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32 Friedrich Nietzsche El Anticristo 33

tía. Nos volvimos sombríos, se nos llamó fatalistas. Nuestro Ese tipo más valioso ha existido ya con bastante fre-
fatum [hado J - era la plenitud, la tensión, la retención de las cuencia: pero como caso afortunado, como excepción,
fuerzas. Estábamos sedientos de rayo y de acciones, perma- nunca como algo querido voluntariamente. Antes bien, jus-
necíamos 10 más lejos posible de la felicidad de los débiles, to él ha sido lo más temido, él fue hasta ahora casi lo temi-
de la «resignación» ... Había en nuestro aire una tempestad, ble; - y por temor se quiso, se crió, se alcanzó el tipo opues-
la naturaleza que nosotros somos se entenebrecía - pues no to: el animal doméstico, el animal de rebaño, el animal en-
teníamos ningún camino. Fórmula de nuestra felicidad: un fermo hombre, - el cristiano ...
sí, un no, una línea recta, una metal ...

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La humanidad no representa una evolución hacia algo me-
¿Qué es bueno? - Todo lo que eleva el sentimiento de poder, jor, o más fuerte, o más alto, al modo como hoy se cree eso.
la voluntad de poder, el poder mismo en el hombre. El «progreso» es meramente una idea moderna, es decir,
¿Qué es malo? - Todo lo que procede de la debilidad", una idea falsa". El europeo de hoy sigue estando, en su va-
¿Qué es felici~ad? - El sentimiento de que el poder crece, lor, profundamente por debajo del europeo del Renaci-
de que una resistencia queda superada. miento; una evolución posterior no es sin más, por una ne-
No apaciguamiento, sino más poder; no paz ante todo cesidad cualquiera, una elevación, una intensificación, un
sino guerra; no virtud, sino vigor (virtud al estilo del Rena- fortalecimiento.
cimiento, virtü, virtud sin rnoralina)".
En otro sentido se da, en los más diversos lugares de la
Los débiles y malogrados deben perecer: artículo prime- tierra y brotando de las más diversas culturas, un logro
ro de nuestro amor a los hombres. Y además se debe ayudar- continuo de casos singulares-y con los cuales un tipo supe-
las a perecer.
rior hace de hecho la presentación de sí mismo: algo que en
¿Qué es más dañoso que cualquier vicio? - La compa- relación con la humanidad en su conjunto es una especie de
sión activa con todos los malogrados y débiles - el cristia- superhombre. Tales casos afortunados de gran logro han
nismo ...
sido posibles siempre y serán acaso posibles siempre. E in-
cluso generaciones, estirpes, pueblos enteros pueden repre-
3 sentar en determinadas circunstancias tal golpe de suerte".

No qué reemplazará a la humanidad en la serie de los seres


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es el problema que yo planteo con esto (-el hombre es un fi-
nal-): s.ino qué tipo de hombre se debe criar, se debe querer, Al cristianismo río se lo debe adornar ni engalanar: él ha he-
como tipo más valioso, más digno de vivir, más seguro de cho una guerra a muerte a ese tipo superior de hombre, él ha
futuro.
proscrito todos los instintos fundamentales de ese tipo, él
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ha extraído de esos instintos, por destilación, el mal, el hom-
es posible que yo tenga que contarla - sería casi también la
bre malvado, - el hombre fuerte considerado como hombre tí-
aclaración de por qué el hombre está tan corrompido.
picamente reprobable, como «hombre réprobo». El cristia-
La vida misma es para mí instinto de crecimiento, de du-
nismo ha tomado partido por todo lo débil, bajo, malogra-
ración, de acumulación de fuerzas, de poder: donde falta la
do, ha hecho un ideal de la contradicción a los instintos de
voluntad de poder hay decadencia. Lo que yo,asevero es que
conservación de la vida fuerte; ha corrompido la razón in-
a todos los valores supremos de la humanidad les falta esa
cluso de las naturalezas dotadas de máxima fortaleza espi-
voluntad, - que son valores de decadencia, valores nihilistas
ritual al enseñar a sentir como pecaminosos, como desea-
los que, con los nombres más santos, ejercen el dominio.
