres (con acento) por lo que pueden desempeñar la función de
determinante (adjetivo) o de adyacente (adjetivo y pronombre)
• La función de adyacente es desempeñada por el adjetivo calificativo (especificativo y explicativo), sustantivos
(mi tío Juan), el complemento de nombre (la mesa de hierro; el jugador del Betis; el jefe del barrio), el
complemento preposicional (café con leche, luna sin miel), la aposición (es un sintagma nominal que va entre
comas y que modifica a un elemento del SN, normalmente el núcleo), la oración de relativo o de participio
(introducida por un adjetivo relativo o un participio pasivo: esta es la noche de que te hablé, vi al chico que
corría, me encontraba cansado de esperar).
• Los complementos del verbo son: directo (con verbos transitivos), indirecto, suplemento o complemento verbal
(con verbos que rigen preposición), atributo (con verbos copulativos), agente (verbos en forma pasiva),
circunstancial, predicativo.
• Los complementos del verbo son funciones sintácticas que normalmente suelen ser SN, Sprep o, en ocasiones,
oraciones subordinadas.

LOS COMPLEMENTOS DEL VERBO.


• directo: es el tema del que habla el verbo. Acompaña obligatoriamente a verbos transitivos, puede ser sustituido
por lo/la/los/las, y pasa a ser sujeto paciente al transformar la oración en pasiva; también suele ser la respuesta a
qué. Ej.: Vi a tu padre en la plaza. Tómale el pulso. Intenta cogerlo antes de que caiga. El forastero tomó el tren
de las siete. Dile la verdad, dísela. Sacó la mano a tiempo.
• indirecto: es la meta o el beneficiario de la acción verbal, normalmente designa entidades humanas o animadas.
Va precedido de la preposición a o para, es sustituible por le/les o por se; suele ser la respuesta a la pregunta a
quién o para quién. También indica interés o finalidad (llamado dativo de interés: dio un libro a Luis).
Normalmente acompaña al complemento directo (es decir, suele aparecer con verbos transitivos). A veces
aparece con verbos intransitivos: A María le sienta bien en traje; les resultó fácil el examen. También existe el
llamado dativo ético, un tipo de complemento indirecto que puede eliminarse sin pérdida de información (se leyó
el libro en un día; mi niño no me come). Ej.: dile cómo te sientes. Le dará un soponcio cuando se entere. Tengo
un regalo para tu amigo. Dale esto a quien te lo pida. Te enseñaré el secreto que guardo. ¿Me dirás la verdad?
• atributo: esta función puede ser desempeñada por un adjetivo, un sustantivo o pronombre, un infinitivo, un
sintagma preposicional y acompaña a verbos compulativos (ser, estar, parecer, resultar, ponerse, volverse,
quedarse). El atributo tiene dos significados posibles: cualidad o pertenencia a una clase (el chico es rubio; Eva
es vecina mía); e identificación (Eva es mi vecina; Juan es el alcalde). Ejemplos: Ana es/parece lista; la
respuesta es correcta; estábamos todos terriblemente cansados; todo lo mío es tuyo; ese chico ha sido
compañero mío de clase; querer es poder; tu blusa es de tergal; yo soy así. Tu hermano es un buen ingeniero.
Pareces una estrella del cinematógrafo. No te enteras porque estás muy distraída. El atributo es sustituible por
el pronombre átono lo.
• predicativo: es un elemento parecido al atributo, pero que no aparece con los verbos copulativos. Puede ser un
sustantivo, un adjetivo o un sintagma preposicional: los viajeros llegaron cansados; las aguas bajan turbias; te
encuentro pálida; nombraron presidente a Juan; lleva el jersey muy sucio; me ha traído el café frío; te toman
por tonto; pintó a la mujer morena con bigote. El toro cayó fulminado por la estocada. Salió ileso del accidente.
Aunque suele responder a la pregunta cómo, no debe confundirse con el circunstancial de modo, puesto que el
predicativo concuerda con el sujeto en género y número, y el circunstancial no concuerda. Puede darse el
llamado doble predicativo (predicativo de complemento), que no afecta al sujeto, sino al c. directo: te encuentro
pálida (el sujeto es yo, y pálida afecta al c. directo te). El predicativo no puede sustituirse por lo, sino por así.
