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con voz propia

www.convozpropiaenlared.blogspot.com

Donde quiera que vayas, ve con todo, lleva siempre al lado tu corazón.
Confucio

revista literaria
de distribución gratuita

nº 41 - julio 2010
Edición y dirección: Analía Pascaner

Suscripción y colaboraciones:
analiapascaner@gmail.com

San Fernando del Valle de Catamarca


Catamarca – Argentina

Invocaciones

Insiste en tu abrazo,
redobla tu furia,
crea un espacio de injurias
entre yo y el espejo,
crea un canto de leprosa
entre yo y la que me creo.

Mendiga voz

Y aún me atrevo a amar


el sonido de la luz en una hora muerta,
el color del tiempo en un muro abandonado.

En mi mirada lo he perdido todo.


Es tan lejos pedir. Tan cerca saber que no hay.

Alejandra Pizarnik
Buenos Aires, 1936-1972
Fuente: http://amediavoz.com
El único egoísmo aceptable es el de procurar que todos estén bien para estar uno mejor.
Jacinto Benavente

Se aproxima el día del NIÑO y comparto estos deseos en las palabras de Mex
Urtizberea, para mis niños y para los niños de todos los rincones del mundo.
Analía Pascaner

Deseos para niños *

Que sean niños los niños.


Que sean niños, y no clientes de las compañías de celulares, o vendedores de rosas
en los bares, o estrellas descartables de la televisión.
Niños, no limpiavidrios en los semáforos, o botín de padres enfrentados o
repartidores de estampitas en los subtes.
Que no sean niños soldados, los niños. Que sean niños los niños, simplemente. Que
no sean foto de un portal pornográfico. Que no sean los habitantes de un
reformatorio.
Que no sean costureros en talleres ilegales de ningún lugar del mundo.
Que sean niños los niños, y no un target.
Que no sean los que pagan las culpas. Los que reciben los golpes. Los bombardeados
por publicidad. Que sean niños los niños. Todo lo aniñados que quieran. Todo lo
infantiles que quieran. Todo lo ingenuos que quieran. Que hagan libremente sus
niñerías.
Que se dediquen a ser niños y no a otra cosa.
Que no sean los que no juegan, los acosados por las preocupaciones, los tapados de
actividades.
Que sean niños los niños y se los deje preguntar sin levantar la mano, formar filas
torcidas, llevar alguna vez la Bandera no por ser mejor alumno, sino por ser buen
compañero.
Que sean niños los niños y no los incentivados con desmesura a consumir todo lo
que saca el mercado.
Que sean niños, y no los que aspiran pegamento en una esquina o fuman paco en la
otra, tan de nadie, tan desprotegidos.
Niños, no nombres que tienen que rogar por recibir el apellido paterno o la cuota
de alimentos.
Que sean niños los niños.
Y que los niños sean lo intocable, que sea la gran coincidencia en cualquier
discusión ideológica; que por ellos se desvelen los economistas de todas las
corrientes, los dirigentes de todos los partidos, los periodistas de todos los medios,
los vecinos de todas las cuadras, los asistentes sociales de todas las
municipalidades, los maestros de todas las escuelas.
Que sean niños los niños, y no el juguete de los abusadores.
Que sean niños, no “el repetidor” o “el conflictivo” o “el que nunca trae los
deberes”.
Niños, y no los que empujan el carro con cartones.
Que sean niños los niños, simplemente.
Que ejerzan en paz el oficio de recién llegados.
Que se los llame a trabajar con la imaginación o con lápices de colores.
Que se los deje ser niños, todo lo niños que quieran.
Y que los niños sean lo importante, que por ellos lleguen a un acuerdo los que
nunca se ponen de acuerdo; que por ellos se dirijan la palabra los que no se hablan,
que por ellos hagan algo los que nunca hicieron nada.
Que sean niños los niños y que no dejen de joder con la pelota.
Que sean niños en su día. Que lo sean todos los días del año. Que sean felices los
niños, por ser niños. Inocentes de todo lo heredado.

Mex Urtizberea
Buenos Aires, Argentina
Fuente: http://www.lanacion.com.ar – 10-08-2007
* Texto publicado anteriormente en revista con voz propia, agosto 2008
En mi casa he reunido juguetes pequeños y grandes, sin los cuales no podría vivir.
El niño que no juega no es niño,
pero el hombre que no juega perdió para siempre al niño que vivía en él y que le hará mucha
falta.
Pablo Neruda

Augusto Monterroso
Guatemala, 1921-2003
Monólogo del Mal

Un día el Mal se encontró frente a frente con el Bien y estuvo a punto


de tragárselo para acabar de una buena vez con aquella disputa
ridícula; pero al verlo tan chico el Mal pensó:
“Esto no puede ser más que una emboscada; pues si yo ahora me trago
al Bien, que se ve tan débil, la gente va a pensar que hice mal, y yo me
encogeré tanto de vergüenza que el Bien no despreciará la oportunidad
y me tragará a mí, con la diferencia de que entonces la gente pensará
que él sí hizo bien, pues es difícil sacarla de sus moldes mentales
consistentes en que lo que hace el Bien está bien y lo que hace el Mal
está mal”.
Y así el Bien se salvó una vez más.

Tomado de La ciudad letrada

Cuando se busca tanto el modo de hacerse temer, se encuentra siempre primero el de hacerse
odiar.
Montesquieu

Alfredo Luna
Poeta nacido en Catamarca. Actualmente reside en Buenos Aires, Argentina

delirios de puérpera

como fiera acorralada


madre creyó que esas aguas colosales
eran sus partos;
nosotros sabíamos que eran sus naufragios.

y los nuestros.

esa costumbre de centauro

nunca pedí que te quedes; sólo déjame ir


por el asombrado lugar de tu corazón
donde nunca estuve.

a la distancia, somos
nuestra propia derrota en carne viva.
interminable danza de parias

a esa hora, cuando cae la sangre del amor


tu boca no recuerda la fruta que la desborda
ni la audaz inocencia del pecado de castidad
ni la confidencia sitiada en el ondulante páramo
de esas moraduras,
esas manchas como lepra del alma
que agitan un silencio profuso.

el perdón, querida
elude la impertinente certeza de morir:
nada aguarda después de los huesos.

las palabras imposibles

lo indecible, metáfora atónita


en silencio bordea la lengua:
alucinante exilio de palabras

no hay lugar equivalente


a este bosque lastimado.

es lo que Dios no sabe.

si las sombras se devoran, no hacen luz

una jungla de palabras vibran indignadas


fraguan en mis pupilas para fugarse:
me empeño en rugir el aire de las cosas.
no seré dueño de mis ojos
hasta que no diga.

la noche me punza. tengo miedo que mi voz


se pudra.

absorta, la noche alimenta pesadillas

llegará el día, ese otro que hace del olvido


una presencia inevitable.

de un extremo al otro del tiempo hay sólo


un instante de ternura, de calma y nostalgia
en el fino atavío de piel, un pálido resplandor
de venturas y desdichas: míseros dones
de la resignación y la paciencia.
nombres y lugares que la memoria tira.

a Ana Bedek

Del libro la mirada sonora. La Palabra Mágica, Colección Alejandra Pizarnik (octubre 2008)

Todo hombre se parece a su dolor.


André Malraux

Leo Lobos
Santiago, Chile

Tiempos anteriores

Haz de caminar un largo


trecho a pie
antes de conseguir
tus
alas

Nieve - uno

Para ver Nieve en la noche


Debes cerrar tus ojos
En su transparencia
Radiante
Verás entonces
Con los ojos cerrados
Una
Vez más
Nieve dentro de ti

Silencioso dentro de la noche

“Ser como o rio que deflui


silencioso dentro da noite”
Manuel Bandeira
Fluir, leve andar
descalzo inflar lentamente los pulmones
pesar cada paso sentir
cada instante entrar
silencioso dentro
de la noche
como si ella
fueras

Marnay-sur-Seine, Francia, 2002

* * *

Una secreta forma

“las palabras como el río en la arena


se entierran en la arena”
Roberto Matta

El automóvil está poseído por la fuerza


de los animales que le habitan
como un carruaje tirado por caballos
sobre piedras húmedas de un pasado verano
Río de Janeiro aparece de repente como
la secreta forma que el Atlántico
deja entrever desde sus colinas de azúcar:
ballenas a la distancia algo
comunican a nuestra humanidad sorda
y cegadas por el sol preparan su próximo vuelo
caen ellas entonces una vez más como
lo han hecho desde hace siglos
caen ellas en las profundidades entonces
caen ellas y crecen en su liquido amniótico.