rriadores, como tentaciones, los valores supremos de la es-
piritualidad. ¡El ejemplo más deplorable -la corrupción de
Pascal, el cual creía en la corrupción de su razón por el pe-
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cado original, siendo así que sólo estaba corrompida por su
cristianismo! 12_
Al cristianismo se le llama religión de la compasión. - La
compasión es antitética de los afectos tonificantes, que ele-
van la energía del sentimiento vital: causa un efecto depre-
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sivo. Uno pierde fuerza cuando compadece. Con la compa-
sión aumenta y se multiplica aún más la merma de fuerza
Doloroso, estremecedor es el espectáculo que ante mí ha
que ya el padecer aporta en sí a la vida. El padecer {Leide~J
surgido: yo he descorrido la cortina que tapaba la corrup-
mismo se vuelve contagioso mediante el compadecer [Mit-
ción del hombre. En mi boca esa palabra está libre al menos
leiden}; en determinadas circunstancias s~ puede alcanzar
de una sospecha: la de contener una acusación moral con-
con éste una merma global de vida y de energía vital que
tra el hoinbre. Yo la concibo - quisiera subrayarlo una vez
está en una proporción absurda con el quantur:z [cantida~]
más - sin moralina: y ello hasta tal grado que donde con
de causa (-el caso de la muerte del Nazareno). Este es el pn-
más fuerza es sentida esa corrupción por mí es justo allí
mer punto de vista; pero hay todavía otro más importante.
donde más conscientemente se ha aspirado hasta ahora a la
Suponiendo que se mida la compasión por el valor de las
«virtud», a la «divinidad». Yo entiendo la corrupción, ya se
reacciones que ella suele producir, su carácter de peligro
lo adivina, en el sentido de décadence" [decadencia]: lo
para la vida aparecerá a una luz mucho más clara todavía. La
que yo asevero es que todos los valores en que la humani-
compasión obstaculiza en conjunto la ley de la evolución,
dad resume ahora sus más altos deseos son valores de déca-
que es la ley de la selección. Ella conserva lo que está madu-
dence.
ro para perecer, ella opone resistencia con el fin de favorecer
Yo llamo corrompido a un animal, a una especie, a un in-
a los desheredados y condenados de la vida, ella le da a la
dividuo cuando pierde sus instintos, cuando elige, cuando
vida misma, por la abundancia de cosas malogr~das de
prefiere lo que a él le es perjudicial. Una historia de los «sen-
toda especie que retiene en la vida, un aspecto sombno y du-
timientos superiores», de los «ideales de la humanidad» - y
doso. Se ha osado llamar virtud a la compasión ( - en toda
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moral aristocrática se la considera una debilidad - ); se ha lo que nos corresponde a nosotros, ésa es nuestra especie de
ido más allá, se ha hecho de ella la virtud, el suelo y origen filantropía, así es como somos filósofos nosotros, nosotros
de todas las virtudes, - pero sólo, y esto hay que tenerlo los hiperbóreos! - - -
siempre presente, desde el punto de vista de una filosofía
que era nihilista, que inscribió en su escudo la negación de
la vida. Schopenhauer estaba en su derecho al decir: me-
diante la compasión queda negada la vida, es hecha más
digna de ser negada, - la compasión es la práctica del nihi- Es necesario decir a quién sentimos nosotros como antítesis
lismo'", Dicho una vez más: este instinto depresivo y conta- nuestra - a los teólogos y a todo lo que tiene en su cuerpo
gioso obstaculiza aquellos instintos que tienden a la con- sangre de teólogo - a nuestra filosofía entera" ... Hay que
servación y a la elevación de valor de la vida: tanto como haber visto de cerca la fatalidad, o mejor dicho, hay que ha-
multipiicador de la miseria cuanto como conservador de berla vivido en uno mismo, hay que haber casi perecido a
todo lo miserable es un instrumento capital para la intensi- causa de ella para no comprender ya aquí ninguna broma
ficación de la décadence - [Ia.compasión persuade a entre- ( - ellibrepensamiento de nuestros señores investigadores de
garse a la nada! ... No se dice (<ñada)~:se dice, en su lugar, la naturaleza y fisiólogos es, a mis ojos, una broma, -les fal-
«más allá»; o «Dios»; o «la vida verdadera»; o nirvana, re- ta la pasión en estas cosas, el padecer de ellas" -}, Ese enve-
dención, bienaventuranza ... Esta inocente retórica, nacida nenamiento llega mucho más lejos de lo que se piensa: yo he
del reino de la idiosincrasia" religioso-moral, aparece mu- reenc~nt~ado el instinto propio de los teólogos, la soberbia,
cho menos inocente tan pronto como se comprende cuál es en todos los lugares en que hoy la gente se siente «idealista»,
la tendencia que aquí se envuelve en el manto de palabras - en todos los lugares en que la gente reclama, en virtud de
sublimes: la tendencia hostil a la vida. Schopenhauer era una ascendencia superior, el derecho a mirar la realidad
hostil a la' vida: por ello la compasión se convirtió para él en con ojos de superioridad y extrañeza ... El idealista, exacta-
virtud ... Aristóteles, como se sabe, veía en la compasión un mente igual que el sacerdote, tiene en su mano todos los
estado enfermizo y peligroso, al que se haría bien en tratar grandes conceptos ( - iYno sólo en su mano!), los contrapo-