• complemento circunstancial: Pueden figurar en cualquier tipo de predicado además de todos los restantes
complementos. No son sustituibles por ninguna forma átona del pronombre. Formalmente pueden ser adverbios
o locuciones adverbiales, y sintagmas preposicionales (o, en menor medida, sintagmas nominales sin
preposición). Su clasificación se basa en criterios semánticos y reflejan circunstancias que rodean a la acción
verbal. Alarcos los llama aditamentos. En realidad los hay de dos clases: los que pueden suprimirse sin que se
afecte en esencia el sentido de la oración (Juan corre por la mañana); y los necesarios para la gramaticalidad de
la oración (Woody reside en Aspe/ *Woody reside).
a). De lugar. Designa la ubicación espacial de la acción. Puede ser estático o dinámico. Tenemos: lugar en dónde, a
dónde, desde dónde, por dónde.
b). De tiempo. Ubica temporalmente la acción mediante referencia de simultaneidad, anterioridad o posterioridad con
respecto a un momento dado. Puede tener carácter puntual o durativo.
c). De modo. Indica la manera como se realiza la acción verbal. La función la realizan adverbios de modo, gerundios
o sintagmas preposicionales. Algunos autores incluyen en éste los circunstanciales de materia y de instrumento.
d). De cantidad. A veces se confunde con el objeto directo, si éste no aparece: el cable mide tres metros; el saco pesa
diez libras; el piso vale cinco millones (en estos casos es posible la conmutación por lo).
e). De causa y finalidad/destinatario. El primero indica la causa de la acción verbal: los campos se inundaron por la
lluvia; la comida se estropeó por el calor; nadie le quería debido a su mal genio. El complemento de finalidad indica
la meta de la acción o su destinatario: todo lo hace en su propio beneficio; te lo digo para tu información.
f). De compañía. Es necesaria y afortunadamente animado; designa al ser que acompaña en la acción: voy al cine con
mi novio; se pasea con su perro.
g). De instrumento. Lo clavó con el martillo.
En ocasiones, se desplaza al comienzo de la oración para modificarla entera y no se encontraría en el SV (ver el
apartado de tematización).
• suplemento o complemento verbal: Estos complementos se dividen, según su importancia sintáctica, en dos
grupos: los regidos, es decir, los que “necesita” el verbo para formar la oración; y los no regidos, es decir, los
opcionales. Por ejemplo, un sintagma nominal con la función de c.directo de un verbo transitivo será un
elemento regido por el verbo. Los sintagmas regidos son los SN con función de objeto directo, atributo,
predicativo y complemento verbal o suplemento. Los no regidos son los complementos circunstanciales y los
sujetos agentes en las oraciones pasivas. El suplemento guarda ciertas semejanzas con el c. directo: puede ser
sustituido por un pronombre (lo=CD; ella/ello=suplemento) y existen verbos transitivos que pueden convertirse
fácilmente en verbos con preposición (discutir/discutir de; creer/creer en; pensar/pensar en; dudar/dudar de;
cuidar/cuidar de). Según el gramático E. Alarcos, el suplemento es incompatible con el c. directo (no pueden
aparecer juntos en la misma oración, con lo que el suplemento no aparece con verbos transitivos). Sin embargo,
tenemos casos como: Dijo perrerías de su vecino; limpió de grasa la cocina; Andrés invió a Luis a una copa;
acusaron de asesinato al vigilante; esas pastillas te ayudarán a digerir al comida. Ejemplos de suplemento:
carece de principios morales. Habla de política. La preposición no va con el suplemento, sino que se liga
directamente al verbo.
• complemento agente: aunque no es obligatorio, acompaña a verbos en forma pasiva, e indica el agente de la
acción verbal. Se introducirse por las preposiciones por o de. Pasa a ser el sujeto de la oración activa
correspondiente. No debe confundirse con los complementos circunstanciales de causa. Ej: la casa fue destruida
por el huracán, el problema es conocido por/de todos. Ejemplo de agente + circuns. de causa: el delincuente fue
detenido por el comisario por sus delitos; el cuadro fue pintado por Goya por encargo del rey.