São Paulo, Brasil, 2004

No hay que temer a los que tienen otra opinión,


sino a aquéllos que tienen otra opinión pero son demasiado cobardes para manifestarla.
Napoleón Bonaparte

Marylena Cambarieri
Viedma, provincia de Río Negro, Argentina

Indigestión

Primero me comí la A. Yo soy así: ordenadita, cronológica y formal. Seguí


hasta la Z. Y me comí todo el discurso de los demás.
Una ensalada de letras se me atravesó en el intestino y ahí quedó. Se
desordenó el alfabeto, se me mezclaron los discursos.
Tiré la T pero me la devolvieron. Torcida.
Perdí la P pero la encontraron. Pedacitos de P.
Convidé la M pero me la hicieron migas. Y tragué las migas de M.
Intenté deshacer el nudo de letras leyendo viejas gramáticas y modernas
teorías:
-“Gramática de la indigestión: dimensiones y formas de nudos.”
-“Gramática de la indigestión y sus procesos estructurales en las letras
clásicas.”
También leí algunos libros de autoayuda:
-“Usted puede deshacer nudos de letras.”
-“Autoestima y nudos de letras”.
Participé de talleres grupales: duros intentos.
El tiempo pasaba y la indigestión seguía.
-Estará empachada- dijo la abuela.
-Que tome un té- dijo la tía.
-Qué raro, una chica tan buena- dijo mamá.
-Algo habrá hecho- dijo el barrio.
Un día, cansada de pensar y leer sobre el tema caminé hasta agotarme. Me
olvidé del mundo y de todos mis problemas. Sentí algo raro: angustia,
náuseas, confusión. Lloré. Tiré al piso una palabrota que tenía en el bolsillo.
Rompí contra la pared algunas vocales. Y milagrosamente rescaté algunas
letras desarmadas que tenía en la cartera. Recuperé consonantes y encontré
un espejo. Desanudé mi nudo y volví a casa.

Origen de Laura

Laura desarma la última muerte. Desanda el tiempo del cuerpo, del nombre, de la
tumba, del fantasma. Desentierra su corazón. La última muerte se desintegra sobre su
tumba. Habita una casa y observa desde la única ventana posible. Se desviste de muerte y
se quita el barniz del último hastío. La mirada huye de su refugio y se une a la tierra de
los hombres.
Laura desencarna la última vejez. Tiene el cuerpo harto, el hastío de la cicatriz, el
cansancio del próximo desencanto. La única lágrima limpia la juventud, desarma la
herida.
Laura mujer tiene el costado oscuro disimulado por el ángel. Salta del brinco del árbol
a la urgencia del amante. Abre la mirada, el hastío, el hartazgo. Cierra el dolor, el
desencanto. Abre la próxima desesperanza. Ineficaz, insostenida, esconde su soledad
sobre la imagen del río. Busca la protección de la noche del árbol. Intuye su última
metáfora, el descalabro de su única nostalgia.
Laura recupera la nueva niñez. Desentierra su corazón y calma la inquietud.
Desnuda de infancia encuentra finalmente su camino. Rompe el sexo de la madre, la
sangre, el canal, el refugio, el vientre. Desarropada de sí misma reclama la nueva
esperanza.
Desamparada de ausencias dicen que retornará al origen nuevamente.
Yo no aseguro tanto.

Ten el valor de equivocarte.


Georg Wilhelm Friedrich Hegel

Jaime Icho Kozak


Nació en Buenos Aires, Argentina. Reside en Madrid, España

Vendrán luego otros hechos

Vendrán luego otros hechos


en una lejana hoja
de domingo en Madrid.

Los encontraré en tus ojos,


inmensos en las sienes,
temblorosos, abiertos
sobre la tierra roja.

Bailaremos
en crepúsculos
del color de los ríos,
crecidos en otoño.

Nada conservo
de los despojos,
perdidas alas de papel,
ésas que cosía madre
a mis espaldas,
zurcidora
de vuelos imposibles.

Anduve en los caminos


sin darme cuenta
de que eran estos pies desnudos,
los que me llevaban,
y me harté de los paisajes
sin mirar si entraban por mis ojos
o los llevaba conmigo.

Después, alimenté luceros,


sin reparar
en que fui un desparecido:
ausente juntador de absurdos.

Ahora
despliego este soplo,
transformado en viento.

El cielo rasgado

El cielo está en mí,


como una historia
que no he podido
retener
en la lengua.

Con ademán diseñado


en tardes oníricas
de madurez,
encuentro realidades,
constantes y sanguíneas,
festejos
donde la vida
se adelanta
al tiempo
que usurpa
el alma.

No me distraen
pormenores simbólicos
que convocan
años agonizantes,
y otros
que surgen
en oscuras encrucijadas.
Plazos
que disuelven
azares
infinitos
en la luz
que me acoge,
con exactitud astronómica.

En el roce de papeles perfumados,


casas esbozadas
y arena en espejos,
mis ojos reflejan
músicas orientales,
violines que suenan
a orillas del mar Muerto.

Sombras
inspiradas
en melodías
que nadie entiende
desaparecen
bajo lluvias de adjetivos,
soberbios
de tiempos
que no se juzgan,
no se alcanzan.
Volver

Volver, digo,
y me veo:
alfil transpuesto
jugando hilos sutiles
del azar, superficies,
palabras
partiendo espejos.

Con pies indulgentes,


me sumerjo
en la pasión que alimenta
velocidades de crucero.

Errónea maravilla,
nudo del alma
viajando al futuro,
en arrebatos
de un mundo desmedido,
sin reemplazo.

Soy,
a causa del excesivo
transcurrir de la vuelta,
el que escribe mi epitafio
y, en ese gesto, nazco
al cabo del cometa.

Después,
me engarzo a las buenas costumbres,
el comercio de los encantos.

Digiero mi pan,
que no se equivoca de saliva,
y descubro pequeños sonidos…

Imagen sin memoria.

Poemas del libro Manos Forasteras, Editorial Grupo Cero, junio 2010

No es malo que el pasado nos recuerde que somos imperfectos y limitados.


Lo malo es que nos angustie, nos detenga y nos quite la alegría.
V. M. Fernández

Melisa Ferraris
Estación Matilde, provincia de Santa Fe, Argentina

Desvelo

Todo se derrumba
como si fuera una sátira canción de cuna.
Cuerpo inmóvil que la voz no levanta,
breve hoja que el otoño arrastra.
Murmura el silencio,
desde una fría ventana.
Cándida luz,
en una noche de abril,
donde se consume la vida
entre colinas gastadas.

Del libro Antología 5

* * *

Cristal

El aire es de cristal,
el silencio de papel
la calma es fuego
que atraviesa el aire
quebrantándolo,
mientras pájaros asiduos caen al vacío.
De pronto mi cuerpo también es de cristal,
como copa rota
que muerde una roja boca
y bebe.
Y sangra.

Este poema pertenece al libro inédito Llueve Agosto

* * *

Queríamos tener un hijo,


era un amor más fuerte que las ganas,
una dirección contraria
por una calle a oscuras.
Hicimos el amor hasta agotarnos,
la tarde fue vaciándonos el alma.

* * *

No verás esta luna


ni este sol que arderá sobre el recuerdo,
quemando los silencios
del abismo de la entrega.
No sabrás de la prisa que tiene el viento
cuando bese tu sombra,
ni de la calma del mar
cuando descanses dormida.
Serás una partícula
diseminada en mil lugares,
tan sólo cenizas,
que tienen por destino
desaparecer.

Los dos últimos poemas pertenecen al libro inédito De lo que estoy hecha

A partir de cierto punto no hay retorno. Ése es el punto que hay que alcanzar.
Franz Kafka
Cris Fernández
La Pampa, Argentina

Desolada nostalgia

El agua que murmura


algún secreto
trae leves vestigios
del otoño
- frágil vida que late en el silencio -
Se recortan las sombras
sobre el río
y en el cerro la luz
mengua en rosado
el perfil de las águilas en vuelo…

Me descubro buscando
tu latido,
el rumor de tu nombre
por el viento.
Desolada nostalgia
de tu boca.
Con tus manos de lluvia
cava el sueño.

Por la esperanza...

Y la luz fue. Colmando aquel vacío


agrisado, silente de la ausencia.
Y fue el tierno brotar de la conciencia
de tu cuerpo yacente junto al mío.

Y fue ardiente el susurro del estío.


Esa lluvia de besos. La vehemencia
de tus manos de clara transparencia
desbordando los cauces de mi río.

Con primicias de fuego enamorado


desatamos la sangre en desmesura
en el vértice mismo del asombro.

Presintiendo el futuro en el pasado,


con tu boca aferrada a mi ternura
en el roce del viento yo te nombro.

Posesiones

Tengo otra voz que crece por adentro.


Voz singular de viento huracanado
que remueve el otoño y la tristeza
y acompasa mi rumbo en el ocaso.

Tengo otra luz que nace de mis ojos.


Un destello de soles fuerte y claro
que trasciende el silencio y la distancia.
E ilumina el destino hacia el que parto.