de vez en cuando con un purgativo: él concibió la tragedia. ne, con un benévolo desprecio, al «entendimiento», a los
como un purgativo's. Desde el instinto de la vida habría que «sentidos», a los «honores», a la «buena vida», a la «ciencia»,
buscar de hecho un medio de dar un pinchazo a esa enfer- ve tales cosas por debajo de sí, como fuerzas dañosas y se-
miza y peligrosa acumulación de compasión representada ductoras, sobre las cuales se cierne «el espíritu» en una pa-
por el caso de Schopenhauer (y también, por desgracia, de raseidad (Für-sich-heit) pura: - como si la humildad, la cas-
toda nuestra décadence literaria y artística, desde San Pe- tidad, la pobreza, en una palabra, la santidad, no hubiesen
tersburgo a París, desde Tolstói a Wagner): para hacerla re- causado hasta ahora a la vida un daño indeciblemente ma-
ventar ... Nada es menos sano, en medio de nuestra nada yor que cualesquiera horrores y vicios ... El espíritu puro es
sana modernidad, que la compasión cristiana. Ser médico la mentira pura" ... Mientras el sacerdote, ese negador, ca-
aquí, ser inexorable aquí, emplear el cuchillo aquí - ¡eso es lumniador, envenenador profesional de la vida, siga siendo
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considerado como una especie superior de hombre, no ha- llamado «falso» ... Si ocurre que, a través de la «conciencia»
brá respuesta a la pregunta: ¿qué es la verdad? Se ha puesto de los príncipes (o de los pueblos - ), los teólogos extienden
ya cabeza abajo la verdad cuando al consciente abogado de la mano hacia e! poder, no dudemos de qué es lo que en el
la nada y de la negación se lo tiene por representante de la fondo acontece todas esas veces: la voluntad de final, la vo-
«verdad» ... luntad nihilista quiere alcanzar e! poder ...

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A ese instinto propio de teólogos hago yo la guerra: en todas Entre alemanes se me comprende enseguida cuando yo
partes he encontrado su huella. Quien tiene en su cuerpo .digo que la filosofía está corrompida por sangre de teólogos.
sangre de teólogo adopta de antemano, frente a todas las El párroco protestante es el abuelo de la filosofía alemana, el
cosas, una actitud torcida y deshonesta. El pathos que a par- protestantismo mismo, su peccatum originale [pecado ori-
ti: de ella se desarrolla se lta],la a sí mismo fe: cerrar los ginal]. Definición de! protestantismo: la hemiplejía del
OJos, de una vez por todas, frente a sí mismo para no sufrir cristianismo - y de la razón ... Basta pronunciar la palabra
del aspecto de una falsedad incurable. De esa óptica defec- «Seminario de Tubinga» (Tübinger Stijt)" para comprender
tuosa con respecto a todas las cosas hace la gente en su inte- qué es en e! fondo la filosofía alemana - una teología arte-
fa ... Los' suabos son los mejores mentirosos en Alemania,
rior una moral, una virtud, una santidad, establece una co-
nexión entre la buena conciencia y el ver las cosas de mane- mienten inocentemente" ... ¿A qué se debió el júbilo que, al
ra falsa, - exige que ninguna otra especie de óptica tenga ya aparecer Kant, recorrió el mundo de,los doctos alemanes,
valor, tras haber vuelto sacrosanta la propia, dándole los compuesto en sus tres cuartas partes por hijos de párrocos
nombres de «Dios», «redención», «eternidad». En todas y de maestros -, a qué el convencimiento alemán, que aún
partes he seguido exhumando yo el instinto propio de los hoy sigue encontrando eco, de que con Kant comienza un
teólog?s: él es la forma más difundida de falsedad que hay giro hacia algo mejor? El instinto de teólogo existente en el
en la tierra, la forma propiamente subterránea. Lo que un docto alemán adivinó qué es lo que, a partir de ese momen-
teólogo siente como verdadero, eso es, necesariamente, fal- to, volvía a ser posible ... Un camino furtivo hacia el viejo
so: en esto se tiene casi un criterio de verdad. Es su más Ideal quedaba abierto, el concepto de «mundo verdadero»,
hondo instinto de autoconservación e! que prohíbe que, en el concepto de la moral como esencia de! mundo ( - ¡los dos
un punto cualquiera, la realidad sea honrada o tome siquie- errores más malignos que existen!) volvían a ser ahora, gra-
ra !a 'p~labra. Hasta donde alcanza el influjo de los teólogos, cias a un escepticismo ladinamente inteligente, si no de-
el JUICIO de valor está puesto cabeza abajo, los conceptos de mostrables, tampoco ya refutables ... La razón, el derecho de
«verdadero» y de «falso» están necesariamente invertidos: la razón no llega tan lejos ... Se había hecho de la realidad
lo más dañoso para la vida es llamado aquí «verdadero», lo una «apariencia»; y se había hecho de un mundo completa-
que la alza, intensifica, afirma, justifica y hace triunfar, es mente mentido, el de lo que es, la realidad ... El éxito de Kant
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es meramente un éxito de teólogos: Kant fue, lo mismo que dence, incluso del idiotismo ... Kant se volvió idiota". - ¡Y
Lutero, lo mismo que Leibniz, una rémora más en la hones- fue contemporáneo de Goethe! ¡Esa fatalidad de araña fue
tidad alemana, nada firme de suyo - - considerada como el filósofo alemán, - sigue siendo consi-
derada así!... Me guardo de decir lo que yo pienso de los ale-
manes ... ¿Es que no vio Kant en la Revolución francesa e!