FUNCIONES DEL SINTAGMA NOMINAL.


• Además de estas funciones antedichas, un SN puede cumplir otras, como:
• sujeto: Pepe se va de viaje. Ese niño ríe sin parar. Mi padre es, en el fondo, buena persona. El color blanco me
gusta. Que me mientas me molesta enormemente. La chica que vi ayer en la tienda es tu vecina. El parque en el
que estuve está muy iluminado. Alguna noticia buena tiene que llegar pronto. Nadar me encanta. Aspe es un
pueblo alicantino. El sujeto concuerda con el verbo en número y persona; si cambia el verbo, necesariamente
debe cambiar el sujeto. En oraciones atributivas también concuerda con el atributo.
• complemento de nombre: La mesa de madera. Los éxitos de la joven. El temor de los ciudadanos.
• complemento de adjetivo: Útil para el manejo doméstico.
• complemento de adverbio: Aparcaré cerca del quiosco.
• aposición: Antonio, mi vecino, se marchó a París. Tu hermana, Ana, parece ser muy joven. Aznar, presidente del
Gobierno, está de viaje.
IMPERSONALES Y EL SE.
Una oración es impersonal si el verbo carece de sujeto. Suele estar en 3ª persona del singular.
Tipos de impersonales:
• De fenómenos naturales: llueve, nieva, graniza.
• Formas verbales con haber, ser: hace frío, hay muchos coches en la calle; es temprano.
• Impersonales eventuales con 3ª persona de plural (llaman a la puerta; dicen que va a llover; le pegaron un tiro) o
2ª del singular (llegas un día tarde y te despiden).
• Impersonales reflejas: se saluda al personal; se está bien aquí.
• Pasiva refleja: se alquilan pisos; los hijos no se escogen.
• Impersonal con uno: uno no sabe qué hacer.
También existe la construcción impersonal (refleja), que se da en tercera persona. Difiere sintácticamente de la
pasiva refleja en que carece de sujeto gramatical, y si es impersonal, el se es un morfema de impersonal sintáctica. El
verbo en las impersonales puede ser transitivo o intransitivo.
a). Transitivo. El sintagma nominal es objeto directo (nunca sujeto): se saluda a los embajadores; se admira al
héroe.
b). Intransitivo. Puede aparecer un atributo o un predicativo referido a un sujeto semántico implícito de carácter
general (cualquiera, quien sea, etc.). Ejs: se está bien aquí; se es bueno de pequeño; se vive feliz.
El morfema o pronombre se es uno de los aspectos más complejos de la morfosintaxis del castellano. Tiene varios
valores, pero el problema reside en su adecuada identificación. La lista de los valores podría ser:
a). Reflexivo. Función de O.D.: el chico se afeita.
b). Reflexivo. Función de O.I.: el chico se afeita la barba.
c). Recíproco: los jugadores se golpean.
d). Pronominal: se arrepintió de sus pecados.
e). Pasiva refleja: se encuadernan libros = los libros son encuadernados por mi.
f). Morfema verbal (rige suplemento): ocuparse de.
g). Dativo de interés: Antonio se bebió la botella.
h). Impersonal: se recibió a los invitados.
i). Objeto indirecto. Sustituye a le, les: se los dio.
j). Puntual (el proceso se realiza en el sujeto): se paró el reloj.

SINTAXIS DE LA ORACIÓN COMPUESTA.


