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TRAGEDIA

DE ANTUCO

Por: Ramón Cuéllar Garriga


Periodista
Registro Colegio Nº3332
Caso Antuco
RASGOS DE TRAGEDIA MILITAR
QUE CONMOCIONO AL PAIS…

La historia se nutre con los hechos del pasado y el presente. En el caso de la


tragedia de Antuco es la segunda que afecta al Ejército, dado que la primera
fue aquella ocurrida en 1865 que afectó al vapor Cazador, que naufragó en
Punta Arenas donde fallecieron 400 personas, entre civiles y militares.

Fueron cuarenta y cinco los conscriptos fallecidos pertenecientes al Regimiento


de montaña número 17 de los Ángeles que desarrollaban ejercicios en la zona
del volcán Antuco.

Cuando fueron encontrados sus cuerpos se hallaban congelados y la noticia


impactó en aquel 18 de mayo del 2005.

El viento blanco influyo en las características de este fatal desenlace.

Detalles:

El cuatro de abril del 2005 cuatrocientos jóvenes conscriptos que llevaban a


cabo una salida a terreno y conformaban tres compañías fueron afectados por
el viento blanco y sólo algunos lograron llegar al refugio Los Barros al noroeste
del volcán Antuco, soportando temperaturas bajo los 10 grados Celsius. 112 se
quedaron en el recinto sin contar con la indumentaria óptima para el caso.
La orden de ejecutar la marcha fue un error y eso trajo consecuencias que
fueron definidas con posterioridad.
Una serie de tareas se llevaron a cabo, destinadas a encontrar los cuerpos ,lo
que culminó el 6 de julio, oportunidad en el que se encontró el último cadáver.
Una serie de esfuerzos permitieron encontrar los cuerpos teniendo un
protagonismo especial el Comandante del Ejército Juan Emilio Cheyre quien
estuvo incluso en terreno aportando los medios técnicos y humanos para
alcanzar el objetivo que diera tranquilidad a los familiares de los conscriptos.
Además de estos falleció un sargento de Ejército, lo que otorgo al trágico hecho
una connotación especial.
Una serie de críticas se derivaron de lo sucedido, apuntando preferentemente a
un manejo comunicacional poco eficiente, lo que fue mencionado en varias
publicaciones escritas.
Quizás las dimensiones de lo acontecido sobrepasó la capacidad de informar y
se gestaron errores que fueron atenuándose con el correr del tiempo. La
inquietud de los familiares por saber de la suerte de los suyos influyó en que no
haya surgido la claridad suficiente para proyectar informes certeros en torno a
la materia
RASGOS RELEVANTES

El presidente de la época, Ricardo Lagos, en el discurso del 21 de mayo se


refirió al caso Antuco y apoyó junto a su esposa a los familiares de quienes
fallecieron en la tragedia.

Otro de los hechos que llamaron la atención fueron las declaraciones del
Ministro de Defensa, Jaime Ravinet, quien resaltó el desorden y faltas de
prolijidad del Ejército para manejar el tema.

Quienes estaban ligados familiarmente a los fallecidos señalaron su


desconcierto frente a las tardías informaciones y a la inexactitud de éstas.
También fue destacada la conducta incorrecta de algunos parlamentarios que
trataron de sacar dividendos políticos de lo ocurrido.

En resumen se vivieron varias facetas en el desarrollo de este episodio trágico,


que han servido para analizar planes de acción futuros frente a circunstancias
de esta naturaleza.

PERSPECTIVAS

El desarrollo de los hechos fue muy elocuente. La comunidad reaccionó ante el


drama vivido por el Ejército. Los esfuerzos se fueron sumando y tanto el
Gobierno como los militares, Carabineros, Cuerpo de Socorro Andino aportaron
lo suyo para superar las características de este suceso que enluto a 45 familias
y estremeció al país.

Al final fueron encontradas las victimas en una tarea dura, dramática, que dejo
en claro el profesionalismo con que se trabajo para alcanzar un caro objetivo.

Las lecciones que dejó lo sucedido fueron numerosas. Quizás demasiadas.