11 tránsito de la forma inorgánica a la forma orgánica de! Es-
tado? ¿Es que no se preguntó si existe un acontecimiento
Una palabra todavía contra Kant como moralista. Una vir- que no puede ser aclarado más que por una disposición
tud tiene que ser invención nuestra, personalísima defensa moral de la humanidad, de modo que con él quedaría de-
y necesidad nuestra: en todo otro sentido es meramente un mostrada de una vez por todas la «tendencia de la humani-
peligro", Lo que no es condición de nuestra vida la daña: dad hacia e! bien»? Respuesta de Kant: «es la Revolución»:".
una virtud practicada meramente por un sentimiento de Elinstinto que yerra en todas y cada una de las cosas, la
respeto al concepto de «virtud», tal como Kant lo quería, es contranaturaleza como instinto, la décadence alemana
dañosa. La «virtud», e! «d!.ben>, e! «bien en sí», e! bien en- como filosofía - ¡eso es Kant!
tendido con un carácter de=impersonalidad y de validez
universal - ficciones cerebrales en que se expresan la deca- 12
dencia, el agotamiento último de las fuerzas de la vida, la
chinería konigsberguense". Lo contrario es lo que ordenan Pongo' aparte a unos cuantos escépticos, e! tipo decente en
las leyes más profundas de la conservación y del crecimien- la historia de la filosofía": pero el resto no conoce las prime-
to: que cada uno se invente su virtud, su imperativo categó- ras exigencias de la honestidad in.tel,ectual. Igual que las
rico. Un pueblo perece cuando confunde su deber con e! mujercillas actúan todos ellos, todos esos grandes visiona-
concepto de deber en general. Nada arruina más profunda, rios y animales prodigiosos, - consideran que los «bellos
más íntimamente que los deberes «impersonales», que los sentimientos» son ya argumentos, que el «pecho levanta-
sacrificios hechos al Moloch de la abstracción. - ¡Que la do» es un fuelle de la divinidad, que la convicción es un cri-
gente no haya sentido como peligroso para la vida e! impe- terio de verdad. Por último todavía, Kant, con inocencia
rativo categórico de Kant! ... ¡El instinto propio de los teólo- «alemana», intentó dar, bajo el concepto de «razón prácti-
gos fue e! único que lo tomó bajo su protección! - Una ac- ca», un carácter científico a esa forma de corrupción, a esa
ción que el instinto de la vida nos compele a realizar tiene en falta de conciencia intelectual: inventó una razón expresa-
el placer su prueba de ser una acción correcta: y aquel nihi- mente para averiguar en qué caso no hemos de preocupar-
lista de vísceras dogmático-cristianas entendió e! placer nos por la razón, a saber, cuando la moral, la sublime exi-
como una objeción ... ¿Qué destruye más rápidamente que gencia «tú debes» deja oír su voz. Si se tiene en cuenta que
trabajar, pensar, sentir sin necesidad interna, sin una elec- casi en todos los pueblos e! filósofo no es más que el desa-
ción profundamente personal, sin placeri, ¿como un autó- rrollo ulterior de! tipo sacerdotal", no sorprenderá ya esa
mata del «deben>? Es ésta precisamente la receta de la déca- parte de herencia del sacerdote, la superchería frente a sí
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no ha sido propiamente un gusto estético el que ha mante-
mismo. Cuando uno tiene tareas sagradas, como, por ejem- nido a la humanidad en una ceguera tan prolongada: ella
plo, las de mejorar, salvar, redimir a los hombres, cuando pretendía de la verdad un efecto pintoresco, ella pretendía
uno lleva en su pecho la divinidad, cuando es vocero de im- asimismo del hombre de conocimiento que actuase enérgi-
perativos trasmundanos, está ya, con tal misión, fuera de to- camente sobre los sentidos. Nuestra modestia fue la que du-
das las valoraciones meramente ajustadas al entendimiento, rante más largo tiempo repugnó a su gusto ... ¡Oh, cómo lo
-. incluso está ya santificado por tal tarea, ¡incluso es ya el
adivinaron, esos pavos de Dios! - -
tipo d~ un. ord.en superior! ... ¡Qué le importa a un sacerdo-
te la ciencio! ¡El está demasiado alto para eso! - ¡y el sacer-
dote ha dominado hasta ahora! ¡Él ha definido el concepto de
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«verdadero» y de «no verdadero»! ...