0. YUXTAPOSICIÓN. Se trata de oraciones unidas por signos ortográficos, no por nexos. Ej.: año de nieves, año de
bienes; a buen entendedor, sobran las palabras. Son habituales del habla popular. Se analizan como las oraciones
coordinadas, sin nexos.
1. COORDINACIÓN. Las oraciones coordinadas se analizan como independientes. Nexos:
• Copulativa: y/e, ni, que (OJO: en casos como dale que dale, toma que toma)
• Disyuntiva: o/u.
• Distributiva: bien...bien, ya...ya, ora...ora.
• Adversativa: pero, mas (sin acento), aunque, no obstante, sino, sin embargo.
• Explicativa: es decir, esto es, o sea.
2. SUBORDINACIÓN. Las oraciones subordinadas dependen de la oración principal, es decir, cumplen una función
dentro de ésta. Por tanto, deben ser analizadas como una parte intrínseca de la oración. Pueden cumplir la misma
función que cumple un SN (subordinación sustantiva o completiva), un SAdj (subordinación adjetiva o de
relativo) o un SAdverbial (subordinación circunstancial). Los indicadores más evidentes de esta relación de
subordinación son: los nexos (conjunciones, preposiciones y relativos), el modo verbal (subjuntivo), la
introducción con formas nominales del verbo (infinitivo, participio, gerundio). Si la oración cumple una de las
funciones del SN (sujeto, complemento de nombre, aposición, atributo, predicativo, complemento directo,
indirecto, suplemento, agente), tendremos una subordinada sustantiva con esa misma función. Si cumple la
función del adjetivo (adyacente de un núcleo nominal), tendremos una subordinada adjetiva o de relativo (tiene
este nombre porque normalmente va introducida por un adjetivo relativo en cualquiera de sus formas: que, el que,
la que, los que, las que, por el que, del que, con el que, a través del que, el cual, del cual, cuyo, etc.). Si cumple la
función del adverbio o del gerundio (complemento circunstancial), tendremos la subordinada circunstancial de
tiempo, modo, lugar, condición, causa, consecuencia, finalidad, concesión, comparación.
Subordinadas sustantivas:
• sujeto: Me gusta que digas la verdad (=tu sinceridad), me duele que me engañes así (=tu engaño). Estas
subordinadas aparecen con verbos principales de tipo psicológico (gustar, disgustar, desear, rechazar, encantar,
molestar). Nótese que podemos sustituir el “que” por “el que” o por “el hecho de que” cuando la oración
subordinada va introducida por una conjunción.
• objeto directo (con verbos transitivos de lengua, como decir, comentar; pensamiento, como pensó, intuyó,
adivinó; prohibición, orden, etc.): Juan dijo que se marcharía pronto, los políticos suponen que todo irá bien, el
niño creía que el regalo era más pequeño, el guardia prohibió que todos los adultos hablaran, no supo cómo
reaccionar, sólo pensó qué debía hacer entonces.
• complemento verbal: Mis amigos se han olvidado de qué día es mi cumpleaños.
A veces la oración subordinada no depende directamente de un verbo, sino de un sustantivo o un adjetivo: Tengo
necesidad de que me expliques este asunto, su amiga estaba orgullosa de que hubiera logrado el triunfo.
Las oraciones de infinitivo son un grupo importante dentro de las completivas. El infinitivo puede ser el núcleo de la
oración subordinada. Las funciones pueden ser las mismas que hemos visto:
• sujeto: Me disgusta gritar a los niños.
• objeto directo: Pensaste salir a toda velocidad, quiero pasear durante toda la tarde, vemos crecer la vida a nuestro
alrededor.
• complemento verbal: Se acordó de presentar la instancia.
• atributo: Hablar en ese tono es cometer una tontería.

