Está en la página 1de 6

 

[Escribir texto] 
 
2010 
 
UNIVERSIDAD CENTRAL DE VENEZUELA                                 
MAESTRÍA EN GERENCIA EMPRESARIAL                      
FORMACIÓN GERENCIAL I   
 
LIC. EDGAR PEÑA SANABRIA 
 

La Evolución de la Ciencia y su relación con la


Administración Científica
Ensayo sobre la relación entre La Maquina Newtoniana de Fritjof Capra publicado en el Libro El Punto Crucial y Los 
principios de Administración Científica de Frederick Taylor.

 
 
UCV | Maestría en Gerencia Empresarial                                         Formación Gerencial  I  | Ensayo       

EL ORGIEN DE LA CIENCIA Y SU RELACION CON


LA ADMINISTRACION CIENTIFICA
Edgar Peña Sanabria

Las sociedades humanas, luego de largos y extensos procesos de transformación y


cambios, signados estos por acontecimientos tanto naturales como humanos, han
estimulado la curiosidad del hombre para descifrarlos y comprenderlos, impulsándole a
muchos de ellos, a dedicar años de su vida al estudio y análisis de los mismos para
finalmente poder explicarlos, conocer las razones de su ocurrencia y entender o prever el
impacto que estos tienen en su vida o en la existencia en general.

Este conocimiento ha sido acumulado por años, consecuentemente documentado,


transferido y divulgado, generaciones tras generaciones, lo que le ha permitido al hombre
obrar en un sentido mas claro, propiciar caminos de acción e incluso establecer pautas
que propicien una mejor correspondencia entre sus semejantes y el medio ambiente
donde se relacionan.

De esta manera, emanada de esa acumulación de conocimiento, surge lo que se ha


definido como Ciencias, o el conjunto de nociones obtenidas mediante la observación y el
razonamiento, sistemáticamente estructurados y de los que se deducen principios y leyes
generales (DRAE, 2001), y cuyos orígenes se remontan al periodo Neolítico,
evolucionando desde la Revolución Neolítica (Child, G., 1941) y derivando luego de
grandes procesos como la Revolución Científica originada en Copérnico (1473-1543) a
otras áreas mas especializadas y profusamente utilizada hoy día, en casi todas las
disciplinas que conocemos, especialmente en las que involucran organizaciones humanas
tales como las empresas en las que las Ciencias han logrado importantes efectos
especialmente en propiciar una mejor calidad de vida.

En este sentido, se considera sensato propiciar un acercamiento al origen de las Ciencias


muy bien descrito por Fritjof Capra (1982) en su libro El punto Crucial (La Maquina
Newtoniana) y explorar su correlación con la Ciencia Administrativa moderna propuesta
por Frederick Taylor (1856-1915) en su obra titulada, Principios de la Administración
Científica, con el objeto de comprender el impacto histórico y presente que han tenido las
ciencias y su evolución sobre las sociedades que actualmente consideramos modernas.

 
UCV | Maestría en Gerencia Empresarial                                         Formación Gerencial  I  | Ensayo       

El origen de las Ciencias. El punto de partida.


El origen de las ciencias, se remonta al VIII milenio a.C. y que Gordon Childe (1941)
denomina Revolución Neolítica, proceso que tuvo lugar hace más de 9000 años (VIII
milenio a. C.) como respuesta a la crisis climática que se produce en el comienzo del
Holoceno, tras la última glaciación. Se considera esta pues la primera transformación
radical de la forma de vida de la humanidad, que pasa de ser nómada a sedentaria y de
economía depredadora (caza, pesca y recolección) a productora (agricultura y ganadería).
En esta primerísima etapa el hombre acumula conocimiento y trasfiere este
paulatinamente a otras generaciones dejando como legados, métodos de trabajo y
diferentes formas de subsistencia que le permitirían avanzar a nuevas formas de
organización de la civilización.
Siglos más tarde, en la era medieval, las experiencias acumuladas y enfoque de grandes
pensadores propiciarían grandes cambios culturales, mismos que fundamentarían sus
visiones del universo como algo orgánico, vivo y espiritual en el que existía
interdependencia de los fenómenos materiales y espirituales y eran subordinadas las
necesidades individuales a las de la comunidad. Las fuentes históricas mas relevantes de
ese momento fueron Aristóteles (384 a.C. – 322 a.C.) y la Biblia, en estas, la naturaleza
de las ciencias se basaba en la razón y en la fe. Los científicos que investigaban el
objetivo principal de los fenómenos naturales daban la máxima importancia a todo lo
relacionado con Dios, con el alma humana y con la Ética.
Posteriormente, en los siglos XVI y XVII, esa visión del universo fue reemplazada por la
concepción del mundo similar a una maquina, usándose en ese entonces la metáfora de
la Máquina del Mundo. En este momento fue dejada a un lado la teoría geocéntrica, que
explicaba que el hombre era el centro de la creación divina y aparece la teoría
heliocéntrica, propuesta originariamente por Aristarco de Samos (310 a.C. – 230 a. C.) en
la que el mundo no era el centro del universo sino un planeta que gira en torno a una
estrella y que fue a la postre impulsada por el Astrónomo Copérnico (1473-1543), dando
base a la Revolución científica.