Pero lo importante es que se cumplió con lo propuesto para aportar un grado
de tranquilidad a las familias de los fallecidos.

Unas de las críticas que se dejaron sentir fue que el periodo de formación era
limitado para jóvenes que no estaban preparados en esto de asumir los riesgos
de enfrentar la vida de montaña. La mayoría se vinculaba al servicio militar con
el objetivo de conseguir un mejor nivel económico, ya que sus opciones
laborales eran limitadas.

Afortunadamente la conducta optimista asumida por el Comandante en Jefe


del Ejército, Juan Emilio Cheyre, tuvo éxito. Lo que prometió se cumplió, al
margen de aplicarse las sanciones a los uniformados vinculados en la toma de
decisiones.
Quedó la tranquilidad del deber cumplido y la posibilidad de sacar dividendos
de los errores ejecutados en el curso de los acontecimientos.

PROYECCIONES

A través de los medios de comunicación se tuvo una perspectiva especial en


torno a la tragedia. Los detalles se fueron sumando con la avidez que otorga el
periodismo al análisis de las situaciones que le corresponde desarrollar.
Bajo diferentes signos se conocieron los antecedentes de un hecho que ha
enlutado al Ejército y generado la atención de cómo es posible manejar este
tipo de circunstancias

Es evidente que nadie quedó al margen de lo sucedido. Se conmocionó el país


y los esfuerzos se sumaron para tratar de atenuar el impacto originado. Bajo
esta perspectiva fue muy impactante advertir la manera en que uniformados y
civiles reaccionaron. Se trató de una alternativa para descubrir de qué forma la
solidaridad se manifiesta. A diario surgieron demostraciones de dolor y poco a
poco la comunidad pudo percatarse sobre el estilo de actuar de los militares en
estas tragedias.

Una dura lección que alertó a Chile respecto a rasgos que deben validar los
métodos a ejecutar cuando se trata de un suceso de tales perfiles

ALTURAS Y PROFUNDIDADES

La actitud asumida por el Comandante en Jefe fue muy importante. Proyectó


bien su imagen y trató los temas delicados con estilo sugerente. Destaco su
franqueza y en el momento de señalar materias complicadas no eludió la
coyuntura.

La preocupación ante la suerte corrida por los conscriptos quedó en evidencia


.En ese aspecto se advirtió una inquietud bastante particular de la autoridad
máxima del Ejército.

Asimismo resaltó una dura autocrítica a la forma en que se hicieron las cosas.
Por otra parte se ejecutaron los procesos que correspondían, sancionándose a
los culpables. Además se llevaron a cabo ceremonias y actividades simbólicas,
lo que resulto adecuado respecto a lo acontecido.

Lo negativo también tuvo su expresión. Principalmente en cuanto a reunir a


los familiares de las victimas y periodistas en el gimnasio para visualizar lo
sucedido.

Se proyectaron informaciones erróneas que confundían a la opinión publica. La


política de puertas abiertas fue excesiva. Esto al margen de que el manejo de
las relaciones publicas no fue de los mejores

El uso del lenguaje militar no fue captado en su esencia por la comunidad, que
llegó a confundirse frente a lo que se le comunicaba
PESO DE SANCIONES

Tras lo sucedido en Antuco la Corte Marcial condenó a cinco años y un día al


Ex Mayor Patricio Cereceda, calificado como el responsable por la muerte de
44 soldados y un sargento. Fue sancionado por incumplimiento de deberes
militares y cuasidelito de homicidio, siendo dado de baja, al igual que el
Coronel Roberto Mercado, Jefe de la unidad militar y al teniente Coronel Luís
Pineda.

El castigo para el ex comandante Roberto Mercado fue de tres años , mientras


que el asesor de la Comandancia, Luís Pineda recibió una pena de 541 días
,Además se validaron las sanciones de 800 días para los capitanes Claudio
Gutiérrez y Carlos Oliveras . Se absolvió de responsabilidades al suboficial
Carlos Grandon y Sargento Avelino Tolosa.

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