Nosotros hemos trastocado lo aprendido. Nos hemos vuel-
to más modestos en todo. Al hombre ya no lo derivamos del
13 «espíritu», de la «divinidad», hemos vuelto a colocarlo en-
tre los animales. Él es para nosotros el animal más fuerte,
~o inf:avaloremos ¡;st?: nosotros mismos, nosotros los espí- porque es el más astuto: una consecuencia de esto es su es-
ntus libres somos ya una «transvaloración 29 de todos los
piritualidad. Nos defendemos, por otro lado, contra una
valores», una viviente declaración de guerra y de victoria a vanidad que también aquí quisiera volver a dejar oír su voz:
todos los viejos conceptos de «verdadero» y «no-verdade- según ella el hombre habría sido la gran intención oculta de
ro». Las intelecciones más valiosas son las que más tarde se la evolución animal. El hombre no es, en modo alguno, la
encuentran; pero las intelecciones más valiosas son los mé- corona de la creación, todo ser está, junto a él, a idéntico ni-
todos": Todos los métodos, todos los presupuestos de nues- vel de perfección ... Y al a?eve,rar esto, todavía aseveramos
tra cientificidad de ahora han tenido contra sí, durante mi- demasiado: considerado de modo relativo, el hombre es el
lenios, el desprecio más profundo, uno quedaba excluido, menos logrado de los animales, el más enfermizo, el más
por causa de ellos, del trato con los hombres «decentes» - peligrosamente desviado de sus instintos - ¡desde luego,
era considerado «enemigo de Dios», despreciador de la v;r- con todo esto, también el más interesante'" - En lo que se re-
dad, «poseso». En cuanto carácter científico uno era un fiere a los animales, Descartes fue el primero que, con una
chandala" ... Nosotros hemos tenido contra nosotros el pa- audacia digna de respeto, osó el pensamiento de concebir el
thos entero de la humanidad - su concepto de lo que debe ser animal como una machina": nuestra fisiología entera se es-
verdad, de lo que debe ser el servicio a la verdad: todo «tú fuerza por dar una demostración de esa tesis. Nosotros, ló-
debes» ha estado dirigido hasta ahora contra nosotros ... gicamente, no ponemos aparte tampoco al hombre, como
Nuestros objetos, nuestras prácticas, nuestro modo de ser, todavía hizo Descartes: lo que hoy se ha llegado a entender
calla?o, cauteloso, desconfiado - todo eso le parecía a la hu- del hombre llega exactamente hasta donde se lo ha entendi-
manidad completamente indigno y despreciable. - En últi- do como una máquina. En otro tiempo al hombre se le
ma instancia sería lícito preguntarse, con cierta equidad, si
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daba, como dote suya procedente de un orden superior, la (<<Dios»,«espíritus», «almas»); una ciencia natural imagi-
«voluntad libre»: hoy le hemos quitado incluso la voluntad, naria (antropocéntrica; completa ausencia del concepto de
en el sentido de que ya no es lícito entender por ella una fa- causas naturales); una psicología imaginaria (puros malen-
cul~ad. La vieja palabra «voluntad» sirve únicamente para tendidos acerca de sí mismo, interpretaciones de senti-
designar una resultante, una especie de reacción individual mientos generales agradables o desagradables, de los ~sta-
que sigue necesariamente a una muchedumbre de estímulos dos del nervus sympathicus [nervio simpático), por eJem-
en parte contradictorios, en parte concordantes: -la volun- plo, con ayuda del lenguaje de signos de una id!os.incrasia
tad ya no «actúa», ya no «rnueve»>' ... En otro tiempo veíase religioso-moral, - «arrepentimiento», «remordimiento de
en la consciencia del hombre, en el «espíritu», la prueba de conciencia», «tentación del demonio», «la cercanía de
;u procedencia superior, de su divinidad; para hacer perfec- Dios»): una teleología imaginaria (<<elreino de Dios», «el
'o al hombre se le aconsejaba que, al modo de la tortuga, re- juicio final», «la vida eterna» )37. - Este puro mundo de fic-
rayes e dentro de sí los sentidos, interrumpiese el trato con ción se diferencia, con gran desventaja suya, del mundo de
as cosas terrenales, se despojase de su envoltura mortal: los sueños por el hecho de que este último refleja la realidad,
.ntonces quedaba lo principal de él, el «espíritu puro»", mientras que aquél falsea, desvalora, mega la realidad: Una
.arnbién sobre esto nosotros hemO'sÁeflexionado mejor: el vez inventado el concepto de «naturaleza» como anticon-
obrar-consciencia, el «espíritu», es para nosotros cabal- cepto de «Dios», la palabra para decir «reprobable» tuvo
riente síntoma de una relativa imperfección del organismo, que ser «natural», - todo aquel mundo de ficción tiene su
.n ensayar, tantear, cometer errores, un penoso trabajo en raíz en el odio a lo natural (-¡la realidadl-), es expresión de
l que innecesariamente se gasta mucha energía nerviosa, _ un profundo descontento con lo real... Pero con esto queda
os otros negamos que se pueda hacer algo de modo perfec- aclarado todo. ¿Quién es el único que tiene motivos para
) mientras se lo continúe haciendo de modo consciente. El evadirse, mediante una mentira, de la realidad? El que sufre
espíritu puro» es una pura estupidez: si descontamos el de ella. Pero sufrir de la realidad significa ser una realidad
stema nervioso y los sentidos, la «envoltura mortal», nos fracasada ... La preponderancia de los sentimientos de dis-
[uivocamos en la cuenta - ¡nada más!. .. placer sobre los de placer es la causa de aquella moral y de
aquella religión ficticias: tal preponderancia ofrece, sin em-
;36
bargo, la fórmula de la décadence ...