Tengo otra mano cálida en mis manos.


Compañera de ruta. De esa mano
abrevo la ternura y este fuego
enraizado en la sangre sin descanso.

Tengo otra voz que late piel adentro.


Resonancia de amor que tú me has dado.
Voy en pos de la huella de tus sueños.
Se reitera tu nombre en cada paso.

La vida de un hombre es interesante cuando ha cometido errores;


es una muestra de que intentó superarse.
Georges Clemenceau

Carlos Grimberg
Nació en Buenos Aires, Argentina. Reside en Naharia, Israel

Tiempo de Julieta

Julieta se acercó a la ventana y miró con emoción el cielo estrellado de su pueblo natal,
pronto cumpliría cuarenta años y sintió necesidad de volver a la casa de sus padres, no
sabía porqué, pero presintió que ese fin de semana sería vital para su vida.
No se lo explicó a su marido ni a sus hijas, simplemente sacó boleto y se fue.
No hubiera podido explicarlo…
La casa le pareció inmensa, vacía, ahora que sus padres ya no estaban y su hermana menor
residía en Buenos Aires.
En su habitación, encontró el viejo espejo plateado y se miró largamente en él, en ese
vidrio se habían reflejado mil julietas, siempre más jóvenes, mucho más potentes,
eternamente invencibles. Ahora el espejo se alegraba de recibir nuevamente a su vieja
amiga, inexorablemente más madura, mucho más débil.
Por un instante no supo qué hacía allí, la brisa le traía olores conocidos que le perfumaban
el alma. Era medianoche y las campanas de la iglesia comenzaron a repicar… 1, 2, 3…10,
11, 12…13!!!!
Como un rayo, en una fracción de segundo, entendió todo. Sintió terror y curiosidad, giró
sobre sus talones y su corazón pareció detenerse…
La joven le sonreía desde la cabecera de su cama, estaba sentada con su cabello corto y la
miraba. Julieta se acercó lentamente y se sentó a su costado.
Había emoción en los dos rostros, iguales lágrimas y las mismas sonrisas, al unísono
extendieron sus manos para tocarse pero no lo consiguieron, tal vez les falto sólo un átomo
de distancia…
Era una cita en el tiempo. Ella recordaba que hacía veinte años, la única vez en su vida que
había oído repicar las campanas trece veces, había visto a una mujer en su cuarto, de larga
cabellera, de espaldas, mirando por la ventana.
Se observaron durante varios minutos, las lágrimas rodaban de ambos rostros con igual
ritmo.
Julieta habló.
-No sabía que te esperaba, pero te esperaba, tengo muchos consejos e instrucciones para
darte.
-Yo estoy aquí para recordarte muchos ideales, sueños y proyectos -replicó la joven.
Julieta sentía amor por esa jovencita, quería estrujarla en un abrazo, beberla, pero no
podía moverse.
Hablaron durante largo rato y comprendieron que había llegado el momento de separarse.
Julieta le dio instrucciones precisas de cómo y dónde encontrar a su futuro marido, al fin y
al cabo de ello dependía el nacimiento de sus dos hijas, le recomendó que se dejara crecer
el cabello y que se comprara aquella blusa negra calada que tanta vergüenza le había dado.
La joven le recordó, entre otras cosas, sus deseos de estudiar física en la universidad y
rieron evocando aquella vieja utopía de fotografiar el tiempo…
Se besaron con el alma.
Julieta se sintió plena, un júbilo la invadía como sólo una vez en la vida había sentido.
Se incorporó lentamente y se acercó a la ventana.
Afuera, una mujer de pelo largo, de unos sesenta años, la miraba afectuosamente; estaba
suspendida a cinco metros por encima de la calle, montada en un extraño aparato, mientras
se calzaba su casco de astronauta y con una sonrisa y su mano extendida, le dijo: “Nos
veremos”.

17 de octubre de 2005

Todo lo que vemos o parecemos es solamente un sueño dentro de un sueño.


Edgar Allan Poe

Victoria Servidio
Cosquín, provincia de Córdoba, Argentina

Drenaje

A veces es bueno
Horadar el grifo de la lágrima
Evacuar la cloaca
De dolor que pudre y carcome

Drenar el volcán
que enquista la pueril prudencia

de callar ante la injuria.

Darnos vuelta como un guante


Abortar los fetos concebidos
Entre orgasmos simulados
Y uñas pintadas.

Entonces
si logramos
Pasar en limpio nuestra instancia

Podríamos

Empezar todo de nuevo


Aunque ya no quede nada.

Podría quererte
así como sos

rústico
salvaje
falaz
mercader de afectos.

Podría treparme
en tus arneses
y galopar
el sueño
de la noche.

Al despertar
darte refugio
en la corola
de mi pecho
dejar que robes
los secretos
de mi boca.

Transites
los baldíos

me horades
hasta
la profundidad
del grito.

Que los ríos de tu sangre


confluyan con los míos

beber la sal

que suda el mar


en la fragua
del aliento.

Podría quererte
si creyera
en ese amor

que claudica
en la contracción

del espasmo.

Del libro inédito De mí

Como en las deudas, no cabe con las culpas otra honradez que pagarlas.
Jacinto Benavente

Leonor Mauvecín
Córdoba, Argentina

Descalza

Descalza
con una rosa sombría entre las manos
quemo mis pies, sobre las brasas.
Desgarro cada vestidura
hasta la desnudez secreta de los huesos.
Muerdo el agua que escurre, impiadosa
y sostengo el fruto maduro de la tarde.
Bebo el aire enrarecido en la noche del otoño
cuando los fantasmas
danzan sobre mis tatuajes
y lastiman.

Parte y desovíllame
Donde son sordos todos los murmullos
parte y desovíllame los huesos.
Deshilacha el corazón
hasta que la sangre se convierta en río.
Sácame los ojos, entrégaselos a la noche.
Desteje la trama de mi pelo y échalo al viento.
Enrolla mi lengua y déjala, donde las palabras
puedan relamer mi abandono y mi locura.
Sepárame los dedos
en especial, aquéllos que saben de escrituras
y entiérralos en algún rincón sombrío
donde los ratones mastiquen el rojo de mis uñas.
No te olvides de ninguna de mis bocas
que saben del amor, absórbelas como en una marejada
y llévalas a morir junto a los peces
Y a los oídos, que escuchan tus pasos,
que saben distinguir el sonido de tu voz
y el canto de Orfeo, disfrázalos de mar
y escóndelos, entre las caracolas del río
que repiten el rumor del universo.

Poemas del libro inédito Último Patio, el cual recibió Mención en la Fundación Argentina para la poesía

La única diferencia que existe entre un capricho y una pasión eterna es que el capricho es más
duradero.
Oscar Wilde

Cuentos breves

Lola Sanabria
Madrid, España
Metamorfosis

Noche de luna llena. El acróbata trabaja sin red. Agarrado a la barra del trapecio,
toma impulso, flexiona las piernas y se columpia. Cuando su cuerpo dibuja sobre
las cabezas de los niños, la curva de una amplia sonrisa, suelta las manos, se gira
en el aire, y cae en la pista sobre las almohadillas de sus cuatro patas.

David C. Róbinson
Panamá
La servilleta

Una servilleta rayada con un nombre y un número telefónico. Ella en el cuarto de


baño. Y mientras orinaba, ella leía y releía lo escrito en el papel por el mejor
cliente de la noche anterior. Según aquel tipo, él podría sacarla de la “vida fácil”
y llevarla a una vida verdaderamente fácil. Fue muy vehemente al reiterar sus
intenciones para con ella. Él estaba ebrio. Ella no. Una servilleta rayada. Ella en el
cuarto de baño. Ella y una servilleta arrugada y mojada. Una servilleta que huye
en el remolino del inodoro.

René Behoteguy Chávez


Bolivia - España
Nada es más veloz que la muerte

Cuando Francisco tomó el tren esa mañana desde el centro del mundo rumbo al
sur, no sabía que desde el norte, la Muerte cabalgaba a su encuentro. Mientras
Mamá Tierra sentía el vibrar del tren sobre las vías clavadas en ella y el galope de
la Muerte, se preguntaba si ésta sería lo suficientemente veloz para alcanzarlo
antes de que llegue a su destino. Cuando el tren llegó a su última estación, la
Muerte llevaba tres minutos esperándolo. Lo que ella no sabía es que, avisado por
un murmullo de la Mamá Tierra, Francisco se había bajado dos estaciones antes.

Luis Alberto Portugal Durán


Bolivia - España
El jardín de los ecos

El ermitaño llegó al jardín de los ecos y escuchó sus ahuecados pasos en la


penumbra.
Acostumbrado como estaba a ponerse a la sombra del sauce llorón y gritar su
nombre para que la resonancia le respondiese rompiendo cada una de sus sílabas,
así lo hizo…
Sin embargo, esta vez, no hubo respuesta: el Silencio había gritado antes de que
él lo hiciese.

