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Anorexia Comer Nada
Anorexia Comer Nada
Rev. Asoc. Esp. Neuropsiq., 1999, vol. XIX, n. 72, pp. 599-608.
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L. S. Lpez Herrero
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cientfico, trata de alejar toda idea de psicologismo del malestar humano (3).
Alucinaciones religiosas en la poca medieval, personalidades mltiples y cegueras
conversivas en los albores de la ciencia
moderna, as como somatizaciones mltiples en este final de siglo tcnico-cientfico, dan cuenta de sntomas construidos
para el Otro del discurso de la poca.
De esta manera, podemos decir que cada
poca, gobernada por su discurso, hace que
el sntoma construido con palabras se
muestre permeable a la palabra de poder
del momento y lo garantice, ejerciendo este
discurso, a su vez, una configuracin especfica en las propias manifestaciones clnicas. Y es que la anorexia, como sntoma, no
es ajena a esta permeabilidad del discurso
social; y, a pesar de que quien la padece
pueda alcanzar la muerte en ocasiones por
este acto, su rechazo al alimento adquiere
muy distintas connotaciones, dependiendo
del momento histrico: desde el ensalzamiento heroico y la santificacin por desdear un estilo de vida que llama a la
voluptuosidad hasta la imposicin del alimento, contra su voluntad, a ese cuerpo que
se deja morir y que quiere ser fiel a un ideal
de delgadez, en donde el cuerpo transparente y sin formas reclama una existencia
de pureza.
Son stas, pues, las distintas maneras de
articular y comprender un problema, una
queja, un malestar (en este caso, el rechazo
al alimento), en funcin de las ideas culturales de cada poca.
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Otro de la demanda), el rechazo al alimento como tal es algo que puede quedar
englobado dentro de cualquiera de las
estructuras clnicas; desde la melancola
con su negativa a comer pasando por la
paranoia con su temor a ser envenenado
hasta los estados catatnicos que, como
efecto de ese derrumbe subjetivo, anuncian
la muerte del sujeto, en todos ellos la relacin del sujeto con el alimento adquiere
una especial relevancia.
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