ila moral ni la religión tienen contacto, en el cristianismo,


-n punto alguno de la realidad. Causas puramente imagi-
.rias (<<Dios», «alma», «yo», «espíritu», «la voluntad li- Una crítica del concepto cristiano de Dios obliga a sacar
e», o también «la no libre»): efectos puramente imagina- idéntica conclusión. - Un pueblo que continúa creyendo en
is (<<pecado», «redención», «gracia», «castigo», «rerni- sí mismo continúa teniendo también su Dios propio. En él
in de los pecados»), Un trato entre seres imaginarios venera las condiciones mediante las cuales se encumbra,
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El An ticristo

sus virtudes, - proyecta el placer que su propia realidad le de poder - y mi,' tras tanto serán dioses de un pueblo - o
causa, su sentimiento de poder, en un ser al que poder dar son, por el contrario, la impotencia de poder - y entonces se
gracias por eso. Quien es rico quiere ceder cosas; un pueblo vuelven necesariamente buenos ...
orgulloso necesita un Dios para hacer sacrificios ... Dentro
de tales presupuestos la religión es una forma de gratitud.
Uno está agradecido a sí mismo: para ello necesita un Dios. 17
- Tal Dios tiene que poder ser útil y dañoso, tiene que poder
ser amigo y enemigo, - se lo admira tanto en lo bueno como Allí donde, de alguna forma, la voluntad de poder decae,
en lo malo. La antinatural castración de un Dios para hacer también hay siempre un retroceso fisiológico, una ~écaden-
de él un Dios meramente del bien estaría aquí fuera de todo ceo La divinidad de la décadence, castrada de sus vlrtudes,e
lo deseable. Al Dios malvado se lo necesita tanto como al instintos más viriles, se convierte necesariamente, a partir
bueno; la propia existencia no la debe uno, en efecto, preci- de ese momento, en Dios de los fisiológicamente retr~s~-
samente a la tolerancia, a la filantropía ... ¿Qué importaría dos de los débiles. Ellos no se llaman a sí mismos los débi-
un Dios que no conociese la cólera, la venganza, la envidia, les, 'ellos se llaman «los buenos» ... Se entiende, sin q~e s~a
la burla, la astucia, la violencia?, ¿al..<luetal vez no le fuesen necesario siquiera señalado, en qué insta~tes de la historia
conocidos ni siquiera los deliciosos ardeurs [ardores] de la resulta posible la ficción dualista de un DIOSbueno y d~ un
victoria y de la aniquilación? A tal Dios no se lo comprende- Dios malvado. Con el mismo instinto con que los sometidos
ría: ¿Para qué se debería tenerlo? - Ciertamente: cuando un rebajan 'a su Dios haciendo de él el «bien en sí», borran
oueblo se hunde; cuando siente desaparecer de modo defi- completamente del Dios de sus vencedores las bu~nas cua-
iitivo la fe en el futuro, su esperanza de libertad; cuando co- lidades; toman venganza de sus señores 1emo~lzando al
ira consciencia de que la sumisión es la primera utilidad, de Dios de éstos. - El Dios bueno, lo mismo que el diablo: am-
lue las virtudes de los sometidos son las condiciones de bos, engendras de la décadence. - ¿Có~o se puede hOY,se-
onservación, entonces también su Dios tiene que transfor- guir haciendo tantas concesiones a la Simpleza de los teólo-
narse. Ese Dios vuélvese ahora un mojigato, timorato, mo- gas cristianos, hasta el punto de decretar con ellos .que es un
esto, aconseja la «paz del alma», el no-adiar-más, la indul- progreso el desarrollo ulterior del concepto de DI~S, desa-
encia, incluso el «amor» al amigo y al enemigo. Ese Dios rrollo que lo lleva desde «Dios de Israel», desde ?IOS de un
ioraliza constantemente, penetra a rastras en la caverna de pueblo, al Dios cristiano, a la síntesis de t~do bien? - Pero
ida virtud privada, se convierte en un Dios para todo el hasta Renan hace eso. ¡Como si Renan tuviera derecho a.la
iundo, se convierte en un hombre privado, se convierte en simpleza!". A los ojos salta, sin embargo. lo contrario.
