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Borges camina por las calles de Cambridge en invierno y reflexiona sobre la historia y el origen de los nombres de lugares. Aunque ve la nieve y los edificios rojos, él viene de otras ciudades y extraña a una mujer que regaba plantas al atardecer. Borges no puede identificar qué día de la semana es, ya que se siente fuera del tiempo lineal y más bien en un reino espectral de la memoria. Concluye que los seres humanos son su propia memoria, un museo quimérico de formas inconstantes y un mont
Borges camina por las calles de Cambridge en invierno y reflexiona sobre la historia y el origen de los nombres de lugares. Aunque ve la nieve y los edificios rojos, él viene de otras ciudades y extraña a una mujer que regaba plantas al atardecer. Borges no puede identificar qué día de la semana es, ya que se siente fuera del tiempo lineal y más bien en un reino espectral de la memoria. Concluye que los seres humanos son su propia memoria, un museo quimérico de formas inconstantes y un mont
Borges camina por las calles de Cambridge en invierno y reflexiona sobre la historia y el origen de los nombres de lugares. Aunque ve la nieve y los edificios rojos, él viene de otras ciudades y extraña a una mujer que regaba plantas al atardecer. Borges no puede identificar qué día de la semana es, ya que se siente fuera del tiempo lineal y más bien en un reino espectral de la memoria. Concluye que los seres humanos son su propia memoria, un museo quimérico de formas inconstantes y un mont
Nueva Inglaterra y la maana. Doblo por Craigie. Pienso (yo lo he pensado) que el nombre Craigie es escocs y que la palabra crag es de origen celta. Pienso (ya lo he pensado) que en este invierno estn los antiguos inviernos de quienes dejaron escrito que el camino esta prefijado y que ya somos del Amor o del Fuego. La nieve y la maana y los muros rojos pueden ser formas de la dicha, pero yo vengo de otras ciudades donde los colores son plidos y en las que una mujer, al caer la tarde, regar las plantas del patio. Alzo los ojos y los pierdo en el ubicuo azul. Ms all estn los rboles de Longfellow y el dormido ro incesante. Nadie en las calles, pero no es un domingo. No es un lunes, el da que nos depara la ilusin de empezar. No es un martes, el da que preside el planeta rojo. No es un mircoles, el da de aquel dios de los laberintos que en el Norte fue Odin. No es jueves, el da que ya se resigna al domingo. No es un viernes, el da regido por la divinidad que en las selvas entreteje los cuerpos de los amantes. No es un sbado. No est en el tiempo sucesivo sino en los reinos espectrales de la memoria. Como en los sueos detrs de las altas puertas no hay nada, ni siquiera el vaco. Como en los sueos, detrs del rostro que nos mira no hay nadie. Anverso sin reverso, moneda de una sola cara, las cosas. Esas miserias son los bienes que el precipitado tiempo nos deja. Somos nuestra memoria, somos ese quimrico museo de formas inconstantes, ese montn de espejos rotos.