Luis Carlos Ramírez Lascarro


Colombia
El hombre

Cuentan que un hombre estaba cansado de vivir, y que moría a cada rato.
Pero le pesaba tanto la muerte, que no podía morir con esa carga.

Leonardo Miguel Depestre Catony


Cuba
Vencedor

¡El pobre!, debe de ser un escritor muy malo, pensaban en su casa. Pero él,
obstinado, no dejaba de participar en los concursos. Ni de gastar dinero en el
franqueo de los envíos certificados. Ni de esperar ansioso las fechas de entrega de
los premios, sin recibir aviso alguno. Sufría la peor de las enfermedades: era
adicto a perder.

Raúl Flores Iriarte


Cuba
Pesadilla

Todas las noches soñaba algo distinto. Esa noche soñó con su ejecución. Oyó al
juez dictar la sentencia de muerte. Se vio caminando los peldaños del cadalso y
vio al verdugo caminar a su lado. El verdugo, empuñando un cuchillo, lo haló por
el pelo para dejar el cuello al descubierto y degollarlo con facilidad.
Despertó a tiempo para ver el cuchillo iniciar el viaje a través de su cuello.

Javier F. Castillo Naranjo


Colombia - España
Pan y circo
Fútbol ultradefensivo. Cuando el lateral izquierdo, por tercera vez consecutiva,
entregó el balón a su arquero retrasando el juego, los chiflidos se repitieron por
toda la tribuna atestada de espectadores y los pañuelos blancos se agitaron al
viento. El clamor popular fue atendido; las portezuelas se abrieron y los leones y
toros fueron desatados sobre el campo de juego. La dentellada al cuello sobre el
delantero centro fue cantada como gol. La bestia fue al hombre no al balón, pero
el árbitro no pitó penalti; a nadie le importó, la diversión estaba asegurada.

Luis Pacheco Granado


Cuba
El pan de los panaderos

Como todas las madrugadas fue hasta el patio, era un amanecer cálido. Caminó
entre las húmedas hierbas rumbo al caserón. La puerta estaba entreabierta y una
fina línea de luz la fue guiando.
Adentro todo era actividad, los ojos la siguieron sin dejar de amasar la harina. Y
como siempre fue de ellos, cada uno la fue moldeando a su gusto y ella los dejó
hacer.
Luego, cuando los primeros gallos rompían el silencio, contenta, con su preciosa
carga iba de puerta en puerta, segura de que obtendría un buen precio.

Cuentos incluidos en diferentes entregas de la Colección Gaviotas de Azogue, editadas


por la Cátedra Iberoamericana Itinerante de Narración Oral Escénica (CIINOE). Madrid,
España.

Confía en el tiempo, que suele dar dulces salidas a muchas amargas dificultades.
Miguel de Cervantes Saavedra

Homero Carvalho Oliva


Bolivia

Mi Casa

I
De niño imaginaba mi casa
la veía pequeña por fuera e inmensa por dentro

La soñaba con muchos cuartos


y una chimenea que nunca se encendía

Con libros por doquier abiertos al azar


para que las palabras compartan el hogar.

II
Hoy mi casa posee jardines
en los que cada mañana cantan las aves

Y en su interior cantan mis hijos


acompañados por un violín chiquitano

En las paredes de ladrillo


cuelgan sus retratos dibujados con carboncillo.

III
En el jardín de mi casa
Alguien plantó un totaí rodeado de bambúes

Yo sembré un guayabo
un árbol de manga rosa y unas enormes sandías

Mis hijos sembraron un pino araucano


y mi esposa llenó las esquinas con jarajorechis.

IV
Por las noches abrimos el infinito
dejando que nuestro hogar nos habite

Mis hijos cuentan sus días


inventándose historias para hacerlos creíbles

Y cuando se duermen recogemos las palabras


que guardaremos para revelarlas cuando ellos se ausenten.

V
En mi casa hay un par de espejos
que protegen en secreto la vida que vivimos

Si nos falta alguien y lo necesitamos


nos basta con mirar en sus lunas y allí estamos todos

Esos espejos son las pupilas de mi amada


donde siguen jugando los niños que siempre fuimos.

Santa Cruz de la Sierra, Primavera del 2007


Poemas tomados de Isla Negra, publicación dirigida por Gabriel Impaglione

La mayoría de la gente se avergüenza de la ropa raída y de los muebles destartalados,


pero más debería ruborizarse de las ideas andrajosas y de las filosofías gastadas.
Albert Einstein

Amalia Mercedes Abaria


Buenos Aires, Argentina

El resentimiento

Se esconde en el lugar más oscuro del corazón,


ahí donde el recuerdo se convierte
en un párpado que quema
o en materia lenta que carcome
el poco amor deshecho.

Se remonta a un viejo dolor


o a un pantano donde las heridas
se clavan para siempre.

Ni plantas allí, ni ojos que consuelen,


ningún abrazo que apague la espina,
por eso permanece en el oscuro fondo
y prefiere el punzante grito que martilla,
el murmullo de la propia soledad,
la vana sombra.
Su enemigo es el dulce amor,
la palabra de amor,
el porvenir.

Se ha quedado allá,
lejos,
completamente solo.

Pájaros, pájaros

Pájaros, pájaros
pequeños corazones
que humedecen el aire
como cristales de almas suspendidas.

De su levedad,
de su seda palpitante,
fluyen, vuelan, caen sonidos como perlas
penetrando,
alojándose en el espíritu del hombre.

Los pájaros aman el viento.


Se hablan con murmullos transparentes,
como una crisálida de hojas tiernas
y plumas que recién se conocen.

Siempre hay un halo, envolviéndolos,


cubriéndolos, un envolvente ensueño.
Y no nos queremos ir
para huir, juntos,
de la muerte.

Por eso, esta atmósfera dulce


sin los pájaros, no, no sería.

Un espacio inerte,
silencio lleno y oscuro.
Y no queremos.

Otra vez, el anuncio del árbol,


el diminuto cielo del arrullo
-vuelvan, vuelvan-

El alado bosque.

A René Favaloro

Un hueso cae en el espacio ciego


pero nadie lo escucha.

Un hueso cae en el mármol frío


pero nadie lo escucha.

Del dolor, del tierno corazón,


de la triste sangre abierta
parte un ala, una voz,
hacia el estanque muerto.

Cuánto, este silencio, el pensamiento mudo.


Cuánto, antes, como espuma o viento.

Qué pena que el oscuro mundo haya vencido,


no el aliento.

Qué pena que duermas,


ahora,
como una paloma muerta.

Alimentad el espíritu con grandes pensamientos. La fe en el heroísmo hace los héroes.


Benjamin Disraeli

Marcelo Valenti
Rosario, provincia de Santa Fe, Argentina

Tiene
la ambigüedad
de una mal disimulada preñez.
Equívoco,
el perfil abullonado
es tenue como el espejismo de una tinaja.
y
siembra
la incertidumbre
de los que no saben
si deben rendir pleitesía
con gesto reverente
o,
acaso,
callar y desviar la mirada
para evitar una impertinente
intervención.

* * *

Sí, salí
con un gemido
del sueño de la cobra negra
que
se deslizaba por la casa.
El follaje se había deslucido por el miedo.
Más allá del cerco,
la floresta y la amenaza.

* * *

Anoto en un libro de tapas


oscuras
los terrores:
árboles ponzoñosos,
hastíos,
la conspiración del canto de los grillos,
los rostros funestos
en la corteza de los robles.
No sé como
definir
a las arañas.
Protegen, pero me vigilan
como insaciables voyeurs.

* * *

Como las flores exóticas


que medran en el pantano,
tenemos
una rápida y fácil
tendencia
hacia la
dejadez.
Nos hundimos
con gozosa resignación
en las arenas movedizas
que dictan
nuestra
asfixia.

* * *

Me cercioro
de
que la fiesta florida
bajo
la recova, continúe.
De otras
ya vividas,
guardo las mandíbulas apretadas
por el odio.
Todo ese daño
aún
transcurre
entre paredes de pétalos y
lluvia de luz.

Quien observa termina por ver.