Subordinadas adjetivas.
un pronombre relativo introduce una oración subordinada en la posición de adyacente del núcleo de un SN. Ese
núcleo hace la función de antecedente del relativo. Por tanto, la función de la oración adjetiva siempre será la de
adyacente en un SN. Evidentemente, la oración puede aparecer en cualquier SN, ya sea en el sujeto o en el
predicado, ya cumpla la función de objeto directo o cualquier otra. Pueden ser de dos tipos: explicativas (cuando van
entre comas) y especificativas (sin comas). Dentro de la oración subordinada, el elemento de enlace, es decir, el
pronombre relativo, tiene una función determinada, dependiendo de su forma. Ejemplos:
Una chica que vive en Vigo ha venido hoy. (en el sujeto).
El hombre que conociste es mi primo Luis. (en el sujeto).
Nos veremos en el parque que está fuera del pueblo. (en el complemento circunstancial).
Hablé con el chico con el que estuviste saliendo. (en el complemento circunstancial).
Esta es la noche de la que te hablé. (en el atributo).
Recuerdo el momento en que te dije que sí. (en el objeto directo).
Vendrá el niño al que curamos ayer. (en el sujeto).
En 1., el relativo cumple (en su oración) la función de sujeto. En 2., la de objeto directo. En 3., la de sujeto. En 4., la
de complemento circunstancial de compañía. En 5., la de complemento verbal o suplemento. En 6., la de
complemento circunstancial de lugar. En 7., la de objeto directo. Debemos recordar que el adjetivo relativo (en
cualquiera de sus formas) SIEMPRE cumple una función dentro de la oración subordinada adjetiva,
independientemente de la función que ésta (en su conjunto) cumpla dentro de la oración principal, función que, como
se ha dicho, es la de adyadente en un SN (las funciones de los SN en los ejemplos anteriores aparece entre paréntesis
al final de cada oración).

Subordinadas adverbiales.
Cumplen las mismas funciones que un adverbio con respecto a la oración principal. Pueden expresar circunstancias
como cualquier adverbio (de tiempo, modo y lugar), o bien circunstancias más complejas (causas, consecuciones,
condiciones, finalidades, concesiones, comparaciones). VÉASE LA ÚLTIMA PÁGINA sobre los nexos de estas
oraciones. Ejemplos:
• Tiempo: Cuando llegue el invierno navegaremos hacia el sur, al salir la luna, todos se convirtieron en hombres
lobo, no nos moveremos del sitio mientras dure la función, antes de que digas nada, pregúntame qué ha pasado,
se ducha cantando canciones de amor. NEXO o ADVERBIO COMODÍN: entonces, pronto, tarde.
• Lugar: Sal de donde estás metido, caminaremos hasta donde podamos. NEXO COMODÍN: ahí, allí, aquí, en ese
lugar.
• Modo: Todo está sucediendo como lo esperabas, según me han contado se produjo una situación insoportable, te
ve a menudo cantando por la calle. NEXO COMODÍN: así, de este modo, de tal manera.
• Causales: Límpiate esas manos, que las llevas sucias, te has ganado otro postre porque te lo mereces, como no
estabas escuchando te has perdido lo importante, no puedo decírtelo, pues no te conozco lo suficiente. NEXO
COMODÍN: por, porque, ya que, puesto que.
• Consecutivas: Pienso, luego existo, estamos todos, conque vamos al asunto, te has comprometido, así que no te
escapes, comieron tanto que los ingresaron en el hospital, le dio tal alegría que se quedó sin habla. NEXO
COMODÍN: por tanto, tanto que, así pues, por consiguiente.
• Condicionales: Si me tocara el gordo, no se me vería el pelo, si vinieras conmigo, te divertirías, te contaré el
cuento, a condición de que te duermas después, como salgas con ese, no volveré a enviarte bombones, sctuando
así, no haces más que aumentar mi felicidad. NEXO COMODÍN: porque, ya que.
• Finales: Puso esa cara de lástima para que te fijaras en él, vé a que te digan lo que pasó, he vuelto a devolverte
los tebeos que me dejaste. NEXO COMODÍN: para, para que.
• Concesivas: Aunque se lo expliqué, no lo entendió, a pesar de que se lo comenté, no me hizo caso, por más que
me lo digas, no servirá de nada, aún cuando le ayudara, no saldría del atolladero, si bien el negocio es arriesgado,
parece atractivo. NEXO COMODÍN: aunque, a pesar de.
• Comparativas (son un tipo especial de relación compleja, parecida, pero no igual que la de subordinación): Tu
vestido era tal como me lo imaginé, resulta tanto más desagradable cuanto más se le trata, es más de lo que soy
capaz de soportar. Este tipo de oraciones son muy problemáticas y exigen un estudio más exhaustivo y detallado.
NEXO COMODÍN: más que, tan como, menos que.

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