Está en la página 1de 1

EL ABOGADO Y LAS PERAS

Leyenda griega:
Fue una vez invitado cierto abogado a los festejos de una boda que se celebraban en una casa un tanto
distante de la ciudad en que viva. Psose, pues, en marcha, y en el camino encontr a la orilla de la
carretera una cestita llena de hermosas peras.
Como era muy de maana, no le faltaban ganas de desayunarse con ellas, pero la perspectiva del
banquete de boda le indujo a no estropear su buen apetito; y as, dando un puntapi al cesto, lo arroj al
lodo de la cuneta.
Andando, andando, se encontr delante de un riachuelo que deba cruzar, pero tan crecido vena a causa
de las ltimas lluvias, que la corriente se haba llevado el puentecillo.
No viendo por all el abogado ninguna barca, desisti de su intento de pasar a la otra orilla y, por tanto, se
volvi a casa por el mismo camino.
Senta el pobre abogado un hambre tal, que al pasar delante de las peras revueltas entre el fango, se dio
por muy contento de poderlas comer despus de haberlas limpiado del mejor modo posible, hallando as
manera de saciar su apetito.
El que no desperdicia lo til, no carecer de lo necesario.

También podría gustarte