Glenn Murcutt

Amanda Espejo
Quilicura, Chile

En rouge

Cuando calzo en rouge, el deterioro retrocede hasta el comienzo de las ganas, y ya no


existe evidencia que entorpezca la urgencia de mis piernas.
Lozanas, prietas, mis pantorrillas brincan en dos el sendero culebrón, serpiente
ondulante y llevante hasta el dominio de tu nombre.
Por el callejón del Campanario un coro de hojas secas cruje y se queja bajo mis pasos
de fuego.
¿Será gemido o canción?
¿Y… es que no son la misma cosa?
Me excita al máximo su requiebro de sometimiento… pienso… en la delicadeza con que
he de caminar sobre tu columna.
Pienso… en la promesa oculta en cada una de tus vértebras y en el poder de mi andar
sobre tu cuerpo, así, en rouge, podré pisarte de punta a extremo, asolarte desde el
alma hasta la punta de los dedos, hundirme en tus costillas hasta el pensamiento
mismo, zapatearte las nalgas, doblegarte el sexo con la suela y el tacón y, estoy
segura de que nada, NADA va a impedir el goce de ambos hasta el momento extremo
del descalce, cuando, extasiados y extenuados de tanto goce doloroso, dejemos a la
vera del colchón (amorosamente alineados), este par endemoniado de zapatos en
rouge.

Casi...

-¡Casi…! -me dijiste.


Luego, te deslizaste sobre mi cuerpo y te recostaste a mi lado con tus ojos cerrados.
Casi… también pensé yo. Y tal como tú entrecerré mis ojos porque, en ese instante,
las paredes del cuarto, las cortinas y hasta el espejo comenzaban a derretirse
lentamente, como cera al sol, mientras tu orgasmo nonato se escapaba por la ventana
agarrado al último de tus gemidos, robándose para ello una de las pequeñas alas que
suelen brotarme en la espalda.
Yo, resignada, te regalé mi brazo izquierdo para que anidaras tu sueño en el hueco de
mi axila, mientras los dedos de mi otra mano recorrían mi vientre rememorando su
antigua tersura, la firmeza huída de mis senos y el calor fulgurante que alguna vez me
provocó el sentir socavada, inundada y avasallada por el tamaño preciso la cuenca
húmeda que esconde mis secretos entre una y otra pierna.

Textos tomados del sitio web de la escritora: http://sobrevuelosycaidas.blogspot.com

Cuando nuestros sueños se han cumplido


es cuando comprendemos la riqueza de nuestra imaginación y la pobreza de la realidad.
Ninon de Lenclos

Elsa Abate
Villa de Merlo, provincia de San Luis, Argentina

Ramita de olivo

Con pasos apretados


gastamos longitud de calles.
Los duelos cotidianos mudan la sonrisa.
Dos surcos caprichosos marcan el entrecejo
de tanto poner el iris
en escarlatas y objetos de zumbido.

Y la hora llega

cuando el esclavo interior


con soberbia de músculos
y cuerpo sudado
derrite el hielo llamado tiempo
que se escapa entre los dedos
indiferente altivo implacable
y nos deja
en la pobreza íntima de los finales
frente a la humildad del crucificado.

Odisea nocturna

El insomnio
en los vestigios de la noche
con agujas
punza y cose la vida sobre arpillera.
El viento acopla sus cantos.
El espacio se abre a los ojos.
Desde mi costado
se alarga tu figura de polvo
que no toco
ni soplo ni huelo
ni siquiera
me atrevo a besar.
¡El insomnio y sus cosas!
A veces me habla de tallos verdes.
Otras
de trueque y canonjía.
Yo me acomodo al lado de la cordura
y me duermo al calor de tu camisa.

Déjeme decirle

Amor
cobíjese en mi pecho
tibio
palpitante
pan caliente.

No hay caminos.

En este pecho
senderito distinto
-aroma lila para la fina corteza de su vida-
que no es nido ni hallará tesoros
usted puede llorar
sin ser visto.
Amor
hay olor a lluvia
mezclado con el suyo.
Hay silencios. Hay signos
obstinados.
Bajo párpados húmedos
pupilas que titilan.
Buscan un sol
una estrella
un cometa.
Al niño.

Poemas del libro Del otro lado del eclipse (2008)

¿No crees que ser curiosos es mucho más importante que ser parecidos?
Porque somos diferentes podemos gozar la diversión de intercambiar mundos
y regalarnos mutuamente nuestros amores y nuestros entusiasmos.
Richard Bach

José María Paunero


City Bell, La Plata, Argentina

Fruto prohibido

Déjame soñar…
déjame inventar un romance
y suponer que me quieres.
Déjame pensar
que atrapo tu sonrisa en mis manos
y que con mis besos
apago tus lágrimas.
En el delirio de mis sueños
déjame creer
que te abrazo en el silencio
y comparto contigo
transpirados amaneceres,
que pruebo el sabor fresco de tus labios
y que con el fuego de mi sangre
puedo hacerte mía.
Déjame imaginar
aunque eres mi fruto prohibido,
que suavemente acaricio tu piel joven
que tiene el aroma de las flores silvestres
y que bebo el vino de la carne
en el cántaro de tu cuerpo.
Déjame soñar…
déjame inventar un romance
y suponer que me quieres.

Génesis

Palabras…
palabras dispersas,
confusas,
errantes.
Palabras sin sentido…
olvido,
desorden,
extravío.
Palabras sin destino…
amalgama,
mezcla,
confusión.
Palabras que se encuentran…
frases,
poemas,
sentencias.

Me gustas así

Me gustas así…
con tu pantalón desteñido,
con tus cabellos jugando en el viento,
con tus cabellos renegridos.
Me gustas así…
con esas manos inquietas,
y tus ojos soñando de continuo;
con tu traviesa manera de caminar
y esos labios musitando suspiros.
Me gustas al contemplarte en silencio
cuando te encuentras prisionera de una danza,
ondulando tu cuerpo entre las sombras;
cuando tu piel arde en una melodía
y la música se enreda en tu cintura.
Me gustas así…
cuando pareces acariciar el aire
trepando suavemente un pentagrama,
cuando me hablas con timidez
y tu voz se escucha apagada,
cuando me miras casi con descuido
y tus ojos sueñan
al encontrarse con los míos.

Un hombre nunca debe avergonzarse por reconocer que se ha equivocado,


que es tanto como decir que hoy es más sabio de lo que fue ayer.
Jonathan Swift

Roberto Romeo Di Vita


Buenos Aires, Argentina

El bar de Silvina

“No lo van a poder encontrar, por más que busquen por toda la ciudad”. Nos dijo
Silvina aquella tarde a la salida del taller literario.
“Yo lo voy a encontrar, apuesto a que lo encuentro”. Dijo Camilo.
“Nunca lo vas a ver, fue sólo una aparición y ya se perdió” -afirmó tercamente
Silvina.
-Lo voy a encontrar y me vas a pagar un café -terció con más terquedad Camilo.
El que lo encuentre primero avisa y después guardamos el secreto, exclamó alguien
del grupo para atemperar los ánimos.
Que avise!!! Afirmó alguien del grupo.
Sí que avise!!!! Sentenció otro y se hizo una pausa…

Estoy soñando que encuentro ese bar perdido de Silvina. Lo hallé en el recodo
fosforescente de la última estrella.
Y estoy jugando ver aquel puerto lejano que se perdió una noche en una hoja en
blanco; ya lo puedo divisar desde este calidoscopio ambarino, al puerto y a la rubia
que murió con el frasco azul vacío en su mesita de luz.
El alba la encontró desnuda y hermosa, cubierta por su perfume preferido.
Miguelito me para en la calle y me pide el último diario, del crimen más atroz, el
del gol olímpico que logrará el delantero del cuadro, el domingo que vendrá.
María de los Ángeles sonríe triste antes de perderse en el tiempo. Intentará vivir,
intentará amar. Necesitará más que partituras para acontecer y salvarse.
“Me estás gastando la tinta del diario” -Me dice el dueño de otro bar y entonces le
sonrío, entonces le devuelvo el periódico y le pago el último café.
El último café suena en esa vitrola arcaica ya, casi desconocida.
Le apretó el brazo la pasajera de la ciudad, con un beso de despedida. Entonces el
Asturiano lloró aparte, entre miles, vivando la Revolución.
Una estrellita errante ha dejado de latir.
El viajero la seguirá buscando.
Dicen que llamó a un teléfono prohibido sólo por escuchar su voz.
Entró a su casa, encendió el fuego de una hornalla, puso la cafetera, se sirvió café,
era de madrugada, estaba sola, en otra pieza llora una beba, una canción de cuna
intenta calmarla, una lágrima salobre se hunde en el café a medio tomar.
Vendrá un nuevo domingo, con sus tardes de peligros y ausencias....

Tomado de la publicación Redes de papel, editada por Carlos Margiotta

Ten cuidado con tus sueños: son la sirena de las almas.