n cosmopolita ... En otro tiempo representó a un pueblo, Cuando del concepto de Dios quedan ehm1l1ado.slos pre~u-
'presento la fortaleza de un pueblo, todas las tendencias de puestos de la vida ascendente, todo lo fuerte, valiente, seno-
:resión y de sed de poder nacidas del alma de un pueblo: rial, orgulloso, cuando Dios va rebajándose paso a paso a
iora es ya meramente el Dios bueno ... De hecho, no hay ser símbolo de un bastón para cansados, de un ancla de sal-
nguna otra alternativa para los dioses: o son la voluntad vación para todos los que se están ahogando, cuando se
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convierte en Dios-de-las-pobres-gentes, en Dios-de-los-


pecadores, en Dios-de-los-enfermos par excellence [por 18
excelencia], y el predicado «salvador», «redentor», es lo El concepto cristiano de Dios - Dios com~ ~ios de los e~-
que sobra, por así decido, como predicado divino en cuan- fermos Dios como araña, Dios como espíntu .- es uno e
to tal: ¿de qué habla tal transformación?, ¿tal reducción de los con~eptos de Dios más corrupto s a q.ue se ~a lle~ad~ el:
lo divino? - Ciertamente con esto «el reino de Dios» se ha la tierra; tal vez represente incluso el nivel ma~ bajo e
vuelto más grande. En otro tiempo Dios tenía únicamente l '0' n descendente del tipo de los dioses. ¡DIOS,degene-
su pueblo, su pueblo «elegido». Entretanto, al igual que su evo UCl id l d ser su
rada a ser la contradicción de la VI a, en ugar e h .
pueblo mismo, él marchó al extranjero, se dio a peregri- transfiguración Y su eterno sí! ¡En Dios, declara~a l~ O~tl-
nar, desde entonces no ha permanecido ya quieto en nin- lidad a la vida, a la naturaleza, a la voluntad de Vida. ¡DI~~,
gún lugar: hasta que acabó teniendo su casa en todas partes, fórmula de toda calumnia del «más acá», de toda. mentua
el gran cosmopolita, - hasta que logró tener de su parte «el del «más allá»! ¡En Dios, divinizada la nada, santificada la
gran número» y media tierra. Pero el Dios del «gran núme-
voluntad de nada! ...
ro», el demócrata entre los dioses, no se convirtió, a pesar
de todo, en un orgulloso Dios de los paganos: ¡siguió sien-
do judío, siguió siendo el Dios d¡los rincones, el Dios de 19
todas las esquinas y lugares oscuros, de todos los barrios irdi o hayan recha-
insalubres del mundo entero! ... Su reino del mundo es, Que las fuertes razas .de. la Europa1 nor ican nverda d no h ace
tanto antes como después, un reino del submundo, un zado de sí el Dios cnstiano es a go que e -rt
. . h blar del gusto. len-:
hospital, un reino-subterráneo", un reino-gueto ... Y él honor a sus dotes religIOsas, para no .
a
f mizo y ecre-
d '
mismo, tan pálido, tan débil, tan décadent [decadente) ... drían que haber acabado con semejante en er b b do
de d Mas por no ha er aca a
De él se enseñorearon hasta los más pálidos de los pálidos, pito engendro de la eca ence., . t dos
los señores metafísicos, los albinos del concepto. Estos es-
con él pesa sobre ellas una maldición: acoglerond~n
, di'
'?1 _
la contra lCC 10 I ,
tuvieron tejiendo alrededor de él su telaraña todo el tiem- sus instintos la enfermeda , a veJe~" . ¡.c . dos
d a rungun DIOS. ¡ aSI
po preciso, hasta que, hipnotizado por sus movimientos; él 'desde entonces no h an crea o y , 'cluso
¡ . . ¡ .Por el contrariO, In
mismo se convirtió en una araña, en un metaphysicus [me- milenios, y m un solo DIOSnuevo. ¡ . fuese un ulti-
. .' d derecho como SI
tafísico). A partir de ese momento él tejió a su vez la tela- ahora y como SIexistiese e
, " 1 . um [maxlmo 1 de la fuerza
',.
raña del mundo sacándola de sí mismo - sub specie Spino- matum [cosa última y un maxim . 't s [espíritu crea-
zae'l [en figura de Spinoza] -, a partir de ese momento se configuradora d e diioses, d e1 Cl 'eator . sptrt
d u1 onotono-teís-
:ransfiguró en algo cada vez más tenue y más pálido, se dar] en el hombre, ese deplorable DIOS e mdentehecho de
. . híb id dueto deca ' .