Disciplinas como la Astronomía jugaban un importante papel en la generación de


conocimiento y mas profundamente en la generación de cambios con la aplicación de

 
UCV | Maestría en Gerencia Empresarial                                         Formación Gerencial  I  | Ensayo       

experimentación científica y formulas matemáticas que sirvieron posteriormente pará


enunciar leyes naturales a partir de los resultados arrojados por Galileo (1564 – 1642),
astrónomo y filosofo, pionero en el uso de la experimentación científica y las matemáticas
y Bacón ( 1561 -1626) estadista y filósofo, con su teoría del Procedimiento Inductivo que
consistía en extraer conclusiones generales y confirmarlas con nuevos experimentos.
Este último, orientaba la búsqueda de un conocimiento que le permitiera dominar y
controlar la naturaleza con el entendido de obtener de ella el máximo posible pues era
fuente de incalculables recursos que podían permitir mejorar a las sociedades.
La revolución científica continuo de manos de figuras como el filosofo y matemático
Descartes (1596-1650) quien profesaba, “rechazar los conocimientos que son solo
probables y establecía que debe aceptarse solo los que son perfectamente conocidos y
de los que no hay oportunidad de dudar”. Este mismo estableció la famosa afirmación
“Cogito ergo sum”, “Pienso luego existo”, en el que deduce que la esencia de la
naturaleza humana se encuentra en el pensamiento y que todo lo percibido clara y
distintivamente es innegablemente cierto. De la misma manera, alegaba que la naturaleza
operaba de acuerdo a leyes mecánicas y que todo lo que ocurría en el mundo podría ser
explicado según los términos y disposición de los elementos que lo componen.

Por otro lado, Isaac Newton (1643-1727), filosofo y matemático, quien desarrolló toda una
formula matemática del concepto de la naturaleza, formuló las leyes generales del
movimiento que rigen todos los objetos del sistema solar. Newton, propuso igualmente
que el universo era un enorme sistema mecánico regido por leyes matemáticas exactas y
brindó grandiosos aportes al desarrollo de la investigación científica con sus métodos
experimentales en el que aplicaba procedimientos sistemáticos. Algunos autores
comentan que Newton, logró combinar dos principios anteriormente propuestos, el
método inductivo y el método racional y decía que era imposible llegar a una teoría cierta
mediante experimentos desprovistos de una interpretación sistémica ni por medio de
principios básicos confirmados por la experimentación.

En este sentido, se puede conectar la evolución de la ciencia estudiada hasta ahora e


incluir en ella el trabajo de Frederick Taylor (1856 – 1915) mecánico y economista
estadounidense, y sus Principios de Administración Científica, quien aplicó la

 
UCV | Maestría en Gerencia Empresarial                                         Formación Gerencial  I  | Ensayo       

experimentación para conocer mejor el comportamiento humano en el desempeño de las


“tareas” quien verifico a través de procedimientos científicos que se podía influir sobre el
rendimiento y desempeño del trabajador cuando este era conscientemente orientado,
entrenado y guiado al cumplimiento de metas preestablecidas y de cómo el individuo
mismo podría contribuir con el mejoramiento de su desempeño.
Taylor, a diferencia de los otros científicos, dedico mucho más de si a entender como era
la actitud de los individuos sin incurrir en la premisa de ver al hombre como una maquina
que podía rendir resultados sin considerar principios y valores inherentes a su entorno
psicológico. Así mismo contabilizo los procesos y las metodologías de trabajo, el uso de
procedimientos rutas, guías y técnicas de trabajo, evaluó todo lo concerniente a la
actividad laboral para mejorar el rendimiento del hombre en búsqueda de la mayor
productividad. En este puso énfasis en la preparación para aumentar las destrezas del
hombre y ampliar su nivel de contribución con la sociedad.

Por lo anteriormente expuesto, se podría concluir, que las ciencias han sido elementos
claves para mejorar y entender el por qué de muchos procesos y eventos. Muchos han
sido los hombres y mujeres que han contribuido al desarrollo de las ciencias y, hoy por
hoy, no se concibe ninguna disciplina en el mundo que no se haya visto favorecida de los
resultados de la aplicación de los métodos y procedimientos científicos y aun mas
aquellas en las que por su razón de ser, exige el intercambio entre personas con el objeto
final de seguir contribuyendo en mejorar la calidad de vida de los seres humanos y
permitir la continuidad de nuestra existencia.

 
UCV | Maestría en Gerencia Empresarial                                         Formación Gerencial  I  | Ensayo       

BIBLIOGRAFIA

 Capra, F. (1982). El Punto Crucial. Buenos Aires, Argentina: Editorial Troquel, S.A.
 Gordon, C. (1941). Arqueología, Teorías y Métodos. Ciudad de México, México:
Editorial Lebing, C
 DRAE, (2001). Diccionario de la real Academia Española. [Diccionario en línea]
disponible: http://buscon.rae.es/draeI/ [consulta: 2010, abril 15]
 Taylor, F. (1981). Principios de la administración científica. Octava edición.

También podría gustarte