Ella canta. Nos llama. La seguimos y jamás retornamos.
Gustave Flaubert

Alicia Cora Fernández


Buenos Aires, Argentina

A Pablo Neruda

Nacimiento madurado con uvas de Parral en Chile,


rieles paternos que le marcan un destino viajero,
y paloma dormida es la figura ausente de su madre.
Escribe Nocturno ideal y no le basta.
Crea Crepusculario y ya es él con mayúsculas.
Precoz avalancha de palabras en rima.
Negro el mar de sus tormentas,
cascada en tonos disonantes es la voz del poeta.
transformadora de guijarros en diamantes.
Ama más allá de las noches y los días.
y vive con la intensidad de un poseso.
Llora su amistad sobre el cuerpo del vate Federico,
aquél de la copla moruna,
que yace con flores de balazos negros en su pecho.
Pasó la vida y ya no estás en tu casa con alas al mar,
poblada de pájaros y sueños, de amaneceres sin sombras.
de palabras escritas con pluma de halcón y papel de viento,
la Isla negra sigue iluminada por tu luz.
El legado está intacto, referentes poemas
bálsamo del amor, líneas de pasión y de sangre.
Yo te convoco Neruda, busco tu sollozo ahogado en licor,
navego el mar de la isla, recorro tu casa blanca,
canto isas marineras y camino viejas sendas que no te olvidan.
Sentada en la arena, espero a mi musa que no vino a verme,
no la llamo, porque sé que está bañándose en tu mar de palabras sabias
y abrevando su sed de sabiduría
en el pozo de tu sombra inolvidable.

Aquelarre en los espejos

El atardecer con su cuota imprecisa de noche y día


estaciona en una galería de espejos que invita al aquelarre.
Mi figura se multiplica en las lunas azogadas,
y se acurruca en el fondo de pupilas con pestañas de sueño.
Este camino espejado me devuelve amores,
ésos que se fueron y dejaron graffitis de ternura tatuados en el alma.
Aún duele la nostalgia de patios vestidos de otoño
y de aquel susurro de una radio disfónica en 2 x 4
Estoy negándoles partir, los encierro egoístamente y se quedan sin quejas.
Ahora veo a alguien parecida a mí cubierta por un blanco vestido de novia.
Una luna más allá me regodeo con amados embarazos
que justifican esa imagen con tres talles más.
Llego al último espejo y antes de tener la noche en el alma y en los ojos
revuelvo el caldero borracho de incienso
tratando de hallar algo que me diga que todavía estoy.
La piedad es conmigo
y estoy,
no igual, ni siquiera similar a la que fui.
La nueva luna le regala alas a mi espalda,
pinta un halo de luz a mi alrededor,
y me ayuda a reconocerme.

Nunca creí que pudiéramos transformar el mundo,


pero creo que todos los días se pueden transformar las cosas.
Françoise Giroud

Raúl Oscar Ifrán


Punta Alta, provincia de Buenos Aires, Argentina

El tren de mi infancia

Cuando era niño


la estación era un mundo de vías que rugían
en medio del humo negro de los trenes.

Nunca supe adonde iban ni de donde venían


con las ventanillas llenas de rostros fugaces
levantando a su paso hojarascas de adioses
y de besos caídos para siempre.

Cuando era niño


el guardabarreras parecía el capitán de un cuento
y la campana liberaba sus bandadas de bronce
y el pitido de la locomotora exorcizaba el sueño
de un vagabundo enfundado en su traje de otoño.

Hoy los trenes partieron para siempre


El óxido del silencio carcomió la campana
Y los fantasmas pálidos del tiempo
barren nuestros recuerdos por el andén desierto.

No heredamos la tierra de nuestros antepasados. La legamos a nuestros hijos.


Antoine de Saint-Exupéry

Adriana Khoury
Huinca Renancó, provincia de Córdoba, Argentina

Noches
¡Qué me van a venir a hablar a mí de la noche! Es mi reino. La conozco como la palma
de mi mano. La recorro, la palpo, la escucho, la respiro.
Conozco las pandillas de forajidos, armados hasta los dientes con navajas; huelo el
tabaco y el alcohol de los pordioseros tirados en cada esquina y adivino el cuerpo
seductor de las prostitutas que se me acercan y me invitan con voz agitada. Me
inmovilizan sus garras felinas que me recorren del pecho a la cintura y me embriagan
con ese perfume de hembra en celo.
La noche es mi reino y es misterio indescifrable.
Sé tantear el camino y hablar con el viento que anuncia tormentas o presagia
tragedias. Interpreto el diálogo prohibido y los encuentros furtivos de los amantes,
adivino el enojo y la alegría. El llanto emocionado, el murmullo y el silencio. Intuyo los
cantos aterrados y el chillido del murciélago colgado en el árbol.
Me muevo en la oscuridad como el pájaro en el aire. Mi noche tiene el brillo del
plumaje del cuervo. La transito en un túnel con aleteo de brazos.
La vivo desde aquel infierno de cuerpos entrelazados y ramas crepitantes, cuando los
resplandores se mezclaron con el humo gris y se elevaron en remolinos oscuros. Los rojos
calientes devoraron hasta el sonido del río. Después, el olor de las cenizas. Y al fin, la
niebla, la penumbra. Sacudo las manos para espantar el paisaje empañado de nube
espesa y rasante. Perdido en el abismo, desciende una lágrima cristalina, única gota
limpia, transparente, que no alcanzó para despejar el carbón que enlutó mis ojos.
Cuencos de sombras, paraíso sepulto. Sin soles, ni luces, ni brillos. Con rabia, impotencia
y con odio, te maldigo, Noche, mi reino infinito y eterno.

Del libro Vidas oscuras

La persona inteligente busca la experiencia que desea realizar.


Aldous Huxley

Karina Cubas
Catamarca, Argentina

Donde el rey ejerce su dominio


el mundo está liquidado
hay mar y mar.....
y después del mar?

Por la mañana
se viste de mendigo
pica el sol
oro de otros dueños,
sólo quiere la verdad
que frunce su seño
y esperar la hora
en que los barcos anclan.

Ella quiso darle una noche


para recuperar el sueño.

* * *

Una vez sentí


uno a uno
los silencios de un hombre,
me dijeron sin embargo
que eso no era
tocar su alma.

Sabías tú
que hay puentes
por donde el universo
de lo pleno
se hace presente?

Una vez sentí


uno
a
uno
los silencios de un hombre.

* * *

Siempre hay un vicio de exilio


una repentina extimidad
un salto al vacío,
un dejarse ir por el riel
un viaje
al fondo de tus ojos,
el lugar del pasajero
un vuelo
una otredad repentina.

Allí donde parece


que no soy yo
un transcurrir
un discurrir
una extranjería,
los vértices
los vórtices
un hiato del ser
un impas
donde plegar las alas.

Ningún camino de flores conduce a la gloria.


Jean de La Fontaine

Gastón Marzio
Florida, provincia de Buenos Aires, Argentina

De la poesía

Isabel, insondables somos,


la esfinge en el espejo, sólo un signo.
El fuego nos consume en el tiempo,
acechados por los dioses
que tejen nuestro destino.
Isabel, somos pozos profundos donde se caen las palabras.
Habitamos en el desconcierto de un mundo
poblado de otros rostros mudos, inermes,
ríos de palabras congeladas, de ojos ciegos,
me siento entre muros, una palabra en un laberinto.
Los hombres se pierden en palabras vacías.
Sólo la poesía da al lenguaje, hombres y dioses su hospedaje.
Solos como abismos en lo inconmensurable
de dos soledades pobladas de ausencias.

Envío de Isabel Llorca Bosco

¿Qué cosa más grande que tener a alguien con quien te atrevas a hablar como contigo mismo?
Marco Tulio Cicerón

Anahí Duzevich Bezoz


Cañada de Gómez, provincia de Santa Fe, Argentina

Y ahora

“estar triste de angustia tan pequeña/ de lo que se soñó y ya no se sueña.”


Julia P. Farny

Esperé
esperé con sabores desvelados
desgarrar el fruto de tu boca miserable.
y ahora
que estás
parado frente a mí,
te sumerjo en multitudes,
y
no te veo.

Esperanza

Desde que invento


fortaleza de ojos nuevos
para mirar el mundo

traspaso aromas
fraguo soledades
amortajo miedos
inauguro credulidades
apuntalo risas
descarno amores
ignoro desvelos

Desde que intento nutrir mi sangre


con girasoles
mis venas rotan hacia el sol.

Huésped del tiempo

“Saludo a todos, me tapo la nariz y me dejo tragar por el abismo.”


PACO URONDO

Los latidos del amanecer


traspasan
usurpan iras
se amortajan
y se alojan donde el corazón se crucifica.
Tantos caminos convergen
enquistados en mañanas deshabitadas.
Nostalgia demencial
que devora
procesa
abandona,
en este universo que respira
en el cual permanecemos
huéspedes en el tiempo
fugitivos de la muerte.

Poemas tomados de Mis poetas contemporáneos, sitio web editado por Gustavo Tisocco
http://mispoetascontemporaneos.blogspot.com

Prometemos según nuestras esperanzas y cumplimos según nuestros temores.