:onvirtió en un «ideal», se convirtió en un «espíritu 01041 cnStlano!, ¡ese I n o pro 1 ti enen su sanCIón
di ., en e que I
JUro», se convirtió en un absolutum [realidad absoluta), se cero concepto y contra íccion. d s las cobardías Y
, de dence to a
onvirtió en «cosa en sí» ... Ruina de un Dios: Dios se con- todos los instintos de la eca '
irtió en «cosa en sí» ... cansancios del alma! - -:-
50 Friedrich Nietzsche 1 El Anticristo 51

condiciones fisiológicas ha surgido suuc depresion: a ella se


enfrenta Buda con una higiene". Contra la depresión em-
plea la vida al aire libre, la vida errante, la moderación y la
Con. mi condena del cristianismo no quisiera yo haber co- selección en la comida; la precaución con respecto a todos
metido una injusticia contra una religión afín a él, que in- los spirituosa [alcoholes]; la precaución asimismo con res-
cluso lo supera en cuanto al número de quienes la profesan, pecto a todos los afectos que producen bilis, que calientan
contra el budismo. Ambos están unidos entre sí en cuanto la sangre; ninguna preocupación, ni por sí, ni por otros.
religiones nihilistas, - son religiones de décadence -, am- Buda exige representaciones que, o bien tranquilicen, o
bos están separados entre sí de la manera mas notable. El bien alegren - inventa medios para deshabituarse de las
crítico d~1 cristianismo está profundamente agradecido a otras. Considera que la bondad, el ser-bondadoso, favore-
los ~StudIOSOSde la India por el hecho de que ahora sea ce la salud. La oración está excluida, lo mismo que el asce-
posible comparar/os. - El budismo es cien veces más realis- tismo; ningún imperativo categórico, ninguna coacción en
ta que el cristianismo, - lleva en su cuerpo la herencia de absoluto, ni siquiera dentro de la comunidad monástica (
un planteamiento objetivo y frí~ de los problemas, viene -se puede volver a salir de ella- ). Todas estas cosas serían
después de un movimiento filosófico que había durado medios para fortalecer aquella excitabilidad extraordina-
un~s cie~to~ de años, cuando él llega el concepto «Dios» riamente grande. Justo por ello Buda no exige tampoco lu-
esta ya eliminado. El budismo es la única religión auténti- cha alguna contra quienes piensan de otro modo; de nin-
~amente positivista que la historia nos muestra, también guna otra. cosa se defiende más su doctrina que del senti-
incluso en su teoría del conocimiento (un fenomenalismo miento de venganza, aversión, ressentiment ( - «no se pone
riguro.so - ), el budismo no dice ya «lucha contra el peca- fin a la enemistad con la enemistad»: conmovedor estribi-
do», smo dando totalmente razón a la realidad, «lucha llo del budismo entero ... ). Y con razón: justo esos afectos
contra el sufrimiento». Tiene ya detrás de sí -'esto lo distin- serían completamente malsanos con vistas al propósito
gue profundamente del cristianismo - ese fraude a sí mis- dietético capital. La fatiga espiritual que él encuentra y
mo que son los conceptos morales, - está, hablando en mi que se expresa en una «objetividad» demasiado grande (es
lenguaje, más allá del bien y del mal. - Los dos hechos fisio- decir, una debilitación del interés individual, una pérdida
ló~icos en que el budismo descansa y que contempla son: del centro de gravedad, del «egoísrno») la combate con
pnmer~, .u.naexcitabilidad extraordinariamente grande de una rigurosa devolución a la persona incluso de los intere-
la sensibilidad, la cual se expresa en una refinada capaci- ses más espirituales. En la doctrina de Buda el egoísmo se
dad de dolor, luego, una superespiritualización, una vida convierte en deber: el «una sola cosa es necesaria»:", el
d.e~asiado. prolongada entre conceptos y procedimientos «cómo te liberas tú del sufrimiento» regulan y limitan la
10gICOS,bajo la cual el instinto personal ha salido perjudi- dieta espiritual entera ( - acaso sea lícito recordar a aquel
:::ado en provecho de lo «impersonal» ( - ambos estados ateniense que hizo asimismo la guerra al «cientificismo»
que al menos algunos de mis lectores, los «objetivos», co- puro, Sócrates, el cual elevó el egoísmo personal, incluso
nocerán, como yo, por experiencia). Sobre la base de esas en el reino de los problemas, a la categoría de moral).

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