François de La Rochefoucauld

Maritza Álvarez
Villa Alemana, Chile

Botero

Se aleja el botero y su carga preciosa. Las aguas tranquilas respiran de la paz de


este hombre, que con su sabiduría y su remo avanza río abajo. Su rostro vívido,
dorado por el sol y expresivo como él, manifiesta esa plenitud que sólo es reflejo de
una felicidad esquiva pero alcanzable.
Camino por el sendero adjunto. Sospecho sus pensamientos y mi corazón tiembla al
sentir las voces que cantan en el agua transparente.
Los árboles tiñen de amarillos y rojos. El otoño les ha hecho el amor. Yo piso algunas
hojas caídas. Siento la potencia de esta hora dentro mío.
Pronto llega hasta el lugar que buscaba. Siempre llega. Siempre lo hace.
Justo en una desembocadura, donde se abre la tierra para dar paso al remanso, los
brazos hermanos, corrientes de aguas leves, siguen su curso. A otros guiarán. A otros
les hablarán. Y sólo ellos entenderán.
Se ha sentado a descansar y contempla el cielo maravillado y sereno. Los arreboles
lo sorprenden aún.
Los desafíos son de él.
Las victorias también.

Somos testigos

Dirás que son árboles viejos…que su corteza no permanece. Se caen y doblan de a


poco. Se secan al sol en una espera sin sentido, en el ocaso implacable de sus vidas.
Podrás pensar que son como hojas que en el otoño amarillan, marchitan y otras
cosas que no quiero decir.
Y ellos lo hacen, es cierto, frente a nuestras narices, aventuran la última posibilidad
en las postas de los hospitales, donde se están apagando de a cuatro por semana y
contando…
En nuestros barrios, solos (qué pocos saludos tienen los viejos!)…
En alguna pieza al fondo, muy al fondo de la casa de sus hijos, duermen sus
tristezas, se relegan a la incomprensión, se confinan a la vida sin razón. Hemos
internado en el patio trasero a la edad de la supuesta serenidad.
Dirás que la cordura no es precisamente su fiel compañera…que sus historias
cansadas y repetidas hasta fastidiar los corazones, ya no puedes ni quieres
escuchar…
Sector vejado por nuestra sociedad, casi parias sin derechos, que suplican los pesos
de la jubilación, para pasar un día más.
Una espera más, en las postas sucias y miserables de nuestra conciencia de
“humanidad”.

Si estás bueno del estómago, y no te duele ningún costado y puedes andar con tus pies,
ninguna otra cosa mejor te podrán añadir todas las riquezas de los reyes.
Quinto Horacio Flaco

Laura Bermúdez de Tesolín


Santa Fe, Argentina

Curiosamente

Curiosamente
aunque el azar en esto
no juegue su papel importante,
es un misterio, que el aire teja con hilos de lluvia
la sonoridad silenciosa que emana
de las palabras de los poetas.
Cántico percibido
por la magia de las almas que sueñan…
Curiosamente
siempre habrá por esto “un encuentro”
Nosotros los locos transgresores
de una sociedad de mármol que no nos contempla
iniciamos el vuelo de alas abiertas
de corazones estigmatizados,
de voces graficadas y de sueños…
Curiosamente
algún día rodará aquel poema
que hable de nuestra amistad como una luz
de esperanzas en el tiempo
Y se tejerá en el aire el mejor macramé
para cubrirnos del frío despiadado
en nuestro invierno.

Para mi amiga teresita, con mucho cariño


Le deseo todo lo mejor en la vida.

* * *

Fantasmagonía

Fantasma de este siglo con una gravitación


de ausencias. Presencias que no llenan los vacíos.
Mi hambre no cesa,
muero sin el alimento.
Las acciones dadivosas me someten torturante
Agonizo en silencios
Y sigo siendo la nada, antes de la creación
del universo.
Fantasma vagabundo con melodías
que nunca sintonizan con el mundo, cuando las expreso
en mis versos.
Rebeldía, utopías vencedoras en los espacios
de mis sueños.
Alucinación. Fantasma soy de este siglo
superando mis muertes.

Errante mujer

Soy errante luz bajo lineal mirada,


la tuya, que me examina
Violeta despierta, por la melodía de tus cuerdas
-Qué son, un canto a la vida?
Cuestiono, porque los milagros no abundan
o no sabemos verlos y pasan desapercibidos
Soy luz en destellos, iluminando secretos tesoros
sólo para vos, revelados.
No es fácil reflotar del desván, encontrar una sonrisa,
la tuya, como remedio infalible, a mi muerte en vida.

Y miro los relojes, hoy una muerte, digo, un nacimiento


que es promesa, un tiempo de olvidos, y el dolor trepando
como una garra enfurecida.
Y mis esperas interminables donde hallo la incertidumbre
de la ilusión, un sueño, que va encendiendo primaveras
desnudando el alma, otoñal luz enardecida.

La necesidad es un mal, no hay necesidad de vivir bajo el imperio de la necesidad.


Epicuro

Daniel Abelenda Bonnet


Carmelo, Uruguay

Kairós

Hay un tiempo
para desafiar el tiempo
y hacer que las cosas sucedan

Y hay otro tiempo


para mirar cómo caen
las hojas (del almanaque)
y dejar simplemente que las cosas se sucedan.

Montaña rusa

A Silvana

Años
como peldaños
engaños y desengaños
-todo sube y todo baja-
en este juego en que andamos vos y yo
aún con la curiosidad del niño
y el vértigo de estar vivos…

Silencio de los inocentes

“Si no nosotros, ¿quiénes?; si no ahora, ¿cuándo?”.


B. Brecht

Presentar batalla
a los ministros, los mentirosos
a los señores de la prosa

Dar la pelea
- a pluma y espada, ¡que nos va la vida!
contra los carceleros de la palabra

(Lo peor de la gente mala es el silencio de la gente buena).

En general, los hombres juzgan más por los ojos que por la inteligencia,
pues todos pueden ver, pero pocos comprenden lo que ven.
Nicolás Maquiavelo

Carlos Trinelli
Buenos Aires, Argentina

Intento

Hace ocho días y unas horas, minutos y segundos, que no bebo y he sobrevivido. Me
pregunto, si cuido a la vida o vivo la vida, según la frase de Lao Tsé. Hoy es sábado, un día
difícil. El trabajo ayuda a no pensar. Tanto tiempo alejado de la actividad familiar todavía
no me permite disfrutarla.
¿En qué se ha convertido este milagro de la vida? El esfuerzo por mantenerme sobrio me
hace creer inmortal, ya que parezco muerto. Pero, lo terrible no es la muerte, sino la vida
que se vive para llegar a ella.
Cuando regreso del trabajo veo el bar Baviera repleto de fantasmas. Yo fui uno de ellos,
un reflejo viscoso en esos espejos. Imágenes juguetonas de cabezas alargadas, cuerpos
redondos, risas huecas. Es que esos cristales, surcados por cagadas de moscas son así
adrede para que uno no se asuste de haber bebido de más.
Por ahora, Dora, mi mujer, está contenta, mis hijas, Andrea y Enriqueta, me hablan y
les respondo pero, si una mariposa aletea en Beijin mi corazón puede sentir el impacto. Así
de frágil es este equilibrio. Tengo un problema y me encanta. Soy bebedor, no pego, no
discuto, no me vomito, no me piyo. Claro que, hago otras cosas. Soy humano, no me
especializo en nada.
Un libro, una bebida, una gorda, son mis ambiciones, eso no alcanza. Ya se sabe.
Dora se fue a un cumpleaños con las nenas. Me auguró que, si cuando regresa me
encuentra sobrio, haremos el amor.
El amor se negocia en el matrimonio. El amor es hipócrita en el matrimonio. Nadie lo
dice, no siempre se dice lo que se piensa. Cualquier discurso conlleva una dosis de
hipocresía; para ello se inventó la palabra, para enmascarar los pensamientos.
Lo cierto es que, si me mantengo sobrio dos o tres horas más, seré recompensado con
sexo. Una epifanía de placer de la que saldré más sediento.
Beber alcohol tiene la desventaja de no poder disimularlo. El aliento es como una brisa
interna que ventea perpetua el olor.
En vez de un vaso, uno debiera usar una jeringa o mejor algo como el suero para los
enfermos pero cargado con bebida. La bebida endovenosa; el que invente eso para
bebedores que deben simular, se hará rico.
¡Qué culpa tendrá uno que las mujeres amen la pasta de campeón!
Algún borracho tedioso me comentó que el conflicto de la vida se divide en dos bandos,
tener demasiado o tener poco. Es una falacia. Los dos bandos piensan lo mismo. El famoso
pensamiento único. El conflicto rector de la vida es que aquello que ilumina permanece
siempre en la penumbra.
El camino hacia mí mismo está plagado de obstáculos. Me decidí a sortearlos. Me voy a
comprar una botella de vino.

Del libro Cuentos líquidos. Editorial Magdala, junio 2010

La integridad es hacer lo correcto aunque nadie nos esté mirando.


Jim Stovall

Zaidena
Elortondo, provincia de Santa Fe, Argentina

Mi Inocencia

He perdido mi inocencia ante tu instinto


que te llevó a sondear por mis caminos,
recorriendo sus recodos y sus ríos,
y almorzando en mis manjares y mis vinos.

He perdido mi inocencia ante tus ansias


imperantes, de placeres conocidos,
que tomaron como tuyos mis anhelos
transformando en pasión, lo maldecido.

Te erigiste como el hombre dominante


en el juego de una vida que empezaba,
saboreando el placer del caminante.

Y te erguiste ante el sueño complacido


de lujurias, ansias locas y favores,
soberano de la angustia y lo venido.

Te maldigo pues entonces, por mi vida,


por mi afán, por mi ilusión, por mi demencia,
pues lograste que hace mucho, mucho tiempo,
transformaras en angustias mi inocencia.

¡Ya no importa!

Inclúyeme en tu lista de conquistas


y ufánate ante el mundo que te he amado,
dile a todos que no sufres por mis cuitas
ni te importa que mi amor se haya alejado.

Grita alto que fui ingrata con tu vida,


que te herí, que te mentí, que me he burlado
que el camino recorrido fue sólo el de ida,
y que nunca valoré que me has amado.
Dilo fuerte, que todos compadezcan
a ese pobre mortal que fue burlado,
y así nadie te descubre ni te marca
¡de que fuiste sólo vos quien me ha dejado!

Es raro, muy raro, que nadie caiga en el abismo del desengaño


sin haberse acercado voluntariamente a la orilla.
Concepción Arenal

Verónica A. Díaz
Berazategui, provincia de Buenos Aires, Argentina

Quiero Saber

¿Por qué estás en mi mente


y no estás a mi lado?

¿Por qué siento tus caricias


y no estás a mis brazos?

¿Por qué al ver nuestras fotos


me provocan el llanto?

¿Por qué al escuchar tu voz


mi corazón late más rápido?

¿Por qué apareces en mis sueños


si no estás compartiendo mis sábanas?

¿Por qué al verte cada día


me produce una extraña sensación?

¿Por qué nuestra música preferida


me trae malos recuerdos?

¿Por qué cuando me despierto


a la mañana vos no estás a mi lado?

¿Por qué a nada me atrevo


si no tengo tu amor?

Ojos dulces de niño

Ojos dulces de niño que iluminas


al mirar nuestras vidas.
Conozco tus sueños
yo te cuido de tus temores
recuerdo esas tardes compartidas
entre juegos y parque…

Ojos dulces de niño que iluminas


al mirar nuestras vidas.
Seco tu cara las lágrimas
para que renazca una risa
andando en triciclo por el barrio
entre amigos y chocolatada…

Ojos dulces de niño que iluminas


al mirar nuestras vidas.

Triste es el hombre en el que nada queda de niño.


Arturo Graf

Estela Filippini
General Pico, provincia de La Pampa, Argentina

Ave Fénix

Así como el Ave Fénix resurge de las cenizas que quedan después de la conflagración que
lo ha consumido, también el alma retorna a la vida después de las luchas, los desvaríos,
los tiempos difíciles, los pasos perdidos…
Miro por mi ventana y todavía se recorta este claro cielo que siempre estuvo ahí,
impertérrito, aunque yo no lo viera. Vuelvo a escuchar mi música de siempre y todavía los
Beatles me dan vuelta el corazón cuando me dicen que la vida es ese “long and winding
road”, ese “largo y sinuoso camino” que nos conduce por lugares que jamás hubiéramos
pensado que transitaríamos, que tiene tantas vueltas y recodos, tantos parajes
imprevistos… Vuelvo a mis libros de toda la vida, a mis papeles, revuelvo cajones,
encuentro fotos nuevas y viejas y descubro que ahí está, intacta, toda mi historia, y
atesoro cada minuto, cada lágrima, cada sueño, cada ráfaga de felicidad… Retorno a las
cosas cotidianas como siempre, plancho la ropa, charlo con mis amigas, tomo mi café de
todas las tardes, voy y vuelvo del trabajo… pero algo nuevo irrumpió en esta ahora amable
rutina: algo se ha roto, una extraña atadura que adormecía los pensamientos y sofocaba el
corazón… Ordeno mis placares y ahí están, también intactos, los antiguos vestidos de la
desesperanza, los trajes de los arcaicos lutos, los ropajes de viejos dolores que ya no
existen… Enciendo una urgente fogata; ya no me sirven.
Voló de mi corazón una gaviota negra, esa sombra helada que alguna vez rozó mi frente y
aunque la cicatriz de su toque quedará para siempre, ya no me duele y pronto será
perenne olvido…
Aquella antigua costumbre de padecer, mi buena compañera de antaño, ya no es más mi
mejor amiga: no sé en qué pliegue del camino huyó de mí, no quiero escuchar más sus
amenazadores argumentos, sus ásperas razones que siempre me hacían perdidosa. Ahora
voy conmigo y conversamos de las cosas bellas de la vida y nos reímos del porvenir…
Abro de par en par mis ventanas y, como el ave Fénix, sé que he vuelto a vivir. El aire se
renueva: un breve viento pone a volar banderas en las ramas de los árboles y entre las
hojas verdes, sopladas por las rápidas ráfagas de la luz de plena tarde, mecidas por una
lejana canción de amor, creo ver la sonrisa de Dios.

Para Daniela y Cristian

El mayor amigo de la verdad es el tiempo; su más encarnizado enemigo, el prejuicio;


y su constante compañera, la humildad.
Charles C. Colton

Concursos
9º Certamen de Poesía y Cuento Breve, 6º Certamen “Cartas de Amor”, 4º Certamen
de Novela Corta “Mis Escritos” (Buenos Aires, Argentina).
Cierra: 31 de julio. poesiaycuento@misescritos.com.ar

Noveno Certamen Internacional de Cuento y Poesía “JUNINPAÍS2010” (Junín, Buenos


Aires, Argentina).
Cierra: 31 de julio. www.delastreslagunas.com.ar - juninpais@delastreslagunas.com.ar

9º Concurso Nacional de Cuento y Poesía – 2010, convocado por la Asociación Civil Arte
y Cultura de Merlo, para escritores residentes en la el país (San Antonio de Padua, Buenos
Aires, Argentina).
Cierra: 31 de julio. www.arteyculturademerlo.com.ar - acacmerlo@yahoo.com.ar

Concurso Literario Internacional “EL MANGRULLO 2010”. Categoría Cuento Infantil /


Juvenil (Buenos Aires, Argentina).
Cierra: 2 de agosto. mangrullo@sion.com

1º Certamen Internacional de Poesía “Literarte” (Munro, Buenos Aires, Argentina).


Cierra: 15 de agosto. concursoedionesliterarte@gmail.com

Encuentros
3 de agosto: Primer Encuentro Poético de Mis Poetas Contemporáneos, organizado por
Gustavo Tisocco. En Buenos Aires, Argentina.
http://mispoetascontemporaneos.blogspot.com

6 al 8 de agosto: III Encuentro de Narradores Orales Villacuento 2010, en Villa María,


Córdoba (Argentina). Convocado por el Taller de Narradores Orales.
villacuento@yahoo.com.ar

9 al 14 de agosto: XXXIV Simposio Internacional de Literatura “Nuestra América en


sus Bicentenarios. Homenaje a Ernesto Sábato. Organizado por Instituto Literario y Cultural
Hispánico de California. En Buenos Aires, Argentina.
ilchja@aol.com

13 al 15 de agosto: Encuentro en Tinogasta, Catamarca, en la semana de Tinogasta o


demarcación del pueblo indio. La convocatoria se extiende a alfareros, pintores,
escultores, caricaturistas, artesanos, fotógrafos, inventores, etc., quienes podrán exponer y
vender sus productos en un espacio donde no pagarán alquiler ni porcentaje por las ventas.
En el escenario mayor habrá recitales poéticos, cantantes, conjuntos de canto y baile,
imitadores, recitadores, etc.
kellycarrizoisa@hotmail.com

27 y 28 de agosto: Tercer Encuentro de Poetas, organizado por Sociedad Argentina de


Letras Artes y Ciencias S.A.L.A.C. y Círculo Literario Sendero de Palabras. En la Ciudad de Las
Varillas, Córdoba (Argentina). Información a los teléfonos:
Eduardo Vaschetti - 03533 15437017 / Raquel Cucco - 03533 15580469 / Álida Allocco -
03533 15684346

Encontrás más información de Encuentros y


Concursos en:
http://www.convozpropia-
novedades.blogspot.com

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